1
10
1
-
http://humanidades-digitales.fhuce.edu.uy/files/original/565654091232fa4aea8bfe1fd301597e.pdf
d34f8a9aa8ed0e50fd6bd51cf7f4e501
PDF Text
Text
•
•
•
UNIVERSIDAD DE LA REPUBLICA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS
lnstituto de Filosofía
-
•
DEMARCACION CIENClA-TECNOLOGIA Y POLITICAS CIENTIFICOTECNOLOGICAS;
PLANTEOS A PAR'l'IR DE UN CASO .
•
•
Mario H. Otero
•
•
r
- Ll..
-
_.!,.,-
-
•
S01
lo te
dem
1988
-
�I
-
-1
�501 OTE dem
O te ro Mano H
Dc1na1c ac1on c1enc1a lccno/091a
FHC E! 1?98? 1
~--~
El tema de la demarcación a menudo tratado como s1 exi stieran co
sas redondas llamadas Ciencia y Tecnolog í a , tiende a apa recer simpl if icado sobremanera, ya resuelto. Aquí se present arán algunos as
pecta s del mismo a partir de un caso concreto . Creemos que esta es
una de las vías para un análisis que tenga en cuenta por lo menos
cierta s complejidades. Por eso el presente texto present ará un vaj_
vén entre dicho caso y el problema más ampli o de l a dema r cac 1 6 n, s~
vre todo en la medida que afecta la generaci ón de políti cas c ientíficas. No se trata pues de un tema de exc lu s ivo análi sis conceptu al.
Com ienza con "trabajo de campo
Partir de un caso e ir con caute la hac ia poco fáci les general iz5:_
ciones permite un nivel de cons i der ac i ón para nada i nconv e ni en t~
au nque todavía lejano de lo que podr ía ll amar se , t odavía hoy con
pompa , filosofía de la tecnologia .
1. No se dirá acá nada pertinente a los pai ses donde ex i st en pcliti cas científico-tecnológicas bien establ ecidas y conso l idada s
más allá de giros importantes, notori os . Se t rata más bi en de aq L ~
llos paises en que no existen políticas cientifico-tecnológicas
que reúnan aquellas condiciones de desarrollo sostenido o de pai ses sin politicas, de ese tipo, explicitas. En ellos el paso desde
políticas cientifico-tecnológicas impltcitas, errAticas o apenas
esbozadas hacia la coastitución efectiva de politica~ es algo del i
11
•
-1-
-
�cado y que dudosamente logra su objetivo o lo logra de modo adecua
do. El caso de Uruguay, 1) después de diez años de dictadura que
bar r ió con ~l pensami ento crítico y con la investigación,aún con la
que que hubiera podido res ponder a necesidades elementales de la
economía (diferencia sustancia l con Brasil por ejemplo) y 2) en me
djo de un estancamiento económico marc ado (con i nvers ión es peculati a como dominante) , es especialmente di f ici l para permitir , con
pocas dif icultades la formu lación de po l ít i cas definidas de inves tigación .
Pero sus cond e ones no son tan excepciona les como para cons1íl~rar
lo un caso no significativo . Toda general 1zac1ón debe ser m:_¡y cauto
ta pero algt1nas observaciones podrian no carecer de int~.¿~~~cal .
2 . Supongamos, para comenzar~ la serie usua lmente aceptada cien cia b~sica-ciencia aplicada-investigación tecnológ ica - invest igación
y desa rro1 lo (R
D)-producc16n o prácticas productivas-productos
terminados. Por produc o er inado podríamos cosiderar, por ejemplo an o un mueblP como el 0 stado ~an itario de un país o de una
región e1 un mm nt ado . Por e1 mamen o no 1 amos a definir tampoco los otros érm1 s e la serie . Las propuestas de definición dE
p nib les para llos son variadas y sin embargo actuantes en el fu~
c1onamiento, por ej mplo de los organismos de finan ciación inte~
nacionales o de Jos acuerdos inte -naciona les .
o vamos a sos ner aqL11 que 1 in erre1aci6n entr· 10- elementos
de 1 er1
s an a Que sus diferencias se disuel~an; tampoco podemos darnos el lLJjo e considerar a is 1ados sus es1c.0ones .
Par una situac16n como la que consideramos (en princi pio la de l
Uruguay) es suficiente con partir de la serie indicada, t al cua l.
•
- 2-
�Existe un sub-sector decisivo para nosotros que es el de la i nves
tigación universitaria. Podrá dar se el paso hac ia el est ableci mien to de politicas nacion ales en l a medi da en que consideremos en un
extremo las neces idades de la producción (aún en paises de economf c
no centralizada) y en otro la investigación cient1fico-teconol 6g icreal, en sus focos avanzados (reales o factibles), en nuestro caso
l os universitarios. Orientar la investigación qui ere decir en esa
situación elegir tem~ticas y financiarlas de modo di fe renci al. Aú n
los part idarios de la investigación "libre" se verán su jet os en un
momento o en otro a priorización de temáticas y mi entra s eso no s~
ceda a la atracción de modas impuestas por las revi st as i nternaci -o
nal es de punta, alejadas a menudo del extremo que llamamos produce i 6r. ·· sobre todo produce i ón nac i ona 1.
Sin embargo muy lejos estamos de entender que la Universidad debe
fomentar sobre todo investigación aplicada, lo que ·1a haria correr
el pPligro de alejarse del conocimiento creativo o de circunscri bir
l o a :emas de aplicación que las empresas , o l as consu lto ras r ~ 1
Estado , podrian desa rrollar en f ormas di st intas -uni endo tareas a
veces creat ivas con ta reas repetitivas y costosas por su dimens1 ó1!
Lo cua l no qui ere decir que, en ca sos estratégicos , ell o no pueda
se r confiado a la Universidad.
Tampoco pen samos que la Universidad debe dedi carse exclus i vament e
a una ciencia bási ca totalmente alejada de los prob lemas na c i o n al ,~
un a ci enc i a desco l gada, como un motor f uncionando en el vaci o. Aú.
más all á del "extremi smo" en ci enci a bá si ca pod r í a pen sar se que ~ 1
ci encia pura ha produc ido l a t eor ía de matl ices , con proyecc ionr,
en la mecánica cuAntica o en el estudio dE! in sumo-producto nacion a
-3-
�teoria desarrollada como pura muchos decenios antes de dichas apliciones, y casos similares (espectaculares pero no frecuentes).
Por ejemplo, no estamos al fin s ino al comienzo del an8lisis de CÉ_
mo se generan matemáticas (aún .. puras") que no se reducen al mero
juego de signos . Sobre esto habría mucho que decir, pero no aquf.
Entre extremos como la cienc11 básica, descolgada o no (y las m~
temá icas puro~ actuales no le son necesaria ni frecuentemente)
por un ladn v 1 :iencia aplicada y la investigación tecnológica ,
por el otro,sE 1túanlas opciones que aparecen como rf~c i si·1as en la
ges aci6n de pol1ticas cientif 1ro-tecnol6g1cas aún dentro de la am
plia gama de la investigación básica . Es necesario, imprescindible,
garantizar dentro de limites muy amplios la libertad de elecc ión
de tematicas pero. e la v z resu lta altamente conveni ente poder selecc1onar emát1cas si ·t1adas dentro de Jo que llamaremos en los su
ces1vo ciencia básica-orientada . Por m~s delicado que resulte, por
gradual que ea aconsejable es altamente sionifirptiv~ la elección
l caso del ur~uguay se sitúa11 en relación por lo
d t rnas Qu .
meno on l agro con la industria (en casi total estancamiento) ,
on la salu . L p obl m s de demarcación son pues en la orientac16n c1 ntf 1co- cnol6g1ca real, p ra nada triv1ales ~ para nada tem e d so p d s con hambre especu la iva . El tema de la demarcación
1mpresc 1nd1bl e para el d sarrollo de una poli ica cientifico-tecnol6g1ca a partir casi e la nada (quiero decir de la ine istencia de
polf 1ca plfc1 a) o d landa sesga a t e ige pues la introduc e ón d esta "categoria" Ja cie1cia b~sica - orier1tada .
3. Podrfa p nsars au ,al ni 1 del prob lema de la demarcación
c1 c1 -tecnologfa.se dan en la ciencia programas de investigación ,
_ tj -
�que contienen a su vez lf~P~~ dP investigación, cuya selección d~~
tro de la ciencia bás1~d ria por cuenta de los cientifico~ mismos.
No lo dudAmos. En ese sentido la idea de ciencia básica-orientada
resulta/~~ªIa introducción de elementos "exógenos" y ello pudiera
ser asi. La idea de temáticas prioritarias proviene más bien de la s
necesidades de gestación de políticas científicas a la que deben
contribuir también los científicos pero que deberán involucrar aJe
má s elementos que provengan de (quizás) remotas (vistas desde l o
bésico) exigencias de la producción. Todo ello depende como vererr.os
de lo ~ campos de que se trate. La introducción de la i dea de inv s
tigación básica-orientada es un hibrido que surge a la vez de l as
necesidades de libertad y de orientación; hay híbridos buenos y l os
hay malos. Pero tiende a evitar do~ rvtremos,el de una ciencia básica totalmente desfinanciad< y el de la derivación de los recursos masivamente hacia le investigación teconológica .(hacia la s aplj_
cac iones m?s rentables),
adem~s importada en paquetes tecnológicos presuntamente autosuf icientes.
Podría ciec írserne que los científicos básicos no mascan vidrio y QLe
sus investigaciones están ya orientadas hacia lo que es re l evante:
significativo, y no sólo por razar.es estéticas o similares. Si ell o
fuera as í entonces diría que efect ivamente en l a elecci ón de tema s;
sea conc1entemente o no, los científicos básicos actúan en l os hechos para contribuir a maximinizar el bienestar de amplias capas de
la pobl~ción {o alternativamente el bienestar de los monopolios),
pero/~~etodo caso eligen temáticas de modo no ingenuo. La idea de
investigación b~sica orientada-hfbrida por estar en la interfase de
teorías de la ciencia básica, por un lado, y por otro de teorfas
1
-5-
�provenientes de ,os incentivos de desarrollo de politicas cientifi
co-tecno lógicas; resulta de un intento de reconstrt1rc i ón metateóri ca de¡resultaúo real, actua nte, eficaz, que se da en la práctica científica básica cotidiana . La que aqu1 se llama cíencia oási
ca-orientada es pues la bisagra que podr ia permitir el desencadena
miento cte políticas científico-tecnol6g1cas adecuadas cuando éstas
no existan o sean sólo tácitas, sin incurrirse en una planificación
tecnocrática.
Tan to. DUPS desde la necesidad de generar políticas cientif1cas
desde abajo (sabiendo de qué recursos humanos se dispone) que acom
panen las necesidades de la economía, gradualmente, pare const ituir
focos de orientac ión de esfuerzos y de financiamiento, como desde
el punto de ''i st dP. 11níl razonable división de tareas, aparece como
de especia l convFniencia la conside ra ción de este nvel intermedio,
de se lección de tem~ticas ,que hemos denominado ámbito de la investl
gac16n bcis1ca-orientada . Quizás se trate de algo necesariamente
inestablP p~ cada caso pero dotado d eficacia hacia las ciencias
básicas. en ~us aspectos mas bésicos hRci~ Jos pos· les programas lineas d 10 es •gac16n y de~~ los ya disponibles. Por otra
parte sin e agerars el asoec .o verbal la inves ·igación b~sica debe s r b~s1ca ara ( s redundante el ºpara" si se mira un poco qué
que e decir en sf mismo "bas1ca' 1 ) . Los cimientos c1ue encontramos
en las bQsquedas arqueol691cas han sido cimien os de otras cosas
(par lJo s ban) nunca c1m1 r1tos de la nada , s r1 su sentido como t l es ( s61 o su s r u1 11 as a' ar e~ n ."' \(!:>e s d s nuda s ) .
SJgamos nues l..O' ra aJo de cam c para luego volver hacia un ni vel distin o. Ya n ese rabajo de campo hemos emit1do algunas hi•
)
11
-6-
�•
p6tesis pero ello no es sino como se procede siempre al mirar la
"naturaleza".
4. Estudiar el tema de los suelos~ de las plagas agricolas, el de
la hidatidosis~ 1 de la enfermedad de Chagas~lue la contaminación de
aguas continentales y marinas, el de los fluentes industriales, el
de la producción industrial de objetos "únicos" (distinto al de l a
producción en serie), pueden ser ejemplos que vi enen al caso y que
muy someramente explicaremos en relación con lo que vení amos dic1 e;1
do .
En ninguno de esos casos es determinante exc lu si vamente la ci en cia aplicada, la investigación tecnológica o l a R & D. Todos el lo s
se vinculan a investigaciones básicas y básicas ori entada s . En e l
caso de suelos, decisivo para la producción a9ríc o l ~ de un pai s (rJ_
co como el ¡Uruguay en esta dimensión), el mejorami ento Je praderas
<1e
,
supone estudios básicos de las gramíneas, la geomorgologfa, el e~
tudio de la constitución fisico-quimica, la caracterización mico16gica de tipos de suelos, la atención a su microfauna.
Interv ienen allí dis ciplinas bésica s , en sus aspec t os má s bá s i co s~
ori ent adas hacia e l enfoque de una temáti ca decisiva . En el caso de
l as plagas agrícolas (aves, roedores, insectos et c.) el desarrol lo
de biotecnologías adaptadas, de tecnologías de cont r ol biológico
(s in uso excesivo o azaroso de pesticidas), requi eren investigaci o
nes bAsicas en campos bien conocidos que no voy a enumerar aqu f . El
caso de la hidatidosis, enfermedad humar ~ grave y ampliamente di f u~
dida del campo uruguayo, más allá de I~ estrictamente médico, in vc
lucra entre nosotros ya investigaciones en biologla molecular y en
-7-
�inmunologia, deci s iva s para l ograr medidas preventivas. La enferm~
dad de Chagas igua lmente requiere e l aporte de investigaciones básicas . En ambos casos lo bás i co-or i entado es lo básico as í orienta
11
do . La producci ón i ndus·tria l de objetos únicos 11 (s i n perjuici o de
l as industrias l ivi ana s por ejempl o text il es y mas nn gener al l as
agroindustri as }, requ ie re invest igación tec nológ i ca pero tamb ién
básic a . La const r ucción del puerto de La Pal oma {P0cha) exige e l
conocimi ento d l rég imen de mareas y de vientos ~ n zonas poco es t udi adas del A 1 ntico 5ur l a construcc ión de una nran represa ne
cesita estudios básicos ori entados ta nto hac i a l n const rucc1 6n mi s
ma como de l a posib l e al teración eco lógic a de l a zona afectada .
~ S e han puest o algunos ejemp los aparentemente trivi ales y pos ibl es
en re otros? Jo . Se han puesto cas ~ de investigaciones real es en
curso en la Uni er s idad uruguaya . Se trata de temas naci ona les de
impar anci a que const i uyen po los de ]nvest igac ión para el desarrQ
ll o de l a conom1a y de l a sa lucl, por lo menos ; no son qu i z~s los
Que un suprao gan1smo de planif icación entenderia como los de mao prio 1dad . En oda caso as f se generan propuestas, en los he chos, d p0Jft1ca cien f 1ca-tecno l 6g i c a cuando la que debiera hac rse p
a " decenios . Los casos present ado s son s6 lo algu r1os eJemp los ~
st
l luga r~ e propon r una po 1fti ca ci ent f l co- cr1016 1 ca d erm1 nada en un caso ) ,. que nos permitan produ c 1 " un un o d par i da .,d campo para el anél1sj s de prob lemas
al go m nos empfr1 cos .
E11 pr~ 1mer 1 ga
t1 mos de seña 1ar algo QL1e nos par"ece fu ndamenta l.
En muchos d es os casos la d1stancia en ·re investigación basica
ap11 ca a o cr1ol6g1 ca es muc t10 menor Qu en muct1os o ros. Dent ro
11
1
-8-
�de la investigación más básica se encuentra uno ya colocado a l a
vista de problemas nacionales de interés. Lo más b~sico resulta al l 5
-a diferencia de como se concibieron alguna vez las cosas- lo más
no remoto de la vida práctica. El caso de la bi ología molecular
salta a los ojos. El estudio de modelos biol ógicos signifi cat i vos
(la tenia equinococus en el caso de la hidatidos i s ) es , j unto a
desc ubrimientos reci entes y di sponibl es , lo que produce este acoI_
tami ento de distancias. Pero a l a vez l a financiació n de la i nves
t i gaci ón en biologia mol ecular bási co-or ientada repercute (con
equ ipos iguales o similares ) en l a bi ología mo lecul ar básic a- bá ~~
ca .
Plantear pues el tema de la demarcación ent re c ienci a y tecnolo gía como si parejamente en todas las t emáti cas l a di stancia fuer a
la misma entre lo básico y l a .. vesti gac ión tecno l ~g i c a , yl a prod u~
ción, constituye uno de los errores de demarcar en gener al homogéneamente. Permítasenos decir que s i el anál is i s conceptua l el ude
los da tos empiricos resulta la sensación de hacer al go válido cua~
do sucede exactamente lo contrari o.
No se trata de que la magia bi ot ecnológica (como algunos creen)
permita hacer cos as extremadamente di f í ci les (cuyos resu ltado s habrá que juzgar en cada caso), en tiempo s iempre escaso . Se t r ata
de que en general hay políticas ci entífi co-tec nológ icas fértile s y
polí t icas cientifico-teconológicas nonat as , por más que organi smos
de elevado nivel las determinen.
Lo que se está diciendo aqui es que el desarrollo real de ci ertas
disciplinas acorta la distancia entre lo básico y lo aplicado de un
modo que no sucedió otrora y que hoy sucede gradualmente. Ello, i ~
-9-
�sisto, significa que demarcar ciencia y teconologfa no es moquita
de pavo, y que es, a la vez decisivo. Por el tipo de organismos
que es necesario fomentar, por el tipo de programas y de lineas
de i nvestigación, que repercuten sobre cómo trabajar. Y lo que digo no es ap l icab le só lo a un ca so. En el otro extremo de nuestros
ejemplos (que son pocos frente a una pl éyade de otros), en el de
la producción de objetos ún icos (como la de t urbinas hi droe l éctr_!_
cas importantes, en Argentina, o junto a l a producción en ser ie de
pequena s turbinas~ en Japón. para corr i entes de agua de escaso ca_!:!
dal), tamb ién se induce cienc ia b~s i ca . Y l a idea de ciencia bási ca-orientada (que r10 es una invención 1oca1 por e i erto) puede i n d~
cir as1 un despegue hacia una po l1 t i ca c1ent1 f ico-tecnol6g ica adecuada en paf ses como el Uruguay, o que se encuentren en condic iorl es s i mi l a res .
Paremos aqui ia mayor parte de nuestro "trabajo de campo" y vol 1amos hacia algunas considerac iones exp l icativas o prepositivas
con relación al tema del titulo .
6 . ~~s all~ de los datos empíricos , ya parcialmente interpreta dos del caso resentado, aún teniéndolos especialmente en cuenta!
vale la pena considerar algunas hipótesis y problemas más generales que permitan situar lo Que hemos llamado ciencia bcisica -orienaoa en relación con la ir1vestigación prop i amente tecnológica y
con Ja producción efectiva .
6.1 . R ulta insostJnible hoy una posJción que sostenga en tér minos casi absolutos la preeminencia real de la ciencia bdsica que
apun al conocimiento de la realidad, y en definitiva a la verdad ,
sobre 1 saber directamente orientado a l a acción . Menos aún pa ra
los paises sin pol fticas de investigación definidas y particu l ar-1íl-
�mente para los no industrializados; una cosa es que la verdad se
constituya en ideal regulativo-indudable, vista la tradición cien
tffico-tecnológica enraizada y sus logros- y otra que la ciencia
básica pueda considerarse libre en sentido fuerte, etéreamente des
ligada de los problemas de la sociedad, de la s restricciones ideológicas, y sobre todo, de la obtención de una mínima base materi al
adecuada para su desarrollo sin trabas. (1)
6.2. Por otro lado parecen igualmente insostenibles afi rmaciones
como la de que las sociedades indu striales avanzadas son las únicas que hacen investigación. A menos que se quiera decir que dichas sociedades son las únicas (2) que integran cabalmente a su
producción y al logro de bienestar los resultados de la invest igación científico-tecnológica, (y es dudoso aún que para todas ell as
esto sea cierto, vistas las trabas que el capitali~mo estructuralmente conlleva), dicha afirmación no se impone ni mucho menos.
Y podria además ser peligrosamente desestimulante, con una conclusión tendiente al quietismo total o al proceso sin proceso referi do por el dictum del Conde Tomase di Lampedusa.
6.3. La financiación de la investigaci ón con recursos escasos
hace que la ciencia básica, naturalmente no libre, a pesar de su
necesario ideal regulativo (socialmente necesario: si no lo tuviera no incidiria ni en la producción, ni en el bienestar menos
aún en la transformación del mundo), deba ser orientada. ¿Desde
dónde? En el caso planteado, desde una dinámica interacción entre
los cientificos y las fuerzas sociales (en todo su complejo). Si
esto no se hace posible, si no hay una auténtica participación
múltiple, la investigación básica perdurarA morosamente, se desf..!_
~
-11-
�totalmente y d?jará de se~ "libre" para ser,o totalmente
inútil o d\rinirla desde afuere, lo cual redurdará ~l fin de cuenta~ en el ahandono tot~l rle su idea1 rcgul=tivo mismo , El pcl!gro
señalado se co~creta en f,mérica Lati~a ~n Al desarrollo de oraan1s~o s (c0n~cites 0 c0nicPtcs) que pretenden ~na dirección tecnoburo(rét ica, o ~g ~nismo s que ~ st¿n ~ujetos J la c~n~olidación y
arnr> l i ac i 6n burc'c .. ática enunc i aci a nada rh ! s+ osament2 pl;r ! a ! ey de
Pa ,. . k; r1son . Este es un oe 11':re SPr i o que se corre cuanrlo ha v fuer·~ a~ qt.:e def i"r1den l a in\1 ~st 1qa c iór1 bá,ica .J' ntras ; con inciudabl
'Inés pud r" r'eal , q~e imoo!1e1: una di:e<:ci 6n tecn c cv-~t1ca del tiµo
i ndicado . La e i ~ n e i = bás i ca -or i er1trid3 pi.tede s,er una de las h~ r,-'ami efltñ s pos i ~ l As pa; a i nter1tcr frt-nJr la> tende1;c1a': verticali~
t~s~ la peor d0 }üS ~l e ccion e s posibl~S ~n °ste campo.
La ta ~ poco d efi ~ id a ~u tonomla relativa rle !a pr~ctica ci~nti
f i ca se jL· ~~ a de es t e modo . Pnr Gt : a p art~ la n~c~s1dJdcs rle la
prod' 1 Cci6~ y de Ja 1nvest igaci6n tecnc l6gi 1:a ge!\eran pr·oblemcts
autlnt1~0: p.r~ Ja ciencia b~si c~ y por eso cor.tribuyen decisi '~m~nt~ a su
lore~i~i~n o
t13 s ñ~lf-ldo e! mit"' que comporta oensa r que e l i ~ geni e r ·o r~
-1 be rfe 1 pod(.lr toúa ::u ! rl i e 1 at i ''ª) pt esuntamente r1ori;b;e r rác t i co
y jen, a }a~ cu s 1ones d~ v~lQ r . Conso lirlar e~t~ vi s ión es eql0
.ararlo oero !o 0 s amb;~n !a rle aue todo se a 1' r ~g 1 a ~1 a con o rg ~
ni ~mo cuperplan 1 ticc~or ~ que re s po n~ a~ a !a rentabilidJd m~s
c r ~sa de la In \•est igRc 16n; al mediano pl~z ~ (no sólo a !a larga)
ol~n; -; r "' r ;¡s f
es Jo m ir ... r') nt·ethl (a menos que "!"'entable·· al~
nanciar~
,
J
0
0
1
1
•
da sólo a un c,oncepto estrictamente derivado de una lógica del b~
n fi c i·o
,.e las
!·i1µ1 ·~ ~a - ,
c;oL'rP. todo de las
-~2-
~e11os
dinami(:a5).
�6 . 4. Consecuencia casi inmediata de todo ello es que el ef'ltr'elazamiento imprescindible de le i~v~stigación bá~i(a y de la
crjentad~ conllev~ q~e el ~omplejo cient!fico-tecnoló~ico no pue
da :;er de ningur¡a !T'la:iera neutral (3), y adcm~s, sucede de t1echo
a~i. :-n términos más ai:ip! ins~ la rdcior1al idad cient i fica y la r a
c1onal1dad de producciór1 exigen este entrelaza~iento, esta relació n birl1reccional, e~t~ no neutralid=d, e indudablemente lo no
Abanf1or1ablc= d0 las auto110P.1íéE relativas. IJnr\ +- '·: 16ri hPgemóni c:- a de
lo tecnológico co11spi;aría v1siL>lE.'mente cu11tra 1erent 1vtdad nf:?ce sa; i a pQra el conjunto de las ~c~ividades; como una heg em0 ní~ de
la ctenc1a ~ás1ca r.1arginci li z3ria a eSlf1 1111s1,¡ad~r~~sformaci6ii q~e
i nvo l uera uria pre d t 1ee i 6 r1 eon obj e L. i vos so c 1 a 1es e 1ar os y ., po;' qué
n0 decir la palabra, progresistas.
7.
~r20 que les ~r~u~e~tns rlados a prcp6,ito de nuestro C3S0
particular, m§s la~ co0s1deraciones generales an~es esbozad~s,
r1acen innecesaria Uílu f:..!nr.:famentación rr.a.}.'0 d~l ~80P} que debe <.. U~
plir la inve ;t ;g3ci~n básica-orientad~.
<; i e; e ore g~ nta ~e e r r a de 1 s ta tu s d<= e ~ t 2 111 t j ma ·/a se ;~ a de l i ~ e A 11
1•
1
do !a r unci6n oue cumple
e1!
e!
des~rrollo
dt- lé! investigcc16n
{má 3 aún SPñalJdo yf1 ei
de
dlstanci~S, en campos significativos,
ntre lo b8SiCO y le tecno 1ÓCJ i ca}. Esri f une i 6!1 pueL~e ~o ser exactamente 1a ;ni ~mfl c1Jandc p~
:arncc; de camiJo a campo rle investigac tón <cosa que no debe ~ac;ar
se por al t.:;) pero oarere determi n~nte t:'n 1a c.1 i nám1 Ce en Q1•1e se
ge~eran les roliticas cientfficas e~ las co~diciones nacio~ales
que hcn ~irlo P] ounto de partica del presente tra0ajo.
~i~ntífico-tecnológica
0
-13-
aco~t~m1ento
�8. El tema de la demarcac ión en e l m3rco de l a generación de
oo
l
iticas
riRnt
íf
ico-tet
nolóqica
s
v
vi~to e! desarroll o de la in
.
'
v 0 stigaciór1 cie!!t ifica hO)', d~jü d~ s~ r un tema Jb~t.-'a('to para
p 1dnte ar se (:o r1 so 1u.e 1 or! e: no t r i v i a1~ s so J o s i 1o eons i de r ~ a ) p-A
ra cada cam~o, y b ) p~ r ~ tipos de s itu~c!ones nacion~l es , 110 int.ercarni.Jiab l e~.
Esos ..;on t emcts ~u e abre1"' UJ1a gama de i~ve s
tigación de l ma~'o~ interés p~ rv que PXCedf el marco del presente t. r ab c.1 j •J •
.
~!QTAS
( 1 ) 11 Aqu i ;;or1 i ar.1os e11can t ra r l a r a76n pa1a ~af'tPner abiert a 1a
~o~ pecha de que e l único fu~d~m~ n to para po s t ~ l~r !a pureza de
1a ~nvestigación pu1·a es ~xclusi v amtn te ideo lógico, des i dera-
acaso do ll: l)uena fe de l metor16l ogo, no una ct1Psti ón que
tuvi~r~ mucho que v2r (Oíl la re~ l i~ad efer ti va de la invest igac1(>n. los ¡,rug1arna~ et ~ investiqación , =un los 'fe cienci ·JS !:'urac;
. '
no s hacen en ~ 1 es~a~io in fi nito de l~ tcor l a, sino en las con
t11m si
r 0 st r irqidas
d!ClO"
impue~ ~S 'º~ 1~
5.::¡r''Ollo c1enttf1cc ccn 1.odos sus
ia !n' 1 ec; igaci!'n
¡;o :-
efectiv~
del de-
. desae io:- internos ,
t~ i viales ce la íinan -
aspe~tos
in r1r1secamP1 e teól"icos,. ha sta .os
ciacién d
realidad
má~
Jos rodnr e<\ públ icus. No hay una
1
el en f . i ea, s 1 r10 una prod•JCr.. i 6n e i ei1t í f i ca t:o~
r r(.l
, restri r·g =de e'1 Ctlda mom 0 nto Jentro de un hor'i L0ílt e no s6 l o de rl~tat vas ~e6-1ra~ , co~o rlirfa Popp¿r, sino de posibi l-i
l i re pro
da es
;.;e~ 1ón
e l e:'
pueda er
1
1
11
•• •
En de Jr1t t i'1 :ni es \1 erdñd oue
el cit:ntffico
•
~l ~u~d0 ( v
explicarlo)
-14 -
:o~o
qui era (sin más limitacio
-
�que
ne~
~as
que
~l
prupio mundo impone) ni
ES ~i~rto
tli':o ter1ga nects~riamente que hacer el m:!n<1o ._ a;.1e pue~a {~~g(J~¡ los
objetivo: ~ue se le s~ñalan y las teorías ae ·~ú~ d~~~~ ' ~1; ~s
~iPrto que la actividcd rle ~mbos ~stá 1ntímamen~~E -.
(y
parere que asf sucede y~, de hecho, ~n una gran parte de Ja inves
tigación en las sociedarles induscria;e3 avanzada s que , ademá s ,
sor1 las única:: q~e ~aceri i11vesti~ación), eritcn ,: e': e1 complejo
cicntifico -tecn o!~gico no p~ 1 ede ser neutral por ninguno de su s
1
dos 1ados" ••• "Conviene, sin embargo, que nos quedemos con la i (~eJ
la figura de1 ir!gt:niero r:omo hon bre exc:lus!vam'= n: e ;;ráct1
co, y además ajeno a ldS cu~s~. ion~s rle valor· que guían su prác..tl_
d2
q~e
1
ca, y la imagen invers~ del cieni!fico com0 homLrc e~clusivame n
te teórico, y ajeno tam~ién por su µarte a la~ c11e<"\tiones prficticas aue p11edan afect~r a sr1 conocimiento, 2s Uílti i:;Jagen abstrae
te qu~ rada vez resr>o•1d2 menos a la realidad: el] cientff~co, en
~u activilidd e:tá sometido 21 111ic;mo tipo de r<:- st r! cr iones {aun ·(1UP. en grado diferente). Ne tGíl!TlOS, por" un ladc , L: n cortj 1Jnto de
teuri~s 'lUP. PXf>l jc,Jn 21 mundo y , pnt' otro, ur; co0 j L!nt.o de accicne3 que lo moditic..a:1 o 1:rrlnsforr!lan, !>Íilo
p~nsamien~os
~:na
compleJ a r eal i da<J de
y accicnes Pn continua retrca!imentación que van
.:o~
figuranJo ~l :nu!!dn de nuestriJ e;' periencia tanto por lo que ref] ere a la representación q~e de él nos hacemo3 c~anto por lo que se
refiere il SL! ::'ropia configurüci0n física".
Quintanilla, M. A. A ra~or
de la
razó~,
Madrid,
89 a 91.
{2) Quintaílilla, M.A. A favor de la razón, p.90
(3) Quintanilla, M.~. A favor de la razón, p.91
-151- ?..... 9 r.:u ')"" 11.
Tau~uc;,
19A1, p.
�•
•
•
•
St
de i111 r rin1 ir en
}' O de 1988
l · r11 i11ó
111
en el Depart m cnto
1
de Pu blic3cioncs de la FHC
Depósito Legal: 233.391
( 150)
441-44~/88
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
Biblioteca Virtual de Humanidades en el Uruguay
Subject
The topic of the resource
Repositorio de ensayos en las Humanidades publicados originalmente en el Uruguay
Description
An account of the resource
<p><span>La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación se ha propuesto contribuir a rescatar y poner a disposición de los lectores la escritura ensayística del Uruguay a lo largo de su historia. Esta Biblioteca Virtual de Humanidades en el Uruguay pretende reunir en un solo lugar más de dos siglos de textos de reflexión y pensamiento, dentro del amplio campo de las humanidades, producidos en conexión con la universidad. La mayor parte de esos textos han sido originalmente publicados en revistas universitarias o periódicos hoy difícilmente accesibles. A menudo nunca recogidos luego en libro—o recogidos con sustanciales modificaciones—, son textos que pueden contribuir a recuperar y mostrar las dinámicas de pensamiento y representación en el país, tal como se realizaron en tiempos de centralidad de la escritura.<br /><br /></span>La a veces fina y sinuosa línea entre Humanidades y Ciencias Sociales hace que textos de historia económica, de estudios sociales, de ciencia aplicada a la antropología, puedan tener cabida en esta colección, aunque el foco está en el núcleo tradicional de las humanidades. El Derecho (con la excepción de Filosofía del Derecho) queda, por su especificidad técnica y profesional, por el momento fuera de este grupo. </p>
<p>La colección será un trabajo acumulativo, con entregas bimensuales. En el tiempo, los textos se irán organizando de acuerdo a posibles lecturas de la historia de las ideas en la región y el continente. <br /><br />Aldo Mazzucchelli</p>
<p><span>15 de octubre de 2017</span></p>
Contributor
An entity responsible for making contributions to the resource
Pablo Darriulat
Gonzalo Marín
Rights
Information about rights held in and over the resource
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
Demarcación ciencia-tecnología y políticas cientificotecnológicas : planteos a partir de un caso
Subject
The topic of the resource
Filosofia
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
OTERO, Manuel H.
Source
A related resource from which the described resource is derived
LinkOtero, Mario H
Demarcación ciencia-tecnología y políticas cientificotecnológicas : planteos a partir de un caso / Mario H. Otero--Montevideo : FHC. Instituto de Filosofía, 1988; 15 p
Publisher
An entity responsible for making the resource available
Facultad de Humanidades y Ciencias
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1988
Contributor
An entity responsible for making contributions to the resource
Bach. Gonzalo Marín
Rights
Information about rights held in and over the resource
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Libro
Language
A language of the resource
Español
CIENCIA
Filosofía
TECNOLOGÍA