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ACTO INAUGURAL DE LA FACULTAD
DE HUMANIDADES
Y CIENCIAS
El 3 de Mayo de 1946, en el Paraninfo de la Universidad, se
celebro en sesion solemne la inauguracion de la Facultad de Humanidades y Ciencias, con asistencia del Presidente de la Republica,
Dr. Juan Jose de Amezaga; Ministro Interino de Instruccion Publica
y Prevision Social, Dr. Juan Jose Carbajal Victorica; Rector de la
Universidad, Dr. Jose Pedro Varela, altas autoridades de la ensefianza
y numeroso publico. Hicieron uso de la palabra el Sr. Rector, el
Sr. Ministro y el Maestro de Conferencias y Director de la Facultad,
Dr. Carlos Vaz Ferreira.
El hecho de no haberse sacado version taquigrafica de la conceptuosa improvisacion del Dr. Carbajal Victorica impide que su
discurso acompafie a los que van a continua cion.
Es con una gran satisfaccion que participo en esta ceremonia de
trascendental importancia para la cultura del pais, pues no cabe duda
que la creacion de la Facultad de Humanidades sefiala un jalon fundamental en la historia de nuestra Universidad. Por fin la Universidad
tiene en sus manos los medios para formar un Instituto de Ensefianza
reclamado insistentemente por la opinion publica desde hace muchisimos anos y que dicho sea de paso, nos ponia en una situacion de
inferioridad, no solo con respecto alas universidades de fama mundial,
sino aun en relacion con las de la misma e inferior categoria. En efecto;
la creacion de un centro de estudios humanisticos en la Universidad
significa que el Estado ya no la consider a como un simple organismo
de preparacion profesional. La cultura desinteresada de la investigacion y el estudio por su valor intrinseco y sin la preocupacion del
provecho ulterior, tienen ya su sitio desde ahora en adelante en
nuestra Universidad, que en este aspecto, vuelvo a decirlo, se encon·
traba en una situacion de injusta inferioridad con respecto a sus
similares del extranjero.
Numerosas dificultades ha sido necesario vencer a traves de los
anos para que esta ansiada realidad tuviera un principio de ejecucion.
�Fue preciso hasta destruir un prejuicio lamentablemente generalizado,
segun el cual la enseiianza no tiene sentido si esta desprovista de una
finalidad practica y fructifera.
En un ambiente de incomprension y de frialdad fueron pasando
los aiios, aiios perdidos para la extension de la cultura en el pais que
sera preciso recuperar a fuerza de espiritu de trabajo, de perseverancia,
y de dedicacion por parte de las' autoridades, de los profesores y de
los estudiantes.
Me ha tocado participar en mi calidad de Rector de la Universidad, en el proceso de elaboracion de esta ley y quiero dejar constuncia que fue una de mis preocupaciones fundamentales pugnar porque la nueva Facultad tuviera por signa distintivo la ausencia de todo
eRpiritu profesionalista, eliminando, como se pretendia que a ella Ie
correspondiera, la formacion del profesorado de enseiianza secundaria.
Felizmente esa finalidad ha sido obtenida y el futuro podra decir si
habia 0 no razon fundada para nuestra particular insistencia.
De acuerdo con las normas que ya han sido trazadas, la actividad
de la Facultad deb era desplegarse en dos aspectos netamcnte marcados: por un lado, una enseiianza que busque la extension cultural
dirigida a grupos relativamente numerosos, y por otro lado al estudio
profundo mediante la investigacion reservada a los que buscan la
especializacion en las distintas ramas del conocimiento.
Sin duda, para la enseiianza cultural del primer tipo que responde
a un ansia que el numero de alumnos que se han inscripto 10 demuestra, las puertas de la Facultad nueva deben estar abiertas de par
en par, mientras que todo 10 contrario debera acontecer con los cursos
de profundizacion e investigacion los que deberan estar reservados para
!os que acrediten, mediante exigencias severas, la indispensable preparacion previa, sin la cuul no se concibe un estudio especializado
en la cabal acepcion del vocablo.
En 10 que respecta a la integra cion del cuerpo docente de la nueva
Facultad, debo manifestar con toda franqueza que la Ley de su creacion contiene una disposicion que considero erronea. En efecto, se
exige preceptivamente el concurso de oposicion para la provision de
las catedras permanentes, abandonando en consecuencia las norm as
de la Ley de octubre de 1919, normas que la practica de mas de un
cuarto de siglo ha demostrado que fueron previsoras y verdaderamente ajustadas alas realidades del pais y alas exigencias de una
buena politica universitaria. Efectivamente, esa ley a cuyo dictado
se ajustan todas las otras Facultades de la Universidad, establece eI
sistema de nombramiento directo mediante quorum especial que solamente puede ser alcanzado en caso de que el candidato pueda ostentar
antecedentes cientificos y meritos profundos, suficientes, claros y notorios; el concurso de oposicion entra a funcionar sOlo en el caso de
que la equivalencia de meritos entre diferentes candidatos impida una
eleccion justa y acertada. Es de hacer notal', ademas, que esa disposicion legal que establece como unico medio de provision de las catedras el concurso de oposicion, constituye una evidente invasion contra
�la autonomia de la Universidad desde que, a mi modo de ver, esa
materia depende de su decision privativa.
Seria pecar de excesivo optimismo el suponer que la Facultad
de Humanidades haya de ser desde ahora, por el solo hecho de su
creacion, el instituto que todos aspiramos tener en la plenitud de su
funcionamiento. En puridad de verdad, solo se nos ha entregado un
instrumento para trabajar con recursos muy modestos por cierto. La
creacion de la Facultad es el fin de una etapa y el principio de un
largo camino para obtener la plenitud y la madurez que todos anhelamos.
Entre los numerosos problemas prlicticos que suscitan la preocupacion actual de las autoridades universitarias, senalamos especialmente el que se refiere al local en que deberan funcionar las aulas
de la Facultad de Humanidades. Con un espiritu de cordial colaboracion, que corresponde destacar, las Facultades de Medicina y de
Derecho han prestado sus salones en las horas en que no se dictan
sus propios cursos. Mediante esta formula, esencialmente precaria, pero
que es 10 unico que fuera dable obtener en las actuales circunstancias,
se podra esperar a que la Facultad de Arquitectura se traslade a su
nuevo local dejando libre el que actualmente ocupa en la calle Cerrito,
para asiento de la Facultad de Humanidades.
No es esta tampoco una formula a la que corresponda darle caracter definitivo, desde que el citado edificio dista mucho de lIenar
las condiciones que pueden y deben exigirse para el funcionamiento
correcto de la nueva Facultad. Pensando en ello y en otros problemas
de insuficiencia de locales universitarios, hace ya muchos meses obtuve
del Consejo Universitario que se remitiera al P. E. un proyecto de
nueva emision de titulos de edificios universitarios que podian ser
financiados sin aumentar las partidas presupuestales y que permitiria
contar de inmediato con los fondos necesarios para construir la Facultad de Medicina, incorporada al inmueble que ha de ocupar el Hospital
de Clinicas.
Si esa iniciativa prosperara, el excelente edificio de la Avenida
Gral. Flores, de solida construccion y buena conservacion, seria por
muchos anos el asiento ideal para la Facultad de Humanidades, y,
alm para la Facultad de Ciencias Economicas que funciona en condiciones precarias en los bajos de este edificio.
Pero como Uds. comprenderan, los efectos practicos de este proyecto, en caso de merecer buena acogida en el Parlamento, han de
aplazarse por un termino no menor de dos anos.
En sintesis, nuestra preocupacion frente a la magnitud y variedad
de problemas que debe resolver esta joven Facultad de Humanidades,
se atempera cuando pensamos que a su frente esta Vaz Ferreira en
cuya capacidad y notoria versacion tanto confiamos y que 10 rodea
en el Consejo Directivo un selecto conjunto de universitarios cuyo
asesoramiento tiene un valor insuperable. Nadie mejor que ellos podran guiar la Facultad en sus pasos iniciales, lIenos de riesgos pero
tambien pletoricos de infinitas promesas.
�Antes de terminar, me ha parecido oportuno aprovechar este
Eolemne acto para dar cumplimiento a una decision del Consejo
Universitario y cuya efectividad debio dilatarse en virtud de diversas
circunstancias, la principal de las cuales fue el estado de salud del
Dr. Vaz Ferreira en aquel entonces.
Efectivamente, hace ya mucho tiempo el Consejo Universitario
confirio al Dr. Vaz Ferreira la maxima distincion que esta en sus
manos otorgar, esto es, el titulo de Doctor Honoris Causa de la Universidad. Se tuvo en cuenta para ello los altos meritos contraidos por
el Dr. Vaz Ferreira en los multiples y excepcionales servicios prestados
por eI en la ensenanza en todas sus ramas. Hoy, en esta oportunidad
tan significativa para el, que ve realizado uno de sus mas caros ideales,
es para mi una gran satisfaccion entregarle el diploma que 10 acredita
como tal y felicitar de todo corazon al viejo amigo, con quien juntos
iniciaramos los estudios universitarios alIa por el ano 88 del siglo
pasado, que a traves de una vida consagrada a la cultura ha ganado
titulos sobrados para ostentarlo.
Ya he expresado pUblicamente mi agradecimiento hacia la Asamblea Legislativa, que quiso designarme para dirigir esta Facultad;
aunque mas grande todavia debe ser ese agradecimiento por la fundacion de la Facultad misma, desde hace tanto tiempo necesidad
nacional. Eso era 10 principal. En cuanto al recuerdo de mi persona,
10 interpreto como una especie de premio de constancia. Dado que
las virtu des chicas, la constancia y las otras: la puntualidad, etc., no
son la especialidad de todos 10s hombres nuestros, a pesar de que
son el cemento de las virtu des grandes, creo que no ha estado de mas
este ejemplo de que, trabajando treinta anos por conseguir cosas
buenas, a veces se puede conseguir alguna ...
Y, en este mismo acto, me toca expresar tambien mi profundo
agradecimiento hacia las autoridades universitarias, que me han hecho
objeto de una alta distincion, al otorgarme el honroso titulo de que
me hace entrega nuestro digno Rector.
Y mi agradecimiento, tambien, alas carinosas referencias de que
se me ha hecho objeto.
Estos sentimientos de gratitud me han obligado a referirme a mi
persona; pero, cumplidos tales gratos deberes, hagamosla ya desaparecer, pues he venido a este acto con un doble proposito, que, ahora,
es a Uds. a quienes toca agradecerlo: primero, no hablar mas de mi;
y, segundo, no hacer un discurso.
No un discurso, sino una explicacion.
Pues la hace oportuna el hecho de que, en un pais que, desde
hace' tanto tiempo tiene razon para enorgullecerse de su ensenanza
pUblica: primaria, secundaria y superior profesional, solo hoy po-
�damos celebrar un acto como este, en que inauguramos una institucion
similar a las que, ya tradicionalmente, funcionan en todos los paises
cuya cultura es del orden de la nuestra; un acto en que nos congratulamos por haberse conseguido al fin algo que se sentia como cada
vez mas necesario para integrar nuestro regimen docente, y cuya falta
hacia de nuestro pais un pais anomalo y culturalmente desequilibrado.
l Cuales fueron las causas de ese largo retardo? Lo he explicado
muchas veces y muy detalladamente; aqui, solo corresponde un muy
breve resumen.
El primer proyecto tendiente a crear un instituto de enseiianza
superior independiente de todo fin utilitario y de la preparacion de
profesionales, fue presentado en nuestro pais hace mas de treinta
aiios; y ya, desde el principio, suficientemente detallado y completo.
Se comprendera, pues, 10 que habremos sufrido los que, en ese largo
periodo, y entre tantas esperanzas seguidas de tantas desilusiones,
hemos luchado por una realizacion de aquel ideal cultural, 0, cuando
menos, por la implantacion de algo que, aunque incompleto y deficiente, asegurara, por una evolucion ya asi necesaria, la mas plena
realizacion de aquel ideal para el futuro.
Pero j que grandes, y que trabajosas y... que absurdas fueron
las dificultades! Y las he llama do "absurdas", porque ten go que decir,
sin paradoja, que la idea por cuya realizacion se luchaba tuvo dos
clases de enemigos: los adversarios y los partidarios; y que estos liltimos fueron, de hecho, los enemigos peores.
Los adversarios, en efecto, solo oponian los argumentos vulgares: esos que los espiritus estrechos oponen a la cultura desinteresada
y superior. Son los tan conocidos: "no es practico; no es 10 litH ni
10 que el pais necesita ... "; me cuesta reproducir tales argumentos:
en el mejor de los casos, no son sino una ilustracion mas del paralogismo eterno de falsa oposicion.
Esa resistencia, tal vez no habria tardado tanto en ser vencida.
Pero mas grave fue, en sus efectos, la accion de los partidarios. Para
estos, era buena la idea; pero el modo de realizarla habia siempre
de ser otro distinto. Y, en todo aquel tiempo, fueron apareciendo y
sucediendose los proyectos, modificativos 0 sustitutivos: numerosisimos proyectos, de los cuales pudieron no ser malos algunos; pero
aun esos mismos se obstaculizaban y se anulaban entre si; y aun, a
esa interferencia de bueno mas bueno, se vinieron a agregar, despues,
otros proyectos de equivocadas 0 malas tendencias: POI; ejemplo:
como la palabra "humanidades", ademas de su senti do originario (estudios humanos en oposicion a los divinos 0 teolOgicos) tendio a
tomar un sentido restringido, que excluia las ciencias propiamente
dichas, hubo gran peligro de que la institucion a crearse se estrechara
(falsa oposicion, tambien) en ese senti do limitado. Otra tendencia a
estrechez y limitacion fue, en un momento, la preocupacion de subordinar la nueva enseiianza a fines profesionales, como la formacion
profesores. Y tambien fue peligro muy grave una tendencia
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clase, nacida en cierto momento de nuestra historia pollt"
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�traer el gobierno de la nueva institucion a la Universidad, de la cual
ha de ser, esta ensenanza superior propiamente dicha, 0 desinteresada,
precisamente el micleo central.
Entre tanto, y mientras seguia siendo imposible la realizacion
directa de aquel ideal, que debia completar y central' nuestra ensenanza, surgian aqui y alIa meritorios intentos para suplir aquella
triste deficiencia. Instituciones privadas, alguna muy similar a la
pUblica que habia sido proyectada, pero con las limitaciones que
sufren en nuestros paises las creaciones que no tienen en el Estado
su base economica. Y, pOl' otra parte, algunas de las mismas Facultades profesionales, en laudables iniciativas, pero que tambien tienen
que encontrar sus limitaciones, en este caso pOl' el destino y necesidades de esa clase de ensenanzas.
Ya tal seguia siendo una situacion, pOl' tanto tiempo prolongada,
y que parecia no dar esperanza, cuando la Asamblea, comprendiendo
pOl' fin que era necesario concluir con el juego de los proyectos y
contra proyectos y con la esteril busqueda de 10 perfecto, sanciono
-tomando
much as cosas, en verdad las mejores, de aquel primitivo
proyecto de mas de treinta anos atras- sanciono, repito, en un momento feliz, la ley a que vamos a dar cumplimiento: creo la Facultad
de Humanidades y Ciencias y la dio a la Universidad.
Que facil seria -pero que de esto para los que puedan encontrar
agrado en esa clase de tareas- senalar, en esta creacion, deficiencias
y omisiones, empezando porIa que se refiere a todo 10 material, pues
la Facultad recien creada ha de empezar a funcionar hasta sin local,
sin instalaciones ni material de ensenanza ... Todo eso, y todas las
demas imperfecciones, no importan: en 10 social, como en 10 biologico,
el crecimiento y el perfeccionamiento -se entiende: de 10 que es eficiente y sano- es proceso felizmente fatalizado. Y aplico, a esas defidencias de iniciacion, la que se decia, precisamente, a proposito de
lagunas y deficiencias de aquel antiguo proyecto. Decia su autor, y
aplico esto a la ley que vamos a cumplir, y al mismo cumplimiento
'que Ie daremos:
"Si se examina en si el proyecto que yo he presentado, se encon·
traria que es malo. No hay nada mas facil que indicar, pOl' ejemplo,
Catedras que pueden existir y que no se crean; que indicar la sustitucion de algunas de las Catedras que yo propongo pOl' otras; que
reglamentar de otro modo su funcionamiento, etc. Pero, el proyecto,
no hay que juzgarlo en si; hay que juzgarlo como un nucleo de segmentacion: precisamente como algo destinado a no quedar como es;
como se juzga pOl' ejemplo, un almacigo... Supongamos que en un
terreno incultivado aparece alguien con un paquete de semillas variadas, un paquete pequeno, modesto, y hace un pequeno almacigo;
y que se dijera: "esta mal hecho; los arboles que debieran elegirse
no estan to dos, se debieron traer mas de esos y menos de aqueIlos;
estan demasiado cerca; estan mal ubicados ... "
"Ya sabemos; no se trata de eso. Precisamente esta mal porque
esta bien: esto es; esta mal porque es almacigo, porque no esta des-
�tinado a quedar como es. En seguida se Ira sintiendo la necesidad de
otras Catedras; pero, en cuanto esten fundadas algunas, no hay fuerza
del mundo que pueda impedir su completacion (en su tiempo). En
seguida esto crece y se perfecciona solo; y llegara un momenta en
que se dividira. Ni siquiera es razonable tratar de preyer de antemana como: pero ello tiene que venir. Cuando esto haya progresado, no quedara tal vez nada de su organizacion primitiva, como no
queda nada del almacigo despues que algunas de sus plantas se desarrollaron, y se llevan a donde deben llevarse, y se les agrega otras ...
Es asi como hay que juzgarlo para mirarlo con buena voluntad".
Bien: Las dificultades se iran venciendo (y quiero decir expresamente que, para obviar las mas grandes de ellas, estamos recibiendo
auxilio muy eficaz de las autoridades de la Universidad, y muy especialmente del Rector que tan dignamente las representa). Pero si
me refiero alas dificultades es porque deseo, a proposito de ellas,
llamar la atcncion sobre un hecho, el mas feliz y grato de todos; y
es que las mayores de esas dificultades actuales provienen precisamente de que los que tanto nos esforzabamos pOl' propugnar y conseguir la creacion de la ensefianza superior desinteresada, y la concebiamos como una necesidad y como un deseo nacional, no solo
teniamos razon, sino que teniamos mas de 10 que nosotros mismos
pudimos creer: La Facultad se abre con una inscripcion de cerca
de tres mil alumnos!
Ahora lque hay que hacer? 0, mas propiamente, lque hay que
empezar a hacer? lQue dcbe empezar pOl' ser, hic et nunc, la Facultad de Humanidades y Ciencias del Uruguay, en su iniciaci6n?
La respuesta tiene que ser una sola:
Simplemente, puramente, un rincon de nuestra ensefianza en que
se estudie por estudiar.
Si: 10 que se necesitaba entre nosotros era una institucion, una
Facultad, distinta en su fin legal de las Facultades profesionales, en
que se estudiara pOl' estudiar: no para algo ajeno al estudio, sino pOl'
el estudio mismo. EI pasado de nuestra ensefianza crea, para nuestro
pais, una institucion especial, nacional, propia, nuestra: Adelantadisima la ensenanza superior profesional, e inexistente la superior pura
(se entiende: como entidad diferenciada), teniamos que crear, fomentar, desarrollar, algo como un claustro de ejercicio espiritual, en que
se estudie pOl' el estudio mismo; pOl' el placer y porIa superiorizacion del estudio, de la cultura y del trabajo espiritual desinteresado.
lPor que (esto, aqui)? Porque una organizacion desequilibrada
de la ensefianza publica, que ha durado tanto tiempo, podria haber
acostumbrado demasiado, a demasiadas personas 0 -era
de temer
que asi fuel'a- a estudiar solo para obtener titulos profesionales,
empleos, etc.; 10 que es bien legitimo en si, y muy util para los individuos y para los paises; pero no es lo unico.
Solo que -y quiero enfatizar esto- quizas precisamente esa
�inscripcion exuberante, que tantas dificultades materiales nos va a
crear, debe confortarnos, al hacernos sentiI' que el daiio habia estado
lejos de ser profundo y definitivo. j De modo que, a pesar de aquella
organizacion unilateral de nuestra enseiianza; a pesar de las costumbres
que ella creara, habia tres mil personas que deseaban estudiar pOl'
estudiar, independientemente de toda aspiracion a profesiones, a si·
tuaciones productivas 0 rentadas!
De este hecho -en verdad inesperado hasta para los que fueramos mas optimistas-,
result an ahora nuestra principal esperanza
y la orienta cion de nuestra direccion inicial.
Que es, 10 repito, problema del momento actual.
Mas adelante se podra, 0 no, pensar en otras direcciones; pOl'
ejemplo, en imitar a otros paises; en imitar sus instituciones: se pensara en si convendria 0 no establecer un plan fijo y reglado de estudios; en si convendra 0 no crear carreras academicas, etc.... Entre
tanto, tenemos el deber inmediato y nuestro: hacer bien posible, y
estimular, el estudio pOl' el estudio.
Entre tanto, el claustro de ejercicios espirituales.
Y para nuestra accion, en estos dificiles principios, pedimos
much a ayuda, mucha simpatia, y much a indulgencia.
�
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias
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1947-1989
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Español
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Lic. Pablo Darriulat
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Acto inaugural de la Facultad de Humanidades y Ciencias.
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El 3 de Mayo de 1946, en el Paraninfo de la Universidad, se celebro en sesión solemne la inauguración de la Facultad de Humanidades y Ciencias, con asistencia del Presidente de la República, Dr. Juan José de Amezaga; Ministro Interino de Instrucción Publica y Previsión Social, Dr. Juan José Carbajal Victorica; Rector de la Universidad, Dr. José Pedro Varela, altas autoridades de la enseñanza y numeroso público. Hicieron uso de la palabra el Sr. Rector, el Sr. Ministro y el Maestro de Conferencias y Director de la Facultad, Dr. Carlos Vaz Ferreira. El hecho de no haberse sacado versión taquigráfica de la conceptuosa improvisación del Dr. Carbajal Victorica impide que su discurso acompañe a los que van a continuación.
Source
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República. Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 11-18
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Facultad de Humanidades y Ciencias
Date
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1947
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Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Publicación Períodica
Language
A language of the resource
Español
ACTO
Facultad de Humanidades y Ciencias
INAUGURACIÓN
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LECCION
DE
INAUGURAL
DE LA CATEDRA
BIOLOGIA EXPERIMENTAL
Todas las verdaderas vias de la investigacion tienen comienzo,
pero no fin: son infinitas en una sola direccion. .. Se entiende cual es
el sentido. En una de esas vias que iniciara el celehre Malpighi, conocl
al Dr. Rodolfo Talice. Era un amanecer feliz del clinico y del hombre
de lahoratorio. Enfehrecido con la ohra de Krogh y el capilaroscopio,
estudiaha los trastornos capilares en las enfermedades del sistema
nervioso. Nos encontramos en el Instituto de Neurologia, creacion del
superior espiritu de Ricaldoni. Operahan sohre el dos inducciones
inmediatas: la del Prof. Angel Gaminara, nuestro primer parasitologo,
y la del notahle galeno que dirigia el Instituto. l Que ilia a prevalecer,
el lahoratorio 0 la clinica? Invitados por nuestra Facultad de Medicina, llegan a Montevideo los sahios franceses Brumpt y Langeron.
Durante tres meses, trahaja con ellos todas las horas del dia. Y la vocacion de Talice por la clinica queda definitivamente conjugada con
su vocacion por la Biologia experimental.
Por otro camino hahia iniciado su carrera docente en esa simpatica persona que es dohIe, estudiante y profesor...
Estudiaha Medicina y enseiiaha, en el liceo, idioma castellano. Luego, en su misma
Facultad, fue Ayudante honorario del Lahoratorio de Parasitologia,
para ascender, por concurso de meritos, a ayudante interino, y por
concurso de oposicion, a ayudante titular ... En su carrera de triunfos,
ocupa muchos cargos de responsahilidad, llegando por concurso de
oposicion, a profesor agregado de Historia Natural medica y Parasitologia, hace ya veinte aiios. En 1935, por competencia notoria, asciende a Profesor Titular y es nomhrado, al mismo tiempo, J efe de
Seccion del Instituto de Higiene, del cual desempeiia actualmente la
mh-direccion. Integra el Consejo de la Facultad de Medicina y desde
hoy, por sus meritos, regenteara la catedra de Biologia experimental
de la Facultad de Humanidades y Ciencias, en cuyo nomhre tengo el
honor de hahlar ahora.
EI Dr. Talice curso Zoologia y Botanica en la Sorhona; Mi-
�crobiologia en el Instituto Pasteur y en el Colegio de Francia;
Helmintologia en la Welcome Foundation de Londres ... Cultiva
preferentemente la Medicina biolOgica 0 la Biologia medica. .. Es un
medico-biologo con una obra importante en Biologia parasitaria.
Muchos biologos han abierto el surco desde la Medicina. Asi acontecio
('.on los creadores del nombre, Treviranus y Lamarck. Por esas relaciones, Singer considera al padre de la Medicina, Hipocrates, tambien
padre de la Biologia. La raiz no es unica, pero no cOlTesponde discutirlo aqui.
La Biologia esta siempre creciendo, diferenciandose, rectificandose
e integrandose. Lo que ya es, asombra, y 10 que se presiente que sera,
da vertigo. Y todo no esta en 10 que es y en 10 que se presiente.
Numerosas son las obras y numerosos los titulos honorificos del
Dr. Tadice. Entre sus triunfos, mencionaremos e1 "Premio Clurens", de
la Facultad de Medicina de Paris; el Premio Soea y el Premio Dighicro
de la Facultad de Medicina de Montevideo. Su cultura es compleja,
como conviene a un profesor y a un invcstigador.
Quien supiera nada mas que la asignatura que enseiia, no podria
enseiiar bien ni siquiera esa asignatura. Y nadie domina cabalmente
ninguna materia y menos el grandioso mundo de la Biologia. Ademas,
para saber Biologia hay que saber much as otras cosas que no son
Biologia. Todo profesor que 10 sea de veras, enseiia mas y menos de
10 que sabe. Para enseiiar, naturalmente, es muy importante saber;
pero no es 10 mas importante. No nos precipitemos: tampoco 10 es la
Pedagogia en su doctrina estricta. Claro que el contenido de la enseiianza es capital. Y eI va junto con las maneras de aprender mas que
con las maneras de enseiiar. Lo mas importante es, pues, la capacidad
de aprender del profesor, su dominio de metodos y tecnicas, su agudeza
de observador, su sagacidad critic a, su induccion espiritual, su orientacion, la enseiianza de "claves" para moverse en el gran mundo como
un hombre verdaderamente despierto, no como un sonambulo (para
muchisimo de 10 que es la Naturaleza, e1 hombre se mueve como un
sonambulo), enseiiar por problemas, no solo por asignatura...
Esas
condiciones que son eminentes en los grandes profesores, no son extraiias al Dr. Talice. Y mucho me place seiialarlas.
Lo primero es el plano en que se vive la vida del espiritu. Loa
imperativos de la Facultad de Humanidades y Ciencias son la originalidad y la profundizacion, 0 si se prefiere, la profundizacion
en 1a
originalidad y la originalidad en 1a profundizacion. .. Sin investigadores, sin creadores, sin profundizacion, sin originalidad nuestra Facultad sera nuestra, pero no existe ... Su nombre seria falso.
Debemos tender -y sera la mas alta mision docente de nuestra
Facultada que los alumnos se transformen en discipulos y los discipulos en maestros y a que nadie reproduzea 10 que puede produeir y
sin la funestisima actitud de originalidad versus cultura, se afirme la
norma cervantina: Lo que yo se deeirme no buseo a otro que me
10 diga.
Hay much as maneras buenas de iniciar una facultad como esta.
�Al juzgarse la forma que se prefirio y que se desenvuelve mejor de
10 que puede creerse con la perspectiva de otra forma de iniciacion,
no debe olvidarse que sus recursos son extremadamente restringidos.
Se obtendra un mayor presupuesto. EI proposito de todos es tratar
a los profesores no solo como medio, sino tambien como fin, de suerte
que la Facultad exista para 10s alumnos y para 10s profesores, 0 sea,
para que los unos y los otros encuentren el clima y los medios que
favorezcan la obra original. Es esa su superior existencia para el pais,
sienrlo algo nuevo en el mundo de la cultura.
Cierto que puede surgir obra de trascendencia casi de la nada y
del sacrificio. Pero 10 uno es imprevisible y 10 otro, ilegislable.
Se trabaja sobre todo con las ideas y la pasion que las enciende,
asi como con los hechos que las sugieren ... y luego, la cimentan.
POl' ejemplo:
-Ia idea 0 la ocurrencia de contar las estrellas, de catalogarlas,
a primera vista parece un absurdo, una tonteria, un idiotismo 0 una
locura, y esa simple ocurrencia fue Ia primera base cientifica de Ia
Astronomia ...
-Ia idea 0 Ia ocurrencia de contar los cromosomas, aparece carente de toda trascendencia, casi una estupidez, empero, de ahi nacio
Ia Citologia genetic a ;
-Ia idea 0 Ia ocurrencia de pesar el aire ... habra parecido un
entretenimiento de espiritus ociosos, de ilusos, de dementes, y desde
Torricelli adquirio una importancia inesperada ...
-Ia idea 0 Ia ocurrencia de introducir Ia balanza en Ia Quimica
ha hecho de Lavoisier el fundador de Ia Quimica moderna, casi, diTiamos, de la Quimica.
-Ia idea 0 Ia ocurrencia extravagante de oil' nuestro cuerpo, creo
el metodo de auscultacion del cual no puede ni podra prescindir jamas
el medico, hizo justamente celebre a Laennec.
-Ia idea 0 la ocurrencia de golpear con Ios dedos sobre nuestro
cuerpo, como quien explora Ia mayor 0 menor cantidad de vino que
hay en un toneI, creo el metodo de percusion, del que tampoco podra
jamas prescindir el medico ...
-Ia idea 0 Ia ocurrencia de introducir el termometro en Medicina,
creo una practica medica absolutamente imprescindible ...
-Ia idea 0 Ia ocurrencia de hacer cortes seriados del cerebro, da
inmortal permanencia a Stilling;
-Ia idea 0 la ocurrencia de aplicar el metodo de Golgi al estudio
del sistema nervioso de embriones singularmente de animales de exigua
talla, fue la piedra fundamental de Ia inmensa obra de CajaI;
-Ia idea 0 Ia ocurrencia de someter el espectro a la influencia
de un campo magnetico, sin resultado en las tentativas de Faraday, es,
con Zeemann, uno de Ios principales fundamentos de Ia Fisica-matematica moderna ...
Es obvio que nada de eso se hace con dinero. Y puede suceder
y sucede que el espiritu se ausente pOl' su presencia y que invocando
�Al juzgarse la forma que se prefirio y que se desenvuelve mejor de
10 que puede creerse con la perspectiva de otra forma de iniciacion,
no debe olvidarse que sus recursos son extremadamente restringidos.
Se obtendni un mayor presupuesto. El proposito de todos es tratar
a los profesores no solo como medio, sino tambien como fin, de suerte
que la Facultad exista para 10s a1umnos y para 10s profesores, 0 sea,
para que los unos y los otros encuentren el clima y los medios que
favorezcan la obra original. Es esa su superior existencia para el pais,
sienno algo nuevo en el mundo de la cultura.
Cierto que puede surgir obra de trascendencia casi de la nada y
del sacrificio. Pero 10 uno es imprevisible y 10 otro, ilegislable.
Se trabaja sobre todo con las ideas y la pasion que las enciende,
asi como con los hechos que las sugieren ... y luego, la cimentan.
Por ejemplo:
-la idea 0 la ocurrencia de contar las estrellas, de catalogarlas,
a primera vista parece un absurdo, una tonteria, un idiotismo 0 una
locura, y esa simple ocurrencia fue la primera base cientifica de la
Astronomia ...
-la idea 0 la ocurrencia de contar los cromosomas, aparece carente de toda trascendencia, casi una estupidez, empero, de ahi nacio
la Citologia genetic a ;
-la idea 0 la ocurrencia de pesar el aire ... habra parecido un
entretenimiento de espiritus ociosos, de ilusos, de dementes, y desde
Torricelli adquirio una importancia inesperada ...
-la idea 0 la ocurrencia de introducir la balanza en la Quimica
ha hecho de Lavoisier el fundador de la Quimica moderna, casi, di·
riamos, de la Quimica.
-la idea 0 la ocurrencia extravagante de oir nuestro cuerpo, creo
el metodo de auscultacion del cual no puede ni podra prescindir jamas
el medico, hizo justamente celebre a Laennec.
-la idea 0 la ocurrencia de golpear con los dedos sobre nuestro
cuerpo, como qui en explora la mayor 0 menor cantidad de vino que
hay en un tonel, creo el metodo de percusion, del que tampoco podra
jamas prescindir el medico ...
-la idea 0 la ocurrencia de introducir el termometro en Medicina,
creo una pnictica medica absolutamente imprescindible ...
-la idea 0 la ocurrencia de hacer cortes seriados del cerebro, da
inmortal permanencia a Stilling;
-la idea 0 la ocurrencia de aplicar el metodo de Golgi al estudio
del sistema nervioso de embriones singularmente de animales de exigua
talla, fue la piedra fundamental de la inmensa obra de Cajal;
-la idea 0 la ocurrencia de someter el espectro a la influencia
de un campo magnetico, sin resultado en las tentativas de Faraday, es,
con Zeemann, uno de los principales fundamentos de la Fisica-matematica moderna ...
Es obvio que nada de eso se hace con dinero. Y puede suceder
y sucede que el espiritu se ausente por su presencia y que invocando
�10s mas puros ideales, se exploten estos a favor del mas opaco utilitarismo. Un temor de males asi habra sentido Bradley, director del
Observatorio Astronomico de Greenwich, cuando la rein a de Inglaterra,
despues de visitar su instituto, Ie manifesto el proposito de mejorarlo
economicamente. "Rue go a vuestra Majestad -contesto
entonces
Bradley- desista de su proyecto" y dio esta razon: "Si el puesto de
Director da ventajas en dinero, no seria mas un astronomo quien 10
ocuparia" ... Similar observacion anota Einstein en el prologo a una
obra de Planck.
Notable ejemplo de obra grande con instrumento pequeno y sencillisimo, es la Optica de Newton. j Que magnifica labor realizo con
IIll simple prism a ! EI genio y otra epoca. .. Pero no, todos y siempre
pueden hacer mucho con poco. Nada justifica no hacer nada. Esto no
deben olvidarlo nunca los jovenes, los profesores, jovenes y no jovenes,
y quienes se sientan inclinados a la investigacion. Los gobiernos no
eleben acordarse nunc a de la obra salida de la nada y del sacrificio,
de la pura cabeza y del puro apostolado: ellos tienen la obligacion
elf' dar recursos para la investigacion y la creacion artistic a ...
Sin mayor tradicion es posible "acomodarse" en medio de todas
las tradiciones y no ser menos, sino mas original, pero sin rccurso
lcomo se organiza 10 que requiere recursos? .. En una Facultad moderna, seria necesario un presupuesto anual no menor de cien mil
pesos para la investigacion en Ciencias Biologicas solamente y su ensenanza. Y no es esto delirio de biologo, aunque el termometro acuse
fjebre: es razonable equilibrio de hechos, de medios y de fines.
Enfermo de sus ideales estaria -yes
una de las peores enfermedades- quien sostuviese que sin los cien mil pesos, ni uno menos, no
se puede hacer nada. Pero...
(este pero vale pOl' muchos pel'os) la
Facultad actualmente solo dispone de cincuenta mil pesos. No hay que
creer en milagros, pero hay que hacerlos ...
Nuestra Facultad avanza con abnegacion y fervor de profesores
y estudiantes. En el ano transcurrido, ha hecho mucho en comparacion
n los medios que posee. Para cumplir una nueva etapa en su estructura
y funcionamiento, tiene que contar, cuanto antes, con un presupuesto
suficiente. Esperemos, trabajando, que asi ocurra. EI ensayo con un
presupuesto minimo, pOl' mas venturoso que sea, no puede ser mas que
un ensayo parcial. En eI no hay que buscar la presencia de toda una
facultad definitivamente estructurada: hay que percibir la direccion
de su desarrollo y su inicial proceso formativo previamente a todo
enjuiciamiento critico.
EI legitimo prestigio de una facultad depende sobre todo de sus
profesores. En la nuestra de Humanidades y Ciencias, los hay excelentes. Y hoy, con el Prof. Talice, se incorpora otro de los mejores de
nuestra vida universitaria. En Europa gano horizontes y profundidad
para ganar mas horizontes y profundidad en su pro pia patria ...
No se esta del todo en el pais y en el momento si no se sale un
poco de ellos, como no se esta del todo en la Tierra si no se sale un
poco de ella ... La mayor lejania es quedarse entre, que es como que-
�darse entre nubes, desde donde ya no se ve para abajo nl tampoco
para arriba.
Como pobladores del Nuevo Mundo, nuestra tradicion se elabora
n~enos excluyendo que asimilando ... Y se da este privilegio en nosotros: poder realizar un selectivismo en las tradiciones a favor de
n Ilestra originalidad y de nuestros fines.
Aceptar 10 universalmente valido y convertirlo en propia vivencia
no es simple imitacion: es comprender que pOl' ahi se va mas pronto
al encuentro de si mismo con el sentimiento de elevacion y el anhelo
de sobrepujarse ...
Si comparamos 10 que podemos hacer de inmediato con 10 que
se hace en paises cuyo progreso cultural es grande y cuyas fuerzas
economicas son muy superiores alas nuestras, el desanimo nos impediria ir a don de tenemos que ir segun nuestras posibilidades, siempre
que no nos reanimara una justa apreciacion de causas y efectos.
Buscamos ganar impulso, no perderlo. Naturalmente, no seria del
todo cuerdo tomar como modelo las universidades antiguas, 0 una
etapa muy primitiva de universidades actuales, pero tampoco seria
del todo cuerdo pretender en la iniciacion 10 que madura el tiempo,
muchas lluvias y muchos soles. .. Comparando nuestra natividad con
los origenes de las universidades mas gloriosas, se imp one la conviccion
de que los comienzos mas afortunados parecen, en si mismos, muy poca
cosa ... lY que hay mas importante que salir de la nada?
Para salir de la nada en el plano de los cursos superiores, se creo
una catedra de Ciencias Bio16gicas. lNos conformaremos con una sola?
No se trata de conformidad, es cierto, se trata de poderes. Y hay que
luchar para conseguir mas recursos.
En una Facultad en la cual la relacion entre la enseiianza y Ia
investigacion debe ser mas intima que en cualquier otra Facultad, las
Ciencias Biologicas tendran que dividirse en varias catedras y subdividirse en cursos.
Una u otra Ciencia de las biologicas parece mas Ciencia y mas
Biologia y puede ser... pero esta fuera de duda que independientemente de los dones personales, de la vocacion y preparacion, biologo
es tanto el taxonomista como el morfologo, como el citologo, como e]
histologo, como el embriologo, como el fisiologo, como el bacteriologo,
como el geneticista, como el bioquimico ...
Nadie puede dominar todas las Ciencias Biologicas, ni siquiera en
sus tecnicas, que son maneras superiores de aprender y pOl' consiguiente, de enseiiar, que en su esencia es ensenar a aprender. Lo que
mas importa es que se sepa aprender y ello presupone saber pensar,
saber observar, saber plantear y discutir teorica y experimentalmente
los problemas en procura de solucion correcta.
Hay que evidenciar para que el convencimiento opere en las decisiones, que las Ciencias Biol6gicas constituyen, en nuestro medio y en
muchos otros, la mayor posibilidad de obra original, sin que sea Hcil
el hallazgo de hechos nuevos de verdadera significacion cientifica.
EI Consejo de la Facultad de Humanidades y Ciencias ha apro-
�bado, para el futuro, las siguientes catedras de Ciencias Biologicas:
1.0 de Biologia General y experimental
(transformacion de la
hoy lIamada catedra de Ciencias Biologicas) ;
2.° de Zoologia, la que a su vez tendrli que subdividirse en dos,
una de Invertebrados y otra de Vertebrados;
3.° de Anatomia comparada;
4.° de Embriologia que, como la de Zoologia, habra que dividir,
a su tiempo, en dos catedras, una de Invertebrados y otra de
Vertebrados;
5.° de Botiinica, cuya division en catedra de Fanerogamas yeatedra de Criptogamas se producira fatalmente, y
7.° de Paleontologia.
Dr. Talice, vuestra catedra se abre a 10 infinito. La observacion
y la experimentacion rigurosas no se cierran en si mismas: por del ante
esta siempre la grandeza de la Vida ... A vuestra alma bien habida no
son extranos tales ejercicios. Desprovista en si de instrumentos de
trabajo, contais con vuestro Instituto y los demas del pais ...
Vuestro espiritu generoso y vuestra doble vocacion -por
las
Ciencias experimentales y por la ensenanza- venceran todas las di·
ficuhades de vuestra catedra, tan pobre en recursos materiales. EI
Consejo y yo personalmente estamos seguros de elIo. Como veis, os
pedimos mucho y os damos poco. .. Es la regIa en el ministerio de la
ensenanza y de la investigacion. Esperemos dias mejores con heroico
optimismo, poniendo la frente al porvenir por el cual sentimos mas
sultdades que por el pasado, de suerte que sea mas nuestro en la reali·
zacion de la originalidad en la universalidad.
Hay que sembrar mucho ... Toda semilIa no germina; ni todo 10
que germina florece; ni todo 10 que florece da frutos; ni todo fruto
madura; ni todo 10 que madura es bueno. .. Sembremos con ordenado
ritmo y sembremos como el viento. El viento siembra mas alIa de todos
los surcos, mas alIa de toda tierra labrantia, mas alIa de todo regadio.
No siempre se sabe donde cae la simiente, pero la tierra se pone
verde. .. Es el verde nuevo que amanece a la nueva luz del tiempo.
El entusiasmo es el viento de nuestras almas y siembra prodigamente
todo 10 que hay en las almas. No de otro modo la Vida triunfa de la
Muerte en la totalidad de la existencia: vence sus propias leyes de
economia con una asombrosa exhuberancia.
Profesor Estable,
nores:
Senores Consejeros y Profesores,
Senoras y Se-
Toda leecion inaugural involucra -en
algo 0 en muchoun
examen de conciencia, de confesion en aha voz, ante superiores, cofrades, amigos y discipulos.
La del creyente que habeis de escuchar no pretende desviarse de
la norma provechosa.
�iLeccion inaugural!
Para la Facultad de Humanidades y Ciencias: un Profesor mas.
Para el nuevo Profesor, ahora oficializado: una Catedra mas.
No atisbeis, en la alusion, un alarde de inmodestia.
EI docente duplicado mira a su pasado, a su interior, un instante,
permitidlo, antes de enfrentar el futuro y para percibir mejor 10 de
afuera.
Nuestro estado de espiritu no puede ser el mismo, por obvias razones, que el de hace una decada, cuando, en una ceremonia semejante,
para nos memorable, e~ el Salon de Actos de la Mansion de Esculapio,
dictabamos la primera clase como titular de Historia Natural Medica
y Parasitologia.
l Como no sentir mas abrumadora aun la responsabilidad, que
comparten, sin duda,' quienes, Miembros del Tribunal 0 del Consejo,
han querido honrarnos con una designacion que impone, de nuestra
parte, para ellos to dos, Autoridades de esta naciente y promisor a Casa
de Estudios, la gratitud emocionada, tan honda como sincera?
No dariamos plena satisfaccion al vibrar de nuestra intimidad si
no aiiadieramos, especialmente, para nuestro viejo y distinguido amigo, el Profesor Estable, el testimonio de la mas afectuosa y reiterada
admiracion.
Obra inmensa la de este experto de las neuronas, que heredo de
su Maestro Caj alIas cualidades reveladoras del sabio: independencia
intelectual, amor a la ciencia, perseverancia en la labor, la religion
del honor y de la patria. .. Obra inmensa, marcada de un sello caracteristico, original y relevante. Su autor, nimbado del justo prestigio
que fluye de su vigor y amplitud, ha colmado, mientras, el orgullo de
sus compatriotas, marcando un rumbo cierto a la inquietud juvenil y
prodigando alicientes invalorables a los subyugados por el trabajo,
pero, al mismo tiempo, al sobrecogernos su volumen, su enjundia, se
apodera de nosotros, inevitablemente, el sentimiento que esta arca,
que eI deposita en nuestras manos, es una herencia bien suya, y que
la antorcha, luminosa y erguida, pasa a estos nuestros puiios concientes
aunque tremulos de no lograr conducirla tan enhiesta, tan alumbradora y tan firme.
Va nuestra esperanza asida a su ayuda prometida, que sabemos
jamas menguada, va como respaldo de nuestras inocultables imperfecciones 0 limitaciones, que, para colmo de nuestros males, se agudizan con las dificultades inherentes a la embrionaria formacion
cientifica lugareiia.
iSabio y grande, sabio y bueno Profesor Estable!, me habeis
honrado, al entregarme este sitial, con vuestro gesto abrumador, con
vuestras palabras. Las propias, en estos momentos, no podrian traducir
nuestro agradecimiento. Aceptad, en la expresion de Longfellow "el
silencioso homenaje de los pensamientos callados".
�De Biologia general y experimental se trata.
Una Catedra, es un conjunto heterogeneo, aunque armonlCO, de
-seres y de cosas: locales, materiales, docentes y discentes, medios para
trasmitir ensefianzas, estimular aptitudes, despertar las energias som·
nolientas.
De las partes: ifaltan tantas!
No nos animamos a decir demasiadas ...
Ausentes quedan los reproches, los desanimos ...
Las que faltan vendran, suo tempore, a pesar de todos los apesares.
Pero, quizas, falte tambien. .. el biologo!
Excluido Don Clemente, falte quien pueda, en nuestro medio, sin
retaceos, ostentar la toga que distingue tan noble cuan dificil oficio.
La afirmacion, no constituya sorpresa para nadie.
l Donde esta el biologo?
Ricaldoni, galeno insigne y recordado, erudito para to dos, ante
los privilegiados que disfrutaron de su intimo convivir, y lograron
asomarse al bello balcon de su sabiduria cautivante, se mostro, a ratos,
a su modo, un biologo magno y sutil, y siempre un preceptor de mo·
destia contagiosa.
Como el, al poneI' en marcha su afiorado Instituto, trocando el
'Sustantivo, inquerimos: l donde esta el biologo?
Como el, "mi ritrovai en una selva oscura".
Tampoco nos arrancaremos los oj os, al igual de Edipo, con la
ilusion de ignorar el panorama que se nos ofrece; pOl' el contrario,
hemos de mantenerlos bien abiertos para enfrentar los obstaculos y
preyer las posibles panaceas.
No nos atribuyais, en la evocacion, pretensiones de comparar actores, sino, tan solo, circunstancias, con la diferencia que el Maestro
debia ir de 10 general a 10 especial, nosotros de esto a aquello.
Como tantos en este pais, ha tiempo que habitamos, gustosos, e]
templo de la Biologia. A su vasto recinto penetramos pOl' una de sus
puertas 0 uno de sus numerosos ventanales. En el cur so de los afios,
recorrimos solamente algunas de sus estancias, debiendo sofrenar, a
veces, el deseo pOl' incursionar en otras.
Lo unico exigible, pues, al estudioso que hoy se situa en uno de
sus altares centrales, es que sea, pOl' 10 menos, el biOlogo en potencia,
con la exacta nocion de su mision, que aluda, mas que a la obligacion.
profesion, a la vocacion-devocion; en quien palpite el culto fervoroso
que impone la curiosidad mantenida, el afan reiterado en la captacion
del biologismo, la capacidad, en fin, de poder ir mas lejos.
Tal han creido los dictaminantes del Concurso, en un informe
cuyo enunciado aceptamos plenamente. Baste agregar que nos sentimos
dichosos de esta ocasion, que se nos brinda, de disfrutar mas largas
jornadas en la casona acogedora del hogar comun. Que la auto-eonciencia no nos habla de un Sensible apartamiento de la ruta habitual.
�Que hay, en nosotros, impresion de retonares. Gllusiones? No son, ellas,
poderosos fermentos para la voluntad?
Ello representa algo. GEs b astante ?
El devenir 10 dira, sin retardos; dira si, bajo sus alas replegadas,
se hallllba oculto nuestro ensueno.
Y no tema nadie el prolongamiento empecinado de una gestion
que, a despecho de la preocupacion pOl' los deberes ineludibles del
cargo, no pueda mantenerse a la altura deseada y conducir a los
objetivos esperados.
Hallaran los alumnos, en nosotros, al mentor convencido, a traves
de varios lustros, como Zinsser, que el lap so empleado en el adiestramiento de la juventud es mas bien un privilegio que un compromiso.
Viejo colega de nuestros estudiantes, cuyas ansias de volar nunca truncamos, hemos aprendido, junto a ellos, tanto como 10 que pudimos
ensenarles. l Que puedo pedirles, en cambio?
Ante todo, la polarizacion mental, el "esprit de suite" y el mismo
entusiasmo que arrancara a Miguel Angel aquello de que: "no hay
sino el trabajo y la embriaguez de la creacion que infunden sabol' a
la vida".
Tras la confesion, el codigo y el credo.
Biologia general. lUna ciencia? -No, muchas ciencias:
Las bioestaticas, que incluyen las "logos" de la forma, del organo,
del tejido, de la celula.
La embriologia y fisiologia.
Las biogenicas, las biofisicas, las bioquimicas, alas cuales incumbe
ardua tarea, aunque tan solo 20 de los 92 elementos conocidos integran
la materia organizada.
Las biotaxicas: taxonomia, biogeografia, paleontologia.
Ecologia, genetica, psicobiologia, biofilosofia;
y biologia pur a y biologias aplicadas al reino animal, al vegetal,
a la homocultura con sus innumerables corolarios.
lPuede, un biologo, abarcar tamano campo del conocimiento?
Que sepa, al menos, hurguear la esencia de los fenomenos, buscan el vinculo de los hechos, disparatados en apariencia, el intra y
el extra-individual.
Biologia experimental: babel de tecnicas multiformes:
plancton, injertos, trasplantes, macro y microscopia y todas las escopias
particulares, las otras micros (manipulacion, diseccion, incineracion),
analisis fisicos y quimicos, aparatos, color antes, reactivos, grafias,
dibujos, fotos, cine, inscripciones, controles, mediciones, potenciales,
cifras, curvas de la bioestadistica.
La escueta y deshilvanada enumeracion: una danza de sarabanda
en el cerebro.
GQuien puede adquirir suficiente habilidad en todas elIas, en el
supuesto caso que se nos ofreciera el cumulo de instrumentos ne·
cesarios?
Ademas, nada es simple en biologia, toda simplicidad es en ella
sospechosa. Un hecho engendra cientos.
�"Buscabamos una virtud y tu nos traes un enjambre", Ie decia
Socrates a Menon.
"Descubrimos una cosa y ella nos devuelve una nidada", argiiia
Montaigne.
Buscamos el substratum de toda accion vital y se nos aparecen
-para
desenganarnos- las radiaciones mitogeneticas a distancia.
Ademas, el progreso en el descubrimiento no es una invariable
promesa de luminosidad. Surcada la biologia pOl' senderos entrecruzados, penetramos en ellos con ansias de clarida des, barruntando
avenidas, y se nos presentan, empero, redobladas maranas. No es mas
facil leer en las paginas de la vida que en los palimpsestos de los
arqueologos.
Y del fenomeno hay que ir alas leyes, pOloque ellas no pueden
ser, para el biologo, cosas reveladas ni absolutas, ni impuestas desde
10 alto 0 desde alrededor, sino e1 enunciado sintetico de multiplicadas
observaciones particulares, sumario de aconteceres, fecundo en significancias generalizanteso
Y hay que ir tambien alas teorias, utiles segun el consejo de
Sainte Claire Deville,
"en les admettant sans y croire"
Y hay que ser, alternativamente, meditativo como un monje,
jubiloso cual un nino, diestro como un juglar, activo cual un obrero,
solido como un soldado contra las acechanzas del error, las seducciones
antropomorficas, los geometrismos imposibles, la ofensiva de los matematicos, las superposiciones de 10 in vitro a 10 in vivo.
Pasa la Biologia pOl' una etapa crucial de su historia: acaece para
ella la fase critica, si no hallais osado el empleo del vocabulario de
los fisicos.
Admite Huxley, el eminente zoologo de Londres, que esta en la
posicion que la quimica y la fisica ocupaban un siglo atras.
Los biologos, largo tiempo meramente observativos, manejan, en
la epoca contemporanea, diestra, rutinariamente,
el procedimiento
experimental. Esto ha conducido a la e1aboracion de una inmensa
cantidad de principios y, rapidamente, a una ilimitada extension del
dominio de la ciencia.
Su metodo primordial: la observacion verificada, comparativa,
repetida, pero reconociendo en pie el lema claudio-bernardiano, que
la unica fuente cierta de adelanto es la experimentacion.
Experimentacion en el lab oratorio de los hombres y en el mas
amplio y prodigo, e inagotable, de la naturaleza.
Su material: el Cosmos entero de la vida: floras, faunas y pro-
�tistos, donde nada y nadie es desdenable, porque un toque de la
natura confiere parentesco a todos sus integrantes.
Nadie es desdenable. Ni ese Robinson Crusoe, sin Viernes, que
es el protozoario, sirviente sin patrones, que salva su vivencia merced
a su propio esfuerzo, que no es necesariamente simple; el protozoario
inmortal que se pierde a si mismo para encontrar la vida en su progenie, y que, para ello, en pocas horas, multiplica millones de
descendientes; el protozoario milagrero del rejuvenecimiento, encrucijada de incidentes individuales y especificos; protozoarios milenarios
cuyos esqueletos, apilados, son las todavia imponentes Piramides
egipcias.
Nada es repelente: la perla es una enfermedad de la ostra.
Nada es desdenable: hay valor grandioso en 10 pequeno; trascendencia inmediata 0 lejana en 10 aparentemente despreciable pOl'
10 nimio. lNo fue en los organos reproductores de la langosta que
alguien descubrio el secrcto de la determinacion del sexo? lNo fuel'on
las gallinas javanesas, nutridas de arroz descorticado, que llevaron al
hallazgo de las magicas vitaminas?
Nadie es desdenable: la bacteria horaria; la efimera adulta cuyo
nacer y fenecer transcurren entre los dos crepusculos de un dia; los
dos meses de la mosca; los cuatro de la hormiga (nunca solitaria),
el ano de la vlbora, los 25 del coral; los 100 del pajaro; el arbol patriarcal que puede cumplir sus cinco mil aniversarios.
Los pluricelulares sin 0 con celoma, con 0 sin mesenquima; radiados, asimetricos 0 simetricos, segmentados 0 no, protocordados,
branquiados, cordelados. .. los antropoides, insurrectos pasivos de la
jaula, que habran de revelarnos un dia, el germinal' de la psiquis de
su pariente, el bipedo humano.
Nadie es despreciable, las algas azul verdosas del genero Gloeothece,
10 mas cercano a la completa simplicidad, en la frase de Coulter, los
hongos, los musgos, los helechos, las 250.000 especies de vegetales, co:q
sus 500 gimnos y 130.000 angiospermas.
En la sucesion de seres multiformes surge el mundo animado
como un unico e inmenso individuo, un "totum" vagamente concertado, pero un "totum" al fin y al cabo, mosaico de piezas infinitas,
interdependientes todas, indispensables todas.
Sin los micro-organism'1s, usineros incansables del carbono y del
nitrogeno, apagado quedaria el fuego de la vida. Cada especie depende de otra para satisfacer alguna necesidad de su existencia. No
puede, no, la vida, permanecer nunc a en equilibrio; el cambio de
uno implica el reajuste de otro. Los seres viven unos a costa de los
otros, como los ideales, en la similitud de Keyserling.
Torrentes de protoplascras, arrolladores, que logran invadir, apoderarse y someter a la substancia orgiinica, pasiva, pero energica en
su obstinacion. Individualidad que se enfrenta a la supervivencia de la
colectividad. Asimilacion: propiedad capital del citoplasma. Destino
de cada organismo que no es simplemente el vegetal'. Historia de cada
�individuo que recorre, mas 0 menos paralelamente, la cronologia de
la especie.
Complejo herencia-variacion, prominente en cuanto temario hiologico. Las etapas historicas, sahrosas, de la tesis preformacionistas,
la del homonculo, jalonada de espermatistas y ovulistas, no fue arrasada, completamente, por la antitesis epigenesica y las que vinieron
despues; los guisantes milagrosos del monje jardinero de Bohemia
que fundara el mendelismo, las mutaciones del holandes De Vries,
los cromosomas, artesanos de la herencia, domesticados por Morgan
en sus drosOfilas, las maravillosas cristalizaciones de la genetica moderna, ciencia autonoma y trascendente.
Sin emhargo, todos los misterios no han quedado develados.
Movimientos innumerahles de los animales, reticentes en los vegetales, tan variahles en cantidad, cali dad, ritmicidad y perfeccion:
huidas, viajes, avifauna emigradora, estivacion, invernacion.
Metaholismo del herbivoro, carnivoro, autotrOficos y heterotroficos; especificos y eclecticos, savia y miel de los insectos; hematofagia,
omnivorismo, fitofagia, aerobios y anaerobios; hranquias, traqueas y
pulmones.
Tropismos asombrosos, tactismos, irritabilidad, sensibilidad, juego
de afinidades, psiquismos.
Reproduccion, sexualidad, partenogenesis, metamorfosis, maltusianismo.
Y por encima de todo y de todos: el ciclo de los ciclos, entre fases
destructivas y constructivas; la vida £Iuye como una corriente; ciclo
celular, vital y material; crecimiento; adultez, senectud; la vida es
la muerte y la muerte es la vida.
No hay vallas que detengan al hiologo en su audacia: todo 10 ha
removido y continua removiendolo, sin pudores ni fatigas: la superficie de los seis continentes: montaiias y hondonadas, campiiias y vergeles, espacios ahiertos y reconditeces; estanques y oceanos: su limo
y el sedimento de sus profundidades que procura con las redes y los
largos brazos de los sondeadores; grutas y cavernas, £Iorestas y arenales, el verdor de los tropicos y la blancura de los glaciares; el agua,
la tierra y los aires, 10 erguido y 10 hundido, 10 que £Iota y 10 que
se hunde, 10 abismal, 10 abisal, 10 pelagico, 10 suhterraneo.
Escasos rincones azoicos existen en el planeta; pululan ciertos
dipteros hasta en las lagunas petroliferas de California.
Ni siquiera el firmamento puede apartarse de su interes: el coloso
solar motoriza la extraordinaria fotosintesis clorofiliana, eje del ciclo
vital; y el satelite lunar preside mas de una periodicidad organica.
Lejos estamos de los griegos, profetas anticipadores de la doctrina
transformista: de Anaximandro, Xenofanes, Empedocles, Democrito
y Aristoteles. Distantes, tambien, de la alhorada y del ocaso del me-
�dioevo con las interpretaciones heterodoxas de Agustin y Tomas de
Aquino.
Mas cerca de Linneo y su "System a Naturae", del Conde de Buffon
y del Caballero de Lamarck, y de Geoffroy Saint-Hilaire cuyos
argumentos aplaudiera el anciano Goethe desde el fondo de la
Germania, del Baron de Cuvier y del genial navegante del "Beagle"
que bautizara el Darwinismo, de Wallace ... No olvidemos qqe, en
trance de explicaciones, los paleontologos oficiando de juglares, barajan los aiios por eones... y nos cuentan, friamente, que han sido
necesarios 1.000.000 de aiios para transformar el mas antiguo equino
tetradactilo en tridactilo.
No hemos llegado al final; ni sabemos cuando, ni como llegaremos
a conocer su mecanismo intimo. Pero la pretendida crisis del transfor·
mismo es solo paradoja.
Los postulados de la espiral, 0 del arbol evolucionista, siguen
siendo nuestro pan de cada dia. La evolucion es, para el biologo, 10
que la doctrina de la conservacion de la energia para el fisico·quimico: un preliminar sine qua non para proseguir actuando.
Las ideas evolutivas son la base de todo el pensamiento moderno,
tanto cientifico como filosOfico. La evolucion bien comprendida: sin
exclusion de estacionamientos seculares para algunas formas; implicando vastas degeneraciones, muchos fracasos, miles de callejones sin
salida, con accidentales vias de adelanto, tranl'lformacion progresiva,
no del conjunto sino de una parte de la inmensidad viviente en el
sentido de un mayor tamaiio, una mayor complejidad, armonia entre
las partes, una creciente auto-regulacion, una mayor conservacion de
la experiencia del pasado y su aplicacion en el presente y, sobre to do,
un aumento y refinamiento de las facultades psiquicas (Huxley).
Progreso biologico en suma, cocktail de progresiones y regresiones,
duelo de triunfos y hecatombes; 10 sencillo no implica transicion a 10
complejo; la seriacion es una invencion humana.
Evolucion que revela cl atributo fundamental y comun del ser
vivo: la capacidad de adaptacion al ambiente. No os comunico novedad alguna.
El hombre no podia ser olvidado en nuestra rapida ojeada. Ese
que representa la culmina cion del proceso que ha seguido su camino,
sobre el planeta, desde hace la friolera de mil millones de alios, 0 mas.
Homo sapiens: no concretamente un animal, mas, un animal de
80 trillones de ceIulas.
No creais que a el nos conduce la filiacion galenica de nuestra
cultura.
Por otra parte, todo medico digno del titulo plenario, puede,
debe sentir la vida como un biologo.
Las leyes biologicas, extensivas, deben rendir cuenta no solo de
las plantas y animales sino tambien de los humanos, en estado normal
o patologico.
Reclama Carrel, con grandes gritos resonantes, la ciencia del
hombre.
�Insiste Cajal en que el ideal supremo es resolver el problema
-de nuestro propio yo.
No ha de llevarnos la biologia a asimilar, integramente, las divagaciones humoristic as de Wells, de raiz zoologica, que van de la
conduct a del mamifero al proceder humano, ni los antropomorfismos
seductores de Fabre, 0 los poeticos y atrayentes de Maeterlinck, de
estirpe entomologica. Ningun insecto ha llegado a ser ni siquiera
moderadamente inteligente. Los rigidos senderos del instinto, pOl' com·
plicados que se nos pinten, requieren muchas menos celulas nerviosas
que las centralitas dirigentes de la men or inteligencia.
Hablamos del hombre como entidad, espiritu y carne, del que
Sir Charles Sherrington definiera, magistralmente, ante la Asociacion
britanica: especie singular, biolOgicamente joven, unica en su modo
dc vida, en su tipo de organizacion social, en su herencia y en su
tradicion.
Y de la biologia humana no hay sino un paso a la sociologia
biologica. La transicion no es irrespetuosa; puede serlo cuando el
biologicos
sociologo, mal informado, recurre a apuntalamientos
ad hoc.
La sociedad contemporanea, transida de los moldes anejos, todo
10 espera de aqueIla.
l Cuando, los valores economicos, actualmente en auge y supremacicos, quedaran definitivamente supeditados a los sociales y los
ideales humanos reemplazanclo a los primeros?
Ahi estan, esperando adecuada divulgacion, las jugosas reflexiones
de Haldane sobre la biologia y el arte de gobernar, y las de Huxley
sobre las ideas de progreso, las relaciones entre el individuo y la
colectividad, el control del promedio del nacimiento y la eugenia, el
ideal en pro de un standard de vida mas elevado, el problema de la
esterilizacion de los debiles mentales, el de la inmigracion.
Un gobierno que actuara biologicamente, pOl' ejemplo, deberia
considerar el suministro de la alimentacion adecuada como una rama
importante de la defensa nacional, y la urgente creacion de un Ministerio de la poblacion.
La guerra no existe, realmente, en el mundo animal; no hay
guerra biolOgicamente justificable; la "struggle for life" es una lucha
y no una contienda beIica. l Hay acaso en ella, vencidos 0 vencedores?
No existe un solo instinto humano que no se de, tambien, en los
animales.
La mejor comunidad sera aquella que contenga menos individuos
ineptos en los puestos que desempenan.
En cuanto al mito del racismo: archiprobado esta que no hay
cspecies sino razas geogr.lficas humanas. Insensato es mencionarlas
cuando se nos confirm a que, la gran mayoria de los africanos nativos,
no son negros puros, sino mezcla de genes caucasicos procedentes de
cruzas con linajes camiticos; y que la India es mas crisol etnico que
el propio Nuevo Mundo, la "libre cabana de libres potreros del poeta
nativo". No insistamos; de la Geopolitik, y del "Lebensraum", de
�Ritter y Ratzel, de Haushofer, solo quedan rastros de amargas remlniscencias.
El hispano Cuatrecasas, en sus ensayos humanistas, sobre Biologia
y Democracia, insiste en que se distinga el derecho intangible de la
vida de 10 que es tecmca devoradora de la civilizacion. Y que esa
tecnica no pueda instalarse al margen de aquel soberano derecho,
ni, mucho menos, que pueda arrollar el genuino ritmo de nuestro
vivir. Puede que de alIi emerja el dogma irrealizado de la fraternidad
internacional.
El neohumanismo est a de pie, enarbolando el estandarte de
Castelar: la libertad integral alcanzada y realizada en el espacio.
Jeanselme injerta principios biologicos en el terreno de la erudicion y de la his tori a ...
Prenant, de la Sorbona, publica sus conferencias sobre "Biologie
et marxisme", pronunciadas en la Universidad obrera de Paris ...
Beltran sigue su huella en Mejico y, de un modo consecuente,
quiere aplicar el metodo del materialismo dialectico al estudio de
la vida ...
Se mira asi, en la biologia, mas que en las otras ciencias, un instrumento de liberacion del hombre actual.
Liberacion oh! paradoja, en la que no pensaron, seguramente,
ni el hombre cavernario de Neanderthal ni el de Cro-Magnon.
Al encarar, en 10 futuro, no ya los seres aislados sino los asociados, los llamados sociales, los que se agrupan en familias 0 en rebanos, los colonizadores, no os extraneis que nos adentremos, a la
postre, en el sequito de los inquilinos y de los comensales al cual
pertenecen el higueron de nuestros palmares rochenses, los "Bernardos ermitafios" que esconden su innata debilidad en la caparazon
abandonada, escudo artificial que deben cambiar a medida que
crecen y que protege, asi, el suculento abdomen del paguro de la
voracidad de los vecinos glotones que cohabitan con el en el fondo
de las aguas.
No os extraneis que nos adentremos en la secta de los esclavistas
y en la de los mutualistas para llegar, finalmente, a la gran pleyade
de los parasitos. Parasitismo, fenomeno tan aiiejo quizas como la
primer jalea germinal, tan difundido que
.
"ma qual'e quell'animale vivente, in cui no sia possibile trovarsi altri
piccoli animali viventi".
Francesco Redi, el naturalista-poeta, ya en el siglo XVII, habia
enunciado una verdad que abarca toda la escala botanica y zoolOgica:
hiperparasitismo del micleo de las amibas por las critidineas de
Dangeard, del pez macho sobre el pez hembra, parasitismo placentario
de los mamiferos ...
No os extrafieis que nos atardemos en analizar los rasgos de esos
seres incontables, ni retardados ni regresivos, simplificados en ocasiones, especializados siempre, estupendamente adaptados a las particularisimas condiciones del albergue elegido.
Mundo sin fronteras, de vago preterito e incierto futuro, sin cesar
�cambiante, proteiforme, a cuyos representantes tentados estamos de
llamarlos astutos por sus hazaiias, carnavalescos por su ropaje, extravagantes por sus menus, y que no se definen por sus atributos de
nocuidad.
Por que no aprovechar las ricas sugerencias pan-biologicas de que
son capact's?: argumentos evolucionistas, del mejor cuiio, a granel;
conceptos de especie morfologica y biologica, poder cancerigeno; herencia, mimetismo, castracion parasitaria, concurrencia vital; en los
cromosomas de Ascaris megalocephala del caballo encontro Van
Beneden la prueba decisiva del "omnis cellula e cellula" de Virchow
y del "omnis nucleus e nucleo" de Flemming.
Algunos matan, estupidamente a su huesped; son los que aun no
se han amoldado suficientemente a este, ni este a aquellos.
Nada es despreciable: "los collares codiciados, deslumbradores,
que brillan en el cuello de las potentadas, sobre las tiaras de los
Emperadores, las insignias de los Maharajaes, no son mas que embriones de gusanos solitarios calcificados en sus tumbas" (Joubin).
Vanitas vanitatum!
Los parasitos no son monstruos; son los mas exquisitos, 0 absurdos
o inverosimiles mecanismos de adaptacion vital. Para ellos, como para
todos, sin distincion de jerarquias, ser es luchar, luchar es veneer,
veneer es adaptarse, adaptarse es vivir, vivir es perpetuarse bajo el
imperativo de los dos unicos formidables resortes del orbe organico,
los que Schiller llamara el hambre y el amor.
Llegaremos, en fin, alas
simbiosis, ejemplario de equilibrio
trOfico, de componentes diversificados, guardandonos de escurridizas
interpretaciones finalistas. Nos aguardan las mentadas orquideas cuya
tuberisacion por filamentos micelianos desentraiiara la paciencia de
Noel Bernard en Indo-China, las micorrizas, los liquenes, las mixobacterias, los tumores de las plantas debidos a Bacillus tumejaciens,
los micetomas digestivos de los insectos ...
El biologo piensa, por necesidad, geognificamente: cuando explora, anota, observa, 0 enseiia.
Un biologo de esta Facultad no podria olvidar su uruguayidad en
todo senti do : medios, personal, alumnado heterogeneo, manifestaciones
locales, escasez de produccion, precaridad de especialistas, pobreza de
documentos fehacientes. En cambio, jcuanto territorio virgen para el
curioso, a pesar de los Arechavaleta, Larraiiaga y los otros!
Si la colaboracion es indispensable en cualquier ciencia, j como
no ha de serlo en esta!, j como no ha de serlo en esta tierra!
Empeiiosamente propiciaremos esa colaboracion coordinada de
los que saben y de los que quieren enseiiar cuestiones biologicas, para
aprender nosotros mismos. El control del plan y del programa de los
colaboradores por el propio catedratico sera una medida fructifera en
bien de la unidad de accion, proficua para las correspondientes libres
discusiones y los planteamientos en mesa redonda. Nos preocupa en·
contrar el justo termino medio entre la especializacion excesiva y el
�interes harto disperso: el sabelotodo adquiere nOClOnessuperficiales
de mucho y ninguna profunda de nada.
Auguramos el advenimiento de las estaciones biolOgicas, marinas,
lacustres, fluviales 0 terrestres, las mismas que Charles Richet glorificara mediante sus famosas realizaciones sobre anafilaxia ejecutadas
con tentaculos de actinias, Delage y Hertwig con las suyas sobre fecundacion artificial, Loeb estudiando la fisiologia celular de los equinodermos, los esposos Lapicque con sus contribuciones a la cronaxia.
Estaciones inspiradas en las que ha sembrado el hombre sobre
las costas, rios y laderas del globo: Wood Hole, Napoles, Roscoff,
Banyul-sur-mer, Concarneau, Arcachon, Argel, Monaco, Trieste, Odessa,
Koenisberg, Heligoland, Heildelberg, Ostende, Helder, Bergen, Plymouth, Baleares, etc., etc. Ciertas de elIas, visitadas, despiertan, en
nuestra memoria, gratos recuerdos.
Adyacencias del Solis, Coronilla, Polonio, han sido, por ahora,
los puntos de mira autoctonos. En la zona atlantica, bien dice Rosello:
"el agua que es limpia y rica en sales, deja entrar hasta muy hondo
la mirada, y sobre la playa, al abrigo de los islotes, el mar se recuesta
siempre en ondas silenciosas y lentas, entre los penascos del cabo y
de las islas, y, en el fondo, tranquilo de la ensenada, vive y prospera
un cortejo de curiosos animales: sertularios, asterias en floracion,
hidromedusas, erizos marinos, ofiuridos, patelas, etc., envueltos por
una abundante vegetacion de algas multicolores ... "
iCuanta belleza, cuanta riqueza escondida y apenas explorada,
cuanto atractivo para los amantes de la vida! Y no solamente para
extasiarse, pasivamente, ante ellas ...
Las auguramos sin tardanzas, esas estaciones biologicas, con la
imprescindible ayuda de otras Facultades, Escuelas e Instituciones.
De la investigacion hemos formula do mas de una mencion. Sera
polo de nuestras directivas. En minima escala al comienzo, pero con
fe en sus posibilidades. Repetiremos 10 de Hunter: "no creas, prueba".
Abelardo, el primer presidente de una Universidad, hace casi mil
aDOS,seDalO la duda investigatoria como la esencia de la educacion
cientifica. Desde el Prometeo de la leyenda no ha cesado el hombre
de lanzarse al asalto de 10 ignoto. Hubo descubrimientos-ascensiones
de los biologos pacientes y de lent a percepcion, hubo descubrimientosrelampagos a cargo de los sacudidos por chispazos de originalidad.
Admiramos los ultimos, no negamos nuestro elogio a los primeros.
En cuanto al azar, ya sabemos que no favorece sino a quienes 10
merecen.
Investigaremos con los jovenes en un amplio senti do : aprovechando las intuiciones, planeando experiencias, valorando las hipotesis,
controlando los resultados, disecando los protocolos, midiendo las
consideraciones, criticando las conclusiones, filtrando la informacion
bibliografica convertida hoy en avalancha, comentando lecturas de los
descubrimientos y descubridores geniales, valorizando las encuestas
regionales.
�Ningun biologo, argonauta avezado 0 aprendiz, podra impedir
que los bajeles en que navega rumbeen, tarde 0 temprano, hacia las
islas encantadas do florece el jardin de la filosofia biologica, alIi donde
son huidizos los horizontes y enarenados los caminos, junto a los
arrecifes agoreros de naufragios.
Se nos antoja cada dia menor la brecha entre la ciencia, la filosofia y los hechos de la existencia cotidiana.
El hombre no reconoce mas limites a su potencia. Como objeto
medible, dentro del mundo, dice Eddington, ajustadamente, que se
coloca equidistante, en tamano, entre el atomo y la estrella. La humanidad global, de igual modo, ahi esta entre el electron y el Universo.
Formulamos leyes, pero en biologia hay excepciones para todo,
habra siempre excepciones para estas pobres leyes parciales, las unicas
que podemos redactar.
Sienten los biologos el significado de la vida como un desafio
perenne: cada ano los lleva, indudablemente, mas cerca de una solucion; sin embargo, ella todavia se halla lejos, para Sir Oliver Logde.
La ciencia del siglo se agita, convulsivamente, entre los dos grandes infinitos que imaginara, temblando, Pascal, los que Jean Rostand
se place en aludir: "los astronomos, en el infinito de la grandeza
inconmensurable: los fisicos, en el infinito de la pequenez inconcebible. Los biologos, ellos, se colocan en el medio de ambos, pero, sin
abandonar su tarea, para admirarse 0 espantarse, no necesitan sumergirse en los abismos pascalianos, les basta escrutar la propia substan cia".
l Quien duda, casi, que fue en los liquidos de un charco arch iancestral donde un dia, hace un millon de milenios, 0 mas, plasmo en
vida la jalea primitiva, como forma superlativamente complicada de
la materia organica?
l Se repetio nunc a mas el acto? l Podra el hombre repetirlo aIguna vez?
El preterito foso, insondable, entre 10 mineral y 10 viviente, ha
ido perdiendo su profundidad y su negrura. El Imperio de loorganico
y el de 10 inorganico no parecen, hogano, tener fronteras tan hermeticas.
La desintegracion del atomo, la trasmutacion de los met ales,
realumbran la esperanza en los hasta ahora fracasados alquimistas de
la celula. La imaginacion de los humanos, codiciosos, atrevidos 0 visionarios, se pierde en el espacio.
,Desde que Woehler sintetizo la urea, una centuria larga atras,
se han sintetizado miles de compuestos organicos y, no obstante, no
logramos atIn ponernos al nivel de la naturaleza portentosa.
Las diferencias, antano esenciales entre 10 que vive y 10 que no
vive, se denuncian ahora solo formales.
Y en Rusia, fermentario eslavo de neobiologos atrevidos y pujantes, escribe Lepeschkin que no existen ni mole cuIas ni substancias
vivientes, sino, unicamente, materia viviente, 0 sea una mixtura in-
desc'
el c
elec
Cha
no
la
los
que
pro
del
�descifrable de elementos qUlmlcos coloidales que se amalgaman en
el complejisimo protoplasma.
Sabiamos de los virus, que hoy reconocemos en el microscopio
electronico, y de las virosis, de los inframicrobios enigmaticos de
Charles Nicolle, hermanos de los genes nucleares, de los virus que
no logramos hacer pulular sobre materiales inertes.
Sabiamos de los fagos misteriosos que crecen, tal una sombra, a
la vera del elemento bacteriano para acabar con el; espectros para
los cuales imagina Vallery-Radot la concepcion indostanica: todo 10
que palpita lleva, en si mismo, su germen destructor.
Y sabemos, desde hace poco, mas que sorprendidos, de los virusproteinas, desentrafiados pOl' Stanley en los "mosaicos" del tabaco y
del tom ate.
La vida de los cristales de Costantin vuelve a actualizarse.
En las tinieblas, desgarradas pOl' reIampagos, alguien vislumbra
ya el arcano del cancer.
lDeberan los biologos ceder la palabra a los quimicos-fisicos?
lRevisar la doctrina pasteuriana?
lAdmitir la endogenesis de Wollman?
lReivindicar la plasmogenia de Alfonso Herrera y el espontanismo
trasnochado?
lReemplazar el antropomorfismo porIa
ley de accion de las
masas?
Los hilos de Ariana de la vida se enredan en nuestros dedos, acaso
jugueteando con nuestro candor. Para comprenderla, lno seria menester que el hombre no fuera, eI mismo, una de sus emanaciones?
Proseguimos preguntando.
l Cual es la fuerza embrujada que coordina los batallones celulares del metazoario y los federa y los regula sin imponer tiranias?
Los pOl' que siguen flotando en nuestros pensamientos.
Proporcionemos, como 10 quiere el Maestro Vaz-Ferreira, nuestra
creencia en 10 que se sabe y en 10 que no se sabe.
j Cuidado: la sed de verdad crea, en el desierto del conocimiento,
mirajes engafiosos!
Cuesta aceptar que alIi don de comienza la fe, la ciencia termina,
en la cruda frase de Haeckel, el discutido monista.
El hombre seguira sintiendo el impulso pOl' descubrir algo, ser,
poder, fuerza, elan, que moldea los destinos del mundo, algo fuera
de el, mas grande que el. ..
El biologo, a fuerza de andar y de escrutar, acaba pOl' edificar
su moral y su religion sui generis...
Fusion de fe y creencia. Asi
es el hombre.
En cambio aquel astronomo hindu, impecable en el calculo de
los eclipses, cuando el fenomeno se producia, echaba mano del tambor
para espantar el demonio que queria tragarse al astro; y a la pregunta
del europeo respondia, sonriendo: "una cosa es la fe y otra la ciencia"
t Tonwsend). EI hombre es asi.
�Biologar, filosofar, ensefiar, investigar, intuir, sofiar.
Cualquiera sea el verbo conjugado, relegada no quede al olvido
la situacion universitaria del personaje.
La torre de marfil no Ie veda su entrada. AlIi puede instalar su
alcazar para, como el monarca oriental, cada tarde, dialogar con las
estrellas 0 los angeles de la fantasia, pero ha de bajar prontamente,
en los amaneceres, al lugar normal de su labor, a mezclarse con sus
alumnos.
Bajar a menudo a la arena donde se debaten sus semejantes, empujados al combate a instancias de impulsos 0 idealismos. Que asi
10 haga, porque no puede, el verdadero universitario, permanecer
sordo 0 insensible alas palpitaciones del pueblo, a sus reclamos, apetencias 0 dolores, a sus anhelos. Habra de platicar con eI, sentir con
el, con un elevado espiritu de extension universitaria, el que nortea
en la agitacion del Claustro reformista sud-americano.
Mentas de Marafion, re£lexiones juiciosas de Ortega y Gasset, de
Santin - Carlos Rossi, arengas de Palacios!
Basta ya de evasiones del cientista hacia los campos, para el
aventura dos, en que retozan los autenticos estetas 0 los tremendos
metafisicos.
No nos reprocheis, en demasia, la excesiva dosis de interrogantes
que han intercalado esta disertacion. Ni las dudas que se han infiltrado en ella. Valery, en su galana forma, nos induce a desconfiar
de las expresiones demasiado puras; 10 camhiante se ennoble; la incertidumbre ineluctable no es, para la biologia, su menor heraldo de
grandeza.
No creais a mi programa en extremo simple; nos anima el proposito de ajustarlo continuamente; de permanecer porosos al consejo
ajeno y atinado.
Aula y estrado han llenado su primer deber.
Pero la Catedra es tambien taller, sobre todo taller.
Sera el nuestro pequefiito y provisorio, pero taller al fin.
Por sus puertas, entreabiertas, percibimos ya la llama ascendente
y llega hasta nosotros, el calor de la fragua encendida.
El yunque, impacienta por poblar sus ambitos de esas sonoridades
que son, del "laboremus", las oraciones emulantes.
jDejad, pues, que el obrero mayor vaya hacia ell
Previamente, recibid, por vuestra presencia, por vuestro tacito
estimulo, mil calidas gracias!
�
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Lección inaugural de la cátedra de Biología Experimental,
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Discurso del Profesor Clemente Estable en la inauguración de la cátedra de Biología Experimental.
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ESTABLE, Clemente
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República..
Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 19-38
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1947
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Español
BIOLOGIA EXPERIMENTAL
CLEMENTE ESTABLE
Facultad de Humanidades y Ciencias
-
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8b33489e8cd5a2cd8856f1863905c1db
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Es dificil analizar con jnsteza en filosofia, sin estar familiarizado,
al menos instintivamente, con ciertos hechos que se observan muy
a menu do cuando se sigue la evolucion de los problemas. Esos hechos
podrian dar tema a un estudio muy fecundo para la critica filosOfica.
Limitado por el objeto especial de este libro, citare solamente algunos
de eHos.
Ites
lfil·
fiar
cerde
prosejo
Uno muy interesante, es el siguiente:
La mayor parte de los problemas filosOficos han sido plante ados
en una epoca en que las ideas sobre su materia eran todavia confusas;
los conocimientos, insuficientes; los analisis, muy deficientes 0 com·
pletamente nulos.
Una vez planteados los problemas, ese planteamiento primitivo
ha determinado una orienta cion, una direccion segun la cual han
venido a agruparse las nuevas teorias y los analisis e investigaciones
ulteriores. Como, casi siempre, la cuestion primera se planteaba muy
simple, con dos tesis opuestas e inconciliables entre las cuales era
forzoso elegir, son esas dos tesis primitivas las que han servido de
nucleos para toda la cristalizacion posterior.
Por eso ciertos problemas se presentan aparentemente, a pesar del
tiempo transcurrido, tan abiertos, tan terminantes y tan insolubles
como al principio; hasta se experiment a a veces la ilusion de que no
se ha adelantado un solo paso. Pero mirando mejor, Haman nuestra
(*)
(*)
l.a edicion:
2.a edicion:
Aiio
1907
Aiio 1915
�atencion, por nna parte, la falta de semejanza de much as interpretaciones clasificadas dentro de nna misma tesis, y, por la otra, las relaciones, a veces singularmente estrechas, que unen frecuentemente a
interpretaciones clasificadas dentro de las tesis opuestas. Un proceso
analitico de distinciones y subdistinciones descompone hasta el infinito
los puntos de vista, y nos impide afirmar absolutamente la falsedad
o la verdad de ningun argumento 0 teoria. Hay entonces un procedimiento que da resultados sorprendentes: es el de prescindir completamente del problema primitivo; estudiar los hechos y tratar de
coordinar las teorias como si aqueI no se hubiera planteado; y, rompiendo asi los lazos artificiales que las unian, dejar a las ideas
reordenarse naturalmente segun sus relaciones logicas. A todas esas
interpretaciones, teorias y soluciones cristalizadas en la direccion que
les habia impuesto el problema tradicional, cuando los terminos eran
mas ambiguos y los conceptos menos precisos, las dejamos polarizarse
libremente; y, entonces, sorprende el camino recorrido: much as definiciones se han precisado; muchos problemas estan resueltos; han
nacido otros nuevos; en cuanto al problema primitivo, 10 mas a menudo no hay lugar a plantearlo: se ha desmenuzado en muchos otros,
o bien se encuentra que no tiene senti do preciso.
Y ocurre asi que, en las cuestiones filosOficas, el progreso real es
muy a menu do mayor que el progreso aparente. Un escritor contemporaneo ha hecho observaciones ingeniosas sobre el desecamiento de
las viejas cuestiones, que acaban por fosilificarse, convirtiendose en
verdaderos quistes del pensamiento. Pero no explica como, a veces,
el trabajo vital se ha continuado dentro de esos quistes, y en su interior la solucion esta pronto a brotar (si es que no ha brotado ya),
porque sucede con estos problemas (que evolucionan dentro de un
planteo tradicional) 10 que con las crisalidas: conservan por mucho
tiempo el mismo aspecto exterior, ocultando alas miradas superficiales las profundas transformaciones que se operan en su seno.
Sea de naturaleza 0 simplemente de grado la diferencia entre la
ciencia y la metafisica, es 10 cierto que la facilidad que se encuentra
para pensar y discutir dentro de la primera, resulta en parte de que
las palabras tienen alIi un senti do preciso; 0, mejor, un senti do que
es mas 0 menos el mismo para todos, annque sea a menudo bien poco
preciso. Esto depende de que la ciencia toma como datos, sin discu-
�tirlas, ciertas nociones que son comunes a todos los hombres pOl'que
son precisamente los datos de la percepcion.
La metafisica, al contrario, se caracteriza porque emprende el
analisis de esas nociones; y como en este analisis se puede ir ma,s
o menos lejos, puesto que hay grados en el proceso de abstraccion que
10 constituye, result a que una misma idea es tomada en metafisica
en grados diversos de abstraccion, sin que pOl' esto se deje de sefialarla
con una misma palabra.
He aqui una de las razones pOl' las cuales solo los espiritus superficiales pueden tomar, en metafisica, esas actitudes simples y decisivas que pueden ser, en la ciencia, tan naturales y legitimas. En La
eiencia, el grado de abstraceion en que se piensa, esta estahleeido por
una eonveneion taeita. En la metafisiea, habria que estableeerlo en
eada easo por una eonveneion expresa; pero no se sigue casi nunca este
procedimiento que deberia ser erigido en regIa invariable.
Cuando el algebrista avanza progresivamente en la abstraccion,
va representando pOl' simbolos nuevos los valores que de aquella
resultan. En las ecuaciones de segundo grado, representa, pOl' ejemplo,
b
- pOl' p. Ahora bien: supongamos que en lugar de tomar este simbolo
a
nuevo p, hiciera uso del mismo simbolo a, y llamara a a la razon
b
a
cuidado de establecer en todo momenta el grado de abstraccion en
que es pensado a. Si se omitiera esta precaucion, sobrevendria la confusion mas absoluta, pues una proposicion cualquiera referente a a
podria ser verdadera 0 falsa, segun el grado de abstraccion en que
se colocara el p~nsamiento. Pues bien: en un estado semejante se
encuentran todavia la mayor parte de los problemas filosOficos.
Tomemos una no cion cualquiera: sea la de materia, tal como es
dada porIa percepcion. Despojandola de ciertas propiedades que la
psicologia muestra no ser mas que fenomenos subjetivos, obtenemos
una nocion mas abstracta, que seguiremos llamando materia. Llevando
mas lejos el analisis, podemos hacer aquella nocion mas y mas abstracta; y, en todos esos grados de abstraccion, emplearemos siempre
la misma palabra. Resulta de aqui que toda proposicion cuyo objeto
sea la nocion de materia, 0 que tenga simplemente una relacion cualquicra con esta nocion, puede ser verdadera 0 falsa (0 mejor to davia,
�es a menu do verdadera y falsa) segun el grado de abstraccion en que
se coloque el pensamiento.
Del hecho a que nos referimos, se ha visto solamente una parte.
Se ha visto bien que la verdad 0 la falsedad de una teoria (mejor:
de una formulacion verbal) en ciencia, es cosa muy distinta de su
verdad filosOfica y es independiente de elIa; se ha repetido con toda
exactitud que es posible superponer alas teorias cientificas una teoria
metafisica cualquiera, como es posible tambien no superponerles ninguna. Esa verdad ha lIegado hasta a ser un poco banal (1) ; pero se ha
visto con igual claridad esta otra verdad complementaria: que, siempre
por las mismas razones, es posible superponer a una teoria filosOfica
pensada en un plano de ahstraccion, una teoria filosOfica cualquiera
pensada en otro plano de abstraccion mas profundo.
Ahora bien: puede creerse que muchas de las teorias que se han
sostenido en filosofia, son verdaderas en ciertos grados de abstraccion,
sin perjuicio de ser, en otros, falsas 0 desprovistas de sentido; sohre
todo si se tiene en cuenta que el hecho de que se pueda, analizando
una nocion contenida en una teoria, lIegar a otra teoria diferente
o a una opuesta, no prueba que la primera sea falsa en su circulo de
abstracci6n. De donde la necesidad, para el que analiza, de distinguir
con toda la precision posible, estableciendo en todo momento en que
circulo de abstraccion entiende colocarse, como el musico establece,
notandola previamente por una lIave, la verdadera significacion de
10s signos que van a seguir y que podrian tener mas de una.
Estos dos hechos: mantenimiento de la polarizacion impuesta
a las ideas por el planteamiento primitivo de los problemas, y empleo
de la misma palabra para expresar una idea tomada en distintos grados
de abstraccion, son muy dignos de interes, 1.0 porque sugieren dos
reglas preciosas para la discusion filosOfica (la de tratar los hechos
(1)
He aqui, sin embargo,
un pasaje en que uu escritor
serio no ha escapado a la
confusion:
«Cuando Mill, en efecto, declara que en todo juicio la afirmacion
se refiere a los ohjetos, a la objetividad,
se guarda bien de decirnos 10 que son esos objetos, esa objetividad.
Nadie ba gastado mas talento que eI en explicar
el objeto por e1 sujeto;
y, en el momento
de investigar Ia naturaleza
del juicio, no tiene otro argumento
contra sus adversarios
que
el de llamarlos
al objeto. lOlvidaria
MiII en el capitulo
XVIII,
que ba consagrado
los ca·
pitulos IX, X, XI, XII, a demostrar
que el objeto se reduce a 10 subjetivo?»
(J. PAYOT, De
la Croyance, libro I, cap. 1).
Ahora bien: se ve claramente
que en el pensamiento
de MiII no ha habido contradiccion.
Como logico, como hombre de ciencia, habla de los cuerpos, de la realidad
objetiva;
y como
meta fisico, es decir, en un plano de abstraccion
mas profundo,
reduce el objeto al sujeto.
Si quisiera proyectar su leoria logica 0 cientifica
sabre ese plano metafisico,
bastariale ira·
ducir, diciendo v. g., en Ingar de cuerpos, estudos subjetivos
que re/crimos
a unal rcaUdad
exterior. Mill esta tan libre de contradiccion
en este caso, como si hubiera escrilo un· tratado
de fisica, en el cual hablaria, naturalmente,
de cuerpos, de objctos y de materia, no obstante
su idealismo.
�y las ideas relacionadas con una cuestlOn, como si esta no se huhiera
planteado nunca; y la de establecer expresamente, cuando pensamos
o cuando examinamos el pensamiento de los otros, en que grado de
abstraccion entendemos colocarnos); 2.° porque ocultan a tal punto
el progreso real de la filosofia, que la creencia de que no hay progreso
en esta rama del conocimiento ha po dido generalizarse.
Un tercer hecho, de otro orden, y no exclusivo este de las ciencias
filosOficas, debe todavia ser seiialado.
Sea una teoria cualquiera, de que se sacan ciertas consecuencias.
En el caso mas frecuente para nuestro ejemplo, la teoria es mas
o menos clasica, y las consecuencias estan de acuerdo con las ideas
corrientes 0 con las instituciones establecidas.
Aparece una teoria contraria; se entabla la lucha, y los partidarios
de la nueva teoria desenvuelven sus consecuencias practicas completamente opuestas a las de la teoria primitiva.
Pero la reaccion logica de las ideas acaba por mostrar muy a menudo que, por mas que la nueva teoria sea la verdadera 0 que la nueva
interpretacion sea la justa, ha habido un error mas 0 menos grande
en pretender sacar de ellas consecuencias contrarias 0 demasiado contrarias a las de la teoria 0 de la interpretacion tradicionales.
Asi, cuando se produjo un reaccion contra las explicaciones asociacionistas de los fenomenos mentales, y se formularon criticas como
la de W. James, bastante justas en cuanto a la explicacion, desde el
punto de vista teorico, fue forzoso reconocer, sin embargo, como hizo
el mismo J ames, que la nueva interpretacion no cambiaba los hechos,
y que muchas de las explicaciones asociacionistas quedaban adquiridas
con la simple condicion de traducirlas en lenguaje fisiologico y de
hablar de elementos cerebrales don de se hablaba de ideas (1).
La concepcion de los fenomenos psicologicos inconscientes, fue
igualmente combatida; pero mientras se eliminaba esta nocion, contradictoria si se toma el terII1ino conciencia en su senti do mas lato y
el termino psicologico en su senti do mas restringido, se sigue reconociendo, y cada vez con mas amplitud, el papel de 10 inconsciente en
psicologia.
Hasta se ha visto algo de esto a proposito de las consecuencias
higienicas de la teoria microbiana. Despues de haberse creido que la
�lucha debia limitarse en adelante a combatir directamente el microbio,
y sobre todo a evitarlo, se ha reconocido que esta consecuencia tenia
algo de demasiado absoluta, sobre todo despues de los recientes descubrimientos sobre los medios de defensa del organismo. Hay casi
siempre mas oposicion entre las teorias que entre sus consecuencias.
En las ciencias sociales, el hecho es notable. Pasense en revista,
por ejemplo, la mayor parte de las teorias penales, y comparense sus
diferencias profundas con las relativamente pequeiias de sus conse·
cuencias.
Comparense en pedagogia las innumerables teorias; no hay modo
de ponerlas de acuerdo. Comparense despues sus aplicaciones practicas.
Pero el caso mas tipico que pueda tomarse, es el del sistema
utilitario: al principio se deducen de eI consecuencias morales, juridicas, penales, etc., que se ereen destinadas, tanto por los partidarios
como por los adversarios, a revolucionar totalmente la sociedad; pero
l:;tevolucion de la nueva doctrina la conduce poco a poco a justificar
la moral tradicional y las instituciones establecidas; a justificarlas,
naturalmente, por razones distintas.
He querido hacer notar estos tres hechos, porque hay cierta con·
veniencia en tenerlos presentes en el estudio de los problemas que
engloba historicamente la cuestion tan debatida de la libertad. Restame
adelantar que la idea directriz de este libro es que en esa cuestion
tradicional ha habido un progreso y se ha llegado il un acuerdo mucho
mayores de 10 que se cree; y que 10 que impide ver este progreso y
este acuerdo es la inercia historica del problema, traducida en este
caso por la tendencia a tratar muchas cuestiones distintas como si
constituyeran una sola.
Es este, pues, un libro de analisis. He procurado aclarar, distinguir,
precisar a aqui y alIa en ese bloc de idola fori y de ignorationes elenchi.
Seria deseable que todas las cuestiones filosOficas fueran removidas
de tiempo en tiempo por este metodo, que creo tan fecundo, de tratar
los hechos y las teorias relativas a un problema, prescindiendo de su
enunciado tradicional; 10 que verificaria y constat aria el progreso realizado, haria desvanecerse las contradicciones aparentes, y permitiria
a las ideas reordenarse naturalmente segun sus verdaderas relaciones
logicas, dejandolas, en todo caso, en estado de ser claramente pen·
sadas y criticadas utilmente. Inutil agregar que la confianza que tengo
en ~ste metodo es independiente de mi esperanza de haber obtenido
eiito en el presente ensayo.
�§ 1. En esta primera parte del capitulo, las palabras fuerza,
cuerpo, movimiento, etc., se toman y deben ser entendidas en el sentido que les da la ciencia; en el sentido en que son empleadas, por
ejemplo, en un tratado de fisica elemental.
Las palabras ser y acto 0 hecho, en la significacion en que se las
emplea en el lenguaje corriente y en que parecen claras al sentido
comun, sin mas analisis.
§ 2. Supongamos un cuerpo sometido a la accion de varias fuerzas con respecto alas cuales esta en las condiciones de un movil, es
decir: que sufre simplemente su accion de una manera pasiva.
Ese cuerpo, en el caso tomado como ejemplo, no agrega nada
alas fuerzas del mundo exterior; no modifica en nada el efecto que
ellas tienden a producir, y, en este sentido, se puede decir que depende
totalmente de esas fuerzas, 0 de ese mundo exterior.
§ 3. Supongamos ahora que una 0 varias de las fuerzas que en
un momento dado concurren a producir el movimiento de un cuerpo,
estan en ese cuerpo mismo; que este las contiene, 0 las produce (como
se prefiera). En tanto que la suposicion del § anterior podria ser
realizada por un bote que nota conducido por la accion de los vientos
y las olas, a cuya fuerza no agrega ninguna pro pia, nuestra suposicion
actual seria realizada por un buque de vapor, considerado en un
momento en que su caldera estuviera cargada y su helice en movimiento (abstraccion hecha, naturalmente, de la accion del hombre).
En este segundo caso, podemos considerar: A. Loa movimientos
del cuerpo; B. El cuerpo mismo.
A. Los movimiento's del cuerpo pueden ser considerados a su
vez: a) en relacion a la totalidad de las fuerzas del universo (las que
son exteriores al cuerpo mas la que esta en el cuerpo) ; b) en relacion
alas fuerzas exteriores al cuerpo, solamente.
a) Considerados en su relacion con la totalidad de las fuerzas
del universo, los movimiento del cuerpo serian (teoricament
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nos) calculables y previsibles por esas fuerzas. En ese sen . Q?5);u@e---!t" //"
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decirse que son determinados por esas fuerzas como antec d~tes.
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�b) Considerados en su relacion con las fuerzas exteriores al
cuerpo, los movimientos de este no son determinados; no serian, aun
teoricamente, calculables y previsibles con esas fuerzas solamente como
datos.
En resumen: los movimientos de un cuerpo que contiene fuerza,
son determinados con relacion a la totalidad de la fuerza universal
(la que esta en el cuerpo, mas la que esta en el mundo exterior),
e indeterminados con relacion al mundo exterior, 0 alas fuerzas que
10 represent an. El movimiento del buque a vapor puede ser calculado
y previsto, en un momenta dado, teniendo en cuenta el viento, la corriente y la tension del vapor; pero no puede ser calculado ni previsto
teniendo en cuenta solo el viento y la corriente.
B. En cuanto al cuerpo mismo, no se puede decir en ningun
sentido que dependa (totalmente) del mundo exterior; es independiente de el, parcialmente al menos, porque una parte de la fuerza
universal esta en eI, 0 es el. En ese sentido de no totalmente dependiente del mulndo exterior, podria decirse que ese cuerpo es libre (1).
§ 4. Muchas confusiones son de temer en la consideracion de
estas relaciones entre los seres, sus actos y el mundo exterior. Importa,
sobre todo, distinguir bien el sentido de los terminos que deben emplearse y precisar rigurosamente el alcance de las formulas a que se
llega, segun que se consideren esas relaciones desde el punto de vista
de los seres 0 desde el punto de vista de los actos.
Sea el caso de un buque cuyo movimiento percibimos desde lejos.
Ignoramos si el movimiento depende solamente de las fuerzas exteriores al buque (viento, corrientes), 0 si contribuye a la produccion
de aquel alguna fuerza que esta en el buque mismo (como el vapor) .
Si tomamos el buque mismo coqo sujeto de esa cuestion, la plantearemos mas 0 menos en los siguientes terminos: el buque, en este
momento les movido como un simple movil: como algo pasivo, por
10s vientos y las olas; va a merced de elIos, -0 bien, en el momenta
en que 10 consideramos, agrega alguna fuerza propia alas exteriores
a el, contrihuyendo as! a la produccion de sus propios actos? Ese buque, en dos palabras les totalmente dependiente del mundo exterior,
o es relativamente independiente de el? I.a cuestion que se plantea
a proposito del buque, como puede plantearse a proposito de cualquier
ser, es la de la independencia, la de la libertad de ese ser respecto
del mundo exterior. As!, en nuestro caso, si resulta que el buque ha
==
(])
Entienda el lector el termino
solo en cse sentido:
libre
no totalmente
dependiente del ntundo exterior, con prescindencia
de todo recuerdo,
asociacion
u opinion
reIacionada con Ias cuestiones en que habitualmente
se cmplea esc termino.
�sido abandonado con los fuegos apagados, y ha quedado flotando sin
gobierno, diremos que es movido, que es llevado por los vientos y las
aguas, que sufre su accion pasivamente, que depende de esas fuerzas
exteriores; y si, al contrario, llegamos a saber que el mo~miento del
buque es una resultante, no solamente de las fuerzas exteriores del
viento y la corriente, sino tambien de la concurrencia, con esas fuerzas,
de otra que esta en el buque mismo, como el vapor, no decimos entonces que el buque es movido, sino que se mueve (1) ; no que esta
a merced de las fuerzas exteriores, sino que concurre con ellas para
producir sus propios movimientos; decimos, no que es pasivo, sino
que es activo; no que es dependiente, sino independiente, parcialmente al menos.
En cuanto a 105 actos, la cuestion mas natural a proposito de ellos
no es una cuestion de independencia 0 de libertad, sino de explicabilidad 0 de determinacion. Si pensamos, no en el buque (un ser) sino
en su movimiento (un acto) en un momento dado, ensayaremos la
explicacion de ese movimiento como una resultante de las fuerzas
concurrentes; y esta explicacion sera, en uno y otro caso, identic a por
su naturaleza; entre el movimiento del buque y sus antecedentes mecanicos, la relacion es siempre la misma, e importa poco desde este
punto de vista que una parte de la fuerza antecedente sea 0 no producida en (0 por) el buque.
Pudiendo, pues, la consideracion de esas relaciones, hacerse desde
dos puntos de vista, plantea dos cuestiones:
A proposito de los seres, la de su independencia
pecto del mundo exterior).
A proposito de los actos, la de su determinacion
cedentes) .
0
libertad
(res-
(por sus ante-
EI termino libre, en el sentido en que 10 hemos tom ado, es naturalmente aplicable a los seres.
EI termino determinado, en el senti do en que 10 hemos tomado,
es naturalmente aplicable a los actos.
Se puede, pues, en la significacion que hemos dado a ambos terminos, hablar inteligiblemente de seres libres 0 no lib res ; de actos
determinados 0 indeterminados; no tendria sentido, en cambio, con·
(1)
Este cjemplo del buquc pucde tener el inconveuiente
de haeer pensar en los lri·
pl!bntcs,
de 105 cuaics hay que hacer abstraccion.
Imaginese,
en los dos casos, un buque
ahandonarJo; pero, en eI primer caso, abandonado
con los fuegos apagados;
y en el segundo,
al>3ndonc~j() ("J" Ia culdera ~n tension y 13 helice en movimiento;
0, si se prefiere,
imad·
nf'se !a lot:Cnloloril 0 .... La b~!e humaine
de Zola, y ('omparesela
con los "agones que ella
arr3:=tr::1.
�servando estricta y rigurosamente esa significacion, hablar, pOl' ejemplo, de seres determinados, 0 de actos libres.
Conservando estricta y rigurosamente esa significacion; pero claro
que podria darse otra a uno cualquiera de los dos terminos, 0 a ambos,
ya consciente y deliberadamente, ya pOl' confusion 0 vaguedad de pensamiento. Entonces se hablaria de actos libres, de seres determinados;
y nos interesa saber en que sentido (pOl' 10 menos en los casos que
parece mas natural prever), a fin de evitar confusiones posibles.
§ 5. Asi (empezando pOl' los actos) : se podria hablar de aetos
libres en dos sentidos. El primero seria el siguiente:
Los actos, hemos dicho, son considerados mecanicamente como
guardando con sus antecedentes una relacion de previsibilidad (1)
(practica 0 teoria), que es siempre de la misma naturaleza. En nuestro
caso del buque, que el movimiento dependa solo de los vientos y de
la corriente, 0 que dependa de los vientos, de las corriente y de la
tension del vapor, en nada altera la relacion que el acto en si mismo
guarda con dichos antecedentes, mientras no se trate de otra cosa que
de esta relacion. La diferencia solo aparece cuando el acto es considerado, no ya en si mismo, no simplemente como un movimiento, sino
como un movimiento del buque; esto es: cuando ya no consideramos
los actos sino Los aetos de Los seres, 10 que equivale a considerar los
seres indirectamente. Acto libre quiere decir aqui, pues, acto libremente
ejecutado (pOl' un ser); de manera que quien es realmente libre es,
no el acto (al que se aplica el termino pOl' extension), sino el ser que
lo ejecuta. Aunque se hable de actos, el punto de vista adoptado es
el punto de vista individualizante; el punto de vista de los seres.
Preguntar si tal acto es libre, en este sentido, equivale a preguntar si
el ser que 10 ejecuta, 10 ejecuta libremente; si ese ser es libre en ese
momento. En resumen: se trata de una manera indirecta de plantear
el problema de la libertad de los seres (2) ; de una variante un poco
confusa de ese problema, simplemente.
Pero, en la expresion aeto libre, este calificativo podria tener un
significado completamente distinto del anterior: podria tomarse como
equivalente de indeterminado; no de indeterminado con respecto a los
antecedentes exteriores al ser que 10 ejecuta, pues este seria todavia e]
sentido anterior (vel' § 3, b) , sino de indeterminado en la significacion
(1)
analisis
(2)
acto ... ».
No olvide el leetor que estamos en el plano de la dencia
elemental:
evitese
de esas nociones
(como «actos», su «previsibilidad»,
etc.),
por ahora.
Es casi el enunciado
vuelto por pasiva: «5i tal ser ejecuta Iibremente
actos,
«Si tal acto es ejecutado
libremenle
por tal ser ... ».
todo
0
tal
�categorica del termino;
antecedentes.
En resumen:
de indeterminado
con relacion a todos sus
1.0 En el senti do estrictamente riguroso que hemos adoptado, no
puede hablarse de actos libres (0 no libres) ; la nocion de libre conviene inteligiblemente a los seres y no a los actos.
2.° Sin embargo, por extension 0 indirectamente, puede hablarse
de actos lib res en la significacion de actos libremente ejecutados por
un ser, 0, 10 que viene a ser 10 mismo, de actos indeterminados con
relacion a 10 que no es ese ser.
3.° Podria todavia hablarse de actos lib res en la significacion
de actos indeterminados en absoluto. Pero hay que notar bien que esta
acepcion, mas 0 menos impropia, es completamente distinta de la anterior; y que, si no se las distingue claramente, debe sobrevenir por
fuerza, al tratar estas cuestiones, la confusion mas absoluta.
§ 6. Tambien podria hablarse de seres determinados; pero
igualmente merced a una transposicion del punto de vista, esto es:
pensando, no propiamente en los seres, sino en los hechos, en su encadenamiento anterior, en la serie de cambios antecedentes. Esta
cuestion no se plantea entre un ser y el mundo exterior, entre un
ser y 10 que no es eI en un momento dado, sino que tiene un caracter
historico 0 genesico. Asi, a proposito de nuestro buque que contiene
fuerza, podriamos decir:
"Bien: el buque no depende del mundo exterior, del no-buque,
en este momento; pero eso no impide que yo pueda explicar como
ha llegado a ser 10 que es; como fue construido, como se formaron la
madera y el hierro que 10 constituyen; y, sin mayor dificultad, como
entro, como se incluyo en el esa fuerza por la cual contribuye a sus
propios movimientos: como se formo el carbon, como arde ... " Pero
se ve claramente la transposicion de los puntos de vista: aqui se trata
de la explicacion de hechos por sus antecedentes.
El lector reconocera, sin la menor dificultad, la diferencia entre
las dos cuestiones; pero no sin gran tendencia a pensar que solo una
de ellas es la que verdaderamente importa, la que toca a los gran des
problemas cientificos y morales; y precisamente las consideraciones
que hemos hecho en este mismo parrafo sobre el buque "libre", parecen muy a proposito para afirmar el pensamiento, que seguramente
ya habra nacido, de que nuestro "punto de vista de los seres" es artificial 0 ficticio, y que el natural y unico de importancia es el de los
hechos.
�Algo distinto se demostrara mas adelante; pero en esta parte de
nuestro estudio, ni podemos anticipar esa demostracion, ni arm entrar
a definir las relaciones de este "problema genesico" con el del determinismo propiamente dicho. Que esas relaciones son estrechas, es algo
que se ve con claridad; pero no es el mismo problema ni una variante
de el. En efecto: el nuevo envuelve, en cierto sentido, la cuestion de
si el ser que nosotros hemos considerado era verdaderamente un ser;
en otros terminos: si teniamos derecho a individualizar en el caso
particular, 0 si la adopcion de ese punto de vista era, al contrario,
artificial y ficticia. Todo esto requiere un analisis ulterior; ahora se
trata unicamente, de distinguir las significaciones posibles de los tel'minos, y de fijar las que nosotros adoptaremos.
§ 7. Los terminos fuerza, fuerzas, que hemos empleado en la
parte anterior de este capitulo, pertenecen al vocabulario habitual de
la ciencia elemental; pero, no siendo la nocion de fuerza del mismo
orden que las de cuerpo, movimiento, etc., en el sentido de que no es,
como ellas, un dato de la percepcion (externa), creen muchos que el
lenguaje de los tratados element ales deberia "expurgarse" de tode>
termino dinamista. Lo que es indudable, de todos modos, es que el
analisis de la nocion de fuerza empieza ya dentro de la ciencia, y que,
pOl' consiguiente, aun dentro de la ciencia misma, podrian distinguirse
dos pIanos de abstraccion: el de la ciencia elemental, y el que podriamos llamar del analisis cientifico en el cual se ha sometido a
analisis la nocion de fuerza, pero sin plantear el problema de la
percepcion, ni analizar los datos de esta (1).
(l)
Es mi deseo que mi estudio no se complique
con cuestiones ajenas a su objeto, y
que sus condusiones
no sean afectadas por 10 que puedan
tener de discutible
0 incierto
esss cuestiones,
mientras sean elIas separables. Por eso, y no solamente por 10 que tiene
ya en si de convencional
Ia determinacion
de Ios plauos de abstraccion,
hago esta deter.
minacion,
intencionalmente
con decta vaguedad,
para que mis expresiones
satisfagan a Ios
partidarios
de Ias dos opiniones
que se oponen a proposito
de un problema
separable,
a
saber: si Is ciencia y Is filosofia
difieren
radicalmente,
0 si,
81 contrario,
la segunda DO
es mas que Is continuacion
de Is primers, sin que exists entre ambas una linea precisa
de demarcacion.
Asi, he tornado como base algo que puede reducirse a una cuesti6n
de
hecho: cuando digo que el analisis de Ia nocion de fuerza empieza dentro de Ia ciencia,
el lector queda en Iibertad
de entender
simplemente
esto: que Ios hombres
de ciencia
(fisieos,
etc.) analizan
de hecho esta nocion,
y discuten
corrientemente
sobre ella. Por
10 demas,
es includable que, 8 ese analisis, se llega insensiblemente
por Is sola impulsion
del pensamiento
en su esfuerzo por precisar ciertas ideas; y se llega asi, sin soIncion
de continnidad,
a especnlaciones
ampliamente
filos6ficas,
si basta para merecer este nombre
un gran caracter
de generalidad.
Mientras
estas especulaciones
(aunque
se trate
de Ias
grandes cosmogonias)
se mantienen
en «el punta de vista de Ia experiencia,
para el cna)
el objeto se presents
como externo»,
no parecen
sino una extension
del conocimiento
cientifico.
Por consiguiente,
si hay algun momento preciso en que el proceso inteligente
presente un caracter n nevo, es, sin duda, aquel en que se emprende Ia critica de Ios datos
�Como resultado de ese aDlilisis de la nocion de fuerza, algunos
homhres de ciencia conservan como legitim a dicha nocion; otros Ie
suhstituyen la de energia; otros la resuelven en movimiento; pero
estos analisis, hechos en otro plano de ahstraccion, en nada alter an los
teoremas fisico-mccanicos, cuyas formulas, para el que 10 considere
necesario, pueden ser traducidas, simplemente, del lenguaje dinamico
en que generalmente se enuncian, al lenguaje energetico 0 al cinetico.
Con las conclusiones que nosotros hemos estahlecido, pasa exaetamente 10 mismo. Formuladas en el lenguaje dinamico habitual a la
ClenCla elemental, emincianse con igual facilidad en terminos ener·
geticos, cineticos, etc. Dejo al lector la facil tarea de hacer esta traduccion, si 10 necesita para satisfacer sus creencias 0 habitos cientificos;
quedando estableeida la suhsistencia, en el que hemos llama do con·
vencionalmente plano del analisis cientifico, de aquellas conclusiones,
con todas las distinciones y definiciones formuladas.
§ 8. Igualmente parece que subsistirian esas proposlClOnes relativas a los seres y a los aetos, en cualquier plano metafisico en que
conserven sentido estos dos terminos: seres y aetos, y se admitan como
legitimas las nociones que se expresan.
§ 9. Ciertas restricciones 0 dudas que la lectura de este capitulo
ha podido sugerir, se refieren a cuestiones completamente separables,
y pueden ser dejadas de lado, pues no afectan Las distincidnes (de
cuestiones y de tenninos) que hemos querido estahlecer.
Asi, y ya dentro de la eieneia, pudiera objetarse que la distineion
entre seres no lihres y lihres no es exacta, si se la qui ere haeer con·
de In percepcion
y del conocimiento.
Y aun es preparada esla critica por investigaciones
e
inlerprelaciones
de orden cientifico,
relativos a In fnocion de los sentidos, como, par ejemplo,
Ios descubrimientos
que, reduciendo
a movimiento
In luz, el calor, el saniclo (en el sentido
objetivo)
aparecen
como despojando
ya a los cnerpos de propiedades
con que se presentan
a In percepcion.
Pero, con lodo eslo, es includable
que el conocimiento
se transforma cunndo
se plantea
el problema
de la percepcion
y se emprende
el analisis
de la nocion de exte·
rioridad.
Conducido
a rigor absolnto de logica, este analisis lleva ya sabemos adonde;
pero
como el solipsismo
es «un horror», se haee necesario
hacer hip6tesis
mas 0 menos verasimiles; y de aqui ]n posibilidad
de un numero infinito
de teorias del conocimiento,
que son
solipsismos
detenidos,
desviados
0 complelados
por hipotesis...
Pero
he dicho que esta
cuestion es separable.
Es comuo que intenten el analisis de la nocion de fuerza, escritores cientificos.
Ejemplos:
La vie et la mort, de Dastre
(hipotesis
energetica);
Tratado de biologia de F. Le Dantec
(hipotesis
cinetica),
cuya lectura, en cuanto a estc punto, debe ser preparada
con ]a del
articulo
La place de la vie dans les phenomenes
naturels,
publicado
en 10s numeros
322 y
323 (1902)
de la Revlte Philosophiqlte
por el mismo autor,
de cuya doctrina
tendremos
que tratar especialmente
en otra parte de este libro.
(Esta demas advertir
que cuando
esta clase de antores, hombres de ciencia sin preparacion
filosofica,
pretenden
profnndizar
mucho mas alIa del plano de abstraccion
de la ciencia,
10 que hacen a veces conscientemente, otras sin quererlo 0 sin saberlo, sus analisis solo por excepcion
pueden ser exactos
y nuevos).
Para la parte historica
y metafisica
del problema
de la fuerza,
vease el importante
EstlLdio sobre La percepcioft
y La Juerza, en Le personalisme
de RENOUV1ER,
donde esta tratado a fondo este problema en sus relaciones
con el de Ia percepcion;
natural mente, desde
el punto de vista personal
(monadologico)
del autor.
�sistir en que los actos del ser libre son previsibles por el mundo exterior
solo (por 10 que no es ese ser) , en tanto que los actos del ser no libre
no son previsibles por el mundo exterior solo (aunque 10 sean por el
mundo exterior mas el ser mismo) ; y se diria que todo ser, aunque no
contribuya con fuerza pro pia a la produccion de sus actos, tiene una
forma, una posicion, etc., que hay que tener en cuenta para preyer
esos actos. Asi, para calcular e1 movimiento de un buque, aunque sea
conducido pasivamente por las aguas y el viento, es necesario conocer,
por ejemplo, la forma de ese buque, que es un elemento del calculo.
La observacion es, indudablemente, exacta; pero deja siempre subsistente una diferencia entre este caso y el del buque a cuya marcha
contribuye la fuerza del vapor que el mismo desprende.
Otra observacion, de orden igualmente cientifico, seria la siguiente:
la distincion entre seres que contienen fuerza y seres que no contienen
fuerza, es falsa: todos los seres tienen fuerza, y pueden ponerla en
libertad en ciertos casos, contribuyendo asi a sus propios actos; de
manera que no habra que oponer ]os seres que no contienen fuerza,
a ]os seres que contienen fuerza, sino ]os casos en que ]os seres no
contribuyen a sus actos 0 movimientos con la fuerza que les es propia,
y los casos en que los seres contribuyen a sus actos 0 movimientos con
la fuerza que Ie es propia. Todos los seres sedan, pues, cap aces de
obrar libremente (aunque no siempre esten obrando asi) en el sentido
que hemos dado antes a este termino.
Y, sobrepasado el punto de vista cientifico, pare?e muy legitima
una especulacion metafisica en esta direccion: el ser, por e1 hecho de
ser, es libre; no 10 hacen ser, es el quien se da ...
Pero, por razones de metodo, rue go al lector que, por ahora, deje
de lado todas estas cuestiones, y las demas analogas, cientificas 0 metafisicas, que puedan sugerirle los ejemplos que he tomado (como e]
del buque) , provisorios e intencionalmente groseros. En efecto: la nocion de libertad podra ser mas 0 menos extensa; podra aplicarse a
todos los seres, 0 a algunos solamente; en todos los casos, 0 en algunos.
Se podra decir que algunos seres son libres y otros no, 0 que todos
los seres son libres 0 cap aces de obrar libremente en ciertos casos;
pero siempre se discutira un mismo problema, problema de dependencia 0 independencia: el problema de la libertad, que es un problema para seres, y es distinto del problema de la determinacion, que
es un problema de actos. Esta distincion, con las que de ella se derivan,
es 10 unico que por el momento he querido fijar.
�§ 10. Si aplicamos al homhre, considerado como productor de
actos (y hecha ahstraccion de la conciencia, por el momento), las
consideraciones anteriores, hahremos planteado respecto de eI varios
prohlemas.
Ante todo, el de la lihertad propiamente dicho: si el homhre depende del mundo exterior, 0 si contrihuye con fuerza propia a la
produccion de sus actos (en algunos casos por 10 men os).
Conjuntamente con el prohlema anterior, se plantea el que hemos
considerado como una variante de el; en este caso, el de la determinacion 0 indeterminacion de los aetos del homhre, con relaci6n a lo
que no es el hombre (§ 5, 2.°).
'za,
no
)ia,
con
de
ido
Otro prohlema, completamente distinto, es el de la determinacion
o indeterminacion de los actos del homhre en el senti do ahsoluto, con
relaci6n a la totalidad de los antecedentes.
Finalmente, el "prohlema genesico 0 retroactivo" del § 6, que no
hacemos aqui mas que insinuar, pues no hahiendo iniciado su analisis,
no es posihle aun dade su formula precisa.
lma
de
leje
me·
)eI
noIe a
nos.
,dos
pen·
proque
van,
§ II. Bemos dicho que los actos que ejecutan los seres (contrihuyendo elIos mismos a su produccion), se presentan (siempre sin
profundizar mas alIa del plano de la ciencia, y admitiendo de esta,
sin analisis por ahora, el concepto de causalidad y el de hechos 0 fenomenos separados, etc.) como determinados si se los considera con
relacion a todos los antecedentes (el mundo exterior mas el mismo ser
que ohra) y como indeterminados si se les considera con relacion
a los antecedentes del mundo exterior solamente. Un acto del ser A
seria determinado con relacion a la totalidad del universo, que se
compone de A mas el mundo exterior a A: (T = E
A) y seria m·
determinado con relacion al mundo exterior: (E = T - A).
+
Vamos a suponer ahora que el ser A tiene conciencia (y para
ponernos de acuerdo con la experiencia corriente, imaginemos que es
el organismo del homhre, prescindiendo por ahora de las diferencias
posihles entre mecanismos y organismos, pues solo nos es preciso para
�seguir nuestro racioclDlO en esa forma, admitir el hecho evidente de
que en un organismo hay por 10 menos tanta libertad (en nuestro sen·
tido) como en un mecanismo.
En teoria, la conciencia puede agregarse a A de dos modos imaginabIes para nosotros, que corresponderian alas dos teorias corrientes
sobre las relaciones del cuerpo y el espiritu:
1.0 Como un simple reflejo 0 epifenomeno in activo, sin mas
funcion que la de constatacion;
2.0 Como fuerza activa.
Adoptemos la primera hipotesis: la de la conciencia pasiva
o epifenomenal. l Cual sera, de los dos antes seiialados, el punto de
vista propio y natural de la conciencia?
§ 12. Para dar la respuesta, que es clara y surge por si misma,
basta tener en cuenta que 10 que hacemos nosotros, artificialmente
y desde afuera, para considerar los actos de un ser en relacion con
10 que no es ese ser, 10 hace la conciencia, pero naturalmente y desde
adentro. La conciencia, en un momento dado, corresponde a un ser,
se siente ese ser, se identifica con eI; por consiguiente, por el solo
hecho de ser, por el solo hecho de darse, de concienciar, ella resta algo
a la totalidad de las fuerzas 0 de las causas; y ese algo sustraido son
las fuerzas 0 causas que ella siente ser. El punto de vista natural de
la conciencia es el de considerar sus actos, no con relacion a la totalidad
de la fuerza universal, sino con relacion alas fuerzas exteriores, con
relacion a 10 que no es ella, pues es ella la que considera.
La conciencia corresponde a un ser. Su punto de vista es el punto
de vista de 10s seres; el punto de vista individualizante.
Cuando el ser ejecuta un acto a cuya pl'oduccion contribuye con
fuerza propia, la conciencia 10 siente asi; siente que el acto no es
causado pOl' el mundo exterior; siente, en resumen, la libertad del
ser: su libertad, y la in determinacion del acto con l'e1acion a 10s an·
tecedentes exteriores, a 10 que no es ella.
Este sentimiento no es una ilusion, ni hay en el la mas minima
parte de ilusion.
§ 13. Si en lugar de la hipotesis de la conciencia epifenomenal,
adoptamos la de la conciencia activa, las consideraeiones antel'iores
sobl'e el punto de vista de la conciencia permanecen verdaderas
a fortiori. Lo que hayes una fuerza nueva, de otra natura1eza, agre·
gada a las que el ser agregaba ya al mundo exterior; y las enormes
complicaciones que aparecen para el ana1isis, debido alas cuestiones
nuevas que aparecen: causalidad psicologica {su existencia y su natu-
�raleza); aplicahilidad de la nocion de hecho 0 fenomeno, etc., etc.
Pero se puede prescindir en este momento de tales complicaciones.
Tenemos ahora dos lihertades: la del ser con respecto al mundo
exterior, que persiste; y, dentro de ese ser, la de la fuerza consciente
con respecto alas otras. Para·la conciencia, en este ultimo caso, el ser
mismo a que se agrega sera total 0 parcialmente exterior a ella, for·
mar a aparte de E; eso es todo.
§ 14. Asi, pues, puede decirse en cualquier caso que el punto
de vista propio y natural de la conciencia es el de considerar sus actos
con relacion a 10 que no es ella; punto de vista de lihertad y de in·
determinacion (relativa).
De lihertad: siento, cuando produzco un acto, que soy yo quien
10 produzco (0 contrihuyo a producirlo). Me siento libre.
De in determinacion : siento que mis actos son indeterminados,
porque pOl' el hecho de sentir, de considerarlos, de constituirme sujeto,
resto, de la universalidad de los antecedentes, aquellos antecedentes
que son yo, y considero mis actos con relacion a los antecedentes que
no son yo. 5iento que mis actos son lihres, en el sentido de lihremente
ejecutados (§ 5).
5i yo siento y afirmo, pOl' ejemplo, que puedo en este momento
continual' escrihiendo 0 dejar la pluma, ese puedo implica un yo que,
pOl' el solo hecho de sentirse, resta antecedentes a la totalidad de los
antecedentes del acto a efectuarse; y este acto, con respecto a los an·
tecedentes rest antes, que son algunos antecedentes y no todos, es
efectivamente, indeterminado.
Tal es el punto de vista de la conciencia, 0, si se quiere, de la
conciencia personalizada: el punto de vista de los seres. Desde eI con·
sideramos nuestros actos, no artificial 0 convencionalmente, pOl' un
esfuerzo de ahstraccion, como en el ejemplo de que nos servimos en
otro lugar (el huque de vapor), sino natural e invenciblemente. Aqui,
el esfuerzo de ahstraccion se necesita para adoptar el otro punto de
vista, y pensar en la determinacion posihle de nuestros actos pOl' todos
sus antecedentes, entre los cuales estamos nosotros mismos.
Y aquel puuto de vista individualizante 10 transportamos a los
demas seres, sea ahstracta 0 razonadamente, sea concretamente por la
simpatia. Lo ultimo solo es posihle cuando atrihuimos conciencia al
otro ser; y el transporte se va haciendo mas frecuente y mas natural
a medida que el otro ser se va haciendo, por su similaridad con nos·
otros, un sujeto mas natural de simpatia. El punto de vista individua·
�lizante es el de nuestras relaciones corrientes y vitales con los demas
hombres: de ser a ser. EI amor, el odio, la gratitud, los consejos, la
venganza, el castigo: de conciencia a conciencia.
§ 15. Preguntarse si la conciencia es un simple re£lejo de la
actividad organica, 0 si es ella misma una actividad independiente de
aquella, es plantear, en el fondo, un problema de libertad, a saber:
si la conciencia depende totalmente del cuerpo, 0 si es, en parte al
menos, independiente de el. Despues de habernos preguntado si
el hombre es libre con respecto al mundo exterior, nos preguntamos
si, dentro del hombre, la conciencia, el espiritu 0 como quiera llemarsele, es libre con respecto al cuerpo. Acabamos de decir que, sea cual
sea el senti do en que se resuelva esta cuestion, hay, en mayor 0 menor
grado (y siempre en el senti do que estamos dando al termino), Iibertad del hombre. Pero hay todavia una complicacion.
En el espiritu distinguimos nosotros distintas funciones: y, mas
o menos convencionalmente, establecemos divisiones en el. De aqui
que, dentro del espiritu, se planteen problemas de libertad, cuya formula general sera esta: si tal fun cion psiquica 0 tal manifestacion del
espiritu depende 0 no totalmente del resto del espiritu (0, si se quiere
extender el problema, de 10 que no es ella) .
La solucion de los problemas de esta especie es, teoricamente,
muy simple. Si la funcion 0 manifestacion mental que se considera es
realmente algo activo, en el sentido de representar 0 ser una fuerza,
son aplicables las sencillas consideraciones que hemos hecho sobre los
seres que contienen fuerza. Hay libertad.
Practicamente, todo es menos sencillo, por 10 que vamos aver
en seguida.
§ 16. Se llega de dos modos a estos problemas de libertad dentro
del espiritu: consider ando a este abstractamente, 0 consider andolo con·
cretamente.
Considerarlo abstractamente es distinguir en el funciones 0 aptitudes diversas. Podemos entonces preguntarnos si una de estas "facultades" es independiente de tal otra 0 de todas las otras.
Considerando el espiritu concretamente, solemos distinguir en eI,
vagamente, como circulos concentricos que corresponden a los diversos
grados de concentracion, de sistematizacion 0 de personalizacion de
la conciencia. Asi, ciertos estados de conciencia accidentales, exteriores,
adventicios, forman parte de mi yo, son yo, si llamo yo a toda mi
�conciencia; pero seran exteriores al yo, si entiendo referirme
personal fuertemente unificado.
al yo
Por representaciones esquematicas se pueden aclarar estas dos
maneras de considerar el espiritu:
En la figura I, representamos por el entremezclamiento (deberia
ser por la compenetracion) de los signos+ 0 V, el "tornasoleo" (I)
de las funciones mentales 0 facultades. Damos esa forma al esquema,
para adaptarlo a la concepcion moderna psicologica que ve en las
diversas funciones mentales mas bien aspectos distintos de los feno-
menos que facultades separadas (2). Esto mlsmo nos dice que tal manera de considerar el espiritu es esencialmente abstracta.
Por 10 demas, se comprende desde luego que todo problema de
libertad, planteado desde este punto de vista abstracto, 0 sea a
proposito de una "facultad" como sujeto, se complica de hecho con
cuestiones psicologicas dificilisimas: hay que saber si, cuando se usa
una palabra como nombre de una manifestacion psiquica, hay ahi
realmente, 0 no, algo mas que una palabra; hay que verificar hasta
que punto es legitimo, en el primer caso, erigir una manifestacion
en funcion separada; y, sobre todo, hasta que punto es legitimo considerarla como una actividad. Toda la psicologia puede ir envuelta en
(1)
«La trams de Dueslra vida mental nos presenta, no lres colores complementarios
que adicionados
nos daTian Is unidad de conciencia,
sino que es parecida a una tela tornasolada
en que dislinguimos,
por convencion,
tres cIases de reflejos,
sin pader lraZ3r
no obstante una linea de demarcacion
entre Ios tres tintes, tan instables
que nos huyen
en cusnla nueslro aniiIisis qui ere fijarlos, dejando cada uno de elIos, insensiblemente,
reaparecer los otros dos, a los que ocultaba».
(C. Bos, Revue Philosophique, abril 1903). Es
una imagen muy feliz.
(2)
V. Hoffdings
(y, en general,
casi todos los psic610gos contemponineos),
y los sutilisimos
analisis
de Bergson,
que conservan
lodo su valor aun cuando su valor se 108
independice
de las doctrinas
a que han servido de soporte.
�una cuestion de este orden. Pero si se admite la solucion afirmativa,
la fun cion 0 actividad mental es libre en el sentido que hemos dado
a este termino. Sea un conjunto de fuerzas (hablamos siempre en el
lenguaje de la ciencia elemental), en el cual distinguimos las fuerzas
parciales F, F' y F". No solo el conjunto F
F'
F" no depende
pasivamente del mundo exterior T - (F
F'
F"), sino que cada
una de estas fuerzas aisladas (si aislarlas es legitimo en algun senti do ) ,
no depende tampoco pasivamente de 10 que no es ella: F no depende,
ni de F', ni de F", ni de F'
F", ni de T - F, y el raciocinio se aplica
alas otras dos fuerzas. Como hay varias actividades dentro de otra,
hay varias libertades dentro de otra. Tal es la solucion que, realizan·
dose el supuesto anterior, admiten los problemas de esta clase, si
alguna admiten; esto es: si es legitima la abstraccion que los plantea.
Los que mas claramente tienden a resolverse en el senti do de la
libertad, son los problemas concretos de cuya formula da idea clara
la figura 2. Cualquiera de los circulos concentricos representa una entidad que, si contiene 0 es fuerza, es libre con relacion a 10 que la
rodea, a 10 que no es ella. Es un emboitement de libertades.
Como en este caso no se trata de abstracciones, sino de realidades
concretas de intuicion, los problemas de esta segunda serie pueden
plantearse y discutirse sin las complicaciones que obscurecen los de
la serie abstracta. Esto no quiere decir que no exista, y esta vez indis·
tintamente para unos y otros, una nueva complicacion, de orden
distinto.
§ 17. Esta nueva complicacion consiste en que los problemas
de libertad dentro del espiritu, deben ser pensados de distinta manera
segun la solucion que se postule para el problema, antes consider ado,
de las relaciones de la conciencia con el cuerpo .
+
+
.~..-J.!...
f .....
-.. ••..
((~M~
...•.•.........
+ +
+
�Tomemos como ejemplo los problemas concretos. Si se admite
que la conciencia es simple epifenomeno, habria que representarla·
esquematicamente como un reflejo inactivo, en otro plano, de la actio
vidad organica:
Supongamos que en el plano Ps (fig. 3), el circulo exterior c
representa toda la conciencia, y el mas interior p la parte de ella
fuertemente integrada, sistematizada 0 unificada en personalidad. Ese
circulo interno de la conciencia no es mas que el reflejo de la actividad
de 0', que vendria a ser la de cierto grupo 0 sistema de elementos
nerviosos, siendo 0 la actividad organica 0 corporal de todo el hombre.
En cambio, si admitimos la hipotesis de la conciencia activa, esta
actividad psiquica y la organica deben representarse en el mismo
plano; por ejemplo, asi:
Si se tratara de los problemas planteados abstractamente, las
mismas dos suposiciones sedan posibles. Una manifestacion psiquica,
por ejemplo: la voluntad, podria ser, ya una actividad de orden psi.
quico, independiente de la actividad organica 0 nerviosa, ya el reflejo
psiquico, el epifenomeno, de tal parte 0 manifestacion determinada
de la actividad organic a 0 nerviosa.
De aqui que sea necesario para plantear y discutir problemas de
este orden, declarar expresamente cual de las dos hipotesis sobre las
relaciones psico.fisicas se postula como verdadera, 0 por 10 menos,
cual es aquella cuyo lenguaje empleamos.
Notese (para distinguir mejor los problemas), que en una u otra
suposicion los problemas en cuestion se resolveran (mientras un
sujeto sea 0 tenga una fuerza) en el senti do de la no dependencia
total, aunque, naturalmente, en grado 0 de modo distinto. Asi, en la
hipotesis de la figura 3, considerese el plano F, de la actividad fisica:
no solo 0, todo el hombre, es libre en el senti do de que, al obrar,
contribuye a la produccion de sus actos por la fuerza que hay en el,
sino que, dentro de 0, la parte del sistema nervioso cuya actividad es
0', se encuentra precisamente en el mismo caso: hay alIi fuerza, y por
consiguiente, como ya se ha explicado, 0' es libre, en el senti do de
que contribuye a la produccion de sus actos, los cuales son indetermi·
nados con relacion a 10 que no es 0'. Y si p es la conciencia de 0',
debe constatar, sintiendola, esa libertad de 0' y esa in determinacion
de los actos de 0', a los cuales actos considera, no con relacion a todo,
sino con relacion a todo menos 0' (p se siente 0': el punto de vista
de la conciencia) sin que haya en todo esto ilusion alguna. Y si, en vez
de la hipotesis de la figura 3, adoptamos la de la figura 4, la libertad
�de p es directamente evidente, con su corolario: indeterminacion de
los actos de p con relacion a T - p.
§ 18. Los problemas de esta especie pueden ser muy numerosos,
'J en la pura teoria, infinitos; pero, si se tiene en cuenta la realidad
psicologica, los mas naturales deben ser dos: uno entre los del punto
de vista abstracto; otro entre los del punto de vista concreto.
Como la funcion psiquica que consideramos esencialmente activa
es la voluntad, el problema tipico de la serie abstracta es el de la
libertad de la voluntad. Preguntarse si la voluntad es libre, equivale
a preguntarse si la voluntad depende 0 no totalmente de 10 que no
es la voluntad; cuestion que se resuelve pOl' si misma, si la voluntad es
realmente una actividad. La unica dificultad esta en la complicacion
del problema con esta ultima cuestion psicolOgica; con la teoria de
la voluntad, todavia tan obscura.
Entre los problemas concretos, el que se plantea naturalmente es
el de la libertad de esa parte de la conciencia fuertemente integrada
y unificada que constituye la persona empirica. El problema es vago
en cierto senti do, pOl' 10 impreciso y ondeante de los limites del sujeto
a cuyo respecto se plantea; pero, en cambio, la personalidad es practicamente el sujeto de las relaciones vitales y morales. POI' eso, en
tanto qne el problema de la libertad de la voluntad es un problema
de psicologia abstracta, el de la libertad de la personalidad tiene un
supremo interes concreto y practico. De hecho, las relaciones de conciencia a conciencia son de persona a persona.
§ 19. Al considerar en este capitulo la conciencia, hemos distinguido nuevos problemas. Si quisieramos enumerar y sistematizar los
principales de 108 que hemos aislado hasta aqui pOl' el analisis, estableceriamos 10 siguiente:
�Hay, por una parte, problemas que tienen una mlsma formula,
y que no son mas que casos particulares del problema general de la
libertad de los seres. La multiplicidad de estos problemas depende
de que se pueden tomar como sujetos varios seres (en el sentido mas
general, comprendiendo actividades consideradas logicamente como
entidades) .
Si se toma al hombre como sujeto, tenemos el problema de la
libertad del hombre: si el hombre depende totalmente del mundo
exterior. Variante de este problema, aplicado a los actos del hombre:
si los actos del hombre son determinados por los antecedentes exteriores al hombre.
En vez de tomar como sujeto al hombre, podemos tomar como
sujeto una forma 0 manifestacion determinada de su actividad. Podriamos plantear asi muchos problemas, de sujeto abstracto 0 concreto,
dentro de la misma formula general. Entre ellos hay dos principales:
1. Si tomamos como sujeto, dentro del hombre, la voluntad del
hombre, planteamos el problema de la libertad de la voluntad (libre
arbitrio, etimologicamente): si la voluntad depende 0 no totalmente
de 10 que no es ella. Variante: si los actos de la voluntad pueden explicarse integramente por antecedentes exteriores a ella.
2. Tomando como sujeto la personalidad, tenemos un nuevo problema de libertad, cuyas formulas es innecesario repetir.
Dentro de la misma formula general de los problemas de libertad,
todavia cabe el discutidisimo problema de las relaciones psicofisicas,
si la conciencia es un simple reflejo epifenomenal de los fenomenos
materiales (en el caso, de los organicos, y especialmente de los nero
viosos), 0 si es una fuerza capaz de obrar sobre ellos; si es, 0 no,
activa. Este problema, de solucion dificilisima, debe ser estudiado
aparte, no solo por su importancia y especialidad, sino porque interfiere con los anteriores (§ 17).
Ahora, independiente de esos problemas sobre lihertad de seres,
cuya formula general es la misma, se plantea el de la determinacion
de los hechos, que por ahora es un solo problema para nosotros, pues
no 10 hcmos analiza do.
Aunque todavia no hemos hecho mas que empezar a deshastar la
cuestion, resumamos en un cuadro los problemas ya distinguidos (con
prescindencia de este ultimo); y para poder, cuando convenga a la
hrevedad, designarlos mas facilmente, vamos a ir estableciendo ya un
simbolo convencional para cada uno.
�§ 20, Nada mas artificial, 0, en todo caso, nada mas poco vital
qne la antitesis entre no-libre y libre, establecida, como 10 hemos
hecho, a proposito de una comparacion entre un bote y un buque de
vapor, 0 entre un vagon y la locomotora que 10 an'astra, Sin duda,
considerados en el momento del acto, difieren; pero basta, como ya
10 hemos sugerido, remontarnos un poco hacia atras siguiendo la serie
de antecedentes, para vel' como entro de afuera, en el buque 0 en la
locomotora, la energia activa; y, pOl' consiguiente, si en vez de plantear
el problema L (0 su variante L') en el momento de la accion, 10
planteamos, para el buque 0 la locomotora, tomando en cuenta un
espacio de tiempo anterior determinado (mayor que el transcurrido
desde la epoca en que se introdujo el carbon y se 10 encendio, y, para
evitar complicaciones, menor que el transcurrido desde la construccion de la locomotor a 0 del buque) , esas maquinas nos aparecen como
no·libres. No sucederia 10 mismo si el sujeto del problema fuel'a un
hombre 0 un caballo; aunque tomaramos en cuenta, no solo 10 que
es exterior al hombre 0 al caballo en el momento en que ejecutan
un acto, sino 10 que ha sido exterior a eI desde hace un ano, pOl'
ejemplo, no lograriamos explicar totalmente el acto en cuestion pOl'
los antecedentes exteriores al ser que 10 ejecuta (quedando abierta
la cuestion de si 10 lograriamos planteando el problema con una
retroaccion mayor).
Asi, todos los problemas de formula L pueden plantearse pura
y simplemente, 0 sea para el momento mismo, sin retroaccion, -0
bien con retroaccion. Esta ultima puede ser determinadamente mayor
o menor, y puede ser indeterminada. Ejemplo de todos los casos: dado
el sujeto S, yo puedo preguntarme: si depende totalmente de 10 que
actualmente no es el (problema L, sin retroaccion) ; si depende totalmente de 10 que no ha sido el en ningun momento de un lapso
anterior (el mismo problema con retroaccion: LI'), lapso que puede
ser de un ano, de dos, de cic>n (V" u,. ano, LI' dos anos, V" cie,. an os ); y fi·
nalmente, si depende totalmente de 10 que no ha sido el en cualquier
momento de todo el pasado (V" ex> ) ,
Se comprende que, a medida que se va dando retroaccion al problema, se va perdiendo la libertad de mas y mas seres; 0, para no
hablar impropiamente (pues no se pierde nada, y es solo cuestion de
puntos de vista diferentes), el numero de seres que realizan las condiciones de libertad en cada nuevo problema (cada problema, con
�(Si
el
hombre
totolmente
no
PRODLEMAS
'"
~
:ll
(Si
tal
..:l
totalmente
~
no
"8..
'0
~
eB e1).
(Si
que
eB e1).
10 qne
I
voluntod)
(Si lOB octOB del hombre)
Be explieon
totolmente
por
depende
de
la
no-
•
(Si
que
no
eB el
(Si
10
perBonolidad
de-
pende
totolmente
de
la no·perBonalidad).
de. 10 vo-
eB exphcon
por
10
eB la
de
Bonalidau
Be
por
eB la
la
Be
per.
cxplicon
10
VorianteB
equivalenteB
to- \ de lOB problemoo
que
(Si 100 oCIOB de
voluntad).
100 octoo
totolmente
no
L'
POOBLE'tAB
lOB aetoB
luntad
talmente
uo
©
(Si
10
hombre).
10 voluntod
totolmente
Ber depende
de
10
L
0
'"..
.!l
0
<fl
depende
de
que
perBonolidad).
por
expliean
L.
tal Ber
totolmente
10 que no eo eBe Ber).
�mas retroaccion que los anteriores), va siendo menor. Van pasando,
por ejemplo, el buque de vapor y la locomotora, que estaban clasificados como seres libres, al grupo de los no-libres (1), mientras la
libertad de otros seres sigue todavia reductible con esa mayor retroaccion.
Verdaderamente, siento deseos de pedir disculpa al lector por
hacer tantas distinciones y refinar tanto el analisis; pero, aun sin
esperar el momento de discutir los problemas, podemos ya desde
ahora, aunque solo se trate de plantearlos, dejar entrever hasta que
punto era necesario proceder asi. En efecto, esta cuestion tan capital:
-si un ser obra por si mismo 0 si 10 hacen obrar-, se resuelve en
muchos casos de una manera 0 de otra, segun como se la entienda.
Si considero el buque de vapor en el momento mismo de su movimiento, digo con razon que se mueve por si mismo; y si considero
que ayer el buque no tenia carbon y que alguien se 10 trajo de afuera,
digo en otro senti do que no se mueve por si mismo, sino que es movido.
Un hombre, en este momento, ejecuta un acto cualquiera, por ejemplo,
un crimen: yo me puedo preguntar si obra por si mismo, en el sentido
de saber si es eI quien obra realmente; eI, tal y como es ahora, -0 si
10 hacen obrar; y, en este caso, dire que es el quien obra si movio el
brazo por su voluntad; y dire que no es eI quien obra si averiguo
que otro hombre Ie condujo el brazo por la fuerza; pero en otro sen·
tido, aun en el primer caso, dire que no es el quien obra si averiguo
que, antes han introducido en el una causa de accion que ha determinado el acto actual, por ejemplo: que 10 han hipnotizado 0 que Ie han
hecho beber un licor. Preguntar, pues, si un ser obra por si mismo,
no expresando si la cuestion se pone sin retroaccion 0 con ella, y con
cual, es plantear un problema en terminos ambiguos que engendraran
casi fatalmente confusiones.
§ 21. El analisis del problema de la libertad con retroaccion
es complicado, porque hace pensar en todo 10 siguiente:
l Que se entiende por "un ser"? lEn que sentido:se dice que la
causa de un acto esta en un ser 0 fuera de eI; que este obra, 0 no"
por si mismo? Cuestion poco embarazosa cuando solo se plantea para
un momento dado, pero muy compleja cuando se tiene en cuenta la
sucesion del tiempo. Sea nuestro ejemplo de un mecanismo de vapor:
nada parece mas sencillo que decir en un momento dado, 10 que es
una locomotora; pero supongamos que, teniendo en cuenta los ante·
(l)
(>-
Entiend3SC
n~jrjuens(.:
pli'.:Jriones.
cv~tGndo
sicmprc:
Jesde el punto de vista de los hechos tornados
las complicaciones
seiialadas en e] § 9, que intcrfieren
como ejemplo.
con estas ex·
�~edentes anteriores, tratamos de averiguar si la locomotora se mueve
pOl' si misma 0 si es movida. Yo se que ayel' introdujeron en ella e]
carbon y el agua. Ahora bien: ese carbon y esa agua i forman parte
de la locomotora?; mejor aun: i son locomotora? Cuestion nominal 0
convencional en realidad, pues solo se trata de saber a que llamo
locomotora; pero, segUn la convencion que adoptemos, tendremos que
hablar de una manera 0 de otra, pues una misma proposicion sera
verdadera 0 falsa segun cual sea esa convencion. lLlamo locomotora
al mecanismo de hierro mas el carbon y el agua? entonces hablo bien
diciendo que la locomotor a se mueve pOl' si misma; pero entonces,
tambien, ayer no habia locomotora. lLlamo locomotora solo al mecanismo propiamente dicho, sin incluir en eI el carbon y el agua? entonces hablo mal si digo que la locomotora se mueve pOl' si misma, y debo
decir que es movida. Pero aqui surge una cuestion que sigue a muchas
cuestiones nominales, y que, ella, no 10 es: l cual de las convenciones es
mas natural? La primera pudo parecermelo cuando solo pensaba en
el momenta presente; al pensar con retroaccion, adopte la segunda,
y dije que la locomotora es movida. Probablemente, pareciendonos
mas natural este segundo punto de vista, acabaremos, en el caso, pOl'
quedarnos con la convencion de que el nos sugirio.
Pero continuese el analisis, y vease adonde vamos a parar. Pensando con retroaccion y refirieildome a ayeI', cuando la locomotora
no tenia carbon y agua, continue concibiendola y nombrandola como
"la locomotor a", conservandole en mi mente y en mi lenguaje su
identidad. Pero sigo retrotrayendo: retrocedo hasta la epoca en que
no habian acabado de construirla y no tenia caldera; todavia, casi
seguramente, seguire diciendo que era la locomotora, sin caldera; pero
en otro momenta anterior, no tenia bielas ni manivelas; en otro anterior, ya, propiamente, no habia locomotora, sino piezas separadas;
en otro anterior todavia, no habia mas que una masa de hierro fundido; y, antes, moleculas de hierro formando parte de trozos de
mineral.
Ahora, pido al lector la mayor atencion sobre 10 que sigue; en e]
caso de la locomotora, todo 10 anterior no engendra dificultades serias,
ni de pensamiento ni de expresion, porque el momenta en que penetro
La,energia (1) en el objeto (locomotora) es posterior al momenta en que
fue pensado ese objeto como locomotora y denominado asi; pero si
la fuerza 0 energia que engendro el acto del ejemplo hubiera estado
(1)
Carbon, agua:
el movimiento
visible.
nos referimos
a Ia energia
que engendre
el acto del
ejernplo,
0
sea
�leve
en los componentes, y hubiera sido aportada con ellos j que confusion
para pensar y para hablar! Concebimos a un animal como un agregado
de celulas; estas celulas eran depositos 0 continentes de energia (sin
perjuicio de la que despues tomara del exterior el ser total) _ Luego,
desde que ese animal existe como tal animal; desde el momenta en
que 10 concebimos y nombramos asi, tiene energia por la cual obra.
5i planteamos, pues, el problema de la libertad con retroaccion hasta
el momenta 0 epoca en que el animal vino a la existencia, diremos
que este obra por si mismo; pero si damos al problema mayor retroaccion, ;.como debemos pensar y expresarnos?
a e)
arte
alo
que
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tora
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ton-
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de
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rl
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etro
que
o
SI
ado
Nos sobreviene un estado de espiritu confuso: pensamos que, aun
cuando no se conciba ya nada claro, por 10 menos queda adquirido
esto: que hay seres que solo poseen energia que entro en ellos despues
que adquirieron su identidad, y otros cuyos elementos formadores ya
se la aportaron al constituirlos; que estos ultimos merecerian bien el
nombre de seres lib res, porque 10 son desde que existen; pero en seguida recordamos 10 que hay de convencional en esto de decir que
un ser existe, y que es un ser, pues en cierto sentido puede decirse
que un hombre existio siempre, con una existencia dispersa, en los
atomos antes separados y hoy unidos que 10 constituyen; por otro lado,
pensamos que, en la misma locomotora, desde cierto punto de vista,
pasa 10 que en el an~mal, no ya con la fuerza del vapor, que efectivamente entro de afuera despues de existente el ser, pero con la
energia que ya existia en los atomos componentes (una de las cuestiones del parrafo 9, que nos ha venido al espiritu) ; y que, asi cualquier cuerpo bruto. _. Dejemos por ahora la cuestion de perderse en
esta penumbra: algo nos ha quedado, y es la sensacion de la impor·
tancia capital de esta cuestion de la retroaccion en los problemas de
la libertad, y ya, con ella, la conviccion clara de que, sin tener presente continuamente esta cuestion, con las distinciones y cambios de
punto .de vista que ella presupone, todo 10 que se escriba sobre tales
problemas tiene, fatalmente, que ser impreciso.
§ 22. Nuestro cuadro de la pagina 62, en cuanto a los problemas,
tendria, pues, que ser completado todavia con nuevos enunciados y
simbolos. Habria que poner, para cada problema, un enunciado sin
retroaccion y otro con ella, acompaiiados de los simbolos respectivos,
10 que omitimos por tratarse de algo que el lector suplira facilmente.
�§ 23. Los problemas que hemos aislado por nuestro analisis
anterior, son problemas distintos. Decir que son distintos no quiere
decir que tal de ellos no admita alguna solucion que implique solucion
determinada de otro u otros. Los proble.mas solo son los mismos si
las dos soluciones se confunden, -las dos: la positiva y la negativa,como en el caso de L y L'. EI otro caso solo significa que hay relacion
entre los problemas. Por ejemplo: la solucion afirmativa del @ , hace
necesaria la solucion afirmativa del L @; pero la negativa del @
puede conciliarse, ya con la negativa, ya con la afirmativa del L @
(admitir que la conciencia agrega al cuerpo fuerza 0 causa de accion,
obliga a admitir, a fortiori, que el ser consciente en que eso pasa,
agrega fuerza 0 causa de accion a 10 que no es el; pero no reciprocamente). Otro caso: la solucion negativa del @ trae (a menos de
admitir la contingencia en 10 material), la so1ucion determinista del
problema de la determinacion de los actos, que vamos a designar asi:
problema D; pero La solucion afirmativa del @ no obliga a admitir
La indeterminista en el D, pues la conciencia puede ser una causa de
accion y sus actos estar sujetos a determinismo; etc.
§ 24. Aplicando el anterior criterio al problema D: lseria este
un solo problema?
Al referirnos a e1, 10 hemos encarado, de un modo bastante ge·
neral, -mejor
todavia: bastante vago,- como "el problema de la
determinacion de los actos por sus antecedentes". Basta empezar a
pensar sobre esto, para comprender la complejidad de la cuestion. He
aqui, por ejemplo, una serie de reflexiones que parecen presentarse
naturalmente.
Ante todo: si todo hecho depende totalmente de sus antecedentes,
se explica 0 determina por ellos, parece que nunc a hay comienzos
absolutos. Parece que los habra, al contrario, si hay hechos, algunos
por 10 menos, que no dependan totalmente de sus antecedentes. Si
preguntamos si hay 0 no comienzos absolutos, lhemos enunciado eJ
mismo problema? Cuestion a examinar: por el momento nos parece
el mismo, por 10 cual, sin perjuicio del analisis ulterior, escogeremos
una formula mas general que la de cualquiera de los dos enunciados,
la cual puede ser esta: relacion de los hechos con sus antecedentes.
Ahora: si un hecho es determinado por la totalidad de sus antecedentes, 0 si no hay comienzos absolutos, parece que en un momento
dado y dados ciertos antecedentes determinados, solo un hecho es
�posihle, y no mas de uno; nos preguntamos si realmente
y sohreviene el enunciado de un problema: (,es el mismo?
sera asi,
Mas hien nos parece que s1. Sin emhargo, no nos atrevemos sin
mas meditaci6n a afirmarlo decididamente: no seria completamente
ahsurdo sostener que las conclusiones negativas no coinciden forzosamente, y que podria, por ejemplo, no depender l1n hecho de sus antecedentes, y, sin emhargo, ser posible no mas que en un senti do. Ni
parecen tampoco imposibles en rigor comienzos absolutos que no
fueran, sin emhargo, posibles sino en un sentido. Tamblen hahria el
deher de examinar si efectivamente la soluci6n afirmativa de la primera cuesti6n impone la de la segunda; si realmente y en rigor, no
podria un hecho seguir siendo considerado como dependiente de sus
antecedentes aunque fuera posible en mas de un sentido. Cabe, pues,
duda sobre si se trata de dos problemas 0 de dos enunciados alotr6picos del mismo.
!isis
iere
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1,-
ion
])
/(8)
ion,
!lsa,
lca-
de
del
Y, en cuanto se inicia el analisis de cualesquiera de los problemas,
o del problema en cualesquiera de los enun~iados, empieza nuestro
pensamiento a remontar de consiguientes a antecedentes, 10 que,
cuando los hechos de que se trata son (0 se consider an como) los actos
de un ser cualquiera, equivale a plantear los problemas genesicos 0 con
retroacci6n a que ya nos hemos referido: los problemas Lr, tan relacionados, segun ya 10 notamos, con los problemas D, y que ya han sido
enumerados. Prescindiendo, pues, de ellos y deteniendo aqui el analisis, tendriamos por 10 menos dos enunciados de equivalencia discutible
(que de paso vamos a representar por slmholos, para el caso de que la
brevedad hiciera conveniente el uso de estos) :
IS1 :
itir
de
tes,
zos
nos
&
Si
L!1
el
ece
nos
los,
tes.
ltento
son
Relacion
de los hechos
Si los hechos
ambiguos.
con sus antecedentes.
son posibles
en mas de un sentido.
Mejor:
si los posibles
Esta cuestion
podria
limitarse
al pasado
(si el pasado pudo ser de otra
manera que como fue), al presente
(?) y al futuro
(si el futuro es amhiguo);
y aun variarse de olras muchas maneras.
�A menu do hab1aremos de estos problemas como de uno solo
(D), sin distinguirlos mas que en 10s casos especia1es en que convenga
a la discusion.
§ 25. Va adjunto el cuadro de los problemas que hemos aislado
como problemas distintos 0 que podrian serlo. Llevan respectivos
simbo10s, que he creido conveniente adoptar para 10s casos en que la
brevedad pueda exigirlo (e11ector agregara menta1mente los simbolos
de 10s problemas con retroaccion) (1).
El result ado de este analisis preliminar ofrece un aspecto mmucioso y escolastico. Sin embargo, era indispensable. Despues, la continuacion del mismo analisis matizara toda esa geometria, estableciendo
las re1aciones, 1as transiciones, 1as penumbras y hasta 1as confusiones,
porque para pensar bien hay que hacer como el dibujante que traza
primero el contorno, y despues, con el claroobscuro, completa, y
atemia la rigidez falsamente precisa del esquema inicial.
Pero antes tenemos que detenernos para mostrar como y hasta
que punto se han confundido los problemas en 1a discusion, en todas
las epocas, y, parece osado afirmar esto pero es exacto, por casi todos
10s pensadores. Tal es el objeto del libro II de esta primera parte, en
el cual vamos a entrar ahora y cuyo resultado justificara abundantemente la prolija suti1idad de nuestras distinciones iniciales.
§ 26. Los problemas que hemos distinguido por un analisis
sencillo, han sido tratados de hecho en la filosofia como si fueran uno
solo, 10 que ha mantenido la confusion (Introduccion, I). Cierto es
que se han intentado distinciones, pero incomp1etas 0 inconsecuentes,
sin que e1 pensamiento de 10s escritores haya podido 1ibrarse nunca
de la polarizacion di1ematica impuesta por 1as dos tesis primordiales:
"libertad" versus "determinismo".
Invitamos a1 lector a hojear con nosotros algunos libros, tomando10s casi al azar e indistintamente entre escritores del mas diver so
valor. Encontraremos 1as confusiones en todos, desde 10s simples vul(l)
Esta encuadernado
en tal forma que la pagina pueda mantenerse
abierta y a la
vista durante
la lectura
de toda la parte siguiente
de la obra, en que necesito emplear
10s signos con profusion.
Mucbo bq dudado
sobre la conveniencia
de adoptar
estos sim·
bolos:
pero, sin elIos, seria necesario
emplear
tantas palabras
para bablar
con claridad,
que el esfuerzo exigido al lector hubiera sido aun mas ingrato.
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(Si
L
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(Si
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es 10 personalidad).
Variantes
de
Ios
(Si
equivalentes
problemas
Ios actos
L.
de tal
se explican
totalmente
10 que
es ese ser).
no
ser
por
�garizadores hasta los espiritus originales. Y este analisis, preciso para
aclarar nuestras ideas sobre los problemas de la libertad, nos pre·
parara para abordar su discusion.
Las confusiones son de divers as clases 0 aspectos. Algunas de elias
son tradicionales, clasicas, hasta el punto de haberse organizado en
problemas: creaciones historicas y no logicas; problemas espurios de
la libertad, cuyo enunciado ya encierra en si mismo, 0 sugiere, por
equivoco, la confusion. Las otras son las <;,onfusionesinnominadas.
Unas veces, hay altern ancia de dos 0 mas problemas: el autor pas~
de. uno a otro, en el curso de la discusion, sin notarlo, y se pueden
senalar esos cambios con la mayor facilidad. Otras veces la confusion
es simultanea, por una mezcla grosera de sentidos. En este caso, to·
davia, no es dificil descubrir y demostrar el equivoco. Mas 10 es cuando,
por ser el equivoco sutil y continuo, nuestra inteligencia percibe como
un tornasoleo de sentidos distintos, y, si bien puede con relativa facio
lidad determinar cuales son estos, no puede delimitarlos bien. Basta
hay casos en que el mismo autor, sea por las definiciones que admite,
o por el metodo que resuelve seguir, crea la confusion, 0 la hace
nccesaria.
EI capitulo I, que sigue, trata de los problemas espurios de la
libertad; y despues se entra en materia, examinando confusiones de
todo genero sobre la materia viva de los textos.
§ 27. Los verdaderos problemas de la libertad son, sin perjuicio
de sus relaciones, distintos entre S1, Es cierto que, como ya 10 expli.
camos, la solucion positiva 0 la solucion negativa de algunos de elIos,
implica, a veces, la solucion de otros; asi, por ejemplo: si el espiritu
agrega ~lgo alas caus;s de accion puramente corporales (afirmativa
del
claro es, a fortiori, que el hombre agrega algo alas causas de
accion del mundo exterior (afirmativa del L@ ; pero la reciproca no
seria verdadera, y seria perfectamente posible que, representando el
hombre una fuerza dentro del universo (afirmativa del L@), sin
embargo, dentro del hombre, la conciencia fuera solo algo positivo
(negativa del @). Con igual facilidad se distinguen otros problemas.
En resumen: se trata de problemas logicamente aislables, que deben
separarse para la discusion, y que son, ademas, problemas reales, que
admiten ser planteados, resueltos, en su caso, y, si no, por 10 menos
entendidos y discutidos claramente. EI mal ha estado precisamente en
que no se haya hecho asi.
CID,
�Pero los que yo llamo problemas espurios de la libertad, se encuentran justamente en el caso opuesto: en vez de ser problemas
reales que no se han planteado clara e independientemente, son, al
contrario, problemas que se han planteado y discutido de hecho, sin
que hubiera debido hacerse asi, porque se trata de problemas que no
son reales, que no tienen sentido, 0 que implican confusion 0 ambigiiedad en los terminos, etc. De manera que, en cuanto uno de ellos
se plantea expresa 0 tacitamente, ya la confusion es forzosa.
Como ejemplos de estos problemas espurios de la libertad, citare
los dos mas vulgarizados.
§ 28. El primero de ellos es, empleando los terminos en que
habitualmente se 10 presenta, el de saber "si el hombre se determina
siempre por motivos". Si la afirmativa fuera verdadera, tendrian razon
los partidarios del determinismo contra los de la libertad; y al contrario. Otras formulas, mas 0 menos corrientes: "si dependemos de los
motivos"; "si somos esclavos de los motivos", 0 si nuestra voluntad
10 es; etc., etc.
Este problema aparece, y su discusion se mantiene, debido a un
estado de espiritu confuso; en efecto: por motivo, puede entenderse,
y entienden los autores, ya el hecho exterior, objetivo, que es tornado
en consideracion por el sujeto, ya las ideas, raciocinios, y en general,
estados subjetivos por los cuales este toma en consideracion a aque!.
Asi, puede decirse, en un sentido, que el motivo de mi huida fue la
aparicion de una serpiente, 0 bien, en otro, que el motivo fue mi percepcion, 0 en general, todo el estado subjetivo. Ahora bien: en e]
primer sentido, el problema de si el hombre obra por motivos, equi.
valdria a preguntarse, aunque en forma confusa, indirecta y obscura,
si el hombre depende en absoluto del mundo exterior (L <ED ) _ Y, en
el segundo caso, hay que tener en cuenta que los motivos en senti do
subjetivo, ideas, raciocinios, etc. (1), forman parte del hombre: son e]
hombre (parte de eI) ; 10 que nos indica que, en este caso, no se piensa
realmente en el hombre, sino en su voluntad, 0 en su personalidad,
0, en general, en una parte 0 aspecto mas 0 menos claramente delimitado del hombre, considerado en sus relaciones con los actos intelectuales (2). Lo que se discute entonces es uno de los problemas © ,
obscuramente concebido.
Las mismas ambigiiedades, acrecidas, se comet en cuando se discute
(1) Se sabe que algunos hacian entrar,
entre los motivos, los estados afectivos;
10s distinguian
con el nombre de m6viles, etc.
(2)
0 inteIectuaies
y afcctivos, en el segundo caso de Ia nota anterior.
otros
�ennas
al
sin
no
lbi10s
[ue
na
6n
>DLos
ad
"si el motivo mayor pre domina siempre". En este caso, la ambigiiedad
no se produce s610 a proposito de la palabra motivo, sino tambien de
la palabra mayor, confundiendose e1 punto de vista objetivo y el subjetivo en la apreciacion de la fuerza 0 importancia de los motivos.
Son, ya, varias confusiones; pero todavia hay la siguiente: cuando
nos preguntamos si el hombre obra por motivos, podria entenderse
que se trata: no ya de motivos exteriores al hombre (primero de los
casos referidos) ; no ya, tampoco, de motivos como ideas 0 sentimientos
con relacion a la voluntad (que era la segunda acepcion) ; sino de todo
motivo, en el senti do general de causa u otro analogo, en el cual caso
ya nos pasamos a los problemas de actos, preguntandonos si los actos
del hombre tienen 0 no motivos 0 razon de ser; si se explican por
todos sus antecedentes; y estamos en el problema D.
El que plantea la cuestion en esa forma, discute, pues, en globo,
tres cuestiones separadas, por 10 menos: (L @, un
y &).
No quiero decir que, gracias a un esfuerzo sobrehumano de refi·
nada y constante distincion, no pudiera llevarse adelante una discusion
semejante, en logica estricta; pero, en la practica, en cuanto aparece
nuestro problema espurio, todo esta perdido.
©
§ 29. El segundo de los problemas espurios, es el de "si el
hombre depende de su caracter" ("si es esc1avo de su. caracter", "si
puede independizarse de su caracter", etc., etc.). Una de las soluciones,
como en el problema anterior, seria la tesis de la lihertad, y la solucion
opuesta, la tesis determinista; siempre concebidas estas dos tesis como
las soluciones opuestas e inconciliables de un solo problema.
Segun el senti do que se de a la palabra caracter, este problema,
o es absurdo, 0 es el enunciado obscuro de alguno de los problemas
reales.
El caracter de una persona, tal como es pensado ordinariamente,
es una simplificacion, 0 esquematizacion, para construir 0 pensar la
cual se quita mucho a la realidad ( los detalles particulares que no
entrar en la sistematizacion) y se agrega tambien casi seguramente
algo (para simetria de la caracterizacion). Claro es que, en esta
acepcion, el caracter es algo ficticio 0 ideal, y el problema no tiene
sentido.
Otras veces el caracter es pensado como una realidad, pero solo
como una parte de la realidad psicologica. Seria un conjunto de fenomenos psiquicos significativos, 0 habituales, que conocemos de una
persona, 0 que inducimos por sus actos, y que, a su vez, nos permiten
practicamente inducir sus actos futuros probables. En este caso, el
�"caracter" es una parte de la persona psicologica; y preguntarse si el
hombre depende de su caracter, es estudiar las relaciones de una parte
del hombre psiquico (el residuo, 10 que no es el caracter) con el resto
de eI, exactamente como en los problemas ©, con la sola diferencia
de que este se plantea invertido: no investigamos la dependencia 0
independencia de una parte 0 manifestacion del espiritu con respecto
al resto del espiritu, sino, al contrario, la del resto del espiritu con
relacion a la manifestacion mental que consideramos y a que damos
un nombre: diferencia puramente verbal, en el fondo.
En un tercer sentido, el caracter, si procuramos completar en el
caso dado el concepto que de el tenemos, para identificarlo con la
realidad, puede llegar a confundirse con el hombre mental mismo,
y entonces el problema es absurdo.
§ 30. Hay que agregar que, con respecto a los dos pseudo-problemas anteriores, se agrega a las confusiones seiialadas la que result a
de plantearlos y discutirlos, sin distincion, ya a proposito del hombre,
ya a proposito de los actos del hombre (§ 4).
§ 31. He aqui como plantea la cuestion de la libertad el autor
de una obrita (1) elogiada pOl' Paulhan (2), y que, realmente, con·
tiene bastantes cosas buenas, pero en la cual estan casi todas las con·
fusiones, com~ no podia menos de ser una vez enunciado el espurio
de los motivos.
"Somos, amigo lector, dos adversarios en presencia. Oye el tema
de nuestro debate, y juzganos. - Yo me que do hoy en mi casa, porque
llueve; sali ayeI', porque hacia buen tiempo; voy a comer, porque
tengo hambre; y, entretanto, hago encender mi fuego, pOl'que tengo
frio! Son Jnuchos porque lno es verdad? Y bien: yo pretendo que hay
siempre uno antes de cada una de nuestras acciones; que no haCeJIlOS
nada sin un motivo visible 0 escondido; que ese motivo es el que nos
determina a obrar; y me llamo, a causa de eso, determinista.
"Mientras estoy escribiendo, vienen a llamar a mi puerta: me
mandan una carta. Es un amigo que me invita a cO,merpara esta tarde.
lIre? Delihero; comparo el pro y el contra. La lluvia dura todavia;
he empezado un trabajo que urge; estoy bien en mi pieza ahrigada:
otros tantos motivos para quedarme. Pero, pOl' otra parte, mi amigo
se disgustara con mi ausencia; en esa comida se hebera buen vino, se
rena, se divertira uno; y ademas estoy fatigado de escribir, de permanecer sentado delante de mi escritorio: otros tantos motivos para
(1)
(2)
RENARD,
PAULHAN,
L'homme est-il libre? (Cito
La volonte.
traduciendo
de Ia segunda
edicion
de Alcan.)
�salir. Peso unos y otros como en una balanza. Han sido mas pesadoslos ultimos, y respondo que acepto la invitacion.
"Yo sostengo ahora que en todo caso semejante, en que luchan
unos con otros motivos contrarios, son los mas fuertes los que triunfan
y determinan nuestra conducta. Al hacerlo, sigo siendo determinista.
"Mi adversario dice a su vez: "Yo me he quedado en mi cuarto
como usted, y hasta Ie confesare que la lluvia no es extrana a mi resolucion; no oculto que he tenido, como usted, un motivo para obrar
como 10 he hecho; pero diferimos sobre dos puntos. Ante todo, hay
acciones a las que no veo ningun motivo. lPor que, pOl' ejemplo, se
muerde una una en este momento? Usted no 10 sabe. lPor que, de
esas dos hojas de papel que tenia usted del ante, igualmente blancas,
igualmente gran des, tomo esta mas bien que aquella? l Cual ha sido
su motivo determinante? Una vez mas: usted no 10 sabe.
"Abre usted la boca para decirme que, de ordinario, sabe pOl'
que obra. Estoy convencido de el1o. Acaba de exponerme detalladamente los motivos que 10 deciden a salir, pero es aqui donde estamos
todavia en desacuerdo. A su juicio, los motivos que 10 impulsan son
mas fuertes que los que 10 retienen. Segun mi opinion, 10 son porque
usted qui ere que 10 sean. Usted puede cambial' de decision y quedarse
en su casa; los motivos en pro y en contra seran siempre los mismos;
solo su voluntad habra cambiado. Usted compara sus motivos a los
pesos puestos en los platillos de una balanza; consiento: p'ero hay
alguien que los pesa y que con su mano hace inclinar el fiel del lado
que Ie parece. Esa es la verdad. Entre dos partidos puede usted elegir
indiferentemente el uno 0 el otro, porque tiene el honor de ser libre.
Es nuestra voluntad la que se determina ella misma.
•
"Tal es la cuestion sometida a tu juicio, amigo lector. Mi adversario se llama defensor del libre arbitrio; en cuanto ami, sostengo el
determinismo".
Se percibe el ondeo de la ambigiiedad. En algunas frases se expresa, 0 se sugiere, un problema; en otras, otro diferente; y sobre
todas £Iota como un vapor de asociaciones confusas. POI' ejemplo:
cuando se dice "pretendo que hay siempre uno (un porque) antes de
cada una de nuestras acciones", se piensa predominantemente en la
relacion de nuestras acciones con todos sus antecedentes (D); y probablemente, un poco tambien en los problemas
0 ©). Sigue la
frase "que no hacemos nada sin un motivo visible 0 escondido ... "
y todavia predomina la cuestion de la relacion de los actos con sus
antecedentes, si bien el nos sugiere tambien el problema de seres, por-
0
�que, cuando se dice que no hacemos nada sin un motivo, parece que
se tratara de motivos exteriores al nosotros @ 0 un ©). Pero en la
continuacion: "que ese motivo es 10 que nos determina a obrar", el que
se enuncia claramente es ya el problema de seres: si somos determi·
nados a obrar (se entiende: pOl' causas de accion exteriores al
nosotros); y ahora, el que esta en la inteligencia es un problema
L (el @, si pensamos en todo el hombre, 0 un ©, si, como es mas
probable, entendemos los motivos no como objetivos sino como
pensados) .
Cuando, en seguida, describe el "determinist a" la lucha de los
motivos, el autor y ellector conciben claramente un «J, y aquelllama
yo a una parte del espiritu, fuel'a de la cual estan las ideas-motivos.
Ese
parece que 10 resolviera porIa libertad, cuando emplea esta
frase: "yo peso los unos y los otros ... "; pero en seguida, y esto es
conforme con la intension del autor, 10 resuelve contra la libertad a]
expresarse asi: "estos ultimos han sido los mas pesados ... ".
©,
En cuanto al adversario, "el defensor del libre albedrio", empieza
pOl' hablar de acciones sin motivo, 10 que sugiere la solucion in deter·
minista del D (aunque puede interpretarse todo eso en otro senti do) ,
y despues, cuando dice a su contradictor que los motivos son mas
fuertes "porque usted quiere que 10 sean", que "su voluntad solo habra
cambiado", que hay alguien que pesa los motivos y despues inclina
la balanza, entonces plantea evidentemente el problema de la depen.
dencia de una manifestacion 0 parte del espiritu con relacion a 10
que no es ella: un ©, que, a estar alas expresiones del interlocutor,
seria el de la voluntad, y, a estar a su pensamiento, seria mas bien
el de la personalidad.
Y como se parte del principio de que son dos adversarios, qu~
sostienen "dos partidos" en una cuestion ("la cuestion" entre el "libre
albedrio y el determinismo"), claro es que no pueden reconocer, ni
podran ya reconocer jamas, que discuten mal; que el primero de ellos
podria, pOl' ejemplo, sosteneI' que todo acto humano tiene un motiyo,
en el sentido de que depende de la totalidad de sus antecedentes, y
aplicarse pOl' eso el nombre de determinista, sin perjuicio de estar
de acuerdo con el segundo para admitir que la voluntad no esta
pasivamente sometida a los motivos, entendiendose, portales, ideas,
o ideas y sentimientos, con 10 cual seria partidario del libre arbitrio
en su sentido mas literaL .. y tantas otras distinciones. Fatalmente,
ya es imposible pensar claro.
§
32.
En cuanto al otro problema espurio de la libertad:
el
�del caracter, -si se quiere, con la inspeccion de un solo libro, ver en
accion toda su virtud confusiva, reparense ciertos pasajes del Ensayo
sobre el Libre arbitrio, de Schopenhauer. EI ejemplo es notable, por·
que, en esa obra, el autor, habitualmente, piensa alto y firme (salvo,
siempre, las confusiones fatales), y por eso contrastan mas los para·
logismos y errores que la palabra caracter parece evocar por su sola
presencia cada vez que aparece.
Vease, por ejemplo, capitulo III, 3.° Y 4.°. EI autor se cree obli·
gada a sostener, como consecuencia de su "determinismo", que "el
caracter del hombre es invariable"; que "permanece el mismo pOT
toda la duracion de su vida"; y, en seguida, todavia, que "el caracter
individual es innato"; que "las virtudes y los vicios son cosas innatas";
todo esto, con afirmaciones del mas estrecho absolutismo: justificacion
de los proverbios exagerados vulgares: "ladron un dia, robara siem·
pre", "10 que entra con el capillo sale con la mortaja"; negacion de
las influencias educativas, etc.
Pedimos al lector repase esos pasajes, asi como otros posteriores
en que se trata del caracter (en el capitulo V, en el apendice II, etc.),
pasajes que no transcribo aqui, por extensos. AlIi se ve como las ambiguas cuestiones sobre el caracter engendran la confusion, por el
siguiente proceso.
EI autor ha sostenido que los actos del hombre son consecuencia
necesaria del modo de ser de este (0perari sequitur esse), 10 cual es
una aplicacion del principio de causalidad. Todo esto sufriria excepcion si el hombre, alguna vez, cometiera actos que no estuvieran de
acuerdo con su modo de ser; luego no los comete ; luego ese modo de
ser 0 caracter es invariable; luego nada puede modificarlo, etc. Se ve
como el paralogismo ha sido engendrado por la ambigiiedad del ter·
mino caracter, que puede querir decir, ya la manera total de ser del
ser, ya una simplificacion, esquematizacion 0 idealizacion de esa manera
de ser. Para comprender mejor esto, pongamos un ejemplo.
Supongamos que yo parto del principio de que las manifesta·
ciones meteorologicas de una regIOn son una consecuencia necesaria
del clima de esa region. Entendiendo l~ palabra clima en el senti do
amplio, el principio es verdadero. Tan verdadero, por 10 demas, que
es puramente verbal: una tautologia.
Supongamos una region como 1\.lejandria, donde las condiciones
climatericas son tales, que solo puede llover en rarisimos casos. Si yo
quisiera aplicar la anterior proposicion al caso de la lluvia en ALe-
�jandria, diria que, a consecuencia del clima de este lugar, solo puede
llover alli raras veces: es una verdad.
Pero supongamos que yo razonara asi: el clima de Alejandria es
seco pOl' naturaleza; luego, si es un clima seco, alli no puede llover.
Mi absurda conclusion depende de que he simplifieado 0 esquematizado el clima de Alejandria. Pues bien: exactisimamente el mismo
paralogismo es el que se comete cuando se dice: el canicter de tal
hombre es bueno; luego, no puede cometer un acto malo; tal hombre
es ladron, luego tiene que robar; es avaro, luego no hay que esperar
de eI una limosna, etc. "Seco", "bueno", "ladron", "avaro", son simplificqeiones. Seeo, tomado con absolutismo, seria un clima ideal (0
mejor, ficticio) de Alejandria, y no el clima real; como bueno, ladron,
avaro, entendidos a 10 Schopenhauer, son caracteres ideales 0 ficticios,
no reales, de individuos.
En realidad, hay hombres que rob an casi siempre; otros que a
veces rob an y a veces no; otros que no roban casi nunc a, y tambien
otros que no roban nunca; como hay climas en que llueve casi siempre;
otros en que llueve una veces y otras no; otros en que no llueve casi
nunca, y, tambien, otros en que no llueve jamas. Pero la asercion de
que los fenomenos meteorolOgicos dependen del clima, y la asercion
de que los actos dependen del caracter, no es mas ni menos verdadera
en unos que en otros, de todos esos casos. Puede un hombre ser bueno
a veces y otras malo, 0 mejor, obrar a veces bien y otras mal, como
hay paises en que llueve a ratos y en otros sale el sol, sin que el
principio de la causalidad, el "determinismo" (D) que Schopenhauer
sostiene en su libro, sufI'a excepcion.
El paralogismo podria continual' y agravarse, en esta forma: el
clima de Alejandria es naturalmente seco; sus manifestaciones tienen
que responder a su naturaleza, en virtud del determinismo; luego,
aunque se realicen obras, plantios, etc., no se puede modificar el clima
de Alejandria en el sentido de hacerlo mas humedo. Este paralogismo
es el de Schopenhauer, cuando niega, en nombre del operari sequitur
esse, la influencia de la educacion. Excuso demostraciones.
Asi es como "el espurio del caracter" engendra estados del mas
confuso ilogismo en las mejores inteligencias. En nuestro caso, se ve
facilmente cuales problemas han sido confundidos. POl' una parte, es
el D, el de la relacion de los actos con sus antecedentes, para el cual
adopta Schopenhauer la solucion deter.minista: esto, cuando pOl' ca·
racter se entiende el modo de ser completo y real del hombre, del
cual (mas el mundo exterior, naturalmente) dependen los actos del
�hombre. Y, por otra parte, el problema que se confunde con el, es,
como 10 explicamos antes (§ 29), un © obscuramente concebido e
invertido (si los actos del hombre dependen de una parte 0 manifestacion especial de el, que seria el canicter), y tambien (todo mezclado en un estado mental indistinto) un problema ficticio ( si los
actos del hombre dependen de una ficcion esquematica, que llamamos
su caracter).
Terminamos citando, de los mismos pasajes, esta frase en que se
ve claramente el
"Es... en el caracter innato, ese micleo verdadero del hombre moral todo entero, donde residen los germenes
de todas sus virtudes y de todos sus vicios". La concepcion del nlicleo
muestra claro el
que, en ese momento, esta en el espiritu de autor,
y que interfiere con el D cada vez que se habla del caracter.
© :. ..
©
§ 33. A veces, se trata en obras sociologicas, historic as 0 de
otra indole, del canicter nacional; y a proposito de su naturaleza,
de la posibilidad 0 imposibilidad de modificarlo y de otras cuestiones
conexas, se trata, para los pueblos, problemas analogos a los de individuos, con las mismas confusiones, alimentadas por los mismos equivocos, y todavia, por la vaguedad propia de esos asuntos.
§
34. Naturalmente: to do esto no quiere decir que la confusion
debe forzosamente producirse en cuanto se habla de motivos 0 de
caracteres. Un escritor po~ria dar un sentido claro y preciso alas
palabras, sostenerlo consecuentemente, y, por consiguiente, discutir
sin confusion. Lo que queremos decir es: 1.0 que siempre seria preferible evitar esas formulas, para no crearse dificultades artificiales;
y 2.° que en la practica, esas formulas han engendrado confusiones
pululantes.
§ 35. Bouvard y Pecuchet, que, como se sabe, eran mucho mas
inteligentes de 10 que Flaubert creia, deMan, naturalmente, discutir
"la" cuestion de la libertad, y deMan, infaliblemente, plantearla con
estas formulas. Asi cometian todas las confusiones que haMan cometido los filosofos, y no cometian ninguna que estos no habian cometido. Es sorprendente: estan los dos espurios: el de los motivos y el
del caracter; el primero, con su inevitable complicacion de los motivos
mayores y men ores :
"Y Bouvard nego positivamente el libre arbitrio.
"-Sin embargo, dijo el capitan, iYo puedo hacer 10 que quiero!
Soy libre, por ejemplo, de mover la pierna.
"-No,
senor, porque tiene usted un motivo para moverla!".
�"Bouvard 10 interpelo:
"-l emil es la causa de que no de usted su fortuna a los pobres?
"El especiero, con una mirada inquieta, recorrio toda su tienda.
"-jToma!
jNo soy tan imbecil! jLa guardo para mil
"-Si fuera usted San Vicente de Paul, obraria de otra manera,
porque tendria su caracter. Usted obedece, pues, al suyo. jLuego no
es libre!
"-Es una chicana, respondio en corD la reunion.
"Bouvard se mantuvo firme, y designando la balanza sobre el
mostrador:
"-Se mantendra inerte, mientras uno de los platillos este vacio.
Del mismo modo, la voluntad: y la oscilacion de la balanza entre dos
pesos que parecen iguales, figura el trabajo de nuestro espiritu cuando
delibera sobre los motivos, hasta el momento en que el mas fuerte 10
empuja, 10 determina" (I).
Despues de este planteamiento, si Kant, Leibnitz y Spinoza hubier an entrado en la tienda e intervenido en la discusion de nuestros
personajes, no hubieran aumentado mucho las probabilidades de llegar a una solucion clara.
La confusion fundamental de las obras, generalmente, ya se revela
en el titulo, que es casi siempre la enunciacion directa 0 indirecta de
un problema. Despues,_no hay mas que hojear casi al azar para mostrar confusiones: groscras 0 sutiles, nunca 0 casi nunca faltan, y no
siempre son raras en los grandes pensadores.
Lo que sigue es un trabajo que no terminaria nunca. Yo procurare
limitarlo a una extension razonable: nada mas que 10 indispensable
para dejar bien preparada la discusion que se hara en el libro III.
§ 36. El titulo de la obra de G. L. Fonsegrive, Essai sur le libre
arbitre (2), ya implica la confusion de los problemas, dado que el autor
se propone tratar, y trata, sin distinguirlas, de todas las cuestiones
que nosotros hemos separado. Este libro comprende dos partes: una
(1)
(2)
Edicion
Charpentier.
Cito por la segunda
1904. paginas
edicion
292 y 293.
de F. Alcan.
francesa
1896.
�historic a y otra cntlca. La segunda, en la cual nos fijaremos especialmente, se abre con una definicion previa.
A este respecto, como veremos, la actitud de los diferentes autores
es distinta: muchos prescinden en absoluto de toda definicion, y as]
las confusiones se forman solas; otros adoptan una definicion clara
que corresponde a un problema; pero despues no guardan consecuencia
y discuten mas de uno; otros definen por acumulacion, haciendo en·
trar varias cuestiones en el enunciado. La transcripcion que sigue (1)
es un ejemplo de esto ultimo.
"Antes de abordar la discusion del libre arbitrio (postula que es
una cuestion), es indispensable determinar la naturaleza y la extension
del problema (del: ya da por sentado que es un problema) ...
"Llamamos libre arbitrio al poder en virtud del cual el hombre
puede elegir entre dos acciones contrarias sin ser determinado por
ninguna necesidad". En esta frase, cuando se dice: el poder en virtud
del cual el hombre puede, se piensa fundamentalmente en el problema
L @, y 10 mismo cuando se dice sin ser determinado: es evidente
que se esta pensando en la relacion del hombre con el mundo exterior
y se entiende por libre arbitrio la independencia de aqueI con respecto a este. Pero ciertas palabras de la frase traen asociaciones del
problema D: algunas (como necesidad, y la misma palabra determinado), en la forma &, y otras (elegir ... acciones contrarias) mas bien
en la forma Lili. Y preguntar "si el hombre puede elegir sin ser d€lterminado por ninguna necesidad", ya es hablar de un modo que hace
pensar confusamente, porque, si bien, en rigor, cuando se dice ser determinado por, debe entenderse que el sujeto agente que viene despues
debe ser externo y no debe ser ni comprender el mismo sujeto recipiente que es determinado, en cambio la palabra necesidad hace
fatalmente pensar en la relacion de un acto del hombre, en su determinacion, con respecto a todos sus antecedentes. Sin continuar este
analisis se ve, pues, que esta primera frase enuncia el problema
L@, con asociaciones de los problemas D. "El hombre para ser libre,
no debe, pues, ser constreiiido por nada exterior (aqui es el problema
L, clara y precisamente expresado) ; su voluntad no debe tampoco ser
la consecuencia de su naturaleza y de su caracter, como el movimiento
de una rueda es la consecuencia del movimiento de la maquina de
que esa rueda forma parte, 0 como una £lor resulta del desenvolvimiento de su tallo". (Si esta frase tiene algun senti do, 10 que podria
discutirse ann prescindiendo de las ambigiiedades relacionadas con eI
�canicter, etc., ese sentido seria probablemente este: que los actos del
hombre no dependen de sus antecedentes 0 no pueden preverse por
ellos, aunque entre ellos se tome en cuenta al mismo hombre, 10 que
dada una solucion negativa del D (& 0 L!1) que no es consecuencia
Iorzosa de la solucion afirmativa del L
que la definicion postulaba
en la frase anterior. De manera que ya la tesis que el autor llama
libre arbitrio, comprende, por 10 menos, dos creencias, de las cuales,
o podrian admitirse las dos, 0 podria admitirse la primera sin admitir
la segunda, 0 podria no admitirse ninguna)
®
Sigue el autor: "En consecuencia, la accion producida por ellibre
arbitrio debe siempre quedar indeterminada hasta el momento de su
produccion; es decir, que la accion contraria debe siempre quedar
posible; por consiguiente, ninguna inteligencia debe poder predecir
infaliblemente la accion libre en un tiempo distinto del de su reali·
zacion; ellibre arbitrio tiene, pues, por dominio la contingencia".
Aqui se trata de acciones ("la accion producida por el libre
arbitrio" la "accion libre"), y se trata de su in determinacion absoluta;
problema D, claro.
Y sigue inmediatamente este otro parrafo: "La volicion producida
por el libre arbitrio no debe poder explicarse sino por el ser que la
produce; debe ser, pues, espontanea".
Ahora es el problema L, clarisimo.
(Sigue otro parrafo que no nos interesa citar, por el cual se
atribuye alas "acciones libres" el caracter de inteligencia, ademas de
los de contingencia y espontaneidad que ya les han sido atribuidos.)
Ahora bien: en rigor logico, un escritor tendria derecho de daJ',
para el libre arbitrio 0 para cualquier nocion, una definicion acumu·
lativa como la de nuestro autor, incluyendo en la connotacion de ella
mas de un atributo de los que no deben estar forzosamente unidos:
En nuestro caso, por ejemplo, solo se llamada accion libre a la que
reuniera las tres condiciones indicadas; y se discutiria sobre todo eso
a la vez. Pensar asi seria embarazoso, expuesto a confusiones propias
y ajenas, pero, en suma, logicamente legitimo. Tal no es, sin embargo,
la actitud mental del autor. El acumula la nocion de imprevisibilidad
o contingencia a la de espontaneidad, porque cree que son insepa·
rabIes, porque cree que la primera deriva de la segunda, como, por
10 demas, 10 dice expresamente algunas llneas mas abajo, en este
pasaje que nos sera utillsimo para mostrar un estado de espiritu que
es muy comun a proposito de esta cuestion, pero que generalmente
es inconsciente, y raras veces consciente como aqui.
�"Creemos al contr ario (de Leibnitz) que si el hombre es libre,
el alma puede modificarse por si misma, y por consiguiente que el
conocimiento perfecto de su estado presente no bastani para predecir
infaliblemente todas su acciones futuras".
Expresamente se declara aqui ("por consiguiente") que el indeterminismo (problema D) es una consecuencia de la libertad (problema L). Ahora bien: esta es confusion patente. Lo que se deduce
de la libertad en el L, esto es de que el hombre obre por si mismo,
de que sea causa de sus actos, es la imprevisibilidad de sus acciones
si se prescinde de el, 0 sea la imprevisibilidad relativa a que se
refieren los problemas L'. Pero si en vez de tratarse de esa imprevisibilidad relativa, se trata de la absoluta, el indeterminismo no es una
consecuencia de la libertad; el mismo autor, unas lineas antes, nos
decia que la volicion libre se explica por el ser que la produce; y los
deterministas dirian que precisamente por eso, porque se explica, se
puede 0 se podria teoricamente predecir.
En la misma pagina (308), insiste el autor en su confusion
expresa: "Con la humanidad entera, hacemos de la expresion accion
libm el sinonimo de accion independiente
(L). Solo que deducimos
de la independencia la imprevis;;bilidad (D) .... ", etc.
Estas ultimas citas nos mostrarian, pues, si ya el lenguaje empleado en la misma definicion no nos 10 hubiera revelado desde el
principio, que la acumulacion de mas de un problema en la definicion,
es confusion y no metodo. Entonces, despues de una definicion semejante, podra un libro traer much as cosas valiosas: erudicion, pasajes
utiles aqui y alla, buenos argumentos parciales; pero el todo sera
fatalmente, necesariamente, confuso, impreciso, falso.
Y asi es: repasamos el libro, y los siguientes pasajes nos dan una
idea del estado de confusion del autor, que pasara a ser el del quie
lea un libro de ese genero.
Pagina 311 (planteando la tesis del determinismo): "Nada es
dueno de si en el universo, nada es libre, todo 10 que sucede dehe
suceder". La estructura de esta frase presenta como equivalentes las
tres afirmaciones que contiene, en la primera de las cuales, sin embargo, se trata claramente del problema L (en la segunda, parece
que del mismo), y, en la tercera, evidente del problema D.
Pasajes como el anterior, como el que contiene la definicion, y
otros mas citados antes, se encuentran raramente, porque no es natural
en los escritores el estado de espiritu que presuponen estos saltos
bruscos de una cuestion pensada y eXIJresada claramente a otra cues-
�tion distinta, tambien pensada y expresada claramente. Lo comun es
que las cuestiones confundidas esten, no como distribuidas por capas,
sino mas mezcladas. Vease 10 que sigue (pagina 311) :
"Fatalistas,
conclusiones,
determinist as, estan,
cualesquiera
efecto: l que me importa
de
sean sus divergencias
acuerdo
sobre
las
de doctrina;
en
que la necesidad que me encadena venga
de adentro
0
exterior
por un determinismo
0
pues,
de afuera, que yo sea ligado (attache) por un fatalismo
interior?
l Estoy por ello menos
ligado ?"
Hay aqui una confusion inmensa; y el lector ya ha de estar preparado para verla: el espiritu del autor no se coloca bien, clara y
permanentemente, ni en el punto de vista de los seres, ni en el punto
de vista de los actos. Analicemos: comparando 10 que el llama fatalismo con 10 que eI llama determinismo, siente que hay algo que
queda igual en las dos doctrinas; y, en efecto, tiene razon: hay algo
que queda igual, y es el ser mi acto (mi acto; no yo) tan determinado
en el primer caso como en el segundo. Pero, como hemos explicado
en el parrafo 5, hay tendencia a hablar de actos libres y no-lib res,
y a llamar actos no-libres a los actos que se explican por todos sus
antecedentes, 0 sea a los actos determinados. El autor pasa de este
senti do, al otro sentido en que se puede hablar de actos no-libres,
esto es: al de actos no ejecutados libremente; y por esto piensa y habla
de un ser no libre, de un yo encadenado, ligado. Es claro que no
tiene sentido hablar de un ser, de un yo, encadenado por un determinismo interior; 10 que tiene sentido, es decir, que los actos de ese
yo (algunos de ellos) obedecen (por 10 menos en parte) a un determinismo interior al ser que los produce, y no puramente exterior a
el. En ese caso, el ser, el yo, es libre, y el acto es determinado. Yo, no
estoy encadenado, ligado, forzado, ni nada semejante; y el autor ha
sido llevado a emplear estas expresiones por su estado mental confuso.
Hojeando, veo pasar por las paginas 409 y 410 uno de los ©
(seria infinito citarlo todo) ; por la pagina 411, el espurio del caracter,
y subrayo esta frase caracteristica: Hay, por consecuencia, en el canicter de todo hombre, algo que viene verdaderamente de el (!). Por
la pagina 423 desfila el de los motivos, con una distincion entre la
hesitacion y la deliberacion, en que aparece la balanza, y que termina,
naturalmente, por la confusion de siempre: "Veamos ante todo si hay
en la decision algo que sea verdaderamente nuestro, y que merezca
ser llama do voluntario y libre". Demuestra que si, 10 que es facil, y
�estas demostraciones Ie producen sensaClOn de evidencia en favor del
indeterminismo, como si se tratara de la misma cuestion.
Pagina 430: " ... las conclusiones posibles son mas 0 menos probabIes, pero ninguna es necesaria. El ser razonable se siente entonces
indeterminado: es en eso en 10 que consiste la materia de su independencia y de su libertad. Despues siente que es el mismo el que hace
cesar la indeterminacion, y siente entonces el acto de su libertad".
Parrafo en que es permanente la confusion de cuestiones L y cuestiones
D, en forma tal que todo analisis seria artificial.
mga
smo
pre·
'a y
llnto
rata·
que
algo
lado
cado
~res,
I sus
este
bres,
.abla
e no
eter.eter·
lor a
[),no
'I'
ha
fuso.
s©
ieter,
!l .;a· POl'
re la
nina,
i hay
rezea
eil, y
Pagina 434: " ... El hombre, pues, se siente libre y se cree libre.
Rompe pOl' si mismo indeterminaciones; nada fuera de el puede rom·
perlas, porque esas indeterminaciones tienen lugar en la parte inma·
terial de su ser ... " Este pasaje es mas interesante que los anteriores,
porque, en vez de dos fundamentales, son tres los problemas que se
mezclan y que en el espiritu del autol' son "el problema" de la libertad: el L, el D, y, como se ve pOl' el fin de la cita, tambien @, 0
sea el de las relaciones de la conciencia con el cuerpo 0 con el mundo
material.
Este problema@,
como he dicho, tiene relaciones con los otros,
pero es distinto. Los autores, muy a menudo, no 10 distinguen y 10
mezclan con las cuestiones sobre libertad y sobre determinismo. EI
parrafo citado es un ejemplo. Vease este otro (pagina 449), donde
hay evidente confusion entre el mismo @ y el L: "l Cual es, pues,
la causa de que ningun hombre sensato tenga a Victor Hugo y a Newton pOl'puros automatas (el autor ha estado discutiendo el @, y todavia piensa en este problema), y de que, sobre todo, nadie consentiria en
ser tenido en concepto de tal pOl' los otros hombres? Es que todos
sentimos en nosotros algo de puramente nuestro (ahora se ha pasado
al L), el placer, el dolor, la sensacion, la imagen, la idea, y, para
nombrarlo con una sola palabra, el pensamiento".
Paginas 451-52: "Creemos, pues, poder concluir: nos creemos y
somos lib res, nuestros actos dependen de nosotros (L), nuestro caractel' entra como factor en la constitucion de nuestros actos (espurio),
y nosotros mismos, porIa
actividad racional que somos, entramos
como factores en la formacion de nuestras ideas (?), en la resolucion
de las determinaciones (el D, que predomina ahora) que sentimos en
nosotros, y pOl' eso mismo tambien en la constitucion de nuestro propio
caracter (espurio). Asi, todo 10 que en nosotros se eleva sobre las
pasividades (en oposicion de las cuales piensa e1 autor en actividad:
L) organicas y sensibles sin elevarse hasta la certeza absoluta y nece·
�saria (cuestiones D, que pasan otra vez) del conocimiento racional,
es decir, como 10 habia visto Aristoteles, el medio en que se encuentran y coinciden nuestras dos naturalezas (aqui parece que pasa algo
que tiene que vel' con el @) , todo eso forma la materia indeterminada
y c.ontingente (D) donde se ejerce nuestra libre voluntad {@)))".
Una vez mas: cuando, al analizar uno de estos parrafos, nos refe·
rimos a los distintos problemas que el autor confunde, y 10 hacemos sea
dando una explicacion, sea limitandonos, pOl' brevedad, a poneI' entre
parentesis el simbolo del problema, no queremos expresar que en esa
frase el autor piense clara y precisamente en ese problema exclusi·
vamente, y que en la frase siguiente pase a pensar en otro, y asi sucesivamente. Ya hemos dicho que este caso no es comun. POl' 10 general,
sobre todo el pasaje £Iota una bruma hecha de asociaciones de los
distintos problemas, sin perjuicio de que, a menudo, predomine en
unas partes la concepcion de uno y en otras la de otro; es como si de
un mismo lugar, pOl' ejemplo, de un jardin, se desprendiesen varios
perfumes: a veces nos vendrian todos mezclados; otras, diriamos que
pre domina el de las rosas 0 el de las violetas, sin perjuicio de sentirse
los demas; en ciertos momentos podriamos tambien decir que nos
llega uno solo... Esta comparacion, bien impropia, puede, sin embargo, hacer comprender que es 10 que pretendemos cuando, en un
punto del pasaje, anotamos el simbolo de un problema. Entiendase,
pues, todo, con cierta vaguedad, como es de buena psicologia. Lo
que queremos es, unicamente, mostrar como se tratan estas cuestiones;
que estado de confusion mental es el habitual en los que creen resolverlas y en los que creen comprenderlas.
Continuo citando: "El determinismo (pagina 508) nos parece,
pues, deber, poco menos que fatalmente, inclinarse al pesimismo ...
Un hombre bueno es bueno como una buena maquina 0 un buen
uti!, 0 si se quiere, como una planta benefica 0 un caballo excelente;
pero no es ya la causa de su bondad". Siempre a causa de la misma
confusion entre L y D, el autor saca (al fin de su frase) la consecuencia
de la solucion negativa del L (comparando al hombre a una maquina,
y diciendo que no es la causa de su bondad), y atribuira, y hani que
el lector atribuya esas consecuencias al determinismo, que en rigor
de terminos seria una teoria relativa a otro problema; y asi la confusion se mantiene a si misma, y se extiende.
Algo absolutamente igual ocurre con este pasaje (pagina 552) :
"Es claro que un determinista eonvencido, pintor, eseultor, poeta, 0
novelista, no podra representar mas que hombres esclavizados".
�§ 37. La parte historica del mismo libro, esta tambien, natu·
ralmente, llena de ejemplos de confusiones (a veces las del autor se
complican con las de los filosofos a quienes cita 0 juzga) .
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Pagina 22: "Acabamos de hacer presentir ya que Aris'toteles
acuerda al libre arbitrio una parte mas grande que Socrates y Platon.
Observa los hechos de mas cerca; esta habituado a las mas delicadas
observaciones psicologicas no menos que alas especulaciones meta·
fisicas mas elevadas. Ahora bien: es muy dificil a un observador atento
de la conciencia humana no descuhrir en ella la creencia en un poder
(pouvoir) del hombre sobre sus acciones (problema L). Aristoteles
cree, pues, en un poder (puissance) del hombre (sigue el L), en una
cierta in determinacion de los actos (el problema D, como si fuera
el mismo), en un libre arbitrio (expresion que designa a la vez la
solucion libertista del problema L y la indeterminista
de] problema
D; luego, confusion absoluta).
"Asi, no se puede casi negar que Aristoteles haya creido en el
poder (puissance) del hombre sobre sus acciones (L), en una eleccion
libre, imposible de determinar y de prever" (D) (pagina 29).
Nota. - Las confusiones del autor son, a menudo, mucho mas
groseras que las de los filosofos que analiza. Esto se ve a proposito
del mismo Aristoteles, y mejor todavia, naturalmente, a proposito de
los filosofos modernos que han pensado con mucha claridad y profundidad sobre estos problemas, como Leibnitz. Asi, cuando el autor
confunde el Leon el D, es, generalmente, pensando el L sin retroaccion, 0 con poca. Este es el caso en que la confusion es grosera .
No asi cuando se piensa el problema L con retroaccion, porque, como
ya 10 hemos sugerido en otro lugar, la retroaccion plantea el D, 0, en
todo caso, cuestiones con el relacionadas. Ademas, cuando se piensa
el L con retroaccion, decir que el hombre tiene "poder sobre sus actos", que es "el padre de sus actos" 0 "la causa de ellos", puede
implicar, en el espiritu del que asi piensa, la cuestion de los comienzos
absolutos, que es una de las formas 0 variantes del D.
Pagina 57: " ... el destino admitiria entonces (segun Seneca) una
cierta ambigiiedad (D); pero se ravisse en seguida y nos muestra la
realizacion de la condicion comprendida, tambien, en la orden del
destino, de manera que ninguna ambigiiedad (sigue el D, en su misma
forma L!h) queda subsistente. No somos, pues, independientes". (Ahora
es el L! Notese el pues, que muestra 10 enorme de la confusion.)
�Pagina 70 (resumiendo a Alejandro de Afrodisia) : "no se puede
negar tambien que haya contingencia en las cosas. Sin duda el fuego
es necesariamente caliente y la nieve fria necesariamente; pero, (,es
necesariamente como el hombre esta sentado 0 de pie? Evidentemente
no. (,Quien no ve que puede levantarse cuando esta sentado, y que
puede sentarse cuando esta de pie?" (Confusion inanalizable de las
cuestiones sobre contingencia, ya muy confusamente concebidas, con
la del poder del hombre para obrar sin causa de accion exterior en
un momento dado.)
El siguiente pasaje de la pagina 209 es muy significativo. Lo cito
por eso, aun cuando es posible que el lector, para comprender bien
mi analisis, necesitara leer el capitulo dedicado a Leibnitz: "Es, pues,
verdadero decir que Leibnitz, queriendo solamente rechazar la libertad de indiferencia, acabo por rehusar al hombre todo poder efectivo
sobre sus determinaciones". Claro es que 10 que Leibnitz suprimio (al
analizar a fondo la nocion de contingencia), no fue el poder del hombre sobre sus determinaciones, sino la ambigiiedad de esta determinacion, 0 sea su posibilidad en mas de un sentido. El autor confunde
siempre las cuestiones D y las cuestiones L, por 10 cual cuando juzga
suprimido el indeterminismo (D) juzga suprimida la libertad (L).
Excuso mas citas de esta obra, asi como emplear el otro procedimiento para mostrar confusiones que consistiria en citar separadamente pasajes en que se toman los terminos en un senti do y despues
otros en que los mismos terminos se tom an en sentido distinto.
Voy a segregar, sin embargo, una cita que va a servirnos de
ejemplo de una de las formas mas comunes de confusion.
§ 38. En el capitulo dedicado a Descartes, hay (paginas 151 y
152) unas citas de este filosofo. Entre esas citas estan los siguientes
pasajes:
"Porque ella (la libertad) consiste solamente en que nosotros
podemos hacer una misma cosa 0 no hacerla, afirmar 0 negar, perseguir 0 evitar una misma cosa".
"0 mas bien consiste solamente en que, para afirmar 0 negar,
perseguir 0 evitar las cosas que el entendimiento nos propone, obramos
de tal manera que no sentimos que ninguna fuerza fuerce (constraigne)".
Y sigue un tercer pasaje en que Descartes identifica la libertad
con el poder de obrar bien.
El autor del libro percibe facilmente que hay en Descartes confusion, porque el ultimo de los tres pasajes (el que no transcribo)
�~ro, ;,es
temente
, y que
, de las
las, con
'rior en
Lo cito
er bien
s, pues,
a libel'~fectivo
mi6 (al
~lhom.etermi'nfunde
[)juzga
Id (L).
proceparadalespues
to.
nos de
; 151 y
uientes
osotros
per-
11',
negar,
bramos
(cons-
es conlcribo)
se refiere a una cosa distinta de los otros. Llega tambien a hacer notal'
que el segundo pasaje "restringe el libre arbitrio a la ausencia de
coercion (contrainte}", y 10 juzga pOl' eso como no cquivalente al
primer pasaje, y menos amplio que el. Pero 10 que, naturalmente, no
ha nota do, es que ese mismo primer pasaje ya es en si ambiguo, y
debe, si no tal vez en rigor logico (porque podria darsele en sentido
univoco estableciendo convenciones expresas sobre el significado de
Ios terminos) pOl' 10 menos psicologicamente, provocar y mantener
una confusion. Tratemos de hacer este analisis, que es sutil y dificil,
pero muy importante, porque, como iremos viendo, la frase es tipica;
algo asi como una formula general de las confusiones mas comunes.
Si "nosotros podemos hacer una misma cosa, 0 no hacerla".
Cuestion ambigua, pOl' esto:
Al decir nosotros, ese nosotros (0 cualquier otro sujeto que se
tome para la frase: yo, tn, el, el hombre, un hombre, etc.), ese sujeto
es un ser que tiene 0 es fuerza. Al considerarlo como sujeto, adoptamos
el punto de vista individualizante, que consiste en considerar los actos
del sujeto con relacion, solamente, a los antecedentes exteriores al
sujeto (L'). Si pensaramos asi con perfecta claridad y pureza, y si nos
mantuvieramos consecuentes, esta cuestion seria simplemente el problema L', equivalente al L, y entonces, el primer pasaje de Descartes
equivaldria justamente al segundo.
Pero hay dos causas para que el pensamiento del lector, al leer
esa frase, ni piense con claridad y pureza ese punto de vista solo, ni
se mantenga consecuente en un mismo punto de vista.
La primera resulta de la ambigiiedad del verbo poder, que, en
cierto sentido, significa capacidad (grna que puede levantar cien toneladas; reverbero que puede hacer hervir un litro de agua) ; en otro
sentido, indica posibilidad 0 contingencia; y este segundo senti do 10
tiene, ya exclusivamente, ya mezclado con el anterior ( noviazgo que
puede romperse, navio que puede naufragar).
La segunda causa viene de la forma disyuntiva, que provoca la
idea de contingencia 0 ambigiiedad de posibles, y viene asi a reforzar
a la anterior. La presencia de esta idea de contingencia significa que,
ademas de la cuestion anterior, pensamos en una segunda distinta;
que al mismo tiempo que pensamos en si los actos del sujeto dependen
o no de los antecedentes que no son ese sujeto (cuestion de la libertad
de ese sujeto: L' 0 L), pensamos tambien en si los actos, de ese sujeto,
son 0 no posibles en mas de un sentido (D).
A cada momento encontraremos en adelante esta formula ambigua.
�No la inclui entre los problemas espurios, porque, en esta, la confusion
es menos fatal y podria evitarse lOgicamente; pero de hecho, es todavia mas comun que la que engendran aquellas.
§
39.
Otra clase de libro:
un "texto", el de Rabier.
La cuestion se plantea en las paginas 537 y 538 (I), Y se discute
en las siguientes. Veamos la entrada en materia:
Ya, en el titulo del capitulo (XXXIX), se ha sentado en principio
que. se trata de una cuestion. EI titulo es este: LA LIBERTAD
- CRiTiCA
DELDETERMINISMO.
Y, en la tercer a linea, se menciona "la cuestion
de la libertad". Ya queda, pues, convenido desde ese momento, que
hay una euestion que tiene dos soluciones: una que admitira la libertad, y otra, el determinismo, que el autor va a criticar.
En ese estado de espiritu, el lector lee 10 siguiente: "Pero ahora,
esa libertad (la de perfeccion), que es un fin, leI hombre tiene en SI
el medio de tender a ella? (2) Entre ella y su contrario, les eI capaz
de elegir? (Bien pronto, como se ve, nos encontramos con la formula
que acabamos de analizar hace un momento. La confusion se va estableciendo.) lO bien no puede mas que asistir, testigo inerte e im potente, al conflicto de la razon y de las pasiones, y ceder docilmente
al vencedor, sin jamas contribuir a la victoria? (Desde ese momento,
desde que se ha lei do esta frase, todo esta perdido!! Ya el lector
queda entendiendo que, en la cuestion, hay una solucion determinist a
que, en oposicion a la tesis de la libertad, sostiene que el hombre
es "inerte", pasivo, "testigo impotente ... " Ya la solucion determinist a
del problema D quedara irremisiblemente confundida en su mente
con la solucion inertista, con la solucion inertista extrema del problema L. Agreguese, todavia, que a clausula tiene pOl' sujeto a "el
hombre"; pero despues habla de la razon y las pasi~nes como de cosas
exteriores a ese sujeto que asiste, cede y jamas coniiibuye a la victoria,
10 que muestra que el sujeto en cuestion, desp~s de haber empezado
pOl' ser el hombre, ha pasado a ser una parte del hombre; seguramente
la voluntad: de modo que tambien hay confusion entre L @ y L @ ).
Sigue el autor: "He aqul el problema" (siempre uno) "TESISOPUESTAS
DELDETERMINISMO
Y DELLIBREALBEDRio"(como titulo de un §: la
confusion se confirma). "Precisemos en cuanto sea posible el objeto
(1)
ELiE
RABIER,
Le~olls de philosophie, psyehologio. 4me edition, Paris, Hachette, 1893.
(2)
Traduzro
cOl1servando
la construccion
francesa
de esta frase, que cs un solecismo
en nuestro idion13, para no alterar psicologicamenlc
cI pasaje.
�del debate. Al preguntar si el hombre tiene la libertad, queremos
preguntar si el hombre "tiene el poder de hacer 10 que no hace y de
no hacer 10 que hace" (cita de Condillac: vuelve nuevamente aquella
formula ambigua; la confusion aumenta). Pero, para mas claridad,
opongamos una a la otra (la polarizacion historic a del problema en
forma dilematica) la tesis determinista (negacion de la libertad) (el
autor, con este parentesis, cierra toda puerta para escapar a la con·
fusion) y la tesis del libre arbitrio: 1.0 en el orden psicologico 0 subjetivo, 2.° en el orden objetivo, 3.° en el orden logico.
o.cipio
RITICA
estiolt
que
liber-
1,
ahora,
: en Sl
capaz
rmula
1 esta'
impomente
nento,
lector
linista
ombre
linista
mente
I pro-
a "cl
~cosas
ctC'ria,
lezado
mente
~@).
UESTAS
§: la
objeto
1.° DESDEEL PUNTODEVISTASUBJETIVO.
Tesis determinista: DadO'
un estado del alma (motivos y moviles), no hay para la voluntad mas
que una solueion posible". (Suprimo, pOl' sencillez y brevedad, la
emmciacion de la tesis opuesta; la que he transcripto, que pretende
ser la determinista, pareee ser la negativa 0 inertista del emboite de
la voluntad planteado en su variante equivalente L' @ (1), pero con·
fundido con el D, puesto que se plantea la cuestion sobre posibilidades
en uno 0 mas sentidos. Aqui hay una cuestion muy sutil: podria emplearse la expresion del texto, en rigor, si ella quisiera decir sOlo que,
siendo la voluntad inerte, no activa, los actos de la voluntad son determinados pOl' 10 que no es la voluntad, y que, si ocurriera 10 contrario,
si la voluntad fuera activa, sus actos, como no serian totalmente
determinados pOl' 10 que no es la voluntad, quedarian, aun dado un
mismo estado exterior, posibles en mas de un senti do ; y, al decir
posibles en mas de un sentido, entenderiamos referirnos no a una
posibilidad absoluta y real, sino a esa otra aparente posibilidad en
mas de un sentido que resuha de la ignorancia 0 faha de datos completos sobre los antecedentes, como cuando yo digo que es posible
que llueva hoy, que tambien es posible que no llueva, con 10 cual nO'
quiero decir que son realmente posibles en si una cosa y otra, sino
que 10 son relativamente, para mi, pOl' faha de antecedentes. .. Pero,
aunque se pudiera, pOl' convencion, expresar asi un problema L'
cualquiera, ese sentido convencional no se sostendria un momento;
seria psicologicamente inestable. Lo que digo, tan sutil y teorico, seria
para el caso de que el autor hubiera pasado conscientemente todO'
eso; de hecho, esta de mas, pues el autor se expresa en la forma en
que 10 hace, simplemente pOl'que su pensamiento no es claro. Seguimos
citando) : 2.° "DESDEEL PUNTODEVISTAOBJETIVO.
Tesis determinista:
(1)
Pi do que se vea el cuadro, pagina
de otro modo tendria que complicar tanto
escribir iotcligiblemcolc.
68, me es necesario
referirme
a Cl a menudo;
cada explicacion
que casi me seds imposible
�'''Todos los acontecimientos futuros son, sin excepcion, predeterminados
pOl' el estado presente del Universo. - Tesis del libre arbitrio: EI
porvenir no es en su totalidad predeterminado pOl'el presente, y ciertos
acontecimientos futuros, a saber: los que dependen de la voluntad,
son ambiguos 0 posibles en diversos sentidos". Ahora el problema, "La
cuesti6n", es exclusivamente el D (enunciado &); y la confusion
queda establecida definitivamente, sin remision. El lector queda pen·sando, pseudopensando, como el autor, que la primera de estas tesis
equivale a aquella otra anterior de que el hombre es pasivo e inerte,
simple testigo, etc., 0 que, en el mejor de los casos, esta ultima es consecuencia necesaria de la primera; y ya, sobre este asunto, no podni
pensar con claridad, nevermore.
Sigue una nueva enunciacion de las dos tesis desde el punto de
vista logico, a proposito de la aplicacion del principio de contradiccion
alas proposiciones relativas a hechos futuros concernientes a la voluntad. Esta enunciacion, tomada de Aristoteles, es, como la anterior,
un planteo claro del D L]1. La confusion se consolida, si aun es posible. Despues, en los dos capitulos que dedica a "la cuestion", el autor
no hace mas que pasar de un sentido a otro de los terminos, confun.dirlos, mezclarlos, y produce el mas raro efecto el trabajo de su talento
claro, metodico y bastante esquematico, sobre esa materia confusa,
toda pastosa de confusion.
Asi, hay momentos en que discute problemas de la formula L;
pOl' ejemplo, en la pagina 579: "Cuando un hombre esta en las tinieblas, sin saber a donde iI', permanece inmovil. La luz se hace; el
ve su destino, su camino, marcha. Pero, les la luz la que ha puesto
'en movimiento sus nervios y sus musculos? Asi, el motivo hace el acto
de la voluntad, posible, inteligente; no 10 produce". Esta defendiendo
.aqui la actividad de la voluntad; trata del L @. "Pero los deterministas instan: olvidais que alguna inclinacion se mezcla siempre a
nuestras ideas, algun movil a los motivos. Ahora bien; si la idea es
simplemente representativa, la inclinacion, seguramente es motriz: es
ella la que fuerza (entraine) a la voluntad". Sigue, pues, discutiendo
la cuestion de la actividad 0 pasividad de la voluntad. Mas abajo: "los
determinist as deberian probar que la voluntad cede siempre a la indinacion mas fuerte; en el cual caso se seguira, en efecto, que la voluntad es inerte y no posee ningun poder automotor". De manera que,
aqui, el problema es, para el autor, el L @. Lo mismo en la nota de
la pagina 550, que trae esta cita de W. James: "Cuando fuerzas extel'iores obran sobre un cuerpo, decimos que el movimiento result ante
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sigue la linea de fa menor resistencia 0 de la mas fuerte traccion. Para
simbolizar el drama mental en terminos de mecanica, el determinist a
dira que la voluntad sigue la linea de menor resistencia 0 de la mayor
atraccion. Pero es un hecho curio so que nuestro lenguaje espontaneo
no sea de ningun modo compatible con esa ley. En todos los casos
dificiles, 10 que parece al agente es que esta en presencia de una linea
mas dificil que otra, y que Ie ofrecia menos resistencia, aun en el
momento en que ha elegido esta otra. EI hombre que, bajo el bisturi
del cirujano, reprime gritos de dolor; el ciudadano que se expone al
ostracismo pOl' deber, siente que sigue la linea de la mayor resistencia
en ese momento. Habla de vencer, de sobrepujar (surmonter) sus impulsiones y sus tribulaciones. Pero el perezoso, el ebrio, el cobarde,
no tienen costumbre de hablar de su conduct a de esa manera; no
dicen que resisten a su energia; que sobrepujan a su voluntad; que
dominan su valor; y asi en los demas casos". Siguen mas consideraciones en el mismo sentido, que no transcribo pOl' no hacer mas
extensa la cita, y esta termina asi: "La unica definicion de la accion
moral conforme con las apariencias es, pues, esta: la accion en la
linea de la mayor I'esistencia". Es clarisimo que aqui se trata de un
problema L; en especial, de un L ©' indudablemente el ~, que es
el que debia plantearse un espiritu que .mira las cosas desde un punto
de vista tan vital y concreto como James. RabieI', pues, al hacer esta
cita, piensa el problema de la libertad como un problema L. Lo mismo
en este pasaje (pagina 557): "De hecho, los hombres creen en su
libertad, y se atribuyen, con razon 0 sin ella, el poder de elegir entre
varias resoluciones, permaneciendo los mismos los antecedentes". Se
ve, porIa expresion, que se trata de los antecedentes exteriores al
hombre (puesto que el hombre se ha constituido en sujeto y ya no se
toma en cuenta a el mismo como antecedente de cada acto suyo) ; se
trata, pues, mas 0 menos claramente, de un L, 0, 10 que es 10 mismo,
de un L'. Y asi en muchisimos otros pasajes. Entre tanto, en otI'os, se
trata patentemente del D. Y en casi todos, de mas de uno a la vez, confusamente. Inutil hacer mas citas.
los
§ 40. La Science Positive et fa Metaphysique, de L. Liard (I),
trae un capitulo sobre "La Libertad". Vamos a recorrerlo.
En el primer parrafo (pagina 381) se plantea la cuestion: " ... En
�este caso (si la actividad consciente esta limitada a seguir el desenvolvimiento de los fenomenos en el espacio y en el tiempo, a medirlos
y a unirlos por los lazos de la causalidad y de la substancia), como la
aparicion de los fenomenos no depende de nosotros, y como tambien
se imponen a nosotros las leyes conforme alas cuales los unimos, la
impulsion y la direccion de nuestra actividad vendrian de afuera
(l como esta pensada esta ultima frase?: del sentido general de los
primeros parrafos, se desprende que con retroaccion; por consiguiente,
cuando dentro de un momenta se pasa al problema D, como vamos
a verlo, la confusion no es tan grosera. Pero, como no se ha expresado
si se piensa con retroaccion 0 sin ella, ya hay confusion forzosa y con·
siderable: ya esta sugerida allector la creencia de que hay, sobre este
problema, una teoria; teoria contraria a la libertad, que sostiene que
1a impulsion y la direccion de nuestra actividad vienen de afuera;
y 10 natural es pensar esto sin retroaccion. El lector ha pensado, pues,
en la solucion inertista del L
Sin emb argo (sin embargo: luego
10 que sigue va a oponerse a 10 anterior), verdad 0 ilusion, nos parece
que nuestra vida consciente no esta regida (reglee) de una manera fatal
(este termino fatal, rico en ambigiiedades, se entiende aqui como forzoso, necesario; sugiere una cuestion D, y, por consiguiente, ya la confusion se esta haciendo; esta confusion es menor en el pensamiento
del aut or, que piensa el L con retroaccion generalmente, pero grande
en el del lector, quien ya esta pensando mas 0 menos vagamente en la
oposicion del determinismo (D) y la libertad (L). Sin emb argo, es
posible que el lector haya entendido la expresion reglada de una manera fatal, como equivalente a reglada de una manera neccsaria por el
exterior, 10 que seria posible, en parte por la vaguedad del mismo
termino, en parte por la significacion recipiente que da a la frase
el pasivo "reglada"; en este caso, podria el lector estar todavia pensando solo en cuestiones L, pero bien pronto va a establecerse resueltamente la confusion) y que a veces se dirige (nuestra vida consciente)
hacia fines puestos (poses) por ella misma" (sigue el L) .
® ).
"l Todas nuestras acciones son fatalmente determinadas? lLas
hay libres? l Se encadenan mecanicamente las unas alas otras como
una serie continua de movimientos, en queocada movimiento nuevo es
en todo determinado por los que 10 han precedido y por las circunstancias con que va a encontrarse, 0 bien al contrario, las hay que no
tengan toda razon de ser en los antecedentes? (Ahora, si, estam08 cIaramente en el D: se discute la relacion de los hechos de la voluntad
con sus antecedentes. El autor habla de los antecedentes en general,
�de todos, y no solamente de algunos que serian los exteriores. La
confusion, para el lector, ya esta establecida.) Cuando en nosotros un
posible abstracto pasa de la potencia al acto, (,es siempre unicamente
en virtud de su ligazon con los actos anteriores (sigue el D, claro) ~ es
a veces en virtud de una razon de otro orden y de una iniciativa que
nos seria propia?" ( ... de una iniciativa que nos seria propia. Es posible, casi seguro, que el autor escriba esta frase pensando todavia en
una forma del D; pero ya, en el mismo, hay faha de precision. Y en
quien queda definitivamente consolidada la confusion, es en el lector:
ya queda este pensando y creyendo que si los actos de la voluntad
dependen rigurosamente de sus antecedentes, entonces el hombre no
puede tener iniciativa propia; y que, para poder admitir que el hombre tiene iniciativa propia, es necesario rechazar la creencia en la
determinacion de los actos por los antecedentes; y, como ellector no
piensa con retroaccion 10 de la iniciativa propia,·o no 10 piensa exclusivamente con retroaccion, esta creencia que acaba de formarse no es
ni siquiera discutible: es una falsedad grosera).
Sigue, en el aut or, una frase que muestra como el, efectivamente,
piensa ahora el problema L con retroaccion: "en el primer caso (determinismo) la individualidad humana seria una apariencia; nuestros
aetos irian a perderse (soy yo quien subraya) por lig:zones mas y mas
lejanas, en el torrente de los acontecimientos exteriores, etc.". Se mezclan las cuestiones de retroaccion (§ § 6, 20, 21) con todo 10 que se
esta discutiendo...
Pero pronto vamos a ver como ni aun mantiene
el autor consecuentemente este punto de vista, cuando piensa en el L_
l? (,Las
as como
luevo es
circunsque no
mOB claroluntad
general,
"Pero, aunque no hubiera, en el campo de la conciencia, mas que
un solo acto substraido a la ligazon mecanica de los antecedentes y
los consecuentes, ya seria bastante para revelarnos la existencia de
una causalidad no mecanica" (pagina 306). Nueva e interesante cuestion: el autor sobrcentiende en esta frase que la afirmativa es la
solucion favorable a la libertad, en la cuestion entre la libertad y el
determinismo de que se trata en el capitulo; pero se ve que es otra
cuestion: ahora se supone que el determinismo admite que toda causalidad debe ser mecanica, y que la tesis opuesta al determinismo se
satisface con que haya casos de causalidad no mecanica, aunque sean
siempre de causalidad; de manera que ya no es el D; (,de que cuestion
se trata? de una intimamente relacionada con el @. En efecto: si
la conciencia es pasiva, si no agrega fuerza a las del cuerpo, si no
desempeiia mas que una funcion constante de epifenomeno, entonces
no hay mas causalidad que la mecanica, a la que el cuerpo esta so-
�metido; si, al contrario, la conciencia es activa, esta actividad agregada
a la del cuerpo, puede, ella, no estar sometida a una causalidad de
orden mecanico, aunque estuviera siempre sometida a una causalidad,
y, por consiguiente, fuera siempre verdadera la solucion determinista
del prohlema D. Ahora esta pensando, pues, el autor, en el prohlema
@ ; pero no, 10 que seria legitimo, consider andolo como un prohlema
independiente cuya solucion seria prep aratoria como la de una cuestion
previa, sino confundiendolo con los demas que trata como si fueran
uno solo.
(Pagina 387) : "Ateniendonos rigurosamente a la ohservacion del
sujeto, la conciencia depone en favor de la lihertad: ella nos atestigua
que tenemos la iniciativa de algunos de nuestros actos (en este momento se trata clarisimamente del L, y del L pensado sin retroaccion
o con poca, porque es asi como se plantea la cuestion la conciencia.
De manera que ya la confusion es ahsoluta: el autor no mantiene el
punto de vista de la retroaccion, que hace que los problemas L se parezcan mucho al D y tiendan, si no precisamente a confundirse con el
D, por 10 menos a plantearlo 0 a hacer pensar en el. Por esto hahiamos
anunciado que el autor no mantendria su punto de vista). A cada
resolucion voluntaria, sentimos que el partido contrario al que hemos
adoptado huhiera• podido serlo igualmente por nosotros (transicion
por la cual va pasando el pensamiento del autor del L al D). Antes
de ohrar, concehimos, en efecto, como posihle uno y otro, un acto y su
contrario (ya paso al D, en su forma L!1 relativa a la amhigiiedad de
los posihles) ... el que sera preferido no nos determinara (nuevamente
el L!) mecanicamente (involucracion implicita del @) como una
bola en reposo es puesta en movimiento por un cuerpo que la choca
(se piensa el L sin retroaccion ninguna, atribuyendose a la tesis contraria a la lihertad la solucion inertista de esc prohlema) ... ;,A que
esa concepcion de la contraria de un acto, si solo este acto era
posihle? (cuestion de posihilidades: el D). ;,A que esa lucha de
razones opuestas, si la resolucion estaha predeterminada
(D)
por
estas 0 por aquellas, excluidas las otras (nadie sostiene eso; pero
no analizo esta frase por no complicar). La verd'ad es que 108
motivos no pueden terminar ellos mismos su querella, y que nosotros
Ie ponemos fin (nosotros le ponemos fin: vuelta al L) por una razon
de fuerza irresistible: nuestra lihre voluntad (el L se piensa en forma
de un ©, que es el
puesto que el sujeto, el ser a proposito del cua]
se plantea el L, no es el homhre entero sino una parte 0 manifestacion
de su espiritu: la voluntad; esto, no muy claro, a causa de la confusion
®,
�~regada
idad de
lalidad,
minista
()blema
)blema
llestion
fueran
on
del
lstigua
te moaccion
iencia.
ene el
se pacon el
iamos
cada
lemos
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Antes
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~hoca
con-
I
l
que
era
a de
I
pOI
pero
: los
[)tros
azon
lrma
cual
.cion
lsion
que hay sobre esos motivos, por no expresarse si se los tom a en sentido
objetivo 0 subjetivo
). ;,No nos basta entonces intervenir para
romper el equilibrio
?" (sigue el L), etc., etc.
§ 41. Las dimensiones de esta obra no pueden extenderse mas
de 10 razonable, y, en este momento, 10 lamento, porque 10 mas instructivo que podria hacer seria transcribir todo el resto del capitulo,
con su analisis al margen. Este analisis mio, escrito, no podria ser muy
preciso, por el tornasoleo constante de la confusion; pero iria sugiriendo y facilitando al lector el analisis mejor que el mismo haria
pensando en este plano mas hondo don de se utiliza mas alla de 10
expresable. Podemos, sin embargo, llegar casi al mismo resultado de
la siguiente manera: yo hago el resumen esquematico de esas veinte
paginas, y, en el curso de ese resumen, hago las indicaciones fundamentales; el lector interesado en ahondar estas cuestiones, tom a el
libro del senor Liard, lee atentamente el capitulo, acompanando esa
lectura con la de mi resumen, y hara cumplidamente el trabajo, que,
ya en e1 peor de los casos, seria un buen ejercicio de logica viva.
Dando, pues, ya por leido el principio del capitulo (la parte a
que se refiere mi paragrafo anterior), entramos en la pagina 388. El
autor, que esta analizando "el testimonio de la conciencia en favor
de la libertad", dice que ese testimonio nos atestigua "la accion del
yo" (L). Que "sin la libertad esa accion seria ininteligible": esto es
cierto, y aun tautologico, si se sigue tratando del problema L, y, en
efecto, en problemas L sigue pensando principalmente el autor en este
parrafo, si bien los piensa preferentemente en forma de ©' pero no
sin que, entre la oscilacion de sentidos del L @ al L
y al L @ , tor·
nasoleen tambien cuestiones D: "Supongamtts que haya en nosotros
instintos, inclinaciones, habitos, sin una potencia superior a esas ra·
zones de obrar variadas (esa potencia superior forma el sujeto de un
©' en el pensamiento del autor: se trata, mas 0 menos, de un @ ) .
Cada uno de nuestros actos sera determinado por una u otra de esas
tendencias (aqui parece que pasara el D; se trata de actos y de determinacion de actos; pero vamos a ver en seguida de que problema se
trata realmente), y la trama continua sera, con la conciencia en mas,
semejante a la red de los fenomenos fisicos ( sigue pareciendo el D. Se
vera en seguida que no es. Habra sido, sin embargo, sugerido allector) .
Entonces, ;,donde estoy yo, en ese tejido compacto. .. Se dira que 10
que me determina son mis instintos, mis inclinaciones, mis habitos, mis
pasiones, y que asi yo soy verdaderamente la causa de mis actos? Pero
para que todo eso sea mio, es necesario que yo me 10 atribuya, y
®
�l como hacerlo si yo no me distingo de ello? (El problema es, pues,
un
el L ~, pero pensando en su forma alotropica L' ~: por eso
se hablaba antes de actos; de manera que, por ahora, el autor no es
demasiado inconsecuente, ni el fondo de su pensamiento, demasiado
confuso. Sigue el parrafo con formulas de ese problema L'
(puede
convenir ver el cuadro, pagina 68): "Si todo es determinado en m!
por inclinaciones preexistentes ... " y se continua con formulas L:
"automata consciente", "espectador inerte", "acciones en que no figuro
para nada", "papel pasivo", "mis capacidades", "acciones que correrian fuera de mi", "accion de aquellas cuya produccion no me pertenece verdaderamente", que "no es mia"; pero, de cuando en cuando,
cruza alguna expresion del vocabulario del D ("accion determinada"),
y acaba el parrafo con esta frase en que se afirma la libertad (L):
accion que "emana de mi iniciativa, de mi mismo", pero que no esta
pura de confusion, como bien 10 muestra esta otra frase anterior: "si
es mia, no esta prise en la cadena mecanica de los antecedentes y de
los consiguientes ... "; se ve que aqui hay, por 10 menos, dos confusiones: la de pensar el determinismo (problema D) en oposicion con
la libertad (problema L) , y la de dar por sentado que, en caso de haber
determinismo, este ha de ser mecanico.
©:
®
En el parrafo siguiente se exponen argumentos de los "adversarios de la libertad". Primero plantea el determinismo (D), bien, salvo
una confusion posible a causa del empleo de la expresion "nuestros
motivos". Sigue esto: " ... no obramos jamas sin poder dar cuenta de
las razones que nos han determinado a ello". Nos han determinado:
cuestion sobre libertad de seres: el L, nuevamente; en especial, un
L ©, si "razones" se entiende en sentido subjetivo, como es evidentemente la intencion del escritor. Sigue, en nomhre de los adversarios
de la libertad, distinguiendo el determinismo psicologico del mecanico,
con 10 cual se tiende a aclarar una confusion que se habia producido
antes. Se pasa a la cuestion de los motivos (paginas 390 a 391). Hay
grandes confusiones, como esta: "ella (la voluntad) es determinada
en el senti do en que se resuelve": ellector esta ya bien preparado para
notar, sin indicaciones, que aqui se aplican a un ser (aunque sea
abstracto) 10 que se ha supuesto 0 inferido para los actos.
Despues de concluir la argumentacion de los adversarios de la
libertad, el autor entra a conciliar los dos sistemas. Viene, entonces,
una parte debilisima del capitulo (paginas 393 y siguientes). Primero,
se sugiere que, en las epocas en que la historia "se desenvuelve con
lenta regularidad", no hay libertad, en tanto que cuando su curso
�Ie peruando,
ada") ,
I (L):
lr: "si
s y de
confu)n con
haber
adver, salvo
lestros
nta de
nado:
aI, un
viden:sanos
anico,
lucido
. Hay
linada
) para
le sea
onces,
mero,
e con
curso
regular se interrumpe y perturba (revoluciones), se revela una espontaneidad que se pone de traves en la corriente, en apariencia fatal,
de los acontecimientos, para cambiar su curso". Es como si se pensara
que los terremotos 0 los cataclismos geologicos, son fenomenos menos
"determinados" 0 mas "lib res" que el desgaste de las montaiias 0 las
formaciones aluvionicas. En seguida, parece sugerirse que aun aquellos
actos bruscos son determinados; y se concluye con esta frase: "No es,
pues, en el desenvolvimiento de la humanidad a traves de las edades,
donde hay que buscar la libertad" (pag. 395). Y, con esto, empieza
un paralogismo curiosisimo, que lleva al autor, defensor de la Iibertad, a irla negando, restringiendo cada vez mas: "l La encontraremos en el circulo mas restringido de nuestras relaciones con los
otros hombres, en la historia individual? Tampoco" (395); y siguen,
despues, otras restricciones.
Llamo la atencion sobre la interesantisima psicologia de ese paralogismo. Depende la confusion fundamental, de oponer (confundiendo
L y D) libertad 0 determinismo. Como eL autor, a medida que pro/undiza, va /undando mas hondamente eL determinismo
de Los actos, se
cree obligado a ir restriJngiendo La Libertad de Los seres.
A veces, para mayor confusion, cruza el @: "Se ha hecho consistir a veces la Iibertad en el poder de modificar los movimientos que
tienen lugar en nuestro organismo". Parece evidente que el sujeto de
esa frase es la conciencia. Y es efectivamente ese problema @ el que,
un momento despues, sale a £lor de pensamiento y viene a compIicar
mas de confusiones la solucion que el autor ofrece al fin. Veamos
como:
"De ordinario no se presta una atencion suficiente a ese poder de
las ideas; es, sin embargo, un hecho considerable en la historia de
nuestra vida mental, y es quiz a por haberlo desconocido y despreciado,
por 10 que numerosos sistemas han seguido un camino falso a pro posito de la cuestion que nos ocupa. Es inevitable equivocarse sobre la
libertad, negarla 0 desnaturaIizarla, si no se ha determinado de antemano todo 10 que constituye su materia. Mostremos, pues, desde luego,
que la idea tiene por si misma una potencia espontanea de realizacion"
(paginas 309 a 400) .
EI pensamiento del autor sigue, ahora, una marcha que importa
una doble confusion, que es quiza, desde nuestro punto de vista, la
mas interesante de todo el capitulo (400 a 404. Desearia que se leyeran
con atencion esas cinco paginas).
La primera confusion consiste en esto: el autor demuestra (bien,
�y con hechos bastantes)
la realidad de esa "potencia de realizacion"
de las ideas. Pero se ve claramente que eI no se da cuenta, 0, en todo
caso, no tiene presente en ese momento, que esa conocida ley psicologica de la tendencia de las ideas a realizarse, ley formulada y comprobada en el plano de la ciencia experimental, no implica solucion
alguna del problema
y puede adaptarse, tanto a la hipotesis de
la conciencia activa, como a la hipotesis de la conciencia no activa
(vease § 17). En el primer caso, esa potencia 0 fuerza de las ideas
es una manifestaciol1 de la actividad de p (fig. 4, pagina 60) ; en el
segundo caso, es manifestacion de la actividad de 0 reflejada en p
(fig. 3, pagil1a 58). El estado mental en que el escritor conduce la
discusion, 10 lleva a ir tomando las pruebas de la tendencia de las
ideas a realizarse, como pruebas 0 signos de la influencia activa del
espiritu sobre el cuerpo. Si el lector examina la conclusion final del
capitulo (fundamentalmente en la pag. 404), notara la accion para10gizante de esa confusion.
CID,
Y la otra confusion (cuando hablo de dos confusiones, y en todos
10s casos analogos, ya 10 he dicho, esquematizo. La expresion false a
el pensamiento, y el que comprende tiene que restablecerlo. Lo que
hay en nuestro caso es un tornasoleo ondeante de acepciones y conclusiones que se cOl1funden), COl1sisteen ir estableciendo una solucion
(libertad) del problema L, y servirse despues de esos hechos y arg mentos para dar por establecida una solucion (indeterminismo) del
problema D. Vease: "Nosotros estamos siempre en relacion con (no us
tenons it,) el exterior por las impresiones que nosotros (expreso y
subrayo los pronombres personales) recibimos de el incesantemente,
y por las inclinaciones que a el nos llevan (portent); sin embargo,
nosotros estamos lihertados de el". Continuamente nosotros: el problema de seres. "Terminada la crisis de que bablamos (reflexion sobre
las inclinaciones, que transform aria el mecanismo de finalidad) nosotros nos pertenecemos verdaderamente, porque podemos entonces
conferirnos la ley de nuestro desenvolvimiento". Sigue la formula del
L. Complicacion: si se pensara con retroaccion y profundamente, podria ser el it, en la relativo a los comienzos absolutos; de manera
que se va pasando mentalmente al D, pero sin mas bases que los
hechos y argumento que fundaron la libertad en el L). Sigue desarrollandose la demostracion, y su conclusion es esta: "Por la reflex ion
pasamos, pues, de la necesidad a la contingencia" (D!).
La contingencia sale aqui como de una boite it, surprise. Ninguno
de los hechos anteriores la supone; ninguno de 10s argnmentos an-
�·,
CIOn
"
todo
psicocom-
ucion
lis de
lctiva
ideas
en el
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del
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ente,
Irgo,
)bleobre
nosnces
. del
ponera
los
desKion
teriores la prueba. POl' una parte, puede el sujeto ser causa de sus
actos, sin que estos sean contingentes; pOl' otra, la existencia de la
causa final como /en6meno psicol6gico es tan compatible con el determinismo, que 10 seria con el determinismo puramente mecanico que
habria que admitir si se admitiera la solucion negativa del problema
@, en el cual caso, senciHamente, cierta actividad de cierto elemento
nervioso se manifestaria psicolOgicamente como concepcion de fines,
como voluntad de realizarlos, etc. Pero el lector que no haya hecho
las distinciones necesarias (y no las hace quien no haya empezado
pOl' distinguir bien los problemas) cae fatalmente en la confusion del
autor.
Esta continua hasta el fin del capitulo.
~ 42. La obra Le cerveau et l'activite cerebrale de A. Herzen (1) ,
trata estas cuestiones (no hay que decir que como una sola), especialmentc en el capitulo III y en el apendice de la segunda parte.
La definicion inicial es esta (pag. 156): "POI' liberal moral,
interior (de otro modo Hamada libre arbitrio), se entiende una
"facultad" que permitiria al hombre quercr una cosa mas bien que
otra, independiente de toda causa 0 motivo, externo 0 interno, que
venga a determinarlo a tal 0 cual resolucion 0 decision".
Nada mas interesante que el analisis de esta definicion. Es completamente ambigua y engloba cuestiones L y cuestiones D es una
confusion tal, que el que deja pasar la frase sin critic a ya esta condenado a no pensar claro.
"Que permitiria al hombre (se trata de un ser)...
querer
.
independientemente
de toda causa. .. que viniera a determinarlo
";
esta frase, csqueleto gramatical de la definicion, es la expresion del
problema L @; sahel' si un ser, el hombre, es independiente de causas
que dehen ser entendidas como causas que no son el homhre, puesto
que se dice que viniera a determinarlo. Se piensa, con motivo de tales
expresiones, en el problema L @.
Pero, pOl' otra parte, estas expresiones: "una cosa mas hien que
otra", "tal 0 cual resolucion 0 decision", sugieren cuestiones D sohre
la contingencia 0 posihilidad en mas de un senti do de esas voliciones,
resoluciones 0 decisiones; de esos aetos del homhre.
�Y aumentan mucho mas todavia la confusion, estas expresiones:
"causa 0 motivo, externo 0 interno".
Prescindiendo de la ambigiiedad ya analizada, del termino "motivo", he aqui como agrava la confusion el termino "interno":
En primer lugar, no se sabe si causa 0 motivo interno sera fisiologico 0 psicologico. Podria entenderse una u otra cosa. Si es fisiologico,
entonces se supone que los libre-arbitristas postulan actos independientes de las causas d"e accion organicas, las cuales, entonces, solo
pueden ser resultado de la actividad de una conciencia que no estara
limitada a ser un simple epifenomeno, con 10 cual se involucra el
problema @: cierto es que el que admita la solucion afirmativa
del @, admite la afirmativa del L @; mas no al contrario; esto, no
10 distingue el lector, de manera que es una nueva confusion. Si se
piensa esa causa 0 motivo interno como algo psicologico, sera un
estado de conciencia (probablemente de orden intelectual), y, como
se dice que ese motivo 0 causa viene a determinar al hombre, se 10
pensara, a causa de la estructura de la frase, como algo que no es el
hombre; luego, por "el hombre", se tiende a entender, no todo el
hombre, propiamente, sino una parte del hombre (puesto que se habla
de algunos de sus propios estados de conciencia como de algo que
viene a determinarlo, de algo con respecto a 10 cual es independiente)
de donde la confusion entre el problema L @ propiamente dicho
yun(Q).
En segundo lugar, como no se sabe bien de que manera ha de
entenderse esto de ser determinado por causas internas, result a que,
ademas de la tendencia psicologica de que acabamos de hablar, 0 sea
de la tendencia a pensar un (Q), la expresion produce otra tendencia:
la de pensar, no en el ser, porque no es natural pensar 0 discutir sobre
la dependencia de un ser con relacion a si mismo (en nuestro caso,
a una parte de si mismo), sino en sus actos, porque es a estos a los
que result a natural considerar en relacion con toda clase de causas,
tanto las exteriores al ser como las interiores a eI (que son parte de
el). Nueva causa psicologica para pensar cuestiones D.
iY esto no es mas que un analisis grueso!
§ 43. A cada momento siento la necesidad de interrumpir
exposicion para insistir sobre esto:
mz
Los analisis, en la forma en que Los hago, en la forma en que
forzosamente hay que hacerlos por medio del lenguaje, esquematizan,
y presentan el estado mental de confusion, distinto de lo que es en la
realidad psicoLOgica. Cuando yo muestro que una frase, como la an·
�led. fisio,siologico,
indepenIces, solo
no estara
olucra el
firmativa
; esto, no
on. Si se
sera un
y, como
re, se 10
no es el
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Idencia:
~ir sohre
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causas,
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gS en la
, la an·
teriormente analizada, se entiende en dos sentidos, como tengo forzosamente que expresar de un modo claro cuales son esos dos sentidos,
y explicarlos separadamente, tiendo a sugerir la creencia de que la
persona en cuya inteligencia esta la confusion (autor 0 lectores), piensa
con la misma claridad las dos significaciones, y piensa cada una indio
vidualmente,
aunque piense las dos al mismo tiempo. Tambien se
sugiere la creencia de que la confusion que ha de resultar ha de ser
una determinada, la misma para el autor y para cada lector y para
cada momento. Todo esto es falso y grosero. Ante todo, si bien es posible y no muy raro el caso de que se confundan dos 0 mas significaciones que se piensan clara mente, 10 mas frecuente, 10 mas psicologico,
es que no suceda asi: de hecho, las significaciones estan cancebidas
de una manera indistinta, incompleta; para hablar con mas exactitud,
10 que se confunde son las tendencias a pensar de uno u otro modo.
Despues, ni siquiera es propio decir que estan las dos significaciones
mezcladas: pasa aqui, en estos casos mas complejos, algo que W. James
nos explicaria muy bien; algo como aquel caso de las sensaciones, en
que decimos erroneamente que dos 0 mas estan mezcladas, cuando
10 que hayes otra sensacion parecida a una y a otra. EI psicologo
supo ver, y el escritor supo explicar que, cuando saboreamos el cafe
con leche, no experimentamos
dos sensaciones adicionadas: el gusto
a cate mas el gusto a leche; sino un estado de conciencia, el gusto a
cafe con leche, que se parece algo al del cate, que se parece algo al de
la leche, que recuerda el gusto del cafe, que recuerda el gusto de la
leche, pero en el cual seria ficticio distinguir los dos sabores. En
nuestro caso, que no es mas que la aplicacion de 10 mismo a psiquismos
mas elevados y complejos, habria que mostrar como, cuando se habla
de personas que piens(JJ1,una expresion 0 frase en mas de un sentido,
que confunden
dos teorias, etc., frecuentemente
el lenguaje nos
tr.aiciona, pues 10 que hayes un estado mental confuso, del cual, decir
que contiene las distintas concepciones, es tan ficticio como decir que
el sabor del cate con leche contiene el sabor del cate y el de la leche.
Finalmente, tratese del escritor 0 del lector, la confusion real, la confusion psicologica, no es igual a la que obtenemos nosotros por el
analisis reflexivo del significado de las frases: la confusion psicologica
no se superpone a la confusion 16gica; la confusion de hecho, no es
generalmente
la confusion en que se incurriria si, perdoneseme la
paradoja, confundieramos como seria razonable hacerlo. Por eso, un
lector dado confundira a su modo, y otro lector confundira al suya,
y aUn un mismo lector podra confundir de modos diferentes segun
�Los momentos. Solo el que comprenda bien todo esto, tendriL bastante
perspicacia para no ser victima de nuestro esquematismo y suficiente
benevolencia para no reprocharnoslo.
§ 44. Despues de aquella definicion, el autor ya no podra
pensar sino confusamente. Asi es: abre la discusion con esta afirmacion
absoluta: " ... nuestro punto de vista cientifico nos obliga, como consecuencia lOgica inevitable de todo 10 que precede, a declararla
(a la libertad) una ilusion". Desde este momento, ya quedara entendido que el sentimiento de la libertad es ilusorio; y, como el autor
ha confundido los dos problemas, se pensaran como falsas la solucion
indeterminista del D y la libertista del L, sin discernirlas, y como ilusorios la creencia, sentimie~to, idea, conciencia, etc., del indeterminismo, y la creencia, idea, sentimiento, conciencia, etc., de la libertad;
estado mental ilegitimo, pues si bien podria haber ilusion en ambos
casos, como podria no haberla en ninguno, tambien podria haberla
en un caso y no en el otro.
" ... cientificamente hablando, la libertad consiste en poder seguir
sin obstaculos Las leyes de nuestro propio ser" (pag. 157). Esta frase
puede entenderse de tal modo que resulte absolutamente exacta. Pero,
a causa, por una parte, de su estructura (por tener un sujeto), y a
causa, por otra parte, de uno de los terminos (seguir), da lugar a un
modo de entenderla que es el mas frecuente de hecho, y cuyo analisis~
es muy interesante:
Si se dijera que los actos de un ser se explican por las "leyes de
ese propio ser" (combinadas, naturalmente, con las leyes del mundo
exterior), hablariamos un lenguaje bastante claro, y hariamos una
afirmacion relativa al problema D, una afirmacion determinista, que
solo diferiria de la forma en que se expresa esa tesis en el enunciado
de ese problema, por el uso del termino leyes (hablar de explicar pOl'
leyes, en vez de hablar de explicar pOl' fenomenos antecedentes):
aunque este termino, tal vez, introduce alguna complicacion, estamos
claramente en el susodicho problema D, y ni tenemos tendencia a salirnos de el, ni contrariamos con ninguna de nuestras expresiones la
tendencia del lector a ponerse en el punto de vista de ese problema.
No asi nos expresamos como nuestro autor: se habla de "seguir leyes",
y, cuando se habla asi, se sugiere la idea de un ser que obedece a
algo exterior a el; pOl'consiguientc, de un ser sometido, obligado, constrenido; de un ser pasivo; de un ser no libre en el sentido L. Las leyes.
que no deberian ser concebidas sino como proposiciones que presumen 0 ensenan como ocurren los hechos, son concebidas como potencias
�podra
'macion
no conclararla
lenten1 autor
olueion
mo iluetermibertad;
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a frase
.. Pero,
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)S
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pOl'
:ntes):
stamos
a a sa-
mes la
blema.
leyes",
[Ieee a
" consIleyes.
presu:enClas
que hacen ohrar (recordar a Comte y todo 10 que tienen de sensato
y justo sus explicaciones sohre el estado metafisico). EI mismo estado
mental hay en el autor (sin duda que podria logicamente no haherlo;
pero psicologicamente, 10 hay: se ve, se siente) cuando continua su
frase asi: " ... 10 que no es ahsolutamente el podel' de dictar esas leyes
o de dirigirlas, como se 10 figuran los defensores del lihre alhedrio".
Acostumhrado como estoy a analizar la psicologia de los autores que
escrihen sohre estas cuestiones, me hastan esas frases para prever
con seguridad de acertar que un "determinista" de esta clase, hecho
determinista fundamentalmente pOl' argumentos del D, pero que confunde el D con el L, ha de creer justificada pOl' esos argumentos la
solucion negativa (inertista 0 antilihertista) del L, no solo con retroaccion (si llegara a pensar asi), sino tamhien sin retroaccion, en
esa forma en que es grosera y evidentemente falsa. Asi sucede, en
efecto, y recomendamos la lectura de esa segunda parte, con su
apendice, como un huen specimen de la psicologia de estas confusiones:
en ciertos pasajes, el auto I' defiende la lihertad en el senti do L; pero,
en otros, 10 lleva a comhatirla en confusion de L con D, pOl'que sostiene
la tesis determinista en este ultimo, y no la distingue de la solucion
antilihertista del primero, ni, dentro del primero, distingue entre el
L simple y el V. Asi, en tanto que en la pagina 159 explica como legitimo el sentimiento de nuestra lihertad (L), porque alIi esta pensando
directamente sohre los hechos y no arrastrado pOl' teoda, ya en la pagina 160 -la siguiente- empieza su pensamiento a tomar una marcha
que 10 va a llevar a una actitud contraria: el proceso (dehe seguirselo
en la ohra) es este: cita el argumento de los "sostenedores del lihre
alhedrio" hasado en la coneiencia de la lihertad, y, al suponerlo enunciado pOl' ellos, Ie da una forma tal que "lihertad" querria decir
principalmente la solucion indeterminista del prohlema D. Naturalmente, el autor, contrario a esa solucion, pasa a mostrar que ese sentimiento no tiene ni la universalidad ni la autoridad que se Ie atrihuye;
y, en el curso de la discusion, se ve hien como suhsiste, continua 0 pOl'
10 menos intermitentemente, la involucracion de L y D; ejemplo: esta
frase ". .. pero no se desprende en manera alguna que pucda camhiar
de decision sin una causa que se la haga camhiar", hase que se piensa
amhiguamente, pues, pOl' una parte, sugiere la cucstion de la relacion
causal de los hechos y sus antecedentes (D), y, pOl'otra, como se hahla
de "causa que se la haga camhiar (la decision; al homhre), se piensa
en el L; y el resultado es que cuando, concluido ya ese capitulo, entra
el autor (apendice, que empieza en la pag. 173) a mostrar que es "10
�que mantiene la ilusion del libre arbitrio", esta en un estado mental
en que declara ilusorio al "libre albedrio", no solo en uno de los sentidos que eI da a ese termino (indeterminismo en el D), sino en el otro
que tambien Ie da, a saber: libertad en el L, y aun sin retroaccion.
Ellector seiialara facilmente frases y pasajes; yo cito aqui solo la mas
caracteristica (pag. 174): " ... y, mientras mas crece la importancia
del acto, menos se admite la libre decision del individuo; siempre se
reconoce mas la eficacia de los motivos exteriores". De los motivos
EXTERIORES: el autor, contrariamente a 10 que sostuvo en otros pasajes,
identifica ahora el "determinismo", su tesis, con la afirmacion de que
el hombre depende de causas de accion exteriores; de 10 que no es el
hombre. [Recomiendo tambien el parrafo en que esta esa frase, como
ejemplo de la confusion entre el punto de vista de los actos y el de
los seres (§ § 4, 5, 6) : vease como se piensa en seres determinados por
si mismos (serianlo sus actos; no los mismos seres), y cuan confusamente se piensa a causa de ello.]
Otra frase digna de citarse hay mas adelante: " ... asi la psicologia fisiologica no ha lIegado todavia al conocimiento de la relacion
constante entre la organizacion especial de cad a individuo, las influencias que 10 hacen obrar (yo subrayo) y las reacciones que de aqui
resultan".
Pero 10 mas caracteristico de todo, en el mismo sentido, seria ver
tt
como acaba el autor por transcribir y adoptar los conocidos pasajes
de Spinoza, en que se identifica al hombre que obra con la piedra que
cae, y tambien otro de Priestley, en que esta la usual comparacion con
la balanza; sin embargo, reservo estos pasajes, y suspendo aqui e)
analisis de esta obra, porque me propongo hablar en otro Iugar de
esas explicaciones de Spinoza, como tambien de una tesis de Schopenhauer (el hombre es Iibre de hacer 10 que qui ere ; pero no de
querer 10 que quiere), que tambien nuestro autor adapta y desarrolla.
§ 45.
William H.
"Todos
preSIOn, en
lidad de la
De la obra The free-will problem in modern thought, por
Johnson (1), paginas 52, 53 y 54:
los argumentos en favor del determinismo son la exdiferentes form as, de Ia exigencia teorica de la universa·
causacion (D). Si A es elegido en Iugar de B (aqui hay
�asociaciones del D L!1, porque se trata de la posibilidad 0 imposibilidad'
de los hechos diversos A y B, y asociaciones del L, porque elegir su·
pone un sujeto que elige) es necesario que haya alguna razon para
hacer esa eleccion particular (sigue un estado mental de la misma
indole), y esta razon (cruzan confusiones sobre los dos sentidos de
"razon", como pensada y como causa material de accion), sea que se
la encuentre en un estado del cerebro, 0 en las voliciones de los antepasados (esta causa puede ser la misma anterior, si las huellas de
las voliciones de los antepasados 0 de sus concomitantes fisiolOgicos
estan representadas por el estado cerebral) 0 en la coercion (constraint)
de un motivo prevalente (el espurio), es una condicion antecedente
(D, ahora en su forma LG) que determina la eleccion (a causa de este
termino interfieren nuevamente asociaciones del L) tan ciertamente
como cualquier causa fisica (asociaciones del @) determina su
efecto (D LG) .
; In·
aqui
ver
;ajes
que
I
con
Li e]
r de
cho·
, de
olla.
ex·
:rsa·
Los argumentos POSltlVOS
en favor del indeterminismo (naturalmente: siempre se piensa en La cuestion y en las dos soluciones) son
practicamente reducibles ados. EI primero es la llamada conciencia
de la libertad, "la inmediata afirmacion de la conciencia de que en el
momenta de la accion somos lib res". (Ahora es el L, claro. Y hasta se
emplea una frase: "en el momenta de la accion", que muestra que
dicho problema es pensado sin retroaccion.) El segundo es de orden
etico, y es que la libertad de eleccion (ahora veremos en que senti do )
es un postulado necesario para la interpretacion de los hechos de
nuestra naturaleza moral. Es la conviccion, en los terminos del profesor
James, de que 10 que debe ser puede ser (ahora es el D: el D~),
y de
que los actos malos no pueden ser predeterminados (fated), sino que
pueden los actos buenos ser posibles en su lugar (el D ~, claro) .
"El argumento psicolOgico en favor de la libertad es la llamada
conciencia de la libertad, 0 la conciencia de un poder selectivo y directivo (vuelve el L), en virtud del cual nosotros podemos, dentro de
limites, controlar el curso de nuestro pensamiento y de nuestra conduct a (el L, confusamente). Es un deber formarse una idea tan clara
como sea posible de 10 que realmente es el testimonio de nuestra conciencia. .. Se concedera en general que significa muy por 10 menos
esto: que en la formacion, y, por consiguiente, en la realizacion de
nuestros propositos, nosotros (se ve que ha pasado al L), como individuos psiquicos (interesantisimo: de pronto aparece el @, y se
mezcla tambien!) somos causalmente eficientes (tesis afirmativa del
L, en general). En su sentimiento de la libertad, la conciencia no
�testifica. .. (1). Testifica, sin emb argo, que el individuo es realmente
un acto mas bien que un pasivo espectador en el juego de la vida
(el L clarisimo. Notese, 10 que es muy importante, que, habiendose
al principio planteado el D, despues no se discute casi; se dicute el
L, y la impresion de evidencia que produce su solucion afirmativa,
se extiende psicoLogicamente, por la confusion, a la solucion indeterminista del D), que sus acciones son determinadas por el (el L,; sigue
aplicandose la observacion anterior) y no por medio de el (for him)
por algo que esta afuera de la propia personalidad (sigue el L', clarisimo. Planteado en esta forma el problema, deberia ser imposible
confundirlo con el D) ... Si el senti do del poder causativo es una ilusion (el autor ha hecho sentir que 10 es), como el determinismo
mecanico debe sostener ... " (2) . Etc. La p alabra determinismo, aunque
vaya calificada de mecanismo, sugiere el D; y continuara en la mente
del lector la extension ilegitima de la impresion de evidencia de la
tesis libertista, a la indeterminista. La utilizacion involuntaria de esa
impresion, que, en la oscilacion, en el tornasoleo de sentidos, esta
pasando continuamente de una creencia a otra diferente, es el hecho
mas notable en la psico-logica del pasaje.
Pasa el autor, sin solucion de continuidad, a una pretendida explica cion de 10 que seria, segun la hipotesis determinist a, la ilusion
del libre arbitrio: esa explicacion es la de Miinsterberg, por la cta]
"la voluntad. .. es resuelta en un complejo de presentaciones 0 sensaciones". Y es evidente que, ahora, esta tratando otro problema:
el @, el emboite de La voLuntad, que Miinsterberg vendria a resolver
negativamentc. La misma observacion hay que haccr sobre esta cita
de Loeb, que viene en seguida: "La voluntad es solo una funcion del
mccanismo de la memoria asociativa". (En realidad, esta cita, y la de
Miinsterberg, serian, mas bien que soluciones negativas del @ explicaciones psicologicas en que podria basarse su solucion negativa.)
Algunas citas mas:
"En general, puede decirse que la discusion toma ahora un mas
. amplio caracter que nunca, siendo su "storm-center" en el presente,
la rclacion entre cl cucrpo y el cspiritu" (31. Mal modo de prcscnlar
los hechos: como 10 hemos visto, la relacion entre el cuerpo y el espiritu, considerada bajo cierto aspecto, constituye en efecto un
(1)
Se comprenclc que, ('uando snprimo partes de 108 pasajes que cito, 10 hago por
brevedad. En tales casos, me preocupo ,muy escrupulos31nente
de que la suprcsion
no dane
al pensamiento
del autor.
(2)
Paginas
53 y 54.
(3)
Pagina
11.
�problema de libertad (el @, asimilado a los L). Pero no hay que
sugerir que ese es el centro de "ia cuestion", sino que, de los problemas
ilegitimamente involucrados, hoy se discute mucho ese, 10 quc da un
aspecto especial a 10 que de hecho es ia cuestion.
Pagina 50: "l Puede el hombre, pOl' el ejercicio de su voluntad,
vencer 0 modificar las disposiciones con que nacio, 0 es cada pensamiento y cada acto controlado pOl' ellas? (el espurio del caracter, en
forma larvada: gran confusion). Esta es realmente la cuestion psicologica de la relacion de la volicion con las previas tendencias y habitos
U. como va a ser la misma cucstion? esta de ahora parccc cl @, con
retroaccion; pero pensado confusamente), y se discute mejor en esta
forma. .. (continua el autor afirmando exprcsamente que se trata
siempre de la misma cuestion; y 10 que hace es hacer pasar un kaleidoscopio de formulas confusas, como la que sigue:) Cuando nacen
motivos en conflicto: l es el hombre capaz (asociaciones del L
de
elegir uno u otro de ellos (pido especialmente que se yea parrafo 38),
o es la eleccion inevitablemente (esta palabra sugiere que la tesis
"determinista" implica la solucion negativa del L @ determinada de
antemano (porIa confusion analizada en el parrafo 38, se ha pasado
al D) pOl' previas tendencias a la accion ?".
Pagina 66: " ... y el mismo sentia, seguramente (Hercules, en la
alternativa de escoger entre una vida heroica y una vergonzosa), ser
mas que un espectador interesado que esperara...
la solucion del
conflicto. EI sentia, podemos decir, que tenia esta solucion en su propio
poder ... Aqui, pues, reside el argumento moral en favor de la libertad
de la voluntad: es la creencia de que dos posibilidades estan abiertas,
y de que esta en po del' de uno hacer actual a una 1.1 otl"a de ellas, la
que .hace imperativo al deber ... etc., etc.". Mezcla del L y el D: espec·
tador que espera, L; dos posibilidades, D.
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esta
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Iver
cita
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1 de
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nte,
1lar
Mi plan, al disponer la composicion de esta obra, es el de dejar
para su segunda parte, entre otras cosas, el analisis de los pasajes de
los pensadores origin ales, del cual sOlo se podra obtener la principal
utilidad despues que se haya hecho la discusion de los problemas.
Pero, siendo mi intencion aqui mostrar cuan poderosamente influyen
sobre la manera como dichos problemas son pensados, voy a citar
algunos pasajes de dos de los escritores contemporaneos mas potcntes
y originales: W. James y H. Bergson, cuyos admirables analisis han
�transformado la ciencia psicologica, y aseguran por si solos a sus
auto res un puesto de excepcion en la historia del pensamiento del
hombre, aun sin tomar en cuenta los meritos del uno como moralista
y del otro como metafisico. Mas adelante me propongo tratar de las
doctrinas de ambos, en cuanto al objeto especial de mi estudio; pero
10 que en este momento deseo, es hacer sentir allector esta impresion:
icuan gran des seran esas confusiones y cu.an potente fuerza la inercia
historica que las engendra y mantiene, si pueden influir sobre tales
inteligencias! Anticipo, pues, unas pocas citas, que bastaran a tal
objeto.
§ 46. En los Principios de psicologia, de James (1), despues
del extenso analisis sobre la voluntad, su relacion con las ideas, el
esfuerzo, se entra en estos terminos a la cuestion, que el autor, tambien,
piensa como una: "Si admitimos, en consecuencia, que nuestros pensamientos existen, debemos admitir que existen de la manera como nos
aparecen, a saber: como cosas que sobrevienen unas tras otra, a veces
con esfuerzo y a veces con facilidad; siendo la linica cuestion, esta:
el esfuerzo, cuando existe, les una funcion fija del objeto, que este
ultimo imp one al pensamiento, 0 es una "variable" independiente tal
que, con un objeto constante, una cantidad mayor 0 menor de eI puede
ser hecha?" (2)
l Que problema acaba de plantears.e? Analicemos: se pregunta,
no si el esfuerzo es una funcion fija, sino si el esfuerzo es una func 'n
fija del objeto: una funcion fija del objeto, que este ultimo impone
al pensamiento. No se pregunta si el esfuerzo es una variable en
absoluto, en abstracto, sino si es una variable independiente;
una
variable independiente, tal que, con un objeto constante (no con todo
constante, sino con un obje1to constante, solamente; el sujeto en, que
se piensa no se da como dato constante), una cantidad mayor 0 menor
de el puede ser hecha. Se ve, pues, que, en este momento, en el pensamiento del autor existe, como unica, 0 en todo caso como muy
predominante, la concepcion de un problema de formula L, 0, tal vez
mas precisamente, de formula L': problema para seres. Se trata de
un ser, de un sujeto (0 de sus actos), considerado en sus relaciones
con 10 que no es el. Si el objeto de que se habla es el mundo exterior,
10 objetivo, el sujeto sera el hombre, y el problema tenderia a ser
el L'@. Si el sujeto del esfuerzo es solamente una parte del espiritu
(y parece este el verdadero sentido, aunque haya alguna confusion
0)
The Principles 0/ Psychology, New York, Henry Holt and Company, 1893, vol. II.
(2)
Pagina
571. En la traducci6n
de este como de much os pasajes, me inclino
mas
a la fidelidad
que a la correcci6n,
en vista del fin especial para que traduzco.
�al respecto), una parte del espiritu de la cual no forman parte, a la
cual se consider an exteriores las ideas, entonces el problema tiende a
tomar la formula L'
sea @ 0 ~. Pero, en cualquier caso, se ve
que se piensa, no en la determinacion 0 in determinacion de actos en
absoluto, sino en la determinacion 0 in determinacion de actos con
relacion a 10 que no es un cierto sujeto: es, realmente, la formula L'.
©,
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393, vol. II.
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He aqui, ahora, como continua James: "En verdad, este (el esfuerzo) nos aparece como indeterminado, y como si, aun con un objeto
que permanece el mismo, pudieramos hacer mas 0 menos (esfuerzo)
a nuestra eleccion. 5i realmente es indeterminado, nuestros actos futuros son ambiguos 0 no predestinados: en terminos corrientes, nuestras
voluntades son libres". Llamo especialmente la atencion del lector sobre
este pasaje: he subrayado en ella frase en que aparece una conclusion
nueva e ilegitima que no se desprende de 10 dicho anteriormente.
James esta considerando actos (esfuerzos) del hombre, con relaci6n
al vb jeto, segun 10 ha dicho expresamente; y cierta apariencia Ie ha
sugerido la hipotesis de que sean variables aun permaneciendo el
mismo el objeto ("with an unchanging object") ; piensa, pues, en la
indeterminacion relativa, con respecto a (T - A) (§ 11) : problema
L'@. Cuando, en seguida, dice: "si realmente es indeterminado", au.n
se podria entender ese indeterminado en el mismo senti do relativo;
pero el autor concluye, de esa in determinacion, que nuestros actos
futuros son "ambiguos 0 no predestinados", y esto implica la mayor
de las confusiones: de la in determinacion de que ha hablado antes,
indeterminacion relativa (con relacion a 10 que no es el sujeto: problema L') no se desprende la indeterminacion absoluta (con relacion
a todo; con relacion al sujeto mas el sujeto: problema D) que va
implicada en la imprevisihilidad, en la ambigiiedad de futuros. Y, para
complemento de confusiones, el autor, al hablar, al mismo tiempo,
de "voluntades lihres", introduce tambien el punto de vista de los
problemas ©. No se hace, ni aun se intenta hacer, la menor distincion;
y la confusion, en tan distinguido pensador, result a tan grosera como
en los escritores comunes. "5i la suma de esfuerzo no es indeterminada
(equivoco, siempre, entre el senti do absoluto de esta palabra y el
relativo) sino relacionada de una manera fija con los objetos mismos
(con los objetos; determinada con relacion a los objetos, solamente;
sentido relativo de la palabra determinado; punto de vista de los
problemas L') de tal manera que cualquier objeto que en un tiempo
dado llena nuestra conciencia, estaba desde la eternidad destinado
a llenarla "then and there" (tendencia psicologica hacia el D, hacia
�un cuestion de det~rminacion absoluta, 0 mas precisamente, de predeterminacion: problema D Li1), y "compel from us" (vuelta al L!)
exactamente el esfuerzo, ni mas ni menos, que nosotros Ie concedemos
(se ve la continua confusion entre las tesis negativas, confundidas una
con otra, y las tesis afirmativas, confundidas una con otra, del problema D y del problema L) entonces nuestras voluntades son libres
(problema L @; todavia confusion, dentro de la formula L, entre L@
y los ©) y todos nuestros actos son preordenados". Realmente, parece
imposible: esta identificacion ilegitima de soluciones distintas, de
cuestiones distintas, se encuentra, ya sabemos, en todos 0 casi todos
10s escritores; pero, en pensadores de esta altura, la regIa es que
aparezca mas velada; no tan patente en las palabras, ni acusada tan
clara mente pOl' esa oscilacion grosera y brusca que ocurre en el mismo
parrafo, hasta en la misma linea.
"La cuesti6n de hecho en la controversia sobre el libre arbitrio
es, pues, extremadamente simple (una controversia, un problema, una
cuestion: todo falsamente simplificado). Se refiere solamente a la
surna de esfuerzo de atencion 0 consentimiento que nosotros podemos
en un momento dado producir (v. § 38). La duracion y la intensidad
de ese esfuerzo, lSOll funciones fijas del objeto 0 no 10' son?". (Este
es un pr~blema L: si "el objeto" es 10 exterior, 10 objetivo, es el
problema de la libertad del hombre; si "el objeto" es el objeto del
pensamiento considerado como un estado de conciencia al cual ~
aplica el esfuerzo, seria un ©; pero siempre un L, y la confusion
fundamental del autor esta en sacar del problema planteado asi, consecuencias relativas a la determinacion 0 indeterminacion de los actos
con relacion a todos los antecedentes de estos, consecuencias re1ativas
a la previsibilidad de los actos, etc.)
Facilmente se pueden indicar, en esta misma y en otras obras de
James, pasajes en los cuales los terminos "libre arbitrio" 0 "libertad",
"determinismo", etc., considerados siempre como las dos soluciones de
un mismo y solo problema, se toman, ya en un sentido, ya en otro.
Asi, y sin continual' el analisis de este pasaje especial (el cual sigue
asi: "Ahora bien: como acabo de decirlo, parece que el esfuerzo fuera
una variable independiente, y que pudieramos ejercer mas 0 menos
cantidad de eI en un caso dado". La formula cuya ambigiiedad hemos
explicado en el § 38, da lugar a que se utilice la sensacion de evidencia
que, para la in determinacion relativa, nos da el punto de vista de la
conciencia,. como 10 explicamos en el paragrafo 12, a que se utilice,
digo, esa sensacion de evidencia en favor de la indeterminacion abso-
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luta), concluyo por ahora con este autor haciendo notar que, cuando
pasa, para diseutir la cuestion, del punto de vista cientifico 0 experi·
mental, al punto de vista moral, como 10 hace en la misma obra citada,
y sobre to do en su celebre estudio The Dilemma of Determinism, (1)
siempre confunde los dos sentidos, y, a pesar de haber plant~ado "el
problema", como acabamos de ver, con predominancia del punto de
vista de los seres, pasa continuamente al punto de vista de las actos
y a la cuestion de su ambigiiedad; esto, sin perjuicio de la confusion
tambien permanente con los ©. No haria mas citas; pero no puedo
omitir una importantisima: acabamos de ver como plantea James el
problema en su Psicologia, y como, para eI, es este simple, sencillo,
claro. Ahora bien: en el estudio que acabo de citar, tambien James
plantea "el problema". "l Que enseiia el determinismo? Enseiia que
aquellas partes del Universo ya sentadas en absoluto (already laid
down) determinan (appoint and decree) 10 que las otras partes han
de ser. Que el futuro no guarda en su seno posibilidades ambiguas; la
parte que llamamos el presente es compatible con una totalidad solamente. Cualquier otra complementacion futura que la fijada por la
eternidad, es imposible ...
EI indeterminismo, al contrario...
admite que las posibilidades
pueden estar en exceso sobre las actualidades, y que las cosas no reveladas todavia a nuestro conocimiento pueden realmente en si mismas ser ambiguas. De dos futuros alternativos que concebimos, ambo&
pueden ahora ser realmente posibles; y uno se hace imposible solo en
el momento mismo en que el otro, al hacerse real, 10 excluye ...
EI determinismo, al contrario, dice que ellas no existen en ninguna
parte (las posibilidades, que el indeterminismo dice "que existen en
alguna parte"), y que la necesidad por una parte y la imposibilidad
por la otra son las unicas categorias de 10 real".
Y sigue: "La ouestion se relaciona solamente (nOtese la simplicidad de todo esto) con la existencia de posibilidades, en el estricto
senti do del termino, como cosas que pueden, pero no necesitan, ser".
Ahora bien: aqui se ha planteado un problema, y ese planteo se
declara expresamente por el mismo autor, simple, inequivoco, claro.
En la otra obra tambien se planteo el problema, y tambien se declaro
10 mismo sobre ese planteamiento. Y, no obstante, en la psicologia se
hacia un planteo confuso, en que se sugerian varios problemas: el de
la dependencia 0 independencia del hombre con relacion a 10 que no
.-,
J-
and
(I)
The will to
Co, 1897 (articulo:
believe
and other essays in popular
philosophy.
Longmans
The Dilemma
0/ Determinism),
paginas
150 y siguientes.
Green
�·es eI, el de la dependencia de ciertas manifestaciones mentales con
relacion a 10 que no es elIas, y el de la posibilidad de los actos en uno
solo 0 en varios sentidos; todo esto confundido, con predominancia,
tal vez, de la primera cuestion; entretanto, en este otro articulo, se
da un planteo, bastante claro, del ultimo problema, a cuyo punto de
vista, por 10 demas, no permanece fiel el autor aqui tam poco: vease,
por ejemplo, como cuatro paginas despues del planteamiento (1) cruza
una cuestion sobre "independencia".
§ 47. En la obra fundamental de Bergson, se hace, al mismo
tiempo que la explicacion de una nueva concepcion de 10 mental, la
aplicacion de ella a un problema que el autor escoge como tipo de
problemas ficticios. "Hemos elegido, entre los problemas, aquel que
es comun a la metafisica y a la psicologia: el problema de la libertad.
Tratamos de establecer que toda discusion entre los deterministas y
sus adversarios implica una confusion previa de la duracion con la
extension, de la sucesion con la simultaneidad, de la calidad con la
cantidad: una vez disipada esta confusion, se yerian quiz as desvanecer
las objeciones dirigidas contra la libertad, las definiciones que de ella
se dan, y, en cierto sentido, el problema de la libertad mismo" (2).
~No es ya sorprendente notar cuan sencilla y categoricamente, ya
al entrar en materia, Bergson admite, sin salvedades, sin distingos, sin
reservas, que 10 que los hombres han discutido como el "problema de
la libertad" es un problema?
to
Pues bien: no solo confunde todos los problemas en uno, como
se ve por esa frase del prologo, sino que, y esto es 10 mas sorprendente
de todo, sus confusiones ni siquiera son menos groseras que en cualquier otro autor. La extraordinaria fuerza de la inercia historica se
muestra como en ninguna parte en los pasajes ambiguos que, cada vez
que se trata de nuestro asunto, aparecen en esa obra, en esa obra tan
honda, tan suti!, tan precisa, salvo esos casos especiales, y tan original,
que el comprenderla solo, enorgullece.
Van en seguida algunas citas. Entiendase bien que 10 que quiero demostrar con ellas, unica cosa que corresponde en esta parte de la obra,
es que el autor incurre en las mismas confusiones que son comunes.
Eso no quiere decir que, a pesar de ello, no trate los problemas con
la originalidad y profundidad que son cualidades de su inteligencia;
pero desde este punto de vista, debo estudiar sus teorias en otro lugar.
Veamos un parrafo que empieza en la pagina 126 y termina en la
(l)
(2)
Pagina 155.
H. BERGSON, Essai sur les donnees immediates de la conscience. Paris, Alcan, 1889.
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128. Comienza asi: "Es, pues, una psicologia grosera, engaiiada (dupe)
pOl' el lenguaje, la que nos muestra al alma determinada pOl' una
simpatia, una aversion 0 un odio como pOl' otras tantas fuerzas que
pesan sobre ella (los que hablan asi, aunque literalmente se refieren
a "el alma" toda entera, piensan solo, como se ve, en una parte del
alma, la que no es esa simpatia, esa aversion, ese odio que obran sobre
ella, y piensan, pOl' consiguiente, uno de los problemas L (Q»). Esos
sentimientos, con tal que hayan alcanzado una profundidad suficiente,
representan cada uno al alma entera, en el senti do de que todo el
contenido del alma se refleja en cada uno de ellos. Decir que el alma
se determina bajo la influencia de uno cualquiera de esos sentimientos,
es, pues, reconocer que se determina a si misma". Que se determina
a si misma: es clarisimo que el autor, en este pasaje, piensa en la dependencia 0 independencia del alma con respecto a 10 que no es ella:
el problema L. lustamente el mismo senti do da unas lineas mas adelante al termino libre: "un acto libre, puesto que el yo solo habra sido
su autor". Algunas lineas mas abajo vuelven a ser sugeridos problemas
mas 10 que nos interesa es esto: "Pero la sugestion llegaria
a ser persuacion si el yo entero se la asimilara; la pasion aun repentina, no presentaria ya el mismo caracter fatal ... " ifatal! he aqui un
termino que se refiere a otra cuestion; a las de las posibilidades:
al D Lfrl En seguida, el escritor vuelve al primer senti do L: "Es del
alma entera, en efecto, de donde la decision libre emana ... , etc.".
Otro pasaje, mas breve, en que se pasa sin transiciones del uno
al otro de esos mismos problemas diferentes: " ... y la conciencia no
afirma, no comprende siquiera la determinacion absoluta de los actos
futuros (problema D, sobre la determinacion de los actos) : he aqui,
pues, todo 10 que la experiencia nos enseiia, y si nos atuvieramos a la
experiencia, diriamos que nos sentimos lib res, que percihimos la
fuerza, con razon 0 sin ella, como una libre espontaneidad (problema
L, sobre la independencia de un ser, 0 L', de sus actos, con respecto
a 10 que no es ese ser)" (1).
En otros pasajes, los terminos "libertad", "libre", se emplean,
evidentemente, en un sentido que corresponde, no a ninguno de los
problemas anteriores, sino a otro todavia; al
si la conciencia
agrega energia al mecanismo material. Ejemplo: " ... nos elevamos pOl'
grados insensibles de los movimientos automaticos a los movimientos
libres. .. Si el placer y el dolor se producen en algunos privilegiados,
es verosimilmente para autorizar de su parte una resistencia a la re-
©;
CID:
�accion automatica que se produciria: 0 la sensaclOn no tiene razon
de ser, 0 es un principio de libertad. lPero como nos permitiria ella
resistir a la reaccion que se prepara? .. etc.". Es evidente que aqui
se entiende predominantemente como problema de la libertad el problema
si bien hay (0 por 10 menos se produce en el lector cierta
confusion con el L @ (el nos que subraye).
CID,
Escribe Bergson, en la pagina 108: " ... la nocion de inercia llega
a ser asi, por definicion misma, mas simple que la de libertad" ...
"Considerada desde este nuevo punto de vista, la idea de espontaneidad
es incontestablemente mas simple que la de inercia...
Cada uno de
nosotros tiene, en efecto, el sentimiento inmediato, real 0 ilusorio, de
su libre espontaneidad, sin que la idea de inercia entre para nada en
esa representacion ... " Estos pasajes, relacionados en el pensamiento
del autor con el problema de la libertad, en los cuales se opone la
espontaneidad a la inercia, la espontaneidad de los seres a la inercia
de los seres, se refieren claramente al problema de si los seres dependen
o no totalmente del mundo exterior, si obran ejerciendo una actividad
pro pia 0 si obedecen pasivamente alas fuerzas exteriores: el problema
L. Ahora bien: en seguida (pagina siguiente), viene este otro pasaje:
"Sin embargo, a posteriori, se invocan contra la libertad hechos precisos, los unos fisicos, los otros psicologicos. Ya se alega que nuestras
acciones son necesitadas por nuestros sentimientos, nuestras ideas, y
toda la serie anterior de nuestros estados de conciencia ..." Advierta el
lector el cambio de punto de vista: en los primeros pasajes se trataba
de la independencia del ser con relacion a 10 que no es el (espontaneidad, en oposicion a inercia); ahora, habiendose pasado a pe~sar
no en el ser sino en sus actos ("nuestras acciones"), se considera la
relacion de esos actos nuestros, no solo con relacion a sus antecedentes
exteriores al nosotros (10 que seria asi el mismo problema L', variante
de L), sino con relacion a todos sus antecedentes (puesto que se hace
entrar entre esos antecedentes a "nuestras ideas, nuestros sentimientos
y toda la serie anterior de nuestros estados de conciencia", de manera
que el autor cae, y hace caer al lector, en la confusion entre el problema L y el problema D, al presentar, como 10 hace, esta objecion
como una objecion contra la libertad de que ha hablado antes. La
confusion, el cambio del punto de vista ocurren justamente como 10
explique en el parrafo 5, y si yo mismo hubiera deseado arreglar ad-hoc
un ejemplo, no 10 hubiera ideado mejor que este.
Conviene aclarar un punto. El hecho de que un autor, al tratar
principal 0 incidentalmente cuestiones de "libertad", "detcrmina-
�razon
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aqui
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cion", etc., comet a confusiones, no significa que esos pasajes no tengan
valor: pueden tener muchisimo: 10 que hayes que la confusion, 0 daiia
la justeza del analisis, 0 Ie impide lIegar a la profundidad que hubiera
podido alcanzar, 0 conduce al autor a sostener opiniones erroneas
o exageradas por una consecuencia mal entendida (por ejemplo:
cuando el partidario de cierta solucion de uno de los problemas se
cree obligado a sostener opiniones que son solucion de otro problema,
distinto, pero que eI cree que son la solucion del mismo problema),
0, tambien, muestra entre los autores 0 entre las opiniones discrepancias
o coincidencias que no son mas que aparentes, etc., etc. Como ejemplo,
ademas de tantos de los citados, puede verse el pasaje del libro que
empieza en la pagina 112 y continua hasta la 115: es un analisis del
problema de las relaciones entre el cuerpo y el espiritu, desde el punto
de vista de la dependencia 0 independencia del segundo con respecto
al primero (problema @) ; pero ese analisis esta todo enturbiado por
ambigiiedades y asociaciones de los otros problemas.
De la pagina 116: "Pero nada dice que el estudio de los fenomenos. .. nerviosos... no nos revelara...
alguna energia de un genero nuevo que se distinga de las otras dos (]a cinetica y la potencial)
en que ya no se preste al calculo" y, en seguida: "quedaria solamente
entendido (en el caso del descubrimiento anterior) que los sistemas
conservativos no son los unicos sistemas posibles" ... Ahora bien: ante
todo, podria un sistema no ser conservativo, no serlo en el sentido de
que en el se creara fuerza, y, sin embargo, esta fuerza podria prestarse
al calculo, 0 a alguna forma de prevision, por 10 menos en teoria. En
otros terminos: para postular la creacion de energia, el comienzo de
accion, 0 algo analogo, podria no ser en rigor necesario postular la
imprevisibilidad; esta cuestion, sin embargo, es delicada, y se tratara
a su tiempo: 10 que he querido seiialar en cuanto a ese primer punto,
es la faha de una reserva, la faha de una sospecha de que pudieran
no ser equivalentes esas dos formas del D; pero, sobre todo, y esto
es 10 mas interesante, he querido mostrar como el autor. cuando supone
que la conciencia agrega fuerza a las del cuerpo, se siente obligado
a suponer que esa fuerza agregada ha de ser de naturaleza incalculable
(10 que, en su pensamiento, supone imprevisible; alin cuando el ultimo termino es logicamente mas extenso); y esa suposicion no es
forzosa. Hay, pues, confusion del @ con el D.
Citemos ahora algunos pasajes en que el autor cnunCla claramente, consider andolo como el problema, un problema determinado,
�y otros pasajes en que enuncie tambien claramente otros problemas
distintos considerandolos tambien como el mismo problema.
Pagina 121: "Los deterministas se apoderaran de este argumento:
el prueba, en efecto, que nosotros sufrimos a veces de una manera
irresistible la influencia de una voluntad extrafia": clarisimamente el
problema L @, sobre la dependencia 0 independencia del hombre con
respecto al mundo exterior.
Pagina 131: "En resumen: somos lib res, cuando nuestros actos
emanan de nuestra personalidad entera". " (sentido del mismo problema L).
Pagina 132: "En una palabra: si se conviene en llamar libre a todo
acto que emana del yo" ... (mismo problema).
Pero, en la pagina siguiente (y entendiendo tratar siempre el
mismo problema; declarandolo expresamente; estableciendo la oposicion de las dos tesis: "La tesis de la libertad...
Pero el determinismo "los adversarios del determinismo no hesitan en seguirlos en ese
mismo terreno y en introducir en su definicion del acto libre ... "
" ... el error fundamental del determinismo y la ilusion de sus adversarios"), en la pagina siguiente, decia, cita pasajes de Stuart Mill, y
escribe el otros que se refieren no ya a la independencia del hombre
con respecto a 10 que no es el, sino a la previsibilidad 0 imprevisi- ••
bilidad, a la posibilidad en uno solo 0 en mas de un sentido, de los
actos del hombre ( D). Veanse esos pasajes: aqui transcribire solo
los del autor mismo: " ... los defensores de la libertad (siempre como
si fuera la misma cuestion) ... afirman que, cuando cumplimos una
aceion libremente, alguna otra accion hubiera sido igualmente posible.
Invocan a este respecto el testimonio de la conciencia, la cual nos hace
sentir (saisir), ademas del acto mismo, el poder de optar por el partido contrario. A la inversa, el determinismo pretende que, dados
ciertos antecedentes, una sola accion resultante era posible". "La ar·
gumentacion de los primeros implica, en efecto, que a antecedentes
dados corresponde un solo acto posible; los partidarios del libre arbitrio suponen, al contrario ... "; y sigue la conocida discusion, originalisima, de este problema de la ambigiiedad de los posibles.
Esa discusion (sobre la cual se haran algunas reflexiones en otra
parte de este libro) esta impurificada por los cambios de puntos de
vista (el de los seres y el impersonal de los actos) de que se trato
en el parrafo 4 y siguientes. Vease, por ejemplo, este parrafo: "Para
fijar las ideas, imaginemos un personaje llamado a tomar una decision
aparentemente libre en circunstancias graves: Ie llamaremos Pedro.
�La cuestlOn es saber si un filosofo Pablo, que VIVIera en la mlsma
epoca que Pedro, 0, si -se quiere, varios siglos antes, hubiera po dido,
conociendo todas las condiciones en que Pedro obra, predecir con
certeza la eleccion que Pedro ha hecho". Fijese bien ellector en estas
palabras: "conociendo todas [as condiciones en que Pedro obra" (I) ;
habria que agregar, conociendo a Pedro, si se quiere tratar el problema
de la posibilidad de los actos en uno solo 0 en mas de un senti do ;
pues, si se dan solamente las condiciones en que Pedro obra, no se
trata de la determinacion de los actos de Pedro pOl' todos sus antecedentes, sino de la determinacion de los actos de Pedro pOl' una parte
de sus antecedentes, esto es, pOl' los que no son Pedro, 0 no estan en
Pedro; pOl' 10 menos, asi es como sera pensada, 0 asi habra tendencia
a pensar la cuestion, pOl' el hecho de tomarse a Pedro como sujeto;
de aqui la ambigiiedad entre el L', que no es mas que un L enunciado
a proposito de los actos, y el D que el autor se propone discutir. Ciertamente, cuando indicamos la necesidad de estas distinciones (§ § ci·
tados), no se sentia su importancia, tan element ales parecian; result a
ahora que, pOl' falta de elIas, trabajan en falso hasta las mas altas
y admirables inteligencias.
Pagina 167: "Se llama libertad la relacion del yo concreto al
acto que ejecuta (sentido correspondiente al L@). Esa relacion es
indefinible, precisamente porque nosotros somos libres (nosotros: id)"
" ... se ve la espontaneidad resolverse en inercia (sigue el L) y la Iibertad en necesidad"; este ultimo termino ya sugiere el D, al cual se
pasa inmediatamente en este otro pasaje: "l Se definira en efecto, el
acto libre, diciendo de este acto, una vez cumplido, que hubiera podido no serlo ?".
EI libro termina estableciendo esto: "el problema de la lihertad
ha nacido, pues, de un mal entendido". La demostracion del autor,
sea cual sea su valor, se relaciona solo con el problema D, en especial
con el D L!1; no con otros problemas que, en el curso del libro, han
sido englobados con el.
Podria citar, con el mismo proposito de mostrar confusiones, pasajes de la otra obra de Bergson, Materia y memoria, en la cual
aparece desempeiiando un papel importantisimo la cuestion de la
retroaccion; pero, como he dicho, reservo un lugar en este libro para
el examen detenido de las ideas de este autor en cuanto se relacionan
con los problemas de la libertad.
�§ 48. Terminare este capitulo citando algunos pasajes de dos
importantes obras modernas que tratan sobre estas cuestiones.
De la obra de E. Boutroux, De La contingence
des Lois de La nature: "La creacion del hombre, ser consciente, no se explica, pues, pOl'
el solo juego de las leyes fisicas y fisiologicas. Su existencia y sus actos
imponen a la naturaleza modificaciones de que ella misma no puede
dar cuenta, y que aparecen como contingentes si nos colocamos en el
punto de vista del mundo fisico y del mundo fisiologico. l Que importa
al hombre, sin embargo disponer mas 0 menos de las cosas, si vuelve
a encontrar la fatalidad dentro de si, si sus sentimientos, sus ideas,
sus relaciones, su vida intima, en una palabra, son gobernados pOl' una
ley especial que los determina de una manera necesaria? La independencia del mundo pensante con relacion a los mundos inferiores,
lpuede alcanzar al individuo, si todos sus actos son implicados fatalmente en el sistema de los hechos psicologicos; si, con relacion a ese
sistema, no es el mas que una gota de agua arrastrada pOl' un torrente
irresistible?" (1). Magma ambiguo e inanalizahle, en que los distintos
problemas, 0 las soluciones de esos problemas, 0 los sentidos de los
terminos, aparecen, en algunos casos, confundidos, y, en otros, mal
relacionados entre si, esto es: ilegitimamente asimilados 0 ilegitimamente opuestos debido a la polarizacion tradicional de las ideas sobre
esas cuestiones; pOl' ejemplo, cuando, despues de establecerse (rnuy.
confusamente) la solucion libertista del @ (no explicabilidad del
"ser consciente" pOl' "el solo juego de las leyes fisicas y fisiologicas"),
se dice que el hombre "vuelve a encontrar la fatalidad dentro de si".
despues de haberse hecho intervenir tambien la contingencia; ideas
ambas, la de la fatalidad y la de contingencia, que corresponden
al D L!1, asi como corresponde al D ill la de determinacion necesaria,
que tambien aparece. En seguida, inmediatamente, se habla de "independencia" del mundo pensante (parece nuevamente un sentido
del L), y se afirma que ella no importa al individuo si los actos de
este son "implicados fatalmente en el sistema de los hechos psico·
logicos" (sentido del D), y, como una suposicion equiva.lente de esta
ultima, se da esta otra: "si... no es el mas que una gota de agua
arrastrada pOl' un torrente irresistible" (la solucion inertista del
L (8), ahora!).
"Parece, pues, que sea forzoso renunciar a toda contingencia (2)
en el orden de los fenomenos del alma, si se admite de una manera
(1)
(2)
Dcuxiemc
edition.
Pagina 112.
Paris,
Alcan,
1895, pa~ina
112.
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~esaria,
~e "insentido
~tos de
psico~e esta
e agua
,ta del
absoluta la ley de la conservaClOn de la energia. .. (esto ultimo tiene
que ver con el D, con la relacion de los actos a sus antecedentes, y
podria adelantarse aqui que admitir la verdad de la ley de la conservacion de la energia, obligaria, parece, a admitir la determinacion
necesaria de los hechos por sus antecedentes, pero que la reciproca
no seria verdadera, pues aun no conservandose la misma, la energia,
o no teniendo senti do esa ley, podrian los hechos ser determinados
por sus antecedentes, como tambien ser posibles en un sentido solo;
claro es, esto no hay que decirlo, que podrian no serlo) ...
" ... Ella no es tampoco (la ley de conservacion) un juicio sintetico a priori, puesto que la tendencia del hombres es, al contrario,
a creer que dispone de sus actos" (1). Lo que he subrayado es notable:
la solucion libertista del L@, aparece ahora substituyendo en el razonamiento a la contingencia, 0 sea a la solucion indeterminista del D),
y aparece tambien como contraria a la ley de la conservacion de la
energia.
En la pagina 123 aparecen los dos espurios: "A despecho de las
apariencias, un individuo, una nacion, el hombre, en fin, no es nunca
completamente esclavo de su caracter".
"En la resolucion que sigue a la consideracion de los motivos,
hay algo mas que los motivos: el consentimiento de la voluntad dado
a tal motivo con preferencia a tal otro. EI motivo no es, pues, la causa
completa del acto. l Es por 10 menos su razon suficiente? Ciertamente
que es siempre el motivo mas fuerte el que triunfa, pero porque se da,
apres coup, ese epiteto precisamente al motivo elegido por la voluntad.
Quedaria por probar que la voluntad elige siempre el motivo que
por si mismo ejercia de antemano sobre el alma la influencia mas
fuerte. Ahora bien: lno sucede que la voluntad convierte practicamente en preponderante a un motivo que teoricamente no era la resultante de las fuerzas que solicitaban el alma ?". 5i bien se habla de
actos, es evidente que el que prepondera en el pensamiento del autor
es el punto de vista personalizante; se trata de la dependencia de los
actos de cierto sujeto con relacion a 10 que no es el (not~se como
ese sujeto es unas veces "la voluntad" y otras "el alma") ; seria, pues,
un problema: L', predominantemente el L'@: pero, en el espiritu
del autor, ese problema esta confundido con el D, y 10 prueba acabadamente el transito inmediato de aquel problema a este; en efecto:
la demostracion continua por una alusion al principio de causalidad,
a proposito del cual se pregunta si "admite alguna contingencia", y
�nuestro pensamiento se encuentra de lleno en el problema de la
determinacion de los actos voluntarios con relacion a todos sus antecedentes, en favor de cuya solucion negativa 0 indeterminist a se habia
producido ilegitimamente un estado mental favorable por la consideracion del problema de la determinacion de los actos de la voluntad
con relacion a 10 que no es la voluntad, confundiendose la solucion
negativa de este con la de aqueI.
Esta confusion continua en las paginas siguientes; por ejemplo,
en la 125: " ... ella (la voluntad) puede despertarse y obrar; puede
luchar contra las pasiones mas fuertes ... etc."; y, 'unas lineas mas
abajo: "Si la produccion de determinaciones voluntarias es el orden
de fenomenos psico16gicos en que se manifiesta mejor la contingencia ... ".
Se dice, en la pagma 129: "Si es asi, hay el derecho de admitir
que los fenomenos psicologicos no son absolutamente determinados,
sino que encierran (recident), bajo las uniformidades de sucesion que
ofrecen todavia al observador, una contingencia radical", concluyendo
sobre el problema D. En la pagina siguiente, se sigue hablando de
"fatalidad absoluta" y de "contingencia"; pero se dice tambien, como
afirmando la misma cosa con otros terminos: " ... a mas que todos los
otros seres, la persona human a tiene una existencia propia, es por
si misma su mundo (est it elle meme son monde), puede obrar s!n
ser forzada a hacer entrar sus actos en un sistema' que la ultrapasa",
y este es un senti do del otro problema.
Concluire sefialando los dos primeros parrafos de la conclusion (1),
donde se hace una historia del problema en un estado mental de
confusion completa. "Cuando, en la antigua Grecia, el hombre adquirio conciencia de si mismo y reflexiono sobre su condicion, se creyo
el juguete de una potencia exterior (ideas del L(8)), impenetrable
(vaga idea del D, en cuanto "impenetrable" se refiera a inteligible,
como explicable por sus antecedentes 0 como previsible) e irresistible
(L (8)), que llamo el Destino (como el destino se relaciona con la
"fatalidad" dc los actos futuros, estas son ideas del D, y persisten las
del L por cuanto se piensa en ese destino como en algo exterior al
hombre, que fuerza al hombre. Todo esto se confundia, entonces, en
el estado mental que el autor atribuye a los griegos, el cual, en cuanto
a la no distincion de las dos cuestiones, es igualmente el suyo propio) . .. Se sorprendio de haber aceptado sin examen ese yugo vergonzoso. Probo substraerse a el, romperlo, y, en efecto, 10 rompio.
�nplo,
me de
mas
Irden
'ntinmitir
ados,
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o de
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S
los
pOl
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lsa",
(1),
I de
qui:eyo
Ible
ble,
ible
I la
las
. al
Ya no fue el mundo el que Ie dicto leyes; fue eI el que dicto leyes
al mundo. Adquirio conciencia de su libertad (L @). Pero pronto
desperto en eI una nueva inquietud. lBastaba en efecto que fuel'a
libre con relacion al mundo exterior para ser efectivamente libre?
No sentia en si movimientos impetuosos, fuerzas irresistibles...
(en
este momento no debemos decir que el autor confunde, aunque conserva el mismo termino libre en sentidos diferentes; pero he aqui cmil
pasa a ser en seguida su estado mental) : Ausente del mundo exterior
(la potencia soberana de que el hombre dependia), lresidia ella en
8i mismo? l Era el esclavo de sus pasiones, de sus ideas, de su naturaleza? (Aqui se piensa al hombre en relacion pOl' una parte con
sus pasiones y sus ideas, pOl' otra con su naturaleza; en el primer sentido, ya no es el L @, sino un L ©, y ya no se trata de la libertad del
hombre con respecto al mundo exterior, sino de la libertad de una
parte 0 aspecto del espiritu con relaci6n a 10 que no es ella, estando
las pasiones e ideas en ese no-sujeto; en el otro sentido, decir que e]
hombre es 0 no es esclavo de su naturaleza, 0 no significa nada, 0
significaria que los actos del hombre derivan 0 no de la naturaleza
de este: completa confusion en todo eso). lLa fatalidad volvia a posesionarse de el ... ? Ahora se trata de la fatalidad, y las asociaciones
del D se confunden mas con las del L (8) y las del L©, en esa niebla
mental inanalizable .
§ 49. Siento la necesidad de terminal', pOl' 10 que me limit are
ados 0 tres citas de La Lib€'rte et le Determinisme de Fouillee (1), a
cuya doctrina, pOl' 10 demas, reservo en esta obra especial estudio.
He aqui el planteamiento inicial (2) : "EI problema es el siguiente:
Encontrar en las leyes mismas de nuestra dependencia (nuestra dependencia: el problema L @, cuya solucion negativa se postula) 10
que suple practicamente a nuestra independencia (mismo problema)
y produce en nosotros el sentimiento practico de ella; producir asi en
el seno mismo de la necesidad (otra cuestion: el problema D, confundido con el anterior) un progreso hacia la libertad" (de manera
que libertad es concebida como oponiendose tanto a dependencia como
a necesidad: ya la confusion esta establecida: persistira en todo el
libro). EI parrafo siguiente empieza asi: "Lo que el determinismo
encierra de mas solido y de verdaderamente cientifico, es la explicacion de los actos pOl' su relacion con (sous le rapport de) sus antecedentes cronologicos (el determinismo
queda concebido como una
(l)
(2)
Troisieme
edition,
Paginas 1 y 2.
Paris,
Alean,
1890.
�tesis que se opone a la de la libertad, y por la cual se sostiene a la
vez, y como cosas identicas 0 no separables, la depedencia del hombre
y la necesidad. Y el lector ha podido perfectamente notar, por esta
sola y breve cita, como la confusion que hay en el espiritu del autor,
10 ha llevado a postular la dependencia del hombre, porque, en su
calidad de determinista, cree en la determinacion de los actos por
sus antecedentes, y no distingue determinacion de Ios aetos de dependencia de Ios seres), de sus motivos y de sus moviles". Aparece la
cuestion de los motivos, todavia, por consolidar la confusion.
En esas piiginas iniciales, emprende Fouillee el aniilisis de la idea
de posibilidad, discute sobre la posibilidad de los contrarios, a proposito de ese mismo "problema" que se relacionaba con la dependencia; y ademiis, postula tiicitamente la accion de la conciencia sobre
10 material,
0 sea la solucion afirmativa
del .@ (1), sin discutir
propiamente ni establecer naturalmente la relacion de cada una de
sus soluciones con las de los otros.
En todo el libro (y sin perjuicio del valor de tantos aniilisis y
discusiones) persisten la alternancia 0 la confusion de los sentidos.
Ejemplo: En la piigina 35, el problema es el L: "Segun los partidarios
de la libertad, potencia exenta de constreiiimiento (contrainte) ... "
" ... obramos siempre hajo la idea...
de un poder que nos atribuimos. .. de una independencia de que dotamos a nuestra naturaleza
interior ... frente al exterior". Pero, justamente en los piirrafos anteriores, discutia sobre la ambigiiedad de los posibles, a proposito de
los contratantes que cumpliriin 0 no cumpliriin sus contratos. "En la
hipotesis de la libertad, es cierto, no estamos seguros de que el contratante cumplirii efectivamente el contrato ... "
Pero tal vez ningun piirrafo seria tan adecuado como este, de la
piigina 230: "La voluntad (se toma por sujeto la voluntad: ideas del
L@ 0 del L'@) no puede realizar el ideal del acto libre (acto libre:
veanse, en el § 5, las significaciones que puede tener esta expresion)
sin pasar por tres momentos ... Si por hipotesis, consideramos el yo
antes de que haya producido ningun acto bajo la idea de la libertad
(como en los niiios) (2), 10 encontramos determinado principalmente
por el exterior y por 10 que no viene de si mismo (esta idea del yo
como dependiente de 10 exterior a el, es la solucion negativa del L @;
pero no se emplea la palabra dependiente sino la palabra determinado,
(1)
Como
puede
verse
en el parraIo
3.
autor.
l'etat abstrait ... », en Ia pagina
(2)
Ese parentesis
es del
que
empieza:
«Cette
possibilite
ne reste
pas
Ii
�10 que trae confusion con el D. Veanse, en el § 6, las acepciones posibles de la expresion seres deter,minados); es todo entero esclavo de
la conformacion del cerebro {ahora es (ill el, confundido con todos
los anteriores, y sin que se sospechen siquiera las distinciones necesarias ni el relacionamiento justo de las soluciones del uno con las
soluciones de los otros). Es ese el primer momento, en que las determinaciones del yo inteligente (no de todo el yo, sino del yo inteligente:
un
especial) son presupuestas (posees) por fuerzas extranas (solucion negativa de ese
en formula L') herencia (ahora, complicaciones enormes por la cuestion de la retroaccion que aparece con ese
termino; efectivamente: es complicado decir si son extrafias, y en que
sentido, las peculiaridades que vienen a un ser por herencia pero que,
en el mO,mento de la "determinacion", estan en el, son el. Se comprende, pues, que no se pueda pensar, si 10 relativo a la retroaccion
no se aclara), medio, excitaciones del exterior (ahora ya volvemos a
estar en el L@, sin retroaccion), -mas bien que no los presupone
(pose) y no los afirma el mismo en su conciencia. Su actividad no se
ha ejercido todavia sino por reacciones puramente reflejas (no reflexivas) (el parentesis del autor confunde mas todavia), en razon compuesta de las acciones del exterior y de las fuerzas enmagasinadas en
el sistema nervioso. (Ra vuelto el @). Esas reacciones reflejas eran
como la traduccion exacta de 10 de afuera por 10 de adentro, de 10
fisico por 10 mental {sigue el mismo (ill, que se da por resuelto, en
cse caso, por la negativa, 0 sea por la no libertad de la conciencia
con respecto al cuerpo, sin base alguna para hacer la afirmacion, y
sin percibir ni establecer, como ya se dijo, las justas relaciones de
este problema y de sus soluciones con los otros problemas y sus soluciones). No era, sin embargo, una completa fatalidad (D) es decir una
completa pasividad (L)", i" ...es decir ... "!
©
©
§ 50. Y con eso ya alcanza para sentir cuan imperiosamente
se impone repensar la cuestion. Racer nuevos argumentos, descubrir
aspectos nuevos, es necesidad secundaria al lado de la esencial de
deshacer las confusiones para poder apreciar y utilizar la obra intelectual de riqueza incomparable que atraida por estos hermosos y vitales
proble,mas, ha realizado la inteligencia humana.
Ya se entreve como esa confusion utiliza una parte del trabajo
intelectual; como conduce al error, llevandonos continuamente a concluir sobre una cosa cuando hemos empezado a razonar sobre otra
distinta; a sostener 0 a combatir una tesis porque creemos deber sostener 0 combatir otra y no comprendemos con claridad ni la diferencia
�ni las relaciones logicas de ambos; y como "la cuestion" tiene infinitas
relaciones, y es vital y omnipresente: es como un inmenso iman que,
extendido a 10 largo de la filosofia, la polariza toda. Por esa polarizacion viciosa esta falseada la relacion entre las filosofias y entre los
filosofos. No puedo resistir a la tentacion de anticipar un ejemplo,
de autores de los que he citado ya: Schopenhauer es un gran defensor
del "determinismo"; Bergson es un gran defensor de "la libertad";
cuando leemos sus libros, los pensamos en oposicion; y, en efecto, sobre
algunos problemas, por ejemplo, sobre el de la ambigiiedad de los
posibles, hay verdadera oposicion, sosteniendo el uno la posibilidad
en un solo sentido, e inclinandose el otro a la ambigiiedad, aunque la
doctrina que procura probar mas expresamente es la de que el problema esta mal planteado y no tiene sentido. Pero sobre el problema
de la libertad del hombre, seria mas bien interesante comparar sus
opiniones y su lenguaje: no solo la aplicacion del operari sequitur esse,
y multitud de frases como esta: "nuestra causalidad inmediata y ...
nuestro poder personal gracias a los cuales las acciones que nosotros
hacemos son verdaderamente nuestras", del libro del filosofo "determinista", podrian pasar, y reciprocamente, al del filOsofo "libre-arbitrista" que escribe estas otras: "un acto libre; puesto que el yo solo
habra sido su autor, puesto que el expresara el yo todo entero" y que
compara el acto libre produciendose en el yo al fruto que se desprende
del arbol, -sino que seria interesante estudiar hasta que punto e]
estupendo analisis del filosofo de hoy a proposito de la retroacci' ,
cuando describe como la conciencia organiza el pasado en el presente
("ella prolonga el pasado en el presente, porque nuestra accion dispondra del porvenir en la exacta proporcion en que nuestra percepcion, grossie por la memoria, habra contraido el pasado. Responde a
una accion sufrida, por una reaccion inmediata ... he aqui la ley fundamental de la materia. .. Si hay acciones libres, 0 al menos parcialmente indeterminadas, ellas no pueden pertenecer mas que a seres
cap aces de fijar, de loin en loin, el devenir sobre el cual su propio
devenir se aplica, de solidificarlo en momentos distintos, de condensar
asi su materia y, asimilandosela, de digerirla en movimientos de reaccion que pasaran a traves de las mallas de la necesidad natural. .. La
independencia de su accion sobre la materia ambiente ... ") (l) hasta
que punto ese analisis, digo, no es mas que el magnifico acabamiento
de 10 que queria pensar el filosofo de ayer, cuando en la primera frase
�que cite, agregaba el adjetivo que yo he subrayado: "inmediata", y
cuando escribia otras como esta: "Pero esta libertad. .. nos substrae
a la contrainte de los objetos presentes, y ... nos vuelve superiores
a los animales" (I).
Por oposiciones ficticias, la humanidad se cree obligada a elegir,
a abandonar una cosa para poder conservar otra, no solo en los casos
en que realmente 10 imp one la logica, sino en otros, muchi~imos, en
que no es asi; y en ninguna cuestion como en la presente, esta tan
humana tendencia a tomar 10 complementario por contradictorio se
manifiesta falsamente exagerada, debido a la polarizacion histOrica.
Yes, en estos casos, un descubrimiento inesperado y feliz, descubrir
que no estabamos obligados a abandonar una parte tan considerable
como creimos del tesoro intelectual que nos fue legado.
No al objeto, pues, de decir cosas nuevas, que seran escasas y
pobres, sino al de mostrar, con un esbozo rudimentario, la fecundidad
de un trabajo que es necesario que mejores espiritus realicen, responden los siguientes incompletos analisis.
Esta obra fue completada por conferencias verbales, que no se tomaron taquigraficamente. Naturalmente,
dada la epoca en que fue escrita, todos los ejemplos
han quedado anticuados.
Pero las distinciones
fundamentales
que alli se hacen,
no se han tenido en cuenta en la Filosofia y en la Ciencia, 10 que hace persistir
las mismas confusiones, como 10 muestra, para tomar un ejemplo altisimo, el libro
de Planck "A donde va la Ciencia", en el cual se sigue oponiendo determinismo
o causalidad, a "libre albedrio", como si se tratara del mismo problema, y como
si existiera esa oposicion...
(Por ej.: Capitulo "Causalidad y libre albedrio").
En cuanto a los descubrimientos
de la ciencia de este 5iglo, 10 que han hecho
es multiplicar
libertades -en
el sentido de no dependencia: electrones y todas
las demas entidades que se mueven dentro del atomoy multiplicar
la imprevisibilidad priictica, sin que esto se relacione con el indeterminismo, 0 sea con la
admisibilidad
0 no admisibilidad
metafisica de la categoria de posibilidad.
Indeterminacion
e incertidumbre
son dos nociones; y a proposito, p. ej., del principio
de incertidumbre de Heisenberg, podria verse mi conferencia "Transcendentaliza·
ciones matematicas ilegitimas", publicada por la Facultad de Filosofia y Letras de
Buenos Aires en 1940.
�
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Los problemas de la libertad
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Es difícil analizar con justeza en filosofía, sin estar familiarizado, al menos instintivamente, con ciertos hechos que se observan muy a menudo cuando se sigue la evolución de los problemas. Esos hechos podrían dar tema a un estudio muy fecundo para la critica filosófica. Limitado por el objeto especial de este libro, citare solamente algunos de ellos.
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VAZ FERREIRA, Carlos
Source
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República. Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 39-125
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1947
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Publicación Periódica
CARLOS VAZ FERREIRA
Facultad de Humanidades y Ciencias
Filosofía
URUGUAY
-
http://humanidades-digitales.fhuce.edu.uy/files/original/8d8fce6befc6b1fe7247e7cf8555d283.pdf
a2166c93e5aa5c5024d12b85a38eaba0
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San Agustin y el Problema del Mal
en el Neoplatonismo Cristiano (1)
Una de las caractenstlcas del pensamiento de San Agustin que
demuestra su fervor de vida espiritual y su exigencia de sinceridad,
esta en esa inquietud y esa insatisfaccion interiores que siempre Ie
impidieron detenerse en una solucion alcanzada y considerarla definitiva, mientras la honda conciencia de los problemas 10 impulsaba
a profundizar continua y ulteriormente su investigacion. Esta insatisbccion y conciencia de problemas ulteriores, se convierten luego en
una fecunda herencia legada pOl' San Agustin al pensamiento sucesivo
y, especialmente, al neoplatonismo cristiano procedente de su enseiianza. De manera particular, semejante herencia nos aparece visible
en relacion al problema central de la fisolofia agustiniana -asi como
de toda la patristica-,
es decir, el problema del mal.
Vinculado con las preocupaciones mas hondas del espiritu cristiano (tocantes al destino del alma, al pecado, a la salvacion) asi
como con los problemas etico-teologicos referentes a la creaci6n, la
cncarnacion y la gracia, este problema del mal habia sido c~ntral en
la mente de San Agustin desde el primer despertar del interes filosOfico en el, pOl' el influjo del Hortensius de Ciceron. Inspirada en el
Protreptico de Arist6teles, esta obra ciceroniana, perdida para nosotros, volvia a presentar la doctrina etico-religiosa del orfismo y platonismo, que consideran el nacimiento como expiacion de un pecado
original, que el alma paga en la carcel del cuerpo, al que se encuentra
atada tal como el prisionero de los ladrones etruscos, atado cara a
car a con un cadaver en putrefaccion y conden ado de esta manera a
la agonia mas atroz.
De ahi el anhelo de liheracion que el alma' experimenta, y que
sOlo puede satisfacer mediante la purificacion del pecado, que el
platonismo busca especialmente en la filosofia y en la vida contemplativa, medio supremo de salvacion eterna.
�Esta doctrina, en el platonismo y neoplatonismo antiguos, ya
estaba vinculada con el problema del origen del mal. Aceptando del
orfismo la idea que el cuerpo es carcel 0 tumba del alma y, por ende,
malo por su naturaleza misma, Platon se encontraba ya orientado
hacia la consideracion de la materia como causa del mal; y por eso
en el TimefJ la llama "concausa", es decir, causa real que, por si
misma, lucha con la causa divina del orden y la perfeccion, interviene
en la formacion del mundo, donde se enfrentan las fuerzas del orden
y del desorden. La lucha entre la materia y Dios se transforma luego,
en Las Leyes del mismo Platon, por influjo del dualismo persa, en un
contraste entre el alma cosmica buena y la mala; y este dualismo
persa y platonico repercute mas tarde en el maniquelsmo, donde los
dos principios antagonicos del bien (Dios) y del mal (demonio), son
identificados, el primero con la luz y el segundo con las tinieblas.
Las tinieblas han logrado encarcelar centellas de la luz, que son las
\ almas, cuya liberacion por ende puede alcanzarse unicamente con
eliminar la generacion, 0 sea, la transmision de la herencia del pecado.
En ambas doctrinas dualistas, pues, la orfico-platonica y la maniquea, que en momentos sucesivos lograron la adhesion juvenil de
San Agustin, habia un aspecto que debia determinar luego su alejamiento y repudio de ellas por incompatibles con el cristianismo; y
era la consideracion del mal como realidad positiva, antitetica al bien
eero colocada en el mismo plano de realidad primordial que aquel,
por la afirmacion de un dualismo originario de dos poderes opuestos.
Bien y mal debian en su oposicion y lucha considerarse como dos
seres 0 fuerzas igualmente reales y primordiales, desarrollando eternamente su accion una contra otra. Lo cual en Platon, cuya clasificacion jerarquica de las ideas eternas parecia tender hacia una reciprocidad 0 identificacion entre bien y ser (colocados ora uno ora
otro en el apice de la escala ideal), podia contener una contradiccion
interior al atribuir tambien al mal un ser real; pero tenia su vinculacion con toda la tradicion del pensamiento pagano, que planteaba
el problema moral como problema de la felicidad, y por eso so la acer
un alance de os bienes yae 10s males en la vida del hombre. Verdad
que mientras la tradicion corriente planteaba ese problema tan solo
en el terreno de la vida presente, llegando alas opuestas conclusiones
del optimismo y pesimismo, en cambio el orfi mo y Platon desplazaban su mirada hacia la vida futura, vinculando su problema con la
inea del pecado y con la exigencia de-;alvacion.
Se realizaba de esta manera un encaminamiento hacia la idea de
una causalidad interior, atribuyendose al alma misma y a la voluntad
humana la responsabilidad esencial en la determinacion del destino
personal futuro; pero en esta misma doctrina, el principio del bien
aparecia unicamente como fuerza y voluntad de orden, y quedaba
frente a eI la resistencia de la materia corporea, considerada como
causa del mal, exterior al espiritu, es decir, teniendo una realidad
propia frente al espiritu e independiente de el.
Esta situacion cambia de manera esencial en la doctrina cristiana,
I
'--
�por la aceptaclOn de la idea de una creaClOn de la nada. La. materia
ya no tiene esa primordialidad aut(i~oma y eterna que t';nia en la
tradicion pagana, y que podia fundamentar su definicion como "mal
por su naturaleza", a raiz de su resistencia y oposicion al espiritu, al
orden y a la perfeccion del bien. Siendo la materia una realidad creada,
cs decir, procedente de Dios, no puede ser un mal por si misma. Si to a
realidad procede de Dios, sumo bien y fuente unicamente de bienes,
tcdo ser debe tener el canicter de bien.
Todo ser (incluso la materia) «!ebe'por 10 tanto reconocerse como
un bien por su naturaleza; y el mal puede consistir solamente en el
uso 'cul able que es negacion del bien, es decir, negacion del ser, de
La jcrarquia y el orden intrinsecos a el. EI mal pues, es ura neo-atividad' no una realidad positiva frente a la del bien, sino solo la
negacion del bien identificado con el ser. De esta manera tampoco
puede el mal proceder de una causa positiva mala, sino unicamente
de una eleccion equivocada, vale decir, de la voluntad. La unica fuente
del mal se encuentra, pues, en nuestro querer, 0 sea es una fuente
interior, que esta en el alma; el mal no es otra cosa que una negacion
tIel bien hecha -porIa voluntad.
Asi se determina el transito de la teoria que atribuye una positividad a la causa del mal, a la teoria de su negatividad.
EI estimulo hacia semejante transito habiase hecho sentir de
manera parcial en el mismo neoplatonismo pagano. Escribia Plotino
en la Eneada I, libro 8, cap. 7:
"Pero, l como, pues, si existe el bien, debe tambien existir nece"sariamente el mal? lAcaso porque en el universo debe existir la
" materia? Pues, pOl' necesidad este universo consta de contrarios, y
"no existiria si no existiese la materia. Efectivamente, la naturaleza
"de este universo es una mezcla de intelecto y de necesidad; y todo
"10 que recibe de Dios es bien; en cambio los males Ie provienen de
"la antigua natnraleza, la materia...
Y tambien asi puede apre"henderse la necesidad del mal: pucs como no existe solamente el
" Bien, la necesidad dcriva de eI pOl' descenso. 0, si se qui ere decirlo
"asi, en el cterno descenso y alejamiento, del primer principio per"fectisimo, el ultimo, despues del cual no es posible que nazca al~o,
"este es el mal; ahora bien, por necesidad existe 10 que se halla
"despues del primero, pOl' 10 cual tambien el ultimo existe. Este es
"la materia, que no posee ya nada de aquel primero, y esta es la ne"cesidad del mal".
Puede reconocerse en este pasaje una vacilacion entre el viejo y
un nuevo camino. Por un lado la materia es una realidad necesaria
y primordial, es la necesidad opuesta al intelecto y, por 10 tanto, es
el mal que se enfrenta necesariamente con el bien, el ultimo que esta
contra el primero y cuya presencia co-eterna a su contrario constituye
el insuperable limite final a la procesion de los seres que derivan de
su opuesto, es decir, de la suma perfeccion. Por el otro, la materia
y el mal son negaciones del intelecto y el bien, es decir el acaba-
�miento total del proceso de descenso y alejamiento, el tcrmino ultimo
que no posee ya nada del primero y que, por 10 tanto, caracterizandose
como pura negacion de aquel, tiende a perder la realidad autonoma
y. primordial que 10 igualaba en ser y en jerarquia a su opuesto.
Ahora bien, 10 que en Plotino aparece como vacilacion parcial,
se convierte en decision term in ante en el neoplatonismo cristiano de
San Agustin. Partiendo de la idea de la creacion de la nada, por la
cual toda existencia procede de Dios, el neoplatonismo cristiano debe
identificar el ser con el bien, y no puede considerar el mal como ser
real, sino como negacion del ser que es bien. Negacion, pues, que no
proce e del creador, sino unicamente de la creatura, es decir de la
voluntad humana, autora del pecado.
Sin embargo, unos problemas ulteriores se planteaban en conse·
cuencia de esta afirmada procedencia del mal. Si la creatura procede
de Dios, l como puede convertirse en autora del pecado y del mal?
l Como puede volverse mala y causa del mal la creatura que procede
del principio del bien? l Como puede, de Dios oIDnisciente y to dopoderoso, salir una creatura cuya accion no sea predeterminada por
el creador? lSeria, pues, el mismo principio del bien la fuente pri.
mera de la negacion del mismo?
San Agustin, en su De libero arbitrio da, entre otras contestaciones,
una explicacion profunda de estos problemas. La creacion, obra de
Qios, debia ser perfecta y debia, por 10 tanto, contener una perfecta
jerarquia de seres; por eso necesitaba tambicn la existencia de seres
aotados de libre albedrio, a fin de que hubiera en el cosmos, al lado
de existencias necesitadas por su naturaleza, otras lib res por su voluntad. Entre las explicaciones expresas ofrecidas por San Agustin,
se vislumbra una idea mas honda, es decir, que la perfeccion del cosmos
creado por Dios exige la presencia de voluntades buenas entre las
creaturas, y no podria haber voluntad buena real si fuera necesitada
por su naturaleza hacia el bien. La voluntad buena se hace real unjcamente con la posesion de la eleccion libre, es decir, con la posibilidad de querer el bien y el mal igualmente. En otras palabras, la
posibilidad del pecado era necesaria para la perfeccion del universo
creado por Dios.
Tenemos de esta manera una justificacion profunda del librc
albedrio; pero de ella proceden consecuencias que se convierten en
dificultades interiores del agustinismo.
En primer lugar, si el libre albedrio es necesario para la existencia efectiva de la voluntad buena, e} mcrito de la eleccion del bien
y del repudio del mal pertenece a la voluntad humana. L....
a remuneracion de su conducta, por consiguiente, {premio 0 castigo, salvacion
o condena} aparece merecida por el hombre, es decir, debida por Dios.
La salvacion 0 condenacion eterna, por 10 tanto, seria determinada
por la misma voluntad humana y procederia de su eleccion: vale
decir, la voluntad humana obligaria a Dios en virtud de la ley eterna
de la justicia.
�Esta conclusion, justamente, constituye luego la teoria de Pelagio,
quien afirma que todos se gobiernan por su propia voluntad (omnes
propia voluntate regi) en la vida presente y en la futura igualmente.
Conclusion que era un desarrollo consecuente de principios agustinianos; y sin embargo (0 precisamente por eso) estimula una decidida
reaccion de San Agustin, qui en reivindica la libertad de Dios y por
eso afirma la exigencia de una gracia gratuita y no vinculada por el
merecimiento humano.
Por cierto, la exigencia de la gracia era fundamental en el cristianismo. San Pablo habia colocado en la encarnacion y el sacrificio
divinos la condicion necesaria para la redencion y salvacion de la
humanidad. El pecado de Adan, cuya herencia se habia trasmitido
como una mancha indeleble a la humanidad procedente de aquel, con
la predisposicion al pecado y la condenacion a la muerte, no podia
ser borrado por la humanidad misma, sino que precisaba la intervencion de la gracia divina redentora.
San Agustin habia acentuado la idea de la trasmision del pecado
hasta la teoria del traducianismo, que consideraba a todas las almas
contenidas ya en germen en Adan y por eso manchadas directa y
originalmente por su pecado; y a pesar de sus vacilaciones ulteriores
entre traducianismo y creacionismo de las almas individuales, conserva
firme la conviccion de una herencia del pecado, que hacia necesaria
por toda salvacion una intervencion de la gracia .
.Sin embargo, esta intervencion podia pensarse efectuada mediante
la encarnacion y el sacrificio de Cristo en beneficio de toda la humanidad; 10 cual significaba una redencion ofrecida a todos, una gracia
universal constituida por la reintegracion de la humanidad en la Iibertad de su querer, perdida ya por el pecado. De esta manera, la
humanidad habria reconquistado la posibilidad de merecer, de acuerdo
con la actuacion de cada uno, la salvacion 0 la condenacion eterna
personal.
Pero San Agustin se coloca en contra de semejante interpretacion.
Si la retribucion fuera merecida por el hombre, se convertiria en una
necesidad de justicia para Dios. En cambio, la Iibertad plena de la
decision de Dios solo se concilia con una gracia absolutamente gratuita, no otorgada a toda la humanidad de una vez por todas, sino
solamente a cada individuo elegido por Dios. Por eso la humanidad,
aun despuiis del sacrificio divino y a pesar de iiI, debe quedar por
San Agustin una massa damnationis, vale decir, toda en conjunto,
objeto de condenacion, incapaz de una liberacion por si misma 0 por
fuerza de la voluntad personal, y admitida a la salvacion solamente
por una gracia divina, individual y gratuitamente.
En este punto otro problema se planteaba, en relacion con la
naturaleza eterna y eternamente inmutable de Dios, superior al flujo
del tiempo. En la inmutable eternidad divina todo pensamiento 0
decreto debe ser eterno, es decir, existir inmutablemente ab-aeterno;
de manera que los decretos de gracia (eleccion) 0 negacion de ella
�(rechazo) deberian ser decisiones eternas, vale decir, eternas predestinaciones para las personas humanas individuales. San Agustin, pOl'
cierto, intenta imitar _esta consecuencia logica de la predestinacion:
hay solamente -afirmauna predestinacion a la salvacion para los
elegidos; no hay predestinacion para los demas.
Sin embargo, la existencia de una predestinacion positiva por una
parte limitada, significa logicamente existencia de una predestinacion
negativa pOl' toda la otra parte; los excluidos de la eleccion que lleva
a la gracia, son predestinados sin mas a la condenacion eterna. No
hay, pOl' 10 tanto, solamente una predestinacion unilateral y parcial,
sino una doble y por ende total; y con eso ya queda excluido, en
relacion con el destino eterno del alma en el mas alla, todo valer del
libre albedrio y de la voluntad buena. La afirmacion de la nccesidad
de ambos, para la perfeccion del universo creado, pier de su sentido
~as ho~o al ser cortada la vinculacion de ellos con el mundo de la
inmortalidad y con la decision de la salvacion 0 el castigo etcrno.
Nos encontramos aqui con una contradiccion interior del agustinismo, cuya herencia ha sido, sin embargo, recogida no solamente
por varias herejias medievales, sino tamhien pOl' corrientes del pensamiento protestante y del catolico en la edad moderna. Recordemos
por un lado a Calvino y pOl' el otro a J ansenio (con su Augustinus)
y los catolicos influidos pOl' eI, como Arnauld, Pascal, Lamennais, etc.,
todos aseveradores de una predestinacion ineludible para cada persona hum ana.
Ademas, otra causa de desvaluacion 0 destruccion del libre albedrio aparecia en la doctrina agustiniana. La teoria de la presciencia
dlvma (conocimiento previo, ab aeterno, de todos los acontecimientos
universales y de todos los actos humanos) llevaba consigo una ampliacion de la idea de la predestinacion, ext~diendola de 10 referente
a -destino eterno del mas alla, tambien a la vida terrenal y a todas
las acciones del hombre. Buenas 0 malas, siendo conocidas ab aeterno
pOl' el pensamiento divino, que es un pensamiento entificativo, es
decir, que otorga la realidad a 10 pensado, las acciones del hombre
tendrian en ese conocimiento divino eterno una predestinacion a la
cual la voluntad humana no podria sustraerse; y de csta manera no
solamente el destino eterno de salvacion '0 condenacion, sino tam bien
el destino temporario terrenal de una vida virtuosa 0 pecaminosa, pal'eceria proceder de Dios antes bien que de la voluntad lihre del
hombre.
A esta conclusion opone San Agustin una nep;acion terminante.
~a Presciencia divina no significa predestinacion, pOl'que 10 que Dios
conoce ab aeterno de nosotros es 10 que vamos a querer, vale decir,
nuestras deeisiones lib res en tanto libres. Su conocimiento, pOl' 10
tanto, no nos quita nuestra libertad.
Y San Agustin quiere confirmar su teoria mediante un parangon
entre previsiones y recuerdos humanos. Nuestras previsiones anteriores a los acontecimientos no son necesitantes, no impelen de ma-
�nera irresistihle a la ejecuclOn de algUn acto, no coartan, asi como
nuestros recuerdos, posteriores a los hechos, no pueden necesitar ni
ohligar a la efectuacion ya realizada de aquellos. Pero esta explicacion
olvida una diferencia esencial entre el conocimiento humano y el conocimiento divino de las cosas.
El conocimiento humano de cosas 0 acciones, alin hajo las formas
de prevision 0 de recuerdo, es un reflejo de una realidad existente
o que se supone existida 0 proxima a existir, y puede tamhien equivocarse en la creencia de ser verdadero; el conocimiento divino, en
camhio, no solamente no admite posihilidad de equivocacion, sino que
al ser anterior alas cosas (por su misma eternidad) es entificativo, es
decir, creador de realidades no existentes todavia. Por eso la presciencia divina se convierte en una predestinacion; y al afirmar la
presciencia se tiende a admitir una- predestinacion de las acciones humanas, asi como en la teoria de la gracia gratuita, vinculada con la
eternidad de Dios, hahia una tendencia a admitir la predestinacion
no solamentc para los elegidos a la salvacion, sino, justamente, tambien para los rechazados, sometidos asi a la condenacion eterna.
Nos encontramos de esta manera con vacilaciones y contradicciones del pensamiento agustiniano, que muestran haher quedado todavia irresoluto por eI -POl' 10 menos en parte- ese gran prohlema
del mal. A la pregunta de si el mal y el pecado dehen considerarse
procedentes efectivamente de la voluntad humana, lihre y por 10 tanto
enteramente responsahle 0 si, a raiz de la presciencia divina, tienen
una dcpendencia del pensamiento y la voluntad divina, no hasta contestar que la presciencia divina es prevision de decisiones lihres. La
libertad del querer humano no result a estahlecida de manera clara
y firme cuando se le sohrepone una prevision eterna que no puede
faltar de realizarse y que, ademas, es prevision de la mente creadora
referente a la creatura que recihe de ella su existencia y su naturaleza
e inclinacion particulares.
Quedaha ademas en la doctrina agustiniana, complicada con la
dificultad mencionada, otra dificultad, relativa a la remuneracion
eterna de la conducta humana, que ha sido puesta de relieve por
Escoto Eriugena, partiendo de los mismos principios agustinianos. Si
]a remuneracion eterna (condenacion 0 salvacion) es otorgada por
Dios, dehen considerarse realidades positivas eternas tanto la eterna
hienaventuranza como los eternos suplicios: el eterno hien y el eterno
mal. Entonces, l adonde se va la teoria de la pura negatividad del mal?
Y, adem as, los eternos suplicios implican la creacion del infierno:
lhecha pOl' quien? l por Dios? l entonces, seria Dios creador de un
mal?
Escoto Eriugena apela contra semejantes conclusiones a la teoria
agustiniana, segun la cual Dios es solo causa del hien. La creacion del
ser, hecha pOl' Dios, es creacion de hien unicamente; es imposihle una
creacion de un mal de parte de El y, por 10 tanto, es imposihle la
existencia de un infierno y de una condenacion eterna. Dios, causa
del hien, no puede castigar, es decir, infligir un mal.
�Mas atin: ademas de no poder castigar el pecado humano, Dios
(agrega Escoto Eritigena) tampoco puede conocerlo. Conocerlo 0
pensarlo significaria (a raiz de la virtus entificativa del pensamiento
divino) , crearlo, otorgarle realidad. La presciencia eterna de Dios seria
.
creacion 0 predestinacion
ab aeterno; y por eso Dios, principio del
hien, debe eternamente ignorar el mal y el pecado, ni puede castigarlos. He aqui un principio agustiniano (Dios principio del bien, que
no puede por 10 tanto ser causa de su contrario) llevado a una consecuencia negadora de la presciencia universal divina que seria uni·
versal predestinacion, de todo bien y de todo mal igualmente. Al
admitir tinicamente la presciencia y predestinacion del bien, Eritigena,
sin embargo, podia considerarse sustancialmente orientado en el mismo
punto de vista de San Agustin, cuando este admitia como establecida
por Dios solamente la predestinacion de los elegidos, para la salvacion
cterna, y negaba la contraria, de los abandonados a la eterna cond~nacion.
Sin embargo, el Eritigena no se daba cuenta de que, negando a
Dios atin el conocimiento del pecado humano, iba a chocar contra su
misma teoria de la redencion. Al afirmar esta teoria de la redencion,
en efecto, eI caia en una contradiccion cabal con la negacion del conocimiento y castigo del pecado humano por parte de Dios, porque
la liberacion del pecado y de sus consecuencias, llevada por Dios a
10s hombres mediante la redencion, implicaba necesariamente el co·
nocimiento divino de los pecados humanos y la salvacion de los pecadores con respecto a una condenacion procedente del mismo juez
eterno. Es decir, que el Eritigena afirmaba con la redencion, 10 que
negaba con la teoria de la causalidad univoca de Dios, principio del
bien que no puede ser fuente de mal. Ni tampoco bastaba, para eli·
minar la contradiccion, el declarar contra San Agustin la universalidad de la redencion, que otorga la salvacion a toda la humanidad
y asegura la bienaventuranza eterna para todos.
De todas maneras, Escoto Eritigena se habia colocado en el polo
opuesto al que eligen, entre los agustinianos, los aseveradores de la
rigida ineluctable predestinacion universal, para los salvados y los
condenados igualmente. De los principios agustinianos Eritigena y
.J ansenio deducen consecuencias contrarias q e, sin embargo, llevan
igualmente a un mismo resultado: la destruccion del merito y del
demerito moral, que Eritigena elimina en sus consecuencias, negando
el conocimiento divino y el castigo de las culpas y otorgando a todos
buenos y malos igualmente, la bienaventuranza eterna; y J ansenio
climina en sus condiciones previas, negando con la predestinacion el
libre albedrio humano.
El contraste de esos desarrollos posteriores ~s una documentacion
historica de las contradicciones que hablan que dado sin solucion en
Ia teoria agnstiniana. Habia en el planteamiento mismo del problema
del mal una insuficiencia de la propia idea del mal como pura ne·
gatividad, aceptada por San Agustin. El neoplatonismo al quedarse
satisfecho con una definicion del mal como pura negacion del bien
-
�(y del ser, que es bien), no habia tenido en cuenta 10 que la dialectica platonica habia, sin embargo, ya puesto de relieve, es decir, que
negacion no significa reduccion a la nada, sino alteridad y oposicion,
y que el no ser no es falta de realidad sino realidad contraria. Esta
herencia de la dialectica platonica sera aprovechada mas tarde por
la dialectica hegeliana, con la vinculacion reciproca de los opuestos
que engendra el movimiento de la superacion y del desarrollo.
Otra fuente de contradiccion interna en la teoria agustiniana es·
taba en la exigcncia de la gracia gratuita afirmada por San Agustin
contra las exigencias racionales de justicia. Si, de acuerdo con sus
premisas, es necesaria la existencia del libre albedrio y de la eleccion
voluntaria para la exis encia de la voluntad buena y la perfeccion
del mundo creado, es evidente que existen en los hombres el merito
y el demerito, y que en consecuencia se plantea la exigencia de una
rcmuneracion adecuada procedente de la justicia eterna de Dios. Sin
embargo San Agustin, preocupado de salvar la libertad absoluta de
Dios, se niega a someter a la voluntad divina a esa exigencia racional
de justicia; pero eso llevaba, en sus ultimas consecuencias, a una negacion del orden moral y de la perfeccion de la creacion, cuya afirmacion habia sido precisamente, para San Agustin, el fundamento de
la teoria del libre albedrio.
Estas y otras contradicciones, procedentes del esfuerzo de satisfacer exigencias opuestas, no permiten a San Agustin el llegar a una
solucion definitiva del problema del mal, y dejan asi una her encia
de investigaciones y discusiones ulteriores al pensamiento sucesivo.
Pero en esto, justamente, debemos reconocer un aspecto de la gran
fccundidad del agustinismo. En toda la historia del pensamiento humano en general, el desarrollo y movimiento ulteriores se hallan estimulados por el planteamiento, mas bien que por la solucion de los
problemas. Y por eso decia justamente Aristoteles que debemos
agradecer a nuestros antecesores, no solamente las verdades que nos
han enseiiado, sino tambien los errores 0 las insuficiencias de sus
teorias, que planteando nuevos problemas dan estimulo al pensamiento
y la investigacion sucesivos.
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San Agustín y el Problema del Mal en el Neoplatonismo Cristiano
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Una de las características del pensamiento de San Agustín que demuestra su fervor de vida espiritual y su exigencia de sinceridad, está en esa inquietud y esa insatisfacción interiores que siempre le impidieron detenerse en una solución alcanzada y considerarla definitiva, mientras la honda conciencia de los problemas 10 impulsaba a profundizar continua y ulteriormente su investigación. Esta insatisfacción y conciencia de problemas ulteriores, se convierten luego en una fecunda herencia legada por San Agustín al pensamiento sucesivo y, especialmente, al neoplatonismo cristiano procedente de su enseñanza. De manera particular, semejante herencia nos aparece visible en relación al problema central de la filosofía agustiniana -así como de toda la patrística-, es decir, el problema del mal.
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MONDOLFO, Rodolfo
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República. Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 127-135
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Date
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1947
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Publicación Periódica
Language
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Español
Facultad de Humanidades y Ciencias
RODOLFO MONDOLFO
SAN AGUSTIN
-
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c0156680b2b83721b7224b9364f3e2ca
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Sinlples notas sobre acto filos6fico
y descriptibilidad de la experiencia nletafisica
II faut donc sonder comme cette pensee est
logee en son auteur: comment, par ou, jusqu' ou
il la possede: autrement, le jugement precipite,
sera juge temeraire. - B. PASCAL.
Je sais, de science certaine, queUes erreurs
son pour nous seduire dans la recherche de la
generation des oeuvres, et comme l'on s'egare dans
la naive ambition de reconstituer l'e-tre meme d'un
auteur. - P. VALERY.
Se me perdonara que al exponer este plan reitere puntos de vista
que me han inspirado en la ensenanza, bajo la sugestion de motivos
que se relacionan con la formacion del educando (de sus afectos, de
sus voliciones, de sus pensamientos). Porque, en verdad, es el valor
del alumno, del hombre, el que tiende a ocupar un sitio principal en
mi pensamiento. Ello no quiere decir que no recurra 0 que prescinda,
llegado el caso, de la exposicion historica 0 sistematica de los temas,
o al confrontar las experiencias con los datos de la ciencia y de la
cosmologia; ni que dejare de derivar las consecuencias practicas, buenas 0 funestas, de las doctrinas, determinando en cada caso los limites
consentidos en la exposicion pedagogica, 0 los impuestos pOl' las limi·
taciones personales nuestras, y las reservas de sinceridad, pOl' 10 que
no comprendemos e ignoramos. Esta via, dificil de sugerir en su complejidad, consiente, me parece, el desarrollo de habitos de precision
y de analisis en el alumno, el sentimiento mas exacto y preciso de
las dificultades, el peligro que suponen las soluciones sistematicas, el
sentido de los problemas y el del valor de la critica, como numen
activo capaz de potencial' la presentacion de las experiencias y de
mantenerlas en la proximidad de las condiciones que les han dado
nacimiento, hasta llevar a ese momento complejo y naciente, cuando
pensamos con vigor, en la rebosadura de la dificultad y ante la vaga
totalidad que nos circunda. En la inadvertencia del valor de estos
hechos naufragan muchas de las direcciones del enciclopedismo pedagogico de nuestro tiempo (1). Hayen ello una razon de sinceridad,.
�pOl' 10 menos en 10 que me ataiie. A ninguna pedagogia Ie esta consentido, (reconocida una parte legitima a la simplificacion), prescindir de aquellos cuidados que concreten el esfuerzo de pensar con
ignorancia, cuando ocurre el proceso de la inteleccion y los enigmas
y los errores anteriores, y las experiencias frustradas, se convierten en
factores, en principios activos y en modos de rectificacion y de regulacion de los analisis.
Se ha destacado con bastante claridad, en el acto de pensar, la
accion extra-polante; el proceso de distraccion y de evagacion (y las
peores maneras de la abstraccion, que lleva alas falsas trascendencias
(Marx, Nietzsche, James, Bergson); la instalacion de 10 absoluto en
la fatiga (Boutroux); pero no he visto que se haya notado un peligro
gravisimo igualmente que conspira en la formacion del espiritu filosOfico: y es el que consiste, no ya en incluir en el seno de la reflexion
los datos de la erudicion y de la memoria, sino en intercalar, confundiendo el problema en las soluciones; 0 en pasar, inadvertidamente,
de la duda, a 10 apodictico y definitivo, hasta alcanzar esa expresion
en la metafisica historica y sistematica que elude los problemas 0 los
desvanece en la precision frustrada de los planteos historicos, hasta
llegar a tanto, hasta llegar a casos en que la duda y las intelecciones
(estados verdaderamente superiores y raros) son convertidos en modos
inferiores de pensar, en retornos a psicologismos y empirismos, actividades que desorganizarian y volverian "al estadio primitivo de las
intuiciones impuras"; pues, si es verdad que el estudio de la historia
de la filosofia seiiala una cierta continuidad en los esfuerzos que la
yazon realiza, es verdad tambien que los problemas se inmovilizan en
sus formas, las inquietudes mueren en ellas, cuando ya han muerto
los motivos que las mantenian en alianza con 10 desconocido. Esto,
con lucidez, ha sido advertido y destacado. Pero, en cambio, no se ha
presta do bastante interes, 0 se ha presta do poco interes, a un proceso
mas hondo, que esta menos en las concreciones formales y que se
advierte en esas instalaciones, en el seno de la razon, del habito y del
instinto, en aquellos casos, tan frecuentes, en que erigimos las formulas
y las respuestas adventicias que a los problemas damos, en soluciones
definitivas, imponiendo tiempos distintos, ritmos, edades en el proceso de la inteligibilidad 0 interpretando acaso un momento de su
evolucion en manera unica de la racionalidad y etapa acabada de su
desenvolvimiento (2). Se ha destacado, digo, la inercia de los planteos
(2)
Asi, la idea de fijeza de la razon humana
(Meyerson)
seria mas hien la prueha
de la somnolencia
del saber
(Bachelard);
pero otros advierten
en ella la presencia
de
un valor estable, que no podria expresarse bajo Is forma de "principios
racionales",
que
podrian
modificarse
para satisfacer
alas
exigencias,
datos y problemas nuevos (Lalande);
o publican
el movimiento
de la inteligencia
inventiva
rompiendo
los cuadros
de la intuicion empirica basta llegar a renovaciones
radicales
de 13 razon (Brunschvicg).
Campea
asi en ciertas direcciones
del pensamiento
contemporaneo,
hi en Is idea de la inmutabilidad y fijeza de la razon, bien la idea de un dinamismo
imprevisible.
Ya Gaston Milhaud
habia destacado
en ella su actividad
creadora,
su libre movimiento;
Bergson
y James, en
h~rminos no coincidentes,
Ia describen sumisa alas
exigencias biol6gicas
y premuras activas
�que la ciencia 0 el pensamiento determinan; el ambito de las soluciones
y de los problemas, pero mucho ignoramos la psicologia del esfuerzo
cientifico y filosOfico y pocas veces damos en el modo 0 en los modos
que vuelvan a su complejidad inicial, para que podamos pensarlos
y recuperarlos y sentirlos en el estado naciente de su complejidad,
en el sentimiento obstinado de las dificultades no idealizadas, en la
intensidad del enfoque, actuando sobre el complejo del recuerdo de
los errores anteriores rectificados.
Ahora en 10 que ataiie a la exposicion de las ideas y de las teorias,
hare 10 que se me ha enseiiado; y 10 que yo, con ojos propios, he
comprendido ser 10 mejor: presentar, sin sacrificar la brevedad, las
opiniones autorizadas de las que se han emitido sobre cada cuestion
verdaderamente importante, sin exclusiones sistematicas, ni tendencias
sectarias, adoptando constantemente la forma expositiva 0 critica que
entiendo pueden usarse simultanea 0 alternativamente, para que los
alumnos, al concretar y perfeccionar despues los conocimientos adquiridos, puedan prolongarlos y ahondarlos, en las reflexiones propias,
a partir de aquel acervo cultural, generalmente insuficiente, que viene
por la via de la docencia y que nunca es bastante para suscitar el
milagro de la formacion de la personalidad. Un cuidado, pues, por
10 expositivo; un cuidado, todavia mayor, para crear habitos de reflexion y de analisis, y capacidad para que comprendan las actitudes
y modos de pensamiento que no hallan sustentacion en la razon, distinguidas de hechos 0 teorias que han sido objeto de observaciones
persistentes, 0 de aquellos ideales de racionalidad, de libertad, que
han mostrado su eficacia historica. Trasmitiendo, como tema de educacion, una fe activa y libre en la razon, la confianza 0 la seguridad
de que esta puede estimularse en 10 concreto, en la atencion a 10
desconocido; 0 frente al error, pensando el error; ya que la experiencia y la idea que se corrigen (l y cuando el pensamiento no es
correccion? ), como actitud, pedagogicamente, vale tanto como aquella
que nos mantiene en el senti do del problema; porque sin correccion,
cuando no tiene uno la necesidad de corregir, no hay, acaso, pedagogia.
Al corregir nuestras experiencias, la razon regula sus alcances y orienta
el cauce de su vitalizacion 0 estimulacion creadora, 0 critica, 0
espectante ... Tratando siempre de mantener la actitud mas amplia,
atentos al peligro de las generalizaciones, 0 conducidos por la simetria (3), perdemos el sentido del desorden de la vida, ajenos al senticomo alas
represent3ciones
espaciales
y mecanicas.
Acaso, herencia
del planteo plat6nico,
kantiano
y cartesiano
que se habia cristalizado
en el dualismo
de la sensihilidad
y de la
razon, 13 conciben de una U otra manera (0 se acentua Ia pasividad en ella, 0 se acentt'ia
el dinamismo y capacidad inventiva incondicionada).
Una formula muy honda, que aproxima
y distingue
todavia el pensamiento
creader racional y el pensamiento
critico sin olvidar
Is psicologia del esfuerzo es, me parece, la de H. Poincare
cuando aHrma que, inventar, es
discernir,
es escoger, y Ia no menos sugesliv3 de H. Hoffding, que parece concebirla
como
un conjunto de suposiciones que, en la experiencia
abierta, se conslituyen
en contenidos
y criterios
de 8US pasos mismos y de sus supuestos.
(3) VL. JANKELEVtTCH,
L'alternative, pags. 70·125.
�miento de la posible prueba exp!icita, 0 de la ignorancia leal y del
esfuerzo de la reflexion que alcanza el don preclaro de la conciencia
de sus !imites.
Tambien se intentara la posicIOn nueva de los meJos problemas:
para notal' sus articulaciones primeras, 0 las ordenaciones que les
habia impuesto el planteo primitivo, para vel' 10 que persiste en ellos
de verdadero y de valioso, 0 para pensar sus !imites (y 10 que tienen
de forzados), para sentir, de nuevo, los movimientos que los hayan
provocado y despertar al sentido del problema; para evitar la tendencia "que tiene nuestro espiritu, a considerar como mas clara la
idea que mas frecuentemente utiliza" (Bergson), y porque constituye
nna practica excelente el hallazgo de aquellas intuiciones que estan
mas alIa de la formula cion de los sistemas y que, en la historia de la
filosofia, quedan generalmente desatendidas, pOl' desatendidas, 0 pOl'
indescriptibles. Hasta para notal' las oscilaciones entre la claridad y la
oscuridad, los ritmos entre 10 vago y 10 confuso, que constituyen parte
de la vida de la razon, 0 sus transformaciones orientadas (0 las poco
aebidas a la regula cion critica, 0 alas provocadas pOl' la irrupcion
genial) y que, muchas veces, dependen de variaciones ficticias de la
atencion, de instalaciones impuras, en su seno, de habitos de claridad
ficticia 0 de oscuridades que, no analizadas ni pertinentes, pueden
importar la clausura del problema, el abandono de la vaga totalidad
que los circunda, y el abandono de 10 concreto, en que debemos siempre estimularnos, porque, sino puede decirse que la filosofia cesa
donde la claridad comienza, puede afirmarse a 10 menos que, alIi
donde la claridad persiste y no se interrumpe, la filosofia no ha comenzado (4).
Acaso hubiera convenido destacar en estos desarrollos el proceso
historico, porque se admita 0 no en cualquier momento la interferencia de los estados evolutivos del conocimiento al modo de Comte,
o edades distintas de la inteligencia (Brunschvicg), 0 se suponga la
interferencia compleja y la unidad primitiva de la razon y cuyo horizonte seria la identidad al modo de Meyerson, 0 la evolucion al modo
de Lalande, para quien los principios racionales del conocimiento no
poseerian la fijeza que les atribuian Descartes, Malebranche, Kant
sino que se demudan y estan en perpetuo cambio y participan en la
"evolucion universal", 0 se distingan fases distintas en la formacion
del espiritu filosofico y cientifico (Bachelard), es 10 cierto que puede
(4)
En ese orden de ideas, desarrollaria
una psicologia de los modos de pensar; entre
olros, del lnodo platonico
de pensar, y del nlodo positi-vista
de pensar
(una psicologia,
en
verdad, en tomo al sentimiento
de 10 concreto, de 10 real, de la acdon,
de 10 posible y de
las actitudes eticas e intelectuales
que suponen);
pues, tienen (esos modos) tal fuerza de
presentacion
historiea y tal consistencia
que, pareceria,
estamos ya en presencia de modalidades tipicas de pensamienLo;
grupos hay de pensadores que las formulan y propugnan casi
siempre ajenos al problema
inicial y al alcanee de Ias influencias
y eonseeuencias
de las
tearias, como factores, en Ia formacion
de la personalidad
y en Is evolucion
de IDs sistemas.
�seguirse una cierta cronologia, fases, de 10 pre-cientifico a 10 cientifico,
de la predominancia de 10 instintivo a 10 racional, del pensamiento
magico al pensar utilitario y al pensar desinteresado. Pero, sin per·
juicio de' que tengamos en cuenta, al estudiarlas, nos concretamos, sin
embargo, al estudio del modo de pensar positivista que, de algun
modo, los anticipa y supone, pOl' 10 menos cronologicamente. Es mas
proximo a nosotros, ha tramado mas la evolucion de las ideas y de
los afectos, de las practicas del siglo XIX y XX, y es mas un punto
de concitacion de las inquietudes y problemas de nuestro tiempo. De
don de, pues, nuestro intento de realizar un examen critico, lo nuis ex·
tenso posible, del positivismo de Comte y secuaces, tema 10 suficien·
temente vasto como para seiialar un movimiento de ideas que, si halla
{ormulacion magistral en el pensamiento de uno de sus representantes,
posee hastante caudal para derramarse y expandirse y para que po·
damos seguir su curso en la pluralidad de sus direcciones.
John Stuart Mill en Ias consideraciones que hace en su lihro sobre
Comte, ha dcstacado, en efecto, como este movimiellto viene de las
profundidades
de la filosofia del siglo XIX y que expresa y
condensa un modo de pensar cuya importancia es bastante como para
poder introducir en el a todos los que estudian los grandes problemas
de la filosofia (5). Estudiariamos asi el modo positivista de pensar,
que ha dado lugar a tantas consideraciones y desarrollos, que dan
prueha del vigor de las obras de Comte, y, todavia con mayor razon,
abonado porIa expcriencia de un siglo de pensamiento. Intento de
comprender 10 que cs, en sus partes positivas 0 negativas, y de atender
a sus propensiones, desviaciones sistematicas 0 dogmaticas, a los es·
fuerzos de recuperacion 0 perdida de su significado, hasta hallarlo
de nuevo, si es posihle, recohrado de sus limitaciones y de sus en'ores,
cn una conciencia menos dominada pOl' el prestigio de 10 asertorico
r mas capaz de sustraerse alas somnolencias habituales, a los hipnotismos acriticos; pues, encarado el movimiento en toda su amplitud,
es un centro de inquietudes y de problemas IOgicos, epistemologicos
y morales que, si superado (como piensan Milhaud, Husserl, Bruns·
chvicg, Bergson), no pOl' ello deja de mostrar su profundidad inicial,
Sll cOlltinuidad y enlace en el proceso de la cOllciencia occidental, y
las limitaciones y peligros que en la misma formula cion de Comte se
(5)
He aqui el texto: "Depuis
quelque temps, on a beau coup parle en Angleterre
et
sur Ie continent
du Positivisme
et de Ia Philosophie
Positive.
Ces expressions
qui, pendant
Ia vie de l'lminent
penseur qui leur a donne cours, ne s'etaienl fait jour dans d'aulres ceriis
ni dans d'autres debats que ceux du tres·petit nombre de ses disciples
direts, onl enfin
emerge des profondeurs
de la pbilosopbie
du sieele pour venir se man;!ester
sa surface.
On ne sait, tres - generalement,
ce qu'elles representeDt, mnis il est cnlendu qu'elles repre·
sentent quelque chose. Ce sont les symboles d'un mode de penser reconnu, el d'un mode de
penser dont l'importance
est assez grande pour introduire presque tous ceux, qui aujourd'hui
discutent
les grands problemes
de la pbilosophie,
ou examinenl
d'un point de vue eleve les
croyances de notre temps, a prendre en serieuse consideration
ce qu'on appelle Ia conception
Positiviste
des choses, et a defenir, vis-vis d'elle, leur position particuliere,
plus ou moins
amicale ou plus ou moins hostile". (J. Stuart Mill, Auguste Comle y le positivisme, pugs. 1 y 2).
a
�advertian, y que la critic a, ulteriormente, ha corroborado. Seria asi,
un ejemplo de enseiianza y de critica; y de polemica, en el sentido
de que los problemas y experiencias que se someten a la razon, deben
insinuar el movimiento de la reaccion critica; pues, en el caso, es la
verdad que los errores comtianos abundan en los textos y en la
exegesis y podrian entonces ser escogidos y utilizados como primeros
ejercicios, para estimular el analisis y la aventura mental. Necesidad
pues, de un estudio complejo y todo 10 profundo que se pueda de la
actitud positivista, contribuyendo a suscitar la idea de 10 que es la
filosofia, aqui, en cuanto intento de pensar y de comprender las ideas
fundamentales de un sistema que quiere determinar los limites asignables a la experiencia humana.
... dada la importancia que puede tener un curso (6) de esta
indole, el conocimiento de un orden de ideas que ha fertilizado las
mas divers as fuentes del pensamiento contemporaneo y que conviene
estudiar en sus efectos negativos (y algunos de ellos son inmensamente
graves) como en sus efectos positivos, logrando el contacto con un
pensamiento que marcha hacia su clausura en un proceso de intensidad boreal que no consiente el desarrollo y que llega a ser "el fin
de la filosofia y el comienzo del sistema" (7) .
El estudio de un pensamiento que suscita un movimiento tan
extenso de ideas, de un pensador, tan energico, como Comte, tiene, en
el caso, la ventaja de ponernos en presencia de un ejemplo, pOl' as]
decirlo, tipico. Pocas veces no es dado encontrar una demarcacion
mayor de los limites asignados a la experiencia; pocas, saber dentro
de que orden de ideas el autor esta pensando y percibir el fondo de
verdad 0 el curso del fondo de los errores. Pues la oscuridad, en
Comte, no viene nunc a de 10 profundo, del sondeo abisal, del rebasa·
miento de la realidad; viene de la reiteracion, viene de la fatiga.
Ademas, era Comte un pensador sistematico; es dificil saber si en el
comienzo de su filosofar intuye alguna realidad, algtin pensamiento no
pens ante, que auto rice la ereencia de una posihle filosofia, que aluda
a ella; todo pareceria indicar que parte de presupuestos previos;
(6)
Frecuentemente,
al leer las obras de Comte y al preparar
los temas y motivos para
cada leccion, realice apuntaciones
criticas que, si tuvimos en cuenta en el desarrollo
del
curso, no fueron literal y expresamente
utilizados.
Como no fue posible recoger taquigrafi.
camente las lecciones, creo que, para los asistentes de este curso y para 105 companeros
de
seminario, podrian ser todavia nliles. Sefialan siempre Is posicion
de Is conciencia que se
situa criticamente.
De la remocion de ideas de todo el movimiento
positivista,
es 10 que ha
quedado.
Las exposiciones,
lecturas
comentadas,
criticas y lecciones
(no men os de 70), se
han perdido.
Estas notas imperfectas,
notas de estudio,
expresion
algo discontinua
de un
itinerario y de UDa labor, no tienen otro objeto.
(7)
Alli las ideas quedan limitadas,
precisas,
detenidas;
iluminadas, pero no por el
trazo del extasis oi de 13 razon sino por 105 poderes dogmalicos
que las informan.
avan
cone
en e.
nos 1
fund
misil
corp'
cada
criti(
com<
de h
�avanza su vida, sumisa a esos dogmas iniciales; avanza su doctrina en
conexiones poderosas, hasta alcanzar una culminacion que la extemia
en el dogma positivista (8).
POl' otra parte, hay en Comte, el error; en mayor 0 menor grado10 hay en todos los pensadores (10 hay en todos los hombres) ; pero
nos referimos al error que advieile en algunos sondeos, sean 0 no profundos, ligado a la vida, en aquellos intentos de captarla, en la demision del sesgo generalizador; en Comte, ademas, el error se
corporaliza, se hace visible; puede seguirse su trazado (el trazado
cada vez mas energico que la voluntad de sistema va imponiendo). La
critic a, 0 aquella genialidad que en otros pensadores se manifiesta
como voluntad sober ana 0 desvio con respecto a 10 pensado 0 temor
de hacer de la filosofia solo un movimiento que termine en la encarnacion 0 en la forma (9), aliment a en Comte e intensifica solo 10
sistematico. El vigor de su pensamiento se vierte alIi, aumenta su perdida; no abisma nunc a a Comte la sospecha de 10 omitido 0 la
profundidad de otra manera de pensar 0 de sentir, ni el sondeo en
el sentido, el afan de infundir, acrecer, potencial' el sentido...
El
conocimiento de los errores, que contrasta con el modo de la positividad racional, nos serviria para percibir las buenas y las malas
maneras de pensar, y haria, tambien, asistir al momento en que aparecen los atisbos criticos, amenazados pOl' las concreciones y los
dogmas limitantes, precisos, fatales, factores que impiden el desarrollo
de las ideas y la estimulacion y regulacion racional en el proceso
explicativo (10).
En este orden de ideas, puede ser util la comparaClOn de la
filosofia y del modo de pensar positivo, con otras filosofias y modos
de pensar, sobre todo del punto de vista de la significacion historica
y evolucion de formas de vida y de pensamiento. Notese, como Comte
da a la filosofia una mision politica expresa; con que intencion quiere
orientarla hacia la historia; que afan de dirigir Ie inspira; la insistencia con que medita el problema de la accion y de sus limites (y el
problema de la especulacion y de sus limites) ; los temas, que todavia
nos alcanzan, de la instabilidad, de la anarquia, del desorden; el
intento alIi, de hallar la correspondencia entre ciertas modalidades de
pensamiento humano y ciertos modos de organizacion historica. Y con
(8)
Desde el comienzo se intnye el sistema. La corrobora Ia Iectnra de sns cartas (principalmente,
Lettres a Valat y mas tarde Lettres a Mill). Para Comte, en nn curiosa caso de
inversion,
Ia solucion
impone,
decide, y est" antes del estndio
del problema.
Camp. L.
Brunschvicg,
L'orientation
actuelle des sciencies.
(9)
Como en Ios snmos cdticos;
como en Kant, como en Poincare.
EI estado de alerta
en el problematismo,
basta la exageracion,
se balla hay en Ia obra de Chestov. Halla en
Marcel esta idea:
" ... Ia philosophie
n'est pas, la au Ia creation
philosophique
n'est pas.
EIle ne pent pas, sans se nier ou se trahir, cristalliser
en des resultats susceptibles
d'elre
simplement" .
(0)
La preciosa
distincion
entre positivismo de razon (positividad racional) y positivismo de iglesia, en L. Brunschvicg,
La raison et La religion.
�dlo, como, en que grado, vive todavia la humanidad situaciones y
problemas semejantes a los que Comte presintiera, y aunque en
nuestros contemponineos es mas libre la critic a y mas delicado el
modo de insinuar el movimiento de los procesos en la finitud historic a
y en la experiencia metafisica y religiosa (11), muchos de aquellos
planteos persisten, son cristalizaciones, fijaciones y supervivencias de
origen positivista.
Comte, como Com"not, percibio que la gran cns~s actual (12) no
era unct mera crisis historica, como las otras; pues, se habria producido
un cambio, en la profundidad de las sociedades humanas, que senalaria el momento de cobrar conciencia de la hazaiia historica del
hombre (13), y, tambien, un cambio en la finalidad impuesta a la
razon, y una orienta cion nueva de la razon historica, de la conciencia
historica que, en adelante, han de moverse en la terrenalidad. No ya
mas demudaciones adventicias, ni aplicacion de los sentimientos trascendentes, ni conciencia teatro de las metamorfosis naturales (14).
Pero, no obstante su dogmatismo, no deja de ser interesante el proposito de considerar la concicncia human a en su modalidad historicosocial y no en aquellas maneras intimas de los estudios introspectivos
(pOl' ej. en la experiencia de Biran), que llevaban a la trascendencia
o una religiosidad activa y honda. 8i csta idea de Comte no es original
puede, en cambio, decirse que la sintio y expuso tan extensa y
reiteradamcnte, que ha quedado enlazada al positivismo y a su
gestion (15) .
. . . Estudio, entonces, de la evolucion de un problema de filosofia,
pensado con la hondura posihle, y tratandose de Comte, estudio de
algunas cuestiones desecadas. Dcstacar, asi, aquella idea de Comte
(II)
L. BRC"iSCHVICC,
La raison et la religion, p. 127.
(I2)
Vease R. RuvER, L'hl1manite de l'avenir d'apres COl1rnot, pags. ll8 -121.
(13)
Se me ocurrc, y ya que en cstc eurso dche insistirse
en el afan de caraclerizar
IDs sistemas de ideas del siglo XIX, que scria uti} comparar,
intentar
una crilica del posi~
livislno, por aque]]os movlmientos
de ideas que han llevado a Ia instauracicin
de Ia filosofia de la existencia. Una critica de Comte, realizada por Nietzsche Y por Kierkegaard,
pensando -notandoque problemas
comunes tllvieron
en cuenta, que solllciones ensayaron,
y
sefialando
la difereneia
de temperamcntos,
de poJcres
dialecticos,
cdticos y creadores,
y de
sagaciuud.
en el amhito
de Ias experiencias
religiosas
y metafisieas
e historieas.
Y etlan
distintos
de Comte! Son ellos (antes Maine de Biran)
los primeros
criticos del positivismo;
en algun sentido, los que, en lueha mas honda, quisieron
snpcrarlo
y hacer volver el pensamiento a la vida (Nietzsche)
y a 10 religioso
(Kierkegaard).
La idea de hombre, de reino
de 10 hlUnano y de significaci"n de la historia y de la trascendellcia, estan alIi lIevadas a la
mayor, a ]a mas noble exaltacion
de 10 humano.
Comparar,
pues, est3 euestion
dificil
y
compleja.
(Para 1a e1ueidaeion
de a1guno de los temas aludidos,
Recherches philosophiql1es,
numeros
de 1934 - 35 y 1935 - 36 los notahles
articulos
de K. Lowith).
(I4)
Los planas distintos en que pucde ser pensada la ualura1eza
entendida
eomo fuerza
lugltbre
hasLa sentirla
interiormente
profunda,
escapan a Comte. Todo naturalismo,
es, para
el nal.uralismo
grosero.
(IS)
Par 10 demas, este problema
de 1as relaeiones
entre e1 individuo
y 1a espeeie,
es del m~IS alto interes.
Objeta las ideas que el pensamiento
social venia pensando,
y las
piens3 con originalidad
(sin llegar a tener el significado
que ha desenvuelto
para rilar un
ejemplo, el filosofo J. Royce).
(Vease World alld the illdividllUl y G. Maree1 La metaphysiql1e
de Royce). El mislUO acto que no piensa les dessolls de 10 lIatllre, hace que tampoco lIeve a
la profundidad
de la persona,
y sus relaciones.
�segun la cual hay cuestiones que no requieren ya ser refutadas, porque
caen en desuso "y que el espiritu humano abandona...
cuando han
cesado de convenir al conjunto de su situacion. Seiialar y comprender
el valor de esta indicacion, sus limites, el peligro que entraiia la
exegesis, y distinguir casos de desuso por abandono (16) y porque nos
hemos vuelto mas superficiales, 0 porque hemos sustituido aquellas
ideas por otras mas profundas. Pero el positivismo de Comte proporcion a un sinnumero de ideas en desuso que se han /osilizado (17) ;
entonces, hallar los motivos que provocan esa fosilizacion; como
Comte, por ej., al clausurar el horizonte de su filosofia, intensifica
los procesos que llevan a la fijacion, al sistema, "a la cristalizacion en
resultados", "en la generalizacion in genua que hace de sus experiencias
personales", "al buscar en la relatividad los atributos mismos de 10
absoluto" (18).
En su caso, sorprende, por una parte, la importancia del pasado
historico y su concrecion en eI, y, por otra, la singularidad de una
experiencia de orden efectivo, de intensidad reflexiva, de consecuencias
historicas, que permiten notar la oscilacion del pensador, sus propensiones, los debilitamientos racionales ...
Explicar, tamhien, como vienen los temas en la fuerza de su
caudal, en la intensidad de la concentracion y en la inminencia de
su fin agonico y dogmatico. Meditar, distinguir pasajes, momentos
creadores, intensos, activos; detenciones, fatigas, evasiones (19); penetrar en las maneras de su sentido historico, etc. (20). (Y pensar
{Iue esos momentos a veces se dan en los mismos textos, en la misma
pagina ... La memoria se instala en la razon, el tiempo biolOgico entorpece el movimiento, el dinamismo del tiempo espiritual, la intensidad orienta hacia el sistema. Sin que a Comte trascienda la fuerza
critic a, la capacidad (genial 0 reguladora) de la razon que se vuelve
sobre sus contenidos, y retorna, criterio y numen que labora y prepara para una insercion mas honda en la historia 0 en el desconocido.
Ahorp, destacar alIi la finalidad didactica y practica, el afan de
"influir prontamente sobre los hombres" (Hoffding), las repeticiones,
la monotonia aparente del estilo, que dificultan el hallazgo de las
.bases, de los contenidos, y el caracter de las premisas racionales y
de los fundamentos historicos y de las modalidades' afectivas y tem(6)
A. COMTE, Disconrs snr Z'esprit posit if, p. 205.
(17)
Otras consecuencias
en Vaz Ferreira,
Prob. de la libertad. (Introduccion).
(8)
J. DELVOLVE, RefZexions snr Za pensee comtienne, pags. 11 y 58.
(9) EI positivismo
todo, en cierto modo constituye
un inmenso
ejemplo
de evasion.
Vease G. MARCEL, KarZ Jaspers (Rech, philosophiques,
1932, 1933, p. 332·333.
(20)
COMTE, y esta es su puerilidad,
considera
Ia historia,
el conjunto
historico,
del
punto de vista de 135 ideas de 5ll epoca; Ios juicios contingentes como la sahiduria universal
(Delvolve);
(explica)
Ia forma europea
del movimiento
0 del saber
durante
Ios ultimos
tres siglos por una ley de Ia evolucion
de Ia Humanidad
(Max Scheler).
�peramentales (21), que acaban, sumisas, en el aUm de sistema, en el
dogmatismo de la positividad, en la fatiga debida a su largo peregrinaje
objetivo y a la pasion activa de su mision.
Explicar la necesidad de este ensayo, y recordar 10 que puede
salvarse, y las causas de los errores (22), (olvido del canicter refutable
de las opiniones (2~), confusion de la solucion en el problema que,
nos parece, es la falacia del comtismo, el error persistente ... ) .
En esta parte de nuestra labor convendria estudiar un aspecto
del pensamiento de Platon, en 10 que a la naturaleza de la intuicion
y al acto filosOfico se refiere, utilizando, principalmente, el testimonio
que se expresa en la Gran Carta (24), y que, mas alla del orgullo del
solitario, declara la existencia de un saber personal (dificil), segun
el cual palabras, definiciones, imagenes, esquemas, son simples equi.
valentes de la idea que se materializa entonces para comunicarse, pero
que son incapaces de despertar recuerdos y orientar nuestra alma hacia
10 enteramente inmutable que alcanzan "solo los que colocan sus afecciones en 10 que en cada caso existe realmente" (25), que no se revel a
de inmediato y que requiere el esfuerzo penoso del espiritu, del alma,
de la vida. lPlaton habria impuesto a los historiadores y a los
hombres ese punto de vista, mas inspirados por la opinion, que casi
todos siguen, de Aristoteles? Problemas que dejamos sin respuesta
y que recordamos aqui al solo objeto de sugerir un planteo inicial a
estas cuestiones tan dificiles.
El testimonio de Aristoteles en cambio, la persistencia con que
este autor se situa y situa los problemas para determinar su genesis
y establecer la continuidad de los esfuerzos (y, evidentemente, para
sefialar la superacion que eI realiza) (26), indicaria otra manera de
encarar la historia de la filosofia (27): apreciando la significacion
(21)
Debe pasar a un primer
plauo, en el esludio del comtismo,
Ja consideracion
de
Ia experiencia
sentimental.
En esle punto se situa 13 critica actual de Comte si se 13 compara con Ia del siglo XIX. Las consecuencias
de ese becho DO son sensibles
(0 no son alen·
didas)
a L. Brunschvicg.
Ha' sido bien senalado
por J. Delvolve
el caracler
del pensa·
mienlo de A. Comle: recibe Ia insinuacion
de su movimiento
en contacLo con Ia hisloria;
Ia aDda del devenir historico es alli Dumen inspirador.
(22)
Segun BRUNSCHVICG,el lemor al porvenir.
(23)
Vease E. COURNOT, Essai sur les /ondements de nos connaissances, Ia pagina final.
(24)
PLATON, Leures T. XIII, ed. Bude, Carta VII, 3400 3450 y el precioso comentario
de J. SouiIbe, pags. XXXIII·
LVIII.
(25)
Los filosofos son aque!los que son capaces de percibir
y de comprender
10 elerno
y 10 inmulable
(Plat. Repub.).
(26)
Se percibe muy bien en Metaphysique, Liv. I; De l'ame (lrads. de Tricot)
Liv. I;
II Physique I (lrad. Carleron),
(version
espanola de Gonzalez Blanco).
(27)
Este dualismo
se expone siempre
en terminos
parecidos
0 dislintos.
Sin intentar
forzar Ias conclusiones,
con un sentimiento
muy diverso de Ias dificultades
de estas concepciones que se enfrenlan
a 10 largo de Ia filosofia. Un Plalon,
un Bergson, un Nietzsche,
un Chestov, y otros, con justificacion
dislinla,
!legarian
a la idea segun Ia cual el fondo
del pensamiento
no es elucidado
(Comte ni siquiera
sospecha el problema);
un Hegel, un
Dilthey, un Brunschvicg,
parecen admitir Ia inleligibilidad
lOlal 0 parcial, y la continuidad,
�objetiva de los esfuerzos, 0 la coneXlOnhistoric a ; 10 que lleva a concebir como verdaderamente consistente, detras del concepto de filosofia, el corpus de todas las obras filosOficas, el pensamiento dado,
explicito, patentizado en el sistema (28). Los resultados de esto, como
se comprende, tanto en la estimacion critic a de los sistemas como en
la docencia, son distintos; pero si es facil mostrar una historia de las
ideas filosOficas, resulta dificil probar la autenticidad de las labores
de la exegesis. Someramente, pOl'que es imposible no sospechar la
introduccion, en el proceso historico, de una continuidad ficticia,
y el olvido consiguiente de la diversidad, acaso de la heterogeneidad
de las experiencias (29); Y el olvido, tamhien, de que cl interprete
piensa con ignorancia, y de 10 que no comprende, y de 10 que
omite (30).
H. Hoffding (Historia de la filosofia, S. Kierkegaard)
ha destacado el inmenso alcance, las diferencias que impone en la marcha y
en el ritmo de las ideas, el principio de personalidud, y las notas que
han de advertirse en el curso de la historia; pero de cualquier modo,
reconoce que las relaciones, que las diferencias impuestas por las
persohalidades, han de ser indagadas en el terreno de los hechos. "Los
prohlemas y las ideas, declara, se desarrollan en cierto suelo y en cierto
clima: 10 que conviene en cada caso es tratar de vincular, de penetrar
hasta la profundidad mayor, hasta conocer el fondo en que se arraigan.
Para ello, en sus trahajos de historia de la filosofia, se remonta al es·
estudio de los antecedentes (de familia, de raza, de tradicion) que
constituyen la atmosfera espiritual de un pensador; pero es muy
consciente de esos limites. El sahe que una indicacion de esta clase
no decide nada acerca de la validez 0 no validez de los pensamientos;
pudieran haher sido mas especiales las condiciones a que debe su
desarrollo, y esto no disminuira en ahsoluto su valor en si. Pudiera
ocurrir que ciertas ideas solo pudieran formarse hajo ciertas condi·
ciones. Pero estas condiciones tienen que ser reconocidas, puestas a
la luz, cuando se quiera responder a la pregunta de si los pensa·
mientos tienen fuerza vital hajo otras condiciones distintas" (31). En
e~te y en otros pasajes, el autor declara que, aunque se admite la penetracion de los pensamientos en la profundidad personal, estos tienen
al asimilar
0 incluir
el contenido
de la filosofia dentro de la historia y al hacer del pensar
individual
una promocion del pensar historico. En est os, pues, para saber que es 13 filosofia,
precisa interrogar a Ia historia.
(28)
E. SOURIAU,
L'instanration philosophiqne, p. 29. (Ideas muy sllgestivas sobre la
nocion de obra en filosofia).
Consideraciones
de altisimo
in teres, en Dillhey,
Teoria de La
concepcion del mnndo. (Todo, pero sobre los pasos primeros de la hisloria de la filosofia, el
ensayo Articnlacion de 10 historia de 10 filosofia.
(29)
En verdad,
las originalidades
cimeras
producen
los hiatus,
acenuian
la discon.
tinuidad.
(30)
Recomendamos
el estudio
de W. Windelband
(Storia delia filosofia, version
Denlice
D' Accadia, pags. 17·34).
Hay version
espanola
de Francisco
Larroyo.
(Mexico).
(31)
Tengo la conviccion,
declara,
de que las figuras
ideales aparecen
bajo determinadas condiciones
psicoI6gicas
e hist6ricas, pero que nada pierden de su sustancia espiritual
porque las consideramos
en su verdadera
limitacion
y coudicionalidad
(H .. Hoffding,
S. Kier·
kegaard).
�determinaciones historic as ; 0 para volver a nuestro tema, que no hay
filosofia como fundo no elucidado, 0 no interesaria pOl' ella la historia
de la filosofia (32). Aunque Hoffding aceptaria las concepciones espontaneas, y sabe de la profundidad de la personalidad, y percibe
la complejidad de las relaciones, no siempre es consciente, nos parece,
del hiatus, de la rebosadura de la experiencia con respecto al sistema,
con respecto a la marcha uniforme de las ideas y a 10 que la historia
percibe en esta dimension de sus estudios (33).
Con agudeza inigualada, Jules Lagneau, en las notas sobre Spinoza
publicadas en el mimero de Julio de 1895 de la Revue de Metaphysique et de Morale se pregunta: "l Que es explicar un sistema? Es
traducirlo en el equivalente moderno", y agrega de inmediato que hay
dos sistemas de traduccion: el literal, y el equivalente. Y, luego:
"Comprender un autor, dice, no es exponerlo, desarrollarlo en superficie sino construirlo segun la proporcion verdadera de las partes que
contiene; 10 que es preciso descubrir ante todo, es el germen de la
doctrina, que, desarrollado, continua siendo el lazo que asegura la
proporcion, el equilibrio, no exterior sino interior de las partes. lEn
la interpretacion de un sistema, se pregunta, l se Ie debe aproximar a
su epoca, 0 al contrario referirlo a la epoca presente? En el fondo
se trata siempre de' 10 mismo; es una ilusion pretender juzgar una
epoca pOl' ella misma; el fondo sigue siendo identico, y es pOl' ello
que podemos comprenderlo; encontrar este fondo bajo la diferencia
de las form as". "Pero, agrega, no se comprende mas que 10 que se ha
revivido, y es estrictamente verdad que solo la experiencia es la antorcha de la filosofia como de la historia". "EI fondo, es el sentimiento;
la forma, es la idea. Desarrollo de la idea; como se la encuentra. No
io halla la logica (Hegel), sino en tanteos, porIa experiencia. La
historia de la filosofia constituye un encadenamiento de la misma
naturaleza que el encadenamiento historico, puramente empirico".
"La verdadera psicologia de los grandes hombres, tiene pOl' objeto determinal' en que consiste la omnipresencia, la omniaccion de la idea
sobre ellos. Aqui radica su fuerza: tener bastante fuerza de alma para
reducir todo 10 que se presenta a esta idea y no dejarse arrastrar pOl'
la mecanica del espiritu". "Pensar asi es pensar cada parte de su
pensamiento con todo su pensamiento". lDe donde viene esto sino de
(32)
Es decir que la profundidad
se eoneretaria
en la idea.
(33)
Asi HOFFDING, en todas sus obras, ha puesto en evidencia
la necesidad
de mantener eslc punto de vista; el sabe que hay ideas que crecen y' se desarrollan
en relacion
con un cierto subsueIo y en cierto clima y sabe que, desde gran profundidad,
actuan sobre
las sImas y determinan
Ia enunciacion,
como sabe que hay elementos
ancestrales,
de familia,
y de raza, y de tradicion,
sobre todo aquellas que constitltyeron la orientacion
de la existen cia y que son luego elementos infatigables
en la vocacion de estos hombres. Sin duda y
como el mismo autor 10 declara, la determinacion
de estos elementos no conHere la prueba
de su validez; pero una vez que esos pensamientos han alcanzado significaci on objetiva, se
haee mas faeil percibir
la relacion
que tienen con eI sistema, y al poner en luz esas ideas
y eSRS determinaciones,
no haeen sino seiialar
el punlo
en que comienza
Is originalidad
de los filosofos. Su gran obra sobre la Historia de la filosofia moderna, da patente prueba
.del valor de esos atisbos.
�la supremacia de la idea elemental, de la atraccion de esta idea, es
decir de 10 que en ella es un sentimiento, y un sentimiento universal,
que de ahi recihe su potencia, que se desenvuelve progresiva, metodicamente, yendo de 10 simple a 10 compuesto, con detenciones de
accion y de retroceso ?". Ahora, para Lagneau, el criterio de la verdad
es ser vivida, es decir sentida y rendida con el ser entero, con el del
pensador y el de los otros espiritus que hahlan su lengua, 0 aunque
no la hablen. El sentido oculto, es decir las atracciones adquiridas
de los vocablos, seres vivientes, que registran la vida de las almas
humanas. Es en la expresion adecuada que se encuentra la experiencia
que juzga, la experiencia de la vida. Cuando no se dividen mas que
ideas (Hegel) se puede estar seguro de confundirlo todo y no se
procede mas que por logica y en el fondo por memoria y psitacismo".
Pero, no hay generacion, filiacion de las ideas como tales; las ideas,
en los sistemas que importan, nada son sin los sistemas, y los sistemas
no son mas que la expresion de la personalidad moral y fisica. No
hay determinacion abstracta de las ideas, puras abstracciones por 10
demas, que no estan en los autores explicados sino, como diria Spinoza,
solo en nosotros; pero un determinismo concreto, ejerciendose sobre
los hombres mismos, y desde dentro, este, se nos escapara siempre,
jamas sera objeto de ciencia". Y de inmediato, en un paso lucidisimo:
"No podemos entrever algo mas que por intuicion, adivinacion, identificandonos con el pensamiento del autor, alii donde el ha encontrado
su expresion mas adecuada, la mas evidentemente personal, don de es
menos idea que sentimiento. Una vez alcanzando este conocimiento,
este contacto, podremos tratar la historia de la genera cion intima;
sera preciso ir de la genesis en altura a la genesis historic a en profundidad, porque esta genera a aquella, sin corresponderle necesariamente" (34).
En la pagma siguiente, rectifiMndo el punto de vista de algunos
historiadores: "Se puede ver por esto 10 que puede ser la historia de
la filosofia, y cuan lejos se halla de las abstracciones al modo de Hegel
y de las monografias de Sainte-Beuve". "Los hegelianos estudian las
ideas 0 la Idea aparte de los hombres cuando ella no es mas que que el
reflejo docil y unico y, emancipada, el cuerpo sin alma, el cadaver".
Pero Lagneau no niega la influencia del medio, que segun eI no explica
liaS que la forma exterior, los modos del pensamiento filosOfico y no
su sustancia. 0, para invertir los terminos, los pensadores toman al
medio su materia, pero su forma, el lazo interior viene de ellos, y
como las ideas (esta materia) nada son sin el lazo, al menos en ellos
todo viene de ellos". Y ter.mina: "Se puede decir, en suma, que 10
que en historia de la filosofia viene del medio no vale la pena de sel"
explicado. La historia de la filosofia, al contrario de la historia, se
reduce a la de los hombres 0 de los espiritus; historia viable, pero
(34)
J. M. GUY AU, La Morale de Epicure (De la n.ethode dans l'exposition des systemes).
(Seria inslrucliva
la comparacion
de las ideas de Guyau, de Lagoeau y de Bergson).
�cuyos ultimos elementos suponen a su vez la historia propiamente
dicha, universal, la historia de los sentimientos morales, religiosos, y
de los acontecimientos que los han determinado. C'est par la qu'elle
plonge dans le grand Tout".
Y en un paso lucidisimo de su ensayo De la Metaphysiquc (con;pte
- rendu Revue philosophique de fevrier de 1880), cxpone cste criterio,
que relaciona con los textos anteriores, a los que da una nueva claloidad: "Asi la filosofia, sin arrancar del espiritu la creencia natural,
la turba en su posesion y Ie confiere la sensacion de 10 oscuro. Ella
Ie impone, ademas de crear su objeto, primeramente su lengua, una
lengua nueva, personal, como 10 que ella debe trasmitir (rendre).
De aqui el enorme esfuerzo que reclama la invencion filosOfica, esfuerzo semejante al que debe realizar el matematico para hacer retroceder los limites de la ciencia; mas intenso acaso, puesto que el
filosofo no tiene como el a su disposicion un sistema definido de
signos. La forma, el numero y la medida sensible Ie faltan para crear;
cs preciso no obstante, que eI cree. De ahi tambien la dificultad que
se experimenta para penetrar en el pensamiento filosofico ajeno
(d'autri); quiero decir en un pensamiento verdaderamente personal.
Cuanto mas original, profundo, sistematico es un filosofo, mas se aleja
de las concepciones pueriles, claras, y casi siempre contradictorias del
sentido comun (plus il en coute d'effort pour l'etre apres lui de la
meme maniere) Se trata de apropiarse de su lengua, de encontrar pOl'
una paciente adivinacion, su punto de vista frente a cada idea, de corregir lentamente una pOl' otra, a medida que se avanza en cada uno
de estos descubrimientos hasta el momento en que todo se aclara, visto
desde un cierto centro donde eI se ha situado para abrazar su pensamiento. (,Como alcanzar este centro delicado, como reconocerlo cuando
en lugar de descender en una obra para poseerla se contentan con recorrer la superficie con el designio (parti-pris) de encontrar sus propias opiniones 0 de critical' pOl'el detalle, es decir, porIa exterioridad,
cl pensamiento del autor? Lo mas a menu do es asi como se lee a los
filosofos. (,Es sorprendente que no se de la preferencia a aquellos
que mas han penetrado en las cosas y en su espiritu? Se les encuentra
oscuros; la luz en ellos no esta en la superficie, en los vocablos y en
las imagenes. Se la encontrara mas intima y mas plena, no iluminando
las cosas, penetrandolas, tornandolas pOl' asi decirlo transparentes, Esta
es la ley de la Critic a, la claridad profunda, a tres dimensiones" (35).
0
Un punto de vista interesante es el que ha desarrollado Pedro
Luis Landsberg en los trabajos relativos al acto filosofico, a proposito de su maestro Max Scheler y de Nietzsche. Fija su cometido
en estos terminos: "Lo que nos interesa ante todo no es la biografia,
psicologia de los individuos Scheler 0 Nietzsche, ni el contenido puramente lOgico de sus pensamientos, sino su existencia filosofica y su
�significacion para la filosofia. l En que consiste ella? "Se trata de un
acto 0 mejor de un "actgefuge", de una estructura de actos, en los que
precisa descubrir el sentido intencional", y da luego una definicion,
(general) del acto filosofico: "acto de la investigacion de la verdad
con ayuda del pensamiento que transforma los acontecimientos de la
vida en experiencia (36). Y sobre el ejemplo: "He caracterizado la
existencia de Nietzsche, como un acto de busqueda interior; busqueda
de si mismo, busqueda' de la verdad en el interior de si mismo; busqueda del Dios desconocido" (37). El acto filosOfico es un movimiento
y se trata aqui de la situacion que pone al hombre en este movimiento
y que Ie da su primera direccion. En Nietzsche es un movimiento
hacia 10 interior. El laberinto en el cual se pierde esta en el interior
de su propia alma, asegura (38). lDonde se encuentra su acto filosofico? En Scheler, es muy diferente. lDonde esta su laberinto? lSu
verdad? Y Landsberg, utilizando este texto, trata de definirlo: "Me
encuentro en un inmenso mundo de objetos sensibles (41) y espirituales que conmueven incesantemente mi corazon y mis pasiones. El
se encuentra en un mundo inmenso no como espectador, sino como
un ser que, por el mundo, y, precisamente, por el encuentro del mundo
interior y del mundo exterior, es puesto en movimiento, es colocado
en una inquietud constante (40). Agrega Scheler que para Nietzsche
la existencia del mundo exterior no es jamas un problema urgente,
ni para Scheler (41). Pero para
ietzsche no 10 era porque estos problemas pertenecian exclusivamente al mundo interior; para Scheler,
porque el se encuentra inmediatamente, no solo ante el mundo 0 rodeado del mundo, sino en el mundo, como integrando, respondiendo
y provocando sus respuestas. El "In der Welt-sein", ha sido formulado
por Scheler mas natural y especificamente que por Heidegger, dice.
El movimiento filosOfico comienza en este estado de ser en el mundo,
que nos presenta una riqueza inagotable; yo he experimentado el encuentro del mundo en mi mismo. Esta teoria seria para Max Scheler,
en su forma mas simple, su primera evidencia. Por 10 mismo asal1:'a
a Nietzsche el peligro de nihilismo, como para Max Scheler el peligro
consistiria en un cierto desorden (caotisme). Nietzsche pierde la rea·
lidad, por haber quitado el mundo sin haberse encontrado el; Scheler
arriesga perderse en la plenitud caotica de sus encuentros. Pero seria
(36)
EI senlido de "investigar"
y de "verdad", no es Dunea el mismo; varia con cada
fil6sofo
autentico.
Se tralara, en cada caso, de caraclerizar
el acto /ilos6/ico
especijico
correspondiente
a cada pensador.
(Va haeia el pluralismo
de los sistemas;
10 que importa
es caracterizar
el acto /ilosofico especifico).
(37)
Dice LANDSBERG,que precisaria
comparar
esta situacion
inicial de Scheler con la
de Husserl en las que describe como H se encuentra
rodeado del universo.
(38)
Que veto no opondria
a esa afirmacion
de Landsberg,
la ultima
filosoHa
de
Nietzsche,
que se dedara
en la patetica altemaneia
de la vida individual
y de la vida coso
mica y que Ie hicieran
avanzar
al hallazgo
de las influencias
ancestrales
y sentir
el
pensamiento
en Ia proximidad
de 10 cosmico, "ya en Ia perspectiva
propia y nueva de un
ser mas grande que n050tr05 pero de la misma especie"!
(39)
EI texto frances mirado por Zubiri usa el termino sensual (no sensible),
que
aparece
en el pasaje.
(40)
Por nuestra parte, no creemos que Scheler sienta mas que Nietzscbe
la relacion
con eI cosmos. Tampoco es un problema urgente para Comte.
(41)
Acaso porque es el suyo el punto de vista del creador,
no del gnoseologo.
�comprender mal la esencia del acto filosofico, diciendo que la filosofia
de Scheler expresa esta situacion. El no seria un filosofo, dice, si esta
situacion no implicara la necesidad de trascendencia, si esta situacion
no Ie fuera intolerable. En el origen de una filosofia, hay siempre
una situacion intolerable (el faut en sortir). No se filosofa para pasar
el tiempo. Sin una verdadera necesidad, el espiritu no se pone en movimiento. Para Nietzsche, es la necesidad de conocer a este mismo
Dios que ilia por la vida de su alma como una tempestad, el hecho de
sentirle tan proximo sin poder alcanzarlo. ("Quiero conocerte, Desconocido. Tu, que conmueves la profundidad de mi alma, que recorres
mi vida. Lo inasible, mi afin") (42). Lo intolerable para Scheler es
la falta de orden; el busca el Lugar del hombre en el cosmos; su problema central, que manifiesta aqui su originalidad y su autenticidad;
pero situarse en el cosmos importa encontrar su posicion en el. Scheler
busca, instaura el orden. El relativismo del mundo moderno se Ie aparece como caotico; quiere trascenderlo; buscar un punto de vista absoluto que 10 ordene (no relativo); de donde la necesidad, en eI, de
un pensamiento. "Su pensamiento trabaja siempre sobre una riqueza
dada, deseoso de hallar un orden, temeroso de naufragar en el caos.
El ordo amoris; el acto que situa en el todo y jerarquiza los seres, es
de raiz amorosa (43).
J. Simmel (Melanges de philosophie relativiste) ha comprendido
mejor que otros las influencias que se ejercen al traves de las edades.
Tiene un sentimiento muy complejo de las fluctuaciones, de las variaciones del pensamiento original; sabe, intuye mas, el vinculo
existente entre la parte formulada de los sistemas y el fondo de inquietud y problematismo que manifiestan; no ignora los contrastes,
las alternativas, y sabe que hay un orden, una ley de simetria que
acentua su coherencia, y que es preciso considerar la existencia de
fuerzas desde las que mejor se advierte el orden introdncido, pues,
para el, el modo de la vida es barbaro, boreal. Sagaz, enseiia que hay
filosofos que dan poco para 10 expositivo (44), que otros entran mas
en la conexion sistematica, y presiente, tambien, el valor de las experiencias individuales. Es asi, pues, consciente de su variedad; e]
mismo ha declarado que la filosofia, formula que tambien encontramos en Chestov, es un pensar sin presupuestos previos (45); esta,
diriamos, a punto de destacar la singularidad de las experiencias fi10sOficas,y, en consecuencia, proximo a la afirmacion de que, mas alIa
del fondo de ideas elucidables, algo suhyace, oculto; pero, de pronto,
ese punto de vista parece perderse, cuando destaca el valor, mas alla
(42)
EI poema puede leerse en A. Quinot,
Pages mystiques de F. Nietzsche
(Ed.
R. Laffont, 1945), pogs. 48·49 y en el articulo de Landsberg
sobre Nietzsche publica do en
el tomo XLVIII
(1935) de Revista de Occidente.
(43)
EI amor instaura
la jerarquia,
establece la diferencia,
los rangos.
Cabria pre·
gun tar si a una profundidad
mayor, el amor, al individualizar,
al abrazarse a Ia indivi·
dualidad,
no borra la jerarquia.
"EI paso inquebrantable
del 'Imor borra las jerarquias".
(Figuras de la evasi"n, del autor. (Ya insistiremos sobre otros aspectos de este trabajo).
(44)
Dice eso de Nietzsche.
(45)
Comienzo de su ensayo sobre Esencia de la filosofia.
�de la experiencia individual, de 10 tipico en filosofia; cuando dice que
no hay tantas filosofias como filosofos haya, sino que, el mimero de
ideas originales (46) que determina la manera de encarar el mund~
result a segun eI muy restringido, con 10 que lograni asi introducir una
cierta coherencia que supera la existencia de aquellas singularidades;
mas Simmel busca otro modo de abandonar la singularidad de las
experiencias filosOficas, ensayando un pasaje llacia la generalidad,
cuando sugiere que los motivos, siempre los mismos, actuan en el curso
de la historia; se dividen, se unen, reaparecen los matices mas diversos,
revistiendo las form as mas cambiantes, pero su numero no aumenta
liaS que con una extrema lentitud. Texto que seiiala la atencion que
el autor ha presta do, aun en el seno de 10 tipico, alas experiencias
individuales que se insinuan; pero esos matices desaparecen ante afir·
, maciones segun las que no es la individualidad como tal, (el temperamento, el destino, el medio), ni el saber objetivo, la fuente de
productividad filosofica; (notese, para el, ni 10 historico como tal, ni
la personalidad como tal constituyen las raices de la filosofia) ; pues,
hay un tercer reino, un dominio de 10 tipico en la mentalidad humana,
desde el cual la filosofia surge y se manifiesta. Este reino de 10 tipico
repetimos, no coincide con el caracter en tanto que realidad particular,
ni con ninguna cosa objetiva independiente de los hombres y de su
vida; se manifiesta en nosotros bajo forma de energias mentales que
seran caracterizadas por el, y que, por esto, no se limitarian a copiar
una objetividad que se presentaria a nosotros (47). Lo tipico es una
especie de verdad, de orden general, que se halla en nosotros; como
si un pensamiento emergiera de un fondo comun que por si mismo
justificaria su contenido. EI punto de vista de Simmel parece superar
la limitacion de los anteriores; rectifica el alcance de aquellas explicaciones que solo comprenden la filosofia como sistema de ideas y
bajo el indice dc la historia; parece reconocer variedad de matices
dentro de las experiencias filosOficas mismas; pero el sentido que
asigna a 10 tipico 10 separaria dc los pensadores que, como Bergson
o Chestov, solo reconocen el reino de la individualidad profunda (zona
de la creacion y del espiritu) como zona de la que puede irrumpir
la experiencia filosOfica.
A. N. Whitchead (Modos de pensamiento), en cambio, para quien
la filosofia es pariente de la poesia y es tambien mistica, en cuanto
"el misticismo es la intuicion directa de profundidades no expre·
sadas", destaca much as veces ese fondo no elucidado. Asi dice: "que
ningun filosofo se halla satisfecho con el acuerdo de las personas sensatas, 10 mismo si se trata de sus colegas que de su propia personalidad
anterior". "Acomete, agrega; asalta, los llmites de la finitud", 0 cuando
(46)
Se ve bien, pues, que Simmel piensa y caracteriza
el complejo
de Ia filosofia
desde Ia idea.
(47)
Un principio
de variacion
y un problema
pues, aqui comienza
a reconocerse,
Peto Simmel no avanZ3,
pierde Ia singularidad;
el dominio
de 10 tipico prevalece
en 8US.
consideraciones.
(Sobre como el mismo Simmel supera su punlO de vista, vease el articulode B. Groethnysen,
Int. al pensamiento /iloso/ieo aleman).
-
�nos ensena «que es un prejuicio creer que la humanidad ha concebido
conscientemente las ideas aplicables a su experiencia», 0, "que la tarea
de la filosofia debe ser desembarazarse de la mentalidad antigua en 10
que respecta a la concepcion de la importancia y alas cuestiones de
hecho", y, ya en texto explicito, "que los filosofos alcanzan intuiciones
que estan mas alIa del lenguaje". Sin dud a este autor no alude direc·
tamente al tema que venimos planteando; no se situ a en ese punto
de vista, frecuente a los historiadores de la filosofia; pero en su con·
cepcion 10 supera de continuo; y estos asertos son la prueba de que
hay tipos de pensamiento, para el muy importantes, que escapan a la
consideracion historica, oscuros, y que no autorizarian la idea de
continuidad de las experiencias filosOficas, ni el proposito que inspira
a la exegesis de hallar la unidad del proceso historico de la filosofia.
En paginas penetrantes (48) destaca Leon Robin cuan compleja
y delicada es la tarea del historiador de la filosofia; pues, debe simpatizar con una forma de pensamiento que no es la suya, adoptar una
actitud anacronica que cn su fuero interior el reprobaria, declarar,
mantener el rigor y la minucia de la critica, realizando un esfuerzo
leal para despojarse de sus opiniones personales a fin de exponer las
ajenas. Tareas, estas, que se suponen y complementan. Pero el suo
puesto mayor -el requerimientopara intcrpretar la historia de la
filosofia, es el de el ser filosofo. Si esta exigcncia no se cumple, la otra,
puramente material, puede resultar esteril. EI estudio del documento
apocrifo, el desculn'imiento de interpolaciones, la lectura viciosa, per·
turban la marcha de las ideas y ofuscan la claridad de los analisis,
y, sin una experiencia de orden filosOfico, no es posible dar en la
imagen perdida de los filosofos; porque, no ya tratandose de Socrates,
(que no ha escrito), aun en el caso de filosofos escritores cuya obra
ha lIegado hasta nosotros, se nos plantea el problema de la interpre·
tacion de sus filosofias, la necesidad de descubrir sus ideas principales.
Veremos, al ocuparnos de la filosofia de Bergson, dentro de que
limites labora la exegesis; mas que la interpretacion filologica, la que
indaga la historia de la filosofia, aquella que va a la busca del pen.samiento de un filOsofo (en muchos casos, del pensamiento perdido).
No hablamos ahora asignando a estas expresiones aquel sentido hermetico de saber incomunicable de que nos habla Platon en la
Carta VII; pero, sin una cierta experiencia de orden filosOfico, la exe·
gesis ni siquiera descubre las huellas que pueden rastrearse material·
mente; menos ha de dar con el pensamiento no pensante; menos
advertir aquella zona en que roza con 10 inenunciable, 0 esta en su
ambito, ligado a 10 desconocido, a la surgente de fuerzas que deter·
minan la expresion 0 el silencio ("consigo mismo en 10 absoluto").
Bergson, en la Intuition Philosophique,
ha mostrado las dificultades
Soc.
(48)
L. ROBIN, Histoire et legellde de la philo sophie
Frau~. de philosophie,
Anuee 1936, N.o 3).
(Rev.
phil.
1935, y Bull.
de la
�que existen para dar con la verdadera imagen de un filosofo; cuando
descubrimos "la oscuridad real de 10 que habiamos juzgado claro; la
complejidad real de 10 que habiamos creido distinto" (49). En el caso,
nada mas dificil que encontrar el alma de una doctrina; pero a ella
podemos aproximarnos, si alcanzamos la imagen mediadora, -"imagen
todavia material en cuanto se deja ver,- todavia espiritu en que no
Be deja tocar"-, fantasma que nos atrae y hechiza, que se dibuja en
el espiritu del inter prete a medida que avanza en el estudio de la obra
y que autoriza la distincion de la intuicion original y el espiritu de la
doctrina, que es 10 mas concreto en la intuicion y 10 mas preciso en
el sistema" (50). Expresada en conceptos no nos dara noticia cabal
de un pensador; pero podemos ascender hacia el punto central y advertir como, desde este centro de fuerzas inaccesibles y espontaneas, las
tesis y doctrinas acaban por llevar al centro delicado de una filosofia.
Hemos hablado de la complejidad real del pensamiento; los historiadores y los interpretes, suelen creer que la indiferenciacion del
pensamiento humano se da en los estadios precientificos, en donde
se confunden 10 moral, 10 teologico, 10 poetico, mal distinguidos con
10 que podria ser puramente filosOfico. Sin duda es posible realizar
la distincion de cada uno de estos actos, particularizarlos, descubrir
sus caracteristicas singulares; pero esto, a su vez, sup one el empleo
de energias filosOficas, y una conciencia tenaz de las distinciones;
supone la experiencia filosofica misma. Pero quiero senalar ahora el
error de creer que existe un solo orden, el primitivo, de confusion;
porque, hay otro orden; no primitivo, sino elaborado, mas profundo;
y, tambien, mas confuso. Ya como resultado de investigaciones, las ideas
claras, much as de ellas, importan detenciones del esfuerzo, habitos
constituidos, enclavados en la zona misma de la inteligencia y del
analisis (apariencias verb ales de solucion, 0 de problema), y esas ideas
deben ser consideradas nociones ya pensadas; en cierto modo oscuridades familiares, limites que se oponen a la labor de la inteleccion.
"
0 podria decirse que la filosofia cesa donde la claridad comienza,
porque una cierta claridad comienza con la filosofia, pero puede afirmarse al menos que, alli donde la claridad dura y no se ha interrumpido, la filosofia no ha comenzado" (51). Sin duda mientras nos
mantenemos en la oscuridad y en 10 profundo, puede haber comenzado
la filosofia; pero tenemos la ventaja de permanecer ligados a la die
ficultad, sin idealizarla, "sin olvidar el limite de opacidad" que podria
excitarnos, y mover el pensamiento y dar comienzo alas actuaciones
que llevaran mas tarde al analisis, mientras que, si el pensador permanece en la esfera de las ideas claras y distintas, perdiendo sus con·
tactos con la materia inempleada del cosmos (52), la filosofia ha IIp.
ser imposible y no podra comenzar.
(49)
(50)
(51)
(52)
CHESTERTON,
ROBERT
BROWNING.
H. BERGSON, Intuition
philosophique.
Ha dicho J. LAGNEAU.
0 si ignora U olvida Ios grados de abstraccion.
�Pero es que los actos y movimientos humanos mas hondos, provocan la confusion de 10 etico, estetico, religioso. La confusion
de maneras, la confusion de imagenes con aquellas fuerzas que las
trascendieron; la confusion de pensamientos ideales que quisieron
hacerse pensamientos infinitos; y un proposito expresivo, que lIeva a
la forma, y un movimiento de las almas, que lIeva a desbordarlas, para
alcanzar la larga cohesion de la materia de 10 pensado y de 10 sonado;
en el deseo mistico de los pasajes invisibles y continuos y de la polaridad de los esfuerzos, de 10 consciente a 10 inconsciente, de 10
involuntario a 10 voluntario; el empleo, la determinacion humana,
acaso de orden volitivo, de ensayar el espiritu; las sintesis, en fin de
elementos desconocidos y la necesidad de pensar el pensamiento con
to do el pensamiento. La comprension de la filosofia -de toda filosofia- importa, nos parece, el haber intuido estas dificultades, las
dificultades y complejos de este orden que son, segun creemos, los
supuestos de todo filosofar y las condiciones mismas de toda experiencia ... Pero la historia de la filosofia nos da todo en su limite, supone demasiado la continuidad de las ideas y de los sistemas; piensa
las ideas en cuanto fueron expresadas; piensa los sistemas en aquella
{ormulacion material, legible, en que se nos comuniean a nosotros, en
la letra, materializados en la idea; pero nada mas dificil que aprender
a leer los germenes (53) ; y ya Nietzsche nos enseiiaba el enlace que
existe entre la filosofia y la gramatica; pero, no todos los sistemas y
las ideas; mas bien pueden considerarse como detenciones del esfuerzo
del pensamiento, como las postreras manifestaciones de sus impulsos;
como el limite externo y formal, que se desenvuelve en dos sentidos:
subjetivamente, hacia el alma del creador que debemos intuir, pOl·que
esas ideas tuvieron su raiz en la psiquis de un hombre, y esa psiquis,
de algun modo, estuvo ligada a 10 deseonocido, y al todo, y a una
experiencia historiea; objetivamente, en la serie de prolongaciones,
de revestimientos que esas mismas ideas han tenido al traves de la
interpretacion, y que suele importar el alejamiento del inter prete.
Ahora, que, en la historia de la fi1osofia, nos pareee, no se trata
solo de una interpretacion de doetrinas y de sistemas; de deseubrir
la filiacion de las ideas filosOfieas, la continuidad 0 la discontinuidad
de los pensamientos de los hombres; mas alIa de las ideas y de los
sistemas, buseamos el eontaeto eon un espiritu profundo; a su vez
ligado a 10 d'esconocido, a afinidades misteriosas (54). No eomprendemos generalmente que nos lIeva al proposito de deseifrar el secreto
de la existeneia de un alma; no solo queremos conoeer; se diria, que,
mas alIa de estas condiciones y propositos que inform an la psiquis de
algunos investigadores, mueve a otros un intento, no facilmente descriptible, de hallar la figura perdida de un hombre, de dar en el des(53)
Sobre la idea de germen lankelevicb,
Koyre, Wahl. Antes Novalis, antes Boebme.
(54)
Los honlbres
huscan,
se buscan;
buscan
Ia relacion,
el vinculo;
realizan
Ia
exploracion
fraternal hacia el mundo de 10s objetos; quieren despertar fuerz3S creadoras ...
�cubrimiento de las fuerzas mas delicadas y plasticas que determinaron
su orientacion, que fueron la causa de su mensaje 0 de su silencio;
nos mueve algo mas que una razon historica, y, a veces, una exigencia
nuestra de hallar el extasis total del alma ajena, 0 de estimularnos, y
excitarnos al exigir el proceso de vivificacion nuestra, capaz de autorizar
su comprension (55). POl' 10 mismo, nos parece que hubiera sido muy
conveniente destacar estas intenciones no advertidas: el acto de salvar
en nuestra memoria y en nuestro pensamiento la figura y doctrina de
un pensador que se perdia y de hallar su relacion con el misterio. En
las consideraciones de Robin -a este respecto Lagneau es mas profun do- se destaca el valor de los ensayos filosOficos; pero no se declara bien que el alcance de estas imagenes que la iuterpretacion
construye depende, en ultima instancia -y la necesidad de verdad
con respecto a ellas- de una experiencia mas que el interprete tiene
en cuanto es capaz de intuir el alma de otro, y sus vinculos. La inten·
cion, en el historiador de la filosofia, va al hallazgo de ese elemento
que no esta nunca en la exposicion de un autor, en el sistema; menos
en el interprete, ni en las condiciones aquellas que constituyeron el
ambiente en que Ie tocara vivir y que, a veces, es la realidad perdida
del filosofo; sino en algo que las trasciende y que es la causa de que
su filosofia superponga explicacion a explicacion, teoria a teoria, en
una sucesion de imagenes que declaran la dificultad que tiene el pensador para poner en la claridad 10 que pugna en el fondo de su pensamiento. Los interpretes pueden (?) seiialar donde la filosofia termina (y, entonces, la historia es posible) ; pero no pueden (?) intuir
donde la filosofia comienza, en que punto la critica es participacion
en un secreto de existencia, 0 de verdad, 0 de creacion...
0 de impotencia y desespero del pensamiento en la soledad y en el silencio.
Temas estos que aproximan a los planteos singulares, que ha destacado Bergson (La pensee et le mouvant) en sus ensayos acerca de
la intuici6ln filosofica; sin olvidar los valiosos trabajos de Guyau
(Prologo a la Moral de Epicuro y el analisis de Lagneau). Aunque el
primero se orienta en la direccion intuitiva y estos en la reflexiva,
llegan al atisbo de maneras nuevas de interpretacion. Para decirlo
ahora de una manera muy libre: acaso contrastando con las explica.
ciones y esfuerzos de la tradicion que citamos y que remonta a
Aristoteles, y recusandola, Bergson parece reducir el alcance de las
influencias de medio y de ambiente y de la tradicion filosOfica en
general (nos parece que prescinde demasiado de la accion de la fata·
lidad y del destino y de la trama historica, y de la influencia de esta
sobre las aImas), y en cambio seiiala la existencia de una esfera que
la inteleccion no alcanza y que a la intuicion se revela. Notas todas
que han indicado la presencia de una serie de cuestiones que ponen
a la exegesis mas aguda, y que han llevado a la sospecha de que aquella
�conexion sistematica que la filosofia descubre, y que solo hace percibir
la continuidad de los temas (Hegel (56), Windelband, Dilthey), 0 la
fecundidad de las ideas y la distincion de 10 erroneo 0 de 10 verdadero
(Russell), 0 las posiciones de un Sainte-Beuve 0 de un Taine, no se
harian enteramente cargo de la complejidad de estos hechos, ni percibirian, ni distinguirian sistema filosofico y experiencia filosofica, sin
avanzar tampoco a una elucidacion del acto filosofico. Seria ficticia
la relacion establecida entre las ideas y los conceptos que manipula
la historia de la filosofia. La experiencia filosOfica es una experiencia
en profundidad; convirtiendo nuestra atencion en el proceso horizontal de la marcha de las ideas y de la conexion de los sistemas que
la historia de la filosofia descubre, nunca podremos intuir la significacion, la imagen postrera de una filosofia; los desasosicgos, los
tanteos, y aquel contacto que nos hace hallar el principio activo de
la vida, y las latencias y los germenes primeros e impalpables que
tram an la historia de las almas y que enriquecen y ahondan, pero
que no puede ser arrebatada pOl' el movimiento de la historia, ni pOl
la atencion que la exegesis Ie dispensa, y a los que debe prestarse la
mayor atencion. Ese momento seria inefable. Las sutilezas de la razon
no captan esas imagenes que se desvanecen, que estan entre el ser y el
no ser, a las que la concrecion formal no alcanzaria.
Ideas 0 grupos de ideas, pues, que vienen actuando en la interpretacion y que sugieren la sospecha de que las imagenes tiltimas de
la filosofia se nos pierden, 0 que es dificil hallar la claridad de que
habla Lagneau. De eso sabe solo el filosofo, de eso solo aprenderia
el discipulo que, desarrollandose en el sentido de la personalidad, da
los primeros pasos en la experiencia y advicrte el alcance de las
otras intuiciones. De eso poco sabe el interprete; la filosofia, cl csfuerzo del filosofar, requieren el uso de la pcrsonalidad, enseiia
Bergson. Lo que no quiere decir, de ninguna manera, que debe
desecharse el estudio de las ideas y de los sistemas de ideas que la
tradicion filosOfica repite y transmite; que no deba estudiarse la serie
de antecedentes, biograficos (biologicos y psicologicos) (57), ni prescindirse del estudio del sistema, de las estructuras que 10 componen;
pero estos deben ser utilizados a modo de inuigenes intermediarias de
una experiencia
a la que es preciso trasladarse, y que es preciso
suscitar, para comprender 0 intuir la situacion original de aquellos
contenidos que nos interesan en la experiencia de un pensador y que
suelcn estar mas alIa del lenguaje. Asi pues, la idea ultima de la filosofia (~es su contenido?) no se elucida. Parece ser este a veces, el pensamiento de Bergson cuando con energia subraya: nous savons fort peu
(56)
Para la altisima
autoridad
fiesta. Pero en eslas notas se advierten
(57)
Interesa
mucho la posicion
(introduccion),
Etudes d'histoire
de la
toire de 10 philosophie).
W. Windelband
que debe proponerse
la historia de la
de Hegel toda filosofia
es revelada,
publica,
mani·
otros modos de pensar.
de Boutroux
en Etudes d'histoire
de 10 philosophie
philosophie
allemallde
(Zeller
et so theorie de l'his(op. cit.) especifica muy bien algunos de los fiues
filosofia.
�de chose de notre pouvoir createur (58) y que corrobora una vez
mas la enseiianza de Novalis, segun la cual "las operaciones del genio
son indescriptibles". Las operaciones del genio son indescriptibles, e
indescriptible el acto que hace comparecer ante si el universo, y 10
que piensa el hombre es revelacion, en el lenguaje, de cosas ignoradas,
y sus mas hondos pensamientos habrian sido, siempre, pensamientos
no pens antes ...
Asi pues una cuestion de alto interes es la de distinguir, en filosofia, la parte no elucidada del pensamiento. En este sentido hay
pensadores que tienen una zona oscura, 0 una reserva critica, en donde
el misterio actua y excita (estos pensadores, no pueden generalmente
ser elucidados; pero suelen ser fuentes de filosofia, en el sentido que
Wahl ha declarado; a veces no son sistematicos). Y, otros, que no solo
t'evelan, sino que dan casi todo para 10 expositivo; a veces ellos mismos se ponen en la historia (59), ellos mismos situ an sus ideas en la
conexion sistematica (real 0 ficticia), que autoriza la comprension.
En Comte no hay aquella zona, en el sentido de 10 genial; en el
sentido, pOl' ejemplo, en que no puede elucidarse el pensamiento de
Socrates ("este desarrollo no puede ser concebido") , 0 el pensamiento
de Nietzsche; Comte puede elucidarse, el mismo se ha elucidado; en
Comte hay ocultacion, pero esta viene de 10 omitido, de 10 eludido;
mientras que, en aquellos 10 omitido tiene consecuencias para los pensadores, los profundiza, a Comte 10 limita, y es dificultad de pensar
la realidad que 10 estimula (60).
Es preciso cuidar, sobre todo en las primeras lecturas, casi siempre insuficientes, cuando no hemos logrado las notas de un pensamiento magistral, el que no estemos pensando efectos de la obra en
las limitaciones nuestras, en las primeras asociaciones nuestras. Da
siempre mucho trabajo intuir la manera, la forma, el caracter de un
pensamiento original. Aun las obras superficiales, y las malas, y los
(58)
En Nietzsche
aparece
la idea de secreto
(teme
ser comprendido);
pero man,·
tiene una lucidez que causa pavor; en cuaoLo critico y en cuaolo creador conace sabe e]
movimiento
total de 13 encarnacion.
(59)
Muchas veces los mismos pcnsadores
suelen actuar a manera de expositores
y de
criticos
de sus propias obrss; mas alHi de aquellos
trances geniales,
de creacion, cuando
abundan los momentos
intensos de reflexi6n
y de sobreexcitaci6n
analitiea
y de suscitacion
de forma, se insinua en elIos un esfuerzo para ser atendidos;
en rcalidad,
un esfuerzo expositivo, en que comienza la esfera de 10 pedag6gico,
a veces una clarificacion
de las ideas, a
veces eI deseo de gloria, a veces el Lemor de ser olvidados.
(60)
Por 10 mismo no Ioeron en Comte muy poderosas Ias exigencias
artlstieas;
Ia neee·
sidad de forma;
rompe los vinculos con 10 desconocido.
No hay alii el misterio,
sino su
perdida;
pero el Dunea percibe las eonseeuencias
de esa omision.
Precisaria
distinguir
pensamiento
elucidado,
pensamiento
no elucidado
(por agravacion,
hondura)
y pensamiento
oscuro, en el que no pensamos, y que no integra Ia sustancia de Ia idea 0 de Ias reflexiones,
y realidad amitida, no atendida
por los poderes de la atencion.
En Comte hay pensamiento
explicito;
hay sistema;
hay omisi6n,
y, en algon senti do, faIta siempre 10 prof undo y 10
concreto,
y la claridad,
mas no aquella que ilumina los objctos de que se habla en el texto,
de Lagneau.
eI
�auto res, no muy ricos, dan un inmenso trabajo para ser comprendidos.
Mucho mas los geniales, que suelen no ser comprendidos por indes·
criptibles; 0 es silenciosa alli la marcha de las intelecciones, 0 son
inesperadas las sintesis que logran sus experiencias en la trama del
azar, de la historia, del destino. Pero los pens adores de segunda clase
(en realidad cualquier hombre), tampoco, parece, pueden ser descrip.
tibles. Aqui, por otro tipo de confusion, de hiatus, de perdida de 10
concreto, de faha de garantia en las intelecciones y en la critic a, de
debilitamiento de la razon, 10 que corresponde, es no hacerlas coin·
cidir con nuestras asociaciones 0 con nuestros prejuicios. Sorprendia
a Pascal la diferencia de los hombres. Cuando se tiene experiencia
filosOfica, sorprende, en verdad, la singularidad de las honduras indio
viduales; las causas, distintas, de la claridad; de la oscuridad; de la
confusion; y, como etica, como actitud, debemos proponernos realizar
cl proceso intimo, revelador, 0 la preparacion regular y lenta que
vigoriza el pensamiento y que no soslaya la dificuhad. Ni el amor,
ni la critic a, ni la originalidad, pueden ser superados.
NACIMIENTO Y DESAPARICION DE LOS
ESQUEMAS EXPOSITIVOS
Sorprende a los historiadores de la filosofia la variedad, la nqueza, la anarquia de los sistemas, como la constancia y semejanza de
las respuestas, ya que perdurarian eternos e invariables los enigmas,
desafiando a la razon humana (61). Al tener que estudiar a un determinado autor, pongamos, en el caso, a Augusto Comte, (,que metodo
seguir? (,Cual el modo seguro de avanzar en obra tan extensa para
hallar sus rasgos singulares, distintivos, 0 para reconocer la presencia
de los elaborados en el decurso del pensamiento humano? (62).
EI intento de exponer una doctrina (63), 0 de elucidar un pensamiento ajeno, genial 0 no, supone, en el inter prete, la posibilidad de
elementos comunes y, tambien, la construccion de esquemas, de fi·
guras mediadoras, que nos conduzcan hacia el pensamiento ori·
(61)
Un motivo ha sido sefielado por Kant en el eomienzo de Ia Critica de La razon
ULa razon tiene, en una especie de sus conocinlientos,
el destino particular de verse
acosada por cuestiones que no puede apartar,
pues Ie son propuestas
por Ia naturaleza
de Ia
razon misma, pero a )as que tampoco pucde contestar, porque superan Ias facultades
de In
razon humaua".
En Dilthey, Teoria de La concepcion del mundo, se asiste a Ia lucha por Ia
aEirmncion y perduracion
de los sistemas.
Otros analisis llevadan
a notal', dentro de ]3
formula
primitiva
de Ios problemas,
variaciones,
progresos
(Vaz Ferreira,
Prob. de La
libertad) y, aeaso, cambios en In manera de revelarse 108 enigmas, 0 en su forrouladen, 0 en
las actitudes humanas que Ias atienden.
Pocas veces se halla el paralelismo
de Ios problemas
y de Ias soluciones.
(62)
Los sistemas mas profundos
resultan
de actos creadores
extremadamente
distantes
unos de otros, dice Dilthey.
(63)
Por 10 que puede resultar
de alto interes
tratar
de representarse
el modo con·
tinno, sin division,
de su pensamiento,
13 manera total, organica, y antes de manifestarse,
de escindirse
en ideas unicas. (Recomendamos
el estndio
de Ios ensayos de Valery
sobre
Descartes y sobre Goethe (Variete IV). Al tratar de Descartes, Ia pagina concisa sabre La
pura:
�ginal (64). Casi nunc a se declara en terminos expresos, aunque suele
estar presente en los atisbos de los critimos mas avisados, el supuesto
de que ha de poder comprenderse el pensamiento ajeno, bien porque
hay notas empiricas comunes (historico-psicologicas) (65) que aproximarian hacia la experiencia del autor (66), bien porque existirian,
10 que suele escapar al analisis, semejanzas entre las personalidades,
acaso dadas a priori, 0 reveladas en la comunion "en don de ser, conocer y amar se vuelven sinonimos" (67), 0 por el caracter social de
la experiencia personal (68), 0 por el caracter social del lenguaje (69).
Supuestas la competencia, la capacidad critica, el interprete podria
&vanzar hacia el conocimiento del pensamiento solitario del autor y
"evitar los religros mayores, aquellos en que incurre cierta concepcion
de la historia que podri:i llamarse de masas, que conduce a considerar
a estas mas que a los individuos y en los individuos mismos 10 que
desde fuera los caracteriza (70), y en el plano del pensamiento, a hacer
pluralidad de Descartes plausibles, no obstante ser Un autor claro, por definicion.
En estas
pagmas se reitera la idea de un pluralismo
de las filosofias;
10 que dice Valery es todavia
mas radical, pues advierte el pluralismo
en el autor y, tambien otro, a causa de 13 exegesis.
Mas energicamente
Nietzsche
eosena que un mismo texto tolera innumerables
exegesis, pues
no habria exegesis exacta. Acerca del secreto que envuelve a toda personalidad
y sobre como
se depositan sobre la imagen primitiva
de un grande bombre la metamodosis
insensible
que
cada generacion aporta con ells tomando conciencia
de esta imagen, vease Ernst Bertram,
Nietzsche, principalmente
pag. 15.
(64)
"Mais
des lors la plus haute
signification
de l'analyse
ne serait·elle
pas de
decouvrir sans cesse de plus precises justifications
du sentiment
qui Dons conduit a deviner
toujours, en deux pensees
que 1'0n nous pareotes, et que nOllS semblent en effet se reo
joindre
de plus
en plus,
l'indestructible
originalite
san laquelle
elles
seraint
l'une
et l'autre que l'ombre d'elles memes?" Sobre la medida en que es formulable
Huna pagina,
una vida", J. Baruzi, Prob. de hist. des religions, pags. 150·151.
(65)
Sobre el valor de esta, E. BouTRoux, Etudes d'histoire de la philosophie, {lntr.).
(66)
Labor que se facilitaria
porque
hay ya una parte que el autor construye.
Los
fil6sofos son, en ese sentido, expositores
de sus ideas. ElIos, "en la medida en que se sitlian
en una historia, hacen un Hamado alas interpretaciones
ulteriores,
como 10 senala G. Marcel
(Bull. de la Soc. fro de Philosophie, 1937, N.o 5).
(67) M. NedonceIle,
citado por Pradines
(Traite
(68) G. Marcel, Metaphysique de Royce, p. 180.
de Psychologie generale),
II
p.
579.
(69)
Este texto de Pradines,
olvida el matiz individual.
"Ce qui semble constitner
Ie
plus exactement Ie langage, c'est precisement
ce melange plus qu'etroit on pourrait dire
consubstantiel
que realisent
en lui les elements
de pensee et les elements
sociaux.
Le
langage est d'abord Ie propre
d'un ctre penetre,
imbibe jusque dans ses racines durch·
tradrankt
(Vierkandt)
d'une exigence
de communion
sociale,
puisqu'il
De veut pas
seulement
fsire connaitre
aux autres ses desirs et ses sentiments
qui souvent,
pour se
satisfaire, ont besoin de cette exteriorisation,
dont Ie dessein, par consequent,
D'a presque
jamais rien de vraiment desinteresse,
mais encore ses pensees, c'est it dire les relations
necessaires qu'il aper~oit ou qu'il soup~onne dans les chases et qui De perdraint rien, semble
- iI, it demeurer son bien propre;
mais l'homme ne peut se satisfaire
de cet isolement,
meme intellectuel:
il faut qu'il Hechange" jusqu'a "ses pen sees" et qu'il en eprouvre
Ie
valeur en les proposant
au controle de ses semblables".
M. Pradines
(Traite de psychologie
generale, I, p. 415). Vease E. Cassirer (Le langage et le monde des objets). Como abre e1
lenguaje la via para la participacion
y la simpatia hacia otro, requeriendo
el empleo de la
individualidad
y realizando
el pasaje hacia la universalidad.
Agrego sobre la comunicabilidad
de las experiencias
estos dos textos:
"Lo que vuelve tan doloroso
e1 acceso a la
comunion,
dice Berdiaeff,
es que las personas representsn
mundos diferentes
y misteriosos
que no se tocsn y entreabren mas que parcialmente.
Pero cuando ellos entrau en el mundo
espiritual,
se banan en una atmosfera fraternal que es el reino de Dios". Cinq. Meditations
sur l' exislence, p. 199. Sobre el problema de la expresion, su movimiento hacia 10 exterior
y como se dirige hacia algun Olro, y postula un espectador comprellsivo y susceptible
de
adivillar, vease E. Minkowski, Vers ulle cosmologie, p. 121 - 130.
(70)
J. BARUZI, op. cit. p. 151.
�que la reflexion sea una mera reflexion sobre la palabra que provoque
la sociabilizacion de la verdad (Bergson) y haga perder el canicter
singular de las experiencias.
Sin duda podrian hallarse y buscarse otras nuevas y distintas
definiciones de la filosofia. l Quien ha de negar la legitimidad del
intento de concchir la filosofia como historia, quien no ha de admitir
como legitimo el proposito que inspira la labor de un Dilthey (71),
y de un Comte (72), de pregunt.ar a la historia que es la filosofia?
Pero mas alla de las definiciones que se alcancen mediante el estudio
de los sistemas, en aquella conexion que los iJ.lterpretes perciben y que
el esfuerzo de los historiadores justifica, podria tambien definirse el
espiritu filosOfico "como un poder no vinculado con exclusividad a Los
grandes sistemas de ideas"; es decir, trasladarse, cada vez que tentamos
estudiar a un pensador, luego de realizadas las consideraciones biograficas y las conexiones que la historia revele entre las ideas, al destaque de las singularidades, de la novedad (73), Y de las derivaciones,
ampliaciones, rectificaciones criticas, que las personalidades traen.
Pues son estas, en definitiva, las que operan el sesgo nuevo; el afan
distintivo que las mueve, el intento de captar una nota mas honda de
la realidad, el enriquecimiento, la flexibilizacion de los habitos de
analisis, la avidez con que se pregunta acerca del valor de estas investigaciones, el mundo de relaciones que van encontrando entre los problemas (y el poder de transformar el mundo del pensamiento 0 el
mundo de la accion), viene, parece, en gran parte, mediante las per(71)
"Hay que preguntar
a la historia
que es Ia filosoHa. Nos muestra el cambio en
el objeto, Ias diferencias
en Ios metodos;
sola mente Ia funcion de Ia filosofia en Ia sociedad
humana y su cultura es 10 que persiste".
(Dilthey,
op. cit., p. 11). En Ia p. 112: "Histori.
cameute,
el espiritu
filosofico
es un poder universal
no vincula do con exclusividad
a Ios
grandes sistemas filosOficos". Sobre el canicter absolutamente
singular
de Ias filosofias, vease
Theorie des concept. du monde, (Trad. fro p. 172). Segun R. Aron (Essai sur le theorie de
l'histoire, 9· 113) Dilthey habda analiza do y discutido estas cuestiones:
si una filosofia es
ante todo Ia expresion
de una personalidad,
de una epoca, de un estado de Ias ciencias, 0 de
un momento
de Ia dialectica
filosOfica".
W. Windelband
(op. cit., p. 25) especifica
Ia
lahor del historiador.
En Ch. Andler,
en su obra sobre Nietzsche,
preciosas
ideas sohre Is
relacion
entre pensamiento
y obm (sintesis
en Ios prefacios).
Gnndolf
en Ia introduccion
a su ohra sobre Goethe.
(72)
Este texto por ejemplo de LEVY BRUHL· (La philosophie de A. Comte) si es valido
en 10 que a Cornte se refiere, no debe geueralizsrse.
"Tout systeme nouveau de philosophie,
queUe qu'en soit l'originalite
apparente, se rattache, par une filiation plus ou moins directe,
nux doctrines qui 1'ont precede. Mais il est lie aussi, d'une fa~on non moins etroite, quoique
moins
iumcdialement
evidente, a des con dictions plus generales. 11 est soliduire de tout un
clJ::;enlble de drconstal1ccs
sociales. L 'action des phenomenes
celigieux,
politiques,
econo.
miques, intellectuels,
du milieu
contemporain,
en un mot, sur ce systeme, cs aussi pen
doutesse que Ia sienne sur Iui. Ce n'est donc pas assez de l'etudier
comme un tout se suffisan!
Iui meme. Ce tout partiel
do it etre replace
daus l'ensemble
plus vaste qui seul en
explique les caracteres essentiels".
(73)
Tanto mas si el hombre
no se determins
concretamente
sino por Ia evolucion
imprevisible
de Is vida que solo seda accesible
al peusamiento
al traves
de Ias obras.
(R. Aron, op. cil., p. lOO). Bellamente
dice Dilthey
que hay en Ias personalidades
una
energia de lipo particular ("se sienten Iibres en la autonomia de su accion"). En 106 grandes
se advierte, mas alIa del intenlO critico (Ia reflexion
es creacion)
el de forma, y el pasaje
hacia la vivificacion
del pensamiento
el pasaje hacia Ia novedad (Uil s'agit avant tout
d'elever resprit jusqu'au niveau ou el jouira de son autonomie"
(Dilthey).
a
�sonalidades (74). En todo caso debemos cuidarnos de las exageraciones; ni exagerar la homogeneidad, que puede ser ficticia, ni desconocer la real, cuando la advirtamos; ni acusar tam poco las expresiones singulares. Si nos separamos mucho de la conexi on historic a en
que se nos ofrccen los sistemas, solo logramos "nociones provisionalmente orientadas" y, mas alIa de estas, no desestimar el pensamiento
cxcepcional y sin enlace, 0 de enlace dificil con la psiquis del pensador (75), 0 con los planteos y relaciones que la historia labra (76),
atendiendo igualmente a las ideas (emancipadas) que hayan alcanzado
significacion objetiva (77) y expresion singular inequivoca.
Estas consideraciones somer as, relativas a los procedimientos empleados y de cierta vigencia en la historia de la filosofia, suelen suponer
en los interpretes una conciencia, mas 0 menos lucida, tocante al valor
de los ideogramas, de las sistematizaciones, de la "composicion" que
ellos realizan (78), Y relativas a la genesis, a la conexion de los conceptos, al desarrollo dellenguaje (79). Acaso se recurre a ello, porque,
ninguna filosofia, ninguna obra humana puede ser comprendida en
su totalidad: las superficiales, sugerimos, desconciertan por faha de
base y referencia al centro real que estimula la especulacion; las mas
profundas, "tienen supuestos absolutamente indemostrables". Siempre
ha de resuhar dificil saber la relacion en que esta un pensador original
con respecto a una totalidad descdnocida; su pensamiento, expresado
(74)
Sobre eI valor de Ias iniciativas
individuales
Bergson,
Les deux sources, p. 251,
y eI comentario
de V. Jankelevich
(Revue de Metaphysique et de MOrale Janvier - Marx 193,
p. 110·11).
Destacado por J. Barnzi, Rech. philosophiques, 1933 - 34, p. 316. Vease J. Burckardt, Re/lexiones sobre historia universal (Sobre grandeza historica)_
(75)
Publica
un clamor, revel a una experiencia
bien honda, 1a posicion
que certilica
Ia obra de Leon Chestov, su 1ucha contra 1a historia,
su intento
de 1anzarse fuera de 10
concebible,
para indagar
eI valor de 1as evidencias,
que sefiala R. Bespa10ff.
(76)
Porque
ocurre,
en efecto, que 105 filosofos
ignoren
1a fecundidad,
1a hondura,
de 10 que han pensado, 0 que sean posibles olros sistemas de ideas, 0 que las conexiones
estab1ecidas no sean 1as unicas, ni Ias mas verdaderas.
EI criterio
de Ia c1aridad y de Ia
distinci6n
seria, aqui tamhien,
meramente
empirico.
Una ciencia
mas 3gil, instruida por
una experiencia
mas vasta y dispuesta
a admitir
1a complejidad
de 105 fen omen os, podria
hallar olras relaciones .. A medida que aplicamos puntos de vista mas ricos y mas variados
sobre el universo,
mas parece autorizada
Ia afirmaci6n
segun Ia cllal son muchas las vias
que pueden seguirse para el analisis.
(77)
Punto de vista sugerido
por J. SimmeI (Nietzsche y Schopenhauer)
(Prefacio).
(78)
A veces, como ocurre en eI caso de 105 fiI6sofos que no han escrito
(Socrates),
a veces, tambien,
porque es legitimo
el intenlo,
(rente a un fil6sofo,
de eiegir, de entre
la totalidad de sus manifeslaciones,
aquellas que den una conexi6n
de pensamiento
firme,
unitaria,
prescindiendo
de que en aquella
totalidad
queden
elementos
contradictorios,
dudosos, de significado
distinto.
Mas en 105 casos en que eI punto central
subjetivo
de nna
doctrina
coincide con el punto central de su significacion
objetiva.
Vease J. Simmei. Schopenhauer y Nietzsche, p. 7.
(79)
EI desarrollo
del Ienguaje,
que ya Novalis considera
como un producto
organico.
La palabra se forma por educaci6n,
por desenvolvimiento
y vivificaci6n
progresiva,
basta
tornaria
expresion
significativa
de Ia idea organizadora,
eI sistema de Ia filosofia.
(Sobre
el acabamiento progresivo del pensamiento en la palabra, vease eI notable articulo de E.
Cassirer, Le langage et Ie monde des objets [in Psychologie du langage, Paris, Alcan, 1933.]
En 1a p. 42, Ia referencia
a Kleist y eI comentario
del autor. Tamhien
sobre Ia identidad
de 1as front eras del pensamiento
y del 1enguaje,
Edgard
Poe, Marginalia (En Commerce,
Hiver MCMXXVII,
y Ia traduccion
y 1as apuntaciones
de P. Valery).
�en la palabra, con respecto al intento de enunciar; la relacion, tambien,
y desde luego, del interprete con respecto a aquellos otros momentos
de la genesis total de las doctrinas y de los pensamientos (80). Asi
pareceria que, de la consideracion de muchos puntos de vista, del
estudio de las maneras todas de la interpretacion, puede surgir una
vision mas completa y una conciencia mayor de las dificultades que
estos problemas importen.
Un grupo de escritores contemporaneos, al ocuparse de estos
intentos de describir el pensamiento humano, ha insistido en la necesidad de considerar 10 que podria haberse omitido, 10 que podria no
haberse pensado bien, 10 que, pOl' dificultad de expresion, podria no
quedar aludido, y 10 que se calla y 10 que se miente. Es muy defi·
ciente el conocimiento que ya podemos lograr. de los autores y suele
scr precaria la formulacion que ellos mismos hacen de su pensamiento (81). Ya Vaz Ferreira ensena el valor de 10 que se psiquea, y
de 10 que se expresa, con respecto al fondo de realidades que puedan
sin formulacion 0 sin enlace (82), y Chestov, en su libro Les con/ins
de fa vie (prefacio), destaca como se van constituyendo en habito, el
afan de exponer los pensamientos de una manera sistematica y coordinada, con menoscabo del pensamiento libre, y como una circuns·
tancia insignificante, el uso, la posicion de un vocablo pOl' ejemplo,
confiere al pensamiento un matiz de nitidez y de incertidumbre ilegitima, imprevista. POT 10 que conviene tanto realizar el estudio de
las relaciones entre el pensamiento y el lenguaje, hallar el valor de
los esquemas y el poder de formulacion de las palabras (el alcance
que estas van cobrando en la expresion y ordenacion de las ideas)
y su relacion con 10 no pensado, con el pensamiento debil, con 10
omitido. En este orden de ideas, vamos aproximando cada vez mas,
sino ala nocion de que no es elucidable un pensamiento filosOfico (83),
a la conciencia de que es preciso poneI' inmenso cuidado al formula l'
las experiencias propias y las ajenas (la parte de claridad que :fue
asignada) (84); sin olvidar, que, ni nosotros solemos pensar con en(80) "II se peut que ce qui nOllS fait juger qu'une page, une oeuvre, une vie, son
sans commune mesurc avec ce qui n'est pas elles ne soit pas toujours formulable".
J. Baruzi,
Op. cit. p. ISO. Se percibe la diferencia:
"On tronve rarement
un expose qui so it en meme
temps ce qui est expose".
(Kierkegaard,
Pour uu exameu de couscieuce) (Trad. P. H.
Tisseau) .
(81)
HEGEL afirma 10 contrario.
"Para Hegel, expone Wahl, la idea de una fuerza que
no se expresa, de un sentimiento
purameDlC interno, serian idolos de la imaginaci6n
romantica. Todo es publico, todo esta abierto, todo esta revelado".
V ease Phenomeuo1ogie de
l'esprit, Trad. J. Hyppolite,
y L. Chestov, Potestas elavium, p. 29L
(82)
"Je const3tai avec etonnemenl et perplexite
qu'en fin de compte on sacrifiait a
l' "idee" et au developpement
ce qui, justement avail plus de valeur, c'est . a dire In pen~ee
libre".
L. Cbestov.
(8'3) "Chez un grand philosophe
ce qui fait en partie sa valeur, c'est Ie fait qu'il ne
peut etre non plus completement
elucide". J. Wahl, Bull. de 10 Soc. Fr. de Philosophie, 1937.
(84)
Es claridad asignada por el interprete.
Como es oscuridad
que el inter prete pone.
S610 el crilico penetrante
hall a "Ia oscuridad
real en 10 que antes habiamos jl'zgado claro,
la complejidad
real en 10 que habia juzgado simple"
(Chesterton).
�tera claridad el fondo total que exponemos de un autor, ni el autor
suele haber expuesto el fondo total de ideas, con relacion acaso a la
vida insondada (85).
Sin duda la filosofia es, pOl' 10 menos, un esfuerzo para alcanzar una
representacion intelectual de la existencia (intento que la separa
de la religion y del arte) ; la inspira el designio de elucidarse ante la
propia conciencia; una fun cion de explicitaci6n pura, sin negar pOl' ello
que hay en toda verdadera filosofia una cierta creacion que es absolutamente fundamental (86); aunque nos parece que el auto I' que
expresa esta idea atiende menos al esfuerzo humano que vuelve a confundirla con la poesia, al requerir poderes de suscitacion, e imagenes (87) para representarse su desarrollo (88); pero, mas alIa de
estos hechos, no es facil decir que es propiamente la filosofia, determinar su contenido (si a la postre es un contenido) ; aunque nos parece que los autores olvidan que puede haber un pensamiento, un
espiritu filos6fico (Dilthey), una reflexion creadora (Lagneau), un
pensar directo (Vaz Ferreira), un pensamiento libre (Chestov), que
no se vincule directamente a los sistemas y doctrinas, ni siquiera a los
problemas; pensar, este, libre, que atiende alas dificultades que 10
suscitan, que busca sus estimulos; solitario; acaso sin arraigo en la
tradicion (89); y hay tambien, en otros, una labor de formacion, de
interpretacion de si mismo, pero que no prescinde del analisis; y una
como necesidad de sensibilizacion de la conciencia; y una intencion
para crear imagenes, para describir (si todo puede describirse, como
enseiia Novalis), para orden aI', para producir (90), ein faltar, en aI(85)
Poco sabemos de la genesis de las ideas al traves de la historia, y al traves de
las conciencias individuales,
y aun las mismas ideas se relacionan de modo diverso y pueden
ser pensadas en pIanos distintos.
Pero In historia
de Ia filosofia
amite, repetimos,
que,
oi el autor ha pensado con entera claridad 10 que expone, oi el critleO sabe In relaeion de
la idea con la existencia.
Ni siquiera
sabemos el origen
de La idea principal.
i. Donde
comienza? l Que garanlia de que el comenzar no oculta el fondo que Ia trasciende,
el adve·
nimiento mas hondo de otro proceso de realizacion
y de comienzo?
(86) Bull. de La Soc. Franc. de PhiLosoph ie, 1934, N.o 5.
(87)
"Dans chaque poete qui sait s'elever
un ideal de vie ou
une vue d'ensemble
du mande, bien que celte vue d'ensemble
ne s'exprime que par un ensemble d'images qu'il
propose a notre imagination,
on pent retrollver,
de l'avis general, une bonne portion
de
philosophe.
Car on decouvre en ce poete un effort pour prendre conscience
de la vie dans
sa totalite et son unite, dans son sens tout a fait universel,
et cet effort s'applique it apprebender et a soumettre a une reflexion
d'un degre superieur
toutes les manifestations
de Ia
vie. Aussi nait - on philosophe tout comme on nait poete; pour etre un veritable philosophe,
comme pour etre un vrai poete, iI faut du genie". Dilthey. Theorie des concep. du monde,
p. 42.
(88)
Aqui el problema radica en saber si la creacion es una mera promocion
individual
causada (engendrada)
en el proceso evolucionario,
una mediacion,
0 un acto original,
espontaneo de I. personalidad
espiritual;
acto indescriptible
segun Novalis, desconocido
(segun
Bergson).
Un elemento ultimo, el poder genial. La critica no podria superarlo;
Ia critica
aparece, se dida, como etapa anterior del proceso, no siempre imprescindible.
(89)
Meditese
en la peregrina cion al traves de las almas que atestigua
la ohra de
Chestov. Whitehead
dice que el filosofo acomete y as.lta los limites de la finitud.
Bergson
que la filosofia debe ser un esfuerzo para superar la condicion
human •. Tambien James se
fue aproximando
a la nocion de filosofla
mistica, y Simmei.
(90)
La force ordonnatrice
est antant une force creatrice que ne l'est la force purement
productrice,
ou plutot elle ne sont que les aspects differents
d'une seule et meme force".
Hugo Von Hofmannstahl.
Hommage a Balzac. La Revue Fran~aise. N.o 3, ano 27 de 1932.
a
P. 334.
a
�gunos, esa necesidad de contacto de que he hablado y desde el seno
de la cual irrumpe el acto creador (91), la enunciacion, que nos de
prueba de que pensamos la existencia, de que enunciamos la realidad,
de que no hemos pensado ellenguaje; de que vencimos los poderes de
la apariencia y sobrepujamos el espiritu malo del sistema.
Pero volviendonos a situar en las ideas expuestas, sinteticemos
nuestros esfuerzos en estas constancias: No habria, no seria posible
siquiera sospechar la naturaleza de un sistema filosOfico, sin plantear
previamente el problema de las relaciones entre las personalidades
creadoras y la exegesis, e instaurando, en lillO, el pasaje hacia la originalidad y hacia la experiencia vivaz; el viejo problema socnitico de
las relaciones entre el maestro y el discipulo (92), segUn el cual un
pensamiento verdaderamente filosOfico, lejos de ser esteril lleva en si
fuerza capaz de engendrar desarrollos suscitantes, como por una especie de contagio (Fedro, Banquete, Teeteto), que traslada al alma
ajena los germenes del pensamiento original (lla sustancia con que
se hacen las verdades de que habla Chestov?) para que en su ambito
puedan manifestarse las virtualidades de la experiencia propia. Suscitacion, esta, que ha puesto de nuevo en evidencia Bergson, al desarrollar la psicologia de la auscultacion (93), de la dilatacion· intelectual. Pero l como suscitar la experiencia de un alma solicitada en
la actividad de su pensamiento, atraida por inmimeras fuerzas de 10
accidental? (94). lComo intuir la sintesis de esos elementos? lComo
reconocer que hemos tocado y que podemos seguir la trama del azar,
de la historia, de la fatalidad, que, en los hondos telares de esas almas,
teje la vida, exacerba la inquietud racional y nos convoca, activos, en
los poderes de la reflexion, a veces en medio de los "frios horrores del
.extasis", a una actividad, penosa, sobrehumana? Descartariamos la
tesis exegetioa, no propiamente por desestimable; no porque sean de
poco auxilio sus ensefianzas, sino porque, por la limitacion del punto
(91)
Llevaria al descubrimiento
de 1a objelividad
rnda y plena, a 1a percepcion
de 1a
rcaIidad extramental;
al acto de comprender,
de penetrar, de construir,
de envolver el mundo
en e1 pensamiento
qne obsede a Balzac;
a1 ballazgo de 1a re1acion no dada por e1 pensa·
mien to, sino por otra casa, de Toistoi;
al descubrimiento,
en la fruicion
dionisiaca,
que
siente el contacto de otTO mundo, de Nietzsche.
(92)
Obras de Platon
y lenofonte.
1. P. Lausberg,
La academia platonica; S. Kier.
kegaard, Riens philosophiques (Gallimard);
B. Fondane
(En las rib eras del Isilo (Sur, 70).
Vease como distingue Marcel entre las obras que solo ejercitan nuestras categorias, y Ias que
nos enriquecen
y vivifican
(Journal metaphysique, p. 228). Aun para comprender
su his·
toria, seda necesario,
segun Dilthey,
partir del caracler viviente
del espiritu y vivir en
nosotros, 1a filosofia. Pero no podria concebirse
un progreso
real por e1 simple manejo de
[os conceptos,
cosena Bergson. Notas muy inLeresantes sobre "comprension
y conocimiento
viviente" en S. Frank, La connaisance et l'etre, pogs. 289·315).
(93)
Leer e1 magnifico comentarios
de 1. Barnzi (Rech. philosophiques, 1932-33, p. 304,
y en Deux sources, 1a p. 267).
(94)
En Comle e1 acto filosofico
instaura
el pasaie hacia 1a accion; no es nunca un
proceso de insercion
en el movimiento
total que avance al logro de la experiencia
ViV3Z,
al proceso integrador y creador (que ya omite y excluye, en su extenuacion,
no solo por
limitacion
previa).
Y, justamente
con relacion
al comtismo "lno podria uno preguntarse
si no habra tomado por conocimiento
relativo 10 que no es mas que conocimiento
disminuido,
estrechado,
compelido
a exteriorizarse
en accion antes de profundizarse
en pensamiento?"
(Bergson).
�de vista, construye el proceso ideologico, relaciona el ideogram a, pero
puede olvidar el vinculo de los conceptos con aquel fondo de realidad (95), "cuando las grandes personalidades se sienten lib res en la
autonomia de su accion", 0 "bajo la accion incesante del destino"
(Malraux). ;,Tendria, la voluntad, poderes de creatividad y de relacion, que nos alejaran de la abstraccion? (96). ;,La razon, podria
arrancarnos de aquel estado de detencion que el ideograma configura?
;,Presentiria el sentimiento el evenir de las cosas, "la experiencia que
confunde el ser y el conocer en su diversidad infinita", como parecen
enseiiar Bradley, Lagneau, Bergson, Whitehead? (97). Segun Bergson,
nada haria avanzar tanto en el conocimiento de la experiencia filos6fica como aquel proceso intuitivo, de hondisima palpitacion intelectual,
que nos arrebata en el centro de nuestra conciencia, nos agita en la
dolencia del esfuerzo (97) y nos transporta, y da la certidumbre de
hallarnos ante 10 real; hacia un punto en que se llega a la intensificacion maxima de nuestra inteleccion y analisis ("notre intuition est
refleti6n"), ya precisos y exactos los sentimientos en el raudal de su
presentacion; alIi donde la voluntad situa y desde donde la intuicion
adelanta sus pasos y atisba el movimiento de las revelaciones. Y que
sintesis, que poderes de sinceridad y de lealtad, que esfuerzo volitivo,
que pasion de verdad, que sentimiento de la forma, que inteligencia
del matiz se necesitan para mantenerse dejandose estimular por el
principio activo de la vida que nos alcanza y constriiie al acto creador!
Convocaria alIi pues, sus experiencias; dudas, quebrantos y fatigas
de la voluntad; el recuerdo de cosas en las que si hemos perdido coeficientes de realidad y de fuerza, nos ha quedado el vestigio de operaciones flexibles y ondulantes de la imaginacion, de insinuaciones plasticas y delicadas del ensueiio, de movimientos menos torpes de la
voluntad en la espontaneidad que la crea, y de hipotesis mas
imprevistas de la razon (99), ya mas advertida, en el afan de coincidir
y de captar los movimientos, la ondulacion de 10 real. Sobre esta zona,
solicitada el alma, palpitante, vivaz en la experiencia, opera la auscul(95)
No olvidaria
en verdad el acto filosOfico profundo
de la claridad
que el pensa·
miento manifiesta
(Hegel),
ni la capacidad
de volver las cosas transparentes
(Lagneau).
Hay, se dida, se percibe en nnos un movimiento
hacia Is inteligibilidad
como se halla en
Olros un vuelo, un movimiento
hacia 10 oscuro, con alternativas,
oscilaciones
de Is perso·
nalidad, en su dnelo con el destino, bajo su accion, bajo la accion de la naturaleza,
en el
vencimiento
de sus fuerzas, en el acto que haee soportable la vida, creando "animando,
con·
virtiendo
en sustancia propia 10 que de fuera recibe"
(Maine de Biran).
(96)
La voluntad parece condicionar
al esfuerzo intuitivo
que lleva a la concentracion
que bani posible el acto; ayuda al logro de 10 que ella no determina.
EI genio no est. alas
ordenes de la voluntad:
"Nous employons les actes qui sont en nous et dependent
de notre
volonte pour exciter des sentiments qui n'en dependent pas immediatament;
et ces sentiments
excites donnent it leur tour BUX scles volontaires
ou intelectuels
une energie et une constance
qu'ils n'suraient
pas en cux-memes".
(Maine de Biran, chado por Jean Wahl, Tableau. de
la philosophie
fro p. 115. Lease tambien el texto citado en la p. 111.
(97)
Bergson otorga al sentimiento
poderes de creatividad.
(Op. cil., p. 118). Cb. Andler
dice que en Nietzsche Ia emocion es inventiva.
(98)
La exposicion del acto de auscnltar
no se revela como acto puro de 10 intuicion;
la intuicion
es reflexion.
Sobre Ia idea de que aetna una inteligencia
inconsciente,
A. Spaier,
La pensee concrete y Pradines,
Traite de Phychologie
generale,
II, p'gs. 349-368.
(99)
"La razon, 0 sea la resultante
de todo 10 que bemos conocido basta un determinado
momento,
no es 10 que sera cuando conozeamos mas cosas". W. Blake.
�tacion, que hace sentir el ritmo de la vida y que nos revel a ante nosotros mismos, en este momento en que comprender es conquistar
(Blondel) y en que el esquema dinamico a seul la puissance de commenceme'nt, y el yo, la personalidad, actua como una fuerza y una
fuente de vida que va al encuentro del dato, a fin de comprenderlo (100). j Que ardor del alma, que atencion que ausculta, en el
proceso de vivificacion profunda de la personalidad (101) en la soberania de su poder, domefiando los contornos de 10 enorme, ya alzados,
conmovidos "en las profundidades poria corriente que arrastrara al
alma que cesar a de girar sobre si misma, escapando un instante a la
ley que quiere que la especie y el individuo se condicionen circularmente!" (Bergson).
Pero ese proceso, no funda, parece, la creencia de que hemos comprendido las filosofias. Ese momento de auscultacion en que desper.
tamos a la actividad filosOfica como discipulos (102), solo podria mantenernos en la contemplacion de 10 que los otros pensaron 0 sintieron;
paro el acto filosOfico impone, ademas, otro requerimiento; importa,
no ya imitar y repetir el alma ajena (103) sino avanzar hacia el esclarecimiento de 10 problematico en elIas, e importa, en el discipulo,
suscitarse . personalmente. lPero que motivos pueden producir ese
despertar? lSon acaso elucidables? lComo, entonces, el discipulo, en
el otro extremo del desarrollo, al dar los primeros pasos en la iniciacion, ha de penetrar en la profundidad magistral? Aqui se realiza
la prueba del alma, la de la experiencia propia, 10 que en el pensar
directo se revele (104). Fuera de este esfuerzo, de esa auscultacion,
de que hemos hablado, queda el estimulo, la reflexion en 10 propio;
!wcer, de lo que nos ocurre, la causa de nuestras reflexiones, de nuestras intelecciones; "pues solo las experiencias vividas se comprenden"
(00)
(01)
Vease ]ANKELEvITCH, Bergson, pags. 148-158.
En el limite
de contraccion,
mostrandonos
el sentido preciso
de Ia limitacion
que Ia vida aporta al pensamiento,
sefiala 105 puntos sobre 105 cuales debemos concentrar
nuestro esfueno
para escapar, para vencer esta limitacion.
H. Bergson (Vease Bull. de la
Soc. Fr. de Philosophie, mai 1901, p. 55). Bergson tiene razon cuando afirma que toda
accion profunda
del espiritu
requiere
el empleo de Ia personalidad,
Vease H. Hoffding,
La philosophic de Bergson, p. 148. Mueve al filosofo Ia certidumbre
de que toca el fondo
de Ias cosas, cuando desciende
a 10 mas profundo
del alma. J. SimmeI, Melanges de phi.
losophie relativiste, p. 299. Momento, por 10 demas fundamental.
La realidad
que entonces
se revels, conslrifie a hacer In prueha del alma; el objeto limitado, preciso, traza, inunda
y traza, con Iuz y cIaridad
propias,
el borizonte
del pensamiento.
(02)
Realizar
dos, acaso tres actos de penetracion,
de concentracion intensa: el primero para eaptar las vivencias en su unidad compleja 0 enlazadas lodavia a 10 sensible evoIucionario
(psicologico
e bistorico-sociaI);
eI segundo
tendiente
a lograr
la intuicion
directa del acto personal
en cuanto creador,
solitario y sustraido
del universo.
Y, luego, Ias
relaciones
que dependen,
en grado distinto,
de Ia productividad
positiva, de Ia pasividad
profunda, de Ia intervencion
de 105 motivos que provocan Ia sintesis de facultades,
en algunos
soberanas, de encarnacion,
de descripcion,
de creaci6n.
(03)
Ver MAX SCHELER, Naturaleza y formas de la simpatia. Una exposicion
concisa
de Ia situacion presente planteada
por el problema
de Ia simpatia en Traite de Phychologie
general de M. Pradines, p. 563, 588. (Destacamos Ias ideas de Ocbonine, y de Nedoncelle,
sobre Ia reciprocidad de las conciencias).
(04)
Acaso toda inteleccion
es parcial.
En eI ambito de Ia experiencia
propia
y de
los ahondamientos
propios, se van manifestando
las honduras imprevislas
de las atras almas
("como cadena de abismos")
(Rodo).
�(S. A. Kierkegaard). Sin duda siempre quedaremos a una inmensa
distancia del pensamiento magistral. Nuestras experiencias son los pri.
meros avisos de desarrollo; han supuesto y suponen el uso de la personalidad, son los esbozos reales de nuestros movimientos, y, luz 0 penumbra, senin la sustancia vertible de nuestros esquemas propios. (,Como
saber en efecto de las mas hondas experiencias de la vida, y de la
muerte, de un Buda, de un Platon, de un Plotino, de un Descartes, de
un Biran, de un Kant, de un Schopenhauer, de un Hegel? (,Como aIcanzar ese conocimiento de las almas, esa psicologia de la vacilacion, de
la agitacion misteriosa y concreta que atraviesa las almas en el transito
de la experiencia de la vida, en la demudacion arcana del pensamiento
desolado, de las decisiones, de los llama dos, de los retornos inauditos (105) y, en el otro extremo, para otros ejemplos, (,como descubrir,
como intuir el principio que liga las pausas y los movimientos totales,
y las alternativas y las recuperaciones, que se presienten en la obra
de un Goethe, de un Blake, de un Hegel, de un Nietzsche, de un
Bergson, de un Chestov? Tendemos a creer que nuestra experiencia
de discipulos quedara a una inmensa distancia de la magistral; que
no fue su profundidad de la vida 10 que pensamos 0 intuimos; no
podriamos autorizar que, experiencias expresadas en lenguajes distintos, sentidas y pensadas con honduras distintas, acaso en grados
distintos de evolucion de las almas,· puedan ser comprendidas; pero
sabemos si, que, solo al traves de ese centro sentido, desde ese momento
vivaz, podemos abrir el cauce a 10 elucidable y transportarnos, en alas
de la simpatia (106), discipulos, hacia el conocimiento de las almas
magistrales. Acaso la originalidad pro pia no percibe la originalidad
del alma ajena; acaso participa en ella, la interpreta y hace, con ella,
y con 10 suyo, la experiencia inalienable, y, aunque esto, parece, lievaria a un pluralismo de las filosofias y de la exegesis, aqui queremos
seiialar mas la tendencia, la direccion del esfuerzo hacia la comunion
que amplia nuestra alma, si originalmente ya no es comunion "del
ser, del amar, del conocer", lejos de aquella determinacion 0 cristalizacion, un poco ficticia, que nos hace aparecer ya como semejantes,
ya como distintas, las filosofias. Aunque sea poco, muy poco 10 que sabemos del alma de cada hombre, comprendemos y nos orientamos
hacia la hondura cierta que la autenticidad de la experiencia manifieste y que, en nuestra simpatia distante, pero no debilitada, como
un ambito que Ie hemos preparado, ensaya sus esquemas, "10 que su
(05)
Estremece,
por ejemplo,
este momento
del pensamiento
de Lequier:
"ereo
en
los retornos
inauditos,
en las compensaciones
miIagrosas.
Despues de todo hay los golpes
de Dios. Espero los golpes de Dios". La recherche d'une premiere verite, p. 35.
(106)
Los autares mismos no son conscienles de como se han farmada sus sistemas; ig·
noran su genesis; y si reciben caraclercs, notas que vienen del lenguaje,
de Ia historia, de
]3 sociedad,
tambien
compendian
experiencias,
sintesis
imprevis13s.
De Platon
recordemos
el testimonio
a que ya he aludido;
Schopenhauer,
seguu DiIthey,
declara
que su sistema
se ha forma do sin que Cl cohrara conciencia
de 8U genesis, en un acto unico. Y en cuaolo
a Hegel, sus mejores interpretes,
por ejemplo Jean Wahl, sahen percibir
en eI fondo de su
filosofia,
no obstante presentarse
esta como un encadenamjento
de conceptos,
"una especie
de intuici'>n mistica y de calor afeetivo".
(Profundizar).
�palabra dice, si algo dice", el fondo de claridad y la sustancia de los
pensamientos con que otros pensaron su conocimiento de 10 desconocido ...
Esta constancia ahora, la que se refiere a la exegesis, ha de servirnos para situar mejor nuestro problema. Si, segUn estas dos enseuanzas, el acto profundo de auscultar y el acto de suscitacion personal,
no nos entregan, 0 no nos ponen en el cauce de las intelecciones mas
complejas 0 de las intuiciones mas abarcadoras, menos ha de lograr el
acto de la exegesis; nunca, desde cl ideogram a, desde la conexion de
los sistemas y de las doctrinas, podremos volver al principio activo de
fa vida y advertir, en las almas creadoras, la estimulacion del destino;
pero no es, repito, desestimable, el estudio de la biografia, de las bi·
bliografias, de 10 historico-filosOfico; ni carecen de valor aquellos
esfuerzos que tratan de establecer la conexion entre 108 problemas y
las soluciones; pero si filosofar es explicar (Lagneau), es describir
(Whitehead), si conocer es describir para reencontrar (Bachelard), es
tambien ponerse de nuevo en la vida, situarse en aquel centro que hace
el uso de la personalidad en su ascension tragica hacia el intimo
despertar y avanzar solitario (107). Creo, pOl' 10 mismo, que tendremos
que agradecer a Bergson, cuando nos describe la concentracion requerida para lograr la imagen original y simple de una filosofia; y cuando
nos enseiia que toda accion del espiritu profundo, "en el terreno intelectual como en cualesquiera otro, no puede llegar involuntariamente", sino al traves de una actividad personal, penosa, que nos
hace captar la continuidad de nuestra vida interior, y nos lleva hasta
las raices de nuestro ser, hacia el principio mismo de la vida general.
l Pero es perceptible el movimiento total de la existencia? l Son sensibles, para la interpretacion, las consecuencias que de la indescriptiliilidad de estas operaciones y de esta soledad derivarian? lEI mismo
movimiento que lleva a expresar, no es tambien secreta deseo de callar,
necesidad de contacto consigo mismo y, si voluntad de expresion y de
forma, tambien voluntad de silencio? (l08).
(07)
Es \IlUcho mas; es tambien insinuar
el pasaje hacia Ia critica;
el pasaje hacia
Ia explicacion y hacia Ia novedad;
hacia Ia profnndidad
del pensamiento
revelado (si todo es
puhlico y se revela, como piensa Hegel);
hacia el pensamiento
inconfesable
(Chestov);
hacia
el secreto, como parecen sugerir a veces
ietzsche y Kierkegaard;
bacia el pensamiento
centrado en el alma del autor (Pascal);
bacia Ia idea dominante,
absorbente
y ce"tro delicado (Lagneau);
elevando
el espiritu
h,sta el pla"o de su autonomia
(Dilthey);
bacia
aquella verdad para 51 por Is cual se vive 0 muere (Kierkegaard);
avanzando,
al traves de
las analogias, hacia el modo interior
de todo acto creador;
hacia Ia destruccion
del bombre
exterior y hacia el hombre interior que se renueva" (Biran);
0 siguiendo
el largo, penoso
camino de Ios becbos (Bergson),
y, ya en el planteo de Ia interpretacion
y de Ia exegesis,
atendiendo
a 10 omitido, alas
perdidas
(Minkowski);
a la vaga totalidad. (Whitehead);
tentando el estudio de Ios matices escondidos y oscuros que constituyen
10 que contienen
de
viviente
(Baruzi),
etc.
(08)
Es voluntad,
de secreto (de donde Ia pseudominia
0 imposibilidad
de elucidar)
esta, de Kierkegaard:
"i! est une prison d'Oll Is verite ne s'echappera
pas; sa bouche est
una serrore",
y el texto citado por Th. Haecker, La "oti6" de la verite e" S. K. (in Courrier
des lles, pag. 104). Vease L. Cbestov, Potestas elavium, pags. 77 - 79.
�Acaso la mas intima como la mas elevada forma del eSpIritu, es
aquella que un sabio de Egipto llamaba "un espiritu profundo cuyas
palabras todas estan escondidas (109). Por eso y corroborando 10 que
antes deciamos, al tener que estudiar un filosofo, debemos hallar
acceso al traves del sistema, hacia la experiencia filosOfica, al traves
de las palabras, de las metaforas, de los atisbos que, en realidad, son
los primeros intermediarios que se oponen a nuestra consideracion,
y, es al traves de ellos que debe iniciarse el comienzo de la inteleccion,
de la intuicion, hasta donde se pueda. Aunque no es Hcil rastrear las
huellas de su experiencia, acaso porque todos los grandes filosofos
"alcanzan intuiciones que estan mas alla dellenguaje" y por 10 mismo,
sea preciso plantearse el problema de las relaciones del lenguaje con
eZ pensamiento. No solo porque hay un lenguaje convencional que hace
creer demasiado que son generalizables las experiencias intimas y,
tambien, porque hay un lenguaje personal, de cada filosofo; palabras,
modos de decir, imagenes, figuras, metaforas al traves de las cuales
pasa la corriente de inteleccion 0 de afectividad de cada autor (1l0)
que, en el lenguaje de cada hombre, de cada escritor, tienden a adquirir significaciones propias, contenidos especiales, cargas intelectuales
y afectivas, sintesis nuevas, alusiones imprevistas .
. . .Aun el lector menos agudo percibe en Comte la repeticion. La
repeticion alli acaba por producir un ritmo de obsesion doliente
y triste. Las repeticiones existen en cantidad; determinadas por causas
diferentes. Vienen unas de aquella manera de componer de que habla
Littre; la circunstancia, tambien, de ser Comte alcanzado por la fatiga,
hacen sentir a veces la declinacion del esfuerzo, la tendencia hacia la
agonia de los procesos intelectivos, y de la idea, y del ~nalisis. Pero
cs la suya la fatiga real que supone todo ejercicio serio del pensamiento; y es aquella detencion 0 pavidez desde la cual se alzan los
primeros conatos y, a veces, el sentimiento de 10 absoluto. Entonces
si, el pensamiento se reitera; vuelve la idea, vuelve el concepto; los
afanes y propositos de dar orientacion a la vida 0 al mensaje que
quiere transmitir a los hombres, situandose, concibiendo la accion
como un modo de insercion en 10 real. Pero vuelven inermes y apenas
nos trasmiten la cadencia agonica y final, e1 abatimiento. Pero, ademas
de esta reiteracion, hay alli un pensador original, y un senti do nuevo
y distinto de los vocaciones humanas y terrenales, y apresta y orienta
su pensamiento, de profundis, para que los otros Ie oigan, para actuar
sobre ellos, para estimular la hazaiia historica que cree indicar y quiere
para la dicha de los hombres. Esta reiteracion surge pues de proposito; es lucida, es activa; imp one el sentimiento preciso de la necesidad
(l09)
H. HOFFDING, La relativite
philosophique,
p. 293.
(l1O)
"De Saussure Iraza una linea nela enlre la langue et la parole. La langue
es
universal
mientras que la parole es un proceso temporal,
individual.
Cada individuo
tiene
su propia manera de hablar. Sohre, la oposicion langue - parole y sobre la obra de F.Saussure,
el articulo
de W. Doroszewski
in Pych. du langage, p. 82·92.
Delacroix,
Le langage et la
pensee, pags. 48·51.
�de la redencion del eSplrItu. Pero ademas de esta reiteraclOn, hay
otras, de ritmo formal y de ritmo interior, desdichado; marchan las
palabras, las frases, las ideas, los conatos activos, las conmociones sen·
timentales; determinan, condicionan el movimiento de la expresion
y de la forma, y, por momentos, se percibe, al traves del fluir de la
frase y de los pensamientos nuevos, un ritmo interior, una constancia:
aquellas intuiciones de base, aquellos movimientos primer os, modos
oscuros que no siempre suben y gravitan sobre la palabra 0 se man·
tienen en la suspension aerea del equilibrio formal, pero alIi, espejos
tristes de las revelaciones, seiialan, hacia abajo, la permanencia de
aquellas oscuridades primitivas y omitidas. Y la causa de estas reite·
l'aciones, no puede ser la misma; nace de la fatiga; 0 de una necesidad
activa, de reiteracion de accion; mas esta ultima, de ritmo incierto,
viene de los origenes, es la mas personal y es la que maltraduce el
andar del pensamiento en su carrera l1acia la manera mas honda, que
amaga, pero lleva hacia el abismo demencial 0 hacia la detencion
dogmatica; el limite impuesto por la razon misma, que tambien aqui,
es locura ... "aunque el no filosofa con la locura", como con tanta
razon triste decia L. Prat de Jules Lequier ...
. . . En estas consideraciones se intent aria destacar aquellas carac·
teristicas extern as del pensamiento comtiano que se revel an al traves
del cstudio dellenguaje. En todo filosofo profundo hay, por decirlo asi,
dos 0 tres tendencias: a veces demudaciones, concentraciones; a veces
fijaciones del pensar al traves de ciertas palabras, reanudamientos de
caracter sistematico, impulsos que vienen del esfuerzo pensante (111),
o que vienen de la animacion verbal y que llevan al establecimiento,
real y ficticio, de una continuidad sistematica aparente; pero de modo
mas hondo, suele haber en ellos, 0 un pensador oscuro, 0 una conti·
nuidad que el alma intenta renovar, porque se pierde, y que la exe·
gesis no puede percibir al traves de la sola concrecion. Es por eso
incesante el esfuerzo para reanimar los procesos mas finos y las pal·
pitaciones mas continuas de una personalidad, para hallar las lineas
de la huida de 10 real, el sentimiento de la limitacion (112), de las
dispersiones del pensamiento (sus atisbos y entrevisiones), 0 las
per did as de la realidad y la destruccion, el pasaje hacia la transpa·
rencia, el movimiento que capta la gracia 0 10 real (113). Y 10 mas
OIl)
EI mas bello y profundo
sentido de 10 sistematico
es este que expresa Kant:
"Depuis Ie temps que nous sommes separes run de l'autre, roes recherches,
autre-fois consacrees d'une facon fragmentaire
(Stuckweise)
aux plus divers objets de la philosophie,
ont
pris une forme systematique
et m'ont conduit graduellement
it l'idee du tout, qui a pour
premier
erfet de rendre
possible Ie jugement
sur la valeur
et l'influence
reciproque
des
parties".
Carta de 20 de Agosto de 1777, citada por Victor Delbos, de Kant aux Postkantiens,
p. 58. Meditese el interesante
pasaje de Lavelle, L'aete, pags. 46·47.
(12)
Vease la pagina vivaz de E. Minskowski
(Le temps veeu, (55·57) sobre el factor
de limitacion
y de perclida
que acom.paiia
31 sentimiento de formacion personal.
(1l3)
Hay un problema
en ello. Inlentamos
descubrir
la fuerza capaz de hallarla,
de
consolidarnos.
En procesos de expresion,
de conocimiento,
de realizacion.
"EI fiI6sofo
es
el pensador que jamas haee abstraccion
de ]05 complementarios",
dice Dupree];
que busca
la significacion
y la fuerza
que han perdido
algunos
conceplos
acerca de la existencia
(Kierkegaard)
.
�intimo, 10 infra - discursivo; pero son aquellas concreciones formales
que antes destacamos, mas los afanes de elucidar, de influir sobre
los hombres, los que determinan la perdida de pensamiento no pensado; porque, en efecto, cuando intent a influir un filosofo es desde
aquel centro de ideas, de propositos, y de fines; claros ante su conciencia, precisos en su vocacion de obrar; pero esa no es la claridad
de la oscuridad, esa no es la experiencia ultima; es 10 que eI exige, 10
que eI quiere para ejercer influencia sobre los hombres, para suscitarlos, tambien para situarlos en la imagen que acaba de dar de su
pensamiento. Quiere decir que hay claridad asignada, como suelen
haber en tantos otros un desvio de la trascendencia (114), 0 la necesidad de una funcion politica (como ocurre con nuestro auto l' ), que nos
constriiie a que miremos los lineamientos del sistema desde ese punto
de vista, pero que ahora han sido la causa de que haya perdido las
intuiciones mas profundas. Hay alIi, entonces, un movimiento hacia
la accion (115), y un movimiento hacia la inteleccion, que en el fueron
desvios con respecto al proceso total, al complejo total de la experiencia a que aludimos. Es pOl' esto que, en tantas filosofias, aquello
que ha cobrado mas relieve en el pensamiento de un autor, que suele
servir para situarlos en una corriente de afanes 0 de ideas, determina
en ellos cl proceso no digo de falsificacion pero si de clarificacion;
y el sistema y la doctrina, cuando no estan determinados pOl' aquella
intensidad que los hace cambial', modificarse, abrirse, no nos deja
percibir en su verdadera luz la experiencia que revel aria su actitud
con respecto a la vida, sus decisiones, sus determinaciones solitarias,
acaso sin evocacion, desde donde pudo venir el mensaje, la enunciacion, 0 10 que pudo ser un espacio recatado y tierno de exaltacion,
de profundidad, de silencio (116).
Habria pues que buscar en el, como en casi todos los autores, las
dos orientaciones, las causas, y las razones externas y ocultas que conLo hay en Comte. Comte no realiza 10 que Wahl ha llamado
Ie mouvement
vers
no atiende;
tampoco realiz3 el movimiento
bacia Ia trascendencia,
oi bacia
la intensifiracion
en ]3 finitud.
(1l5)
La accion no es aqui el movimiento
total de la personalidad;
la husqueda,
el
sondeo de sus posihilidades,
el hallazgo
de formas propias
de vivificaciou,
el esfuerzo
que
crea 0 presiente
su evenir, se apropia de ]0 posible y usa las imagenes y las ideas; el acto
en fin, de Is personalidad
que es Is cima, Ia coronacion
de un movimiento
de Ia vida y
un gesLo de insercion
en 13 existencia.
(16)
Comte no organiza
su pensamiento
y su eSlilo y la animacion
total de las masas
expresivas, al traves del lenguaje
intima, confesional;
falta alIi la palabra recatada, la enun~
ciaci6n timida, Is necesidad
de recogimiento
y de silencio.
Habris asi, que leerlo y eseu·
charlo, para aprender a atender, si se me permite
deeirlo,
105
dos ritmos de Comte; uno
externo,
que se da en la aceleraeion
de las palabras,
de las {rases, de los eonjuntos,
ese
movimiento
caudal de Ias aguas de un rio, 0 de una catarata, que corre bacia el final en el
presentimicnto
seguro de su agonia, y que en Comte est
impuesto por una exigencia
aetiva
que quiere obrar sobre los honlbres. Pero ademas de esla invasion
verbal, poderosa
y externa, que acusa, hay alIi un devenir,
un ritmo oeulto, algo desdichado.
Poeas veees en
verdad, desde ese abismo interior,
se elevan en Ia floreseencia
verbal. Lo que es evidente,
es que solo en raros momentos
Comte logra hacer coincidir
esos dos estilos, la modalidad
intelectiva,
{ormal y aetiva, y la emocional
e intuitiva,
en la enunciacion
bacia el silencio.
La decision
secundaria,
de finalidad
aCliva, prevalece.
Comte no ha recibido
ni las visiladones de Ia helleza,
ni trasmite el mensaje de la vida ...
(1l4)
Ie bas; se desvia,
a
�vierten el pensamiento hacia la historia; las causas, aqui mas inadvertidas, que conducen, que convierten y detienen el impulso del pensa.
miento hacia el espiritu. La posicion por eI asumida, frente a los
ideales de trascendencia y al concebir el espiritu en la orientacion
activa, hacen mas dificil la labor del interprete, pues proyecta, dirige
su voluntad a fines terrenales y precisos y deseoso de que, en adelante,
se desenvnelva la historia de la experiencia impuesta. Solo que estos
movimientos, estos levantamientos del ritmo interior, no vienen
acordes; la pausa y el silencio, se excluyen, se omiten; basta a Comte
la claridad, la luminosidad tranquila que se aliment a en el intelecto,
en aquella precision implacable pero limitada que el le impone. No
es el suyo el estilo de Stuart Mill, que brota siempre de una exigencia
de racionalidad; ni es tampoco el estilo de Bergson, que vierte en la
cima de su realizacion la sensibilidad, la gracia hasta de la inteli·
gencia; pero hay que aprender tambien a escucharlo al traves de la
melodia vertida y verbal como al traves del abatamiento, que insimia
mucho menos. Es por esto que cuesta tanto alcanzar el movimiento
del pensamiento y de la frase hacia el fin que se repite, hacia
IDS temas que quedan extenuados en la funcion que los publica, alen·
tando en el mundo afectivo, en el poco contacto con la vida que los
origina, ya distantes, ajenos a ellos; sumisos a los fines que, el, dog.
matico, qui ere imponer a todo cuanto se piensa y diga y haga ...
Las distinciones que opera la historia de la filosofia presentan,
gf'neralmente, un caracter artificioso; pero algunos filosofos advierten
el limite en que elucidan una experiencia personal; no ignoran que
alcanzan intuiciones mas alIa del lenguaje. Son obra de la simplificacion pedagogica, imagenes casi siempre secundarias, derivaciones
excentricas, las que va tramando la exegesis. Asi pues, es preciso
l'ealizar un esfuerzo penoso, sea 0 no de caracter intuitivo, para reconocer el nacimiento, el esquema naciente, los primeros albores de la
razon 0 del sentimiento ante 10 desconocido, para notar la primera
dispersion, el pluralismo, el retorno a la unidad, el acto critico, el acto
creador, que organizan, producen, que revel an la esfera del pensamiento pensado (117), etc. La historia de la filosofia crea mas las
superposiciones y excrecencias que tejen la interpretacion y la docencia y pierde aquel principio 0 pensamiento inicial, dominante, sea
o no de la naturaleza de la idea.
De donde el que no se pueda realizar el estudio de un autor, sin
advertir esa posible multiplicidad de las imagenes, muchas de las
cuales cstan, de aIguna manera, en el pensador magistral, pero acaso
desvanecidas 0 ya habiendo perdido su vinculo con el complejo de
(II7)
"Todo signo expresivo
es mas que interpretable.
Es creador. Hace surgir Ia intuicion que da el hallazgo. No puede hacer surgir 10 que esta ausente".
Y: "La originalidad
de cierlos hombres se expresa por medio de f6rnlulas, pero estas formulas
expresan algo
que Ia sobrepuja".
A. N. Whitehead,
"Le devenir
de La reLigion,
pugs. 156 y 160, respectivamente
�ideas, con 10 desconocido, en donde se aliment an, y con el sentimiento
de vacilacion, de tanteo, de duda, que, en la vivencia compleja y real
la caracterizan. De donde el inmenso valor que tiene para nosotros
el estudio de esa perdida de coeficientes de verdad y de realidad que
oculta una doctrina; 10 mas cierto de un pensamiento, 10 mas firme
y seguro, mas los estados de latencia y dispersion, de desvanecimiento
del pensamiento, mas el sentimiento de las vagas totalidades que 10 envuelven y que no 10 resuelven, mas el esfuerzo de realizacion personal
pOl' pasaje a la originalidad y hacia la creacion, que a veces se advierten, mas la personalidad como centro personal, como fenomeno
primero que, segun Gundolf, escaparia al analisis. Sin duda hay perdida de coeficientes de verdad y de realidad, a causa de la interpretacion, de la exegesis, debida al alejamiento, primeramente del autor
mismo, debido a su afan expositivo, que Ie lleva a destacar cierta parte
de su pensar con respecto a otros; del autor movido pOl' aquella estimacion a que es llevado pOl' preferencias de las que no siempre e)
es consciente. Y, luego, todas aquellas perdidas y simplificaciones que
vienen impuestas porIa
tradicion filosOfica y pOl' el pensamiento
social pre-existente (y pOl' el lenguaje) y que cierran tanto el pasaje
a la exegesis original y a la originalidad renovadora.
Si es verdad que toda doctrina suele ser clausura de una experiencia, a condicion de que se nos comprenda, diriamos que la interpretacion sueIe ser un proceso de adulteracion si no de simplificacion
que la pierde. En el desarrollo de estas lecciones pondriamos en
evidencia las dificultades que hay para auscultar el pensamiento ajeno
y revivir la experiencia y suscitarla en nosotros. Sin duda es este un
aspecto de la posibilidad del conocimiento del alma ajena (ll8) ; acaso
]0 que puede saberse 0 enseiiarse, y que resulte de los planteos de este
problema, ha de servirnos aqui para aprender a destacar el valor y el
significado de las experiencias genericas y a seiialar la esfera propia
de las experiencias originales. Lo que es verdad es que, historicamente,
esas simplificaciones existen, se van elaborando y van provocando las
imagenes de una filosofia, de un filosofo, de los planteos, produciendo
(l18)
Habria
en eI hombre una fuerza de alma expansiva
que me identificaria
con
mi semejanle;
una simpatia primitiva
0 contemporanea
a la existencia individual.
No seria
Iegitima Ia separaciou
de Ios yo; ningun
yo puede ser separado
de Ios otros yo; en toda
relaci6n antropologi{,3,
ningtm
agente puede ser redueido a su individllalidad;
10 que sabe
o siente en eI 10 sabe CO" otro, para otro. (La consideracion
y eI pasaje
(de Maine de
Biran),
en Jean Wahl, Tableau de la Phil. fr., p. 104). Pero otros sienten mas Ia individualidnd, se perciben oscuros, solitarios;
en el pasaje mas fino y mas confuso hacia la persona,
o declaran no porler conocer a nadie ("Nolls ne pOl1vons connaitre Ie coeur de personne"),
0
solo perciben IDs avisos, Ias comunicaciones
de alma a alma, como aparece en algunos mo·
mentos de Ia obrll de Maeterlinck
(en presentimientos
en verdad algo Iiterllrios).
Esta soledad, este hermetismo,
esa incomunicabilidad,
se declaran,
me parece, en estc texto de
Newman:
"Las criaturas no pueden abrir nuestro ser y despertar los millares de sentidos
espirituales que nos pertenecen y por los cuales verdaderamente
vivimos". (Texto de Newman,
Oeuvres Philosophiques, citado por Nedoncelle,
prefacio,
p. 30). Sobre 10 incomunicable,
10
intrasmisible,
10 secreto, Ia p. de AmieI. Journal i"time de 27 de Octubre
1856. Lease
E. Minskowski,
Le temps vecu, principalmente
pags. 39·57
y eI interesante
articulo
de
1. Lavelle (Le moi et son destin, pag. 40), sobre Max Scheler y, naturalmente,
Ios estudios
de Scheler y de Ed. HusserI, Meditations cartesie'lIles (5.a med.).
�tambien el anquilosamiento de los filosofemas, haciendo de la filosofia un repertorio de problemas y respltestas (119), acercandola a la
zona de la conversacion, porque previamente ha podido ser almacenada en la conciencia (Bergson). Es gravisima esa perdida del senti do
de realidad; es tremendo este pasaje del sentido de la filosofia como
problema al sentido de la filosofia como respuesta. Por aqui se insimia
]a ilusion de los juicios humanos del sentido comun, la experiencia
acumulada, las ideas pensadas que acaban por actuar como criterios
y por volverse en contra de los modos nuevos de pensar, contra las
cxperiencias nuevas. Tanto la ley de analogia como la ley de simetria
de que hablan Hoffding y Jankelevitch, van imponiendo formulas de
juicio, relaciones, planteos, soluciones, y problemas. En su intrincamiento total, la experiencia naufraga y se hace entonces mas facil e]
pensamiento expositivo; pero ya no sabemos volver a los atishos pri.
meros, a la vida, a la demudacion de la personalidad captada en un
momenta de su variacion, de su intensificacion; cuando hallaban
significacion nueva a la existencia en la actividad del alma que quiere
restaurar el mas hondo enlace entre la existencia y el yo.
(119)
Es muchisimo
10 que ha hecho Bergson para escapar a ese hipnotismo
del prohlema y de la solucion
(si se me permite decirlo asl). Si Bergson realiza 10 que ha llamado
Wahl el mecanismo y el retorno de Ia snpresi6n
de Ios problemas es, nos parece, para eli.
minar Ia forn13 y el modo de sus limitaciones
y para pensarlos
como si antes oi hubieran
sido pensados.
("Pensar
un problema,
no es solamente
descubrir,
es inventar").
Empero
H. Hoffding
y H. Poincare,
afirman que el mundo bergsoniano
es un mundo sin leyes y sin
problemas.
Pareceu
no advertir
que Bergson trasciende
Ia formulacion
verhal y Ias dificul.
tades superficiales
y adventicias
de los mismos y supera al paralelismo
del problema
y de
Ia soluci6n para hallar la realidad y, en el pensamiento,
la zona de su propia vivificaci6n.
En todo caso y sobre el metodo bergsoniano,
recomendariamos
ei estudio
de sus aplica.
ciones; las que realiza por ejemplo
en L'energie
spirituelle,
en sus trabajos
sobre El alma
y el euerpo
(15-31),
sobre Es/uerzo
inteleetual
(117 ·163),
sobre Cerebro
y pensamiento
(203·226),
en las consideracioncs
y desarrollos
que hiciera en la Sociedad
de Filosofia
(2
de Mayo de 1901), y que J. Barnzi considera
como 1a mas acabada expresion
de sus ideas
sobre el metodo, y en los articulos
de la Pensee et Ie mouvant
(sobre todo las dos introdue·
eiones y la Intuition
philosophique
y la In trod. a la metaphysique,
etc.). Acaso asiste eutera
razon a Jean Wahl (Tableau
de la phil. fro pags. 165.196),
cuando reconoce
y admira
el
urtc de enconlrar ]os poslulados
comunes bajo las doctrinas contrarias y el mecanismo
del
retorno y de la supresion
de los problemas y Ia inteleccion
que avanza bacia 10 inmediato
y logra la plenitud
de una vision del mundo
que nos 10 restituye
en toda su riqueza.
Tambien recomcndamos,
para su estudio, la lectura del pasaje de Dilthey
(op. cit., pags. 174175), en que expone 8US ideas sobre como la historia
de la Filosofia muestra la continuidad
logica entre el orden segun el cual se provocan y resuelven Ios problemas. Ese paralelismo,
real 0 aparente, es el que destruye Bergson cuando enseiia a pensar cada casa, cuando dice
que la filosofia exige un esJuerza nuevo para cada nuevo problema;
sus ideas sobre la esterilidad
del si y del no en filosofia;
y sobre como pueden
realizarse
los mas importantes
descubrimientos
colociindose
en el punto en que "dos conceptos
se tocan en su frootera
comun para estudiar la forma y Ia naturaleza
del contacto", y toda la descripcion
del movimiento desde Ia doctrina hacia el hecho; 0 cuando se opone alas
concepciones
abstractas,
Ias operaeiones
que han seducido
siempre a 10s filosofos
porque es un esfuerzo
dialectico
que se bace de continuo sobre puras ideas, sustraidos a In operacion penosa de In dilatacion
intelectuaI,
que solo puede realizarse progresivamente
sobre 105 hechos, sobre la experiencia,
-Ia experiencia
que es el Iugar donde Ios eonceptos toean". 0 cuando opone Ia idea de una
filosofia progresiva,
en In que Ias opiniooes
probaran su consistencia,
corrigiendose,
rectificiindose,
hallando finalmente
eI acuerdo entre eHas, en su contacto con la experiencia,
y
que suslituira
al antiguo juego de ias escuelas en donde cada filosofo desarrollaba
hasta ei
extremo una concepcion
abstracta para oponerle luego una concepcion
contraria igualmente
extrema. Ideas parecidas,
en la ensefianza constante
de Vaz Ferreira,
en Logica Viva, en
Problemas
de la libertad
(recuerdese
1a desconfianza
que Ie inspiran
tanto los problemas
heehos como Las solueiones heehas). Otras ideas, algunas, proximas
(inspiradas
en Bergson)
en N. Hartmann
(Hegel et la dialeetique
d" Reel),
(R. de M. et de M. de 1931) sobre su
�(La situacion). - Ha avanzado poco la historia de la filosoHa en
cl descubrimiento de la serie de figuras que la experiencia individual
perpetua en su desarrollo. La personalidad sc da como personalidad
pasada, que el hombre intent a reiterar, volver a la vida, poner en la
esfera de los cambios; 0 como personalidad posible, en alteraciones, en
suscitaciones, en actos creadores que cambian, enriquecen su contenido
o 10 presentan en figuras que componen, en la interferencia de motivos poco elucidados, figuras diferentes. l Que fuerzas, que actos se
desprenden de la persona y son hijos de su espontaneidad? lDonde,
como encontrar el puro contenido que su reflexion abstracta supondria? La personalidad nos viene en el movimiento total de la vida,
con la ganga de 10 sensible, sumisa el alma a la gravitacion de las cosas,
a un oscuro llamado, en el tejido sensible de objetos y de suenos. Y,
supuesto el caso de una influencia de las cosas sobre el alma, l quer
transfiguraciones sufren, que alquimia secreta se opera en los telares
de la fantasia, que misteriosos avatares realizan las figuras del amor
en el complejo de las vivencias? Queda siempre un sentido general
y oscuro de la vida, un sentimiento de defeccion (el pensamiento desvanecido), una realidad que no llega a ser obstinada en su presentacion,
un movimiento de la persona que no llega a ser bastante poderoso
para insertarse en el juego de las fuerzas, y un lenguaje que no capta
ni la onda evasiva de 10 eterno ni la fugacidad dispersiva de 10 concreto ("a l'heure oiL tout est arrete, la pensee, bloquee, la langue
reduite au mutisme"). En medio de estas situaciones nos es dadQ pensar
y vivir, enunciar, con silencios y alusiones, el mensaje oscuro de la
vida al alma, del alma a Ia vida ...
(Interpretacion racional y perspectivismo). - En algunas filosoHas es manifiesto el esfuerzo de poner en claro las caracteristicas
de Ia existencia que se acuerdan con Ia constitucion de la razon. Mas
que de un esfuerzo de escrutacion en 10 concreto, mas que de los
cuidados y desarrollos de la personalidad, preocupa al pensador la
nocion de que todo metodo
es Ualilentico si se edifiea y se desarrolla
en contacto con el
objeto":
"cada objeto demanda un metodo
propio, necesario";
"Ia grandez3
de Ios pensadores cansisle
en Is sumision
con 13 cual cada uno ha seguido Sll ley segun Sll manera
y sus limites". Con todo no pod ria aceptarse Sll afirmaci6n
segun ]3 cual "13 reflexion
sobre
el metodo es asunto de epigonos".
Habria
tambien
que saber a que profundidad
se ha
pensado 13 afirmaci6n
de que Htomar conciencia
del metodo es algo secundario".
(*) En
fin, problema de altisimo
interes,
que podria provocar otras consideraciones.
os parece
SI que 13 no cion bergsoniana de experiencia y de inteleccion
que sigue la via dura y penosa de 105 hechos, y 13 nodon de pensamiento
libre y el deseo de pellsar sin. presltpltestos
de Simmel y Chestov, la de pellsamiellto
directo
en que tanto ha insistido Vaz Ferreira
y
que ha distinguido
de todo eclecticismo
y de todo justo medio,
revelan un extraiio paren·
tcsco y seiialan un retorno, un movimiento
bacia 10 concreto y declaran la necesidad
de
intensificacion
en la finitud,
en los hechos irreductible
y tercos (James),
y en el detalle,
en que se empeiian tantos pensadores
de hoy.
C*)
hondura
Vease en el articulo
de Valery sobre
personal en su combate por la claridad,
Descartes
(Les pages
surge el metodo.
;llmortelles)
de
que
�coincidencia de las notas de la razon y de 10 real, y de un lenguaje,
entonces, casi siempre abstracto y simbolico, que se ajustaria a aquella
nota supuesta en la existencia, y aquel pensamiento reducido a la
modalidad de pensarla. Y ha de ser facil, en estos casos, descubrir la
relacion, el canicter de semejantes sistemas. En ellos ya el filosofo ha
sido su propio expositor, mantiene un punto de vista expositivo; pero
en cuya claridad puede naufragar 10 complejo de la existencia y los
modos de la relacion y de creacion y de ahondamiento metafisico.
(Esbozos del senti mien to). - Mientras, que, en las filosofias que
tienen mas un origen en la emocion, en las personalidades que viven
un estado de mentalidad confusa, tiende a ser mas energico el senti do
de la existencia pasada; al traves de la nostalgia, en la unidad de la
melancolia, van hacia un ahondamiento de la relO£ion de 10 perdido.
Por 10 mismo predomina en ellos un sentimiento agudo de la subjetividad; todo ocurre como si fueran centro de revelacion de 10 concreto, y la realidad, ellimite de su ser. El alma siente entonces la tibia
agitacion de la vida, su movimiento primero, semienvueltos todavia
en el halo de 10 subjetivo.
(El pensamiento solidario). - Pero hay todavia casos, momentos,
que, mientras no se consideren, han de tenernos en atraso con respecto
a la complejidad del acto filos6fico. Momentos en la historia de las
personalidades, de larga expectativa, de larga fidelidad a lo desconocido; de imposibilidad de abstraer, en que tambien es imposible
elevarse hasta la zona de 10 abstracto haciendo en 10 abstracto el compendio de la existencia; ni de volver a 10 concreto y adscribir el
pensamiento a la cosa reconocida en su aislamiento; 0 en que actua
el secreto de la relacion de ausencia, 0 la insondabilidad de 10 posible,
U oscuros imanes que no se describen y que son causa de que vaya
nuestra personalidad rotando, en demudaciones inesperadas, por un
despeiiadero de nubes y de fuerzas incoercibles; envolviendonos en
la penumbra de 10 desconocido, en una vaga realidad que ahoga al
pensamiento y que despierta mas intrepid a a la angustia (despertando
a una "intensa delectacion de 10 impalpable"). Ni es facil abandonar
esos estados, ni es posible, a veces, volver a la expresion; y nada sabe
de ellos el interprete, como ignora esas incomprensiones la historia
de la filosofia (120).
(Pacto). - Aparece a veces la vida como un sentimiento de fideli dad a 10 desconocido; se desarrolla, en medio del silencio mas
intimo y en el recatado movimiento de las causas, de tal suerte, que,
se diria que estan movidos, oscuramente atraidos por una potencia
incognita. Seres sin reposo, diafanos 0 tristes en su celeridad, capaces
(120)
No ha despertado
ahi el hombre al sentimiento
de la irracionalidad
de la exis·
tencia; la reaHdad no llega a ascender todavia por la escala de los suenos y de las ideas.
hasta la palabra que la pone en el aire y en los oidos lejanos de los hombres ...
�de ascender en £aciles movimientos de exaltacion alas
cumbres
inasibles, a los gozosos esplendores, absortos en las claridades ultimas;
o descienden, vehementes, terrenales, pesados, a las densidades mas
opacas, a los encumbramientos mas arcanos, a los apenumbramientos
mas extraiios. Y es para ellos entonces la filosofia la intensificacion
de un esfuerzo que los pone extensibles, informes, solitarios; mientras
"iven "en la ebriedad polar de otra manera" (121).
(El comienzo de los esquemas). - A veces coexisten en el alma
del filosofo las mayores oscilaciones, cambios que no se fijan. Una
exigencia de comprension y analisis; una necesidad, en el sentimiento
(la arcana atraccion de la nostalgia) ; la exaltacion de 10 posible que
Ie exila (perdido en la anchurosidad de la existencia); el esfuerzo
para ponerse enhiesto y enterizo; la exigencia de claridad y de manifestacion y el afan de volver a 10 oscuro; el proposito de hallar 10
inesperado; el sentimiento de que vive en el marasmo y la sequedad;
la oscilacion, el movimiento incesante de su vida de un polo a otro,
que hace que no pueda reposarse en ninguna evidencia ni intensificarse mas en la duda, vivien do alternativamente todos y cada uno de
esos estados, sin ajustarse a la constancia de ninguno de ellos, pero
conociendo la existencia en el movimiento de las "sustituciones infinitas" que en su conciencia se realizan.
(Enigma utilizado). - Sienten, otros, 0 la atraccion de la apa·
riencia, 0 un oscuro llamado de la personalidad que los proyecta a]
desarrollo y, entonces, a relaciones imprevistas y a demudaciones de
10 concreto. Algo que esta mas alIa de los hechos ordinarios los atrae.
Superados, en el esfuerzo, pOl' esa misma trascendencia de la vida,
suelen encontrar realidades que los sobrepujan; abismos que los sustentaban, desalientos que hacen crecer mas hondo. La experiencia
reiterada, intensa, convoca a la personalidad; y de aquel no comprender y no intuir, y de la imposibilidad de dar satisfaccion alas
exigencias que la razon impone, naCe el proposito de ser iniciado en
modalidades de la realidad que nos orienten en el caudal libre de
los enigmas ...
(Tarea). - Relacionado tambien con estos hechos hablan de la
opacidad de lo real (Meyerson); del sentimiento con/uso de la vida
universal (Gide), del limite de opacidad y de cantraccion (Blake),
y conocen la vida como enternecimiento 0 agravacion debidos a esa
presencia de 10 desconocido. Otros en cambio perciben las figuras ri·
sueiias de las cosas; escuchan el mensaje de la apariencia; no les
oprime el poder de las cosas y una intima amistad sella sus destinos.
Frente a esas situaciones realizan, bien el movimiento de la piedad
�o el acto espiritual que declina hacia ellas, que provoca el afan de
salvaI', de reiterar (Rilke), 0 haccn de la filosofia "una exploracion
fraternal hacia el mundo de los objetos" (Novalis) que el hombre
podria embellecer, y, despertando afanes creadores, tenerlas como
enigmas, como centros de atencion, como finitudes explorables (122).
(N ecesidad de perce pcion). - Mas alla de los actos filosOficos
que aparecen como determinaciones (de la
razon, de la voluntad, de la emocion), se nota en algunos momentos
el desarrollo de estados de percepcion; la necesidad de percibir, de
hacer extensibles las sensaciones, extensible el universo corporeo en
Ja imaginacion; un cierto crecimiento, expansion de las form as en el
dma (monumentalidad interior) (Simmel), que quisiera abarcaI', repetir, los aspectos de la existencia; volverlos mas profundos, acrecer el
modo comulativo de los pensamientos y de las imagenes y el rebosamiento de 10 enorme en el borde de la subjetividad. Asi, mediante ese
contacto, 10 infinitamente distinto y en una objetividad ruda y plena,
se revelaria en el espejo de la subjetividad; pero, otras veces, no vienen,
no avanzan las imagenes, no despiertan el movimiento de la apropiacion; sumidos en una oscuridad primitiva, sin noticia para la razon,
sin mensaje para el sentimiento, sin agitar las aguas de la conciencia,
se hunden los elementos arcanamente pasivos y no somos cap aces de
concentracion. Pero suele tambien despertarse en ellos un movimiento
hacia la idea; y del seno de expectativa calma 0 de pasividad silenciosa surge, 0 una intensificacion que determine la altura del punto de
vista 0 el acto creador que percibe la realidad en el "extasis ilimitado".
(0 poeticos, 0 misticos)
(Fiat). - Para otros, el acto de filosofar parece una determinacion
de la voluntad; de una voluntad de ser que es tambien una voluntad
de conocer. Punto de vista notorio en las llamadas doctrinas voluntaristas; parece ser el de Schopenhauer, el de Schelling, el de los
trances heroicos de la decision, de la aceptacion viril, en Plotino, en
Biran, en Bergson, en Kierkegaard, 0 en Chestov, cuando reclama la
necesidad de las transfiguraciones; en Novalis, cuando ensena que la
esencia del hombre esta en la voluntad; en Nietzsche, cuando, oponiendose alas determinaciones conceptuales, aparece, mas alIa de la
decepcion, la voluntad de poderio, como una capacidad de crear, de
engendrar un devenir; una fuerza taciturna que 10 atraviesa todo, que
se enfrenta al destino y que 10 utiliza para los fines humanos de su
crecimiento, moviendo, con el, a la naturaleza entera.
(122)
Otro orden de consideraciones
y de estudios, que aca seiialamos en su caracter
mas general, pod ria realizarse a partir de Is manera como se presents la realidad,
0 sIgun
aspeeto de la realidad.
Asi parecen algunos percibir
el mundo como una totalidad,
la existencis como unidad enhiesta; 0 sienten atros Is escision, la ruptnro, el fragmento, que haeen
nacer en eIlos bien el acto de reposo en la totalidad,
bien indagar en la finitud,
intensHicandose,
aprebendiendo
el detaIle - atisbando
la enorme.
�(El limite hallado). - Algunos, menos nostalgicos, perciben la
vida desenvolviendose en la experiencia abierta. Piensan en los actos
capaces de rest aurar las unidades perdidas; adelantar sus pasos en 10
real, evocar formas y modos con los que componen su conciencia y se
representan sus movimientos en 10 desconocido. A veces preside esto
largamente alas vidas de grandes personalidades. Asi, por ej., en
Goethe; en otros (Biran, Novalis) las intuiciones y fulguraciones de
10 nuevo no parecen venir del desarrollo continuo sino de centros distintos ((,exteriores?) ; en aquellos el desarrollo se perpetua en actos,
en consolidaciones que traman su evolucion; como sienten otros que
algo no va mas, que todo desarrollo es imposible; que ya solo la realidad es el limite de su ser.
(Movimiento hacia Dios). - Tambien diferencias con respecto a
Dios. Se orientan, algunos, hicidamente, de un modo implacable y decidido, y en una determinacion a veces misteriosa y en soledad asumida,
avanzan por esta perspectiva de eleccion hacia este centro 0 hacia esta
potencia. Pero otros, al traves del pecado, del exilio, trazan el circulo
de su existencia con conciencia sonambula y perdida, y en el trazado
de sus realizaciones, ignoran que pasos dan en 10 desconocido, hacia
que zonas de 10 desconocido se aproximan, 0 despiertan un dia y se
descubren moviendose --cayendose hacia Dios, perdiendoseen el
exilio.
(Comunicacion y redencion de la naturaleza). - En otros el movimiento es hacia la naturaleza. Esto es mucho mas visible por ej., en
los artistas. Asi adquiere una expresion inmensa en la labor de un
Miguel Angel, de un Goethe, de un Walt Whitman, de un Emerson,
de un Nietzsche, de un Balzac, de un Novalis. Ellos reconocen sus
movimientos, sienten sus rum ores, hallan sus "poderes imprevistos",
sus fuerzas "inarticuladas y higubres" y quisieran despertarla, elevarla,
transfigurarla en belleza; ser rivales de ella!
(Penumbra vertida). - La consideracion siempre parcial de problemas en si tan complicados y tan hondos; la diversidad de las interpretaciones, la circunstancia de haberse avanzado poco en su
analisis, no autorizaria el establecimiento de conclusiones, como 10
hubieramos deseado. Las aqui esbozadas advierten la complejidad de
muchas opiniones prevalecientes en la exegesis (123).
En dos gran des sectores puede dividirse la opinion, en 10 que toca
a la naturaleza de la filosofia y del acto filosOfico; en oposiciones extremas y abstractamente pensadas, como si la filosofia fuera una
actitud separable de otra manera 0 actividad humana, se estudian las
doctrinas y sistemas como un momento de la evolucion del proceso
(123)
FaIta adem.s el esfuerzo
ciones extremas que hayan resultado
de complementariedad,
Ia labor
de planteos incompletos.
que
concilie
Ias opos;·
�historico, interrogando a 1a historia para saber 10 que sea 1a fi1osofia;
pues seria publico, revelado el acto de pensar, que, implacablemente,
tenderia a la manifestacion. La fuerza creadora, genial, libertaria un
contenido (124). Asi, para Hegel, que en cierto modo expresa una
opinion compartida, pre cisamente porque cada filosofia es un grado
particular de la evolucion, pertenece a su tiempo y esta ligada a sus
limitaciones, como el individuo es hijo de su pueblo, de su pais, del
que el no hace sino expresar la esencia de su forma particular (125).
Un hombre particular, dice, puede luchar como quiera, pero Ie es
tan imposible arrancarse de su tiempo como salir de su piel; porque
el pertenece al espiritu universal unico que es su propio ser y su
propia esencia (126). Grandes y profundos espiritus piensan asi que
el sistema y la doctrina constituyen la manifestacion mas acabada de
la actitud que lIama,mos filosofia; mas, en el otro polo, con igual 0
mayor vehemencia, aparecen los pensadores solitarios, que sienten
menos 0 que no sienten el acto filosOfico relacionado con el pais, con
Ja epoca en que viven, con el acervo cultural dentro del cual les es
dado pensar, con la lengua, que vincula ria al grupo humano, 0 que
opinan que en su singularidad se libertan de esas condiciones (126).
Se sienten emancipados de toda tradicion y, al acentuarse en ellos la
descontinuidad, hablan del esfuerzo que caracterizaria el acto de
pensar, y, mas alIa de la voluntad de expresion, de una voluntad de
silencio, 0 de dificultades de enunciacion 0 de secreto (128).
Asi, y en esto, los casos, las circunstancias son extremas, individuales los actos de la inteleccion y de la creacion. Al interprete Je
quedan las zonas intermediarias (entre) mediante las cuales el acto
intelectivo utiliza los esquemas de la idea para avanzar en la comprension de las creaciones ajenas, y el acto de la suscitacion personal,
de su experiencia propia y de su pensar directo, para hallar la correspondencia entre las experiencias y las doctrinas. Parece si, que seria
posible trabajar en una zona intermedia; una zona que iria desde el
pensamiento comun y compartido hasta la esfera del pensamiento
enunciado (personal y vivaz) y hacia el pensamiento enunciado y
silencioso.
(124)
Hay, se insinuan
a veces, movimientos
hacia el silencio,
bacia In cspectacion
sublime, hacia el secrelO.
(25)
DII.THEY
tambien
habla de las formas
nadonales
de la fHosofia.
Recuerdo
la
extraiieza de Chestov al rcspecto.
(126)
Utilizo
sin referenda
de pagina,
el texto de L. Chestov
(Les favoris
et les
desherites
de I'histoire
Mercnre
de France
15·VI.1923).
(127)
La exposicion
mas penetrante
y critica
de este punlo
de vista, se !:alla en la
obra de Bergson,
principal mente en Intuition
philosophique.
(128)
Esto, en puntos cxtremos, porque despnes, en zonas intermedias,
se hallari:m 105
pensadores
que, sin desconocer
]3 descontinuidad
de las doctrinas y de IDs sistemas. quieren,
tamblen,
respetar
la rebosadura
del aClO filosOfico con respecto
al ideogram.
y los mod os
infra-discnrsivos,
csas enunciacioncs
en e1 limite de 10 impalpable,
en el comienzo
de los
esquemas
y del silencio.
�a) porIa idea de razon comun;
b) porIa idea de lenguaje;
c) porIa idea de posibles actuaciones comunes de la cultura
historica sobre las personalidades y grupos que la integran; porIa
idea de modos comunes de percibir y de obrar, de reacciones humanas
y comunes;
d) y pOl' el descubrimiento de 10 concreto, una zona de concitacion y corroboracion de los esfuerzos;
e) 0 partiendo de la hipotesis de la igualdad de la persona, de
las zonas comunes y de la comunicacion entonces de la experiencia.
La historia, la biografia, la consideracion de los antecedentes psicologicos, la determinacion de las influencias, nos pondrian en presencia
de la imagen, de la zona co,nun. Pero la garantia de alcanzar resultados
comunes iria desapareciendo al advertirse la presencia de realidades
o influencias poco elucidables:
a) ancestrales, que no pueden determinarse;
b) historic as y psicolOgicas, que logran pOl' composicion 0 pOl'
fatalidad, sintesis y compendios nuevos (los influjos imprevisibles de
la na!uraleza 0 del espiritu, y honduras insospechadas) ;
c) el modo de vivificacion del espiritu con respecto a la vida;
y cambios y enriquecimientos de la voluntad, de la razon, del sentimiento ...
d) influcncias en fin espirituales (0 divinas), poco descriptibles ...
Diferencias, tambien, porque varian los poderes expresivos y de
plasmacion de la imagen, de voluntad de forma, 0 de secreto, la facultad de alterar, de transfigurar. Pero todos si estarian de acuerdo
en que el poder de producir se relaciona con elementos absolutamente
personales, con una cierta manera de vivir mas particular y mas intensa, con un poder de captacion 0 un poder visionario mas excepcionales y mas hondos. A condicion de que se entienda, podria decirse
que 10 mas hondo de todo no se elucida y que 10 que es elucidable
del punto de vista historico presenta menos interes del punto de vista
metafisico ...
2,QUE FONDO DE REALIDAD, DE EXTASIS, DE INTELECCION
TOTAL, HAY ALLI PARA EL OBJETO?
(La filosofia como clausura de la vida). Seria erroneo, 0
provocaria extremos en la exegesis, tanto la idea de una continuidad
plena como de una ruptura en su sistema de i'deas y en su doctrina.
Atendiendo a la polaridad radical si, pueden advertirse en Comte, ya
el intento de una explicitaci6n del hombre por el cosmos, ya, en la
�segunda manera, el intento contrario de explicar el cosmos por el
hombre (supuesto el caso de que estos sean problemas y no cuestiones
meramente verb ales, sin alusion explicita). A nosotros nos parecp-, y
la lectura de los prefacios y post-facios de Comte tienden a mostrarlo,
que Ie mueve el proposito de situar al lector en la idea de un mo:
vimiento enterizo de su sistema, y que ese proposito no siempre
importa desarrollo 0 continuidad viviente; que, muchas veces, es la
reiteracion agonica, la noticia del acabamiento, de la desvitalizacion
de los procesos 10 que Comte liga y trama, la unidad ficticia. La sucesion entonces, de las ideas, la coherencia advertida cn el sistema,
serian obra del espiritu malo del encadenamiento; aquellos enlaces
acaso en el fondo hostiles, hiatus en la realidad y en la psiquis, que
el pensamiento sonambulo liga y religa. Pero tal vez nos convenga
avanzar en el analisis hasta descubrir aquella discontinuidad de
desarrollo en donde alientan, no los ideogramas sino los esquemas,
las latencias, de un pensamiento que se obstina, que carece si de
homogeneidad abstracta en el grado en que se percibe mas ligado a
las experiencias primigenias. Sin duda, en Comte, estos momentos de
desarrollo viviente 0 de sentido profetico de profundidad posible, no
son constantes. En verdad nunca tiene la profundidad y 10 concreto
como motivo que estimulen su pensar; su hondura es a partir de un
limite prefijado, pero conocido y logico; su profundidad esta presentida, prefijada, descendente en el sistema. Comte sabe los limites y
la esfera dentro de los cuales debe realizarse la labor de penetracion,
de analisis, y de afan activo y practico. Falta, hemos dicho, el sondeo
abisal; nada arcano Ie estimula. La distincion de estos pIanos y la
superposicion requiere, pOl' 10 mismo, un esfuerzo constante, que debe
legitimarse siempre sobre la base de la prueba explicita, del texto
invocado. Pero, en Comte, ademas, hay un tercer movimiento, que
proviene de una cierta exaltacion finalista de 10 humano; su positividad va ligada al interes practico, reclama la necesidad de organizar
la vida social a partir de 10 conocido. En el, falta siempre la entrevision, no ya de la esencia, sino tambien de la totalidad, de 10 omitido,
de la nada. Al traves de cientos de paginas, no se percibe ningtin
movimiento de la psiquis para notal' la apariencia, el no ser, 0 la
necesidad de construir una figura que guarde en sus contornos alguna
nota desconocida y nos revele su secreto vibrante de novacion. La
cxaltacion finalista de 10 humano, pOl' una parte, la clamorosa exigencia practica, el sentido absoluto de la relatividad, no son, si bien
se piensa, sino manifestaciones, de tensiones pre-fijadas, que cuesta
separar de aquellas impuestas porIa profundidad de la vida y que
aparecen menos en Comte que en otros pensadores. 0 para decirlo
cn otros terminos: no se coloca nunca bajo la accion indefinida de la
vida y del destino; elige la profundidad; no es victim a de los procesos,
(mientras otros estan actuados sin reposo) ; y 10 concreto, que Comte
rehuye, no labra, en el secreto itinerario de la forma, el acto de expresion que no olvida la sustancia evasiva que, un pun to, tocamos
y dejamos, estremecida, en la dolencia de los suenos y antes de la
�muerte, agravados en el sentimiento de coeficientes de realidad perdida, en aquella experiencia de la razon como mensajera de 10 abolido,
o conciencia que puede ser sustituida pOl' el advenimiento de algo
antes no sospechado.
(Detencion). - Cuando se prefijan los limites dentro de los cuales
debe operar y mantenerse el pensamiento reflexivo, cuando se esta·
blecen las norm as y las condiciones dentro de las cuales dcben plantearse y resolverse los problemas de accion, uno piensa hasta que
punto puede quedar sofocado el vuelo del pensamiento critico, sin
avanzarse, en el analisis, al estudio de los errores secretos, debilitada
Ia accion misma, incapaz ya de suscitar una accion revolucionaria en
la historia 0 poner en el alma una porcion de idealidad que haga
volver la vida y a 10 posible y decida 0 acelere los cambios. Seria
exagerado decir que la prevalencia de la accion, en la que tanto se
complacen ciertas expresiones del pensamiento contemporaneo, sig.
nifica tambien un debilitamiento de la razon 0 del ideal. De la razon,
porque la razon que escruta e indaga y descubre el error, insimia los
criterios, inicia los primeros movimientos de amor y de la justicia
que deben verterse a 10 real; y debilitamiento, tambien, del ideal, y
del bien, porque la irresistibilidad del bien (Rauh) no solo pone mas
intensa a la individualidad sino que nos hace percibir mas los pasos
de la historia, el movimiento de la vida y el requerimiento que impone
el haber descubierto la precariedad de 10 historico y la inconsistencia
de los valores (120).
(Para mejorar la interpretacion). - Ocurre en los juicios de la
exegesis que, con harta frecuencia, nos dejemos llevar pOl' aquellas
concreciones que con mas claridad pensamos, 0 que se nos revelan
en las primeras lecturas, 0 que consideramos mas importantes porque
complacen mas nuestra psicologia 0 estimulan mas las operaciones de
nuestra razon. Pero estos criterios, debidos a la limitacion, nunca son
suficientes para justificar los fundamentos filosOficos de una doctrina.
Es preciso volver de nuevo a ella y advertir las operaciones secret as,
toda suerte de estimulos, en un autor: los propositos formulados y los
informulados, la direccion impuesta porIa determinacion racional 0
Lavocacion activa, como en el caso de Comte, y aquellas otras instaInciones del pensamiento, inerme, que reitera la fatiga. En Comte hay,
a 10 largo de su carrera, y esto puede ser advertido hasta pOl' lectores
poco avisados, tendencias, propensiones dogmaticas y, pOl' momentos,
Be insimia la movilidad eritica, y una razon mas delicada que vuelve
y atiende alas consolidaciones historic as del error. En el contacto con
la historia recibe impulsiones que la vitalizan pero que despues llegan
a ser solo un cuidado; un cuidado de que no penetren, en la sustancia
del tema escogido, en el ambito trazado porIa razon, elementos que
�perturben su funcionamiento, cosas e ideas que pueden alterar el ritmo
seguro de la doctrina. Notal' como se instala en el el tiempo biolOgico,
y como sofoca el dinamismo de la razon y hace imposible el que esta
se liberte y vuelva c.apaz de pensar, sumisa a los movimientos y las
insinuaciones de'la vida. Y esas tendencias dogmiiticas, y esa positividad
de raz6n, estiin en Comte, desde el principio; en el momento de la
gran energia que se revela en el Curso parecen suspenderse, aseguran
su vocacion entonces mas genial y poderosa, pero ya empiezan amostrarse los debilitamientos de la razon y van apareciendo en esta obra
y en el Sistema de politica positiva, la pasividad no profunda y el
comienzo del dogma, que coinciden con el modo de fabricar el sistema,
hasta que, finalmente, 10 sistematico y el dogma mismo ya no pueden
ser suplantados. El debilitamiento y la derrota de la razon, son la
prueba de su triunfo! El pensar directo expira en la fatiga. Pero la
fatiga es aqui la alegria del pensamiento reflexivo; la perdida de la
realidad, la causa del sistema y la pasividad de primer plano, pOl'que
no quiso el dar paso alas insinuaciones de la pasividad profunda.
o 10 que quiera, la vida, hacer con el alma ...
(iComte elucida la idea de experiencia?).
- Llega a ser muy
extrana aqui, la idea 0 nocion de experiencia. El lector atento, descubre que esta nocion, de tanto uso en sus pensares, no ha sido elucidada. Comte ignora "que el metodo se comprende aplicado a un
ejemplo; que una existencia no puede ser dada mas que en una experiencia", y que la filosofia exige un esfuerzo nuevo para cada nuevo
problema. Pero el no penso el detalle, el objeto solitario; porque la
idea de ob jeto aislado, de detalle, supone la necesidad de la relacion,
el deseo de erigirlo en centro de profundizacion, capaz de requerir
10s movimientos de su pensar, para captar las notas del objeto; como
debe pensarse la idea general como sentimiento de perdida de la fuerza
(las conexiones se debilitan en el grado, diriamos, en que los objetos
van perdicndo su contorno sensible y su forma y la fuerza que podria
alcntarlos y ser hallada en otro momento de las oscilaciones de la
l'azon 0 de la vida). La idea de experiencia es, en Comte, limite; pero
ese limite no puede ser verificado; no puede ser sino una abstraccion,
un abandono de 10 concreto, un pensamiento que no se atreve a inten·
sificarse, al que la razon no puede refutal'.
(Omisi6n de los influjos naturales). - Tampoco es el suyo un
naturalismo, y si bien Comte no admite la existencia de nada fuera
de la naturaleza y no recurre, para explicar, a ningiin principio de
orden trascendental, es curioso que falte aquel sentido de 10 concreto,
aquellas operaciones naturales, "tan profundas como Dios mismo";
modos de la sustancia, de las que han de arrancar luego otros sentimientos de 10 desconocido, 0, apoyandose en las cosas, volviendolas
interiormente mas profundas, infundidas pOl' el principio creador de
�Ia vida. Hay aIIi, y pOl' esto es tan dificil caracterizar su pOSICIOn,
abandono de 10 divino, pero no IIega la naturaleza, en la vastedad de
m significado y de sus fuerzas, a ser atendida pOl' el hombre de ciencia.
Comte no es, en verdad, un investigador; ni agita en su sueiio imagenes
y recuerdos; ni despierta emociones de indole artistica, ni suscita en
el sondeo metafisico que IIeve y no abandone de 10 concreto. Curioso
punto de vista, pues, extraiio naturalismo (130) en el que nuestro
autor apenas la atiende (sin IIegar a fundal' un empirismo) la pierde,
Ein sustituirla pOl' pensamientos mas hondos, estimulado en otra esfera
de 10 real. Le sirve para abandonar aDios, pero Comte no siente el
golpeo, en la psiquis, de las fuerzas naturales que traen notas nuevas
"agravada pOl' el sentimiento confuso de la existencia universal".
(Alli la cntlca es un mal).
Asi se vuelve su pensamiento, no
ya contra los modos historicos de pensar superados -los que incluyen
la designacion de modo teol6gico y modo metafisico de pensar-, sino
que tambien se vuelve contra el pensar en cierto modo critico, como
veremos luego, tendiendo cada vez mas a la eliminacion de la ontologia. Si aqui Comte, energicamente, dirige sus saetas a la nocion de
10 absoluto, si, como creemos, es mas valiosa, como se vera, su critic a
de la metafisica verbal, seria preciso acaso, distinguir, en este esfuerzo,
10 que es realmente halIazgo acritico, separado de aquelIa esfera de
10 problematico que· debio incitarle a refIexiones mas consistentes.
Pues, no hay duda: la mera consideracion de la relatividad y las
interdicciones impuestas como el desuso en que caen los problemas,
son criterio bastante para determinar, para siempre, que no se excite
el pensamiento en 10 concreto, que no atienda el pensamiento al paso
de otras realidades, 0 al advenimiento de otras maneras del ser, pero
que quedarian desatendidas; fuerzas acaso que podrian suscitar mas
energicos laboreos, realizaciones mas preclaras, atisbos mas sutiIes.
(Frustraci6n metafisica). - Creemos que un desarrolIo lucido,
advertido, de todas las peripecias del pensamiento comtiano, y tom ado
el termino en su significacion mayor, en cuanto es la metafisica, 0 ha
sido, expresion de una exigencia de unidad, mostraria que Comte es
un metafisico. Pero, es curio so : falto alIi la inquietud, el apetito de
ser, el deseo de integral' el circulo entero de la existencia; el sondeo,
esa actividad de Ia atencion que quiere volverse hacia 10 concreto, hacia
10 posible; falto el retorno de los elementos que vuelven ala identidad
y falto el pensamiento que reitera y escapa, en la critic a, a la idea
de aparicion y avanza para coincidir con los movimientos de la vida,
y falto, en fin, el senti do implacable de la forma: aquelIos esquemas
iniciales de cierta sustancia, que avanzan y enriquecen a la psiquis en
�la concitaclOn de 10 concreto, agravando el pensamiento, ya inca paz
de no obedecer al influjo de esos lllimenes, dominado por ellos, onda
febril de su movimiento y causa de su intensificacion.
(La intuicion de carencia). - Todo el fin de la filosofia se consap:ra a enlazar, a enlazar, a enlazar! A sistematizar. Avanzando hacia la
sistematizacion total de los deseos, de las ideas, de los sentimientos, de
las costumbres. Hay aqui y doquiera, por asi deeirlo, hipnotismo de
la rclacion, una especie de proyeccion espeetral del requerimiento de
la unidad (la mala metafisica que persiste). Pero aqui relacionar, y
esta es una inconsecuencia en Comte, no es para seguir extendiendo
la esfera de las relaciones y sospechando relaciones mas profundas,
ni intento de avanzar por las fisuras, por los hiatus que se Ie revelen.
Comte no advierte que esta necesidad de relacion despierta en el alma
movimientos de apropiacion: de 10 pasado, de 10 futuro, de 10 perdido
y, asi, no es injusto decir que ningun pensador ha dado tanta importancia a la categoria de relacion, pero, tambien que, en ninguno falta
tanto el sentimiento concreto de la relacion, del vinculo, la intuicion
de perdida de 10 otro, 0 de la legitimidad de la omision (entendida
como relacion posible) y de 10 complementario, de la nostalgia de la
totalidad y de la integracion.
, (Coherencia logica y continuidad dogmatica). - Muehas veces
hemos visto que, en Comte, la continuidad es un cuidado. Teme los
hiatus, las contradicciones, los desordenes; se esfuerza, no ya en eoncertar ideal mente el cur so de la historia sino tambien en asegurarlo
en la instauracion del estado positivo y mediante la dictadura normal
(y, en su alma, mediante la nocion de coherencia logica): nada que
rompa la armonia entre los sentimientos, las ideas y las costumbres.
Hay asi, pues, un proposito de unidad que es hijo de sus propensiones
sistematicas y que debe ser distinguido del ideal de coherencia logica.
EI ideal de coherencia logica, solo puede querer decir que, lucidamente,
hemos alcanzado un conocimiento de las relaciones, pero relaciones
actuales, contra las que podrian volverse los hallazgos de 10 nuevo 0 108
en'ores que los atisbos criticos descubran. Pero cuando en Comte no
se mantiene este sentido de la coherencia logica, se vierte y se extiende
la nocion de continuidad. La nocion de continuidad como un cuidado,
y expresion, no de los poderes critic os sino del dogmatismo, a causa
ya del vencimiento de la razon, inerme, ya en la pariilisis de su fuerza
y en el abandono de sus afanes.
(Metafisica y experiencia de 10 absoluto). - Faltando,
en Comte, una verdadera experiencia de la profundidad
mente, presentimiento de desarrollo, objetivamente, noticia
lidad oculta, que llevaria-que exilaria), y careciendo como
como falta
(subjetivade la reacarece, de
�una experiencia de 10 absoluto, era natural que quedaran clausuradas
ms ideas acerca de la religion, y de la metafisica, y del arte. Como falta
alIi la experiencia de la soledad, y aquella concentracion del pensa·
mien to que, al traves de rupturas intenta renovar la melodia de la vida
(Mallarme) y hacer coincidir, en el centro, y oriental' los fragmentos
de su yo con unidad vehemente en 10 desconocido. En lugar de soli·
citarse pOl' 10 absoluto, religioso 0 artistico, en la cesacion del pensa·
miento asegura su relativismo, clausunindose ante el advenimiento del
misterio como fuerza de excitabilidad en el itinerario de su des·
arrollo.
Comte pudo intuir la metafisica como esfuerzo en la direccion de
to mas hondo (Simmel), 0 e.n el reclamo de la personalidad deseosa de
sobrepujar la condicion humana (Bergson), 0 como critic a de las abs·
tracciones (Whitehead); pero ni tuvo experiencia metafisica ni sintio
el deseo de forma, el deseo de expresar. Porque 10 absoluto, 0 cierto
modo de 10 absoluto, 0 experiencias que nos situ en en su direccion, se
Ie hubieran descubierto, si hubiera sido en el mas fuerte la eapaeidad
artistic a, en aquel empleo del artista absorto en el aran de contencion
del alma y de las imagenes, que suponen 10 bello y la facultad "de
hacer comparecer el universo ante la eonciencia". Comte no sintio
la necesidad de seguir sondeando, suseitante; no Ie atrae el viaje a 10
largo de una ruta infinita, avanzando siempre, con la entidad frag.
mentada 0 enhiesta, y con aquella facultad que solo nos liga a la dis·
pet'sion 0 a la metamorfosis, para suscitar en una unidad mas pro·
funda; ni comprende la importancia de seguir estimulado pOl' el
enigma; aquella atraccion que, si destruye, excita la facultad de ex·
presar, ni aquellos desvios heroicos que la superan. Comte obedece,
mucho mas que a la capacidad de crear, a la fuerza logica 0 a los
frenos morales y, acaso, a caprichos que no Ie dejan avanzar en el
conocimiento de 10 absoluto. Asi sus defectos no provienen en verdad
de una earencia de energia; ni esta desprovisto de penetracion; alIi,
mas que a la dispersion se asiste a la detencion, a la paralisis del
pensamiento.
(Relacion - sintesis). - No hay duda de que algunos de los mo·
mentos, de las ideas mas hondas del pensamiento comtiano, cuando
este insinua el movimiento de su profundizaeion y de avance en 10
concreto, aparece, aunque de modo larvario, en las paginas del Curso
del Sistema de Politica Positiva y en su Sintesis. Ha dedieado Comte a
la nocion de relacion un inmenso esfuerzo y ha prestado a esas ideas
muchisimo interes; pero la relacion, como se comprende, solo podra
declarar, no los momentos mas hondos del objeto, ni los momentos
mas hondos del sujeto, sino un esquicio, en cuanto clarifica nuestros
conocimientos, pero esquicio que no debe ser perpetuado pOl' el afan
de no pensar mas. La nocion de coherencia lOgica debe quedar
abierta. EI problema de las relaciones, no puede plantearse abstractamente, de un modo lineal, en extension, sino que, el solo hecho de
�plantearlo evidencia una necesidad de saber, no ya hasta donde se extienden, sino que profundidad alcanzan. Pero para pensar en esta
orienta cion, Comte hubiera tenido que avanzar en e1 terreno de la
llletafisica, 0 en el analisis de la individualidad profunda, no como
mero reflejo de un complejo colectivo sino como unidad solicitada,
atraida hacia la relacion cada vez mas intima consigo mismo, en el
proceso de la vivificacion, hacia un estimulo que, si no la crea, la
alienta en el itinerario de su desarrollo. POI'que e1 yo, la personalidad,
no es meramente un compendio, no es una sintesis que e1 solo afan de
[;0 querer pensar mas perpetue sino que, en la experiencia, se revela
como celeridad de pensamiento y de sentimiento, forma de tension
hacia lo otro, hacia otro momento plastico de su desarrollo que podria
haZZarlo real en otro momento, con mas ricas tonalidades del yo y de
la realidad y en el conocimiento de relaciones antes no advertidas (131) .
(Sobre el paralelismo del problema y de la solucion). - En
Comte aparece siempre la actitud de retencion; una cierta formulacion
abstracta del problema, y una solucion, limitada, adecuada a el y que
10 resuelve y, al mismo tiempo, un cuidado de no trascenderlo. Este
modo de retencion del problema y de la solucion, es muy caracteristico de Comte, y pone en evidencia su temperamento y su propension
dogmatica. Comte tiene un senti do de 10 concreto, que formula y define
para no ahondar mas en 10 real (que Ie llevaria, que, metafisicamente,
Ie exilaria).
(;,Hubo fidelidad a la idea positiva?). - lFue Comte fiel al positi,vismo de racionalidud? lPrevalecio este realmente pOl' conviccion
frente al positivismo de iglesia? l Tiene valor ultimo e1 distingo? En
el nivel de las palabras, si, pero si se atiende al sentido de su obra,
a la direcci6n, al esfuerzo de acomodacion que realiza se nota, en efecto,
que define el positivismo de racionalidad en terminos propios; pero
que, de hecho, Ie asigna un caracter dogmatizante, que viene del positivismo de iglesia. Quiere decir que la distincion es meramente verbal.
Lo que no debe entenderse en el sentido de que Comte no era consiente de ello; el tendia hacia la sistematizacion; era, pOl' temperamento, sistematico; pero, ademas, queria serlo, y no queria dejar
de serlo.
(La propension de lu unidad y la perdida de lo real). - Es muy
dificil, tratandose de pensadores pOl' naturaleza dogmaticos y de propension sistematica, y tambien "energicos", que son llevados, pOl' ne·
cesidad de unidad, a someter la mayor cantidad de experiencia y de
(131)
Comte prefija el limite de la realidad;
prefija
insinnar
ningun
tipo de pensamienlo
que 10 trascienda,
conrnover el concierto
de sus ideas, a romper el cuadra
tencia,
el equilibrio
gnoscologico,
la armonia
sistematica.
el limite de la idea, y no quiere
0 ]0 altere,
nada que venga 3
de su representacion
de la exis-
�ideas bajo la mlsma rubrica, es dificil, digo, comprender el distinto
alcance de 10 que esta previamente dado desde la iniciacion de su filosofia (pOl' ejemplo, Comte en las primeras Cartas a Valat), y separarlo de aquel esfuerzo que quiere incIuir y sistematizar linealmente,
forjando asi una unidad ilusoria, distinguida de una reiteracion vi·
viente, de una especie de afan de la vida que se asoma y vierte en
esfuerzos de unificacion organica y quiere renovar su melodia. Esta
distincion, 0 estos pIanos, pueden ser separados; pero acaso sea mas
propio decir que el esfuerzo sistematico, en Comte, casi una mania,
prefija el limite dentro de los cuales debe realizarse el proceso de la
unificacion. Comte no se abre a la experiencia; atiende al transito de
la finitud historica, pero no erige 10 finito en esfera de exploraciones;
Comte atiende a 10 futuro, peru quiere predeterminarlo desde la exigencia gnoseolOgica que la ciencia aconseja; atiende ala realidad, pero
justamente y como tal, abstractamente, evitando sus poderes, y para
abandonarla y sustituirla pOl' su nocion de lo concreto, una sintesis, un
compendio de las notas de 10 real que el pensamiento trama. Este
momento corresponde a la ausencia de la experiencia metafisica y
critica; su obra toda padece limitacion a causa de no querer estimularse con los aspectos de la realidad desconocida que son... todos.
- (El pensamiento de la realidad omitida). - La calidad critic a de
los pensadores no solo se manifiesta en que saben dejar Los problemas
abiertos, en que no vuelven la espalda ante ninguna cuestion (Vaz Ferreira), en que no confunden solucion y respuesta, sino tambien en una
cierta capacidad de volver sobre los poderes, sortilegos, fijantes, de los
problemas y de las formulas, porque, en el fondo siguien pensando que
podria ser un perjuicio la creencia de que el planteo de todo problema
signifique su solucion (132). Pero sl para Jo positivo y 10 critico (yaqui
usamos los terminos contrariando a Comte) lo valioso es La manera de
filosofar, las cualidades negativas tienen igualmente una manifestacion
precisa, en el caso de Comte, una manifestacion energica, y muy
energica. Comte no se deja estimular pOl' 10 real; no tiene el presen·
timiento de otras soluciones; aunque se admita una como posible,
o mas valiosa, 0 mas fecunda, en ciencia como en filosofia, es siempre
posible, y conveniente, dejar Las cuestiones abiertas, pOl' 10 mismo que
el caracter de toda opinion filosOfica es de ser refutable (Com'not).
Pero Comte eonstruye 10 real; para el 10 real es un compendio que
realiza la idea; sin presuponer la euestion 0 la existencia de la cosa en
si; pudo admitir la existeneia de cosas -de las eosas- como centros
finitos, con poderes emisivos sobre la razon, 0 como centros de computacion de lo concreto y orientaciones de la atencion, que pueden
y que deben ser explorados. Pero Comte no tiene ese senti do de una
realidad extramental, de la existencia de cosas ajenas al pensamiento;
(32)
Vease la opinion
ception d" moude).
de
SIMMEL
en H. Hoffding,
Conceptions
de la vie
(Cap.
Con,
�cuida de que 10 estimulen, cuida, teme de que influyan y alteren su
Eentido de la abstraccion y de la coherencia logica. Ni abre las soluciones a la posibilidad de otras soluciones, ni deja que el pensamiento
'le enriquezca bajo la accion indefinida de una realidad que desconocc.
Esta domina do porIa idea de que todo problema justamente y en
cuanto es planteado, tiene su solucion, y el esta proyectado hacia las
soluciones (y no se intensifica en el problema como tal) ; ni piensa la
ultima respuesta 0 la termina con una interrogacion, como conviene.
Sin duda, formular un problema es intentar la solucion, pero como
Comte tiene cl hipnotismo de la estabilidad, las soluciones Ie son en
cuanto terminan con los problemas, y los absorben. Pero entiendase
que el problema no es 10 queda rebasado pOl' el misterio, sino 10 que
hace imposible el atender a la faz enigmatica de las cosas; el misterio,
10 es, en cuanto debe desatenderse; se atiende al problema para propender a la solucion y alcanzarla, para que no vuelva mas ni como
misterio ni como inquietud. Resolver, aqui, es dejar de pensar; no
pensar mas. Es saber absoluto, impensadamente obtenido en el senti do
rclativizante pero definitivo.
(Soledad para volverse mas hondo). - Notese en Comte el cui·
dado que pone en mantener su soledad y su recogimiento. Notese, tambien, como esta soledad y este recogimiento y sus cuidados, son para
ponerse al servicio de una labor, de una responsabilidad, de una
manera, que buscan la elevacion del hombre y de la historia, desde 10
que iiI piensa y proyecta. Soledad y recogimiento, pues, par·a servir a
esos fines; no aquella soledad y aquel recogimiento que buscan la
relacion intima consigo mismo y que hacen avanzar en la profundidad
de las almas necesitadas de estar en el centro de la vida, de sentirla,
para vel' desde que senos levantan sus figuras exaltadas, en el extasis
o en el sueno, 0 para hallar testimonio de su realidad, 0 para saber
donde comienzan nuestros poderes creadores, en que zona nos ame·
naza la inexistencia de aparicion. Sin duda es muy delicado separar,
tratandose del alma ajena y con tan terrible condena y estigma de
insinceridad, esas esferas; pero, de un modo general, que reclama la
atencion del lector, puede si decirse que Comte requiere la soledad
y el recogimiento para, enterizo, dogmatico, proyectarse y realizar la
historia que quiere; pero no busca el recogimiento y la soledad para
reiterarse arcanamente; para volver a la vida, a la realidad, a 10 posible, con una vision nueva de la existencia; con la exigencia de una
historia nueva que el alma encarna y perpetua con gesto suyo, con
potencia suya y manifiesta ...
(Realidad omitida e ideograma). - Es evidente, en Comte, de que
modo la intensidad reflexiva se realiza y ocurre, como pOl' una especie
de uso exclusivo de una manera entre tantas otras que podria haber
escogido. Es muy debil en el, 0 no existen casi nunca, el esfuerzo hacia
�la complementariedad
que debe ser un ideal. Y una filosofia no debe
excluir jamas 10 complementario, ya que la realidad omitida es justamente el presentimiento de la relacion que llevaria a una integracion
mayor y a una vision mas amplia de los problemas considerados, con
respecto alas realidades omitidas 0 posibles.
(Pensar la idea aislcLdamente) (133). - Hay demasiado, en filosofia, pensamiento conexo, sistematico. Ya de por si propende a ello
la sistematizacion verbal y conceptual; hay, ademas, en la fatiga, el
afan de simetria que lleva a extremar esos defectos. Sin duda es bueno
tratar de comprender a los autores en la organizacion total, alcanzada
por un sistema de ideas; pero, sin perjuicio de esto, que, en efecto,
debe hacerse al leer a Comte, conscientes igualmente de ello, conviene
pensar cada idea aisladamente; arcanamente, concitada en nuestro yo;
notar en ella el grado de abstracion, su poder, sus limites y, realizando
cse esfuerzo, tratar de conexionarla con las otras ideas, buscando, ahora,
los equilibrios en 1a profundidad. Cuando se hace este ejercicio, descubrimos los grados de abstraccion, la intensidad con que cada autor
piensa las ideas; muchas veces result a tambien que los nexos eran falaces y habia, en los sistematicos de este orden, matices, hiatus y un
fragmentarismo mayor de 10 que suponiamos; las soluciones y las
relaciones importaban ser casi siempre debidas a que el autor sentia
la dificultad de los pasajes; se idealizaban Las dificultades, se colmaban
con aquellas palabras que ocupan el lugar que deb en cumplir las intelecciones profundas 0 la insercion vivaz del pensador en el proceso,
la realidad que el analisis podria intercalar, que el atisbo critico
advierte como omitida y, entonces - fondo de otras cogniciones ...
(Alma grande y perdida). - "C'est une grande ame qui ne sait
oil se prendre". (La Mennais). La expresion es tremenda y parece
verdadera. Comte denota, en efecto, un desarrollo sentimental intenso,
pero que apenas recibe estimulos reales; apenas tiene poderes para
la fijacion de las ideas; voluntad para dominar el curso entero de la
vida y de la historia; pero no es la suya aquella voluntad que quiere
acordarse al ritmo de la vida abierta; Comte propende a la imposicion;
su gesto, implacable, elude; su verbo, implacable, enuncia; no se extemia nunca ante 10 posible,. ante 10 insospechado. Es poderosa en
Comte la actitud prehensil, pero mas que la incapacidad de asirse de
que habla el texto de La Mennais, advierto en el una incapacidad de
soltarse, de evadirse hacia la libertad de los enigmas, en el movimiento
de liberacion, en el atisbo critico.
(Valor de 10 omitido y de lo complementario).
- Nunca he visto
un pensador que tenga menos conciencia de 10 omitido -que podria
(33)
Vease Cours
ramcntc, comcntamos.
de philosophie
positive
IV,
p. 300, el notable
pasaje
que,
some·
�ser 10 complementario. Porque el movimiento de nuestras intelecciones
debe dirigirse tambien a integral' la conciencia humana y, en la medida
en que aumentan nuestro saber, volviendo mas lucida nuestra ignorancia (inteligir - ignorar). POl' eso debe ser norte siempre de la cavilaci6n y de la critic a, una insinuaci6n de movimientos totales de
nuestra personalidad, abarcando cada vez mas elementos de la existencia, y el presentimiento de que 10 omitido, de 10 desestimado, de
10 ignorado, que podrian ser notas complementarias, capaces de producir una integraci6n mas completa de nuestra personalidad y de
nuestras ideas; pero, en Comte, faha siempre -sentimentalmente,
la
nostalgia (nostalgia como acto filosOfico y al modo de Novalis, que
llevaria a sentir el deseo de buscar relaciones entre las distintas formas de la existencia; 0 al modo de Nietzsche, como necesidad devoradora de la posibilidad). Falta aZZiLa intuici6n de carencia, el agudo
sentimiento de 10 incompleto, y la espectativa de 10 posible, y el afan
de complementariedad que abismarian en el sondeo de 10 posible.
Comte incluye las ideas en un orden lineal y progresivo; pero 10 omitido, toda manera de 10 omitido, pudo ser, yes, vestigio de metafisica
o torpe utopia imaginal, 0 deseo que no se inserta en la realidad.
Nunca presiente en 10 omitido el comienzo de integraciones 0 conexiones mas extensas; ni tiene la nostalgia de 10 posible, ni oye la clamol'osa historia de 10 perdido.
(Acerca del sentido del orden). - Un aspecto de esa faha, de
esa intuici6n de carencia, de la dificuhad que tuvo Comte para aceptar,
profundizar y redimir sus ideas porIa intervenci6n del pensamiento
metafisico, se declara, de un modo particular, en los planteos que hace
de la idea de orden. Pero el orden no constituye aqui una honda
inquietud metafisica, ni tiene aquel sentido de clave, que J ankelevitch
descubre como la meditaci6n capital del pensamiento bergsoniano; el
orden no esta pensado en contraste con el desorden; ni expresa tampoco la inquietud, la decepci6n sistematica (Spir) de los escepticos;
es mas bien un aspecto de la idea de unidad, del proposito comtiano
de unificar, de sistematizar; no es tampoco aquella unidad energica,
aquel centro activo que establece la continuidad de 10 real; el orden,
en Comte, es un reclamo subjetivo que sirve para mantener la jerarquia de las ideas y el equilibrio en 10 pensado; es una exigencia de
la accion; yes, finalmente, un requerimiento historico: la historia que
Comte proyecta, que el insinua y que la dictadura normal afianzara.
Pero cuando decimos que esta no es una idea metafisica, queremos
significar que Comte no la piensa metafisicamente; no realiza el esfuerzo en profundidad, mas aZZade las imagenes, hasta avanzar hacia
el conocimiento de las causas, al tener que enfrentarse con el material
ind6cil, con la serie, indiferenciada y caotica, de los hechos; no es
tampoco el afan constructivo, ordenador, que quiere entonces difundir
plasticamente las ideas; es el orden, repito, una figura anti-revolucio-
�naria, anti-creadora, una regulacion dogmatica de 10 practico; el gesto
boreal de la elausura, la voluntad de sistema triunfando sobre la
creacion.
(La marcha del pensamiento hacia el sistema). - Dijimos antes
que convenia leer a Comte haciendo fracasar los encadenamientos
sistematicos que, justamente en el, hacian aumentar la conciencia de
la certidumbre cuando en realidad eran la causa de su perdida y,
subjetivamente, el comienzo de los debilitamientos de la razon y de
la critica. Un ejercicio, entonces, muy util, consistiria en seguir el
proceso progresivo de la mayor cantidad posible de ideas; desde el
comienzo de su car.rera, al traves de las fatigas y desastres demenciales;
en el periodo del equilibrio y del temple racional mas sostenido (epoca
del Curso) ; 0 de los comienzos de la experiencia sentimental (Politica
positiva). Ahora, con caracter general, senalaremos que se advierten
en Comte uniones de ideas, la serie progresiva de sus repeticiones (10
decimos ahora para indicar lineas de hechos), la direccion sistematica:
poderosa, energica, manifiesta; afan de su vida, denodado esfuerzo;
y la fatiga, pero igualmente inminente, de repeticiones, de ritmos
o~tensibles, de cadencias; aqui, la extenuacion, como causa de que
las ideas se fijen en sus limites y logren conexiones ficticias; pero,
mas alla de esto, hay tambien en Comte un proceso de organizacion
viviente; un nueleo de aspiraciones 0 de afanes que muy pronto gravitan y se insertan en los ritmos del proceso sistematico 0 de fatiga;
pero que, pOl' momentos, se separan y nos permiten advertirlo. Sin
duda, en la evolucion general de su pensamiento, tienen estos su buena
parte, mas aquellos prevalecen y dominan, y se requiere ineluso cierta
tension y cierto afinamiento critico para distinguirlos, para salvar la
parte de bondad y de eficiencia de estos ultimos. Pero, bien pensado
el problema, la gran dominante en Comte es hacia la sistematizacion;
quiere prevalecer, extenderse sobre los contenidos de su pensamiento,
10 mismo al juzgar la experiencia historica del pasado que al presfigural' la historia futura; 10 mas hondamente senti do en el aparece
borealmente: esa fuerza ciega, invasora, es principio activo; no lleva
nunca a la experiencia abierta; se vierte hacia el sistema; en verdad,
nunca fue mas estrecho el pasaje de la organizacion al ideograma;
y, es pOl' ello que, Comte, nunc a pudo ser un creador; aqui hay sistema
porque no pudo haber creacion; aqui falta la critica, porque la realidad nunca tuvo presentacion inminente hacia la idea ligada al Todo
rebosador; aqui, en fin, a causa del sistema, no hubo personalidad
capaz de engendrar un devenir, ni pasaje a la originalidad creadora,
ni intento de lograr un contacto extenso y profundo con el universo.
(La elevacion). - La filosofia de Nietzsche desentrana un nuevo
metodo, un nuevo sentimiento de exaltacion y de potencia. Comte
no; Comte qui ere regular la vida porIa razon, porIa inteligencia, y
�comprende el sentimiento solo en cuanto regula dol' del orden; quiere
producir la elevacion, pero los sentimientos son considerados en su
normalidad. Nietzsche reclama poderes, contactos, sentidos con la
existencia, movimientos creadores, y una razon lucida, y un sentimiento
de potencia como una expresion de alma extraordinariamente elevada
y nueva. La elevacion misma supone la personalidad, el comienzo de
la historia en el alma, el advenimiento, el pasaje a la originalidad.
Comte confiere mas valor al pensamiento historico que puede influir
sobre el individuo; entonces solo piensa en la elevacion que eI puede
regular y preconcebir. La novedad queda proscrita, y la actuacion del
destino. Y 10 inesperado. Es omitida la potencia creadora del universo
que llevaria a pensar en cualquier cosa en la realizacion de cualquiera
de sus momentos imprevistos.
(La razon inmovilizada). - Comte no advierte, y no advierte
de ninguna manera -tal es la suerte de su dogmatismo- que su filosofia quiere corresponder enteramente a una determinacion de su
temperamento, de su caracter; menos advierte que esa decision, pOl'
10 mismo que no quiere responder a la realidad, no ve en ella sino
el aspecto de la realizacion y el cumplimiento de sus propios fines.
Asi 10 irracional, en eI, subyace, no afana al hombre en el proposito
de reducirlo; resulta, en fin de una exclusion arbitraria del sujeto;
importa una detencion, una renuncia del proceso de racionalizacion (134).
(La etica supone-requiere-el desarrollo). - Puede dar lugar a
una investigacion de interes el estudio, en Comte, de las relaciones
entre la moralidad, la religion y la politica. En un primer plano, la
experiencia politica aparece en eI como fundamental; en un plano
mas profundo, y sobretodo en la segzmda manera de su pensamiento,
la que se consagra en el Sistema de politica positiva, queda sometida
a la experiencia de religiosidad (la suya), pero penetrando en 10 mas
profundo acaso encontraramos que, en la significaci on que da a la
politic a y a la accion y al destino humano, prevalece un sentido, muy
energico, de la moralidad. Claro que en Comte no se plantea el problema con aquel patetismo que aparece, pOl' ej., en Kierkegaard, 0
en Nietzsche. Para Kierkegaard la decision, el empleo de la esperanza,
son eternos y suponen la individualidad; la etica, entonces, queda a
la espalda del desenvolvimiento intensificador. Nietzsche tambiell la
suspende; declara el mal de su intromision en la ontologia; reclama
la exaltacion hacia la potencia y el conocimiento solitario; pero no
se orienta hacia 10 divino; suena otro tipo de inmortalidad; vuelve
a la historia y la supera. Difiere de ellos tanto porIa intensidad del
pensamiento como pOl' el modo de asumir la vida y concebir la his(134)
Detenci6n
pero no porque
sugerir Meyerson, sino por imposicion,
prevalece
13 accion sobre
0 capricho
gnoseol6gico.
la
leoda,
como
parece
�toria. En Comte hay un movimiento hacia 10 humano que eI entiende
terrenalmente (creo que suhordinando la religion a la moral); pero,
podria uno preguntarse, con relacion a los autores citados, si toda
decision, si toda penetracion en la esencia de 10 etico, no requiere la
profundizacion, la rectificacion de la historia y de la experiencia. Si
fuera asi, la moral no podria separarse de la filosofia y de la mistica,
y habria, volviendo a nuestros autores, posibilidad de rectificarlos: a
Kierkegaard, porque el acto etico (como el religioso) contrariamente
a su enseiianza, postularia la experiencia abierta, la personalidad, el
desenvolvimiento infinito; a Nietzsche, porque todo el afan de superar la condicion humana, pediria el desarrollo etico y vivaz; y a Comte,
al prefijar las normas de la conduccion y los limites del desarrollo
moral. Quien tenga, como el, ese concepto de la moralidad, no vuelve
mas intenso el proceso de la historia, ni requiere el uso mas hondo
del alma individual. Moralismo, pues, este, limitado. Ningun reclamo
hay alIi de desenvolvimiento, de revelacion de novedad, de vivificacion.
(Sobre acto filosofico).
El apetito de ser y el sentimiento de
carencia ontologica (135), la agudizacion de la ·conciencia de nuestros
!imites, en aquella dolencia que reclama la profundidad y el proposito
de tornar continuo nuestro desenvolvimiento, han sido numenes activos
en la exploracion y en la creacion de contenido de la metafisica. Alcanzada la conciencia de nuestra finitud, en la indigencia que apenas
recoge la latencia desolada, cuando no llega hasta el alma eco alguno
del mundo exterior y estan cegados para el vertimiento los cauces
de la memoria, nos llevan a intensificar la inquietud metafisica, puestos
en una misteriosa excitabilidad; pero de semejantes situaciones, nos
aleja la doctrina, el sistema, la abstraccion, la perdida de aquel enlace
con el principio general de la vida y de la personalidad. Mas que
motivaciones de orden religioso, mas que propositos gnoseologicos
(posiciones que separan de la vida para acercar al ideograma), han
sido fuerzas en el sondeo metafisico, en el crecimiento humano, en el
hallazgo de vinculos con el ser, el instinto plastico, la necesidad de
representaciones que importen ser el modo de percibir 0 representarse
10 inmenso, acercando el mundo de la revelacion y del conocimiento
a la expresion y confundiendo poesia y filosofia y mistica, alcanzando
a un tiempo "la intuicion directa de profundidades todavia no expresadas".
(Superacion del emptnsmo y perdida de la existencia en el sistema). - Sin duda el positivismo no es un empirismo. Reiteradamente,
Comte ha insistido en ello; buscaba fundaciones nuevas para su doctrina y para su sistema; aspiraba a que ningun elemento empirico
pudiera enturbiar la pureza de su representacion abstracta. Pero rehuir
el empirismo es rehuir 10 dado, es pensar la existencia en el concepto
�}' sustituir la presentacion de 10 real y el ahondamiento de los actos
por fines gnoseologicos; es abandonar la actividad metafisica como
proposito de estimulacion para asegurar la homogeneidad y normalidad de las opiniones -imperialimperiosamente.
(Exploracion en los centros finitos). - En el prologo de Logica
Viva, inspinindose en un complejo y profundo movimiento de ideas,
(propugnadas por Bergson, James, Hoffding, entre otros), seiialaba
Vaz Ferreira, y de ello hemos dado cuenta en otras partes de estos
escolios, la revolucion que se esta operando en nuestro tiempo, y consistente en un esfuerzo del pensamiento humano por independizarse
del lenguaje (136). Esto es verdad y puede considerarse algo defini·
tivamente adquirido; pero, acaso, haya tambien lugar para hablar de
otro tipo de revolucion; revolucion, tambien, en el modo de pensar,
en el modo de expresarnos, en la manera, en fin, de interpretar el
alcance de las ideas, de los sistemas, de las doctrinas, de los metodos,
y especialmente, en la amplitud del enfoque (problema, este, intimamente relacionado con el anterior). Mediante el uso del lenguaje
instauramos la vaguedad y la abstraccion y la precision falsa en nuestros procesos y perdemos coeficientes de realidad, acabando por pensar
al traves de las palabras, solo pensando en los sistemas y en los problemas que vienen definidos e impuestos por la inercia historica y'
con aquella formula que no viene del indagar sino de la tradicion
que los trasmite en el paralelismo, algo pueril, que cierta exegesis
percibe, entre los problemas y las soluciones. Pero l como arrancarnos,
como distinguir la parte del pensamiento en cuanto diferente de la
parte dellenguaje, ya que la conciencia tiende siempre a un lenguaje,
ya que alcanzar la conciencia de las ideas es asignarles una forma y
enunciarles? l Como evitar la inclusion, 0 la absorcion del pensamiento
en la palabra y escapar al prestigio de las ideas generales, 0 eludir
aquella imprecision que incluye cosas en un genero mas vasto, cosas y
generos que corresponden a los vocablos, a los terminos pre-existentes?
(Bergson) Yaqui es donde ha ocurrido la segunda revolucion: en
Jugar del pensamiento que recae en el ser inmovil, el pensamiento
del cambio; en lugar de pensar dentro de generos pre-existentes, el
retorno a una indigencia, el comienzo en contacto con 10 real, la aceptacion de la multiplicidad, de la pluralidad irreductible (137); eJ
esfuerzo del pensamiento 0 para comenzar, no importa don de, sin
orden pre-establecido, 0 haciendo, de cualquier cosa, de cualquier
objeto, un centro de exploraciones infinitas (138). Si aquella manera de
(36)
En el pre/acio, pero ell verdad es una parte principal
del "espiritu"
de esa obra,
y de toda su obra.
(37)
Le pluralisme
est donc l'affirmation
de l'irreductibilite
de certaines idees et de
certaines choses. L'interpretation
des choses et des idees par Ie moniste leur enleve toujours
de leur pllrete; il n'obtient l'unite qu'aux depens de l'unicite.
Le pluralisle
voudrait saisir
les choses en elles - memes, il voudrait trouver en elles des caraeteres parliculiers
qui les
separaraint
les unes des autres, qui les isoleraient.
(Les Philosophies pluralistes d'Angleterre
et d'Amerique
por Jean Wahl), pag. 243.
(38)
En BERGSON se reitera la idea, el proposito
de pensar cada cosa ; trascender
la
�pensar llevaba al pensamiento sistematico, lleva esta mas al pensamiento
aforistico; si se consolida la primera en el sistema de ideas, esta adelanta sus pasos hacia el hecho aislado, hacia el fragmento, y en lugar
del proceso de la inclusion incesante de las ideas, venimos a la nocion
de filosofia como descripcion de 10 individual, como intensificacion
en la finitud (139).
(La predestinacion de laberinto). - Los movimientos y los esfuerzos de la interpretacion, tienden si no se los vigila, al sistema.
Es, sin duda alguna, el sistema, aquella forma en que se elucido algo
de la realidad, en el choque primero de la subjetividad que quiso
buscar la correspondencia, la conexion intima mas energica entre el
mundo de los objetos y el mundo de las representaciones. Son pOI'
ello y pOI' 10 mismo, los sistemas, interrupciones de aquel pensamiento
que seguiria desolado en su fondo y solo ininterrumpido en el atisbo
que el hombre no quisiera que cesara, alejamientos de la vida profunda, imagenes necesarias pero que debemos concebir como transi·
torias, conscientes de la frustracion y del hiatus que nos hace romper
los limites de la experiencia de 10 conocido y volver a la vida (140).
(Hecho· cosa). - Comte carecia bastante de poderes de configuracion plastica. No se Ie descubre, pOI' ejemplo, solicitado pOI' los
hechos, pOI' las cosas. Las impresiones sensibles, el mundo pintoresco
(Bergson) , el mundo cualitativo que en su plena exterioridad intent an
describir, de modo diverso, un Whitehead, un Max Scheler, un Lawrence, las cosas como tales, que en su presencia y densidad atraen la
atencion de un Cezanne, de un Van Gogh (141), centros, poderes de
formnla del problema,
captada en 10 que es ella, en su singularidad,
en su cuaHdad propia.
La idea de que se puede empezar
a pensar por cualquier
parte, erigiendo
cualquier
cosa
en centro de exploracion
(en el sentido de la individualidad
solitaria,
0 en el sentido
de
13 reladon),
no es contraria, nos parece, al espiritu de so ensenanza.
(139)
Puntos de vista, estos, que, de algun modo, determinaron
Ia cavilaci6n esceptica
(adquiere
conciencia
al traves de la obra de Nietzsche).
Antecedentes
de ella, intentos
de preferir
la finitnd
a 10 infinito,
y la idea de que al traves de la capcion de 10 indio
vidual logramos una apertura en 10 concreto,
una labor asidua que no nos separa de Ia
experiencia,
se decIara en las filosofias
pluralistas,
e inspira Ia labor de Bergson.
Comle
sigue siendo, en cierto modo, un pensador
clasico;
con Ia sola diferencia
de que no Ie
interesa
el ser (pero tampoco la cosa);
pero de las filosoHas clasicas recibe la herencia
de los criterios de coherencia logica, de legalidad;
10 nuevo, si esto es nuevo, en el, es
la actitud negativa,
las interdicciones
que impone a 10 metafisico.
La via de las filosofias
deductivas en cuanto al uso 0 al eOlpleo de Ias ideas generales 0 abstractas, no es diferente
mientras que, Ia modalidad
de nuestro tiempo seria, en 10 subjetivo,
el pensar hasta hallar
la nota singular,
Ia diferencia
y en mantenerla·
en su aislamiento;
en 10 subjetivo,
en
pensar 10s hechos individuales.
En lugar de pasaje hacia una cOllcatenacion
de ideas, de
conceptos
y luego de sistemas,
en lugar de pasaje, adhesion
al centro
finito,
exploracion
en el centro finito, intensificacion
en el centro finito, en la cualidad propia de una idea,
de un sentimiento,
de un hecho.
(140)
El sistema omite. A causa de nuestra limitacion
somos llevados al sistema y a la
necesidad
de sospechar la actitud que 10 supere. Sobre sentidos de 10 sistematico:
L. Bruns·
chvicg, Spinoza. p. 41; Vaz Ferreira,
Fermentario, pags. 87 y 89; Valery. Presence de Valery.
(141)
Utilizaroos
resultados,
adquisiciones,
atisbos de Jean Wahl (Vers Ie concret y los
articulos
publicados
en Recherches philosophiques).
�absorcion del devenir (142), que dejan en la memoria una huella
de su paso y que son tambien centros de condensacion, fragmentos
poderosos, no despiertan en el tampoco rotaciones atencionales. Notese
que Comte no fue un investigador; ni tuvo, carecio "de la facultad
sublime de hacer comparecer ante si el Universo", ni siente luego la
nostalgia de sus perdidas, en el sentido de Nietzsche (causa 0 nostalgia
de belleza de Kierkegaard, de Proust), ni organizan ni determinan el
movimiento incesante del corazon y de las pasiones de que habla Max
Scheler (Ordo amoris). Las cosas, los hechos, no han logrado ningun
itinerario desde la sangre hasta el espiritu; ni fueron centros de
atraccion, computaciones concretas para su atencion, para su reflexion,
ni esfera de vibracion y percepcion de 10 efimero. Nunca insimia
Comte el movimiento de apropiacion que avanza hacia elIas, ni quiere
captarlas en su modo propio, ni el otro movimiento, en los senos del
alma, que qui ere levantarlas de 10 perdido y considerarlas de nuevo
en un esfuerzo de vivificacion que haga sentir la vida del espiritu
y sus poderes y capacidades de invencion y de suscitacion en 10 desconocido. De donde el que falte en Comte una experiencia metafisica
de 10 concreto, de la pluralidad, de la individualidad solitaria, de la
cosa aislada, como centro de exploracion, y la imposibilidad en que
estuvo de ser un verdadero hombre de ciencia, y un artist a, y un metafisico, y un mistico. Falta alIi una filosofia del espiritu y de la creacion. Cada pensamiento que se hace definitivo ahandona el momento
de la profundidad del universo y del desarrollo de la personalidad.
(Falta el estilo que seiiala la direccion de lo mas hondo). - Raya
o no vida religiosa en Comte, y yo creo que solo hubo conatos de ella,
es 10 cierto que no enlaza nunc a ni el estremecimiento, ni la alegria,
ni el atisbo de posibilidades que activen el proceso de vivificacion y
profundidad, ni aquella interioridad de expresion, aquel modo arcano
de aludir que situ an en la direccion de una experiencia real y que se
advierte en los grandes genios, sean 0 no religiosos.
(Personalidad y creacion). - A. Comte no concede ninglin valor
a la nocion de genialidad, de creacion; todo 10 supedita al concepto.
Pero la creacion es un requerimiento para reintroducir la vida en el
espiritu. l Como, sin ella, introducir 10 nuevo, suscitar la personalidad? (143).
(Complejidad del acto filosofico). - Toda filosofia parte del supuesto de que el universo es; de que hay un remanente, de sucesos, de
objetos, a los que el hombre no ha atendido; de que hay una realidad
(142)
Vease
los estudios
de Pierre
Berger
sobre
Blake
Cintroducciones
a Premiers
et
seconds livres prophetiques).
(143)
Solo salva una filosoHa
Comte, no hay consideracion
alguna
creadora
ni hacia
y la creacion
la personalidad
supone la personalidad,
ni hacia 1a creacion.
y, en
�que permanece inempleada; una novedad, entonces, algo que en eI
universo espera el gesto de la voluntad 0 de la invencion emotiva, 0 el
acto intelectual 0 intuitivo: una sonda hu:mana que capte los objetos
individuales y sensibilice las conciencias, y haga acrecer cl impetu de
crcacion, y evoque 10 posiblc, y quede con capacidad para engendrar
un dcvenir y producir la celeridad de las formas y la abncgacion de la
razon (144,) que percibe los contornos de 10 real, un pensamiento
inconmcnsurable, ya en la zona del conocimicnto de 10 dcsconocido, un
pensamiento no pens ante (Jaspers) .
(Sobre experiencia sentimental). - Los que han leido sobre todo
las ultimas obras de Comte, principalmente los pre/acios personales,
el tomo primero de la Politica positiva y otros pasajcs de esta obra,
habran notado cUlinreiteradamcnte, con que esfuerzo, se va definiendo
en Comte una experiencia de tipo sentimental; sofocada e informe en
la primera epoca de su carrera, acaso en el periodo de redaccion del
Curso en lucha con las propensiones racionales --el cierto racionalismo·
de Comte que toma en el caractcres muy particulares que es preciso
notar-, a raiz de su experiencia amorosa cobra mayor resalte, y, de
alguna manera, prevalece si no sobre la razon sobre el esfuerzo explicativo que Comte Ie subordina. En el Sistema de Politica Positiva
Comte descubre un reino humano superior, independiente, una especie
de a priori emotivo, centro motor subjetivo, que no esta estimulado
pOl' 10 divino, que tampoco esta alcanzado porIa naturaleza y que
es, sin embargo, centro de actos humanos, capaz de mejorar las operariones de las inteligencias y producir una elevacion practica, humana
e historica. Ese centro emotivo Ie sugiere la existencia, la capacidad de
promocion, pero no Ie sirve para profundizar en el conocimiento de
su hondura y en el alcance de una zona mas cierta de la experiencia,
y pocas veces se advierte tanto como el aguijon de 10 desconocido no 10
afecta, y como, cuando descubre 0 intuye el reino de lo meta/isico, no
penetra, no avanza por alli (de tal manera se ha consolidado en el
habito de la clausura) y vuelve sus pasos hacia un sistema que solo
retiene de la existencia los. aspectos y los momentos superficiales.
(Sobre la idea critica).
Se habla generalmente de la filosofia
como pensamiento critico. Como critic a la comprendia Kant; como
critic a la desenvuelve ahora y en estos terminos, Leon Brunschvicg:
"Un systeme qui suspend it un acte initial de foi, la legitimite de la
demonstration rationnelle, qui substitue it l'examen des antinomies
comme telles une solution dogmatique en faveur des theses, procede
evidentement d'une inspiration anterieure, et d'une inspiration contraire, it la critique kantienne". Y luego: "La philosophie kantienne,
en tant du moins qu'elle est esentiellement critique, est une philosophie
�de la re£lexion, du nachdenken; eUe ne procede pas d'une virtualite
anterieure a'sa prope constitution et ou seraient deja inscrits et
donnes les traits principaux de la conclusion; elle cherche laborieusement une synthese dont elle ne saurait prevoir ni comment, ni
meme si elle se produira" (145). Y, en ese sentido, se seiiala la labor
de independencia de la razon con respecto a sus contenidos, su espontaneidad acaso y los poderes que manifiesta, y los cuidados de no
constituirse y de no proceder de una virtualidad anterior a so pro pia
constitucion. Pero no se seiiala que el esfuerzo sup one la manifestacion
dcl pensamiento, el estremecimiento en el enfoque, y una renovacion
que no debe extenuar el contenido de la idea sino comprenderla en su
limitacion. Pero, mas hondamente, me parece ser un caracter del pensamiento critico, el avance hacia una plenitud que, 0 destruye el objeto
en su limitacion (no digo que destruya), 0 10 supera 0 Ie infunde
propiedades vivificas, sin dejar de lograr por ello una insercion en el
pensamiento, en el esfuerzo que enfrenta la existencia y cuyo abarcarniento tambien quisiera realizar al lograr una unidad de conciencia
ma~ vasta y en la presencia, inminente, que despierta 10 real.
(La certidumbre, el reclamo mas hondo). - 5i bien se piensa, el
objeto de la filosofia es pensar, abrazarse a 10 dado, reconocerlo en
sus particularidades, describirlo, hallar, tambien, las condiciones que
aseguren el usa de los habitos de analisis, y asi, y en cuanto a sus resultados, la filosofia funda - haZZa el fondo 0 confunde, infunde poderes, fuerzas de transfiguracion de los objetos, y se estimula con 10
real, y atiende al modo de los elementos. Pero, mas alla, el filosofo
quiere elucidar zonas de su alma, abrir a un senti do de la vida, hallar
un centro de emanacion de la novedad y despertar en la soberania del
espectaculo con poderes suyos, creadores y suscitantes, y enunciaciones
que Ie den conciencia de que no piensa la apariencia, de que no
·enuncia la apariencia - conciencia si, de que enuncia el ser (146).
(dPiensa la apariencia 0 piensa el ser?) - Una filosofia que renuncie a esa necesidad implacable y a ese requerimiento de hacer la
prucba de nuestra alma y la prueba de nuestro vigor, no podra darnos
j amas la mocion de 10 pensado; saber si pensamos la existencia" si'
movemos, y a que hondura, las ondas del ser, si somos 0 no victimas
de la realidad de la inexistencia. Y tampoco sabra de la originalidad,
de aguel movimiento de nuestra identidad que se vierte y proyecta
(145)
La obra de Ia filosofia
es critica esencialmente,
enseiia Dupn'el.
(146)
Se vuelve asi a la idea platonica
de Ia filosofia como vivificacion,
a la idea de
Navalis "como exploracion fraternal hacia el Mundo de Ios objetos" y despertar de 13 vocacion
human a que prefigure
su futuro el fntnro capaz de captar Ia futura presentacion
de 10
real hallado en oLra manera de 10 humano. Asi, Is filosofia
se cODvierte
en pensamiento
augural
y profetismo
del desarrollo,
y lIega al Iogro de su negacion
y a su momento
mas
alto, cuando 13 trasciende
Ia realidad desconocida
que 13 domina y constriiie
a pensar con
ignorancia.
/
�en la configuracion de las ideas, de las formas, en la actividad del
analisis, en el intento de dominar Los contornos enormes de la potencia
de lo desconocido que nos sofocan. Sin duda es el positivismo una filosofia que requiere el uso energico de la inteligencia; pero esta se
proyecta en la direccion de las conexiones y de la relacion. Como ac·
tividad critic a, y esto es un cuidado, pero no un cuidado del error, ni
un temor de haber generalizado, prematuramente, 0 de haber omi·
tido (147); la critica, en Comte, se vuelve para proteger el primer
perfil y el horizonte de la idea, y no es, de ninguna manera, el posi.
tivismo, una filosofia creadora. Comte define el acto filosOfico en terminos particularisimos de forzosidad gnoseolOgica; en su filosofia
como en su metafisica, el acto filosOfico aparece condicionado, es una
determinacion de la razon; 10 que irrumpiria como novedad al traves
de los poderes creadores del hombre es desestimado y concebido como
desorden (no sabe pensar en cualquier parte, no sabe pensar en cual·
quier cosa).
(Para servir a la elasticidad espiritual). - Aunque multiples y
variadas son las causas que podrian justificar la necesidad de la fi·
losofia, revelando de ella la eficacia historic a de sus beneficios, el me·
joramiento de las actitudes criticas, y el de las posibilidades y uso
de las potencias humanas que podrian hallar aplicaciones todavia
insospechadas 0 demudarse en el contacto cada vez mas amplio y mas
libre de los enigmas, por ahora y para que se comprenda inmediatamente, conviene recordar como la filosofia nos mantiene agiles, alert as,
en la percepcion de las ideas fundamentales acerca de la existencia,
en las reflexiones activas "que han de iluminar el sistema social d~
convivencia", y en aquel proposito de suscitar la originalidad solitaria
y hallar en si mismo aquel impulso que nos hace coincidir con el
fondo de la vida propia al tiempo que nos aleja de la inactividad del
lugar comun, de la premura esteril, de la impaciencia y de la exigencia del sistema, en que naufraga la personalidad, ya clausurada al
desarrollo, ya ajena al eterno mensaje de la vida y de la belleza (148).
(Apasionamiento). - Inutil parece tener que agregar el valor en
si de los sistemas, en cuanto ellos han significado un· triunfo sobre lo
inmenso, y la resolucion (inesperada) de un fondo de realidad desconocida. Inutil agregar, igualmente, como ilustran acerca de la forma
y limites que alcanza la desventura vital; inutil, todavia, ocultar su
(147)
Es a partir de una aetitud alerta, en el sentimiento
permanente
de Ia difieultad
y del obstaeulo y en el no olvido del problematismo
de Ia existeneia,
que debe ballar su
origen aquella aetividad
filosofiea
que, al volver a Ia solueion
descubre
y destruye,
mas
alIa de Ias efigies de Ia forma, Ios motivos eritieos que abren el cauce alas
aetividades
creadoras que advierten 10 desconocido,
interesados ya en Ia experiencia
en con stante protesta frente alas
solueiones
que Ia determinan
y fijan.
(148)
Quisiera baber destaeado, en este y otros textos, Ia idea segun Ia eual Ia filosofia debe tambien ser concebida como un esfuerzo de compensacion,
de complementacion,
por 10 mismo que todo pensar omite ...
�valor en cminto, al emanciparse, formas de aquellas mentes en que
cobraran origen y aliento, quedan clausurados al desarrollo y descubren los errores de la razon, 0 dan lugar entonces a que, del seno
de la vida, irrumpan nuevas excitaciones y partidas para el pensamiento solitario, y relaciones imprevistas, con otros aspectos del uni·
verso. Asi, la discontinuidad de los sistemas filosOficos y el cierre
hermetico que alcanzan en la forma, y la muerte que en la forma
tienen, dejan libre al hombre para que ensaye otras operaciones y
para que su inteligencia, 0 su sentimiento, 0 su voluntad, sean modos
tambien nuevos de retencion de 10 desconocido 0 hipotesis de la persona en el itinerario de su vida, hacia la vivificacion de la conciencia
que la piense.
(Hacia lo inverificable).
Todo pensamiento limitado y ya en
la forma limite que 10 alberga, debiera ser para todos la senal del
punto en que hemos escindido, de un proceso vivo e indiviso, la nota
que 10 interrumpe al abstraerlo y elevarlo a la categoria de idea. La
idea, hiatus entonces del pensamiento, debiera ser la imagen y eIrecuerdo viviente de algo que pensamos, 0 pensaremos con dificultad,
en el sentimiento de la indigencia primitiva. Si olvidamos que transcurre la vida en la experiencia abierta, que todo pensar omite, quedamos clausurados al desarrollo, y sin sentiI' ya las limitaciones,
perdido el sentimiento de relacion con un vago mas alIa, no nos
atreveremos a penetrar en la originalidad de 10 impreciso, revelados
en el sentimiento de direcciones nuevas y de sentidos nuevos de la
existencia ...
(Superar el limite de contracci6n). - En la metafisica, la actio
vidad creadora aspira a la integracion de los componentes y a mantener
]a intensidad de 10 real, y lucida, energica, el desarrollo de la personalidad. (Seria una expresion de la decadencia, una filosofia que se
guardara en la certidumbre de sus hallazgos y no experimentara su
limitacion, 0 si, en la misma limitacion, no hallara los motivos de
nuevos estimulos y de incitaciones que amplien el circulo de la
cxistencia. )
(Nostalgia de la perdida). - Una filosofia que carezca del sentimiento de la omision, de haber omitido algun suceso, de prescindir
de alguna fuerza, del poder pasado, 0 de su advenimiento en formas
nuevas, sera una filosofia no viviente, expuesta en los terminos de sus
ignorancias y de sus errores y de sus abstracciones opel'an do en la
indefinida libertad del no ser (149).
(149)
matizacion"
"La filosofia
(Whitehead).
no
puede
excluir
nada.
Asi,
no
es posible
que
parta
de la
siste·
�(La personalidad, una hipotesis accidental). - Es, ademas, solo
a partir del sentimiento de una personalidad que conoce su limite
porque conoce su desarrollo, y tambien del sentimiento de que existen
fuerzas creadoras, 0 zonas, en el alma, de excitabilidad y demudacion
de 10 dcsconocido, que puede descubrirse la limitacion, la frustracion
y escapar al dogmatismo, para no sentir mas el dogmatismo como certidumbre ...
(Exilio necesario). - Pero ese supuesto de omision, y de dogmatismo, esa fijeza, hacen sentir la ausencia y la necesidad de la relacion.
La ausencia y la necesidad, sentidas, de evocar, atienden al acaeci·
mien to; despiertan a 10 posible; y de esas situaciones, puede brotar
la exigencia explicativa, y el arte que, al elucidar, configuran un proceso y un limite. Y es de aquellas que nace el acto filosOfico que exila
en nostalgia de ser y de estar doquiera, y la relacion de ausencia, el
vinculo con 10 concreto, la exploracion y perdida en cualquier parte.
(Exigencia arcana). - Pero la nostalgia de estar y de relacion no
mero apetito de realizacion existencial, es logro de la presencia;
pero toda filosofia de la presencia puede caer en la abstraccion, de·
terminar la imposibilidad de la relacion y sustraer al desarrollo, si no
hace sentir la necesidad de crear, de amor que columbra la necesidad
de infundir otra consistencia a los objetos, 10 lleva a la sed de la sangre,
a la fantasia doliente, al vinculo y a su presencia inolvidable, puesto
en la esfera de los camhios, y proyectado a relaciones mas hondas. No
sentir la necesidad de relacion, es no sentir la necesidad de nacer, de
exaltarse, en los advenimientos de 10 concreto, en la reiteracion de 10
pasado, en la apropiacion de 10 futuro, oscilantes en el acto vivifico
del conocimiento.
e:;:
(La atencion acomodada al advenimiento). - Mas de 10 que se
piensa, en lugar de la admiracion y del asombro, la filosofia podria
nacer de la observacion; pero, de esta, capaz de remontarse al analisis,
y de volver, en la atencion, a la paciencia que juega con el acontecer
y que, al no separar de 10 concreto, vuelve a la vida, en la protest a
contra la idea que la piensa y limita, y consciente, al mismo tiempo,
del peligro que suponen la finitud cerrada y el sistema.
(Unidad pasiva, no unidad activa - palpitante). - La nocIOn de
unidad aparece en Comte; l'e domina; determina el caracter de su
pensar, expresa, antes de lograr la inquietud, el desasosiego, no muy
hondo, de su razon. Pero su unidad no es laborante; no es aquella
unidad de los que se sienten atraidos y tram an y enlazan aspectos de
la existencia (bajo la accion indefinida del destino) ; ni hay alIi sen·
timiento, nostalgia de complementacion de 10 pasado, ni gesto de apropiacion de 10 futuro ... No labra su unidad en el tiempo, en cl uso
�de 10 concreto. La unidad, aqui, es constituida, la traza la mano del
pensador, la requiere el sistema; no es el fondo hallado, no es ellimite
que no puede superarse; es el limite impuesto, el reclamo de la fa·
tiga, - es 10 absoluto que no quiere conocer y que enuncia y que teme
el fondo de realidades que la alterarian, que la exilarian.
(Unidad como limite impuesto). - Ni es la unidad tampoco del
critico, aquel proceso de pensamiento que autoriza la idea de cierta
regulacion de la existencia y que aparece como el compendio de 10
pensado ante la exigencia preclara del pensamiento que analiza. Sabe,
claro es, como hombre, que existe 10 inacabado, 10 inacabable; sabe
que el saber es precario y que es posible fijar un termino ultimo de
las adquisiciones y, de ese no saber, surge la renuncia del querer saber;
mas limita el esfuerzo y 10 proyecta entonces en el sentido de sus pre·
figuraciones, dogmatico, para hacer coincidir el orden de las verda des
y el orden de las existencias. Asi la unidad lograda se realiza dentro
de la limitacion; no es garantia de verdad; carece de validez metafisica; es una imposicion de su teoria del conocimiento.
(Enclaustraci6n del pensamiento y cierre hermetico de la ex istencia). - Una y mil veces y de todas maneras, hace Comte renuncia
de aquel afan metafisico que busca conexiones cada vez mas extensas
en la realidad 0 que intenta avances mas vehementes en el mundo de
]os ideales. Comte no concibe la filosofia como una hipotesis de
nuestro desarrollo; tampoco como una prueba de nuestro vigor; las
limitaciones y las interdicciones metafisicas; el sondeo, la necesidad
de explicar 0 de comprender 0 de alcanzar una conciencia de la igno.
rancia, no Ie afectan. EI positivismo no quiere volver mas lucida
nuestra representacion de la existencia, ni mas extensa ni mas honda
la inteleccion de nuestras ignorancias. EI positivismo es un estado de
suspension; no abandona al hombre a 10 desconocido; 10 desconocido
deja de ser un estimulante del pensar; 10 puramente humano se define
pOl' prohibiciones, pOl' vetos, pOl' certidumbres fatales.
(EI movimiento contra la vida). - A la nocion, al sentimiento de
una vida limitada al hallazgo de un limite de opacidad que otros pen·
sadores activos han encontrado, Comte opone la idea de un limite de
contracci6n; elimina el deseo de totalidad, la necesidad de integracion,
el requerimiento de una personalidad que, en la dolencia de su limite,
quiere amanecer a una conciencia mas honda de la vida.
(Limite que perdura). - La delimitacion de los problemas es superficial. No existe mas alIa de la esfera de claridad con que ]os
pensamos.
�
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Español
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Simples notas sobre acto filosófico y descriptibilidad de la experiencia metafísica.
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Se me perdonara que al exponer este plan reitere puntos de vista que me han inspirado en la enseñanza, bajo la sugestión de motivos que se relacionan con la formación del educando (de sus afectos, de sus voliciones, de sus pensamientos). Porque, en verdad, es el valor del alumno, del hombre, el que tiende a ocupar un sitio principal en mi pensamiento. Ello no quiere decir que no recurra o que prescinda, llegado el caso, de la exposición histórica 0 sistemática de los temas, o al confrontar las experiencias con los datos de la ciencia y de la cosmología; ni que dejare de derivar las consecuencias prácticas, buenas o funestas, de las doctrinas, determinando en cada caso los limites consentidos en la exposición pedagógica, 0 los impuestos por las limitaciones personales nuestras, y las reservas de sinceridad, por lo que no comprendemos e ignoramos.
Creator
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GIL SALGUERO, Luis E.
Source
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República. Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 137-206
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Facultad de Humanidades y Ciencias
Date
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1947
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Format
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Publicación Periódica
Language
A language of the resource
Español
Facultad de Humanidades y Ciencias
Filosofía
LUIS E. GIL SALGUERO
METAFISICA
-
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c0f566874a25a38f76cd9dd9ddf12c3e
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LEIBNIZ,
MATEMATICO
La Facultad de Humanidades y Ciencias ha resuelto conmemorar
el tercer centenario del nacimiento de Leibniz con la celebracion de
algunas pocas y breves conferencias que recuerden la ilustre personalidad del sabio aleman en sus principales caracterizaciones, y en
especial como filosofo y como matematico; pues pretender divulgar
en todos sus aspectos la complejisima figura intelectual de Leibniz
hubiera ultrapasado las posibilidades de una serie, necesariamente
muy limitada, de conferencias publicas.
"Leibniz matematico" fue el tema cuyo desarrollo se me confio.
Para mejor desempeiiar mi honroso cometido, me parece oportuno
empezar por recapitular los hechos mas importantes de la vida singularmente a cidentada de Leibniz.
En la infinita variedad de figuras geniales que han honrado al
genero humano a traves de la historia, destacanse dos layas de hombres, antagonicas en cierto modo: por un la.do, los que parecen haber
desarrollado sus maravillosas facultades en las mas diversas direcciones,
ya simultaneamente 0 en epocas sucesivas de su evolucion espiritual,
y otros que han crecido en un solo sentido, erguidos verticalmente
como arboles sin ram as, imponentes en su majestuosa desnudez.
Newton es un modelo casi perfecto del genio sin matices, profundo
pero unilateral.
Leibniz, en cambio, ha sido un poco de todo: filosofo, matematico, diplomatico, historiador, filologo, viajero, poeta, jurisconsulto,
fisico, bibliotecario, periodista, fundador de academias, etc., etc.,
ofreciendo asi a nuestra admiracion desconcertada el cuadro de una
prodigiosa eclosion de excelsas y casi contradictorias aptitudes dentro
de una existencia relativamente breve, cuyos periodos de actividad
productora se yen acortados por obra de frecuentes enfermedades
e infortunios.
Aunque el nombre de Leibniz es de origen eslavo (Lubeniecz),
todos sus antepasados conocidos fueron alemanes; su padre, Federico,
era profesor de Moral en la Universidad de Leipzig, y fue de su tercera
mujer, Catalina Schmeick, hija de un distinguido profesor de Derecho
de aquella Universidad, que nacio Godofredo Guillermo Leibniz el 21
de Junio de 1646. Vemos pues que los proximos antepasados de
�Leibniz, del lado paterno y del materno, ocuparon puestos de academicos y juristas, 10 que explica pOl' tradicion familiar su ingreso a
la carrera del Derecho. Leibniz fue un autodidacta extraordinariamente
precoz. La historia romana de Tito Livio, en latin, idioma para el todavia desconocido, acaba pOl' entenderla, despues de repetidas leeturas,
pOl' una especie de adivinacion, sin mas ayuda casi que los grab ados
que acompafiaban su texto. En la misma forma direct a, sin maestros, ni
gramaticas ni lexicos, llego pocos afios mas tarde a poseer el frances
y algo de ingles. En la rica biblioteca de su padre encontro al fin
donde saciar su sed de saber: Ciceron, Seneca, Plinio, Herodoto,
lenofonte, Platon, los historiadores de la epoca imperial, los Padres
de la Iglesia, fueron vorazmente leidos pOl' el incansable muchacho
de apenas doce afios, que asombraba ya con su ciencia a condiscipulos
y maestros.
Filosofo, fundamentalmente, es a proposito de un problema fi10sOfico que Leibniz parece haber tornado contacto pOl' primera vez
con una cuestion matematica. Su Dissertatio de Arte Combinatoria,
publicada en 1666, ha sido incluida con razon entre sus obras filo·sOficas. Contiene una larga discusion sobre los modos del silogismo,
y hay tambien en ella una laboriosa demostracion de la existencia de
Dios, fundada en un postulado, tres definiciones y cuatro axiomas.
Pero la parte matematica predomina; Leibniz, ignorante de la obra
de Pascal sobre el mismo tema, da a entender que sus predecesores
"Be·habian confinado al estudio de las combinaciones de n objetos de
dos en dos; llega a la formula para calcular el numero de tales comb"InaClones, a sab er
2
pero no genera I'lza, como ya I0 h ab'la
n en - ] ),
hecho Pascal, extendiendo el problema alas combinaciones de tres
en tres, de cuatro en cuatro, etc. Demuestra tamhien en ese trahajo
que el numero de pcrmutaciones de n objetos es igual a n! Enuncia
de paso el teorema que ahora expresariamos diciendo que, si a es un
numero entero, el producto(a-1) (a-2) ... (a-n) es divisible pOl' n! Esta
disertacion, escrita a los veinte afios, muestra ya en el precoz pensador
algunas de sus caracteristicas mas distintivas; vastas lecturas de numerosos autores y una marcada tendencia a sofiar con ideales imposibles, tras los cuales prodigo en vano tanto de su tiempo y de su poderosa actividad mentaL
No escasean los ejemplos de grandes filosofos que han sido a Ia
vez grandes matematicos: unos han pasado de la Matematica a la
F'ilosofia, como Enrique Poincare; otros de la Filosofia a la Matematic a (es el caso de Leibniz), y otros en fin como Descartes, han cultivado simultaneamente y con igual exito ambas disciplinas. En cuanto
a Leibniz, es de notal' que, despues de su primer contacto con aquella
ciencia, sus producciones en ese dominio se multiplican y son cada
vez mas importantes.
El desarrollo en serie de ~~-=l- }+{-
~+."debido
al celebre geo-
metra ingIes Gregory, parece haber sido redescubierto
pOl' Leibniz
�y comunicado por el a algunos de sus amigos, 10 que dio lugar a una
acusacion de plagio seguramente infundada. De este periodo, aunque
publicada mucho mas tarde (en una carta a Juan Bernoulli de 10
de Enero de 1714), es la interesante proposicion de que una serie
de term in os constantemente decrecientes en valor absoluto y alternativamente positivos y negativos, posee un valor finito.
La consideracion de un sistema de ecuaciones de primer grado,
10 conduce al descubrimiento de la teoria de las determinantes, que
tan fecunda habia de ser con el tiempo, en manos de algunos matematicos eminentes: Gabriel Cramer, Cauchy, Jacobi, Balzer, Gauss.
(Fue este ultimo quien bautizo con el nomhre de determinantes a estos
nuevos algoritmos). En su carta de 1693 (Acta Eruditorum, 1700) al
marques de L'Hospital, anuncio Leibniz por primer a vez este notable
descubrimiento.
Pero de una trascendencia incomparablemente mayor en el campo
de las Matematicas puras fue su invencion del Calculo Infinitesimal desarrollo metodico de un concepto nuevo y audaz destinado are·
volucionar los fundamentos mismos de la Ciencia.
La gloria de esta creacion no Ie pertenece a el solo, sin embargo.
En la primera edicion de los Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, en los cuales Newton emplea demostraciones de tipo exclusi·
vamente geometrico a fin de ocultar la aplicacion del Calculo de las
Fluxiones, instrumento matematico poderosisimo, que ya poseia de
muchos anos atras, el ilustre sabio ingles enuncia el discutido Escolio,
origen de una de las mas encarnizadas polemicas que registra la
Historia de las Ciencias:
"En el curso de la correspondencia que mantuve hace unos
quince anos con el eminente geometra G. G. Leibniz, habiendole
anunciado que yo estaba en posesion de un metodo para determinar
maximos y minimos, trazar tangentes y resolver otros problemas, metodo aplicable a cantidades racionales e irracionales, ocultando mi
descubrimiento en una transposicion de las letras que entran en la
frase: Data aequatione quotcumque fluentes quantitates involvente,
fluxiones invenire, et viceversa, me contesto aquel hombre ilustre que
eI tambien habia encontrado un procedimiento de la misma especie,
y me comunico su metodo que solo diferia del mio en las palabras
y en las notaciones".
Pero esta franca declaracion, que reconocia sin reserva el merito
original del descubrimiento de Leibniz, sufrio en la tercera edicion
de los Principia un cambio esencial astutamente disimulado. Con tal
subterfugio pronuncio Newton contra si mismo "una implicita, severa
condena que la Historia imparcial se ha apresurado a ratificar".
Los amigos de Newton llegaron a acusar de plagio al grande y
honesto pensador aleman, y ewton que no ignoraba 10 falso de la
acusacion contra el autor del Calculo Infinitesimal -muy
superior
a su Calculo de las Fluxiones, como obra de quien, ademas de con-
�sumado matematico, era profundo filosofodejo decir, y solo intervino, con toda mala fe, para nombrar 0 hacer nombrar en la Royal
Society una comision de compatriotas y partidarios suyos, la cual
sentencio injustamente en su favor, sin oil' siquiera a Leibniz, acreedor
a un mejor tratamiento, aunque solo fuera en su cali dad de miembro,
el tambien, de aquella docta corporacion.
Este odio enconado de Newton contra Leibniz persistio aun despues de la muerte de este ultimo, sin que 10 atelluara al menos, un
sentimiento de piedad, frente al duro destino de su rival, que aeabo
su vida (14 de Noviembre de 1716) solo, pobre, y tan cruelmente
olvidado de sus contemporaneos que el sitio en que fueron enterrados
sus despojos mortales quedo y permanece hasta ahora totalmente
desconocido.
Nadie Ie dedico un merecido recuerdo, con la excepcion casi
unica de la Academia Francesa, en una de cuyas sesiones publicas
Fontenelle pronuncio su Elogio Funebre. Otros elogios y ensayos biograficos de la epoca no son dignos de su excelsa personalidad. La
publicacion de sus obras se hizo esperar hasta fines del siglo pasado
y no puede considerarse completa. Las obras matematicas se editaron
en Berlin y Halle de 1849 a 1862 en siete volumenes bajo la direceion
de Gerhardt. (La biblioteca de nuestra Facultad de Ingenieria posee
un ejemplar de esta edicion). Pero, a pesar de 10 que promete su
titulo, esta coleccion solo contiene algunas memorias de Calculo Infinitesimal y aplicaciones mecanicas: nada que hubiera podido utilizarse en el presente trabajo.
Tal es, a grandes rasgos, la contribucion de Leibniz a la cieneia
matematica.
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Lic. Pablo Darriulat
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Leibniz, matemático
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La Facultad de Humanidades y Ciencias ha resuelto conmemorar el tercer centenario del nacimiento de Leibniz con la celebración de algunas pocas y breves conferencias que recuerden la ilustre personalidad del sabio alemán en sus principales caracterizaciones, y en especial como filosofo y como matemático; pues pretender divulgar en todos sus aspectos la complejísima figura intelectual de Leibniz hubiera ultrapasado las posibilidades de una serie, necesariamente muy limitada, de conferencias públicas.
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GARCIA DE ZUÑIGA, Eduardo
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República., Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 207-210
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Facultad de Humanidades y Ciencias
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1947
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Español
EDUARDO GARCIA DE ZUÑIGA
Facultad de Humanidades y Ciencias
GODOFREDO GUILLERMO LEIBNIZ
-
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9b1d14cf8a0847a13c15454238a8dc63
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LARRANAGA
PRECURSOR DE LOS ESTUDIOS SUPERIORES
Y DESINTERESADOS
EN EL URUGUAY
Por expresa resolucion del Consejo Directivo de la Facultad,
-adoptada
en el acto recordatorio del CLXXV aniversario del natalicio de Larrafiaga; acto realizado, en el transcurso de la sesion celebrada el II de diciembre ppdo., con canicter intimo, y por 10 tanto,
indudablemente, mas expresivo,- se dispuso publicar en el primer
mimero de la Revista un articulo evocando la ilustre personalidad de
don Damaso Antonio Larrafiaga.
El Consejero profesor Clemente Estable me encomendo la preparacion del articulo de referencia, -am able actitud que obliga mi
profundo reconocimiento, ya que constituye para mi una distincion
tan honrosa como inmerecida, - y antes de entrar de lleno en nuestro
cometido, debemos expresar que fue, realmente, despues de haberlo
aceptado, que nos' apercibimos 10 dificultoso que verdaderamente nos
result a escribir sobre Larrafiaga para la Revista de esta novel Facultad
contando con un breve plazo de tiempo y maxime cuando anteriormente ya nos hemos ocupado de tan atrayente como vigorosa figura
nacional, puesto que dada la alta jerarquia de esta Revista, entendemos imprescindible que debe procederse con originalidad en la
profundizacion y profundizacion en la originalidad, tal cual siempre
10 preconiza el propio Estable. Pero... dejando constancia expresa
de las circunstancias sefialadas, ponemos manos a la tarea.
Indiscutiblemente, a nuestro juicio, el homenaje que en esa forma
ha querido tributar nuestra Facultad de Humanidades y Ciencias a la
memoria del glorioso procer, es de bien precisa justicia por tratarse,
expresamente, no solo de un sabio puro y legitimo de nuestra tierra
que se caracterizo singularmente por su profundo y original talento,
por su infatigable laboriosidad y por su intenso amor a los estudios
desinteresados, sino tambien de uno de esos hombres superiores de
multiple y feeunda aeeion que, en forma admirable y digna del mayor
reconoeimiento, han eontribuido de manera prineipalisima a eonstituir
la patria eomo entidad moral y espiritual, eooperando con efeetiva
�amplitud a formal' y cimentar el contenido etico de nuestra nacionalidad.
A pesar de las arduas tareas y preocupaciones que, indudablemente, Ie exigieron el cumplimiento de los diversos y honrosos cargos
que desempefio con ejemplar dignidad en el transcurso de su brillante
carrera eclesiastica: Teniente Cura de la Matriz, Capellan de las Milicias de Montevideo y del Ejercito de la Reconquista, y Vicario Apostolico del Estado, -cuyas funciones, sin duda alguna, las ejercio como
"franco y liberal discipulo de aquel Jesus que predicaba su doctrina
en las calles y plazas, en los terrados y elevadas colin as a presencia
·de los pueblos; un discipulo de aquel Evangelio, que no quiere siervos, sino libres, y que no pide una obediencia ciega, sino un obsequio
racional; un discipulo de aquella Religion de amor y no de temor",
tal cual el mismo se tildo al pronunciar su profundo discurso en el
solemne acto de la inauguracion de la Biblioteca de Montevideo, Larrafiaga supo, dada la gran inquietud de su espiritu y su inmenso y
nunca desmentido amor a la patria, encontrar tiempo para dedicarlo
con gran provecho a otras multiples actividades de diversa indole y
en las cuales tambien se destaco en forma admirable, dejando obra
de alta jerarquia.
Como no podia menos de suceder, su potente inclinacion hacia
los estudios desinteresados 10 llevo tambien a preocuparse intensamente en la loable y compleja accion de acrecentar la cultura de
nuestro pueblo, y bien podemos afirmar que la supo enfocar en forma
acertada y con amplia vision de futuro, demostrando poseer conceptos
bien definidos acerca de los problemas de la ensefianza en sus diversas
etapas; no otra cosa, cuando menos, evidencian sus proyectos de gran
envergadura presentados al Senado, -de cuyo cuerpo formo parte en
el primer periodo parlamentario, 1830-1835- sobre el plan de estudios superiores, eclesiasticos, de medicina, de derecho, la Academia
Militar y Naval, la fundacion de la Universidad, etc.
Pero ya muchos afios antes de ese entonces, se venia ocupando de
los problemas de la educacion, acerca de la cual lie go a decir: "Tan
fiero como es el hombre segun la Naturaleza, otro tanto mas bello y
amable 10 hace la educacion...
Asi como el arado desmontando un
terreno esteril e ingrato 10 cubre bien pronto de deliciosas flores y
optimos frutos que embelesan con su vista y enriquecen a su amo, no de
otro modo hace la educacion al hombre la gloria de su pueblo y el consuelo de sus semejantes. Nada importa tener hijos si es para dejarl09
perder, quiero decir, que porIa educacion que trata Vuestra Excelencia de dar a nuestros jovenes, deberan estos mucho mas a Vuestra
Excelencia que a sus padres naturales. Mas estimo, decia un sabio a]
que me dio el vivir bien, que al que me dio de vivir solamente".
Asi, pOl' una parte, ya en 1815 "viendo con dolor los pocos progresos que hacemos en las ciencias y en los conocimientos en las artes
y literatura" propone la creacion de una Biblioteca PUblica "a donde
puedan concurrir nuestros jovenes y todos los que deseen saber", y
para la cual decia contar ya con libros de varios amigos que aplaudian
�su llliclativa, a los que agregaria casi todos los suyos a excepClOn de
aquellos que Ie eran de uso diario, ofreciendo, ademas, desempenar
gratuitamente la Direccion d~ la misma.
Bien conocidas eran sus aptitudes para un cargo de esa naturaleza tan de acuerdo a sus inclinaciones y conocimientos y pa1-a el
cual, pOl' otra parte, contaba el honroso antecedente de haber ejercido
primero la Subdireccion y luego la Direccion de la Biblioteca de
Buenos Aires; viniendo al caso senalar que en el Museo de la Plata,
se exhibe la figura mas antigua del esqueleto del Megaterio, expuesta
con la siguiente leyenda: Dibujo hecho en Buenos Aires pOl' el teniente
Pizarro y dedicado pOl' el Pbro. Don Bartolome de Munoz al bibliotecario pUblico don Damaso Antonio Larranaga.
Como no podia menos de ocurrir, el Cabildo aprobo de inmediato
la iniciativa de Larranaga, y Artigas Ie escribe desde Paysandu expresandole " ... ojala cada uno de los Paysanos propendiese con la
misma eficacia de ser util a su Pais. Acaso el empeno de Ud. sea un
estimulo a los demas, y, esto mismo, los empene a multiplicar sus
afanes en obsequio de la felicidad publica". EI 26 de Mayo de 1816
se inauguro la Biblioteca pronunciando Larranaga su magnifica Oracion inaugural, que, en realidad, no constituye otra cosa que un fiel
exponente de su vigorozo talento y de sus vastos conocimientos tanto
en las ciencias, como en las letras.
Ademas, pOl' otra parte, en el informe que Ie fuera requerido ell
1820 acerca del proyecto de creacion de una Academia de la Educacion, Larranaga expone en forma magistral sus amplios y profundos
puntos de vista acerca de la forma en que debia encararse, en ese
entonces, la ensenanza media, bien podemos decir, en nuestro pais.
Mucho podriamos agregar sobre el mismo, pero nos bastara con senalar
expresamente la gran diferencia que fuel'a de toda duda existe entre
el luminoso informe de Larranaga y el que presentaron las otras personas a quienes tambien se les requirio su opinion sobre tal Academia.
POl' fin, y siempre en este terreno, debemos recordar su fecunda
actuacion desde 1820 al 24 en favor del sistema lancasteriano de educacion mutua, cuya implantacion en nuestro pais constituyo Ull gran
adelanto para la instruccion primaria.
Tambien es digna de destacarse la vasta accion que Larranaga
desarrollo en favor de la proteccion social de la infancia en nuestro
pais, la que merecio el siguiente juicio del Dr. W. Piaggio Garzon,
emitido en una conferencia correspondiente al curso de Perfeccionamiento del Instituto de Clinica Pediatrica e Higiene Infantil (ano
1943), cuyo tema 10 fijo en la siguiente forma, bien sugestiva pOl' cierto: "Larranaga, vidente iniciador de la proteccion social del nino en
el Uruguay". " ... si Larranaga no hubiera hecho en su vida mas que
preocuparse porIa suerte de los ninos ahandonados de nuestro pais,
ya habria realizado bastante para consagrarse como figura historica
de primer plano y para dade un gran titulo a los ojos de la posteridad,
senalandolo al recuerdo de las generaciones, como paradigma de una
gran voluntad puesta al servicio de la mas noble de las causas".
�Autor del proyecto de supresion de la pena de muerte en nuestro
pais, Larranaga 10 funda en un expresivo discurso lleno de profundos
conceptos que evidencian por otra partl, ademas, sus hondas convicciones democraticas, siendo asi que no podemos escapar a la tentacion
de transcribir algunos de sus pasajes:
"El Sr. Tracey, uno de los profundos filosofos del dia, acaba de
hacer la muy importante y filantropica mocion de la abolicion absoluta de la pena capital, en la Camara de Diputados de la Francia, de
ese nuevo Areopago, no menos respetable que el de los Griegos y cuyas
decisiones hacen estremecer todos los tronos de Europa. Una sola revolucion del gran pueblo Frances, extendiendo sus oscilaciones lusta
este Continente, produjo nuestra Independencia y nues~ra libertad, y
despues de 40 anos en que aun todavia se sentian sus agitaciones, otra
nueva y mas gloriosa se ocupa de restituir al hombre el ultimo complemento de su dignidad. Ella quiere que el pueblo soberano, sea tan
inviolable como los reyes".
" ... lMas yo pregunto ante todo, si nuestra justicia liberal y
filantropica quiere conservar todavia el titulo odioso y abominable de
vindicativa 0 vengadora, y si estos no son unos sentimientos innobles
para los corazones republicanos? Precauciones, senores, no venganza.
Una policia bien arreglada, y no castigos espantosos, deben ser los
principios fundamentales de nuestra justicia. Poner a los reos en la
imposibilidad de obrar mal y sujetos a unas penas que puedan mejorarlos, que puedan hacerlos utiles a la misma sociedad a qui en han
ofen dido".
" ... Los despot as ponen en movimiento todos los resortes y no
faltan filosofos y venales oradores que apoyen a 108 tiranos, en sus
ultimos atrincheramientos; y el terror y las amenazas mismas de la
muerte, no es el menos de todos sus recursos para sustentar este poder
exterminador" .
"Not ad, en fin, senores, que las leyes que proponen la pena capital no son obra nuestra, que son unos codigos indigestos, llenos de
mil imperfecciones y dictados por el absolutismo".
" ... Y si ahora mismo quereis suprimir el segundo articulo, la perpetuidad de las penas, yo, fortificado con vuestras luces, experimentare
en ello la mas dulce sensacion. Vosotros, senores, que sois patriotas,
l Creeis que es poca pena estar privado un ciudadano de su libertad
por 8 0 10 anos? Eso 10 piensan los esclavos y los tiranos; pero un Republicano cree que la libertad, es el mayor don del cielo, y que, por
consiguiente, su privacion debe considerarse la pena mas terrible".
" ... Concluyo, pues, senores, de todo esto, que la religion sacrosanta, la razon eterna, y el inspirado amor de la Patria, condenan la
pena capital, permitiendo solamente represiones, no venganzas; muerte
civil, no fisica".
Por demas interesante nos resultaria entrar en referencias acerca
de otro importante aspecto de la vida de Larranaga: su actuacion como
directo colaborador de Artigas, pero entendemos que si bien no escaparia del todo a nuestro cometido, escapa al menos a la brevedad del
�tiempo de que disponemos, ya que resultaria imposible la consulta de
la documentacion pertinente.
Con todo creemos oportuno, transcribir algunos parrafos de una
carta que Larraiiaga envio a Artigas en 1815, - que, como hien 10 dice
Rafael Algorta Camuso en su interesante ohra "Don Damaso Antonio
Larraiiaga. Apuntes para su hiografia", permite deducir el temple del
Cura de la Ciudad:
"Si los chismes y emulacion de algunos individuos ha prevalecido
tanto en el animo de Vuestra Excelencia que se halla disgustado que
yo este de Cura en Montevideo y Vicario General no hay para que
Vuestra Excelencia de tantos rodeos ni que falte a la atencion dehida
y ni a la huena educacion, ni acarrearse tantos enemigos para quitarme,
cuantas son las personas que me aprecian entre nuestros Paysanos que
fueron los que se empeiiaron en que yo fuese. Yo mismo 10 solicitare.
Basta que Vuestra Excelencia me diga que no Ie gusta y estamos del
otro lado. Esta sera la causa por la que podra recihir al Provisor. A
mi tampoco me gusta, pues he hecho mas empeiios para no serlo como
otros han hecho para conseguirlo".
"Ya dehia Vuestra Excelencia conocer mi genio. Yo soy patriota
sin ser charlatan; y cuando esa turha de charlatanes que hay en el dia
estaha metida en un rincon, ya Vuestra Excelencia y yo eramos Patriotas. Yo fui de aquellos pocos que con frente serena sostuvo los derechos de America en los primeros Cahildos de esta Ciudad, cuando
nadie se atrevia a manifestar su opinion; fui arrojado de la Plaza: me
mantuve fuera a pesar de mil ofertas: por cierto que 10 deje todo
cuando sali con solo mi hreviario dehajo del hrazo. Despues aca he
sostenido a Vuestra Excelencia en la disputa con Sarratea y por cierto
que me huho de costar hien caro en Buenos Aires, alIi tuve varias
sesiones con el gohierno muy largas y creo que nadie hahlo con mas
lihertad, porque el homhre de hien no teme decir la verdad, y cuando
la dice Ie respetan".
" ... Espero que Ud. me hahlara con la misma franqueza con que
yo Ie hago, pues esto no impedira a que yo sea siempre su admirador".
Pero, es evidente, que la mayor parte del tiempo que Larraiiaga
podia disponer 10 dedicaha al cultivo de la ciencia pura, de esa ciencia
que, -como hien 10 afirma Frenguelli,- es filosofia, ideal, alma, forma
misma de la vida de que todos somos participes y que~ nacida desde
que el homhre, dirigiendo su mirada contempladora a la tierra y al
cielo, pudo reconocer la maravillosa sucesion de fenomenos fisicos y
hiolOgicos en su derredor, fue siempre constante anhelo de los puehlos
en afanosa husqueda de su mejoramiento espiritual; ocupandose preferentemente de las ciencias naturales y mas en particular de la zoologia, hotanica, geologia y paleontologia, en las cuales llego a destacarse en forma neta, siendo reconocido como una de las maximas
autoridades de su tiempo en America, por celehres sahios europeos
que viajaron por ella y que cultivaron su relacion, pudiendo apreciar
no solo su inmensa ohra, sino tamhien sus admirahles condiciones personales.
�Respecto a las investigaciones originales que Larraiiaga realizo
en los entonces campos virgenes de las ciencias naturales de nuestro
pais, en los dificiles momentos que precedieron a su definitiva organizacion politica y en las precarias condiciones que es facil imaginarse
"retirado en estos pueblos de 13; America del Sur, en que apenas llegaba
algun libro de la Historia Natural y en donde ningun naturalista habia
fijado una vista cientifica" -como el mismo 10 destaco-, y cuyos
resultados pOl' desgracia para el y para el Uruguay no logro publicarlos,
10 que realmente disponemos son aquellos pocos manuscritos, bastante
desilvanados pOl' otra parte, que fueron publicados entre 1922 y 1930,
bajo la denominacion de "Escritos de don Damaso Antonio Larraiiaga"
y que abarcan mas de 1250 paginas de nutrido texto y no menos de 266
laminas acerca de los cuales en anterior ocasion hemos hecho la siguiente reseiia.
La perdida de la mayor parte de tan valioso material se debe a
desgraciadas circunstancias de diversa indole. Ya en vida, Larraiiaga,
-segun confeso eI mismo al Dr. Florencio Varela,la mejor parte
de sus manuscritos los habia cedido a la Bibl.ioteca Publica "10 que
en vez de haber sido util, dio margen a la vicisitud de los tiempos para
que tales cosas hayan desaparecido en su maxima parte cuando menos".
Fuera de toda duda, ademas del ambiente que en aquel entonces
imperaba en nuestro pais, otras multiples causas se confabularon para
que Larraiiaga no pudiera llevar a la practica sus propositos de reunir
y publicar sus estudios; propositos que llegaron a preocuparle tan inten samente que en 1818 escribia a Bonpland:
" ... Pero cuando reunire estos grandes materiales? Tendre tiempo
para colocar estas hermosas y delicadas piedras que ya estan labradas
y cinceladas? Me morire sin tener la dulce complacencia de dejar perfeccionado este suntuoso templo al autor de la Naturaleza, para hacerme acreedor a que me reciba mas benignamente en sus tabernaculos? Lo temo mucho, ya que ten go 46 aiios y no veo terminal' a los
desordenes que nos impiden entregarnos a nuestros trabajos predilectos.
Si al menos viera yo el termino de tantas desgracias publicas y privadas que me embargan los sentidos y abaten mis fuerzas".
Aiios despues, en 1825 0 1826, llego a perder completamente la
vista, lamentable desgracia que si bien no Ie impidio continual' su fructifera labor en varios otros campos de su actuacion, debe haber influido
poderosamente para impedirle llevar a cabo sus nobles propositos
cientificos.
Fallecido Larraiiaga en 1848, sus manuscritos restantes quedaron
abandonados en los altos de su quinta hasta 1859, en que tres de sus
sobrinos se dieron a la ardua tarea de ordenarlos, pero, justamente,
en ese entonces, el Dr. Andres Lamas se intereso pOl' su consulta, siendo
autorizado para disponer de ellos. Como no podia menos de suceder,
Lamas quedo asombrado de la significativa obra cientifica que, todavia inedita, contenian aquellos manuscritos, los que clasifico y ordeno con todo entusiasmo con la idea de proceder a su inmediata
puhlicacion, pero desgraciadamente tan loable proposito no pudo llevarlo a la practica.
�Con todo, Lamas, al igual que otros distinguidos compatriotas que
tampoco lograron sus propositos en el mismo sentido, tuvieron la
virtud de sembrar al menos, 10 que mucho tiempo despues, se empezo a cosechar paulatinamente.
Asi el Dr. Carlos M. de Pena, a quien Lamas habia acordado el
privilegio de mostrarle los principales manuscritos, ya en 1890, escribia al profesor Arechavaleta, con motivo de su designacion para
dirigir el Museo Nacional:
"Entre los primeros hombres de ciencia en Sud·America, puede
sustentar la Republica con orgullo a Larranaga. Un hombre que se
carteaba con Bonpland, con A. de Saint-Hilaire, con Freycinet, con
Humboldt, con Cuvier; solicitado para comunicar a la Academia de
Paris sus cuadros de clasificacion; las dos mil descripciones en su
"Diario de Historia Natural"; sus estudios geograficos y etnograficos;
sus observaciones meteorologicas y astronomicas; docto en lingiiistica;
estimulado por Cuvier al estudio de los fosiles; citado por este en su
obra sobre las "Revoluciones del Globo"; dedicado a estudiar la {ormacion geologica de los terrenos del Rio de la Plata; autor entre otros
opusculos de ciencia y literatura, de un "Anuario Rustico", merf~ce
bien el dicta do de sabio, y que su memoria y sus trabajos en la historia del pais pasen de generacion en generacion, como un legado
glorioso; como una ensenanza elocuente; un ejemplo y un estill'_ulo
para los que se sientan con aptitudes para la labor intensa de la ob·
servacion de la ciencia".
Aiios despues, en 1894, Arechavaleta al publicar el primer tomo
de los Anales del Museo, los inicia con una magnifica Introduccion,
debida a la admirable pluma del Dr. de Pena, en la cual se relaciona el
brillante pasado: Larranaga - Vilardebo - Berg, y reproduce, con un
prefacio suyo, la significativa "Memoria Geologica sobre la formacion
del Rio de la Plata, deducida de sus conchas fosiles", estudio que Larranaga escribio en 1819 y que bien puede afirmarse recien entonces
llego a ser conocido en el ambiente cientifico.
Hace 22 anos, el siempre bien recordado en todos 10s ambientes
de nuestro pais, Dr. Alejandro Gallinal, con un gesto muy suyo y que
tanto honra su memoria dirigio una nota al Dr. Eduardo Acevedo,
}'residente del Lnstituto Historico y Geografico, ofreciendo costear la
edicion total de las obras de Larranaga que se publicarian por intermedio de esa benemerita y ya centenaria institucion; nota de la que
reproducimos los dos primcros parrafos, los que, demas esta decirlo,
son bien ilustrativos:
"Hace varios anos tuve el honor de presentar a la Honorable Ca·
mara de Diputados un proyecto ordenando la publicacion de los escritos del Padre Larranaga. El proyecto fue sancionado y es ley de la
Nacion desde 1915, peru los escritos de Larranaga permanecen ineditos. Razones notorias de patriotismo, de cultura y hasta de gratitud
patriotica, exigen imperiosamente la publicacion de esos manuscritos.
para salvar del injusto olvido en que yace, la obra benemerita de aqllel
ciudadano insigne, obrero de la ciencia nacional".
�"No es posible que cuando llegue el centenario de nuestra independencia, permanezcan todavia ineditos y sometidos a la accion destructora del tiempo, los escritos de los primeros compatriotas que, en
los albores de la nacionalidad, entre las incertidumbres de epocas azarosas, pusieron las piedras angulares de la cultura patria".
En esta forma fue como salieron a luz, en edicion nacional, los
"Escritos de don Damaso Antonio Larraiiaga" que, fuera de toda
duda, inspirara analisis detallados de muchas de sus partes, comprendiendo 3 tomos y un Atlas dividido en dos partes.
El tomo I, aparecido en 1922, se inicia con la consabida Introduccion, la que realmente contiene una serie de interesantes e ilustrativos datos. Sigue el "Diario de Historia Natural" que abarca, con
algunas interrupciones, el periodo 1813 a 1824, comenzando con la
siguiente nota firmada pOl' Larraiiaga el 1.0 de Enero de 1813:
"Pasan de 900 las descripciones y mas de 1.000 las clasificaciones
que tengo hechas siguiendo a Linneo".
Nota de alto valor documentario y que, indudablemente, tiene la
virtud de expresar tanto en tan pocas palabras.
En dicho "Diario" Larraiiaga anotaba observaciones diversas de
verdadero interes, como asi tambien las descripciones de las plantas y
animales que iba estudiando, existiendo infinidad de especies nuevas.
Luego continua el "Diario de la Chacara (con observaciones) ", el
cual comprende con varias lagunas los aiios 1818 a 1823, conteniendo
'Observaciones diarias sobre Meteorologia (presion atmosferica, temperatura, viento, lluvias, etc.) y tambien anotaciones relacionadas preferentemente con los cultivos de su chacra.
Pero nadie mejor que el profesor Luis Morandi para opinar acerca
de la labor de Larraiiaga a este respecto. Y -dijo el profesor Morandi:
"Larraiiaga comprendia la gran importancia de las observaciones
meteorologicas llevadas de consuno con las explotaciones agricolas.
Durante unos cuarenta aiios las realizo, a su manera, en su chacra en
los suburbios de Montevideo, dejando de ellas anotaciones en sus
apuntes diarios. Desgraciadamente de sus cuarenta aiios de observaciones, que ignoramos si fueron continuadas y regulares, solo pudimos
tener un momento en nuestro poder las relacionadas a unos pocos aiios,
y aun estas con excesivas lagunas. De las condiciones tecnicas del instrumental empleado, de su instalacion y observacion nada se sabe, ni
se deduce de los manuscritos consultados. Los datos se acompaiian a
menudo con sagaces observaciones sobre la marcha del tiempo con
re1acion a los cultivos. La falta de tales informes y la dispersion de
los manuscritos donde se consignaban las notas meteorolOgicas, no han
permitido sacar de ellas el provecho cientifico que de ellas podia
esperarse, sobre todo al tratar de averiguar, con algun fundamento
dentifico, si nuestro clima habia sufrido notables cambios; topico del
que se ocupo en su oportunidad el suscrito. Es curio so como Larraiiaga
procedio a la fabricacion del primer pluviometro que funciono regularmente en Montevideo; su "deposito" consistia en una damajuana
y su "receptor" era un simple embudo de trasegar vino".
�Y concluye el tomo I con sus "Apuntes y Ohservacione8 de Histori a Natural, hechos en Rio de Janeiro en 1817", cuya lectura permite
constatar, una vez mas, las magnificas cualidades de eximio ohservador y descriptor de la Naturaleza, que, forzosamente dieron un sello
particular alas obras de Larraiiaga.
En el tomo II, publicado en 1923, se han incluido aquellos manus·
critos que se refieren exclusivamente a Botanica y Zoologia.
La Botanica lleva la descripcion de 200 generos con gran cantidad
de especies incluidos en las 24 Clases que componen el Sistema Linneo.
Es digno destacar el insuperable orden que impera en toda la
exposicion, escrita con alto criterio cientifico y llena de valiosos datos
no solo descriptivos, sino tambien comparativos; pero dejemos al Botanico del Museo de Historia Natural, Diego Legrand, el juicio correspondiente, formulado en su ilustrativo articulo sobre "Evolucion de
la Botanica en el Uruguay":
"La admirable presentacion de nuestras plantas con sus caracteres
genericos y especificos, y las correspondencias en los diversos sistemas
de clasificacion asi como datos farmacolOgicos, etimologicos, etc., y de
observaciones tan sencillas como justas y bien fundadas, eran suficiente
para hacer de esa obra la base de nuestra Flora, destinada a dar de
inmediato magnificos resultados para la evolucion de las ciencias naturales, adelantandonos mas de 50 anos en el progreso de las mismas.
Quizas mas de 1.000 especies de nuestro pais llevarian el nombre de
Larraiiaga como autor".
Luego sigue el Sistema de Jussieu, con los caracteres de las 15
Clases que comprende, ordenes, generos, etc., al que continua un
"Extracto de la Botanica" de Rousseau; concluyendo con una lista
de las plantas existentes en el pais y cuyo estudio se encuentra en su
Botanica. Tan interesante como practica lista, comprende mas de 220
plantas con sus respectivos nombres vulgares, latinos y franceses, figurando ademas la Clase y Orden en que se encuentran incluidas.
El resto de este segundo tomo comprende la Zoologia, que se inicia
con una serie de observaciones sobre la Clasificacion del Reino Animal,
como asi tambien sohre Anatomia y Osteologia Comparadas.
Siguen dos Cuadros con la clasificacion de los Mamiferos segun
el sistema de Cuvier, pero con sus caracteres acomodados al pais; el
primero se refiere a los del Rio de la Plata y el segundo, a los de
nuestro pais, exclusivamente; respecto a los cuales Bonpland se expreso en los siguientes terminos, bien expresivos pOl' cierto: " ... Vol·
vamos a sus sabios e interesantes Cuadros. Cada vez que los miro, 10
que sucede frecuentemente, mi admiracion aumenta y creo que usted
haria una cosa uti! a su gloria cientifica, haciendolos publicaI' en
Europa".
A continua cion va la parte correspondiente alas siguientes Clases:
Ii) Mamiferos, II) Aves, III) Anfibios, IV) Peces, V) Insectos y VI)
Vermes, Gusanos; no pudiendo menos de llamar la atencion que todo
el correspondiente texto figure en latin y no en espaiiol, como los
restantes trabajos, inclusive los de Botanica.
�El Dr. Garihaldi Devincenzi, ex-director del Museo de Historia
Natural, que sin duda alguna fue otro de los distinguidos naturalistas
uruguayos que, dehido alas precarias condiciones en que le toco actuar,
no pudo rendir todo 10 que por sus aptitudes y dedicacion huhiera
sido capaz, en la reseiia historic a de su trahajo "Mamiferos del Uruguay", menciona los 20 generos y 42 especies descriptas por Larraiiaga en el periodo 1812-1815, agregando:
"La ohra de Larraiiaga, aun puhlicada en nuestra epoca, tiene
para el investigador un gran interes; ella nos indica la frecuencia
relativa de las especies y la existencia de algunas actualmente extinguidas. Es por esta razon y tratandose del primer naturalista uruguayo, que juzgamos conveniente volver a puhlicar el texto de este
capitulo; homenaje que dehemos al autor, ya que nuestras relaciones
hihliograficas nos han revelado que la distribucion de la edicion citada
(se refiere a los "Escritos"), no ha cumplido la primera condicion
de su puhlicacion, que consistia en hacer conocer en el amhiente
cientifico del mundo, el meritisimo esfuerzo de nuestro procer".
En 1928, el profesor de Parasitologia de la Escuela de Veterinaria, Dr. Enrique G. Vogelsang, con el significativo titulo: "El primer ensayo de Parasitologia platense. Los parasitos de Larraiiaga",
se ocupa del estudio de las descripciones de ecto y endoparasitos,
realizadas por nuestro primer naturalista, con el fin primordial no
solo del interes historico, sino tamhien de apreciar los parasitos conocidos en nuestro pais a principios del siglo pasado.
Y concluye el segundo tomo con dos interesantes listas, una con
los nomhres de los animales expuestos taxomonicamente, y otra referente a los nomhres griegos de las especies, empleados por Linneo.
El tomo III, puhlicado en 1924, comienza con la "Memoria Geologica sohre la formacion del Rio de la Plata, deducida de sus conchas fOsiles", trahajo que segun tenemos entendido, es el unico que
no permanecia inedito, ya que fue puhlicado por vez primera en 1879
por Lamas en la "Revista de Ciencias y Letras" de Buenos Aires, y
luego en 1894, por Arechavaleta, en el primer tomo de los Anales
del Museo de Historia Natural.
En segundo termino contiene el "Diario del viaje desde Montevideo hasta el Puehlo de Paysandu", en el cual no solo narra una
relacion muy amena del viaje efectuado entre el 13 de mayo y el
26 de junio de 1815, sino que tamhien hace infinidad de acertadas
y minuciosas ohservaciones sohre zoologia, hotanica y geologia, respecto al cual, el distinguido Phro. Baldomero M. Vidal puhlico en
1930, y con los auspicios del Ateneo de Paysandu, una interesante
edicion popular del mismo, con anotaciones propias.
Luego siguen varios escritos de diversa indole, entre los cuales
citaremos el "Compendio del Idioma de la Nacion Chana"; la soherbia "Oracion inaugural para la Biblioteca de Montevideo", llena de
profundos conceptos, expresados en admirahle estilo; el "Informe
sohre la Academia de la Educacion", que encierra tan sugestivas como
acertadas ohservaciones; y la "Correspondencia" que contiene algu-
�nas cartas de y para: Artigas, Mawe, Gomensoro, Bonpland,
Hilaire, Freycinet y Sellow.
Saint-
Por fin, los llamados "Escritos de Larraiiaga" comprenden, ademas, un Atlas formado por mas de 266 laminas, incluidas en dos
partes, y que corresponden a los dibujos en su gran parte coloreados,
hechos por el propio Larraiiaga, de una extraordinaria cantidad de
especies animales y vegetales, como asi tambien de algunos restos
fosiles de gran importancia.
EI objeto de tales dibujos no pudo haber sido otro que el deseo
de Larraiiaga de documentar griifieamente sus trabajos con laminas
confeccionadas por sus propias manos.
La Parte I, aparecida en 1927, se refiere exclusivamente a Botanica y comprende 135 laminas, de las cuales solo 37 aparecen con las
leyendas originales.
Es de seiialar, que ya al aiio siguiente de su publicacion, tales
dibujos fueron objeto de un estudio por parte del Dr. Guillermo
Herter -botanico
de larga y fecunda actuacion en nuestro pais-,
el que con cl titulo: "Los dibujos de Plantas de don Damaso Larraiiaga" comprende un ensayo nomenclator, gracias al eual podemos
saber que corresponden a 132 especies, de las cuales solo 3 quedaron
indeterminables, correspondiendo las 129 restantes a ] 03 generos incluidos en 51 familias.
La Parte II del Atlas se publico en 1930 y contiene 131 laminas,
de las que solo 32 figuran con las leyendas origin ales, y que corresponden a Zoologia y Paleontologia, existiendo, ademas, una Carta
Esferiea del Rio de la Plata y un Mapa de nuestro pais.
Las laminas de Zoologia incluyen dibujos de Insectos, Peces, Anfibios, Reptiles, Aves y Mamiferos; y las de Paleontologia abarcan
las nueve planchas comprendidas entre los mimeros XI y XX.
Debemos destacar que dos de esas ultimas, las laminas XI y XII
que corresponden a la pOl·cion distal y proximal, respectivamente, de
un tubo caudal perteneciente a un Desdentado Acorazado de la Formacion Pampeana, tienen especial interes cientifico e historico, ya
que constituyen el "geno-tipo" de Zap hilus larrafiagai. En efecto, el
gran seiior de la Paleontologia e indiscutiblemente una de las mas
ilustres figuras de la ciencia argentina, Florentino Ameghino, a quien
Lamas Ie habia mostrado los dibujos de Larraiiaga, en su notable
obra "Contribucion al conocimiento de los Mamiferos fosiles de la
Republica Argentina", escrita bajo los auspicios de la Academia Na·
cional de Ciencias de ese pais, para presentar a la Exposicion Universal de Paris de 1889, hace el estudio correspondiente.
En las restantes laminas de Paleontologia, todas ellas pertenecientes tambien a restos fosiles de los grandes mamiferos del Pampeano, figuran diversos restos correspondientes a porciones de un
tubo caudal y caparazones de Gliptodon, y de Daedicurus; molares
de Stegomastodon y el esqueleto de Megatherium.
De tal manera los "Escritos de don Damaso Antonio Larraiiaga",
�importante publicacion que ya hace sentir imperiosa necesidad de complementarla en forma debida, no constituye, en realidad, otra cosa
que un palido reflejo de la vasta y notable obra comprendida por Larraiiaga, en los albores de nuestra nacionalidad, en el estudio de los
tres reinos de la Naturaleza, que en forma tan admirable se complementan mutuamente, sin ser ninguno superior a los otros. A pesar de
10 cual, ella permite formarnos un juicio certero acerca de sus sobresalientes condiciones de investigador original, de profundo y fino observador perseverante de la sublime madrc Naturaleza, el mas grandioso entre todos los Libros y aquel en el que, irremediablemente, la
inmensa mayoria de los hombres estan llamados a actuar simplemente
como meros espectadores pasivos, logrando solo unos pocos intervenir
tambien, en parte, como actores.
Tales son las cualidades que en forma tan brillante perfilaron
indiscutiblemente la personalidad cientifica de Larraiiaga, cuya reconocida grandeza de espiritu es concorde con el bello pensamiento de
Estable: "La originalidad sin la cultura es poca originalidad; la cultura sin la originalidad es poca cultura. .. Las dos hacen la grandeza
del espiritu".
Respecto a su amplia y valiosa labor en Ios siempre atrayentes dominios de la Zoologia y de la Botanica, - labor que constituye una
inmensa parte de sus "Escritos" colmada de vividas observaciones, lIen a
de acertadas referencias y enriquecidas por innumerables clasificaciones
y magistrales descripciones, - solo nos permitiremos destacar, una vez
mas, que la contribucion importante que ella realmente significaba
como investigacion original para la ciencia en la epoca en que fue realizada, quedo puesta bien de manifiesto nada menos que por un sabio
de la talla del glorioso Bonpland, quien no solo se mostro profundamente admirado de todos sus trabajos, expresando " ... son inmensos.
Exceden, me atrevo a afirmar, a toda idea exagerada que pudiera haberse concebido; es increible que Ud. solo, en el pais, entregado al
estudio de la Historia Natural, sin guias, sin libros, haya podido Ud.
reunir tantos objetos diferentes y clasificarlos como 10 hecho"; sino
q,ue mostro tambien su verdadera impaciencia por hacerlos conocer al
mundo cientifico, instandole reiteradas veces a publicarlos "a fin de
que toda Europa haga justicia a sus meritos y a los esfuerzos que Ud.
ha hecho por una ciencia tan amable ... "; y llegando finalmente a
proponerle escribir en coiaboracion la Historia Natural de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, habiendole expresado anteriormente
que el objeto de su venida a esta parte de America, era el enviar inmediatamente desde aqui manuscritos a Europa y empezar a publicar la
Historia Natural de la misma, pero que no remitiria nada hasta conocer sus intenciones, pues "yo sabria con desesperacion, que publicaba
sin su asentimiento trabajos a los que Vd. tiene mil veces mas derecho
que yo, y que por 10 demas considero como de su propiedad".
Pero aun dejando de lado a esos importantes trabajos, las ya expresadas cualidades de Larraii~ga, - que dieron un sello tan personal
a sus actividades cientificas,- se evidencian con la sola consideracion
�de parte de su breve, pero brill ante, actuacion en los campos de la
Geologia.
En efecto, en su "Memoria geologica sobre la reciente formacion
del Rio de la Plata, deducida de sus conchas fosiles" nos encontramos
con conceptos de alta originalidad cientifica para la epoca en que fue
escrita, alIa por el aiio 1819; epoca del predominio casi absoluto en
los principales ambientes cientificos del mundo, de la teoria catastrofica de Cuvier, la que, como bien sabemos, sostenia que los cambios
observados en la sedimentacion eran fruto de repetidos gran des cataclismos, 0 revoluciones terrestres, que destruian todos los organismos
existentes, resurgiendo luego la vida organica por nueva creacion.
Asi, en unos parrafos del trabajo de referencia - que por 10 visto
tam poco se ha podido publicar completo debido, quiz a, a la dispersion
de algunos de sus manuscritos, - dice Larraiiaga:
"Los geologos no se contentan con esto. Admiten otras inundaciones parciales en ciertos terrenos que se distinguen por sus diferentes compuestos. Cuvier y Brongniart en las dichas canteras (se refieren alas canteras de cal y yeso en las cercanias de Paris) y Hericat
de Thury en las catacumbas de aquella nueva Roma han distinguido
11 formaciones parciales y mas de 70 camadas que altern an por sus
compuestos marinos y fluviatiles ... "
"Estas formaciones tienen tambien sus terrenos analogos en otros
reinos de Europa. Mr. Webster leyo una muy interesante Memoria
que se ha publicado en el 2.° volumen de las Transacciones de la Sociedad Geologica de Londres, en que presenta igual serie de formaciones en Lnglaterra".
"Pero nosotros no creemos necesarias tan repetidas revoluciones
y grandes catastrofes del Globo para la explicacion de estas formaciones como quieren Cuvier y Brongniart; asi porque se advierte en
ellas alguna mezcla simultanea de producciones marinas y fluviatiles,
como porque suponiendo por una sola vez -dice Thury- que el mar
ocupo aquellos terrenos, las aguas duIces que ocuparon su lugar, pudieron ir haciendo diferentes depositos de estos residuos del mar".
"De un modo igualmente sencillo y aun mas natural podemos explicar la formacion de estas camadas de conchilla marina que se encuentra en nuestro pais en las riberas de este gran Rio".
"Yo pudiera recurrir a esa causa lenta, silenciosa y general que
hace retirar los mares de ciertas costas y avanzar sobre otras".
De don de se desprende claramente que Larraiiaga no solo rechaza
de plano la teoria catastrOfica, impuesta con todo el enorme peso de
su maxima autoridad cientifica por el precursor de la Anatomia Comparada y fundador de la Paleontologia de los Vertebra dos, y que durante muchos aiios mas fue ardientemente sostenida por sus mas destacados discipulos, sino que tambien se muestra partidario, en cambio
de una accion lent a y general.
Pues bien, el moderno principio del actualismo, - establecido
principalmente por Lyell durante el tercer decenio del siglo pasado
y que reemplazo con positivas ventajas a la antigua teoria catastrofica
�de euvier ya que habiendo sido fundamentalmente elaborada sobre
un pequeno mimero de hechos basados particularmente en observaciones no de caracter general, sino mas bien de in£luencia local, con
los progresos alcanzados rapidamente pOl' la ciencia no podia menos
que estar en manifiesta contradiccion con muchos hechos geologicos
y con las modernas doctrinas de formacion de los seres vivientes
que tienen uno de sus mas solidos puntales en la paleontologia, - explica, como bien 10 sabemos, la formacion de la Tierra pOl' cambios
lentos, paulatinos, repetidos casi insensiblemente en larguisimos periodos de tiempo, admitiendo que en el pasado de nuestro planet a
no se han presentado procesos que no exist an en forma analoga 0
igual en la epoca actual, y permitiendo explicar, tambien satisfactoriamente, muchos hechos revelados pOl' las pacientes investigaciones
paleontologicas.
Asi, la gradual renovacion de las faunas, pOl' la evolucion de los
organismos al modificarse el medio ambiente en el transcurso del proceso evolutivo de la formacion de la Tierra; la extincion de muchos
seres, porque al variaI' las condiciones del medio, si bien muchas especies han podido sobrevivir modificandose y adaptandose a las nuevas
condiciones impel' antes, otras, en cambio, dotadas de menos £lexibilidad
organica, han sucumbido pOl' su incapacidad para amoldarse a ellas;
los cambios bruscos de faunas que constituian uno de los fundamentales puntos de apoyo de la teoria cuveriana, pOl' la aparicion y desaparicion de las barreras naturales para la dispersion de los seres vivientes, regulando como en la actualidad la distribucion de los mismos.
Luego el conccpto de una causa lenta, silenciosa y general, emitido pOl' Larranaga, -y que en su debida oportunidad debera ser objeto de un minucioso analisis retrospectivo,tiene, indiscutiblemente,
una especial significacion cientifica, siendo pOl' 10 tanto de particular
interes para la historia de las ciencias en el Uruguay.
En cuanto a su actuacion en la paleontologia que, como bien sabemos, le dio cierto renombre en el foco principal de los comienzos
de esta ciencia, -que desde ese entonces ha ido progresando en forma
verdaderamente sorprendente, ampliando paulatinamente su interesante campo de accion, hasta llegar abarcaI', no solo el estudio de la
infinidad de formas extinguidas en ambos reinos de los seres vivientes,
sino tambien el de las estrechas relaciones que, naturalmente, existen
entre esos organismos y las condiciones esencialmente mutables del
medio fisico,- muy poco dicen sus "Escritos", en cuyo texto apenas
si constan algunas que otras ligeras referencias a los fosiles, en su
mayor parte relacionadas con simples traducciones fragment arias de
algunas descripciones.
Sin embargo, la presencia de esas 9 laminas de dibujos hechos pOl'
Larranaga y ya senalados en el Atlas, es bien significativa, puesto que
indudablemente, sino todas, algunas de ellas, constituyen valiosos documentos graficos de su directa intervencion en el estudio de los mamiferos pleistocenicos de la singular e importante fauna del pampeano
del Rio de la Plata, -que tan grandes y nuevos horizontes deslumbro
�para la paleontologia,- algunos de cuyos tipicos representantes eI fue,
evidentemente, cuando menos, el primero en descubrirlos y en hacerlos conocer al gran Cuvier, figura en la cual, bien podemos afirmarlo, estaba concentrada en esa epoca toda la ciencia paleontologica
de los vertebrados.
Desgraciadamente el desconocimiento actual de muchos de sus
manuscritos correspondientes a comunicaciones, como asi tambien de
gran parte de su correspondencia cientifica, nos impiden, al menos
pOl' el momento, saber si Larranaga tambien fue el primero en describir a esos importantes mamiferos fosiles; punto este que no dudamos
podni ser dilucidado una vez que se realicen pacientes investi~aciones
en los distintos archivos, publicaciones, etc., donde puedan existir indicios de hallarse parte de sus escritos aun ineditos.
Asi, pOl'un lado, sabemos, pOl' amable comunicacion de Raul Montero Bustamante, que en los archivos del Museo de Historia Natural
de Paris se encuentran diversas comunicaciones y materiales enviados
pOl' Larranaga, y acerca de los cuales, en anterior ocasion hemos destacado ya la gran necesidad de conseguir, cuando menos, copias fotognificas de tan valiosos documentos, cuyo conocimiento, insistimos, se
hace verdaderamente imprescindible para poder valorar en su justo
significado la obra del primer sabio y naturalista que, cronologicamente hablando, produjo no solo el Uruguay, sino tambien el Rio
de la Plata, ya que, como bien sabemos, el ilustre Dr. Francisco Javier
Muniz (1795-1871) esta considerado como el primer sabio y naturalist a argentino, hallandose su nombre ademas brillantemente ligado
a la aurora de la paleontologia rioplatense.
Y pOl' otra parte, tambien conocemos ciertas referencias acerca
de diversos trabajos sobre restos fosiles del Uruguay emprendidos pOl'
Larranaga a instancias del propio Cuvier; entre otros, uno sobre una
muela de tamano extraordinario, una memoria sobre el Dasypus, etc.,
punto este que oportunamente esperamos poder aclarar, como asi
tambien el paradero de la valiosa coleccion de restos fosiles de nuestro
pais, que Larranaga dono al Museo Nacional, institucion en cuya fundacion y organizacion trabajo activamente.
Pero, ademas, Larranaga fue, indudablemente, el primero en
aplicar el conocimiento de esos interesantes y atractivos elementos que
la Naturaleza nos brinda para introducirnos en el estudio de los vel'daderos archivos de la Historia de la Vida y de los autenticos documentos de la Historia de la Tierra, -ya que en realidad ese y no otro
cs el verdadero significado de los fosiles,- para hacer deducciones de
caracter paleogeografico, cuando menos en esta parte de America.
En efecto, esos depositos, hoy llamados Querandinenses, plenos de
subfosiles, -tengamos
presente que el concepto de fosil involucra
a todo resto 0 vestigio de un organismo cualquiera, animal 0 vegetal,
que ha vivido exclusivamente en epocas geologicas. anteriores a la
actual, reservandose la denominacion de subfosil para aquellos casos
en que se trata de organismos que persisten en la actualidad,- fueron
10 que Ie permitieron desarrollar su trabajo, al que nos hemos refe-
�rido anteriormente, y lIegar a la siguiente conclusion: La formacion
del Rio de la Plata es reciente, eI es el autor de esos depositos y los
ha hecho con sus propios materiales.
En forma concreta, pues, podemos afirmar, que indudablemente
al Uruguay Ie cupo la gloria no solo de que los primeros estudios superiores y desinteresados, -los que pOl' ser tales involucran investigacion
original,- que se hicieron en el pais, constituyen de pOl' si, indiscutiblemente, la obra de un gran sabio, sino tambien, la de que ese gran
sabio haya sido uno de sus propios hijos.
Con todo debemos tener presente, que si bien es cierto que Larrafiaga no pudo publicaI' sus trabajos, no es menos cierto que algunos de los resultados de sus principales investigaciones originales y
de sus minuciosos estudios sobre la flora y la fauna, como asi tambien
sobre los primeros mamiferos fosiles conocidos en el Uruguay, los dio
a conocer a destacados sabios franceses de su tiempo, de ahi que, a
nuestro entender, pacientes busquedas e investigaciones podrian lIegar
a permitirnos conocer a ciencia cierta la efectiva contribucion que
ellos puedan haber aportado a esos ilustres hombres de ciencia, de
brillante actuacion en la primera mitad del siglo pasado.
Y ahora antes de concluir, nada mejor que reproducir el juicio
que acerca de la personalidad de nuestro procer emitio Estable, -----{;on
la elocuencia que 10 caracteriza- en el profundo discurso pronunciado
al procederse a la colocacion de la piedra fundamental para el nuevo
edificio del Instituto de Investigacion de Ciencias BiolOgicas, acto
que tuvo lugar el 6 de octubre de 1944 y que no priede ser menos que
considerado como un magno acontecimiento para el progreso cientifico
del Uruguay, puesto que sefiala el punto de partida de una nueva etapa
que, a no dudarlo, asegurani amplios y efectivos horizontes para los
investigadores de nuestro pais.
"En cualquier momento de la Historia, muy dificil es ser en verdad un hombre. Y mas, mucho mas, en los tiempos de Larrafiaga, pues
Ie toco actual' en tres estadios evolutivos criticos de nuestra nacionalidad: el de la Colonia en transito a la revolucion latinoamericana, el
de las luchas de la independencia y el de la libertad y albores de nuestra constitucionalidad. Para ser un hombre en esas tres formas de
vida, habia que ser muchos hombres. .. y Larrafiaga no solo fue un
hombre, sino un gran hombre. Precursor lucido y cultisimo, admirable
hombre de estudio y de accion, fue un cruzado de nuestra 1ibertad
politica y mental. Si Artigas es el primero en la fundacion de nuestra
nacionalidad, Larrafiaga viene inmediatamente despues: entre Artigas y eI, nadie".
"Naturalista de imperativa vocacion, propulsor de todas las formas
de la cultura en el amanecer de nuestra independencia, iniciador, en
nuestro pais, de .la investigacion original, afirmaba que no podia lIamarse sabio quien ignorase a Ciceron, a Tito Livio, a Virgilio, a
Horacio. .. y exhortaba a los orientales a estudiar en el libro y en la
Naturaleza, marchando el delante con la descripcion de mas de mil
�especies de los tres reinos, en medio de las mas serias preocupaciones
de su ministerio".
"Gran espiritu, Linneo de si mismo, se clasifico de franco y li·
heral discipulo de aquel que predicaha sus doctrinas por las calles,
con resplendor divino".
"jFelices los puehlos en cuyos homhres de accion hay un
sahio! ...
lNo es huen signo que eso haya ocurrido en nuestro Uruguay
no hien pudo decidir politicamente de su rumho?" ...
Si en 1944, al ocuparnos de la ohra naturalista de Larraiiaga, expresahamos desde la Catedra "Historia de Cultura Uruguaya" del Instituto de Estudios Superiores: Y finalizamos nuestro cometido, formulando los mas ardientes votos, -que no dudamos seran compartidos
por todos los orientales que se ocupan por el progreso cientifico y
cultural de nuestro pais,- para que el centenario de la muerte de
nuestro primer sahio y grande naturalist a, que se cumplira el 16 de
Fehrero de 1948, es decir dentro de 3 aiios y meses, pueda ser con·
memorado dignamente con la ereccion de su tan hien ganado monumento, en un lugar privilegiado de nuestro principal parque, suavemente acariciado por el viento y rodeado por el perfume de las flores
Y' el canto de los pajaros, es decir, por los propios elementos de la
Naturaleza que eI tanto amo, cancelando asi, aunque solo sea en parte,
la sagrada deuda de gratitud que el puehlo uruguayo, y por 10 tanto
su gohierno, dehen a su esclarecida memoria, que fuera de toda duda,
constituye una de sus mas puras glorias.
Ahora, en los comienzos del aiio 47, no podemos menos de agregar que, contando ya nuestra Universidad con este centro de cultura
superior dedicado exclusivamente a la enseiianza de humanidades y
de ciencias puras, no dudamos que la fuerte personalidad cientifica y
humanista de Larraiiaga sera recordada, tamhien, en la magna fecha
del centenario, -no digamos ya de su muerte, sino mas hien de la
desintegracion de su cuerpo, ya que por tratarse en ve'rdad de un
gran homhre no se puede hahlar precisamente de muerte, puesto que
su espiritu supo conquistar la gloria del hrillo perenne de la inmortalidad-, no solo con la puhlicacion de especializados estudios analiticos de su vasta produccion cientifica en la entonces virgen Naturaleza del Uruguay, sino tamhien con un magistral enfoque de conjunto de su fecunda y hrillante actuacion en los distintos amhientes
de nuestro pais, durante el critico periodo de su evolucion que Ie
toco vivir, y que supo vivirlo tan intensamente.
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Publicación periódica
Contributor
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Lic. Pablo Darriulat
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Larrañaga : precursor de los estudios superiores y desinteresados en el Uruguay
Description
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Por expresa resolución del Consejo Directivo de la Facultad, adoptada en el acto recordatorio del CLXXV aniversario del natalicio de Larrañaga; acto realizado, en el transcurso de la sesión celebrada el II de diciembre ppdo., con carácter intimo, y por lo tanto, indudablemente, más expresivo,- se dispuso publicar en el primer número de la Revista un articulo evocando la ilustre personalidad de don Dámaso Antonio Larrañaga.
Creator
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MENDEZ ALZOLA, Rodolfo
Source
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República..
Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 211-227
Publisher
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Facultad de Humanidades y Ciencias
Date
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1947
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Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
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A language of the resource
Español
Type
The nature or genre of the resource
Publicación Periódica
DAMASO ANTONIO LARRAÑAGA
Facultad de Humanidades y Ciencias
-
http://humanidades-digitales.fhuce.edu.uy/files/original/99974dcd3c0a9b3fc99e049338f75029.pdf
0cb4bbc2045ffd2b86357bde19ae7b44
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Los Origenes de la
Filosofia del Derecho y del Estado
El presente estudio no es una monografia sino un fragmento de
una obra de conjunto que abarca la filosofia del derecho y del estado
en la antigiledad greco-latina, y en sus ultimas intenciones quiere
llegar a ser una historia completa de esta disciplina. No se cuando podre dar cima c[ mi labor, pero como Las partes ya redactadas son el
resultado de una rigurosa y exhaustiva busqueda hecha sobre Las
fuentes mismas, Las doy a publicidad pensando que quiza puedan
colmar una laguna de la literatura contemporanea, especialmente de la
de habla espanola.
Para determinar el material a recoger me he guiado por Los resultados de mi "Eieletica y aporetica del elerecho" a saber: que el problema filosofico del derecho y del estado no consiste en determinar
su concepto, sino en investigar sus fundamentos. Por consiguiente
comprende todo lo referente a:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
valores de la comunidad, su materia, sus relaciones jerarquicas, su puesto en el conjunto de Los valores;
la relacwn del derecho positivo y Los valores;
la justificacion del derecho;
el puesto del derecho y del estado en la jerarquia de Los
bienes;
la vigencia del derecho;
el equivalente politico de Los valores.
Todo pensamiento que verse sobre uno de estos temas pertenece
a nuestra historia y por lo tanto, se expone y se vincula con sus antecedentes y consecuentes.
Pero el criterio de la aporetica ha servido solo para fijar el horizonte de la indagacion (que por cierto ha resultado considerablemente
ampliado respecto al hasta ahora percibido) y de ningun modo como un
lecho de Prokusto, que solo hubiera conducido a desfigurar el pensamiento de cada autor. He dejado que este se desarrollara libremente
de acuerdo a su problematica historica y a sus internas conexiones.
La exposicion se hace preceder en casi todos Los casos de un
resumen de lo que cada autor piensa acerea de lo absoluto y del hombre, debido a la vinculacion que general mente tienen estos temas con
Los nuestros.
�HOMERO. - EL POLITEISMO ANTROPOMORFICO
Y EL ETHOS DE LA VALENTIA
Los poem as homericos -el mas antiguo testimonio de la cultura
griega- no contienen filosofia alguna del derecho y del estado. Ni
siquiera encontramos en ellos reflexiones aisladas sobre alguno de esos
temas. No acusan ninguna conciencia de problemas. En actitud ingenua, el aeda canta hazaiias de heroes y dioses; pero al cantarlas,
va descubriendo una concepcion del mundo y de la vida que ofrecio
el punto de partida para toda ulterior reflexion. filosOfica, constructiva 0 critica. Por eso nosotros no podemos prescindir de ellos.
La religion y el ethos que rigieron en el siglo de la guerra de Troya
han de constituir el antecedente necesario que nos permitira comprender y apreciar plenamente los mas antiguos pensamientos filosOficos sobre la justicia y las leyes, la paz y la comunidad politica
que, desenvolviendose y complicandose paulatinamente, condueiran
a doctrinas de amplia envergadura y metodica fundamentacion.
La religion homerica se fundaba en un politeismo antropomorfico.
Hay una pluralidad de dioses, entes con poder ineluctable sobre las
cosas y los hombres, entes con figura humana de enormes proporciones y de ambos sexos, que sin embargo se distinguen esencialmente
del hombre porque son inmortales gracias al ikor, fhiido misterioso que
en vez de sangre corre por sus venas. En 10 demas los dioses son semejantes a los hombres. Hera, Hephaistos, Afrodita, Hermes, Athenea,
Ares y los demas inmortales comen y duermen, gozan y sufren, luchan
entre ellos, incluso pueden ser heridos 0 engaiiados. Zeus es el dios
supremo, que habita en el Olimpo con los otros dioses. Pero su supremacia no radica en ninguna esencial diferencia con los demas. Es el
supremo porque es el mas fuerte, como eI mismo intent a demostrarlo
con el argumento de la cadena. Todo gira en torno suyo (1). Aqui se
advierte desde ya un exponente del ethos homerico que hemos de
volver a encontrar: la fuerza constituida en el valor supremo.
A pesar de su poder, Zeus goza de jurisdiccion limitada. Solo
manda libremente en la tercer a parte del mundo: en el cielo y sobre
la tierra. Poseidon Ie discute el dominio del mar, y Hades rein a sin
obstaculos en los infiernos (2).
El mundo y el hombre estan gobernados por esos dioses, no segUn
un orden fijo de leyes causales ni segu.ll un plan de acuerdo a fines
preconcebidos, sino en virtud de los decretos de voluntades personales,
momentaneas y cambiantes. "La Divinidad es quien 10 dispone
todo" (3). El gobierno del mundo es, pues, el dominio de 10 arbitrario.
Entretanto, los dioses inmortales no son eternos. Ellos, que no
pueden morir, han sido engendrados, han tenido un comienzo en el
0) Od. V, 3 5.
(2) II. XV, 187 y
(3) II. XIX, 90.
55.
�tiempo. La rudimentaria teogonia homerica nos dice que provienen
de Okeanos y de Tetis Madre (1). Por otra parte, el poder de Moira
-del Destino- se alza incluso sobre los decretos del mismo Zeus,
que no puede modificar las decisiones de aquella misteriosa entidad.
Los dioses olimpicos, pues, no son 10 Absoluto. Conviene destacar, que
la religion homerica es una religion en don de el objeto de creencia
y adoracion es algo que no es 10 Absoluto. En los momentos decisivos
de la vida los heroes de las epopeyas no ofrecian a Okeanos 0 a Moira,
sino a Zeus, a Poseidon 0 a Ares, la "hecatombe perfecta", supremo
acto del culto.
Junto al politeismo antropomorfico encontramos en Homero una
concepcion tnigica de la vida. En el universo existe el mal como fe·
nomeno y fuerza indestructible, que el poeta ha personificado en la
diosa Skylla, monstruo de doce patas y seis bocas, que devora todo
cuanto a su alcance se coloca. "Es un mal eterno!" (2). La existencia
humana aparece nimbada de negras tintas. "Los dioses condenaron a
los miseros mortales a vivir en la tristeza" (3). "Sohre la tierra no
hay nada mas debil que el hombre" (4). "No hay un ser mas desgraciado que el hombre entre cuantos respiran y se mueven sobre la
tierra" (5). La muerte inevitable es consider ada como un mal y la
vida, un corto plazo en el que cada uno ha de cumplir con su tarea,
aunque directamente conduzca hacia aquel termino. "Ya se -dice
Aquiles- que mi destino es perecer aqui, lejos de mi padre y de mi
madre; mas con todo eso, no he de descansar hasta que harte de combate a los teucros" (6).
EI permanente estado de guerra en que vivian los heroes tenia que
hacer permanente tambien el pensamiento de la muerte y el senti do
tragico de la existencia. Sin duda que hay una supervivencia personal
en el Hades, pero lejos de ser una ascension a un estado mejor que el
de la vida terrenal de azares y combates, es, por el contrario, un descenso a una vida amenguada que constituye un estado de infelicidad.
"Cierto es que en la morada de Hades queda el alma y la imagen de
los que mueren, pero la fuerza vital desaparece por completo" (7).
Los muertos son sombras impotentes que se lamentan de su estado (8).
Son "cabezas sin fuerza" (9). Al Agamenon que ve Odiseo "no Ie
queda ni fuerza ni musculo" (10).
Entre los heroes hay much os que tienen un rasgo divino. Algunos
tienen sangre divina, pues nacieron de la union de dioses y mortales.
Aquiles es hijo de Tetis y biznieto de Zeus. Eneas es hijo de Afrodita.
Herakles, de Zeus. Telemaco y Pisistrato Nestorida pertenecen a la
(1) II. XIV, 20l.
(2) Od. XII, 118.
(3) II. XXIV, 525.
(4) Od. XVIII, 130.
t5) II. XVII, 446 y 55.
(6) II. XIX, 421 y 55.
(7)
II. XXIII, 103 y 55.
(8) II. XXIII, 69 y 55. Od. XI, 489 y
(9) Od. XI, 49.
(10) Od. XI, 392 y 55.
55.
�raza de Zeus (1). Otros son llamados "divinos" como Odiseo y Orestes,
o "deiformes" como Sarpedon, 0 "emulos de los dioses" (2). Estos
heroes forman, asi, un grado intermedio entre la pura divinidad y la
mera humanidad. Y sin embargo, el refuerzo divino que integra su
constitucion vital no los exime del termino fatal de la existencia. La
sangre puede mas que el ikor!
Pero los hombres, que tienen todos un comun destino en la muerte,
han sido dotados en la vida con diferentes capacidades naturales. La
desigualdad natural entre los hombres es nitida y explicitamente declarada: "La divinidad a uno Ie concede que sobresalga en las acciones
belicas, a otro en la danza, al de mas alIa en la citara y el canto,
y Zeus pone en el pecho de algunos un espiritu prudente, que aprovecha a gran numero de hombres" ... (3). "No es posible que un
hombre sea diestro en todo" (4) .•
Segun Favorino, Anaxagoras dijo que Homero compuso sus poemas
para recomendar la virtud y la justicia (5). En 10 que a la justicia
se refiere, podria verse una confirmacion de esta tesis en el desarrollo
de ambos poemas. Los aqueos son derrotados mientras Agamenon
perdura en el entuerto cometido contra Aquiles. Odiseo, despues de
mil vicisitudes, mata a los PreteRdientes, que han dispuesto de su hacienda y querian arrebatarle la esposa. La justicia punitiva -la exigencia mas urgente contenida en la idea universal de la justiciaestaria ahi realizada. Pero esta es una orientacion enganosa. Homero
no siente ninguna preocupacion porIa justicia. Es claro que el hecho
de que la palabra olXYjo,uv1j
no se encuentre jamas mencionada nada
significa. Se trata de la cosa, no del nombre. Pero, de hecho, son muy
raros los pasajes en donde puede verse una mencion 0 alusion a esta
idea. Menciono los. mas favor abIes. Zeus castiga en el Hades con terribles penas a los perjuros (6). Zeus es el vengador de la injusticia (7). Estas son alusiones a la justicia retributiva. Eumeo recuerda
a Odiseo que "los dioses bienaventurados detestan la injusticia; es
siempre la justicia (olXYj)
10 que el cielo recompensa" (8). Y cuando
Odiseo hace el elogio de Penelope, Ie dice: "se habla de ti como de
un rey perfecto que, temiendo a los dioses, vive de acuerdo a la justicia" (EUOt~(<X,)
(9). POI'ultimo en el pasaje en que Aquiles reprocha
a Agamenon que aunque lleva la parte mas pesada de la guerra, en
el reparto del botin Agamenon siempre toma mas (0), hay el sentimiento de cierta proporcion, alusivo a la justicia distributiva. Pero
(1) II. I, 413 8B.; XXI, 188 B8.; II, 820. Od. XI, 266
(2) Od. I, 21; 1, 299; I, 323.
(3) II. XIII, 730 y BB.
(4) II. XXIII, 67I.
(5) DIOG. LAERT. II, II.
(6) II. III, 276.
(7) II. XVI, 386 y BB.
(8) Od. XIV, 83 y 8.
(9) Od. XIX, 109 y BB.
(10) II. I, 160 Y BB.
8B.;
IV, 28.
�todo esto tiene en los poemas un lugar menos que de segundo orden,
horroso. En el ethos homerico la justicia no es el valor supremo. El
valor supremo es la valentia, que el poeta no distingue de la fuerza.
En conexi on con la idea de que la vida terrena es la vida superior,
la defensa y despliegue de esa vida es la suprema actitud moral. Esto
resplandece con toda claridad a una simple lectura de amhos poemas,
pero mas, sin duda, en la Iliada. En todas partes, constantemente, el
aeda destaca siempre al "mas valiente", no al mas justo. Los mismos
dioses ni son justos, ni se preocupan de que los hombres 10 sean.
Muchas veces, en cambio, les infunden valentia. Hector ruega a los
dioses que hagan a su hijo valiente (no justo), Y su supremo anhelo
es que un dia se pueda decir de eI: "es mucho mas valiente que su
padre" (1). Es la valentia·fuerza la que constituye sobre todo la excelencia (arete) de hombres, dioses y animales. Esto ultimo es tambien
significativo. La comunidad de concepto de la arete respecto de
hombres y animales solo es posible con referencia a un valor que pueda
ser comun a ambos, que pueda realizarse tambien en la vida animal.
Respecto a la justicia esto seria un absurdo.
No hay ninguna divinidad que represente a la justicia. Es cierto
que cerca de Zeus anda Themis. Pero Themis representa mas bien
el consejo. Ella es la que convoca a los dioses alas reuniones del
Olimpo (2); la que convoca y disuelve las asambleas del pueblo (3).
Tampoco advertimos ninguna referencia concreta al valor de la
paz. Pero en la Iliada, que justamente describe un permanente estado
de guerra, hay dos pasajes en que se reconoce que este es un valor
negativo. Uno es aquel en que Menelao reprocha a Zeus que favorezca
a los teucros, "a esos hombres insolentes, de espiritu siempre perverso
y que nUllca se hartan de la guerra a todos tan funesta" (4). El otro
es el lamento de Aquiles (en medio de su dialogo con Tetis) : "Ojala
se extinga la discordia de entre los dioses y los hombres" (5).
Los poemas dan testimonio de un orden politico aristocratico que
es aceptado sin discusion ni resistencia. El gobierno esta en manos de
los reyes (6) que son llamados "alumnos de Zeus" (7) y tienen un
poder absoluto (8).
Se distinguen claramente dos clases sociales: reyes y villanos (9)
o nobles y villanos (10). Los villanos no son aptos para la guerra (ll) ;
en cambio esta es la ocupacion preferida de los nobles. Odiseo declara
que Ie gusta el comb ate, pero no el trabajo de los campos ni los cui·
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(0)
(11)
II. VI, 476 y ss.
II. XX, 4 y ss.
Od. II, 68. Sin embargo Jager sostiene que etimol6gieamente Themis signifiea ley. Paideia I. Ed. esp. p. 120.
II. XIII, 636 y ss.
fl. XVIII, 107.
II. I, 9; II, 86.
II. I, 176; II, 98.
II. I, 80 y ss.; 182 y ss.
II. II, 188·198; XI, 309.
Od. VIII, 551 y ss.; XV, 324; XXII, 414.
II. II, 200 y ss.
�dados de la casa (1). Pero seria erroneo generalizar esto, pues los
heroes tambien se dedican a pacificas faenas, como pOl' ejemplo,
Laertes.
La nobleza tiene conciencia de formal' una clase dentro de la cual
hay deberes de caballero. Asi, en el combate de Hector y Ayax (2),
en la disputa entre Menelao y Antiloco (3). Noemon presta a Telemaco su bajel -a pesar de todo su odio- porque es de su mismo
rango (4). La nobleza presenta ya un gran refinamiento en las cosas,
como 10 demuestra la descripcion de la mansion de Odiseo (5) y otros
mil detalles, como las frazadas "de la mas fina lina" con que duerme
Telemaco (6). Tambien cultivan la cortesia con las mujeres, como se
ve en el discurso de Odiseo a Nausicaa (7).
POl' ultimo conviene destacar que la esclavitud aparece como
una institucion normal e indiscutida. Los esclavos se conquistan, se
compran y se donan. Y, preanunciando 10 que mas tarde Aristoteles
convertira en doctrina, la apariencia fisica es ya un in dice para distinguir al esclavo del noble (8).
HESIODO. LOS IDEALES DE LA COMUNIDAD.
EL ETHOS DE LA JUSTICIA
Mientras el ethos homerico de la valentia habra de resonar aun
en la musa batalladora de Tirteo, Hesiodo va a operar un cambio
fundamental en la escala de los valores.
Hesiodo no es solo un poeta. No es solo un piadoso creyente en
la religion tradicional que canta y narra los sucesos del cielo y de la
tierra, sino un hombre que ha reflexionado sobre las estirpes divinas
y la condicion humana. Este rasgo de reflexion, de pensamiento que
se posa mas de un momento sobre los temas, y no simplemente los
narra, es 10 que otorga a su personalidad un caracter que trasciende
al del poeta y 10 acerca mucho al del filosofo. Las circunstancias de
su vida -que conocemos pOl' declaraciones propias10 condujeron,
sin duda, a la meditacion. No es un noble guerrero, sino un campesino, modesto agricultor. Hacia el siglo VIII, el padre lIego de Jonia
a la aldea de Askra, al pie del Helicon en la Beocia, de inhospitalario
clima y escasa en frutos (9). Alli, joven pastor de ovejas, las Musas
Ie revelaron la teogonia. En la obra que escribio sobre este tema encontramos el mismo politeismo antropomorfico que en Homero. Pero
(l)
Od. XIV, 220 y 55.
(2) II. VII, 53 y 55.
(3) II. XXIII, 570-612.
(4) Od. IV, 650.
(5) Od. II, 337 y 55.
(6) Od. J, 442.
(7) Od. VI, 149 y 55.
(8) Od. XXIV, 250 y 55.
(9)
Erga,
633 y
55.
�-- aparte de la genesis de los dioses, que no nos interesahay algo
nuevo en que hemos de detenernos: la indicacion clara y precisa de
tres valores de la comunidad -orden,
justicia y paz- en forma de
divinidades personales secundarias, de las que tambien indica el origen.
Zeus y Themis fueron los padres de las Horas, Eunomia, Dike y la
floreciente Irene "que protegen ]os trabajos de los hombres" (1). En
esta ultima frase se hace ya clara la indole de ideales y normas protectoras de las relaciones humanas que tienen las H'oras.
Un nuevo suceso de su vida iba a incitarlo a considerar con mayor
vagar este asunto. Cuando el padre murio hubo de partir su patrimonio
ron su hermano Perses; pero este se las arreglo de modo de quedarse
con la pOl'cion mayor "prodigando homenajes a los reyes devoradores
de presentes" (2) y luego pretendio privarlo del resto. EI tamaiio de la
injuria padecida desperto en el la conciencia clara de la justicia y de
sus falsificaciones. A estas alude Hesiodo cuando presenta a los jueces
venales como "devoradores de presentes, que se hallan siempre
pronto a juzgar con arreglo a su justicia" (3) y que "so]o entienden
por justicia la interpretacion que les acomoda" (4) . "Insensatos! --exclama el poeta- no sahen que muchas veces la mitad vale mas que
el todo, ni hasta que punto pueden ser una gran riqueza la malva y el
asfodelo" (5) . .La explicacion de esta extraiia manera de medir la
obtendremos cuando conozcamos las consecuencias de la justicia y de
la injusticia.
Hesiodo exhorta a Perses a resolver la querrella de acuerdo al
"juicio recto", don excelente que procede de Zeus (6). "Reten esto
en tu animo, oh Perses! escucha la justicia y olvida la violencia. He
aqui la ley prescrita por el Cronida a los homhres: que los peces, las
{ieras y las aves de rapiiia se devoren entre si, puesto que entre ellos
no existe la justicia; pero que esta viva entre los hombres, porque
es para ellos el mayor de los hienes" (7). He aqui un pasaje de la
mayor importancia. EI nos indica: a) que la justicia es un valor propio
del hombre que 10 distingue de todos los animales, entre los cuales
aquella no tiene validez; h) que es una norma de origen divino; c) que
es el valor supremo. Con esto Hesiodo modifica profundamente la
escala de valores homerica en donde la valentia ocupaha el lugar mas
alto. EI ethos de la fuerza y del coraje es suplantado por el ethos de
la justicia, que desde entonces se convirtio en la norma de la vida
moral griega. Platon y Aristoteles no pensaran de otro modo.
Frente a la justicia, la fuerza, la decision arhitraria, significa una
actitud inmoral, digna de hestias, no de hombres. Este es el senti do
que tiene el apologo, dedicado a los nobles, del gavilan y el ruiseiior.
"He aqui que el gavilan hablo una vez al ruiseiior de cuello manchado
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
Teog. 901 y 55.
Erg. 37 y 55.
id. 38 y s.
id. 222.
id. 40 y 55.
id. 35 y s.
id. 274 y 55.
�mientras se 10 llevaba por las nubes entre sus ferreas ufias. Gemia
lastimero el pobre ruisefior, estrujado por las ganchudas patas y el
gavilan Ie dijo brutalmente: "por que gritas, miserable? Estas en
poder de uno mas fuerte que tU. Iras adonde yo qui era llevarte, por
huen cantor que seas, y depende de mi capricho el que me sirvas de
alimento 0 que recobres tu libertad. Loco es quien resiste a uno mas
fuerte que eI, por que no consigue la victoria y ha de afiadir a la
vergiienza el sufrimiento". Asi dijo el veloz gavilan. Pero tu, oh Perses!
oye la voz de la justicia y no dejes que de ti se apodere la insolencia".
( 'u~p,~) (I).
Como ya 10 habia hecho en la Teogonia, la justicia esta personificada en una diosa. 5u prestigio, su fuerza paradigmatica procede,
asi, de su esencia divina. "Pensad tambien que existe una virgen, la
lusticia, hija de Zeus, a la que honran y veneran los dioses" ... (2).
EI juramento persigue alas
sentencias inicuas (3). Los dioses se
preocupan de saber como los hombres se conducen en su vida de
l'elacion y controlan especialmente a los gobernantes. .., "Meditad
tambien sobre la justicia, oh reyes! Los dioses andan mezclados con
10s hombres y siempre os vigilan" (4). "Zeus ... nunca ignora la clase
de justicia que encierran los muros de una ciudad" (5). "EI clamor
de la justicia se eleva siempre, cualquiera sea el lugar donde la lleven
los devoradores de presentes" ... (6). De ahi arranca la ferviente fe
que tiene Hesiodo en el triunfo' de la justicia. En el examen de las
consecuencias de las acciones el poeta descubre la intervencion de los
dioses que premian y castigan. EI cumplimiento y la transgresion de
la justicia humana ofrecen la materia para el ejercicio de la justicia divina. Es lOgico entonces suponer que el justo y el injusto
l'eciban sanciones que tambien son justas. He aqui las consecuencias
de la injusticia. "Es funesta la insolencia ('u~pld para el pobre. Y
ni siquiera el poderoso la soporta, porque Ie abruma su peso y rueda
facilmente hacia el desastre" (7). "Llorando recorre la ]usticia moradas y ciudades, castigando a los hombres que la rehuyeron y que
torcidamente la administraron" (8). "Los que abrigan en su pecho la
funesta insolencia y solo se entregan alas malas obras, no pueden
contar mas que con la justicia del Cronida Zeus, de vasta mirada. Con
frecuencia es castigada toda una ciudad por la falta de uno solo, que
amo la iniquidad y cometio el crimen. En tal caso el Cronida deja
caer desde 10 alto del cielo las mayores calamidades, peste y ham·
bre" ... (9). "Considerad que el pueblo debe siempre pagar por la
iniquidad de sus reyes, si estos se entregaron a torpes designios y a
torcidas sentencias. Pensad en ello para asi corregir vuestro lenguaje,
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
203 y 55.
255 y s.
219.
248 y 55.
267 y s.
220 y s.
214 Y 55.
223 y 55.
238 y ss.
�oh reyes devoradores de presentes!, y renunciad presurosos a cuanto
sea opuesto a la justicia. Quien dispone un mal contra otro, viene a
prepararlo contra si mismo ... " (1). La divina justicia retributiva se
ejerce asi en proporciones tremendas, pagando todos pOl' uno y el
pueblo pOl' sus gobernantes. Con cllo contrastan las consecuencias de
las acciones justas. "Pero aquellos que no tienen mas que rectas sen·
tencias, tanto para el conciudadano como para el extranjero, y que
nunca se apartan de la justicia, veran desarrollarse su ciudad y no·
recer las generaciones entre los muros inasaltables. 50bre su pais se
extiende la paz nutridora de la juventud, y Zeus, el de la amplia mi·
rada, no les reserva ninguna guerra dolorosa" (2). La paz es, pues,
una consecuencia de" la justicia (3). A ella se anade la abundancia
economica. "5emejantes justicieros no padeceran nunc a el hambre ni
la miseria, y siempre podran gozarse en el festin de los frutos del
campo, para el que fuel'on todos sus cuidados. La tierra les ofrece,
una vida exuberante; sobre sus montanas la encina tiene para ellos
bellotas en 10 alto y panales en mitad del tronco. ". en una palabra'
todo es prosperidad para ellos"... (4). Ahora entendemos pOl' que
"much as veces la mitad vale mas que el todo" ... puesto que los dioses
despojan al usurp adoI', mientras el poseedor pequeno pero justo ve
multiplicados sus haberes. Una aparente disconformidad con este
principio no hace perder a Hesiodo su inquebrantable fe en la justicia
divina. La victoria dichosa del injusto no puede ser mas que momentanea. "Hay un camino que pasa pOl' encima de todos y lleva a
la justicia; la justicia acaba siempre triunfando de la insolencia,
cuando llega su hora, pero el insensato solo 10 comprende despues de
haber sufrido" (5).
Hesiodo no dice en ninguna parte en que consiste la esen·
cia universal de la justicia. Un analisis conceptual quedaba fuera
de sus posibilidades. Pero, guiado pOl' su pristino sentimiento, establece una conexion, que result a logica a la mas leve consideracion,
entre la justicia y el trabajo. 5i la violencia, si el ser mas fuerte no
constituye derecho, ningun hombre puede vivir a expensas de otro
y la unica forma de vivir justamente es trabajando. EI trabajo,
el trabajo rudo del campesino agricultor, lejos de ser menospreciado
como 10 habia hecho el noble Odiseo, es objeto de calido encomio y
propuesto insistentemente a Perses como camino del bien (6). Y un
acicate que mantiene tensas las fuerzas del hombre en esta direccion
C!> la discordia buena. POl"que hay dos Discordias (Ep,,;):
una mala
que excita a la guerra, la otra, provechosa, que incita a la emulacion (7).
(1)
(2)
261 y
225 y
(3)
Cf. ISAiAS. XXXII,
(4)
(5)
(6)
(7)
230 y 55.
217 y 55.
287 y 55.
II y 55.
55.
55.
17.
�Hesiodo nos ofrece tambien una concepcion general de la historia
en el mito de las razas (1). En su conjunto la historia es el proceso
de una creciente decadencia. La edad de oro es la primera etapa,
ubicada en un remoto pasado. La raza de oro creada por los dioses
en el reinado de Cronos, vivia igual que estos, sin preocupacion,
sin dolor y sin vejez, contentos y tranquilos gozando de bienes
espontaneamente producidos. Cuando la tierra oculto a esta raza,
Zeus la convirtio en guardiana de los mortales y dispensadora de
las riquezas. A ella sucedio una raza de plata, inferior a la primera
cn estatura y en espiritu. La crianza duraba cien alios y luego vivian
poco en medio de mil penas. Cometieron la primera injusticia negan.
dose a rendir culto a los dioses, por 10 cual Zeus los elimino convirtiendolos en los genios subterraneos. Creo entonces Zeus la raza de
bronce, que tenia el corazon de acero y causaba horror. Dotados de
enorme fuerza, "no comian trigo", vivian en la guerra y en la lujuria
-nuevos tipos de injusticiay acabaron por destrozarse entre si,
victimas de su propia ferocidad, "sin dejar nombre alguno sobre la
tierra". Sucediole la cuarta raza, creada por Zeus, "raza mas brava
y justa, la raza divina de los heroes, que tomo el nombre de raza
de semidioses". Es la epoca del sitio de Tebas y de la guerra de Troya,
en cuyas matanzas todos perecieron. A los heroes siguio Ia quinta raza,
la de los tiempos del poeta y a la que el lamenta pertenecer. Es
la raza de hierro, sujeta a toda clase de fatigas y miserias y para la
cual los mismos bienes van entremezclados con los males.
Y Hesiodo termina su vision de la historia anunciando una epoca
futura peor aun que la presente. Se la podria caracterizar diciendo
que ella significa la realizacion de todos los valores negativos. Ya 10
anuncia el poeta con un signo deprimente: esa raza nacera con las
"sienes blancas", y padres e hijos ya no se asemejaran. Solo habra
menosprecio e impiedad para los ancianos padres, y odio entre hermanos, entre amigos y entre huespedes. "No se mantendra juramento
alguno, ni se fiara nada a la justicia ni al bien; los respetos todos
seran para el hombre inicuo y violento, porque no habra mas derecho
que la fuerza, y la conciencia no existira. El cobarde atacara al valiente
con palahras ambiguas, que apoyara en un juramento falso... No
habra para los mort ales mas que innumeros sufrimientos; y no existira
recurso alguno contra el mal".
En sintesis, esta vision de la histori a significa para nuestro tema
que el desenvolvimiento social lejos de implicar un progreso en la
realizacion de los valores de la comunidad significa un alejamiento
siempre mayor de ellos hasta convertir a la humanidad toda en el
asiento del desorden, la injusticia, la violencia y la inseguridad.
�A fines del siglo VII y principios del VI el pensamiento de
Hesiodo sera objeto de nuevo desarrollo y afinamiento en la poesia
filosOfica de Solon (1). En ella encontramos ratificado el pensamiento
de una justicia divina; y la exigencia de una justicia humana es presentada, no solo como una idea moral, sino como pidiendo realizacion
positiva en una determinada forma politica: en la democracia. La
reforma de Solon es el resultado de su filosofia teologico-moral y de
su propia experiencia de la vida social, que eI elevo desde su vivencia
individual hasta una concepcion general de las transformaciones del
estado.
Solon (nacido hacia el 640 a. C.) afirma como Hesiodo la infalibilidad de la justicia divina. En la elegia que nos ha conservado
Stobeo (2) invoca alas Musas pidiendoles felicidad y fama; y anhela
poseer bienes materiales, pero no los quiere adquiridos injustamente,
pues sabe que luego viene la sancion ... (3). Las riquezas que dan los
Dioses siempre acompaiian al hombre, pero las que este busca con
violencia son forzadas a seguir un camino contra su voluntad, y a
menu do sobreviene Ate, la calamidad (4), como castigo de Zeus: "comienza poco a poco como el fuego; al principio es nada; al final
cs un gran daiio. Las obras de la violencia no duran mucho. Zeus ve
cl termino de todas las cosas" y su venganza se manifiesta como la
tormenta de verano que en poco tiempo se arma, se descarga y se
disipa para dar paso otra vez a la luz del sol (5). Y esa justicia de
Zeus no siempre se hace presente de inmediato, pero tam poco permanece siempre escondida; al final aparece: a uno castiga pronto, a
otro mas tarde, y si alguno huye sin que 10 alcancen los hados,
ineluctablemente Ie llega su hora, y sus hijos 0 sus descendientes
pagan por sus culpas (6).
En la segunda parte del poema se configura un nuevo pensamiento que nos revel a una concepcion sobre los dioses mas fina que
la de Hesiodo. Se trata de justificar a la divinidad de los males que
padecen los hombres con independencia de sus acciones justas 0 injustas. Comienza por destacar que todos los hombres, buenos y malos,
se ilusionan con sus esperanzas, todos se afanan en mejorar: el en·
fermo quiere ser sano, el cobarde, valiente, el feo, hermoso, el pobre,
rico. Por otra parte, el mercader y el labrador, el artesano y el poeta,
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
Los fragmentos
de Solon y de los demas poetas gnomicos se
en BERGK. Poelae liriei graeei'. 1878; HILLER. Anlhologia
lyriea.
lyriea graeea. 1925. Para el texto he eonsultado
la excelente
G. FRACCAROLI. Liriei greei'. Torino. 1923. En las eitas doy
numeracion
de Fracearoli
(que reprodnce
a Hiller)
la de las
STOREO. Floril. IV, 15. FRACCAROLI12; BERGK 13; DIEHL l.
Versos 1·8.
Versos 9-13.
Versos 14·25.
Versos 25-32.
encuentran
coleccionado.
1899 y DIEHL. Anthologia
traduecion
italiana
de
al mismo tiempo
que la
otras dos ediciones.
�el profeta y el medico, todos trahajan, cada uno en el oficio en que
es competente. Y sin embargo, por mas arte y prevision que posean,
no podran sustraerse a la fatalidad (1). Aparte de la retrihucion
que dan los Dioses alas buenas y malas obras, comprueba Solon
que ninglln hombre escapa a la calamidad. Ahora bien, Solon
sostiene que esta Ate proviene tambien de los Dioses, sin que
esto implique imputarles injusticia, pues la ambicion del hombre
no encuentra nunc a limite para saciarse. "Moira trae a los hombres el bien y el mal ahernativamente, y 10 que los Dioses dan
el hombre no 10 puede evitar. Cada cosa tiene su riesgo, y nadie sabe
como terminara 10 que ahora comienza; el que se cree con aptitudes,
por faha de prevision cae luego en desastres graves y difieiles. Y al
otro, que todo 10 habia hecho mal, Dios Ie da fortuna enter a y feliz
y 10 lib era de su estupidez. Hay los que no tienen medida para ser
ricos, y aquellos que hoy poseen mucho mas renta que nosotros, tratan
de obtener el doble. Quien podria saciar todos los deseos?" Por eso
c1 poeta concluye: "los Dioses nos abrieron vias de ganancias, pero
de estas tambien surge la ealamidad, y euando Zeus la envia como una
pena, conviene que alcance ya a uno, ya a otro" (2) .. Existe, pues, una
providencia de los Dioses que hay que reconocer por mas incomprensible que resulte. Ya 10 dice en otro fragmento: "El pensamiento
de los Dioses inmortales permanece ocuho para los hombres" (3).
El pensamiento politico de Solon esta condicionado por el estado
de Atenas antes de la reforma que Ie toco llevar a cabo. Largos conflictos habian estallado entre los nobles y el pueblo; dominaba una
oligarquia; los pobres eran esc1avos de los ricos, pues la tierra, que
pertenecia a unos pocos, era trabajada por aquellos con la condicion
de no retener mas que V<i de la cosecha. Si no eumplian podian ser
reducidos a servidumbre. Los prestamos tenian por garantia alas
personas, y esta esc1avitud era el peor mal para el pueblo. Habia,
adem as, otros motivos de descontento, porque no tenian casi ningun
dereeho. Todos los cargos publicos, rey, polemarca, arehontes, thesmothetas, areopagitas, eran rec1utados entre los nobles y ricos (4).
Demostenes nos ha conservado otra elegia de Solon que constituye
precisamente una exhortaeion rel~tiva a esa situacion de Atenas y
que contiene nuevos pensamientos sobre la comunidad y sus transformaciones (5). Junto a la firme creencia en los Dioses, surge la tesis
de la responsabilidad humana, la imputacion al hombre de sus obras
y de sus consecuencias con independencia de los Dioses. El estado no
sera destruido por los Dioses, pues Pallas Athena 10 protege. Son sus
propios ciudadanos los que intent an arruinarlo por su codicia y
(1)
(2)
(3)
Versos
Versos
33·62.
63·76.
fro 16; BERGK, 17; DIEHL, 17.
Ath. Const. II y III.
Sobre La embajada, 255. FRACCAROLI 2;
FRACCAROLI,
(4)
ARISTOT.
(6)
DnlOsT.
BERGK
4;
DIEHL
3.
�estupidez (1). Solon opone la viola cion de las leyes, el desorden
( OU;V0fJ-[e<)
al cumplimiento del derecho, al orden (EUVOfJ-(e<)
(2). La
dysnomia es la que causa los males del estado. Los jefes del pueblo,
ruovidos por su ambicion (''';~p ,;l tratan de enriquecerse mas y mas,
despreciando la justicia, arrancando y robando los bienes sagrados y
los de la comunidad. Pero estos gran des excesos esperan un dia grandes
penas (3), pues tarde 0 temprano Dike, que en silencio contempla el
presente y el pasado, traera el castigo (4). Y como castiga la J usticia ?
He aqui el punto en que Solon supera la concepcion de Hesiodo:
para este el castigo se realizaba por medio de calamidades de la naturaleza como escasez, peste, etc.; para Solon la sancion de la injusticia
consiste en la direccion que toman los sucesos de la misma comunidad,
que termina en un desorden general: las confabulaciones de los que
quieren explotarla producen la decadencia del estado, la esclavitud
de los ciudadanos. A su vez, esto hace surgir la discordia y la guerra
civil, que aniquilan a la juventud. Los pohres emigran lejos de la
patria, gimiendo bajo servidumbre. Y los ricos, por mas que quieran
impedirlo, son, al final, victim as de los males, que saltan sobre los
muros de sus palacios y alcanzan al que creia escapar dentro del ocluso
talamo (5). Por 10 tanto, el pensamiento de Solon signifiea que la
injusticia desenvuelve desde su mismo seno su pro pia sancion consistente en nuevas injusticias que deshacen el orden social y van en definitiva a recaer sobre los que primero delinquieron.
En contraste con esta descripcion, hace SolOn el elogio de la
Eunomia destacando sus beneficas consecuencias: cuando la ley se
cumple surgen el orden y la armonia. Ella encadena a los malhechores,
lima las asperezas, ahoga la soberbia (xopo;), la insolencia ('u~p,;) e impide que crezca la calamidad. Rectifica los procedimientos tortuosos,
suaviza las obras de la arrogancia, reprime los efectos de la sedicion,
domina el furor de la discordia, y por ella todo entre los hombres se
vuelve armonia y prudencia (1tlVU'~) (6).
El pensamiento de que las transformaciones sociales y politicas
surgen de una legalidad inmanente a la propia comunidad esta mas
energicamente expresado en los versos en donde advierte el peligro
de Pisistrato y pronostica su advenimiento: "De las nubes provienen
la lluvia y el granizo, del relampago se sigue el trueno, y el estado sueumbe ante los poderosos y el pueblo cae en las manos de un autocrata" (7). La comparacion con la causalidad de los fenomenos meteorologicos expresa bien alas claras que el acrecentamiento del poder
conduce con necesidad inexorable a la tirania. Y una vez surgido
Pisistrato, Solon vuelve a insistir en esas ideas: "Si por vuestra debilidad habeis sufrido el mal, no echeis la culpa a los dioses. Vosotros
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
Versos
Versos
Versos
Versos
Versos
Versos
DIOG.
1·6.
32·33.
7·14.
15·16.
17·30.
33·40.
LAERT.
I; 49. FRACC. 7; BERGK 9; DIEHL
10.
�mismos los hicisteis fuertes (a los usurp adores) cuando les habeis
dado la guarnicion, y por esto habeis caido en servidumbre ... escuchais
las palabras de un hombre astuto y no reparais en sus acciones" (1).
Volvamos ahora a la situacion de Atenas. Es sabido que SolOn,
encargado de establecer la constitucion, dispuso tres reform as principales, con las que transformo la oligarquia en democracia: LOla
abolicion de todas las deudas privadas y publicas, y la prohibicion
de la esclavitud por deudas (sisachthia-rechazo del fardo); 2.0 la division del estado en cuatro clases, segun la renta imponible. Todos
los cargos eran reclutados entre las tres primeras clases; pero otorgo
a la cuarta el derecho de participar en las asambleas y en los tribunales; 3.0 los cargos publicos se llenaban por la suerte de una lista
propuesta por cada una de las tribus, y creo un consejo de cuatrocientos miembros, correspondiendo cien a cada tribu (2). "He aqui
-dice Aristoteles comentando la reform a- las tres disposiciones mas
democraticas: primero, 10 mas importante, la prohibicion de tomar
a las personas como garantia de los prestamos; despues, el derecho
dado a .cada uno de intervenir en justicia en favor de una persona
lesionada; en fin, la medida que, se dice, dio mas fuerza al pueblo,
el derecho de apelar a los tribunales; en efecto, cuando el pueblo es
dueiio del voto, es dueiio del gobierno" (3).
EI principio filosOfico que presidio a estas reformas fue el pensamiento de la igualdad juridico-politica. Solon, que, aunque de familia noble, no era rico, llego por su experiencia personal y civica a
la firme conviccion de que solo asi se pueden conservar el orden y la
paz de la comunidad. "La igualdad no engendra discordia, y acomoda
a ricos y pobres" (4). Que Solon no ponia como ideal una igualdad
economica surge ya de esta frase en que supone como subsistente la
diferencia de clases. Pero el mismo ha aclarado su pensamiento en
varios poemas relativos a su rol de legislador, y de los que conocemos
varios fragmentos que nos ha conservado Aristoteles. Solon se jacta
de haberse mantenido imparcial entre el pueblo y los ricos, produciendo un equilibrio entre ambas clases sociales (5). Se trata de mantener un termino medio entre la licencia y la servidumbre: "el pueblo
seguiria contento a sus jefes, si no se Ie aflojaran demasiado las
riendas ni se 10 maltratara. Pues la saciedad engendra la insolencia
( 'u~P'<;)' cuando les toca una gran fortuna a aquellos que no tienen
suficiente prudencia (6). J ustamente Solon nos dice que se nego a
acceder a los que Ie pedian' que repartiera la tierra entre todos: "no
obre a la ligera, y no me gusta hacer nada con violencia tiranica, ni
dar a los buenos y a los malos una parte igual de la pingiie tierra de
la patria" (7). Y en los versos yambicos donde hace la apologia de
(1) DIOG. LAERT. I, 51; FRACC. 9, 10; BERGK 11; DIEHL 8.
(2) ARISTOT. Ath. Const. VI, VII y VIII.
(3)
id. IX, 1.
(4) PLUTo Solon 14.
(5) ARIST. Ath. Const. XII, 1; FRACC. 3; BERGK 5; DIEHL
(6) ARIST. Ath. Const. XII, 2; FRACC. 4, 5; BERGK 6, 8.
(7) ARIST. id. XII, 3; FRACC. 30, 31; BERGK 34.
5.
�su reform a sobre las deudas y la sisachthia ante el "tribunal del
tiempo", apela al testimonio de la Tierra, a quien ha arrancado los
hitos que atestiguaban el derecho de los acreedores en los campos de
los deudores, y continua: "he conducido a Atenas. " a muchos vendidos mas 0 menos justamente; a unos reducidos al exilio porIa necesidad terrible ... , a otros que sufrian aqui mismo una indigna ser"idumbre y temblando ante el humor de sus amos, los he hecho libres.
Esto 10 he hecho pOl' medio de la fuerza de la ley, uniendo la coaccion
y la justicia;. .. he redactado leyes iguales tanto para el bueno como
para el malo, fijando para cada uno una justicia recta" (1). Asi pues,
la libertad personal frente a la esclavitud pOl' deudas, y la igualdad
politica, la intervencion de todos para dicta I' el derecho frente al
exclusivismo de la oligarquia constituyen la idea democratic a de Solon,
que el consideraba el medio adecuado para realizar el orden, la justicia y la paz.
EI yambo nos revela, ademas, que Solon era perfectamente conseiente de que los valores de la comunidad no pueden ser realizados
pOl' el simple metodo de las exhortaciones morales, sino pOl' medio
de la coaccion del derecho positivo, que se presenta como la mas
eficaz mediacion entre las exigencias ideales y su realizacion concreta.
Este es el senti do de su frase: "esto 10 he hecho pOl'medio de la fuerza
de la ley, uniendo la coaccion y la justicia". Pero Solon sabia tambien
que la eficacia del derecho tiene un limite, que las leyes pueden ser
facilmente transgredidas pOl' aquellos que tienen en la comunidad una
situacion privilegiada que les permite anular con otras fuerzas la
fuerza del derecho. Este es el significado del siguiente simil que Ie
atribuye Diogenes Laercio: "Las leyes son como las telaraiias; pues
estas enredan 10 leve y de poca fuerza, pero 10 mayor las rompe y se
les escapa" (2). Plutarco pone este dicho en boca de Anacarsis precisamente como critica alas leyes de Solon, a 10 cual este habria contestado: "que los hombres guardan los contratos cuando no tienen
interes en quebrantarlos ninguna de las partes; y eI habia de tal modo
unido las leyes con los intereses de los ciudadanos, que todos conocian
estarles mucho mejor que quebrantarlas, el obrar con justicia" (3).
No podemos resolver este problema de atribucion. Pero sea su auto l'
Solon 0 Anacarsis, ello es que a principios del siglo VI se habia hecho
claro en Grecia el sentimiento de la fragilidad que como tal tiene todo
derecho vigente. Incluso la replica de Solon, en la version de Plutarco,
esta concebida bajo el mismo presupuesto.
Los antiguos consideraron a Solon como uno de los "siete sabios".
Con este nombre se designaba a un grupo de personajes que £lorecieron entre los siglos VII y VI en distintas ciudades de la Helade
y que deben su fama, no a la investigacion 0 acumulacion de un
(I)
ARIST.
(2) Dwc.
(3)
PLUTo
id. XII, 4; FRACC. 32;
I, 57.
Sol"n 5.
LAERT.
BERCK
36;
DIEHL
24.
�extenso saber sobre la naturaleza -salvo Thalessino a sus doctrinas eticas y politicas, que expusieron en breves sentencias al modo
laconico, y a su pericia como gobernantes y legisladores (1). Eran
sabios porque poseian la "sabiduria" en un sentido semejante al que
tiene esta palabra en los libros del Antiguo Testamento. Pero ya en
la antigiiedad existio discusion sobre cmiles fueron estos siete. POl'
consentimiento general eran admitidos Thales, Bias, Pittakos y SolOn.
Sobre los otros tres se mencionaban hasta trece nombres. Pero generalmente se consideraban tales a Chilon, Kleobulos y Periandros, cuyas
sentencias trae Stobeo (2) y, con aquellos cuatro, son los siete primeros de los diez y siete que mencionaba Hermipo (3). Casi todos
intervinieron activamente en la politica de sus respectivos estados.
Chilon, de Lacedemonia, fue Horo hacia el ano 550 (4). Bias, de
Priene, pOl' 10 que cuenta Diogenes Laercio, debio ser gobern ante de
su ciudad durante el sitio que efectuo Aliate, y fue tambien orador
forense (5). Pittakos, de Lesbos, en compania de los hermanos de
Alceo, destrono al tirano de la isla, goberno durante diez anos a
Mitilene, Ie puso orden y luego renuncio voluntariamente. Escribio
un tratado sobre leyes, que nos es desconocido, y se hizo famoso pOl'
su ley contra la embriaguez, segun la cual se castigaba con doble pena
el que delinquia embriagado (6). Periandros, de Corinto, transformo
el gobierno democratico en tininico (7). Thales tambien intervino en
politica habiendo sido muy utiles los consejos que dio a Mileto respecto a la guerra entre Creso y Ciro (8). Tambien incito a todos los
griegos de Jonia para que formaran una confederacion de estados
con Teos pOl' capital, conservando sus leyes particulares (9).
Si no habia acuerdo sobre cuales eran los siete sabios, tampoco
10 hahia acerca de sus doctrinas, atribuyendose a menudo una misma
sentencia varios de ellos (10). En esto no hay ninguna seguridad
historica. Lo mas probable es que las generaciones posteriores distri·
buyeran equitativamente entre los siete el conjunto de sentencias que
constituian la antigua moral tradicional.
A continuacion reproducimos del Florilegio de Stobeo, aquellas
que, aunque de caracter moral, tienen vinculacion con la vida juridica
y politica.
Solon dijo:
1. "Nada en demasia" (Principio general de la moral griega).
8. "No digas que hay justicia mayor que la de ser justos para
los que nos engendraron".
(1)
PLUTo
(2)
STOB. Floril. III, 1, 172.
DIOG. LAERT. I, 41 y 42.
(3)
Solon 3.
DICEARCO
en DIOG. LAERT. I, 40. PLAT.
Protag. 343 a.
DIOG. LAERT. I, 68.
(5) id. I, 82 y ss.
(6) id. I, 76 y sS.
(4)
(7)
id. I, 95 y ss. A causa, sin duda, de esta aCClOn poco "sabia"
es que Socion, Hera.
clides y Panfila
decian que hubo dos distintos
Periandros:
sabio el uno y tirano
el otro.
(8) id. I, 23 y 25.
(9) HERoDOT. I, 170.
(IO)
DIOG.
LAERT.
I, 41.
�10.
12.
"Si has aprendido ya a ser mandado, sabras mandar".
"Aconseja a los ciudadanos, no 10 mas agradable, sino 10
mejor".
Chilon dijo:
3. "No emplees amenazas con los lib res, que no es justo".
19. "Obedece alas leyes".
20. "Perdona las injusticias (dlhxoufJ.Evo,),
vengate de las insolencias" ('\J~Pl~OfJ.EVod.
Bias dijo:
1. "Los mas de los hombres son malos".
Kleobulos dijo:
1. "Lo optimo: la mesura" (ver Solon 1.).
2. "Hay que reverenciar al padre".
8. "Odia la injusticia, observa la piedad".
12. "Educa a los hijos".
15. "Considerate en guerra con el enemigo de tu pueblo".
Pittakos dijo:
6. "Devuelve los depositos".
13. "Cultiva la veracidad, la fidelidad ... "
Preguntando cmil era el mejor estado respondi6: "el de maderas
diferentes", refiriendose alas leyes. 0 sea: el mejor gobierno es el
mixto de aristocratico, democratico y tiranico" (1).
Periandros dijo:
6. "Democracia es mejor que tirania".
13. "Cumple 10 que voluntariamente prometiste, que es de perversos faltar a la palabra".
16. "En cuesti6n de leyes prefiere las viejas".
Dijo tambien: "Castiga no solo a los que hayan delinquido, S1110
tambien a los que quieren delinquir" (2).
Thales dijo:
4. "No te enriquezcas con malas artes".
20. "AI gobernar, gobiernate a ti mismo".
Preguntado, que cosas vemos raramente contest6: "un tirano
viejo" (3).
Un examen atento de estas sentencias nos revel a que, aunque
atribuidas unas a un sabio y otras a otro, no deben ser consideradas
como obra especial de cada uno, pues nada hay en ellas que permita
establecer una vinculacion particular entre su contenido y 10 que
eabemos de la personalidad de sus pretendidos autores. Mas, sea de
ello 10 que fuere, por las repetieiones de algunas y por el caracter complementario de las otras, (salvo raras excepciones) han de ser consideradas como partes de un todo, como diversificaciones de un reducido numero de ideas generales que han valido como norm as directivas:
orden, justicia, libertad, democracia. Por otra parte, esas sentencias
no fueron consideradas como validas solo para tal 0 cual ciudad, sino
(1)
DIOG.
(2)
(3)
id. I, 95.
id. I, 36.
LAERT.
I, 78.
�para todos los griegos y, en prinClplO, para todos los hombres. Nada
mas ajeno a la epoca que el pensamiento de un relativismo de los
princlplOs. Su conocimiento y realizacion es 10 que da a los griegos
esa superioridad sobre los barbaros de que se jacta el Jason de
Euripides (I) .
Las sentencias de los sabios, si bien pueden reducirse, como hemos
visto, a ciertos principios, no aparecen -en los testimonios que' con·
servamos- expresamente derivadas de ellos. Fue nuestra reflexion la
que comprobo su derivabilidad. Pero en el siglo VI surgen los primeros
intentos plenamente conscientes de reducir a uno 0 a pocos principios
unitarios la multiplicidad de los preceptos juridicos y politicos.
La filosofia de la naturaleza, nacida cn las colonias del Asia menor y difundida y cultivada luego en las de Italia y Sicilia, constituyo
el impulso y modelo para ello. La idea genial de Thales (nacido hacia
625) de derivar todos los fenomenos naturales de una unica sustancia
o principio, fue aplicada tambien al mundo espiritual y moral. Y,
descuidando 0 criticando las explicaciones a base de los dioses antropomorficos, se ensayaron otras en conexion con las nuevas concepciones
de 10 absoluto 0 principio de las cosas. Asi Pythagoras reducira la
justicia a un numero, y Herakleitos derivara del principio de la unidad
de los contrarios toda la variedad de las leyes y derechos.
Pero la antigua concepcion religiosa no fue destruida. Y a principios del siglo V, en !as ciudades de la madre patria, en Megara, en
Tebas y en Atenas, Theognis y Esquilo, Pindaros y Sophokles, metafisicos de la lirica y la tragedia, mantendran fervorosamente la religion
de Homero -con sus dioses personales como fuentes de la sabiduria
moral- pero perfeccionada ahora, quiz a pOl' la critica de Xenophanes
y la influencia orfica. La tradicional creencia en la justicia divina esta
afianzada en un concepto mas perfecto de los dioses, que se acerca
a veces al monoteismo, y en una purificacion y rectificacion de los
preceptos morales que esos dioses imponen.
Si miramos ahora al contenido de las doctrinas, veremos dos tendencias opuestas: la igualitaria, a la que se acercan Pythagoras, Xenophanes y Empedokles y la reaccion aristocratic a, representada claramente pOl' Theognis, Herakleitos y Pindaros.
Entre los nuevos dogmas religiosos que conquistaron las almas en
cl siglo VI, hemos de detenernos un momento en el orfismo, pues su
influencia se ejercio especialmente sobre los circulos cultos y se ex-
�tendio hasta la filosofia, dejando claras improntas en Pythagoras y en
Empedokles.
De origenes mucho mas antiguos, pero inciertos, el orfismo con·
tenia una doctrina, mas elevada que la religion homerica, acusando,
en cambio, una mayor afinidad con la teogonia y la moral de Hesiodo.
Su dogma central era una nueva concepcion del alma y de sus
relaciones con el cuerpo: el alma es un ser de origen y esencia divina,
que cometio un pecado y, para volver al mundo divino, ha de arrepentirse y purificarse cumpliendo una pena: la encarnacion. La union
del alma a un cuerpo es, pues, una expiacion. El cuerpo es la prision
o la tumba del alma (1). Pero la expiacion completa requiere todo
un ciclo de nacimientos: una sola existencia terrestrc no basta, se
necesita una larga serie de reencarnaciones (2).
Es claro que con esta doctrina tenia que ir conexa la idea de una
justicia divina que castiga y premia: "Dike, sentada junto al trono de
Zeus, vigila" las acciones de los hombres (3).
El orfismo contenia ademas un precepto moral riguroso y de la
mayor importancia: la prohibicion de derramar sangre y, pOl' 10 tanto,
la condena absoluta de todo homicidio. Este precepto y la idea de la
justicia divina revelan el contraste entre la nueva doctrina y la antigua
reli;.;ion de la nobleza homerica, que habia hecho de la lucha cruenta
su tarea cotidiana y gloriosa.
Pero no significa esto que el orfismo fuel'a cosa exclusiva de la
burguesia. Mas bien la nueva religion dirigiase a todos -cualquiera
fuese su rango social- con tal que aceptaran sus principios y estuvier an dispuestos a someterse alas
pruebas internas de sus comunidades.
En medio de la incertidumbre que todavia rein a sobre las doctrinas pitagoricas que son realmente imputables al propio Pythagoras
(hacia 580 a.c.), hay dos sobre las que no cabe duda de la legitimidad de csa imputacion, y son la una, sus dogmas religiosos estrechamente emparentados con los orficos, y la otra, su teoria de la justicia.
Este misterioso y semi-legendario personaje, que ya en la Antigiiedad fue venerado con la triple aureola de rel~gioso, taumaturgo
y filosofo, emigro joven de Samos, su patria -al
igual que otros
muchos jonios empujados pOl' el avance de los persas (4) - hacia
las colonias del oeste en Sicilia e Italia, y se establecio en Crotona
donde desarrollo sus actividades. Alli fue probablemente donde trabo
conocimiento con la nueva concepcion religiosa 0 contribuyo quiz a
a acabar de constituirla. Sabemos que Pythagoras sostenia la in mortalidad del alma y su transmigracion de un cuerpo a otro, el eterno
(1)
PLAT. Phaed. 62 b. Crat. 400 c.
Strom. III, 433.
In. Remp1lb. II, 338 y ss.
(2)
(3)
PROKL.
DIELS.
(4)
HEROD.
1. B. 14.
I, 170; VI, 22 y s.
Protrep. fr. 10 b;
DIELS.
1. B. 3;
SIMPL.
In De Coel. II, 1248; laminillas
ARIST.
CLEM.
AL.
de Thurium.
�retorno de todos los sucesos despues de transcurrido cicrto periodo,
y el parentesco de todas las criaturas vivas (1). En conexion con esto
establecio la abstinencia de carnes y de habas.
En la doctrina habia un grupo de preceptos de sentido oscuro,
vinculados sin duda al esoterismo de la comunidad pitagorica. Estos
simbolos 0 'ClXOUWC,,"<X fueron luego interpretados de modo a darles un
sentido claro (2). Uno de ellos mandaba "no pasar pOl' encima de la
balanza". Seglin Diogenes Laercio esto significa "no trasgredir la
igualdad y la justicia" (3). La vinculacion de estos dos conceptos no
es arbitraria. Pythagoras fue el primero que se atrevio a determinar
conceptualmente la esencia de la justicia. Y 10 hizo reduciendola precisamente a una igualdad. Descubrio que la justicia es una medida,
y quiso determinarla en forma matematica. Su doctrina peso decisivamente en la filosofia occidental, y es todavia hoy el punto de partida
orientador en toda investigacion sobre el tema.
Esa tesis forma parte de una concepcion unitaria del universo.
Apartandose de la escuela de Mileto que buscaba la explicacion en una
sustancia material, Pythagoras sostiene que la esencia de todas las
cosas son los mimeros. Aristoteles nos dice que los pitagoricos atribuyeron a los mimeros los principios de todo "considerando una modificacion de los mimeros la justicia, otra el alma y la razon {no us) ...
y asi sucesivamente casi todas las otras cosas que podrian expresarse
numericamente" (4). Esta concepcion aritmetica de la realidad, que
hubo de ser ya del fundador de la escuela, fue extendida hasta la etica.
Aristoteles afirma que Pythagoras fue el primero que trat6 el problema del valor en general, reduciendo todas las virtudes a los mimeros. Y en particular definio la justicia como "un mimero igualmente
igual: un mimero cuadrado" (5). Que significa esto? Literalmente la
primera parte de la definicion no tiene senti do, pues la igualdad
requiere dos terminos, y un mimero como tal no los tiene. Pero la
segunda parte aclara decisivamente: un mimero cuadrado es un mimero compuesto pOl' dos factores iguales, y en este senti do es un
mimero igualmente igual. La definicion enseiia, pues, que la justicia
es una relacion de igualdad entre las personas objeto de ella.
Cabe preguntar ahora cual es el alcance de esta definicion, a que
materia se aplica. 'pOl'de pronto es claro que se aplica a la retribucion,
a la relacion entre delito y pena, puesto que consideraba justo que
el ofensor sufriera el mismo daiio que habia hecho al ofen dido (6).
Esta es pura y sencillamente la igualdad del talion. Pero se referia
tambien a la distribucion de las cosas comunes y alas relaciones privadas de individuo a individuo. Efectivamente. Aristoteles nos dice
que "algunos creen que la reciprocidad es justa sin restriccion, como
PORPH.
Vito Pyth. 19; Cr. HEROD. IV, 95.
que se trata de tabus primitivos.
Op. cit. pug. 107 y S.
17 y 55. Cf. PLUTo de plter. edltc. 17.
BURNET sostiene
DIOG. L. VIII,
Metaph. A, 5, 895 b 23.
Magna mar. A. I, 1182 ally
55.
ARISTOT. Magna mar. A. 34, 1194 a 28.
�aseguran los Pitagoricos, porque definieron la justicia sin restriccion
como reciprocidad" (1). Y Aristoteles critic a esta teoria arguyendo
con ejemplos tomados tanto a la materia de la justicia distributiva
como de la rectificadora.
Observemos ademas, que la reciprocidad no es simplemente la
igualdad formal de todos ante una regIa -como ya la habia concebido
Solon-, sino la igualdad material (de contenido) de los bienes y de
las obligaciones: 10 que es mio, es tambien para ti; 10 que yo debo
hacer para ti, eso mismo debes hacer tu para mi. El modelo de esta
igualdad reciproca es cabalmente la igualdad entre la ofensa y el
castigo que constituye el talion. Con esta interpretacion concuerdan
perfectamente los preceptos de que nada se ha de considerar como
propio y de que "entre amigos todas las cosas son comunes" (2). En
efecto, la reciprocidad en referencia a los bienes equivale a la comunidad de los mismos, pues solo asi es posible que siempre los bienes
de cada uno esten a disposicion de los demas. En otras palabras: la
reciprocidad absoluta en materia de bienes anula la propiedad individual e imp one el comunismo. Y, en consonancia con esto, era una
regIa de la comunidad pitagorica que sus miembros depositaran sus
bienes en comun (3).
Y la justicia asi concebida era una exigencia que se imponia con
la fuerza mas grande con que puede imponerse un principio moral,
que es la que Ie otorga la religion: para Pythagoras la justicia tiene
fuerza de juramento, y, por eso, agregaba, Zeus se llama Juramento (4).
Destaco tambien que la justicia es el principio que conserva alas
comunidades y las preserva de la corrupcion, y la comparo con la sal.
"De la sal decia que conviene ponerla en las cosas, porque recuerda
a la justicia, pues conserva cuanto ocupa y penetra, y se hace de cosas
purisimas, 0 sea sol y mar" (5).
La concepcion pitagorica de la justicia es dificilmente compatible
con la tesis, a menudo sostenida, de que Pythagoras tuviera ideas
aristocratic as. Como compadecer esto con el pensamiento de la igualdad reciproca? Por otra parte, el joven que se desterro voluntariamente de Samos por odio a la tirania de Polycrates (6), concibio
en conexi on con su doctrina religiosa, un ideal de vida en si independiente de las form as politicas, un ideal que podia hacer al hombre
fuerte frente a to do transtorno en el orden del estado. La comunidad
fundada por Pythagoras tenia fines religioso-morales, ofrecia un metodo para perfeccionar la vida, y no una teoria ni una tecnica politicas (7). Ciertamente que la orden poseia una jerarquia intern a, pero
ella era independiente de toda diferencia de sangre, y se basaba exclu(1) Ethic. Ilic. V, 5, 1132 b 21.
(2) DIOG. LAERT. VIIT, 23 y 10.
(3) Id. VIII, 10. A. GELID. I, 9, ill lille.
(4) ALEJANDRO ill DIOG. LAERT. VIII, 33.
(5) Id., id. VIII, 35.
(6) PORPH. Vito Pyth. 9; DIOG. L.URT. VIII, 3.
(7)
Esto
se infiere
de PLAT.
Rep,
600 a y b.
�sivamente en el progreso que cada uno hacia en el plan de educacion
y aprendizaje. EI ingreso no estaba subordinado a ninglin prejuicio
nobiliario (I). Si de hecho un dia la orden lIego a dominar el gobierno
de Crotona, ello fue el resultado natural de la superioridad individual
de sus miembros, quiza con el fin de disolver al estado como tal, y
convertirlo en una gran "orden". Pero, en cierto sentido, habia aqui
una politica: la politica para destruir la politica. Los crotoniatas hubieron de sentirlo asi, y pOl' eso trataron de sacudir su yugo hasta
lograrlo. EI jefe de la rebelion era CyIOn, un hombre noble y rico (2).
Xenophanes de Kolophon (hacia 570 a.C.) no pertenece propiamente a la historia de nuestra ciencia. La doxografia de Diogenes
Laercio Ie atribuye el dicho de que "con los tiranos 0 no se ha de tratar
o se ha de tratar con blandura" (3), el que, ademas de insignificante,
es probablemente inautentico. Pero indirectamente nos interesa por
la nueva concepcion que trajo de 10 Absoluto y porIa relacion jerarquica que establecio entre los valores.
Errante pOl' todas las ciudades de la Helade y quizas tambien de
Tracia, pues fue desde Kolophon hasta Sicilia, y recogiendo en todas
partes 10 que encontraba tipico, lIego a la conclusion de que los dioses
descritos pOl' Homero y Hesiodo no podian cOlTesponder a la verdad
objetiva. Habia observado que los etiopes los representan chatos y
negros, y los tracios, de ojos azules y pelirrojos. Entonces infirio que
cada pueblo, cada especie se represent a a los dioses a su semejanza,
y que los bueyes, leones y caballos procederian del mismo modo si
pudieran pintar! (4). Asi tambien, Homero y Hesiodo han pintado
a los dioses como eran los hombres de su epoca, con sus vicios, robos,
adulterios y engaiios (5). Frente a esa vision de 10 divino asi ridiculizada, present a Xenophanes el pensamiento de un Dios unico, que
no se parece a los hombres ni en figura ni en pensamiento, que es
todo oj os, todo espiritu y todo oidos, y que sin fatiga, mueve todo con
la fuerza pensante de su espiritu (6). Como segun Aristoteles ese Dios
es el universo todo (7), aparece aqui pOl' primera vez el panteismo
filosOfico oponiendose con toda energia al ingenuo politeismo antropomorfico de la tradicion nobiliaria.
Xenophanes entrevio una jerarquia de los valores en la cual la
jnsticia ocupa un lugar inmediato a los valores religiosos que son
estimados los supremos. En un fragmento de elegia que nos ha con(1)
A. CELIO. I, 9.
PORPH.
Vito Pyth.
DIOG. LALRT. IX,
(4) CLEM. AL. Strom.
(5) SEXT. Adu. math.
(6) CLE'!. AL. Strom.
fr. 23, 21 y 25.
(7) Met. A, 5, 986 b.
(2)
(3)
37.
JAMBL.
Vito Pyth.
80, 248 y 250.
19.
V, 109, no; VII, 22. DIELS. fro 14, 15 y 16.
IX, 193; I, 289. DIELS. fr. n y 12.
V, 109; SEXT. Adu. math. IX, 144; SIMPL.
18 y
55.
Phys.
23, 19.
DIELS.
�servado Atheneo, ensena que los hombres de bien deben ante todo
alabar al Dios con piadosas historias y palabras puras, y luego han
de rogar que les otorgue la fuerza para ejecutar 10 justo, "pues esto
es 10 mas importante" (1). Por otra parte, comparando la actividad
de los filosofos con la que desarrollan los nobles en la guerra y en
la lucha agonal de los juegos, comprendio que la primera es superior
a la segunda y declaro sin ambages que "no es justo preferir la fuerza
al saber habil" (ayc,[J,;d. Por sobresalientes que sean la velocidad de
los pies 0 el vigor de los punos de los vencedores de Pis a u Olympia,
con ello "no mejoran el orden del estado" ni enriquecen las arcas de
la ciudad (2). Dos cosas surgen de aqui. En primer lugar que el orden
de la comunidad es un valor superior, puesto que es el criterio para
apreciar la altura de los otros. En segundo lugar, que do colocado
el valor de la ciencia por encima del de la fuerza, es decir, un valor
del genero de los espirituales, al que pertenecen tambien los eticos,
por sobre una mallifestacion caracteristica de los valores vitales.
Ahora bien, como los nobles preferian estos nltimos, es logico suponer
que Xenophanes no podia tener simpatia por el orden aristocratico (3),
y que mas bien debia inclinarse por aquCl en que podian decidir los
que habian sido formados por la ciencia. Y parece confirmarlo su
explicita declaracion de que el nnico camino para alcanzar 10 bueno
(en todos los ordenes) es el esfuerzo de la investigacion y no un don
gratuito del cielo (como consideraban los nobles la excelencia de su
raza) : "los dioses no han revelado todo a los mortales desde el principio, sino que, con el tiempo, investigando (~Yr:OUV1:q;) encuentran 10
mejor" (4).
En Xenophanes se encuentra asi, in nuce, la exigencia del aprendizaje para gobernar, que, fomulada por Socrates, habra de ser llevada
por Platon hasta sus nltimas consecuencias.
Pythagoras habia reducido a un principio comnn cosas tan distintas como los cuerpos fisicos y la justicia, Herakleitos intentara la
misma empresa pero con mayor osadia ann: cosas y dioses, vivos y
muertos, individuo y estado, norm as y clases sociales, toda la rica multiplicidad de los fenomenos naturales y culturales seran explicados
por un solo e identico principio oculto detras de ellos, pero que se
basta y se sobra para dominarlos a todos (5).
Herakleitos (hacia el 536 a.C.) despreciaba no solo al vulgo sino
a los sabios, que ignoraban el supremo principio que el habia descubierto (6). Perteneciendo a la mas ranci a nobleza de Efeso, don de
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
ATHEN. XI 462 C. DIELS, fro 1, v. 13·16.
Id. X 413 f. DIELS,
fro 2. v. 11·22.
Ignoro
que fundamentos
ha tenido
BURNET para soslener
10 contrario.
nota.
STOB. Ed. I, 8, 2; Flor. 29, 41. DIELS, fro 18.
THE'''ST.
Or. 5. p. 69; STOB. Flor. I, 179. DIELS fro 123 y·114.
Frs. 40, 42, 51, 56, 57, 81, 106.
Op.
cil.
p.
99
�ejercia por derecho hereditario el cargo de rey.sacerdote, pronto se
desilusiono de sus compatriotas al descubrir en ellos moviles y conduct a reprobables. Hermodoros, a quien Henikleitos consideraba el
mas perfecto varon de la ciudad, fue desterrado por envidia, y el fi·
10sofo los censuro duramente diciendo que 10 mejor que podian hacer
los efesinos era ahorcarse todos y dejar el gobierno a los impUberes.
La ola democratica que subia Ie disgustaba profundamente, y asi se
nego a confeccionar nuevas leyes -rehusando
una distincion que se
conferia solo a los hombres excepcionales- y diciendo que era mejor
ir a jugar a los dados con los niiios al templo de Artemisa. Estos gestos
de acritud e ironia terminaron un dia con una decision radical: renuncio su real dignidad a favor de un hermano y, apartandose del
mundo, se fue a vivir a los montes (1).
Su filosofia ha conservado un rasgo peculiar de la clase a la que
pertenecia: la ley del agon, el habito nobiliario de la lucha, es tambien
la ley del universo. Y la lucha, lejos de ser un principio de destruccion,
es, al contra rio, el principio creador en don de se origin an todas las
cosas.
Nuestros sentidos nos presentan un mundo en donde alternan el
cambio y la estabilidad; pero la estabilidad es solo aparente: en realidad todo se mueve, todo pasa, nada perdura. Todo £luye (2). Estas
expresiones en que Platon expone el pensamiento heraclitiano han de
ser entendidas en su senti do mas radical: no se trata solo de un incesante cambio de lugar, sino que cada cosa sufre una intern a transformacion cualitativa que no se detiene jamas. En el mundo nada
permanece en su ser; 10 unico permanente es la impermanencia mis-ma.
Las metaforas con que Herakleitos ilustro su doctrina son muy claras
en este sentido: "Aquellos que se sumergen en los mismos rios se baiian
en distintas aguas" (3). "No podemos sumergirnos dos veces en el mismo
rio" (4). Y si pensamos hasta el fondo la idea del devenir permanente
llegaremos a la conclusion de que la misma cosa es y no es al mismo
tiempo (5). Por eso dice: "en los mismos rios nos sumergimos y no nos
sumergimos. Somos y no somos" (6). Esto significa entonces que la
oposicion yace en el seno de las cosas y que la ley del universo consiste
en que cada cosa genera desde si misma a su contraria. Herakleitos
llamo a este principio con la palabra que designaba la ocupacion propia
de los nobles: guerra (7toAqJ.od. Asi, pues, la guerra es universal y la
discordia la ley de todo acontecer (7). "La guerra es el padre y el rey
de todas las cosas. A unos los presenta como dioses, a otros como
hombres; a unos hace esclavos, a otros, libres" (8). Pero la oposicion
no significa la separacion ni menos la destruccion de los contrarios,
antes bien en ellos esta implicada una intima unidad que es a la vez
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
IX, 2, '3 y 6. Fr.
121.
DIOG.
LAERT.
PLAT.
Grot. 401 d; 402 a; Thaet. 152 e.
DID. ap. Eus. Prep. ev. XV, 20. Fr. 12.
de E. 18. p. 392 b. Fr. 91.
ARiUS
PLUTo
ARIST.
Met.
V, 3, 1005 b. 23.
Alleg. Hom. 24. Fr. 49 a.
ORIG. c. Gels. VI, 42. Fr. 80.
HIPP.
Ref. IX, 9. Fr. 53.
HERACLIT.
�princlplO y fin de Ia contrariedad. "Las cosas se disipan y se relinen
nuevamente, se aproximan y se alejan" (I). "De todo se hace uno y de
uno se hacen todos" (2). Pero esta diversificacion y unificacion no han
de entenderse como momentos cronologicamente sucesivos. Platon nos
ha aclarado oportunamente este punto al oponer Ia doctrina de Herakleitos a Ia de Empedokles (3). Mientras para este Ia unidad y Ia
oposicion son sucesivas para aquel son simultaneas: todo se une y
desune incesantemente. "Lo distendido concuerda consigo mismo", Ia
union resulta de Ia tension. Asi, cuando tendemos el arco, 0 cuando
pulsamos Ia lira (4). Asi, tamhien, "camino arriha y camino ahajo
son uno y el mismo" (5). En Ia oposicion reside, pues, una "armonia
escondida mas fuerte que Ia aparente" (6). Esta doctrina, en donde
se afirma Ia oposicion en Ia unidad y Ia unidad en Ia oposicion, Herakleitos Ia aplico a todas Ias esferas. "Dios es dia, noche...
guerra,
paz ... " (7). "Los mort ales son inmortales, y Ios inmortales, mortales,
pues Ia vida de aquellos es Ia muerte de estos, y Ia vida de estos es
Ia muerte de aquellos" (8). "Uno y 10 mismo son viviente y muerto,
despierto y dormido, joven y viejo. Pues esto es Ia inversion de aquello
y aquello, Ia inversion de esto" (9). Veremos que Ia misma doctrina
se aplica a Ia vida social.
Los homhres en esto como en todo, atienden a 10 que dicen 10s
cantores populares y toman como norma 10 que piensa la mayoria,
sin darse cuenta de Ia gran verdad que hahia ya expresado Bias: "Ios
muchos son malos, solo Ios pocos son huenos" (10). POI' esto llamaha
alas opiniones humanas "juegos de nifios" (II). Pero si hien es esta
Ia situacion de hecho, Herakleitos destaca que "a todos 10s homhres les
ha sido concedido conocerse a si mismos y pensar con sahiduria" (12) .
De hecho, "el homhre mas sahio comparado aDios parece un mono
en sahiduria, como en 10 demas" (13). Pero considerado en si mismo
"pensar con sahiduria (crw\PPOVElV') es Ia mayor exce1encia", es el valor
mas alto (14). Y en que consiste la sahiduria? "La sahiduria consiste
en decir la verdad, y ohrar segun Ia naturaleza, escuchandola" (IS).
Aparece aqui, pOl' primera vez, de un modo claro, la naturaleza erigida
en norma suprema de la conducta. Y 10 que Herakleitos entiende pOl'
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(10)
(11)
(12)
(13)
(14)
(15)
Fr. 91.
[ARIST],
de Mundo 5, 396 b 7. Fr. 10.
Sophist. 242 d.
Ref. IX, 9. Fr. 5l.
Id. IX, 10, Fr. 60.
Id. IX, 9. Fr. 54.
Id. IX, 10. Fr. 67.
Id. id. Fr. 62.
PLUT.
Cons. ad Apoll. 10 p. 106 e. Fr. 88.
PROKL.
in Ale. I p. 525, 21. Frs. 104 y 39.
JAMBL.
de anima. (STOB. Eel. II 1, 16). Fr. 70.
STOB. Flor. V, 6. Fr. 116.
PLAT.
Hipp. maior 289 b. Fr. 83.
STOB. Flor. I, 178. Fr. 112.
HIPPOL.
ld.,
id.
�naturaleza 10 sabemos por otro fragmento en que nuevamente define
la sabiduria: "En una sola cosa consiste la sabiduria: comprender a
la Mente (yv<\>fJ.YJv)
que sabe gobernar todo a traves de todo" (1).
La naturaleza es, pues, esa Mente que gobierna todo a traves de
todo. Obrar escuchando a la naturaleza es comprender a la Mente y
ajustar la conducta a ella. Esto esta confirmado por la combinacion
de otros fragmentos. "Si se quiere hablar con entendimiento, hay que
hacerse fuerte con el comun a todos, como un estado con su ley y
aun mas fuerte. Pues todas las leyes humanas se aliment an de una
divina, pues esta domina sola, tan lejos como qui ere y basta para
todas y aun sobra" (2). "Hablar con entendimiento" es 10 mismo que
"'decir la verdad", que a su vez es "escuchar a la naturaleza". Por otra
parte el "comun a todos" es el pensar (3), el pensar con sabiduria
con el cual comprendemos a la Mente.
No es dificil determinar ahora que entendia Herakleitos por "la
Mente". Ya al decirnos que ella "sabe gobernar todo a traves de todo"
esta aludiendo al principio de la oposicion en la unidad, puesto que
"todo" abarca cosas diferentes, y, entonces, esa frase se puede leer:
"sabe gobernar 10 diferente a traves de 10 diferente". Ademas, en e1
fragmento 114 -reproducido
antes- Herakleitos compara el hacerse
fuerte con la sabiduria al hacerse fuerte de un estado con su ley, e
inmeditatamente agrega que hay que hacerse aun mas fuerte (con el
comun a to dos, que 10 que se hace un estado con su ley) porque todas
las leyes humanas se aliment an de una divina. Esta razon que da no
tcndria sentido ni no suponemos que esta eIiptico e1 pensamiento de
que esa misma ley divina es el objeto con el que ha de hacerse fuerte
la sabiduria. Dicho directamente: hemos de hacernos mas fuertes con
1a sabiduria que 10 que se hace un estado con su ley, porque el prin.
cipio de la sabiduria es una ley divina que es tambien el principio
de las leyes del estado. EI objeto de la sabiduria puede llamarse, pues,
Naturaleza, Mente 0 Ley divina. Y que esta Ley divina no es otra
cosa que el principio de la oposicion en la unidad result a de que,
por un lado, ella es la fuente de todas las leyes humanas, esto es, "e1
padre", y, por otro, "domina sola, tan lejos como quiere y basta para
todo y aun sobra", esto es, "el rey". Y ya sabemos que el padre y
rey de todas las cosas es "la Guerra" (4). Y que se trata de un principio aplicable no sOloa1 mundo fisico, sino tambien al mundo humano
individual y social se confirm a al advertir que en el fragmento hay
una referencia concreta a 10 humano al decir que "1a guerra...
a
unos hace esclavos, a otros, libres". "Guerra" puede entenderse ahora
en su sentido literal. La doctrina de Herakleitos se presenta otra vez
aqui como muy alejada de todo el pensamiento anterior. Ante todo
ya no es posible hablar, como Hesiodo, de la paz como de un ideal:
"la guerra es comun (universal) ". Herak1eitos ha sido el primer teo(l)
DIOG. LAERT. IX, I. Fr. 41.
(2). STOB. Flor. I, 179. Fr. 114.
(3) Id., id. Fr. 113, Cf. fro 116.
(4) Supra fro 53.
�rico del belicismo. Puesto que la lucha es un aspecto del princlplO
universal, es evidente que para eI es un valor positivo, y en definitiva
el mas alto. Mas alto atin que el "pensar con sabiduria", aunque el
no 10 haya dicho. Pues la sabiduria es sOlo un valor de hombre, mientras que la guerra es la esencia de la Mente misma, de la ley divina,
de la Naturaleza. Por eso se complace en destacar que "Dioses y hombres honran a los caidos en la guerra" (1). A ella tambien se refiere
cuando afirma que "el destino de una muerte mayor recibe una recompensa mayor" (2).
Tampoco es posible concebir a la justicia como un ideal estatico,
ni menos como el ideal concreto de la igualdad, ya sea en el sentido
de Solon 0 en el de Pythagoras. Ahora "la justicia es la cliscordia" (3).
Aristoteles dice que Rerakleitos censuro a Romero por haber deseado
que la discordia desapareciera de entre los Dioses y los hombres (4).
Sin ella todo se empantanaria en la inmovilidad absoluta. Por ella
todo se forma y prospera. Por eso la individuacion no es una culpa
ni merece un castigo, como en Anaximandros, sino que es la consecucion
de la ley de justicia. Tambien para el hombre la lucha es el principio
creador. "Para los hombres no seria mejor si les fuera otorgado todo
10 que quieren" (5). Y puesto que la guerra hace a unos esclavos y a
otros libres, la justicia es esencialmente desigualdad. Y puesto que la
oposicion implica y engendra la desigualdad, nada es propiamente
injusto. "Para Dios todo es bello y bueno y justo, pero los hombres
han aceptado esto como injusto y aquello como justo" (6). Lo cierto
es que "no conocerian ni el nombre de la justicia si no existiera" eso
que tienen por injusto (7). Pero la desigualdad tampoco ha de entenderse en senti do permanente, para situaciones dadas. La ley universal del cambio y la oposicion implica la transitoriedad y la inversion
del predominio de ciertos individuos y clases. No puede verse, entonces,
inconsecuencia en el hecho de que Rerakleitos exprese por un lado
preferencias aristocraticas, y por otro, aliente al pueblo a defender
sus derechos. "Ley significa tambien seguir la voluntad de uno so10" (8). "Para mi, uno vale por diez mil si es el mejor" (9). "El
pueblo (OTWO<;) debe luchar por su ley como por sus muros" (10). Solo
podia escribir conscientemente estos opuestos pensamientos quien creia
en la unidad de los contrarios.
(1)
(2)
('3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(10)
CLEM. Strom. III, 16. fro 24.
Id. III, 50. fro 25.
Supra fro 80.
ARlST. Eth. eudem.
H, 1, 1235 a 20.
STOB. Flor. I, 176. fro 1l0.
PORPHYR.
Quest. Homer. ad. 6. 4. fro 102.
CLEM. Strom. III, 10, fro 23.
Id. V, 116. fro 33.
GALEN.
de dig". puIs. VIII, 773 k. fro 49.
DIOG. LAERT. IX, 2. fro 44.
�Con Theognis de Megara (544-40 a. C.) volvemos a encontrar la
Ie en la religion tradicional y su conexion con la moral, que profesaron
Hesiodo y Solon. Aunque tampoco es el un filosofo teorico sino un
auto l' de sentencias morales, nos interesan sus versos porque cxponen
un concepto de justicia de mas amplia extension que el que hasta
ahora conocemos, y una serie de valoraciones sobre situaciones sociales
y politicas que culminan con la exaltacion de la aristocracia no solo
como regimen de gobierno, sino como forma de vida y como portadora
d.e los mas altos valores.
Como SolOn, Theognis tiene un alto concepto de los dioses, de su
poder y de su providencia, que contrastan con la impotencia e ignoran cia de los hombres:
"Ninguno, Kyrno (1), es causa pOl' si, de su dauo 0 de su utilidad;
Sino que son los Dioses los que traen 10 uno y 10 otro.
Y ninguno de los hombres se fatiga sabiendo en el corazon
Si al final se tornara en bien 0 en mal 10 que ha hecho.
Pues, a menudo, quien creia hacer el mal hizo, en cambio, 10 util
E hizo el mal, cuando creia hacer 10 uti!.
Y jamas hubo ninguno al cualle aconteciera todo como el queria;
Pues, la ardua dificultad alcanza a 10 imposible.
Los hombres nos fingimos cosas vanas sin saber nada;
Y los Dioses hacen todo a su placer" (2) .
POl' eso aconseja al joven:
"Haz votos a los Dioses: los Dioses tiene el po del', y jamas sin
[los Dioses
Pero hay un momento en que la propia experiencia del poeta,
que ha visto triunfar a los malos y padecer a los buenos, 10 conduce
a dudar de la providencia divina y a expresar en tono de reproche:
"Oh carD Zeus, te admiro; porque reinas sobre todos
teniendo gran poder y gran honor,
Y conoces la intencion y el corazon de cada hombre
y tu valor es el supremo sobre todo, oh rey.
Pero como, entonces, tu razon tolera a los malos
como a los buenos en igual medida,
ya sea que se vuelva a prudencia 0 a insolencia la mente
del hombre que se abandona alas malas obras?" (4).
Pero es solo un efecto de momentanea indignacion al presenciar
el derrocamiento de los valores que el poeta amaba, en las transfor(I)
(2)
(3)
(4)
Kyrno es un joven amado por Theognis.
Versos 133-142. Cf. sobre los dioses y la riqueza
V. 171 y s.
V. 373-380.
v. 156·159.
�maciones politica de su patria. En general Theognis reconoce el canicter justiciero de los dioses y, en terminos parecidos a los de Solon,
afirma que las riquezas injustamente adquiridas no son de provecho,
pues al final Zeus envia el castigo que recae sobre el injusto 0 sobre
sus hijos (1). Este ultimo aspecto de la justicia divina no satisface al
poeta, que desearia que la responsabilidad fuel'a puramente individual
y que los dioses no hicieran pagar a los hijos pOl' las culpas de los
padres. Reconoce empero, que las cosas no suceden asi (2) .
La piedad de Theognis alterna, pues, con cierto disconformismo
sobre algunos aspectos de la teologia anterior que es preciso vinculaI'
con su exacerbado pesimismo sobre el valor de la vida. Ha observado que:
"A cada uno Ie aflige un
De nosotros mortales que
Y esta comprobacion 10
zonadora y desesperada que
ten cia humana:
mal, y ninguno es verdaderamente feliz
vemos el sol" (3).
ha conducido a la vision mas descorajamas se haya expresado sobre la exis-
"No haber nacido jamas es para los hombres sobre la
[tierra 10 mejor
Y no discernir la luz del sol:
Y una vez nacidos, enseguida traspasar las puertas del
[Hades
Y yacer bajo un gran cumulo de gleba" (4).
Pero este radical pesimismo no implica una actitud de rebelion
contra los dioses ni menos una aspiracion al suicidio. POl' el contrario,
Theognis aconseja la aceptacion resignada del lote que nos deparan
aquellos:
"Nadie es feliz en todo, caro Kyrno, pero el hombre sabio
soporta el mal sin mostrarlo:
EI tonto no sabe adaptar su alma ni al bien
Ni al mal. A nosotros mort ales Dios nos da
Dones de varia clase: y conviene tolerar esos dones
Y 10 que da, sea 10 que sea, soportarlo" (5).
Y en medio alas grandes diferencias de valor que hay que reo
conocer entre los hombres, es una especie de consuelo el pensar que
ninguno es perfecto:
"En cada obra uno vale mas que otro, y otro menos;
Pero ningun hombre es completo sabio en todo" (6).
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
V.
V.
V.
V.
V.
V.
197.208.
731·742.
167 y s. Cf. Solon fro 13 (HILLER).
425·28.
441·46.
901 y s.
�Como principio general orienta dol' de la conduct a reitera Theognis
el precepto de 10 sabios: 10 mejor es la mesura, 0, como dice en otro
pasaje, elegir "el camino del medio" (1).
Y en sus exhortaciones a la virtud ocupa la justicia un lugar
destacado:
"Ejercitate en la virtud, y ama todo 10 que es justo,
No sea que te venza la aspiracion al lucro deshonesto" (2).
Esio no es un puro azar sino la consecuencia de que para el
la justicia no solo es el mas alto valor sino la cifra y compendio de
todas las virtudes. Surge ahora pOl' primera vez el pensamiento
de que:
"En la justicia se encuentran juntas todas las virtu des,
y es bueno, Kyrno, aqueI que es justo" (3).
Sabemos que mas tarde Platon y Aristoteles han desarrollado esta
concepcion.
Asi, es tambien en gracia a la "santa justicia" que se debe el
respecto a los padres, la piedad con los dioses y el diezmo a los
sacerdotes (4).
Con la justicia ha de vincularse tambien el terror que Theognis
senti a ante la pobreza, cuyos efectos hubo de experimental' en carne
propia, cuando a raiz del triunfo popular, la nobleza de Megara -a
la cual pertenecia el poeta- fue despojada de sus bienes y obligada
al exilio:
"Estar muerto, Kyrno, es mucho mejor para el pobre
que vivir sumido en la pobreza" (5).
POl' un lado el pobre es objeto de grandes injusticias pOl' parte ..•.
de los demas: la pobreza, ya sea en los juicios 0 en las asambleas,
o don de qui era que sea, es siempre vencida, burlada y odiada (6).
POl' otro, el mismo pobre, pOl' su propia situacion, cavila malas artes
y concluye cometiendo injusticias:
" ... Ia indigencia que enseiia obras malas,
mentiras, engaiios, daiiosas discordias,
tambien al que no quisiera; y ya nada Ie parece feo ni malo
pues aquella 10 constriiie entre angustias" (7).
Sin duda es tambien a causa de ese terror a la pobreza, que este
aristocrata condena la guerra y prefiere la paz, que trae la abundancia (8). De todos modos, fiel alas norm as de su clase, sabe bien
que la riqueza tiene solo valor de medio y que pOl' encima de ella
esta el honor de caballero, que es en definitiva el mejor tesoro para
dejar a los hijos (9).
0) V. 220, 331 y 336.
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
V.
V.
V.
V.
V.
V.
V.
V.
4,65 y s. Cf. 29 y s; 753 y s.
147 y s.
131 y s; 543 y ss.
182 y s.
267 y ss.
389·392.
885 y s.
409 y s.
�El triunfo de la burguesia en su patria y la nueva situaci6n creada
son objeto de severas criticas:
"Kyrno, el estado esta preiiado, y temo que pueda nacer
[un hombre
que tenga que corregir nuestra insolencia,
Pues los ciudadanos no han perdido aun el senti do ; pero
[los jefes
ya tienden a ruina y estan por caer" (I).
Su experiencia Ie ha enseiiado que:
"Es facil al estado que va bien hacerlo andar mal:
pero si va mal es dificil tornarlo al bien" (2).
El florecimiento 0 decadencia de un estado estan intimamente
vinculados a que en el gobiernen los buenos 0 los malos (en sentido
estrictamente moral) :
"A ningun estado, Kyrno, los buenos condujeron a la
[ruina,
Pero cuando acontece que los malos se exceden
Y corrompen a la gente, y hacen ganar los pleitos a los
injustos
Por motivo de lucro 0 de dominio,
Creeme, que el estado no por mucho tiempo estara sano,
aunque
Ahora repose en placido ocio,
Cuando los malvados como objetivo de su pensamiento
[tengan esto: la ganancia
Que se obtiene con gran daiio del pueblo.
De aqui nacen los tumultos, los estragos civiles y los
[tiranos;
Oh, que nunca mi estado se complazca en esto!" (3).
Si indagamos ahora quienes eran los buenos y los malos, obtendremos una respuesta que para Theognis es evidente: buenos son los
nobles, los plebeyos son malos, codiciosos, ignorantes, arrivistas. Esto
se halla supuesto en los versos siguientes:
"El estado es el mismo to davia, caro Kyrno, pero el
[pueblo es otro.
Aquellos que no sabian antes ni de reglas
Ni de leyes, y, por aiiadidura, usaban pieles de cabra,
Y como ciervos estaban paciendo,
Esos se tornaron ahora los bellos y buenos; y los va[lientes de antaiio
ahora son gente de poco! Quien puede tolerar esto?
Y se engaiian a podia, y luego se rien los unos de 108 otros,
Y no saben distinguir mas entre el bien y el mal" (4) .
(1)
V.39·42.
(2) V. 845 y s.
(3)
V. 43·52.
(4) V. 63·60.
�En consecuencia, frente a estos nuevos dominadores, aconseja
seguir una tactica prudente, de desconfianza y de cortesi a a la vez:
"De ninguno de estos ciudadanos, Kyrno, te hagas amigo
de corazon, nnnca, por ningun motivo.
Empero, se afable al hablar con to dos,
Pero con ninguno de ellos te mezcles
En serio. Oh, veras cuan miserable es el corazon humano
[y como
En sus obras no hay buena fe;
Sino que am an los fraudes y enganos y los intrincados
[rodeos,
Como suele hacer quien no tiene salvacion" (1).
No tan clara es, en caml:)io,la conducta que aconseja respecto del
tirano, pues, por un lado dice:
"No instigues al tirano por tu esperanza ansioso de lucro;
Mas si Ie juras fidelidad despues no 10 mates" (2),
Y por otro:
"Derrocar
de cualquier
modo al tirano explotador del
[pueblo
No provoca la cOlera de los dioses" (3).
Pero esto es un detalle. Lo que constituye el nucleo del ideario
politico de Theognis, es su fe en la nobleza y su vinculacion esencial
a los valores morales. No solo insiste en esta idea, sino que expresa
del modo mas claro que 10 noble es un conjunto de valores vitales que
se transmiten por la sangre y, por 10 tanto, que 10 bueno es la expresion de la buena raza, que no puede sustituirse por la acumulacion
de: la riqueza. La diferencia de bueno y malo es en definitiva una
diferencia de sangres:
"Buscamos, Kyrno, chivos, asnos y caballos de raza;
Y se escoge la sangre pura para ascender:
En cuanto a tomar esposa, no Ie importa al senor si es hez
de la hez, con tal que tenga dinero.
Ni la mujer desdena ser esposa de un hombre vulgar
rico; busca antes al rico que al bueno.
Rinden honor al dinero: el noble desposa a la verdulera
[y el plebeyo
A la dama: el oro mezclo todas las sangres.
No te asombres, pues, caro Kyrno, si decae la raza
nuestra, cuando se mezclan el bien y el mal" (4).
(1) V. 61 - 68.
(2) V. 823 y s.
(3) V. 1181 y s.
(4) V. 183 -192.
�Y como confirmacion tenemos el comentario de Stobeo, que al
citar estos versos agrega como explicacion que Theognis sostenia que
ni el hombre, ni ningun otro animal puede ser bueno, si no son buenos
los que 10 tienen que engendrar (1).
No es mas que una aplicacion de esta teoria el juicio lapidario
que formulo sobre la esclavitud:
"No hay cabeza de esclavo que haya nacido para levan[tarse erect a :
Siempre esta doblada y tiene el cuello torcido" (2) ;
y luego:
"De las cebollas no nacen rosas ni jacintos,
Ni de una esclava un hijo de alma libre" (3).
El ultimo intento de gran estilo para defender el predominio ya
por doquier perdido de la nobleza hereditaria 10 realizo Pindaros
(518/7 a.c.) el gran poeta tebano. Perteneciendo como Theognis a una
familia de abolengo, senti a y estimaba profundamente los valores de
m clase. Pero Pindaros no se resigno a lamentarse de la perdida del
poder estatal, ni intento tam poco una demostracion del derecho de la
nobleza a recuperarlo. Tenia una vision mas amplia y elevada de las
cosas. El terreno en donde el noble demuestra su incontestable superioridad es la lucha incruenta pero real de los juegos. Y Pindaros
encontro en el epinicio, la oda en honor de los vencedores, el medio
adecuado para exaltar aquellos valores y poner en evidencia como el
hombre de raza es realmente "el mejor" (aristos) aun cuando las luchas politicas 10 hayan desplazado de su lugar natural. Pero Pindaros
asimilo tambien ideas de origen popular, y manteniendose fiel a la
tradicion homerica de los dioses olimpicos y de los senores feudales,
rcctifico su concepcion inspirandose en la religion de los misterios
y en la critica de los filosofos. Asi pudo acuiiar una imagen idealizada
y resplandeciente del mundo aristocratico, imponiendolo a la admiracion incluso del nuevo nivel de cultura alcanzado por su epoca.
El concepto de 10 divino llega a expresarse ahora en la forma
panteista que Ie dio Xenophanes: Dios es "10 que es el Todo" (4).
Y cuando torna a la concepcion politeista, no puede admitir en los
dioses ninguna imperfeccion: es absurdo pensar que puedan sufrir
enfermedad, vejez, esfuerzo 0 congoja (5). Es una temeridad imputarles
crimenes: los dioses solo ejecutan bellas acciones (6). Destaca la om(1)
(2)
(3)
(4)
Floril. 88, 14.
V. 535 y s.
V. 537 y s.
Fr. Ad. 23 (Los fragmentos se citan primero
por la de SCHROEDER, con noa S y el numero
(5) Fr. Ad. 25. S. 143.
(6) OZ. I, 35.
por la edicion
correspondiente.
de PUECH
y a continnacion
Asi en este caso:) S. 140.
�nipotencia divina: "Dios puede de la noche negra hacer surgir el dia
inmaculado, y en las tinieblas como en obscura noche, ocultar el esplendor del sol" (1). "Solo Dios acaba toda cosa seglin su esperanza;
Dios, que alcanza al aguila en su vuelo, se adelanta al del£in en eJ
mar, encorva a los mortales orgullosos y hace pasar a otros la gloria
imperecedera" (2) .
Este alto concepto de 10 divino queda redondeado cuando Pindaros
seiiala la impotencia humana frente a el; pero, al mismo tiempo coloca al hombre en un elevado sitial al afirmar su intimo parentesco
con los dioses. "Una es la raza de los hombres, y otra, la raza de los
dioses. A la misma madre debemos la respiracion los unos y los otros;
pero estamos separados pOl' toda la distancia del poder que nos es
atribuido. La humanidad no es mas que nada, y el cielo de bronce,
residencia de los dioses, permanece inmutable. Sin embargo, nosotros
tenemos alguna relacion con los inmortales porIa
sublimidad del
espiritu y tambien pOl' nuestro ser fisico, aunque ignoremos que via
el destino ha trazado para nuestra carrera, dia y noche" (2).
La omnisciencia y la omnipotencia divinas se manifiestan tambien,
entonces, en su relacion con el hombre. No podemos ocultar nuestros
actos a los dioses, que todo 10 yen (4).
El hombre debe aspirar a la felicidad, que es el primero de los
bienes (5), y ella solo se obtiene con esfuerzo (6). Pero, en definitiva,
solo de Zeus depende el exito en todas las cosas (7). POI' eso no debe
aspirar a ser inmortal como el (8). Belerophon, que montado en Pegaso, quiso escalar el cielo, se desplomo en mitad de su ascension (9).
El alma aristocratica de Pindaros se nos revela claramente cuando
coloca a la buena fama, a la gloria, como el segundo de los bienes que
ha de conquistar el hombre, junto a la felicidad (10). Pero, ahora,
tamhien, hemos de ser sumisos. "No hay que luchar contra la divinidad, que ya eleva a estos; ya da a otros una gran gloria" (11). Es Dios
el que distribuye a los hombres la valentia y la inteligencia (12), la
fuerza, la elocuencia, y todas las otras cualidades (13). Las diferencias
humanas tienen, pues, un origen en la voluntad de los dioses y pOl' eso
es reprobable intentar sobrepasar el rango que a cada uno Ie ha sido
adjudicado (14).
En todo hombre existe la tendencia al mal, que se manifiesta
sobre todo como injusticia: "el espiritu de los mort ales esta demasiado
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(0)
(II)
(2)
(13)
(4)
Fr. Ad. 19. S. 142; fro Ad. 24. S. 141.
Pit. II, 49 y 55.; Cf. Pit. IX, 46 y 55.
Nem. VI, 1·7.
OZ. I, 64; Pit. III, 28 y 55; Pit. IX, 45 y
Pit. I, 99.
Pit. XII, 28.
Pit. XII, 29 y 55; Nem. X, 29 y 5.
1st. V, 14 y 55; 01. V, 24.
1st. VII, 42 y 55.
Pit. I, 99.
Pit. II, 88 y 55.
01. IX, 28.
Pit. I, 41 y 5S.
Pit. II, 34.
5S.
�dispuesto a sacrificar la justicia a la ganancia adquirida pOl' el fraude"(l). Pero el cumplimiento 0 la violacion de la moral estan sometidos
ya en esta vida a sanciones proporcionadas. "Mientras avanzas porIa
via de la justicia te envuelve una prosperidad magnifica" (2). En
cambio, "los goces contrarios a la justicia esperan el fin mas amar·
go" (3). Ademas, existen penas y recompensas despues de la muerte;
los culpables son juzgados pOl' un juez pOl' sus crimenes y sufren una
pena bajo la tierra (4), y los buenos Hevan una existencia feliz exenta
de todo mal (5).
Pindaros, nos presenta como Hesiodo, a los valores de la comunidad en la forma de divinidades menores, que luchan contra la
Hybris: "Eunomia, con su hermana, sosten de los Estados, Dike, la
inquebrantable, y su otra herman a, Irene, dispensadoras de las riquezas, hijas preciosas de la sabia Themis. Estan prontas para rechazar a la insolencia, madre de la saciedad" (6). Themis es la "asistente de Zeus hospitalario" (7), la "sabia" (8), la "santa" (9), la
"buena consejera" (10).
POI' otra parte, aparece la tranquilidad (Hesychia)
como hija de
la justicia. "Tranquilidad benevola, hija de Dike, tu que haces crecer
los estados, tu que guardas las Haves soberanas de la guerra y de los
consejos. .. POl'que tu sabes siempre, con 10 mas justo oportuno,
mantener un comercio mutuo de relaciones pacificas" (II) . En conexion
con esto destaca los males de la guerra: "la guerra es dulce para
aqueHos que no la han vivido: pero si se la experimenta, uno tiembla
extranamente en su corazon, cuando se la ve acercarse...
Que los
ciudadanos hagan reinar la calma en el estado, y que busquen la
esplendorosa luz de Hesychia, que agranda el corazon de los hombres;
que arranquen de sus almas la discordia vengadora, creadora de pobreza, odiosa educadora de la juventud" (12).
Y es Apolo el que hace penetrar en los corazones el amor de la
concordia y el horror de la guerra civil (13).
En todo esto vemos una combinacion de la antigua teologia y
moral de los senores con las ideas mas perfectas y humanas de Hesiodo
y del orfismo. Pero hay algo en 10 cual Pindaros no transige y es en
el modo de distinguir a los hombres y de valorar alas clases sociales.
SegUn un fragmento que nos ha conservado Platon, "Nomos reina del
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(10)
(11)
(12)
(13)
Pit. IV, 139 y ss.
Pit. V, 13 y ss.
1st. VII, 46 y ss.
Fr. Th. 1. S. 129·30.
Fr. Th. 2. S. 131; 01. II, 62 y ss. Pindaros admitia lambien la metempsicosis. Fr. Ad.
21. S. 133.
01. XIII, 6 y ss; Cf. 01. IX, 16.
01. VIII, 22.
01. XIII, 8.
Pit. XI, 9.
1st. VIII, 31; fro H, 1. S. 30.
Pit. VIII, Iss; Cr. 01. IV, 16.
Fr. Hyp. 3. S. 109·110.
Pit. V, 65 Y S8.
�universo, de los Irnmortales y mortales, justifica la fuerza que conduce
todo con su brazo poderoso" (1). Y el poema, que se ha perdido,
continuaba aludiendo al robo por Herakles de los bueyes de Geryon
como ilustracion del cumplimiento del Nomos. Asi, Kallikles interpreta el fragmento en el sentido de que la ley justifica el mejor derecho de los fuertes. Y no es posible alejarse mucho de esta interpretacion (2) porque, como en seguida veremos, otros pensamientos de
Pindaros concuerdan perfectamente con ella. El Nomos ha de ser
entendido como la antigua costumbre que legitima la supremacia de
los nobles. Y su asimilacion al concepto de rey, Ie da el canicter de
principio divino e irresistible ante el cual todos deben inclinarse. La
expresion "ley divina" se encuentra en otro fragmento (3).
La supremacia de los nobles reside en que la autentica virtud es
la que se hereda y no la que se aprende por el esfuerzo individual.
Pindaros rechaza totalmente la teoria de Xenophanes de la superioridad del saber sobre la fuerza. Sin duda que eI no plantea asi la
antitesis. La oposicion no es ahora entre la fuerza y el saber, sino
entre la virtud innata y la adquirida, pero es claro que detras de
ella se oculta la oposicion entre la habilidad de los nobles y la de
los burgueses. "Por el heroismo hereditario un hombre es grandemente poderoso. AqueI que no sabe mas que 10 que ha aprendido
permanece en la oscuridad, zarandeado por un viento inconstante;
jamas .avanza con pie seguro, y su alma desigual intenta la glorill
por todos los medios" (4). "Los hombres tienen sus diversas artes;
pero hay que andar sobre el camino recto, empleando las cualidades
naturales" (5). "El hombre habil es aquel que recibio de la naturaleza su gran saber; los que no saben sino por haber aprendido, semejantes a cuervos, en su inagotable habladuria, que graznen en
vano, contra el aye divina de Zeus!" (6)."
ada vale como los dones
naturales: empero,. a menudo, los hombres pretenden conquistar la
gloria por las cualidades que han adquirido. Pero los esfuerzos que
la divinidad no recompensa, mas vale, sin duda, callarlos; porque hay
caminos que conducen mas lejos que otros, y nosotros no tenemos
exito todos en los mismos estudios" (7).
El principio de la virtud hereditaria da ahora pIeno sentido al
precepto de honrar a los padres, que Pindaros coloca junto al de
honrar a los dioses (8). El precepto se dirige especialmente a los
nobles. El hijo del pueblo no tiene razon para honrar, pero si el
noble, puesto que sus virtu des son tales por haber sido el patrimonio
de sus antepasados.
(1) Gorg. 484 b. Fr. Ad. 49. S. 169.
(2)
Socrates, no solo no protesta contra ella sino que la acepta:
tn y segnn Pindaros,
la Justicia",
etc., 488 b.
Fr. Od. 1. S. 1.
Nem. III, 40 y ss.
Nem. I, 25 y ss.
01. II, 94 y ss.
(7) OL. IX, 100 y ss.
(8) Pit. VI, 20 y ss.
(3)
(4)
(5)
(6)
"dime
en que consisle
segun
�Esta es tambien la clave para interpretar el senti do general de
los epinikia. Es claro que si la virtud que vale es la innata y la virtud
innata es la heredada, el elogio del triunfador es inseparable del elogio
de sus antepasados. Mas bien las hazanas de estos han de constituir
el tema fundamental, puesto que solo en gracia a ellas se explica la
victoria del epigono.
Otra cosa surge tambien de aquel principio. Si el valor de la
nobleza finca en sus virtu des innatas, estas constituyen un patrimonio
permanente de sus portadores, y aquel valor se hace independiente
de las contingencias politicas, de que el orden aristocratico del estado
haya sido invertido y dispersados sus miembros. Adondequiera que
vaya, el noble sera siempre el mejor, porque su excelencia no radica
en los bienes exteriores de la riqueza 0 el poder sino en la virtud
que yace en el centro de su persona. Asi hay que interpretarlo cuando
dice que "un hombre de palabra franca se hace valer en todo pais,
cerca de los tiranos, donde /!:obierna la muchedumbre impetuosa, y
en los estados que regentean los sabios" (1).
Tampoco ha de verse una contradiccion con su ethos aristocratico en aquel pasaje en que exclama: "cuando observo que en el
estado los ciudadanos de condicion mediocre gozan de la felicidad
mas durable, me disgusta el destino de los tiranos y no aspiro mas
que alas virtudes comunes" (2). Para nada se pone aqui en tela de
juicio el valor de la aristocracia, que no puede ser de ninglln modo
asimilada al gobierno tiranico. Esto no solo result a evidente del pensamiento citado anteriormente, en que se distinguen las tres formas
de gobierno (tirano - muchedumbre - sabios) sino tambien de nuestro
conocimiento de la historia de las polis. Es sabido que los tiranos
se erigieron generalmente con el apoyo del pueblo y en detrimento
de la aristocracia. Pindaros ahi solo compara la situacion del tirano
con la del pueblo que contribuyo a instaurarlo, y se complace en
decirle al gobernante que prefiere la mediania del vulgo. En esto veo
solo un medio artero de humillar al tirano y no la intencion de exaltar
a los democratas.
POl' 10 demas, Pindaros no fue indiferente a los problemas actuales
de la politica. Como Theognis, vio que "es facil destruir un estado;
pero -restahlecerlo es dificil si los dioses no ayudan" (3). Y cuando
10 considero oportuno dio buenos consejos a los poderosos. El principe
"debe saber tratar con honor al pueblo y formarlo en la concordia
pacifica" (4). "Dirige al pueblo con el timon de la justicia" (5). El
poeta que cantaba a los vencedores de los juegos, no queria darles
la inmortalidad si no iba acompanada de una conciencia permanente
de los valores morales.
(I) Pit. II, 86 y ss.
(2) Pit. XI, 52 y ss.
(3) Pit. IV, 273 y ss.
(4) Pit. I, 69 y ss.
(5) Pit. I, 86 y ss. Cf. Pit. V, 13 y ss.
�Como Pindaros, su contemporaneo algo mas viejo, Aischylos (525
a. C.) pertenecia a una familia de eupatridas. Pero el conjunto de
su obra no acusa ninguna preocupacion por el problema del valor y
situacion de la nobleza que tanto tema habia ofrecido a aquel. Aischylos esta domina do por el pensamiento de la justicia retributiva,
estrechamente unida a s11.concepto de la divinidad. Habia nacido en
Eleusis, la villa de los misterios, y aunque parece que no era iniciado,
es 10 cierto que su obra revela una profunda religiosidad que supera
en mucho alas creencias corrientes sobre los dioses homericos. En
medio del politeismo subsistente, encontramos ahora una tendencia a
la unidad. Los dioses no actuan independientemente unos de otros.
Los oraculos de Apollo expresan la voluntad de Zeus (1). Este mismo
es concebido, al igual que Pindaros, como el todo: "Zeus es el eter,
Zeus, la tierra, Zeus, el cielo, Zeus es el todo, y todo 10 que existe
mas alIa de esto" (2). Todo es obra de los dioses, y todo 10 hacen sin
esfuerzo. Zeus es el que todo 10 quiere y todo 10 ejecuta hasta el fin.
Sin Zeus nada se cumple entre los hombres (3). Y el pensamiento
divino se realiza siempre por vias que nadie puede penetrar (4). El
orden establecido por Zeus no puede ser viola do por ningun mortal (5).
Aischylos no ha pintado la vida humana con colores tan obscuros
como Theognis, pero en eI persiste cierta tendencia pesimista: la ley
de la prudencia es el sufrimiento; el hombre solo comprende el sentido
de las cosas cuando ha sufrido (6). Y "la desgracia no distingue, y
en su carrera err ante, se posa hoy sobre uno y manana sobre otro" (7).
Admitia la idea orfica de la inmortalidad del alma y las sanciones
de ultratumba. En el Hades hay otro Zeus que juzga a los muertos
segun sus culpas (8).
La norma general de la conducta humana es, como en to dos, la
mesura (9). Asi, ningun hombre debe tener pensamientos por encima
de su condicion mortal. La insolencia conduce al error y el error produce lagrimas (10) .
Aischylos nos ofrece por primera vez un panorama completo de
las virtu des clasicas griegas al hacer el elogio del adivino Oicleida:
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(10)
Eumeu. 19.
Fr. 70. NAUCK.
Agam. 1485 y 55. Suppl. 95 y
Suppl. 92 y 55. 598 y 5.
Promet. 551 y 55.
Agam. 177. Eumell. 519 y 55.
Promet. 275 y 55.
Suppl. 230 y 55.
Eumeu. 525 y 55.
Pers. 819 y 55.
55.
�"hombre sabio, justo, valiente y piadoso" (1). Platon sustituira la
piedad porIa templanza.
La justicia sigue ocupando el lugar mas alto, tal como se 10 adju.
dicara Hesiodo. La suprema ley de la conduct a es venerar a la Justicia (2), que es una diosa (3). Ella aparece indisolublemente vinculada
al dios supremo: "EI reino de Zeus es el de la justicia" (4). Esta es
una idea central en el pensamiento de Aischylos. Se trata siempre de
[a justicia retributiva, la que castiga y premia. Ella combate junto al
que la defiende (5) y honra a los puros e inocentes (6). Se destaca
espccialmente que "el respeto a los padres es la tercera ley inscripta
en el libro de la Justicia" (7). Pero nadie puede salvar al que viola
sus dictados (8). Es una ley de Zeus que cl culpable debe ser castigado (9). Los que desprecian a los dioses un cierto dia reciben su
merecido (10). La Justicia castiga a unos enseguida, a otros mas tarde,
y cuando mas tarde llega, mas cruel es (ll).
Su medida es en general el talion. La justicia exige "que toda
palabra de odio se pague con palabra de odio" y el homicidio con
el homicidio (12). Este es sin duda el crimen mas grave. La sangre
reclama sangre (13). El agua de todos los rios no basta para purificar
las manos del asesino (14). Pero a esto se aiiade la idea de que las
generaciones posteriores han de pagar pOl' las anteriores. Las Erinys,
encargadas de atormentar a los delincuentes y en especial a los parricidas, castigan en los hijos los crimenes de los padres (15). Asi, la
destruccion de los Priamidas, de los Atridas, etc. todo es obra de la
J usticia hi j a de Zeus (16).
Todo esto supone que el derecho es de origen divino. Son las
leyes escritas en el libro de la Justicia, no en el de ninglin estado
terreno. Y es un derecho implacable y terrible, que castiga en los hijos
10s crimenes de los padres, crimenes que fueron quiza cometidos para
ejecutar ordenes de los dioses, como el sacrificio de Ifigenia y la
muerte de Clitemnestra.
Pero en las Eumenides presenciamos un hecho extraiio. Pallas
Athena instituye el tribunal del Areopago para la ciudad de Atenas,
con la funcion de juzgar los homicidios. Alli Orestes es absuelto de
su delito, gracias al voto de la diosa. POl' consiguiente el del'echo, de
origen divino, no es inmutable. Y este cambio de las leyes ocurre en
0)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(0)
(ll)
(2)
(3)
(4)
05)
(6)
Sept. 610.
Eumen. 538 y 55.
Agam. 381 y 85.
Suppl. 435 y 55.
Suppl. 342.
Agam. 774 y 85.
Suppl. 708 y 8.
Agam. 381 y 55.
Agam. 1563 y 55. Choeph.
Suppl.
/32 y s.
Choeph. 61 y 88.
Choeph. 309 y 55.
Choeph. 400 y 55.
Choeph. 72 y 55.
Eumen. 930 y 55.
Choeph. 935 y 55.
382 y
55.
�el sentido de la dulcificacion. Es un termino medio entre la anarquia
y el despotismo (I). Zeus, el terrible justiciero, se ha vuelto misericordioso. EI crimen de Orestes tenia una justificacion: habia sido
ordenado por un dios. Pero en Aischylos esta razon no es elevada a
principio general. Por que ha sido perdonado Orestes, y no Agamenon,
que tambien mato por orden divina? Por que justamente ha sido
absuelto el parricida y no el filicida ni la uxoricida?
Este problema se toca hasta el fondo en el Prometeo. Aqui vacila
el terreno pisado hasta ahora, pues se discute abiertamente el caracter
justiciero de Zeus. Este drama entre dioses es desde el principio hasta
el fin la negacion de la tesis de que "el reino de Zeus es el reino de
la justicia". El titan Prometeo es castigado por haber dado el fuego
de 10s dioses a los hombres. Con esto ha "viola do el derecho" (2).
EI hombre tiene que preguntarse, forzosamente, como puede ser
justo el dios que queria destruir a la humanidad y que castiga al que
se 10 ha impedido y Ie ha dado a aquella un principio de progreso.
EI derecho divino no es otra cosa que la voluntad arbitraria de un
dictador. Y efectivamente, Zeus es presentado como "el joven tirano"
que escalo cl poder supremo hace poco, despues de haber expulsado
a su padre Cronos (3). "Nuevos senores asen la barra en el Olimpo:
en nombre de leyes nuevas, Zeus ejerce un poder sin norm as y destruye hoy los colosos de antano" (4). "Un nuevo senor es siempre
duro" (5). Zeus es ese "duro monarca, cuyo poder no tiene que rendir
cuentas" (6) y hace el derecho a su discrecion (7), es decir, "erige
a sus caprichos en leyes" (8) .
Y todavia este tirano esta adornado con el defecto peculiar de todo
autentico arrivista: es ingrato con el propio amigo que 10 ayudo a
triunfar de Cronos. Prometeo observa ironicamente: "sin duda, es
un mal inherente al poder supremo la desconfianza respecto a los
amigos" (9).
Es indudable que la tragedia ofrece en todo esto una trans posicion
al plano divino de situaciones y reacciones de la humana politica. Y
ello no en relacion a un caso historico concreto, sino en su plena
significacion universal. Se ha observado que Hephaistos, Kratos y
Hermes representan tres tipos distintos de servidores de un dictador.
"Hephaistos vacila entre la obediencia que debe a su senor, y la simpatia llacia su antiguo amigo, ahora frondeur contra el regimen de
Zeus. Kratos parece un ser subalterno, aterrorizado por el tirano, un
criado sin propio albedrio, un verdugo sin compasion. Hermes, en
cambio, es el funcionario ideal. No es ciego, vil y primitivo como
Kratos, sino sensato, prudente, lOgico. Pero al contrario de la inde(l)
(2)
(3)
Eumen. 696 y
Promet. 30.
ld. 943.
(4) Id. 147 y 55.
mId.
55.
35.
(6)
Id. 324 y s.
(7) Id. 187 y s.
(8) Id. 404.
(9) Promet. 224 y
SS.
�CISIOn de Hephaistos, Hermes Ie presta a Zeus tan incondicional
obediencia como Kratos" (1).
Pero esto no debe desfigurar el senti do directo del drama respecto
del problema de la justicia divina. Si la transposicion ha sido posible
es porque e1 problema es comlin a dioses y hombres. No se trata de
una analogia de la justicia entre dioses con la justicia entre hombres,
sino que en el problema de la justicia de Zeus esta implicado tambien
el hombre. La causa de Prometeo es la causa de la humanidad. Ai~,chylos ignora aun el punto de vista relativista. El problema de los
valores es planteado pOl' el en su universal radicalidad. Lo sorprendente, y que desentona con las otras tragedias, es que aqui Zeus es
presentado como el injusto. Y el drama termina con el triunfo de este
injusto. Y este injusto es el dios supremo. POl' esto se ha llegado a
dudar de si era esta una obra del mismo autor de la Orestiada y no
mas bien de un autor posterior ya influido poria critica de los sofistas.
Pero no debemos olvidar que Prometeo encadenado era solo la primera pieza de una trilogia vinculada. A ella seguia otra titulada la
liberacion de Prometeo. POl' las referencias que de ellas tenemos, sahemos que en ella figuraba Gaia, madre del titan, que Ie habia revelado
el secreto del cual dependia el destino de Zeus. Gilbert Murray supone
que Gaia pedia a Prometeo la autorizacion para descubrirselo a Zeus.
El secreto era que el hijo de este y de Thetis destronaria a su padre.
Al saber el secreto Zeus renuncia a desposar a Thetis y asi se salva.
En compensacion libertaba a Prometeo (2). Si esta hipotesis es exacta,
resulta que la liberacion de Prometeo no se debe a una imposicion
de este, valido de su secreto, sino a la generosidad de Zeus. Tendriamos
entonces una evolucion de Zeus semejante a la de la Orestiada. Zeus
ha cambia do la justicia: la ha hecho mas equitativa, mas benigna.
Pero, en el fondo, el pensamiento de Aischylos no ha cambiado, pues
la idea comun a esta evolucion de la justicia es que ella no tiene un
contenido esencial, inmutable, sino que depende de la voluntad del
Dios. Es "irracional". Aischylos fue un voluntarista avant la lettre.
La concepcion de Sophokles (497·94) sobre Dios y sobre el hombre
no contiene nada que ya no conozcamos. Zeus y los demas dioses son
omnisapientes; conocen incluso los pensamient05 (3). Zeus es poderoso,
10 ve y 10 dirige todo (4). Son 105 dioses los que conducen todos los
sucesos y envian a los hombres no solo sus bienes sino tambien sus
males y sufrimientos (5). El poder de Moira es terrible, y nada puede
contra eI (6). El hombre no puede luchar contra el poder de Zeus (7).
(l)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
W. Prometeo
ellcudelludo.
En
MURRAY G. Esquilo,
ed. E5pa5a.Calpe.
Elect. 657 y 55.
1d. 174 y ss.
Aj. 1036 y 55. Truc". 1278.
Ant. 951 y 55.
Ant. 604 y 55.
MHZ
Cruz y Ruyu. N.o
1943, p. U5.
36, p. 77.
�EI hombre es una sombra vana, un fantasma (1); su cxistencia es una
nada, todos son desgraciados (2). No se ·puede proclamar feliz a nadie,
antes de que haya llegado al termino de su vida sin sufrir ningun
mal (3). La mejor suerte es no haber nacido, y la que mas se Ie acerca
es morir en seguida de haber venido al mundo (4). Es una ley eterna
que en la vida del hombre no hay prosperidad excesiva sin que se
mezcle el dolor (5). Por eso el hombre no debe querer ser igual a
los dioses (6), que castigan la insolencia (7). Cuando esta ha llegado
a todos los excesos e imprudencias y alcanzado la cumhre, se precipita
al abismo de males, de donde no sale mas (8).
Hemos encontrado ya estos pensamientos -que Sophokles a veces
reproduce casi literalmenteen las paginas anteriores.
Pero Sophokles tiene una especial significacion para la filosofia
del derecho y del estado, y es el habernos dejado la primera afirmacion clara de una ley natural de la conducta, distinta de las leyes
positivas humanas, y con ello, haber dado el primer impulso a la
. teoria del derecho natural que ira creciendo y afirmandose paulatinamente hasta convertirse en la doctrina dominante sobre las relaciones sociales y politic as. Ciertamente que desde Hesiodo y SolOn se
destaca a la J usticia divinia que premia y castiga; pero las leyes
divinas de que habla Sophokles no son solo distrihuidoras de san·
ciones sino director as de la conducta, orientadoras de las acciones,
sobre las cuales recien mas tarde es que han de recaer aquellas. Sin
duda que -para no mencionar mas que los antecedentes inmediatosAischylos y Pindaros habian afirmado leyes divinas sobre el fondo de
la conducta, y Herakleitos habia dicho que hay una ley divina que
aliment a a todas las leyes humanas. Pero 10 que distingue a Sophokles de los primeros es que sostiene un dualismo de las leyes, que en
aquellos apenas cabe discernir, y 10 que 10 distingue del segundo es
que concibe ese dualismo como una oposicion irreductible, que Herakleitos superaba con su teoria de la unidad de los contrarios.
Es bien conocido el pasaje de la Antigona que expone esa doctrina.
Increpada por Creon de haber transgredido leyes por el dictadas,
Antigona responde: "Si, porque no es Zeus que ha promulgado para
mi esta prohibicion, ni Dike, que habita con los dioses subterraneos,
ha dictado tales leyes a los hombres; ni crei yo que tus decretos
tuvieran tanta fuerza para dar a un mortal el poder de quebrantar
las leyes divinas que jamas han sido escritas y que son inmutables.
(I)
Aj.
(2)
Oedip. rex. 1186 y ss.
(3)
Id.
(4)
(5)
Oedip. in Co!' 1224 y ss.
Ant. 611 y ss. Oedip. Col. 1211 y ss.
(6)
(7)
Aj. 127 Y ss.
Id. 758 y ss. Ant. 127 y ss.
Oedip. rex. 873 y ss.
(8)
125.
1528 y ss. Trach.
1 y ss.
�Pues no son ni de hoy ni de ayer, sino que son eternas y nadie sabe
a que pasado remontan" (1).
EI caracter divino de ciertas leyes y su diferencia con las humanas
fue reiterado en el Oedipo rey: "han sido dictadas leyes sublimes, engendradas en el Ether celeste: solo el Olimpo es su padre; la naturaleza
mortal de los hombres no las produjo" (2). La oposicion entre el
Ether celeste y la mortalidad humana seiiala aqui la diferencia de
jerarquia de ambas leyes. Pero en la Antigona se destaca, ademas, que
las leyes divinas tienen de por si vigencia y no son un mero ideal
para la rectificacion de las humanas. Mas aun: su eficacia es mayor
que la de estas "que no tienen tanta fuerza para dar a un mortal el
poder de quebrantar" aquellas. La indicacion de que "jamas han sido
escritas" esta puesta precisamente en conexion con su mayor eficacia.
Es la ley humana la que por su fragilidad requiere la escritura. lDonde
reside, entonces, la divina ley no escrita? Sin duda, en la conciencia,
puesto que "el olvido no las dejara dormir nunca" (3). Con esto se
habia encontrado una instancia superior en donde basar toda resistencia alas leyes estatales injustas. La desobediencia es obediencia a
leyes superiores, que manifiestan su superioridad en que son inmutables: "no son de hoy ni de ayer; sino que son eternas y nadie sabe
a que pasado remontan". La fijeza de su contenido garantiza su rectitud, su independencia, de toda voluntad arbitraria, motivada siempre
por circunstancias momentaneas. Si pudimos decir que Aischylos era
un voluntarista, cabe designar a Sophokles como intelectualista.
En concreto, el conflicto gira en torno al cadaver de Polinikes,
que Creon ha prohibido enterrar como fratricida, y que, a pesar de
clIo, ha sido sepultado por su hermana. Pero detras se alza un conflicto de principios. Antigona ha cumplido un tradicional precepto del
derecho de familia: ante la muertc no hay diferencias; cada cual ha
de enterrar a sus muertos. "Hades quiere para todos leyes iguales" (4) .
EI amor ha de superar aqui todas las diferencias morales (5). Creon
entiende que "el bueno no debe tener igual premio que el malo''',
que un enemigo no puedc ser amado ni aun despues de la muerte (6)
Y golpeando en 10 mas hondo el sentimiento familiar, llega a afirmar
que "es trabajo inutil venerar a los muertos" (7). Pero solo entendemos el verdadero alcance del conflicto cuando oimos a Creon esgri.
mir como argumento positivo y decisivo la seguridad del estado. La
seguridad es el valor supremo: ante su apremio cs il1diferente que
caigan en pedazos los principios de la tradicion religioso-moral. "A
quien el estado coloco a su cabeza, hay que obedecer en las cosas
pequeiias, en las justas y en las que no 10 son" (8). La actitud del
politico pretende justificarse invocando el bien de la comunidad:
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
Antig. 450 y ss.
Oedip.
rex. 863 y ss.
Oedip.
rex. 863 y ss.
Antig. 519.
ld. 523.
ld. 520 y ss.
ld. 780.
(8) ld. 666 y ss.
�· .. "No hay mayor mal que la anarquia: ella destruye los estados,
trastorna las familias, pone en derrota alas lanzas aliadas. Al contrario,
10 que salva alas mas as, cuando son bien dirigidas, es la obediencia
libre. Asi, hay que defender el orden (.;w'!J.O\)!J.<VOl> -) Y no dejarse nunc a
dominar pOl' una mujer" (1). Aqui aparece claramente delineada la
seguridad como valor de la comunidad, y la inseguridad como el valor
negativo inferior. Pero luego Creon revel a el fondo de su pensamiento
al declarar que la comunidad no es la que ha de dictar 10 que el
debe disponer, pues "el estado es del que manda" (2). Entonces 10
que se hace valer ya no es la seguridad de la comunidad sino la
seguridad de los gobernantes. Suplantando asi la region objetiva del
valor, se pone de manifiesto el punto de vista de la autocracia y con
el, su sinrazon. Lo vemos claramente cuando Creon confiesa su ceguera
para los otros valores: manteniendo el respeto a su autoridad, no cree
violar la justicia (3).
Aristoteles (4) al afirmar la existencia de la ley natural (o justicia
natural), menciona, como corroboracion de su tesis, junto al famoso
pasaje de la Antigona antes citado, estos versos de Empedokles (nacido
hacia 490) :
"Pero la ley valida para todos se extiende a traves
del eter que rein a a 10 lejos y a traves del brillo infinito" ... (5).
Parece que Empedokles sostenia tambien que una misma accion
no puede ser justa para unos e injusta para otros, cabalmente en
virtud de la validez universal de esa ley. Pero en su contenido era
mucho mas amplia que aquella de que hablaba Sophokles. Prohibia
matar a cualquier ser vivo. POl' esto pudo decir Ciceron (6) que
Empedokles (y Pythagoras) atribuia derechos iguales a todos los
animales, y amenazaba con terribles sanciones a los que atentaban
contra ellos. Tal prohibicion esta ligada, como era de esperarlo, a la
doctrina orfico-pitagorica de la transmigracion. EI daimon que ha
cometido una faha es condenado a vagal' durante 30.000 "epocas" lejos
de los bienaventurados, ingresando en el cuerpo de los seres mas diferentes (7). De ahi la prohibicion de sacrificios cruentos y de comer
carne. EI cuerpo del animal es residencia de un ser divino que sufre
una expiacion (8) ... La ley universal de E. tiene, pues, un amplisimo
(1) Antig. 672 y ss.
(2) Id. 734 y ss. 738.
(3) Id. 74HI.
(4) Rltet. A 13.1373 b.
(5) DIELS. Fe. 135.
(6) de Rep. III, 11, 19. PLUTARCO, de esu c. II, 997, se referia a 10 mismo diciendo
E. y Pyth. nos ensenaban a ejercer la justicia incluso con seres de otra especie.
(7) D. fro 115.
(8) D. fro 136 y 137.
que
�alcance: abarca a dioses, hombres y animales en una gJ.·anconfrater·
nidad. Pero, por eso mismo, tiene poco caracter juridico en el moderno
senti do de la palabra.
Los garibaldinos celebran a E. como democrata. Y con razon.
Pues reformo la constitucion de Acragas, disolviendo la oligarquia
de los Mil, y sustituyendola primero por un gobierno mixto, compuesto de los ricos, y "los entendidos en los asuntos del pueblo" (1).
Luego, seglin Neanthes Kyzikenos, despues de la muerte del gobernante Meton, hubo intentos de tirania, y entonces E. establecio la
democracia (2). Pero no sabemos si trato filosOficamente estos problemas, ni si los vinculaba de algun modo a la ley universal que afirmaba
en los Katharmoi.
(l)
DIOG.
(2)
ap.
LAERT.
DIOG.
VIII, 66.
VIII, 72.
LAERT.
�
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Los orígenes de la Filosofía del Derecho y el Estado
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El presente estudio no es una monografía sino un fragmento de una obra de conjunto que abarca la filosofía del derecho y del estado en la antigüedad greco-latina, y en sus últimas intenciones quiere llegar a ser una historia completa de esta disciplina. No sé cuando podre dar cima a mi labor, pero como Las partes ya redactadas son el resultado de una rigurosa y exhaustiva búsqueda hecha sobre las fuentes mismas, las doy a publicidad pensando que quizá puedan colmar una laguna de la literatura contemporánea, especialmente de la de habla española.
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LLAMBIAS DE AZEVEDO, Juan
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República. Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 229-273
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Publicación Periódica
ESTADO
Facultad de Humanidades y Ciencias
FILOSOFIA DEL DERECHO
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LA AFINIDAD QUIMICA
(Tema de las clases del cursillo de Epistemologia de la Quimica,
dictado en la Ciitedra de Quimica Fisica de la Facultad de Humanidades
y Ciencias, en el ano 1946)
(Para
la Revista de la Facultad
de Huma·
nidades
y Ciencias
de la Universidad
de
Montevideo.
C. E. PRELAT.j
Es indudable que la palabra "afinidad" tiene varias acepciones
en el lenguaje de la vida diaria, acepciones que han influido en las
concepciones cientificas que se han ido creando a traves de los tiempos,
alrededor de esa idea. Por ese motivo me parece oportuno comenzar
la exposicion del tema precisando, dentro de 10 posible, los alcances
de este termino en Quimica; sin utilizar para ello la definicion actual,
pues esta no nos permitiria lIegar a comprender los alcances del problema que trataba de resolver el concepto cuya evolucion ha dado
origen a la actual nocion de afinidad en Quimica. Claro es que ter·
minaremos esta exposicion con un comentario critico del concepto
actual y veremos su oportunidad, utili dad y eficacia, pues sin eso el
tema quedaria completamente trunco.
Veremos, pues, como se presenta el problema y cuales son sus
complicaciones. En el ambiente fisico en el que se desarrolla la vida
del hombre tienen lugar transformaciones quimicas de gran importancia y diversidad. Tomemos una muy frecuente: la combustion del
carbon, colocado, por ejemplo, en una hornalla comun de nuestras
cocinas. La Quimica, mediante una elaboracion conceptual milenaria
ha lIegado a dar senti do preciso a esta afirmacion: en la combustion
del carbon la transformacion mas importante consiste en la union de
los elementos carbono y oxigeno para dar dioxido de carbono. No
puede dejarse de reconocer que las ideas expresadas por las palabras
union y para dar responden a concepciones que, en la mente de la
mayor parte de los quimicos, trascienden la simple y escueta expresion
de los hechos. Es decir, se considera que algo se ha unido (0 combinado) a algo para dar un tercer algo diferente: la union del carbono
�y del oxigeno ha sido la causa de la formacion del dioxido de carbono.
Estas ideas trascendentes a la experiencia misma pueden eliminarse
de la descripcion total del fenomeno diciendo: Hemos observado que
la masa de carbon ha disminuido, 10 mismo ha sucedido con la de
oxigeno y ha aumentado la masa de dioxido de carbono. Ademas, por
cada 12 grs. de carbono que tenemos de menos, tenemos 32 grs. de
oxigeno menos y 44 grs. de dioxido de carbono mas que al principio
de la experiencia. Podriamos agregar otra serie de datos cuantitativos
experimentalmente determinables: cantidad de calor entregada al
medio, variacion de la entropia durante el proceso, etc. Con todo esto,
no apareceria la afinidad, en el sentido vulgar, por ninguna parte,
ni quedaria resquicio alguno por donde pudiera meterse de rondon.
Pero los quimicos dicen y han dicll0 desde los tiempos en que
hubo quimicos que el carbon y el oxigeno se unen. Con expresiones
como esta se origina el concepto de afinidad. En efecto, si cl oxigeno
y el carbono se unen en ciertas condiciones en las cuales no se unen,
por ejemplo, el oxigeno y el platino, debe existir entre el carbono y
cl oxigeno algo que no existe entre el oxigeno y el platino. Ese algo,
confuso, indeterminado, recibe el nombre de afinidad, crean dose asi
este concepto tambien vago e indeterminado. Si con la afirmacion:
"en tales condiciones de temperatura y presion, el oxigeno y el carbono
tienen entre si afinidad, mientras que, en las mismas condiciones, el
oxigeno y el platino no tienen afinidad" solo se quisiera describir los
hechos siguientes: "el carbono y el oxigeno se unen, mientras que e]
platino y el oxigeno no se unen" (dando a la. palabra "unirse" e]
significado experimental que Ie hemos dado) no habria ninguna
cuestion oscura pues la nocion de afinidad solo conduciria a una descripcion comoda de los hechos: cuando dos elementos se unen tienen
afinidad entre si, cuando no se unen, no tienen afinidad. Pero este
papel de mer a expresi6n lingiiistica no esta de acuerdo con toda la
significacion que todavia en la actualidad tiene para la mayor parte
de los quimicos y alin para el vulgo. Cuando se dice que el carbono
y el oxigeno tienen afinidad entre si, se quiere decir que entre ellos
existe una atraccion especial, algo asi como una "fuerza quimica",
atraccion que tiene su origen en propiedades "intrinsecas" de los
elementos. Se pretende que esta "fuerza quimica" tiene un caracter
absoluto, es decir que la atracci6n entre el oxigeno' y el carbono existe
en poten~ia en los elementos mismos. Esta atracci6n se puede "explicar" y de aqui que hayan surgido en el curso de la historia de la
Quimica varias tentativas de explicaci6n de la afinidad, como veremos
mas· adelante. Pero esa concepcion de la afinidad entre dos elementos
con caracter absoluto no puede sostenerse coherentemente si se consideran algunos hechos experimentales muy sencillos.· Consideremos,
en efecto, el caso del yodo y del hidrogeno. Si tenemos vapor de 12 e H2
formando una soluci6n gaseosa a 500°C, observaremos que, (usando el
lenguaje comnn) se unen para dar yoduro de hidrogeno hasta que la
cantidad de este alcance un cierto valor. Llegado el sistema a estas
condiciones el yodo y el hidrogeno no se unen, ann cuando se hallen
�en presencia el uno del otro. Esto demuestra claramcnte que la afini<lad entre el H2 y el 12 no es una "fuerza quimica" de caracter absoInto, pues en la experiencia anteriormente citada pareceria como que
desaparece frente a una cierta cantidad (para un volumen y una
temperatura constantes) de acido yodhidrico, suposicion que parece
corroborarse pOl' el hecho de que si pOl' cualquier metodo se retira
del sistema el acido yodhidrico, el H2 y el 12 se unen nuevamente.
Pero, las dificultades de la concepcion de una afinidad invariable
entre H2 y 12 son aun mayores si se considera la circunstancia de
que si se coloca en las condiciones citadas IH puro, este se descompone
parcialmente en 12 e H2• Es decir que en las mismas condiciones el
12 y el H2 se "unen" 0 se "desunen", esto es, que la pretendida afinidad
constante no solo deja de manifestarse sino que se pone de manifiesto
una fuerza contraria que hace que el 12 y el H2 se "desunan". La
dificultad que encuentra en estos hechos la concepcion simplist a de
la afinidad es evidentemente grande pues no seria fatal para la concepcion mencionada si se tratase de una variacion de la afinidad con
la temperatura y presion, pues esa circunstancia, que tambien se
presenta, puede describirse diciendo que la afinidad varia con las
condiciones fisicas. En efecto, los ejemplos sencillos y convincentes de
dicha variacion abundan (caso del C y el O2, del Hg y el O2, etc.)
y no repugnan a la concepcion simplista; pero en el caso citado tenemos que la "atraccion" entre el H2 y el 12 en las mismas condiciones
existe, no existe 0 se manifiesta como repulsion. POI' otra parte, el
caso del IH no es una excepcion sino que, pOl' el contrario, como 10
ha demostrado la Termodinamica, es 10 que siempre sucede, variando
solo, de un caso a otro, la proporcion en que se combinan 0 se desunen las sustancias simples.
Veamos otros aspectos de la concepcion que nos esta ocupando.
Si en ciertas condiciones ponemos en presencia ClH y Zn, se obtienen
como productos de la reaccion que tiene lugar, Cl2Zn e H2• El H2
y el Cl2 estaban "unidos" en el HCl y ahora aparecen unidos el Zn
y el Cl2, Y el H2 libre. La idea de "afinidad" nos conduce a decir: el
hidrogeno y el cloro tienen afinidad entre si, pero la afinidad entre
el Cl y el Zn es mayor que la que existe entre los dos primeros elementos. Es evidente que con una serie de experiencias de este tipo se
puede establecer el orden de las afinidades reciprocas de pares de
elementos. Esta idea de que del hecho de que un elemento A desaloje
a un elemento B de su combinacion BC formandose la AC, pone de
manifiesto una afinidad mayor entre A y C que la existente entre B
y C, no puede objetarse, pues puede tomarse simplemente como una
definicion de afinidad mayor, y una escala de afinidades construida
aplicando dicha definicion no seria otra cosa que una simple descripcion de hechos. Pero si deseamos ir mas alIa y considerar esa
escala como expresion de algo absoluto, independiente de las circunstancias, nos encontrariamos frente al absurdo, pues abundan los ejemplos demostrativos en los cuales un elemento A desaloja a otro B de
su combinacion BC en ciertas condiciones, mientras que en otras con-
�diciones, el B desaloja al A de su combinacion AC. (En realidad esto
es 10 que siempre sucede, aun cuando no todos los casos sirven como
ejemplos "demostrativos"). A pesar de 10 dicho, se suele hablar de
un modo simplista de afinidades "grandes" y "pequenas". "El cloro
y el hidrogeno tienen una gran afinidad entre si, mientras que la
afinidad entre el 12 y el H2 es pequena". Esto ha conducido a tentativas de "medir" la afinidad. Es evidente que a esta altura de la
exposicion apareceni como irremediablemente absurda la tentativa de
medir algo tan poco preciso y tan contradictorio como la "afinidad".
La idea de afinidad, mayor 0 menor, esta vinculada de una manera
no siempre consciente con hechos dispares. Asi, por ejemplo, cuando
dos elementos se unen en condiciones ordinarias 0, mejor aun, a temperaturas bajas, se dice que poseen una gran afinidad reciproca y, en
cambio, cuando para que se unan dos elementos es necesario que las
condiciones sean extremas (altas temperaturas, por ejemplo) se dice
que entre ellos hay poca afinidad. Cuando dos elementos se unen
violentamente (desprendimiento de grandes cantidades de calor, explosiones, etc.) se dice que entre ellos hay gran afinidad y poca si la
union, en cambio, se realiza de un modo menos espectacular. Cuando
dos elementos se combinan con gran velocidad se dice que la afinidad
reciproca es grande, mientras que cuando 10 hacen lentamente, la
afinidad es pequeiia. Es imposible dejar de ver en estos criterios de
violencia y rapidez, una influencia de la concepcion humana del
"amor" entre dos personas en la concepcion de la afinidad. (Cuanto
mas violento es un amor, mas intenso es; cuanto mas se aman dos
personas, con mas rapidez corre una al encuentro de la otra) . Ademas
de la desconfiallza que puede illspirar toda imagen antroprocentrica
del mundo fisico, tenemos que en este caso particular, se puede demostrar la illcorreccion de esas apreciaciones. 5irvan como ejemplos
las siguientes contradicciones. El cloro y el hidrogeno se un en en
condiciones ordinarias, por iluminacion de la solucion gaseosa dc
ambos, de una de las man as mas violent as (explosion). En cambio,
el cloro (bien seco) y el hierro, practicamente no reaccionan en laE
mismas condiciones. Esto nos haria decir que la afinidad del cloro
por el hidrogeno es mucho mayor que la del hierro por el cloro. A
pesar de esto, puestos en presencia acido clorhidrico (es decir, la
combinacion de CI e H) y hierro, este desaloja al hidrogeno. Esto
ultimo haria decir que la afinidad del cloro por el hierro es mayor
que por el hidrogeno, esto es, al reyes. El hidrogeno y el oxigeno tienen
entre si una gran afinidad; sin embargo, pueden estar en pre!3encia, el uno del otro, anos, sin combinarse apreciahlemente en
condiciones ordinarias. 5i se introduce en la solucion de ambos gases
una pequena cantidad de platino, la comhinacion se produce rapida
y violentamente. Esto significaria que una gran afinidad, esto es, una
gran atraccion entre dos elementos, se mantiene oculta hasta que
aparece un cuerpo extrano y que no tiene por ellos ninguna gran
afinidad, hecho que repugna a la concepcion simplista. Claro que si
quisiesemos mantener a todo trance las implicaciones de una con-
�cepclOn antropomorfica, diriamos que tambien entre los humanos el
platino y otros metales preciosos suelen despertar, 0 por 10 menos
aumentar mucho, la "afinidad" mutua. Pero, esto no dejaria de ser
una metafora de mal gusto, aunque no pOl' eso poco usada.
Hasta aqui solo hemos considerado casos en los cuales nos encon·
trabamos frente a afinidades entre elementos que formaban, uno de
ellos por 10 menos, cuerpos simples. l Que sucede cuando se encuentran
en presencia dos combinaciones de dos elementos cada una de ellas?
Supongamos tener AB y CD, que puestas en presencia, en ciertas con·
diciones, originan las combinaciones AC y BD. Se puede decir que
csto sucede porque la suma de las afinidades de A y C y B y D es
mayor que la suma de las afinidades de A y B y C y D. Pero es frecuente el caso en el cual la transformacion se invierte, de un modo
total. Esto sucede, especialmente cuando, teniendo lugar la reaccion
entre sustancias disueltas, una de las sustancias que se forma es un
"precipitado", es decir, una sustancia insoluble. En este caso, podria
decirse que ha entrado en competencia, la "cohesion" entre las par·
ticulas de una misma sustancia con la afinidad, fuerza ejercida entre
particulas de sustancias distintas y ha vencido la cohesion. A veces,
en lugar de la cohesion hay que introducir fuerzas elasticas (cuando
hay desprendimientos de gases). Esto plantea un serio problema, pues
es necesario distinguir entre "fuerzas fisicas" y "fuerzas quimicas"
(0 afinidad). Se puede pensar que las "fuerzas fisicas" se ejercen entre
corpusculos de una misma sustancia mientras que las quimicas 10
hacen entre corpusculos de sustancias diferentes. Siendo asi, no habria
dificultades; pero l que quimico se atreveria a sostener consecuencias
inevitables de esa distincion, como ser: cuando se forma hidrogeno
molecular a partir de hidrogeno atomico u ozono a partir de oxigeno,
se han puesto en accion, "fuerzas fisicas" y cuando el mercurio disuelve al aluminio se pone en juego "fuerzas quimicas"? La pretendida distincion entre "fuerzas quimicas" y "fisicas", es, evidentemente,
disparatada y por este camino no puede salvarse, de ningun modo, la
concepcion simplista de la afinidad.
Creo que no es necesario considerar mas dificultades y complicaciones, para demostrar que es necesario precisar algo mas si se desea
que la nocion misma tenga senti do y utilidad, aun cuando podria
plantearse la cuestion previa de si vale la pena acometer tal empresa.
Si queremos precisar en 10 posible el concepto debemos, en primer
lugar, y en vista de las dificultades seiialadas hasta ahora, si no definir,
por 10 menos dar algunos de los caracteres, que debe poseer la afinidad.
1. - Debe ser aplicable exclusivamente a transformaciones qui·
micas. Esto involucra una definicion precisa de dichas transfor·
maciones, que suponemos posible y existente.
2. - Debe ser variable con las condiciones fisicas del sistema en
el cual se manifiesta.
3. - Debe permitir preyer transformaciones quimicas posibles.
Esta condicion es indispensable para que tenga utilidad la nocion
misma, pues si nos contentamos con una magnitud que nos mida la
�"tendencia" alas transformaciones, siendo el unico metodo de averiguar si existen esas "tendencias" la realizacion de experimentos en
10s cuales se produzcan las transformaciones, estaremos frente a una
tautologia, completamente inutil.
Demas esta decir que en la definicion de afinidad no deben intervenir nociones tales como las de "fuerzas quimicas", "atraccione~
selectivas" u otras por el estilo, inaccesibles a la experimentacion y a
la medida, y practicamente desprovistas de sentido.
(,Se puede llegar a satisfacer estas exigencias?
EI metodo mas seguro para contestar esta pregunta es averiguar
si se ha llegado a ello. Podemos adelantar que la respuesta es afirmativa, aun cuando el camino ha sido largo y penoso, como 10 demostrara una ligera consideracion historic a del problema. En ella se vera
como simultanea 0 sucesivamente aparecen en la Quimica:
1. - Tentativas de definir el concepto de afinidad.
2. - Tentativas para medir la afinidad, y
3. - Tentativas para "explicar" la afinidad. Esto no debe sorpren·
dernos pues es comun en la historia de la Ciencia, que se haya ex·
plicado algo antes de tenerse una idea clara de 10 que habia que ex·
plicar, es decir, que antes de averiguarse bien el "que" y el "como"
se iba directamente, al "por que". Es evidente que con esto se corria
el riesgo de dar el "por que" del "como" de algo que no sucedia como
se explicaba, como sucedio en el caso de la teoria escolastica del mo·
vimiento. Ademas en varias oportunidades se tenia el "por que" de
algo que no era ni siquiera un "que". Tenemos un ejemplo de esto
en las explicaciones alquimistas de la transmutacion de los metales.
Aqui el "que" no existia.
SegUn los historiadores de la Quimica, la palabra afinidad en el
senti do que luego tuvo en esta ciencia, aparece por primera vez en una
obra de Alberto Magno, celebre monje maestro de Santo Tomas de
Aquino, nacido en el ano 1193. Dicha obra se llama "De rebus metallicis
et mineralibus libri V" de la cual se conoce una rcimpresion hecha en
Rouen en el ano 1476. En ella se puede leer: "el azufre ennegrece la
" plata y hace arder en general a los met ales, por la afinidad que tiene
"por estos cuerpos". Se suele contraponer a este uso del termino, el
hecho por Barchusen, alquimista que escribio una Pyrosophia en el
ano 1698 y en la cual sostiene que la imposibilidad de separar los
elementos (en el sentido alquimista) de los cuerpos por ellos for·
mados, debe explicarse "porque tienen entre si una afinidad estrecha
"y reciproca que hace que aun cuando uno creyese haber separado
"totalmente uno de otro, el primero termina por volver a tomar el
"segundo, por influencia de una exposicion prolongada al aire,
" siempre rico en particulas de todas clases". Atribuye Barchusen esa
afinidad de un elemento por otro a la similitud de sus naturalezas respectivas, es decir, que aqui la palabra "afinidad" tiene el significado
de "lazo de parentesco". No creo sin embargo que la idea de Alberto
Magno sea distinta de esta, por cuanto, como alquimista que era, ad-
�witio que los metales estahan formados pOl' azufre y mer curio y la
afinidad del azufre pOl' los metales podia explicarse muy hien en hase
a la atraccion del azufre de los metales pOl' el azufre lihre. Esta idea,
opuesta a la que luego se adopto, vuelve a reaparecer en la Quimica,
como tendremos oportunidad de vel'. Agregaremos que Barchusen reconocio la influencia del calor sohre la afinidad, aun cuando 10 expreso en el lenguaje confuso, usado invariablemente en la epoca.
Para volver a encontrar el termino afinidad, debemos llegar al
siglo XVIII, pues en el ano 1732 se publicaron los Elementa Chemiae
de Boerhaave, profesor en Leyden. Creo que debe considerarse a este
quimico como el creador de la nocion que nos ocupa. Veamos como
se expresa al respecto: "Una ohservacion diaria nos ensena que en
muchos casos las "particulas del menstruo, despues de haber actuado
"como disolvente, se unen alas particulas del cuerpo disuelto, for"mando asi un compuesto muy diferente pOl' sus propiedades de 10s
" cuerpos de los que deriva; tal es la accion del espiritu de nitro sobre
" el hierro, del agua regia sobre el oro. En este ultimo caso l pOl' que
" las pal'ticulas de oro, diez y ocho veces mas densas que el agua regia
"no se reunen en el fondo del vaso? lNo se ve claramente que hay
" entre cada pal'ticula de oro y cada particula de agua regia una fuerza
" en virtud de la cual se buscan, se unen y se retienen? lNo es nece"sario que haya una causa para que las particulas del menstruo, se" pal'andose unas de las otras vayan a buscar las particulas del cuerpo
"a disolver en lugar de quedar en su estado primitivo? Y, una vez
" efectuada la disgregacion porIa accion disolvente del menstruo lno
" es necesario admitir una l'azon semejante para que las particu1as de
"este menstruo y las del cuerpo disuelto queden unidas entre si, en
"lugar de buscarse, a su vez, entre ellas y reunirse de nuevo segun la
"afinidad de su naturaleza, en cuerpos homogeneos?". No puede
pedirse una concepcion mas similar a la idea que hemos llamado simplista, l'especto de la afinidad. Para Boerhaave, la afinidad se manifiesta en la union de cuerpos diferentes, esto es, como 10 dice Wurtz
en la "verdadel'a combinacion quimica". Puede compararse esta a un
matrimonio, idea que sugiel'e a Boerhaave una alegoria: se trata de
la union de seres diferentes y asi pOl' ejemplo, cuando el acido nitrico
disuelve el hierro se trata menos de una desagregacion violenta que
de una union intima; se debe mas bien al amor que al odio ("magis
ex amore quam ex odio") y las circunstancias que acompanan al fenomeno, la efervescencia, el calor, el ruido, la luz a veces, que se ponen
de manifiesto durante las combinaciones, son comparables a las fiestas
y alas alegrias que acompanan alas nupcias. Aqui termina pudic amente la serie de metaforas, que a pesar de su muy discutih1e belleza,
no aclaran la cuestion en absoluto. Como puede verse, todas estas
tentativas solo procuran definir, aun cuando vaga y contradictoriamente, el concepto de afinidad.
Mas 0 menos pOl' esta epoca aparecen las tentativas de explicacioD
que hemos mencionado. Asi, Boyle consideraba que, estando los
cuerpos constituidos pOl' particulas pequenas, tal como 10 suponia? los
�fenomenos de descomposicion y combinacion se debian a la atracClOn
mutua de las particulas. Se tiene asi la idea de atraccion como causa
de la afinidad. Becher atribuye las transformaciones quimicas al hecho
de que los cuerpos se apoderan mas facilmente de sus semejantes.
Lemery (1645-1715) explica la efervescencia que se produce en
las reacciones entre acidos y algunos alcalis (carbonatos 0 carbonatados) por la existencia de puntas en el acido, que penetran en la
materia del alcali. Esta idea de puntas, mas 0 menos agudas, era comun
cn la epoca y un ejemplo de ello 10 tenemos en el simbolo alquimista
del vinagre, que era un circulo erizado de puntas.
Es logico, que siendo la afinidad una forma de atraccion, Newton
ensayase una explicacion de la misma. Despues de una demostracion
de que los diversos cuerpos (acidos, bases, etc.) se atraen entre si con
distinta intensidad, basada en la consideracion de las transformaciones
quimicas, dice: "Las mas pequenas particulas de la materia pueden
,. estar unidas por las mas fuertes atracciones, y componer particulas
"mas gran des, cuya fuerza atractiva sera menos considerable.
"Varias de estas ultimas pueden unirse a su vez y componer
"particulas mas grandes, cuya fuerza de atraccion sea todavia menos
" considerable y asi siguiendo, en serie, hasta que la progresion termina
"en las particulas mas gran des, de las que dependen los fcnomenos
,. quimicos y los colores de los cuerpos naturales. Unidas entre si, estas
"ultimas, componen finalmente los cuerpos que por su tamano im" presionan nuestros sentidos.
"Puesto que los metales disueltos en los acidos solo atraen a Sl
"una pequena parte del acido, es claro que su fuerza atractiva solo
" se extiende a pequenas distancias. Y como, en algebra, las cantidades
"negativas comienzan donde se desvanecen y terminan las positivas,
" asi en Mecanica, la fuerza repulsiva debe comenzar y manifestarse
"donde la fuerza atractiva deja de existir.
"Si es asi, la marcha de la naturaleza sera simple y siempre de
" acuerdo consigo misma; realizara todos los gran des movimientos de
"los cuerpos celestes por la atraccion de la gravedad que es mutua
"entre todos los cuerpos y realizara casi todos los movimientos de
"sus particulas por una fuerza atractiva y repulsiva que tambien
"es mutua entre las partlculas". Pero, en el razonamiento de Newton
hay dos puntos debiles: la selectividad de las atracciones quimicas
y la necesidad del contacto de las particulas, quedan sin explicar.
Buffon trata de resolver estas dificultades de una manera sumamente ingeniosa. Al respecto dice: "Las leyes de la afinidad en virtud
., de las cuales las particulas constituyentes de estas diversas sustancias
" (del reino mineral) se separan de las otras para reunirse entre ellas
" y formar materias homogeneas, son las mismas que la ley general en
"virtud de la cual todos los cuerpos celestes actuan los unos sobre los
" otros; se ejercen igualmente y en las mismas relaeiones con las masas
" y las distancias: un globulo de agua, de arena 0 de metal actua sobre
�"otro globulo como el globo de la Tierra actua sobre el de la Luna:
" y si hasta ahora se han considerado a estas leyes de la afinidad como
"diferentes de las de la gravedad, es por no haberlas concebido bien,
"captado bien, es por no haber considerado este objeto en toda su
" amplitud. La forma, que en los cuerpos celestes no tiene importancia
"0 casi, para la ley de la atraccion de unos sobre otros, porque la
"distancia es muy grande, tiene, por el contrario, una importancia
" preponderante cuando la distancia es muy pequefia 0 nula. Si la Luna
,. y la Tierra, en lugar de tener forma esferica, tuviesen ambas la de
"un cilindro corto y de un diametro igual al de sus esferas, la ley de
"su accion reciproca no se veria sensiblemente alterada por esta di" ferencia de forma, porque la distancia de todas las partes de la Luna
"a las de la tierra habria variado muy poco; pero si estos mismos
" globos se transformasen en cilindros muy largos y proximos el uno
" del otro, la ley de la accion reciproca de estos dos cuerpos resultaria
"muy diferente, porque la distancia de cada una de sus partes entre
"si y respecto de las partes del otro, hubieran cambiado prodigiosa.
"mente; de modo que en cuanto la forma entra como elemento en la
"distancia, parece ser que la ley varia, aun cuando en el fondo sea
"siempre la misma.
"De acuerdo con este principio, el espiritu humano puede dar aun
"un paso y penetrar mas adelante en el seno de la naturaleza; igno"ramos cual es la forma de las particulas constituyentes de los
" cuerpos; el agua, el aire, la tierra, los metales; todas las materias
"homogeneas estan ciertamente compuestas por partes element ales
"semejantes entre elIas, pero cuya forma nos es desconocida; nuestros
"descendientes podran, con la ayuda del calculo, abrir este nuevo
"campo del conocimiento, y saber con bastante aproximacion, de que
"forma son los elementos de los cuerpos; partiran del principio que
" acabamos de establecer, 10 tomaran por base: toda materia se atrae
"en razon inversa del cuadrado de la distancia, y esta ley general no
"varia aparentemente para las atracciones particulares, sino solo de"bido al efecto de la forma de las partes constituyentes de cada sus·
" tancia: porque cada forma entra como elemento en la distancia. Una
"vez adquirido, por experiencias repetidas, el conocimiento de la ley
" de atraccion de una sustancia particular, podran encontrarse mediante
"el calculo, las formas de esas partes constituyentes".
Otra direccion imprime al desarrollo historico del problema la
labor de Geoffroy el viejo, profesor de Quimica en el celebre Jardin
du Roi, que casi al mismo tiempo que Boerhaave desarrollaba en
Leyden sus ideas sobre el tema, presentaba a la Academia de Paris
sus celebres "Tables de rapports observes entre les differents substances". Aqui aparece por primera vez la idea de mayor y menor aplicada a la afinidad. Su concepcion esta resumida en estas palabras:
"Toutes les fois que deux substances, ayant quelque tendance a se
"combiner l'une avec l'autre, se trouvent unies ensemble et qu'il en
"survient une troisieme qui a plus d'affinite avec l'une des deux, elle
"s'y unit en faisant lacher prise a l'autre". Aun cuando antes de las
�lahlas de Geoffroy, habian existido algunas otras, la presentada por
este quimico, en el ano 1817, es la primera que se funda en un principio general. Esta tabla tiene 16 columnas. He aqui un ejemplo:
Alcali fixe
Alcali volatil
Terres absorbantes
Fer
Cuivre
Argent
Acide vitriolique
Acide nitrique
Acide muriatique
Vinaigre
Soufre
EI significado de estas columnas es claro. Por ejemplo: de una
solucion de hierro en acido sulfurico, los alcalis desalojan al hierro,
mientras que este desaloja al cobre y a la plata de sus soluciones en
acido sulflirico.
Comienza con Geoffroy una epoca de tablas de afinidad. No son
menos de doce los quimicos que hasta 1781 publican cada uno de ellos
EllS tablas. Como expresion de hechos experiment ales y en las circunstancias en que se habian observado, las tablas no tenian nada de censurables: podian solo ser mas 0 menos completas; pero como dice
Dumas, en su Philosophie Chimique, sus auto res no solo pretendian
cso sino que querian que sus tablas expresasen afinidades absolutas.
Ya sabemos que ello constituia una finalidad inalcanzable. En 1773,
Baume se dio cuenta de que las atracciones por via seca eran en muchas ocasiones distintas que por via humeda. De acuerdo con esta
observacion, Bergman publico en 1775 unas celebres tablas de 59
columnas dobIes, una para cada una de las 59 sustancias que considero
y en cada columna las afinidades por via seca y por via humeda.
La Academia de Ciencias de Paris reprochaba a'todas estas tablas
el hecho de que podrian crear la idea de que habia "fuerzas" en Quimica, entes que entonces estaban proscriptos de esta ciencia. Bergman
cs partidario de la teoria de Buffon, ya expuesta, para explicar las
afinidades. Por atro parte, el celebre profesor de Upsala explica con
todo detalle el procedin1iento que ha seguido para construir sus tablas.
Otro merito de Bergman consiste en haber distinguido las afinidades
dobIes, es decir, las que se ponen en juego cuando hay en presencia
dos sales, por ejemplo, en las cuales hay cuatro elementos, 0 en general,
euatro radicales. Pero cometio el error de considerar alas afinidades
que consigno en sus tab las, como constantes.
Kirwan (1733-1812), en el ano 1783, se ocupo de Ia afinidad entre
acidos y alcalis y para ello considero la existencia de dos clases de
fuerzas: 1) Las que se oponen a la descomposicion y tienden a conservar los cuerpos en su estado actual y 2) Las que tienden a realizar
��\ - p'rW
Vitriol de potasse
+-<I! "'-Hdd,
Iii
Acide
,-
-<~
£;,,0=
------ -----vitriolique
4~
Chaux
d'argent
De este cuadro se deduce que puestos en presencia el sulfato de
potasio y el nitrato de plata, se produciran nitrato de potasio y sulfato
de plata. En realidad, aqui tenemos un caso de "fuerzas fisicas" pues
Lareaccion se produce no a causa de la afinidad, sino debido al hecho
de que el sulfato de plata es insoluble. Las ideas de Elliot, por otra
parte, no son otras que las de Kirwan: afinidades quiescentes son las
que mantienen unidos a los cuerpos tales como estan compuestos y
divellentes son las afinidades entre los cuerpos que result an unidos.
La exigencia de que cuando hay descomposicion la suma de afinidades
divellentes debe ser mayor que la de las quiescentes, permitia determinar un sistema de mimeros que median las afinidades. Claro es que
habia una infinidad de sistemas posibles de mimeros que median las
afinidades. Veamos como se razonaba: "El acido sulfurico tiene mas
" afinidad por la potasa que el acido nitrico, puesto que 10 desplaza;
"representemos estas afinidades por 9 y por 8; la potasa tiene mas
" afinidad por el acido sulfurico que la cal de plata, ya que 10 preci.
" pita: por 10 tanto, la afinidad de esta cal por ese acido es menor
"que 9; hagamosla igual a 4. La afinidad del acido nitrico por la
"cal de plata debe ser men or que 8 y que 4; ademas sumada a 9
"debe dar un total inferior a 8 mas 4: la supondremos igual a 2.
"La eleccion de estos numeros se va restringiendo cada vez mas
,. y resulta cada vez menos indeterminada, puesto que deben satisfacer
" una multitud de desigualdades obtenidas en base a todas las descom"posiciones conocidas. El metodo no carece del todo de espiritu
"cientifico. Pero, a pesar de ello se llega a situaciones embarazosas
"como la siguiente: la afinidad de A por B, segun un grupo de reac·
" ciones debe estar comprendida entre 28 y 32, mientras que otro grupo
"de reacciones asigna a esta afinidad un valor comprendido entre 4
"y 11, por ejemplo. Existe, por 10 tanto, una imposibilidad completa
" de hacer concordar los hechos con la teoria"." A pesar de estas difi·
cultades la idea de medir afinidades era seductora y la mayor parte
de los quimicos de la epoca se dedicaron a dicha tarea. Como dato
curioso diremos que para Wenzel la afinidad de los metales por un
dado acido era inversamente proporcional al tiempo que empleaba en
disolverse una cierta cantidad del metal en el acido. Tenemos aqui la
�primera tentativa de medir las afinidades, pOl' medio de velocidades
de reaccion.
Fourcroy se habia encontrado con casos en los cuales la idea
simplista de afinidad fracasaba. En efecto, el nitrato de mercurio se
forma mediante unas "nupcias" muy espectaculares, entre el acido
nitrico y el mercurio. En cambio, las "nupcias" entre el acido elOl·hidrico y el mercurio son mucho mas modestas. A pesar de esto, el calor
descompone facilmente el nitrato de mercurio, mientras que el eloruro
es estable frente al calor. Confrontado con esta contradiccion, Fourcroy
resuelve antropocentricamente que la afinidad entre conyuges no esta
determinada por el boato de las ceremonias nupciales, sino por su
coherencia frente alas coacciones del medio; es decir, Fourcroy decide
que la afinidad debe ser algo que mida la estabilidad de los compuestos. Pero, todas estas ideas y tablas numericas, cayeron pronto eD
el descredito y el olvido.
Ha llegado el momento de considerar las opiniones de Lavoisier
sobre el problema. En esto, como en todos sus razonamientos y opiniones, brilla el genio abstracto y profundo del autor de la doctrina
<leI "principio oxigeno". En 1782, Lavoisier presenta a la Academie
de Sciences una tabla de afinidades de diversas sustancias por el
oxigeno. Aun cuando esta tabla era de alcances mas modestos que las
de sus predecesores, y, por 10 tanto, con mayores probabilidades de
servir para algo, el merito principal de ellas esta en el texto que las
acompana. En el, Lavoisier expresa cuales son las dificultades que
presenta el concepto mismo de afinidad y practicamente ahi estan
enumeradas y analizadas todas las dificultades que senalamos en la
introduccion, para la concepcion simplista. Tomemos algunos ejem·
plos: "Se sigue de esto que cuando se combinan dos cuerpos, la acciOD
" que ejercen entre si es absolutamente distinta segun el grado de calor
" al cual se realiza la combinacion. Si ambos son concretos, como por
"ejemplo el plomo y el estano, no tienen entre si ninguna accion,
" porque la atraccion de sus propias partes entre si es mas fuerte que
"la accion reciproca que las moleculas de los dos metales puedeD
"ejercer entre si; de ahi se origina este axiom a quimico: corpora non
" agunt nisi soluta. Pero cuando por una accion mas fuerte del calor,
"las moleculas de uno de los dos metales se han separado y que su
"atraccion, su afinidad de agregacion ha disminuido, entonces actua
"un metal sobre el otro y se produce la combinacion de ambos.
"Una tabla de afinidades no puede, pues, presentar resultados
"verdaderos sino para un solo grado de calor, y el mercurio ofrece
"un ejemplo notable: que se caliente este metal hasta un grado capaz
" de hacerlo hervir; descompone el aire vital, se apodera del principio
"oxigeno que 10 forma y se calcina y se convierte en la cal roja de
" mercurio; si se desea hacerle experimentar un calor mas eleva do,
"capaz de ablandar el vidrio, el aire vital se desprende y el mer curio
,- se revivifica. Asi, al grado del mercurio hirviente, el principio oxi·
"geno tiene mas afinidad por el mercurio que por la materia del
"calor y 10 contrario sucede a una temperatura mas elevada.
�"Una tabla de relaciones, hecha en base a los prinClplOs que
"sirven de fundamento a todas las que conocemos, no puede sin em"bargo expresar sino uno u otro de estos dos aspectos; pOl' 10 tanto,
"es necesariamente falsa en uno u otro caso. Bergman ha buscado el
"remedio a este inconveniente dividiendo su tabla de afinidades en
"dos partes, una destinada a presentar los resultados de las experien·
"cias pOl' via humeda y otra pOl' via seca; pero para obtener tablas
.•en riguroso acuerdo con la experiencia, seria necesario, pOl' asi
" decirlo, tener una tabla para cada grado del termometro".
"Se tendria una idea falsa de las afinidades si se creyese que,
" en todos los casos, un cuerpo quita a otro la totalidad del principio
"POI' el cual tiene mas afinidad. Aclaremos esto mediante ejemplos:
" si se hace hervir acido sulflirico sobre mercurio, sobre plata 0 sobre
,. cobre, estos met ales no descomponen completamente al acido sul"furico, no Ie quit an al azufre la totalidad del oxigeno al cual estaba
" unido: no actuan sobre el oxigeno, sino en virtud de la fuerza
,. atractiva que ejercen sobre el, disminuida en la fuerza atractiva
" que el azufre ejerce sobre este mismo principio. Es necesario, pues,
"considerar que el oxigeno en estas especies de descomposiciones,
"obedece ados fuerzas desiguales: pOl' una parte, esta atraido pOl' e)
"metal que tiende a transformarse en cal; dicho de otro modo, en
" oxido; pOl' otra parte, se halla retenido pOl' el azufre y se reparte
"entre los dos, hasta que haya equilibrio. Asi pues, cuando la tabla
"de afinidad afirma que la plata, el mer curio y el cobre quit an e]
"oxigeno al azufre, no expresa la verdad: deberia decir que cuando
" estos metales estan en presencia del oxigeno y del azufre, e) oxigeno
" se reparte entre el azufre y estos metales, en una cierta proporcion;
"constituye un oxido y el acido sulfuroso. Ahora bien, suponiendo
"que la forma dada hasta aqui a nuestras tablas de afinidad, permi.
"tiese expresar este efecto mixto en el caso simple que acabo de
,. considerar, existe una infinidad de otros casos mas complicados, a
"los cuales el lenguaje de nuestras tablas es absolutamente inapli"cable". (De la Memoria sobre Las Tablas, 1782).
No puede darse una idea mas clara acerca del fenomeno del
equilibrio quimico y de su importancia para el concepto de la afinidad. Agrega luego Lavoisier que la tabla que presenta no esta libre
de las objeciones que ha hecho alas tablas de afinidades en genera]
y que, seguramente, la medicion de afinidades debia buscarse pOl' e)
lado de las cantidades de calor puestas en juego en las transforma·
ciones. A pesar de haber tratado el problema de la afinidad, en su
"Traite Elementaire de Chimie" dedicado a la ensenanza dice: "Esta
"ley rigurosa, de la cual no he debido separarme, esto es, no sacUl'
"ninguna conclusion fuera de las que las experiencias permiten
" obtener y de no llenar nunca el vacio dejado pOl' los hechos, no me
"ha permitido incluir en esta obra la parte de la Quimica mas sus" ceptible, quizas, de transformarse en el futuro en una ciencia exacta:
�"me refiero a la parte que trata de las afinidades quimicas 0 atrac·
"ciones electivas. Geoffroy, Geller, Bergman, Scheele, de Morveau,
" Kirwan y much os otros, han reunido ya un gran mimero de hechos
"particulares que solo esperan el lugar que debe asignarseles; pero
"faltan los datos principales, 0, por 10 menos, aquellos de los cuales
" disponemos no son aun 10 suficientemente precis os ni seguros, como
" para transformarse en la base fundamental sobre la que debe reposar
"una parte tan importante de la Quimica. Por otra parte, la ciencia
"de las afinidades es a la Quimica ordinaria 10 que la Geometria
" trascendente es a la Geometria elemental, y no he creido conveniente
" complicar con dificultades tan grandes los elementos simples y faciles
"que seran, asi 10 espero, inteligibles para un gran numero de
"lectores". En la actualidad, no podriamos opinar mejor respecto del
problema de la afinidad en la enseiianza elemental.
En el aiio 1790, Higgins, original precursor de Dalton en la teoria
atomica, publico una obra titulada "A comparative view of the phlogistic and antiphlogistic theories" en la que aparece por primera vez
la nocion de valencia, que debia fatalmente entroncar y confundirse
luego en muchas mentes con la de afinidad ya que en ambos casos
se trata de "fuerzas quimicas" es decir, fuerzas que mantienen unidos
entre si atomos de elementos 0 hacen que se unan. Veamos como se
expresa Higgins. "El aire nitroso, segun Kirwan, contiene dos partes
"de aire deflogisticado por una de aire flogisticado...
Pienso que
"cada particula primaria de aire flogisticado esta unida ados par" ticulas de aire deflogisticado y que estas moleculas se hallan rodeadas
"por una atmosfera comu.n de calorico.
"Para explicar mejor mi pensamiento, supongamos que P sea una
"particula ultima de aire flogisticado que atrae al oxigeno con una
"fuerza igual a 3; sea a un atomo de oxigeno cuya atraccion por el
" azoe se supone tambien igual a 3; la fuerza que los une es, pues, 6.
363
p----------a
�"Consideremos este nllmero como el valor maXImo de la fuerza
" que puede existir entre el oxigeno y el azoe. Supongamos ahora que
"un segundo atomo de oxigeno, b, se une al azoe;" no podra ser
"retenido pOl' una fuerza igual a 6, sino solamente igual a 4 %; es
"decir, que la fuerza de P que es de 3 se dividira igualmente y se
••dirigira hacia los dos puntos a y b, de manera tal que los atomos
"P y a, P y b estaran unidos entre si con las fuerzas que se Ie han
" atribuido, a y b actuando sobre P con su atraccion total y P repar" tiendo su accion entre a y b. Tal es, a mi modo de vel', la verdadera
"estructura
del gas nitroso. Supongamos ahora que otro atomo de
"oxigeno se une a P; no podra combinarse sino con una fuerza igual
" a 4,; sera la fuerza de atraccion con la cual a, b, c y P gravitaran
" los unos hacia los otros. Tal es la estructura de los vapores nitrosos
"0
del acido nitro so rojo ...
"En ultimo lugar supongamos que un quinto atomo de oxigeno
"se una a P. Se combinara con una fuerza igual a 3 %, de modo que
"a, b, c, d, e, gravitaran cada uno hacia P como hacia su centro
" comun de gravedad. En el acido nitro so en su estado de pureza segun
,. me parece, el azoe, habiendo asi gastado toda su fuerza de atraccioD
"con los atomos a, b, c, d, e, no puede unirse a mas oxigeno.
"Nos damos asi cuenta pOl' que el oxigeno se halla menos retenido
"en el acido nitroso que en los vapores rojos 0 en el aire nitroso;
"10 que nos explica la separacion facil de este oxigeno y la transfor"macion del acido nitroso en vapores nitrosos, etc.
"Sea I hierro, D oxigeno unido al hierro con una fuerza igual a
" 7; supongamos que D sea la cantidad necesaria para saturar I, de
"manera que forma una cal perfecta; sea S azufre, d oxigeno unido
" al azufre, con una fuerza igual a 6 %. Supongamos que S tenga una
"tendencia a unirse a mas oxigeno, y supongamos tambien que haya
"una atraccion entre el azufre y el hierro, la que realmente existe.
"Hagamos la suma de las fuerzas desarrolladas entre S, Del
igual
" a 2. Esta fuerza total no podra separar I (el hierro) de D (el oxigeno)
"0 d (el oxigeno) de S (el azufre), pero sera capaz de combinar I-D
" (oxido de hierro con Sod (acido sulfurico) cuando estos cuerpos se
�"encuentren en contacto y no exista ninguna fuerza antagonista en
" juego".
Resumiendo el estado del problema a principios del siglo XIX,
diremos que habia sido planteado con cierta claridad por Lavoisier,
pero que las tentativas de solucion estaban lejos de ser satisfactorias.
Esta es la herencia que recibe el siglo XIX. Vamos a ver que uso hacc
de ella. Como se podra ver en 10 que sigue, el tema que nos ocupa
es tratado en dos formas generales que responden, por otra parte,
alas dos gran des corrientes de la Quimica teorica del siglo anterior
y que pueden llamarse dinamista y atomista. Frente al problema
concreto de la afinidad, los dinamistas trataban de definirla y medirla,
mientras que los atomistas, trataban de "explicarla" y obtener a partir
de la explicacion una manera de medirla.
Abre el fuego Fourcroy en su Systeme des connaissances chimiques, publicado el ano 1801, en el cual pretende resolver las dificultades del problema de la afinidad mediante una complicada clasificacion de afinidades y el enunciado de diez leyes. Las afinidades son:
de agregacion, de composicion, provocada, concurrente 0 doble y de
exceso. En cuanto a la exposicion de las diez leyes que rigen estas
afinidades es realmente torturante, razon por la cual me limit are sOlo
a dos de ellas: "VII. - La atraccion de composicion se mide por la
"fuerza que es necesario emplear para separar sus componentes.
"Los quimicos han pensado, primeramente, que los cuerpos que se
" combinaban con mayor rapidez eran los que poseian mayor afinidad:
"para ellos, pues, la velocidad de combinacion era una medida de la
"afinidad. Pero se ha reconocido luego que se trataba de un error.
" A menudo, por el contrario, las materias cuya combinacion present a
"mayores dificultades son las que se adhieren mas fuertemente entre
"S1. De aqui result a que la unica manera exacta de determinar las
"fuerzas de atraccion quimica entre los cuerpos consiste en medir la
"que se debe ejercer para separar las materias constituyentes de un
" compuesto.
"IX. - La atraccion de composicion se halla en razon inversa de
"la saturacion mutua de los cuerpos.
" Los cuerpos, al combinarse entre ellos, por la atraccion de com"posicion, solo se unen en las proporciones establecidas por la natu" raleza; cuando han llegado a esta proporcion respectiva, los com" puestos no pueden ya tomar una cantidad mayor de ninguno de sus
" componentes. Esto se llama la saturaci6n.
"La mayoria de los cuerpos susceptibles de combinarse, y que
" tienden consecuentemente a unirse en una proporcion dada, solo lIe"gan a saturacion completa en circunstancias favorables reunidas.
".Cuando dichas circunstancias no existen, la union entre ellos, aun
"cuando no satisfecha, puesto que la saturacion no ha tenido lugar
"aun, queda sin embargo en equilibrio 0 en reposo hasta que se pre"senten las circunstancias mencionadas. De este modo se deben dis-
�"tinguir las combinaciones de los mismos cuerpos en divers as canti" dades como terminos diferentes, desde un minimo hasta un maximo.
"Ahora bien, en estos terminos, que pueden ser mas 0 menos mul"tiples, se observa el fenomeno constante de que la primera porcion
" de un cuerpo que se une a otro cuerpo 10 hace con mas intensidad
"que la segunda; esta con mas intensidad que la tercer a . .. En fin,
"la atraccion es tanto mas debil cuanto mas se aproxima a la satu" racion". Pero 10 que se ve claramente es que Fourcroy llama tambien
afinidad a algo que nada tiene que ver con las transformaciones quimicas. Solo tiene merito, en realidad, la nocion de afinidad de exceso
que es un atisbo de las ideas de Berthelot que conduciran a fines del
siglo a la ley de accion de masas.
Sigue, ados anos de la obra de Fourcroy, la aparicion del "Essai
de Statique Chimique" del "ciudadano" Claude Louis Berthollet. Las
ideas respecto de la afinidad contenidas en esta obra, estan reunidas en
las "Recherches sur les Lois de l'affinite". De esta obra extractamos los
siguientes parrafos que exponen con suficiente claridad las ideas de
Berthollet:
"Para que la teoria de la afinidad pueda establecerse sobre bases
"solidas y servir, al mismo tiempo, de fundamento a todas las inter"pretaciones quimicas, debe reunir todos los principios que pueden
"determinar en las diversas circunstancias, las causas que concurren
"en los diversos fenomenos quimicos; puesto que la observacion ha
"establecido que todos estos fenomenos son efectos distintos de la
"afinidad y es a esta que se debe toda la potencia quimica de los
" cuerpos.
"Me propongo, en esta memoria, demostrar que las afinidades
"electivas no actuan como fuerzas absolutas en virtud de las cuales
" una sustancia seria desalojada por otra de una combinacion, sino que,
,. por el contrario, en todas las combinaciones y descomposiciones que
"se deben alas afinidades electivas se produce una reparticion de los
"compuestos entre las sustancias de acciones contrarias, 0 inversas,
"y que las proporciones de estas reparticiones estan determinadas no
"solo por la energia de la afinidad de estas sustancias sino tambien
"por las cantidades con que actuan de modo tal que la cantidad
"puede sustituir a la fuerza de la afinidad para producir el mismo
"grado de saturacion".
"Si establecemos que la cantidad de una sustancia puede sustituir
"la fuerza de su afinidad, result a que su accion sera proporcional a
"la cantidad necesaria para producir un determinado grado de satu" racion. Llamo masa a esta cantidad, que es la medida de la capacidad
"de saturacion de las distintas sustancias".
"Una consecuencia que surge de las observaciones anteriores es la
" siguiente: la accion de una sustancia que se hace actuar sobre una
"combinacion, decrece a medida que se aproxima a la saturacion
�"puesto que entonces se puede considerar a esta sustancia como com"puesta de una parte ya saturada y de otra que esta aun lihre. La
" primera puede considerarse como extraiia a la que continua actuando
"sobre el residuo de la combinacion, y cuya cantidad disminuye a
"medida que se realiza la saturacion y al contrario la accion de la
"que es eliminada aumenta a medida que aumenta la cantidad eli"minada y que, en consecuencia, la cantidad de la parte que actua
"se hace mayor; el efecto continua hasta que las fuerzas opuestas
"hayan lIegado a un estado de equilibrio".
"Una circunstancia que merece nuestra atencion y que demuestra
"especialmente que la accion quimica depende tanto de la cantidad
"como de la afinidad de las sustancias es que basta hacer variar las
"cantidades para obtener resultados opuestos".
"Determinar la afinidad electiva de dos sustancias pOl'una tercera,
"segUn la idea que debemos habernos formado, es reconocta" en que
"relacion esta tercera sustancia debe repartir su accion entre las dos
" primeras y a que grado de saturacion debe lie gar cada una de ellas
" cuando oponen sus fuerzas. La afinidad respectiva sera proporcional
"al grado de saturacion al cual hahrian lIegado en razon de la can" tidad que hubiese actuado; de modo que si las cantidades son iguales,
" el grado comparativo de saturacion daria la medida de las afinidades
" respectivas".
Como se ve, las ideas de Berthollet sobre la afinidad tenian bastantes elementos comunes con las que tienen hoy muchos quimicos.
De todos modos Berthollet confundio la afinidad, que debe limitarse
a transformaciones quimicas, con atracciones que origin an disoluciones; pero en esto era logicamente consecuente consigo mismo y con
los hechos, pues, en la epoca no se habia establecido una distincion
satisfactoria entre combinacion quimica y solucion de modo que esa
confusion es mas bien un merito que un pecado del "ciudadano"
Berthollet. La otra confusion importante del amigo de Napoleon con·
sistio en atribuir a la afinidad quimica el origen de combinaciones de
composicion variable y alas fuerzas no quimicas (cohesion, fuerza
elastica, etc.) la formacion de combinaciones de proporciones defi·
nidas. En esta confusion, Berthollet tambien era de una consecuencia
logica irreprochable. De estas ideas y de los resultados de la experiencia surgieron las lIamadas leyes de Berthollet que rigen las acciones de acidos y bases sobre sales y de sales entre si. Menos numerosas que las diez leyes de Fourcroy, estas "reglas" eran bastante
titiles y fueron aceptadas en Quimica, aun cuando con modificaciones
y ampliaciones, pOl' todos los dinamistas del siglo XIX, que pueden
considerarse como discipulos directos de Berthollet. Asi pOl' ejemplo,
Dumas en su Philosophie Chimique, publicada en 1836, sostenia que
en una mezcla de dos sales "il y a partage de chaque acide entre les
�"bases et de chaque base entre les acides". Esta reparticion es una
manifestacion de la afinidad. Por 10 tanto, se forman cuatro sales que,
si nada viene a perturbar el equilibrio, subsistiran indefinidamente.
Pero no sucede 10 mismo si una de ellas, por una causa cualquiera,
insolubilidad 0 volatilidad, es eliminada de la esfera de la actividad
de las otras. La porcion de esta sal que existia en la mezcla, se elimina,
pero el equilibrio se restablece por formacion de una nueva cantidad
de sal eliminada; esta- se sustrae nuevamente a la accion reciproca, se
produce una nueva particion y asi sucesivamente hasta la eliminacion
total de la sal insoluble 0 volatil.
No puede menos que dejarse de ver en este razonamiento un
enunciado casi perfecto, en un caso particular, de la ley de accion
de masas. Desde el punto de vista de la afinidad, la diferencia de esta
concepcion con la de Berthollet reside en la circunstancia de que este
consideraba que los cuerpos que precipitaban 0 se volatilizaban 10
hacian en virtud de "fuerzas fisicas", mientras que en la concepcion
de Dumas las sustancias en cuestion se forman en virtud de una afinidad estrictamente quimica.
Esta idea de la "reparticion" de una base (0 de un acido) entre
dos acidos (0 dos bases) constituye una de las concepciones favoritas
de los quimicos del segundo tercio del siglo pasado y asi como hubo
tablas de afinidad en el siglo XVIII, en el XIX hubo tablas de reparticiones.
Comos vemos, todas estas concepciones tienen un caracter limitado, pues solo consideraban la afinidad entre acidos y bases y faltaba
una concepcion general.
Pero antes de considerar este asunto, veamos las teorias que para
explicar la afinidad creo el siglo XIX. Ya hemos visto que en los
siglos XVII y XVIII estuvieron de moda las teorias newtonianas
(atraccion simple; dependiente de la forma).
Esta teoria experimenta una modificacion, pues si bien se mantiene la idea de la atraccion entre atomos, se cambia la causa: ya no
es la gravitacion, sino la fuerza de Coulomb entre cargas electric as.
No era esto de extraiiar, ya que en los umbrales mismos del siglo',
se habian encontrado sorprendentes relaciones entre la electricidad y
la Quimica. Asi, en 1800, Nicholson y Carlisle descompusieron el agua
por medio de la pila electric a y poco tiempo despues se conocio la
descomposicion de muchos otros compuestos mediante el mismo recurso. Se habia observado ya la produccion de "alcalis" en las proximidades del electro do negativo en algunas electrolisis. Estas experiencias fueron continuadas por Berzelius, Hisinger, Cruikschank,
Henry, etc. Pero, el creciente predominio del estudio de los fenomenos
electroquimicos experimento un brusco aumento cuando Davy descubrio los metales alcalinos sodio y potasio por electrolisis de los
hidroxidos consider ados entonces como oxidos. Ya Lavoisier habia
sospechado que esas sustancias, ann cuando indescomponibles entonces, estaban formadas por una base metalica, unida al oxigeno por
una afinidad que hasta entonces no se habia podido vencer. El resul·
�tado necesario de todo esto fue la introduccion de las acciones electricas en el dominio de la afinidad. Asi, tenemos que Ampere, supuso
que los atomos de los cuerpos estaban dotados de una electricidad
permanente y esencial para su existencia, que residia en su interior
y que esta electricidad determinaba, al descomponer el fhiido neutro
del espacio, la condensacion alrededor de cada atomo de una cantidad
equivalente de electricidad de signo contrario que formaba una especie de atmosfera del atomo. Por 10 tanto, los atomos positivos rodeados de una atmosfera negativa y los atomos negativos rodeados de
una atmosfera positiva se hallan, aparentemente, en estado neutro,
pues, como en el caso de la botella de Leyden, las electricidades interiores han condensado las electricidades exteriores hasta llegar a un
estado de equilibrio que no es otra cosa que el estado neutro.
Cuando los cuerpos se ponen en presencia en el instante en que
se van a combinar, las atmosferas de sus atomos se reunen, produciendo calor y luz, y los atomos, conservando sus electricidades propias
quedan intimamente unidos por la atraccion de sus electricidades
interiores. Si se desea separarlos, es necesario restituirles su atmosfera
y es esto 10 que hace la pila.
Estas ideas de Ampere corresponden bastante bien con el tipo de
union que hoy se llama polar. Pero, era Berzelius quien estaba llamado a dar una forma mas completa y mas de acuerdo con las ideas
quimicas a la relacion hipotetica entre fenomenos electroquimicos y
afinidad. Veamos como pensaba al respecto este celebre escandinavo:
"Los atomos simples y compuestos son electropolares y en la
"mayoria de ellos, uno de los polos esta dotado de una fuerza pre" ponderante, cuya intensidad varia segun la naturaleza de los cuerpos.
"Aquellos en los que el polo positivo es preponderante se llaman
"cuerpos electropositivos; aquellos en los que predomina el polo
"negativo son los electronegativos. Los primeros se dirigen hacia la
"corriente electric a del lado positivo al lado negativo y los wtimos
"del lado negativo al lado positivo.
"Cuanto mayor es la polaridad de un cuerpo tanto mas pre domina,
"en la misma relacion, una de las fuerzas polares y tanto mayor es
" su tendencia a combinarse con otros cuerpos, sobre todo con aquellos
"en los que la polaridad opuesta es predominante. El cuerpo mas
"electropositivo, el potasio, se combina con el cuerpo mas electro"negativo, el oxigeno, con una fuerza mayor que la que mantiene
"unida cualquier otra combinacion, y esta fuerza de union no puede
" ser vencida directamente si no es por la fuerza de la corriente elec"trica. Pero se la puede vencer por medios indirectos y por la accion
"simultanea de varios agentes.
"De esto se sigue claramente que la tendencia a la reunion es el
" resultado de las relaciones electric as existentes entre los atomos; que
" estos atomos se atraen en virtud de sus polos opuestos predominantes
"y que, llegados a un estado de movilidad suficiente, se yuxtaponen
" y se retienen con una fuerza de la misma naturaleza que la que hace
�" adherirse entre si ados imanes por sus polos opuestos. Los fenomenos
"magnetoelectricos nos dan pruebas asombrosas de la intensidad de
" esta fuerza.
"Toda accion quimica es, pues, en principio, un fenomeno elec"trico que depende de la polaridad electric a de los atomos. De este
"modo, todo 10 que parece ser efecto de 10 que llamamos afinidad
" quimica solo puede ser producido por una polaridad electric a mayor
" en ciertos cuerpos que en otros. Cuando, por ejemplo, la combinacion
" AB es descompuesta por el cuerpo C que tiene una mayor afinidad
" por A que por B, es necesario que C posea una mayor intensidad de
"polaridad electric a que B; circunstancia que produce una neutrali" zacion mas perfecta entre A y C que entre A y B, la que puede estar
" acompaiiada de una temperatura tan elevada que llegue a producirse
"fuego. B reaparece entonces con su polaridad primitiva que re" adquiere en virtud de la union de A con C. Si, por el contrario, de
"estos tres cuerpos, es A el que tiene una polarizacion mas debiI,
"B sera, del mismo modo, eliminado por C, aun cuando la elevacion
" de temperatura no sea apreciable y unicamente por la existencia de
"una mayor tendencia a la neutralizacion de C, que se halla mas
"intensamente polarizado. Si dos cuerpos AB y CD se descomponen
"mutuamente, de modo que se formen otros dos cuerpos, AD y CB,
"se verificara, analogamente, que la polarizacion electric a se hallara
"mejor neutralizada en las ultimas combinaciones que en las pri" meras".
La teoria electroquimica de Berzelius, impero durante un tiempo
aproximado de 25 aiios; pero encontro graves dificultades en ciertos
hechos perfectamente establecidos y debio abandonarse. Entre los
hechos que no encajaban en esta teoria cabe destacar, en primer lugar,
las leyes de Faraday y la sustitucion del hidrogeno por el cloro en
muchos compuestos organicos. Ademas, con las ideas de Berzelius no
podia explicarse la formacion de moleculas poliatomicas de sustancias
simples, como ser H2, O2, C12, etc.
EI fracaso de la teoria electroquimica de Berzelius en el dominio
de la afinidad hizo que el concepto mismo se abandonase casi por
completo y asi Sainte-Claire Deville pudo decir: "Si se qui ere con"servar, de cualquier modo, la palabra afinidad no se la debe consi"derar como una fuerza que preside los fenomenos quimicos. Admi" tamosla como una representacion de una cualidad, de una propiedad
"que tienen los cuerpos de combinarse 0 de no combinarse en tales
"0 cuales circunstancias, del mismo modo como unos son colore ados
"y otros no. Aun cuando Ie reservemos este senti do restringido,
"pronunciemosla el menor numero de veces posible, pues de otro
"modo Ie dariamos, por costumbre, la significacion de una causa
" oculta".
Sin embargo, en algunos escritos de este mismo quimico se en-
�cuentran los germenes de la proxima etapa de la evolucion "de este
concepto.
"Siendo la afinidad la causa, el calor desprendido es el efecto pro" ducido por esta fuerza y es proporcional a ella; de donde resulta que
" si se quiere tomar el efecto por la causa y la causa por el efecto, 10
" que en este caso es licito, se llega a admitir que la afinidad, en in"tensidad, no es otra cosa que la cantidad de calor latente (0 de
"energia) contenido en los cuerpos".
Antes de encarar el estudio de la etapa iniciada por Berthelot, ya
a fines del siglo, veamos como se expresaban respecto de la afinidad
los quimicos mas destacados en el dominio de 10 que podriamos llamar la enseiianza y la informacion general de la Quimica.
Thenard en su "Tratado Completo de Quimica", publicado en
castellano, en Paris, en el aiio 1836, dice: "(De la afinidad). - Esta es
"la fuerza que obra en las moleculas de naturaleza diferente para
" combinarlas; y varian do en los cuerpos, uno A, no tendra con B el
"mismo grado de afinidad que C; de que se infiere, que sera mas
" 0 menos facil disgregar A de B que de C, en iguales circunstancias".
Hoefer en el Dictionnaire de Chimie et Physique, cuya segunda
edicion aparecio en 1847, comienza el articulo Affinite asi: "Se llama
,. asi a la fuerza en virtud de la cual las moleculas constituventes de
" los cuerpos se combinan entre si; es la atraccion aplicada a distancias
"extremadamente pequeiias, esto es, alas distancias que separan las
"moleculas entre si; es la que produce el cambio de equilibrio de
" los cuerpos en sus constituciones moleculares", y Wurtz en el celebre
Dictionnaire de Chimie (1874) define la afinidad asi: "On appelle
affinite, la cause, quelle qu'elle soit des combinaisons chimiques".
No puede darse una definicion menos comprometedora de un concepto. Es el resultado de las criticas que el concepto pueril y las
teorias explicativas habian merecido. Sin embargo, ya en la epoca de
Wurtz habia tenido comienzo la labor de Berthelot, con 10 cual el
problema secular de la afinidad entro en la faz decisiva de su solucion.
Asi como la teoria electroquimica (de caracter atomista) de Berzelius
habia surgido por influencia de los estudios de Electroquimica, las
ideas de Berthelot sobre la afinidad (de caracter dinamista) tienen
su origen en los antecedentes y el establecimiento del primer principio
de la Termodinamica. Ya hemos visto como Sainte-Claire Deville vinculaba el calor desprendido en las transformaciones quimicas con la
afinidad.
Robert Meyer, uno de los fundadores del Primer Principio mencionado, influido por este, afirmaba que la afinidad debe ser considerada como una fuerza atractiva que "precipita" los atomos, los unos
contra los otros y del choque mutuo se origina el calor, la luz y la
electricidad. Una vez unidos los atomos es necesario realizar, para separarlos, un trabajo igual al que dio origen al desprendimiento de
energia. De aqui que se pueda considerar el calor desprendido como
una medida de los trabajos efectuados por la afinidad. Estos razonamientos, aparentemente claros y sencillos chocan con algunos inconvenientes como veremos.
�Heredero inmediato, con mayores conocimientos de Quimica,
Berthelot precisa mas los aspectos dinamicos del problema de la afinidad, llegando a establecer tres leyes de las cuales solo nos referiremos a la primera y a la tercera pues la segunda no tiene ninguna
vinculacion con el problema que nos ocupa. Dichas leyes son:
"1. - La cantidad de calor desprendida en una reaccion cualquiera
"mide la suma de los trabajos fisicos y quimicos (cambios de estado
•..fisico 0 de condensacion, combinaciones, descomposiciones, etc.)
"realizados en dicha reaccion".
2. - (No tiene importancia para el tema de la afinidad.)
"3. - Principio del trabajo maximo. Toda transformacion quimica
"realizada sin la intervene ion de una energia externa (calor, luz,
"electricidad) tiende hacia la produccion del cuerpo 0 del sistema de
"cuerpos que desprende la mayor cantidad de calor.
"Este principio permite preyer un gran mimero de reacciones
"cuando se conocen las cantidades de calor que pueden desarrollar
"POl' combinacion los elementos puestos en presencia.
"Se deduce de este principio el Teorema de la Necesidad de las
"Reacciones: Toda reaccion quimica, susceptible de realizarse sin el
"concurso de un trabajo preliminar y sin la intervencion de una
"energia extraiia, se produce necesariamente si comporta el despren"dimiento de calor.
"En general, para que sea posible una doble descomposicion in"mediatamente
entre cuerpos estables y no disociados es men ester
"que la suma total de las diversas transformaciones quimicas efec"tuadas simultaneamente sea un desprendimiento de calor".
La primera, como se ve, contiene la nocion poco recomendable
de "trabajo quimico" (10 mismo podria decirse de "trabajo fisico",
pues solo hay "trabajo"), 10 cual oscurece su enunciado a menos que,
como 10 ha hecho el propio Berthelot, se aclare el sentido que se da
a esa nocion. Una vez "puesto en limpio" el enunciado de esta primera ley no es otra cosa que una aplicacion particular del Primer
Principio. La tercer a ley es la que confiere caracter fundamental a
los estudios de Berthelot. Pareceria ser que con ella se ha definido,
de un modo preciso, la afinidad, y durante mucho tiempo se creyo que
efectivamente era as!' Claro que siendo una definicion que permite
llegar a una medida de la afinidad experimentalmente, podria afirmarse que no hay objecion ninguna contra ella y que, en el peor de
los casos, podria darse otra definicion de afinidad; pero la de Berthelot seria igualmente buena; pero no es asi, pues aun cuando la
afinidad no estuviese definida sabriamos, seglin vimos al principio,
cuales son las condiciones que debe llenar una definicion de este concepto. Ademas, y esto es general para cualquier nocion de Quimica
y Fisica, la nocion de afinidad debe permitir preyer transformaciones
quimicas con toda seguridad. Podemos entonces enjuiciar la definicion
de afinidad que surge de la tercera ley de Berthelot, mediante estas
�dos preguntas: 1.0 l Satisface las condiciones exigidas a toda nOClon
de afinidad? 2.0 lPermite preyer transformaciones quimicas de un
modo seguro? Veamos 10 que dice Nernst a proposito de la tercer a
ley mencionada: "Y podemos decir, de una manera completamente
"general que, cualquiera de los numerosos ejemplos de reacciones
"reversibles puede servir para refutar el principio de Berthelot; pues
"si la marcha de una reaccion es exotermica en un senti do, es endo"termica en sentido contrario; si la primera solo fuese posible exis"tirian solamente reacciones totales y no sedan posibles estados de
"equilibrio quimico". A pesar de todo, el principio del trabajo maximo tal como 10 enuncio Berthelot es valido en gran numero de casos
y para reacciones entre solidos es valido, siempre, en el cero absoluto.
Lo dicho por Nernst respecto de las transformaciones reversibles
es un aspecto importantisimo de la cuestion y hasta que se 10 considero debidamente no pudo encararse con probabilidades de exito, el
problema de la afinidad.
Las relaciones existentes entre equilibrios quimicos y afinidad
fueron establecidas con claridad conceptual por dos celebres hombres
de ciencia noruegos. Sus antecesores inmediatos principales son Berthelot y Pean de Saint-Gilles, Wilhelmy, Williamson, Gladstone y
Harcourt y Esson. Entre estos, algunos habian llegado a expresiones
aproximadamente correct as para las velocidades de reaccion, otros establecieron el caracter dinamico de los equilibrios quimicos; pero
ninguno vio con claridad la nocion general que surgia de esas consideraciones, tal como la establecieron Guldberg y Waage. Sus trabajos
al respecto se hallan reunidos bajo el titulo Untersuchungen ilber die
chemischen affinitiiten, en el numero 104 de los Klassiker de Ostwald.
Entresacamos el siguiente parrafo: "Cuando dos sustancias A y B se
"transforman por doble sustitucion en dos nuevas sustancias A' y B'
"yen las mismas condiciones A' y B' pueden, a su vez, transformarse
" en A y B ... la fuerza que produce la formacion de A' y B' aumenta
"proporcionalmente
a los coeficientes de afinidad de la reaccion
"A+B'-+
A'+B'; pero tambien depende de las masasde A y B.
" Nuestras experiencias nos han enseiiado que la fuerza es proporcional
,. al producto de las masas activas de las dos sustancias A y B. Si de" signamos las masas activas de A y B por p y q respectivamente, y el
"coeficiente de afinidad por k, la fuerza sera igual a k.p.q.
"Sean p' y q' las masas activas de A' y B' y sea k' el coeficiente
"de afinidad de la reaccion A'+ B' ~ A + B. Con esta notacion, la
,. fuerza que produce la formacion de A y B nuevamente, a partir de
" A' y B' es k'.p'.q'. Esta fuerza esta en equilibrio con la primera y
"se tiene asi k.p.q. = k'.p'.q'. Determinando experimentalmente las
"masas activas, p, q, p', y q' podemos encontrar el valor de la relacion
"entre los coeficientes k y k'. Por otra parte, si hemos encontrado
" esta relacion k/k' podemos calcular el resultado de la reaccion para
"condiciones iniciales conocidas".
�Este razonamiento es extremadamente interesante desde el punto
de vista de la afinidad. En primer lugar, es la primer a vez que Be
establece en forma clara y se hace uso de la no cion de que "en las;
mismas condiciones" pueden existir afinidades de efecto contrario. Esto
parece absurdo a primera vista. Consideremos, en efecto, la transformacion ya citada
a la cual Ie son aplicables los razonamientos de los hombres de ciencia
lloruegos. Lo dicho por ellos equivale a afirmar que en las mismas
condiciones se manifiesta afinidad entre el J2 y el H2 y, dificil es
decirlo, al mismo tiempo una "afinidad de dcscomposicion" del JH,
esto es, una especie de afinidad negativa entre J2 y H2•
Esto surge sobre todo del hecho de que Guldberg y Waage utiljzan la nocion de "fuerza que produce la reaccion". Esto que acaLamos de citar reclama evidentemente una revision del concepto de
afinidad.
Otro aspecto in teres ante del razonamiento que estamos comen·
tando 10 constituye el hecho de llamarle a k "coeficiente de afinidad".
La idea de esto es, evidentemente, la de hacer cuantitativa la nocion
de Berthollet, segun la cual el efecto quimico depende de dos factores:
1) la afinidad y 2) la "masa quimica". Por otra parte, es casi intuitivo
decir esto. Esas masas activas de Guldberg y Waage son para ellos,
simplemente, las concentraciones (en moles por litro) de las sustancias
y k y k' resultaron ser mas adelante los coeficientes de velocidad de
l'eaccion, pues 10 que ellos llaman "fuerza que produce la reaccion"
no es otra cosa que la velocidad de reaccion. Con esto pareceria ser
que la contribucion de Guldberg y Waage al estudio de la afinidad
es de poco valor; pero no es as!' En efecto, establecieron de
una manera clara este hecho fundamental: la afinidad varia con las
cQncentraciones de las sustancias reaccionantes; en general, con la
composicion del sistema, y puede llegarse a concentraciones tales que
para ellas se igualen las afinidades en ambos sentidos y las afinidades
son tanto mayores cuanto mas alejados resulten los sistemas de sus
estados de equilibrio. Claro que se puede seiialar el gravisimo defecto
de que el coeficiente de afinidad de Guldberg y Waage, esto es k 0 k'
depende, entre otras cosas, de la presencia de catalizadores, 10 cual
esta perfectamente en contra de las exigencias que debe satisfacer la
afinidad. Pero, reuniendo las ideas de Berthelot y las de Guldberg
y Waage y considerandolas a la luz del Segundo Principio de la Termodinamica, se pudo llegar, como veremos a la actual definicion.
En efecto, la idea de que en un sistema en equilibrio las afinidades
de las reacciones contrarias estan igualadas y la sugestion de Berthelot
de que el calor de transformacion podia ser una medida de la afinidad,
juntamente con el fracaso de su tercer a ley, hicieron entrever la posibilidad de que pudiese utilizarse alguna fun cion termodinamica que
�pudiese servir para 10 que Berthelot creyo que podia servir el calor de
reaccion.
En primer lugar, y precisando algo mas las condiciones que debe
satisfacer la definicion de afinidad, diremos que para transformaciones virtu ales en un sistema en equilibrio, la variacion de la afinidad
debe ser nula y, en cambio, para transformaciones que se producen
en condiciones distintas del equilibrio, dicha variacion debe ser tanto
mayor cuanto mas alejadas sean del equilibrio dichas condiciones, y
ademas deben tener el mismo signo para transformaciones en cualesquiera de los dos sentidos, ya que ello sirve para preyer cuando la
transformacion se produce.
Veremos mas concretamente 10 que queremos decir, mediante un
ejemplo. Supongamos una reaccion
y IIamemos
C'
_A
C'·
_B
, C'
_C
C' D a Ias concentraclOnes
.
d eI
y _
tema en un cierto equilibrio, a dad as p...y
!. Cuando
SIS-
se transforman
a moles de A y f3 moles de B en y moles de C y 8 moles de D en
condiciones de equilibrio, (transformacion virtual) debe tenerse
evidente que se producira la transformacion en el senti do indicado.
Pues bien, se debe tener que
I:S
siendo 'P Y 'P' los valores de la fun cion para el estado de no equilibrio
y de equilibrio respectivamente, y tanto mayor la diferencia cuanto
mayores sean
~A
C
-A
<
~'A
-
C' .... , etc......
-A
; ~B
<
~'B
; ~C
Para
> ~?c
el caso de tenerse
Y ~D
>
~'D
tambien debe tenerse la desigualdad mencionada y valen las mismas
consideraciones respecto de las /":,~ y la /":,'P. En cuanto al signo de
/":, 'P es convencional el que sea negativo
0 positivo, pero la condicion
es que en ambos casos debe poseer el mismo signo.
No haremos la historia completa, pues seria demasiado tedioso,
de como se ha llegado a la definicion actual. Solo diremos que en la
evolucion de ella han intervenido Helmholtz, Gibbs, Boltzmann y
Nernst, entre otros, y que siempre se han tenido definiciones dentro
de las funciones termodinamicas cuyas variaciones dan los llamados
trabajos maximos, que nada tienen que ver con 10 que Berthelot designaba con este nombre.
�Tomaremos la definicion dada en ellibro Thermodynamic
Theory
of Affinity
de De Donder y Van Rysselberghe: (Definicion de De
Donder) "Podemos pues, escribir para cualquier transformacion del
" sistema aislado
"Llamaremos
a
-i la
afinidad
del sistema aislado en el instante t. Es
"una funcion de las variables que definen el estado del sistema
"nl' n2,
(l!.., 2
, por ejemplo) :
"Es de importancia fundamental hacer notar, que esta afinidad,
" ~, tiene siempre el mismo valor para un dado estado, independiente,. mente de la naturaleza de la transformacion que el sistema experi.
"menta entre!.. y.-:+dt (dt<O)".
En esta definicion ~ es el grado de avance de la reaccion, definido
mediante las siguientes consideraciones. Si una reaccion:
se produce
en un sistema en el cual las masas iniciales de la~
0000
..
1
sustanclas son m A ; m
; me y m
B
n y as masas lnstantaneas
.
de las
6mA
mismas
(=
mA
son
'
mB
'
; 6mB;
me
y mn e s e v ide n t e que
y 6mn estanin en las
relaciones siguientes con los coeficientes estequiometricos y los pesos
moleculares:
-
m~)
mA
6me
A esa relacion constante, en un dado instante, para una transformacion quimica, se llama ~. Es evidente que
(!) para condi·
ciones dadas.
~=~
�para transformaciones irreversibles, dicha diferencia es siempre positiva. Se define
Por 10 tanto, la definicion de ~ que ha dado De Dondel' equivalc a,
pOl' ejemplo, decil' que cuando para cualquier
esto es, variaciones virtu ales de masa, ~Q' es nulo, la A es nul a y que
fuera de cstas condiciones se pl'oducini u~a modificacion en el senti do
en que ~ sea positivo.
Con esto se ha llegado a una definicion satisfactoria del concepto
de afinidad. De este tipo son todas las que se pueden dal' en base a
las funciones tel'modimimicas caracteristicas del Segundo Principio.
Son satisfactorias, desde el punto de vista de su objetividad, independencia de toda nocion oscura 0 antropocentl'ica, asi como de la posibilidad de medir y expresar la afinidad mediante cantidades
numericas. Pel'o, queda de todos modos abierta la cuestion imp ortantisima de la interpretacion teorica de esta nocion, interpretacion
que corresponde a la teoria atomica.
�
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Lic. Pablo Darriulat
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La afinidad química : evolución histórica de su concepto
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Tema de las clases del cursillo de Epistemología de la Química, dictado en la Cátedra de Química Física de la Facultad de Humanidades y Ciencias, en el año 1946.
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PRELAT, Carlos E.
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República. Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1 : p. 275-303
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1947
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Publicación Periódica
EPISTEMOLOGIA DE LA QUIMICA
Facultad de Humanidades y Ciencias
QUIMICA
-
http://humanidades-digitales.fhuce.edu.uy/files/original/3cd100bf1712abbc6712755f6c15c196.pdf
d2ee9cd8479cbeb1294f668e74bccef9
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FUENTES
PARA EL ESTUDIO DE
LA MUSrCA COLONIAL URUGUAYA
Cuando 10, Facultad de Humanidades y Ciencias decidiO inaugurar una clase de investigacion musicolOgica, propusimos a su Consejo
Directivo 10, realizacion de un trabajo de seminario atingente a 10,
actividad sonora de nuestro pais.
La disciplina cientifico-musical se ejercita como tal, independientemente de 10, calidad del hecho artistico hacia el cual se enfila 10,
investigacion. A los efectos, pues, de despertar limpiamente 10, vocaciOn
del alumnado hacia este tipo de especulacion, tanto daba referirse.a
un ciclo musical de 10, cultura europea como abordar un periodo de
fa cultura nacional. Mas, existian dos razones poderosas para decidirse
por este ultimo: en primer termino, 10, ausencia en nuestro medio de
fuentes documentales europeas para trabajar con elementos de primera mana si se hubiera resuelto por 10, primera proposicion; en segundo termino, esas mismas fuentes del viejo continente -en el caso
de tenerlas a marwhabian sido muy explotadas por IDs grandes
investigadores, en tanto que las nuestras se hallaban en un estado de
virginidad total; por 10 menos ineditas hasta 10, fecha. Pero, decidido
por 10 ultimo se hacia necesario efectuar un proli jo y paciente relevamiento de esas fuentes documentales. Era imprescindible, pues,
atacar 10, investigacion desde 10, raiz disponiendo 10, primera etapa
para esa tarea. Y como era logico, correspondia el primer periodo de
nuestro, cultura musical -0,1 coloniajelos honores de 10, apertura
de estas especulaciones.
En virtud de tales razonamientos, 10, Facultad de Humanidades y
Ciencias resolvio 10, fundacion de un Curso de Investigacion de Mtisica Nacional para su primer ana lectivo de 1946 bajo 10, direccion del
suscrito.
Resultado del trabajo realizado entre profesor y alumnos es este
�aporte sobre las "Fuentes para el estudio de la musica colonial uruguaya".
Como punto de partida se hizo recorrer al alumno el camino emprendido por el suscrito hace unos anos para realizar el trabajo, inedito
aun, "Origenes de la musica en el Uruguay" presentado con fortuna
para optar al Premio "Pablo Blanco Acevedo" (1945) que discierne
la Universidad de la Republica. Cumple destacar que en algunos casos
los alumnos han hecho aportes novedosos y en todos ellos han procedido con dedicacion y pulcritud. Se ha adoptado el procedimiento de
la subdivision en temas y dentro de ellos la ordenacwn cronologica,
a los efectos tie ofrecer un cuadro mas organico y logico que la simple
enumeracion de fechas y documentos. En primer termino figura el
ano de la referencia, luego la sintesis del documento al pie de la cual
se estampa la referencia precisa del mismo, y por ultimo su ubicacion
en los archivos y bibliotecas publicas, salvo en los casos expresos en
que el unico ejemplar se halle en las bibliotecas privadas.
Si bien el periodo colonicd se cierra entre 1810 y 1814, se ha evadido esta ultima fecha cuando el documento sirve para uclarar retrospectivamente el pasado colonial, siempre que su proxtmidad a ese
periodo permita trabajar sobre recuerdos cercanos.
Quedanos en pie una ultima consideracwn: i.puede Iv.zblarse en
puridad de verdad de una musica colonial uruguaya?
Nuestro pais describe en la evolucion de su cultura un ciclo realmente excepcional en el concierto de las naciones latinoamericanas.
Duerme un sueno colonial tranquilo y oscuro. Frente alas corrientes
culturales de evidente autoctonia de un Peru 0 de un Mexico en los
siglos XVII y XVIII, permanece silente y yermo. Ni un pintor, ni un
poeta -apenas asoma al calor de un Montevideo disputado a los ingleses en 1807, Jose Prego de Oliver- ni un orfebre. EI primer conato
de imprenta surge a principios del siglo XIX. En el orden musical su
atraso es casi de tres siglos. Piensese que en el siglo XVI, Fray Pedro
de Gante ya habia establecido en Mexico Laprimera escuela de musica
y que a fines del XVIII, Venezuela da una admirable floracion de
polifonistas.
Pero de pronto despierta bruscamente pocos anos antes de estallar
la Guerra Grande (1843-1851), y de un saIto gigantesco se coloca en
un puesto de avanzada. La estetica romantic a es el agente catalizador.
Bien dijo Andres Lamas en 1842 en el meduloso prologo a las "Poesias" de Adolfo Berro nuestro primer y capital romantico: "Muy
temprano, aparecio en las orillas del Plata el espiritu innovador;
cuando recien acababa Victor Hugo de dar a escena su primer drama
-Hernaniya publicada D. Estevan Echevarria sus Consuelos. El
momento era oportuno. La guerra de la independencia habia terminado; y despojadas nuestras liras de la pasion guerra que las enno-
�blecia y nacionalizaba, necesitaban armonizar su entonacwn con el
estado de nuestro pueblo, que apuraba el caliz de la desgraeia y estaba
menesteroso de doctrina y de verdad". Haee mas de cien anos, Lamas
hablaba ya de naeionalismos esteticos y hasta propendia hacia un arte
social.
En el orden de la aetividad sonora el Uruguay sigue un curso
paralelo. Sin antecedentes indigenas que intervinieran en la formaeion
de un lexico musical privativo y diferenciado -no porque los indios
no 10 tuvieran, como se demuestra en los documentos que estampamos,
sino porque no se extendieron culturalmentedos aportaeiones recibio nuestro pais: la europea y la africana. De Europa llegan y Se
extienden la danza oficial de salon y la musica escenica. Contradanzas,
minues, etc., por un lado; la Tonadilla Escenica espanola por otro.
De Africa un ritual primitivo que al morir el ultimo africano se
pierde irremisiblemente y asoma apenas bajo la forma deturpada
del "candombe". Sin embargo ya a fines del siglo XVIII el Uruguay
ofrece un panorama de criolledad diferenciado. EI gauderio praetica
en 1794 unas "raras seguidillas desentonadas, que llaman de Cadena
o el Perico, 0 Mal-Ambo, aeompanandolo con una desaeordada guitarrilla que sie,mpre es un tiple".
En el orden cullo y al traves del teatro, el Uruguay pasa de la
tutela espanola -la tonadilla escenica- a la operistica italiana que
s.e implanta en 1830 y que asoma su mascara en toda la obr(])de los
compositores del siglo XIXLuis Sambucetti, Leon Ribeiro, Tomas
Giribaldiy hasta en la cancion de la patria, el Himno Nacional
(J848), hecho a su imagen y semejanza. Esto no es invencion nuestra
no obstante: asi ocurre en toda America.
Sin embargo a partir del estallido romantico, el Uruguay se
mueve musicalmente bajo el signa de los tiempos dentro de nuestro
continente, y cuando llegan al Plata las oleadas renovadoras de las
corrientes nacionales en el filo del 1900, Eduardo Fabini y Alfonso
Broqua son de los primeros compositores quizas en America que intentan saeudir el yugo y abrir las doradas puertas libres de la musica
contemporanea.
Musicalmente nuestro coloniaje es una realidad cultural modestisima pero equilibrada. lustamente 10 que define su caracteristica
es fa proporcionalidad de todos los ordenes sonoros. Todos los renglones de la actividad musical estan debidamente representados. Para
demostrar todo ello y abrir inicialmente el campo de la musicologia
naeional de una buena vez, estampamos sin comentarios, desde luego,
las fichas que siguen a continuacion.
�ALUMNOS
NACIONAL
DEL CURSO DE INVESTIGACION
DE MUSICA
QUE HAN COLABORADO
EN LA PRESENTE
COMPILACION
SRTA. REINA ALAYON
»
SR.
BLANCA CARBONELL
HUGO BYRON
SRTA. ELVIRA DORREGO
»
SELVA DORREGO
»
ORAIDE MACHADO
»
HERMINIA MITRANO
»
OFELIA MORALES
»
ELSA PUNTIGLIANO
�Indigena
1573- Diciembre
En 1753 llega al Rio de la Plata la expedicion del adelantado
Ortiz de Zarate, hallandose entre sus huestes el clerigo Martin del
Barco Centenera. Este ultimo publica en Lisboa en 1602 una cronica
rimada de los sucesos acaecidos y al describir el combate de San
Gabriel en la costa del actual departamento de Colonia entre los espaiioles y los indios charruas comandados por Zapican, asevera que
estos se acompaiiaban en la batalla con "tromp as y bozinas".
MARTiN
DEL
BARCO
CENTENERA
"Argentina y conquista del Rio de LaPlata"
Canto XI, Estrofa 18; Lisboa, 1602.
DOCUMENTO II
1574 - Mayo
Martin del Barco Centenera, testigo presencial del combate de
San Salvador, en la costa del actual departamento de Colonia, asevera
que los charruas llevaban "tromp as, y bozinas y atambores". La batalla se libra entre los espaiioles conducidos por Garay y los charruas
por Zapican.
MARTiN
DEL
BARCO
CENTENERA
"Argentina y conquista del Rio de la Plata"
Canto XIV, Estrofa 4; Lisboa, 1602.
DOCUMENTO III
1627
A 10 largo del rio Uruguay pasan desde las Misiones Orientales
hasta Buenos Aires un grupo de indios misioneros "buenos cantores
y musicos de vihuelas de arco que trugeron consigo".
F ACULTAD
DE
TlGACIONES
FILOSOFiA
Y
LETRAS.
INSTITUTO
DE
INVES·
HISTORICAS
"Documentos para Ia Historia Argentina"
Torno XX, "Iglesia": Duodecirna Carta Anual del P. Ni·
coliis Mastrillo Duriin en la que se relaciona 10 acae·
cido en la Provincia en 105 aiios 1626 y 1627. Pii·
gina 247. Buenos Aires, 1929.
(Biblioteca
"Pablo
Blanco
Acevedo")
�Los indigenas que atacaron la Colonia del Sacramento conjuntamente con las tropas espaiiolas al mando de Vera Muxica se acompaiiaban de un primitivo instrumental. El P. Cristobal Altamirano
al dictar las instrucciones a los misioneros que reclutaran los indios
en las Doctrinas del Parana y Uruguay ordena que "todos los indios
se lleven sus pingollos () pifanos 0 flautas con que se animen a la
guerra".
"lnstrucciones militares del P. Cristobal Altamirano
los Padres Misioneros del Parana y Uruguay".
a
Archivo de Indias, Audiencia Charcas, estante 76, cajon
2, legajo 21. Documento
transcripto
en el Libro de
Luis Enriq\le Azarola Gil: "La espopeya de Manuel
Lobo", pags. 194 y 195. Madrid, 1931.
(Bib/ioteca
Nacional)
DOCUMENTO V
1779
El Cabildo de Soriano paga un peso "al Indio que hizo Solfa" y
otras cantidades al Maestro Hilario y a los musicos restantes.
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
Fondo
pag.
Archivo General Administrativo,
58. (Atencion
del Prof. Rogelio
Libro N.o 69,
Brito).
El Cabildo de Santo Domingo de Soriano paga 19 pesos y un
real a los indios musicos, por concepto de compra de ropa para
ellos.
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
Fondo
pag.
Archivo
57.
General
Administrativo.
Libro
N.o 69,
DOCUMENTO VII
1780
El Cabildo de Soriano paga a indios musicos y al Maestro Hilario
por concepto de actuaciones en la fiesta del Patrono.
"Cubildo de Soriano. Libro de Cuentas".
Fondo Archivo General
pags. 61 y 62.
Administrativo.
Libro
N.o
9,
�EI VlaJero frances Alcides D'Orbigny ve bailar
Casa de Comedias.
un
Bolero en la
ALCIDE D'ORBIGNY:
Voyage dans l'Amerique
Torno
II, pag.
322. Paris,
Meridionale"
1839.
Negra
DOCUMENTO LXIX
1763
EI VlaJero Dom Pernetty, describe largamente la "Calenda",
danza de negros que dice vio bailar en Montevideo. (1)
DOM
PERNEETY:
"Histoire
d'un
voyage aux Isles Malouines.
1763 & 1764"
pags. 279 a 281. Paris,
Fait en
MDCCLXX.
Descripcion de 1a "calenda", danza de negros que ve bailar en
Montevideo el viaje],'o Helms. Se trata de otro plagio identico al demostrado en el Documento 69.
ANTHONY
ZACHARIAH
HELMS:
"Travel from Buenos Aires by Potosi to Lima"
pag. 205. London, 1806.
(1) No debe tenerse en cuenta esta referencia
documental
pOl' tratarse
de un plagio
textual de la referencia
estampada
en el libro "Histoire
Generale
des Vo)'ages",
tomo XV,
pag. 436, Paris, 1746·61, que se refiere con las mismas palabras a la danza de Santo Domingo.
Esta ultima
referencia
es plagio tambien
a su vez del libro del P. Jean Baptiste
Labat
"Nouveau
Voyage aux Isles de I'Amerique",
tomo IV, pags. 153 a 160. La Haye, 1724, que
afirma
haber visto esta danza en la misma localidad.
Todo ello ha sido demostrado
por
Carlos Vega en su libro "Danzas y canciones argentinas",
pags. 135 a 140. Buenos Aires, 1936.
�EI Cahildo de Montevideo prohihe dentro y fuera de la ciudad
los "tamhos" 0 hailes de negros, poniendo penas a qui en contravenga
esta disposicion. En el Indice de las Actas Capitulares redactado en
la epoca, se estampa la palahra "tangos" con respecto a esta disposicion del Cahildo (libro 22, fol. 115vta. del Archivo General de la
Nacion) .
"Aetas del Cabildo de Montevideo"
Libro
N.o 11, fol. 206 vta. y 207.
Los vecinos de Montevideo elevan un pedido al gohernador Elio
para que prohiha los "tangos" 0 hailes de negros dentro de la ciudad.
Borrador
de un oficio de los vecinos de Montevideo
al gobernador
Elio fechado el 21 de Noviernbre
de
1808.
Fondo Archivo General
Administrativo
Caja 321. Carpeta 3. Documento
66.
DOCUMENTO LXXIII
1808 -1829
Isidoro De-Maria en su libro "Tradiciones y recuerdos. Montevideo antiguo", localiza el "candomhe" danza de negros, entre estas dos
fechas, y 10 describe con lujo de detalles, como testigo presencial que
dice haber sido.
ISIDORO
DE· MARiA:
"Tradiciones
antiguo"
Libro
y recuerdos. Montevideo
II, pags. 162 a 172. Montevideo,
1888.
Descripcion de una fiesta de esclavos africanos durante el sitio de
Montevideo.
FRANCISCO
ACUNA
DE
FIGUEROA:
"Diario Historico del Sitio de Montevideo en los anos
1812·13·14"
Jueves ,t de Noviembre de 1813. Torno II, pag. 15. Montevideo,
1890.
�En el Bando sobre Orden Publico dictado pOl' el Cabildo de la
Provincia Oriental, en el Articulo XIV "se prohiben dentro de la
Ciudad los bayles conocidos pOl' el nombre de Tangos, y solo se permiten a extramuros en las tardes de los dias de fiesta, hasta puesto
el Sol; en los quales, ni en ningun otro dia podran los Negros llevar
armas, palo, 6 macana, so pena de sufI'ir ocho dias de prision' en la
limpieza de la Ciudadela".
Band~ impreso en hoja sueha, fechado en Montevideo
el 27 de Enero de 1816.
Coleccion
de Impresos.
Carpeta N.o 1. Bibliorapto
6.
Sector Q. Anaquel 4.
Con motivos de las Fiestas Mayas realizadas en Montevideo se
etona en la Plaza Matriz una Canci6n Patri6tica en la manana, pOl'
la tarde bailan los negros y porIa noche en el Teatro se estrena "una
tonadilla nueva alusiva a la grandeza del dia".
"Descripcion de las fiestas civicas celebradas en La Ca·
pital de los Pueblos Orientales el veinte y cinco de
mayo de 1816"
pag. 11. Montevideo, 1816.
Notable descripci6n de la danza negra que yi6 bailar en la Plaza
del Mercado en Montevideo el viajero franees Alcides d'Orbigny.
ALCIDE D'ORBIGNY:
"Voyage dans l'Amerique
Torno
I, pag. 58. Paris,
MeridionaLe".
1835.
�Concolorcorvo describe las costumbres del hombre dc nuestro
campo y anota que "Se hacen de una guitarra, que aprenden a tocar
muy mal y a cantar desentonadamente varias coplas, que estropean, y
muchas que sacan dc Sll caheza, que regularmente ruedan sobre
amores".
CONCOLORCORVO
:
"El lazarillo de ciegos caminantes desde Buenos Aires
hasla Lhna, 1i ;'3".
Edicion de la Junta de Historia
ricana, pag. 29. Buenos Aires,
I(Biblioteca
y Numismatica
1908.
"Pablo
Blanco
Arne·
Acevedo")
Refiriendose a los espaiioles y campesinos del Rio de la Plata el
viajero Felix de Azara dice que "no cant an mas que yarabis, que son
canciones del Peru, las mas monotonas y tristes del mundo, por 10 que
tamhien se les llama triste". Sigue una descripcion del caracter senti·
mental de ellas.
FELIX
DE
AZARA:
"Voyages dans l'Amerique
Torno
II, pag.
306. Paris,
M.eridionale"
1809.
En el "Sumario instituido a Jose Antonio Delgado y Jose Leon
Abrigo Por Pelea" se relatan los sucesos acaecidos en casa de Jose
Santos Medina "en una dibcrsion de un fandango que halli habia" ...
Ano 1790, expediente
N.D 2, fo1. 1. (Comunicado
Prof. Rogelio Brito.
por el
�Importante documento en el que el VlaJero Espinosa, tripul~nte
de la expedicion de Malaspina describe las costumbres de nuestro
gaucho ("Guazo" como el llama) refiriendose al canto de unas "raras
seguidillas desentonadas, que llaman de Cadena, 0 el Perico, 0 Mal·
Ambo, acompaiiandolo con una desacordada guitarilla que siempre
es un tip Ie".
"Viaje politico·eientifico alrededor del mundo por las
corbetas Descubierta y Arevida"
Capitulo "Estudio sobre las costumbres y descripciones
interesantes
de la America del Sur, por Espinosa",
subtitulo "Descripcion
del que Haman guazo u hombre
de campo", pag. 561, col. 1, 2.3 ed. Madrid, 1885.
(Biblioteca
del Dr.
Felipe
Ferreiro)
DOCUMENTO LXXXII
1808
EI viajero Julian Mellet observa que en el interior de la Banda
Oriental las mujeres "son extremadamente apasionadas para la danza
y el canto".
JULIEN
MELLET:
"Voyages dans I'Amerique
pag.
17. Agen,
Meridionale"
1823.
Durante el sitio de Montevideo los patriotas acercaronse alas mu·
rallas durante la noche a cantar "cielitos".
FRANCISCO
ACUNA
DE FIGUEROA:
"Diario Historico del Sitio de Montevideo en los arios
1812·13-14"
Domingo 2 de Mayo de 1813. Torno I, pag. 228. Monte·
video, 1890.
Los patriotas se acercan alas murallas de Montevideo y a la
noche entonan "cielitos" patrioticos contra los espaiioles.
FRANCISCO
ACUNA
DE FIGUEROA:
"Diario Historico del Sitio de Montevideo
1812-13-14"
Miercoles 20 de Abril
tevideo, 1890.
en los arios
de 1814. Torno II, pag. 218. Mon·
�En el paraje Paso de Cuello el Presbitero Jose Benito Lamas
describe la sarabanda que vio bailar y cantar alIi.
"Manuscritos del presbitero don Jose Benito Lamas"
Aparecidos en Ia "Revista Historica de Ia Universidad".
Torno I, N.o 3, pags. 852 y 853. Montevideo, setiernbre
de 1908.
En la aCClOnque transcurre en 1820 de la novela de Alejandro
Magariiios Cervantes "Caramuru", impresa en 1848, se habla de los
bailes de la fecha antes citada que eran la contradanza, el rigodon,
la gavota, el minue, el vals, la bolera, el cielito y la mediacaiia.
ALEJANDRO
MAGARINOS
CERVANTES:
"Curamuru"
pag. 75, 2.a ed. Montevideo, 1939.
WILLIAM
BINGLEY:
"Travels in South America"
pag. 288. London, 1820.
Se publica la letra de un cielito contra Lecor en el cual se refiere
al Pericon.
"EI Pampero"
Montevideo, 22 de Enero de 1823.
�Infantil
La ronda infantil "Anton Pirulero" era ya hastante conocida en
esa fecha. En ese senti do un periodico, despues de transcrihir la letra,
anota: "Este es un juego moderno que honra el huen gusto de algunas
de nuestras tertulias durante el invierno".
"El Aguacero"
Montevideo, 26 de Abril de 1823.
El auge de la cancion infantil "Mamhru se fue a la guerra", se
revel a ya en el aiio 1832 cuando en un periodico satirico aparece
"El Mamhru de D. Bochicho, dedicado a los niiios" en el cual y a
traves de la chisica letra se ridiculiza a Silvestre Blanco, Pahlo
Zufriategui, etc.
"La Matraca"
Montevideo, 13 de Marzo de 1832.
En esa fecha, a la altura del hoy puehlo de Castillos (Rocha)
encontra.ronse las misiones demarcadoras espanola y portuguesa encahezadas pOl' el Marques de Valdelirios y el General Gomez Freire de
Andrada respectivamente, que hahian de fijar los limites que estipulaha el Tratado de Madrid. Realizose en esa oportunidad una fiesta
de confraternidad y los portugueses hailaron "ocho contradanzas y
muchos minuetes hasta cerca de media noche, tocandose muchas sona-
�tas, y cantandose arias". Observase ademas en este documento una
curiosa descripcion de la contradanza.
"Extracto del diario de La espedicion y demarcacion de
La America Meridional y de Las campaiias de Misiones
del Uruguay, tomado por Los espaiioles en La rendicion
del Rio Grande, correspondiente al tratado de 1750"
Puhlicado
en la "Historia
del territorio
Oriental
del
Uruguay",
de Juan Manuel de la Sota, Montevideo,
1841 y reeditado en el trabajo de Horacio Arredondo
(hijo).
"Maldonado
y sus fortificaciones"
aparecido
en la "Revista de la Sociedad Arnigos de la Arqueo·
logia", tomo III, piigs. 369 a 379. Montevideo,
1929.
EI viajero Dom Per netty, describe la danza conocida por el nombre de "Sapateo" que asegura vio bailar en los salones coloniales
montevideanos. (1).
DOM
PERNETTY:
"Hisloire
d'un
voyage aux Isles
1763 & 1764"
Piigs. 277 y 278. Paris,
Malouines.
Fait en
MDCCLXX.
Cuando la Comision de Temporalidades que entiende de los
bienes de 108 Jesuitas expulsados por Carlos ILl, formula el inventario del colegio que tenian en Montevideo, hallan en el aposento
<leI Hermano Juan Boulet, presumiblemente el primer maestro de
musica que tuvo nuestra ciudad "un mazo de Papeles de Musica, y
algunas planas de muestras para Nifios".
Actas del Cabildo de Montevideo, libro IV, en "Revista
del Archivo General Administrativo"
Torno IV, piig. 121. Montevideo,
1890.
(l)
Esta referencia
es un plagio de la descripcion
realizada
por el
en su libro "Relation
du voyage de la Mer du Sud aux cotes du .Cbily
pag. 232. Paris,
MDCCXXXII.
VlaJero Frezier
et du Perou".
�"Diario de Aguirre", en "Anales de la Biblioteca"
Torno IV, pag. 142. Buenos Aires, 1905.
El precio en subasta de una guitarra en esa epoca era de nueve
reales y al parecer se construia de madera de pino.
Sucesion de Don Francisco Deniz. Ano 1783. Expediente
N.o 3, fo!' 7.
Los hermanos Robertson que se hallan en Montevideo durante la
dominacion inglesa describen los salones de la epoca donde ven bailar
el vals.
J. P. Y W. P. ROBERTSON:
"Letters on Paraguay"
pags. 104 y 105. London, 1839.
Descripcion de un salOn montevideano de la epoca en el que se
bailan minues y se ejecutan el piano y la guitarra.
"Diario de la Expedicion del Brigadier Gral. Crau!urd",
en "Revista Historica"
Torno VIII, pags. 523, 526 y 527. Montevideo, 1927.
�DOCUMENTO XCVIII
1807
Refiriendose alas canciones que se escuchan en los salones de
Montevideo se ohserva que ellas son "melancolicas cantilenas del
Peru".
"Notes on the Viceroyalty of La Plata in South America",
por "A gentleman recently returned"
Piig. 91. London, 1808.
(Biblioteca
del
Sr.
Horacio
Arredondo)
En las Fiestas Mayas de ese aiio se haila en la nueva sala consistorial contradanzas de treinta y cuatro parejas.
Descripcion de Las fiestas civicas celebradas en La Ca·
pital de Los Pueblos Orientales el veinte y cinco de
mayo de 1816"
Piig. II. Montevideo, 1816.
(Hiblioteca
del
Dr.
Buenaventura
Caviglia)
M. BRACKENRIDGE:
"Voyage to Buenos Ayres, performed in the years 1817
and 1818, by order of the American Government".
Piig. 49. London, 1820.
Una de las primer as casas de musica (venta de partituras), se
halla establecida en la tienda de perfumes de Saporiti en la calle
de San Pedro N.o 52.
"El Patriota"
Montevideo, 5 de Setiembre de 1822.
�En la libreria de Manuel Yanez se venden piezas para clarinete
y flauta.
"El Patriota"
Montevideo, 13 de Setiernhre de 1822.
(Biblioteca
"Pablo
Blanco
Acevedo")
DOCUMENTO CIII
1824-Marzo
13
Anuncio de la venta de un piano en casa de Juan Abalo.
"El Publicista Mercantil de Montevideo"
Montevideo, 13 de Marzo de 1824.
I{Biblioteca
"Pablo
Blanco
Acevedo")
En la quinta del Miguelete de Don Francisco J uanico se realiza
un banquete en homenaje a la Mision Apostolica Muzi donde el senor
Vaccari (Vaccani?) tenor milanes canta varias arias de opera y una
tiple Ie acompana.
Diario de la Mision Muzi, publicado en el trabajo del
P. Guillermo Furlong Cardiff, S. J.: "La Mision Muzi
en Montevideo. (1824.1835),
en "Revista del lnstituto
Historico y Geografico del Uruguay"
Torno XIII, pags. 274·275. Montevideo, 1937.
I/Biblioteca
DOCUMENTO
"Pablo
Blanco
Acevedo")
CV
1826 - Noviembre
EI VlaJero Alcides d'Orbigny asiste a algunas tertulias montevideanas donde se bailan "esas contradanzas nacionales, en las que las
mujeres espanolas despliegan tanta gracia".
ALClDE n'ORBIGNY:
"Voyage dans l'Amerique Meridionale"
Torno I, pag. 42. Paris, 1839.
DOCUMENTO CVI
1829 - Enero 30
En cl almacen de la calle San Carlos N.o 135 se venden pianos
recientemente llegados de Europa; "ademas tienen un tambor y una
campanilla, de cOllstruccion enteramente modernas hasta ahora desconocidas aqui".
"Observador Oriental"
Montevideo, 30 de Enero de 1829.
�Religiosa
DoeUMENTO eVIl
1763
El viajero Dom Pernetty asegura que en las funciones religiosas
y durante todo el tiempo de la Misa se ejecuta el arpa en lugar del
6rgano.
DOM
PERNETTY:
"Histoire d'un voyage aux Isles Malouines.
1763 & 1764"
pag. 285. Paris, MDCCLXX.
Fait en
DoeUMENTO eVIII
1769
El Cabildo de Soriano paga por concepto de cuerdas para los
instrumentos de la iglesia.
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
pag. 1. Libro N.D 69.
DoeUMENTO eIX
1770
El Cabildo de Soriano paga a D. Antonio por concepto de vent a
de cuerdas para los instrumentos de la Iglesia.
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
pag. 4. Libro N.D 69.
DoeUMENTO ex
1771
El Cabildo de Soriano paga por concepto de cuerdas para
trumentos de la Iglesia.
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
pag. 8. Libro N.D 69.
InS-
�DoeUMENTO eXI'
1775
EI Cabildo de Soriano paga por concepto de cola y lienzo para
ccomponer el arpa de la Iglesia.
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
Pag. 21. Libro N.D 69.
DoeUMENTO eXII
1776
EI Cabildo de Soriano paga por concepto de cuerdas para arpa
que se tocan en la Iglesia.
y guitarra
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
Pag. 26. Libro N.D 69.
DoeUMENTO eXIII
1778
EI Cabildo de Soriano paga por gastos de cuerdas de instrumentos
y honorarios de mtlsicos en la Semana Santa.
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
Pag. 47. Libro N.D 69.
"Acuerdos del Extinguido Cabildo de Montevideo"
Publicados pOl' el Archivo General de la Nacion, Anexo,
vol. 17, pag. 20. Montevideo, 1942.
Actas del Cabildo de Montevideo, Libro IV, en "Revista
del Archivo General Administrativo".
Torno IV, pag. 388. Montevideo, 1890.
�La Hermandad de Caridad paga al organista Bruno y al cantor
Pascual Casas pOl' sus actuaciones en el Novenario de San Jose y en la
Misa de Difuntos pOl' los Hermanos de la Cofradia.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Cuenta de Cargo y Data de Manuel Valdes, Tesorero de
la Cofradia de San Jose y del Hospital de Caridad.
Libro I, fo1. 182 vta.
En
sica en
la misa,
Arpero
la festividad de Santo Domingo se realiza una funcion con mDla Iglesia porIa cual se paga: "AI mulato mDsico que canto
y vispera del Patron dos p.s / A los dos Biolinistas tres p.s / Al
dos p.s"
"Cuentas del Sindico Procurador General de Santo Domingo. de Soriano"
Libro N.o 229, fo1. 16.
La Hermandad de Caridad paga al organista Bruno y al cantor
Pascual Casas, pOl' su intervencion en la funcion de la Misa de Di·
funtos pOl' los Hermanos de la Cofradia y del Novenario de San Jose.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Cuenta de Cargo y Data de Manuel Valdes, Tesorero
de la Cofradia de San Jose y del Hospital de Caridad,
libro I, fo1. 216.
La Hermandad de Caridad paga al organista Bruno y al cantor
Pascual Casas pOl' su actuacion en las funciones de la Novena y Fiesta
de San Jose y en el funeral pOl' los Hermanos Difuntos.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Cuenta de Cargo y Data de Manuel Valdes, Tesorero de
la Cofradia de San Jose y del Hospital de Caridad,
libro I, fo1. 240.
�La Hermandad de Caridad paga al organista Bruno y al cantor
Pascual Casas por su intervencion en la funcion del dia de San Jose.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Cnenta de Cargo y Data de Mannel Valdes, Tesorero de
la Cofradia de San Jose y del Hospital de Caridad,
libro I, fols. 264 vta. y 265.
La Hermandad de Caridad paga al organista Bruno, al cantor
Pascual Casas y a otro sacristan, por la funcion en el dia de San Jose
y en la Misa aniversario de los difuntos de la Hermandad.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Cnenta de Cargo y Data de Mannel Valdes, Tesorero de
la Cofradia de San Jose y del Hospital de Caridad,
libro I, fo1. 288.
La Hermandad de Caridad paga al cantor Pascual Casas y al
organista por la funcion del dia de San Jose.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Cnenta de Cargo y Data de Mannel Valdes, Tesorero de
la Cofradia de San Jose y del Hospital de Caridad
de Montevideo, libro I, fo1. 331.
La Hermandad de Caridad paga al organista negro por tocar en
la funcion de San Jose.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Cnenta de Cargo y Data de Mannel Valdes, Tesorero de
la Hermandad de San Jose y del Hospital de Caridad,
libro I, fo1. 349.
�La Hermandad de Caridad paga al organista y al cantor Pascual
Casas por su intervencion en la fun cion del dia de San Jose.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo",
Cuenta de Cargo y Data de Manuel Valdes, Tesorero de
la Herrnandad de San Jose y del Hospital de Caridad,
lihro I, foI. 367.
EI Cabildo de Soriano paga a Castillo por tocar la caja y la flauta
en la fiesta del Patrono.
"Cabildo de Soriano. Libro de Cuentas"
pag. 153. Lihro N.o 69.
Se certifica la presencia de un organo en la Iglesia Matriz de
Montevideo.
"Notes on the Viceroyalty of La Plata in South America"
por "A Gentleman recently returned"
pag. 91. London, 1808.
Se realiza una fiesta religiosa con canticos sagrados al retornar
ia custodia a la Matriz que se habia visto atacada por las bombas de
ios sitiadores.
FRANCISCO
ACUNA
DE FIGUEROA:
"Diario Historico del Sitio de Montevideo en los aiios
1812-13·14"
Sahado 23 de Octuhre de 1813. Torno I, pag. 370. Montevideo, 1890.
�Un VlaJero asegura haber oido el canto de guerra tiroles "Merrily 0" interpretado en el organo de una iglesia de Montevideo.
"UN
INCLES":
"Cinco afios en Buenos Aires, 1820-1825".
Piig. 153. 2.a edici6n traducida al castellano. Buenos
Aires, 1942.
Durante las exequias que se hicieron a la muerte de la Emperatriz
del Brasil en la Capilla de la Hermandad de Caridad, se entonaron
cantos funebres acompafiados de instrumentos.
"Descripcion de Las Solemnes exequias que hizo en .m
Capilla el 10 de Marzo de 1827 la Hermandad de Ca·
ridad de Montevideo Por la muy Augusta, y muy
amable s.a Dona Maria Leopoldina lose/a Carolina,
Archiduquesa de Austria, Emperatriz del BrasiL .. "
Piig. IX. Irnprenta de la Caridad. Montevideo [1827].
En el Miserere cantado pOl' los deudos de la Hermandad de Caridad en la Capilla intervienen los siguientes musicos: Chagas, Juan
Barros, Bernardino Barros, Ciriaco, Antonio Souza, Pinheiro y Elias.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Torno XIX, foI. 288.
�El Virrey Ceballos entra en la Colonia del Sacramento y en la descripcion de la ceremonia de recepcion se detallan las musicas que se
interpretaron y el instrumental correspondiente integra do por "dos
tromp etas, dos tromp as y los timbales que alternando con los tambores y pifanos", etc....
"Diario de Jose Maria Cabrer", transcripto en el libro
de Meliton Gonztilez: "El limite Oriental del terri·
torio de Misiones"
Torno I, pags. 129 y 130. Montevideo, 1882.
En el Reglamento de infante ria y caballeria para el virreinato de
Buenos Aires se establece la constitucion de las bandas militares.
"Reglamento para milicias disciplinadas de infanteria
y caballeria, del vireynato de Buenos Ayres"
pags. 10 y n. Madrid, 1801.
Letra de la Cancion Patriotica Oriental. "A esa cancion se Ie arreglo
musica como una marcha militar por algun ignorado maestro de Capilla de aquella epoca y se hizo imprimir en Londres, circulando profusamente despues en todos los pueblos de la Provincia, en Entre-Rios
y Corrientes". La letra fue publicada por "EI Censor" de Buenos Aires
en un suplemento del 21 de Enero de 1812.
JUSTO MAEso:
"El General Artigas y su epoca"
Torno II, pag. 272. Montevideo, 1885.
�En una recepclOn ofrecida por Lecor se refiere a la music a que
ejecuto la banda del Baron de la Laguna.
M.
BRACKENRIDGE:
"Voyage to Buenos Ayres, performed in the years 1817
and 1818, by order of the American Government".
Pag. 52. London, 1830.
Felipe Duarte desde Durazno en carta al Capitan General de la
Provincia Juan Antonio Lavalleja, se refiere a los pitos y tambores
de su Cuerpo de Libertos.
ESTADO
MAYOR
DEL
EJERCITO:
"Correspondencia Militar del ano 1825"
Documento N.D 888, tomo II, pag. 156. Montevideo, 1935.
Felipe Duarte en carta enviada desde Durazno al Jefe de EstadoMayor General D. Pablo Zufriategui, explica que en e1 batallon a
su mando se encuentran varios muchachos jovenes en calidad de pifanos y tambores.
ESTADO
MAYOR
DEL
EJERCITO:
"Correspondencia Militar del ano 1825"
Documento N.D 1045, tomo II, pag. 236. Montevideo, 1935.
�Con motivo de la jura de la Constitucion Politica de la Monarquia
Espanola, se realizan en la Casa de Comedias varias funciones en
las cuales "se cantaron canciones patrioticas".
"Gazeta de Montevideo"
Montevideo,
29 de Setiernbre
de 1812.
Al reabrirse el teatro, la Casa de Comedias, se canta a manera
de Himno Nacional, el actual Himno Nacional Argentino, ya que el
Uruguay pertenecia a la confederacion de las Provincias Unidas del
Rio de la Plata.
"EI Sol de las Provincias Unidas"
Montevideo,
25 de Agosto y 2 de Setiernbre
de 1814.
La letra de la cancion que entonan ese dia los ninos de la Escuela
Publica dirigidos por Fray Jose Benito Lamas, "AI asomar el sol", de
Francisco Araucho, se estampa en el "Parnaso Oriental".
"Parnaso Oriental
Uruguaya"
0
Guirnalda Poetica de la Republica
Torno II, piig. 123. Reirnpresion
del "Instituto
Historico
y Geogriifico del Uruguay". Montevideo,
1927.
�La letra del "Himno a la apertura de la Biblioteca Publica de
Montevideo", de Francisco Araucho cantado ese dia, se estampa en
el "Parnaso Oriental".
"Parnaso Oriental 0 Guirnal(1a Poetica de la Republica
Uruguaya"
.
Torno I, piig. 44. Reirnpresion
del "Instituto
Historico
y Geogriifico
del Uruguay".
Montevideo,
1927.
[uia
en
.
Se publica la famosa Cancion Patriotica que comienza: "Orient..!·
les corred alas armas".
"La Aurora"
Montevideo,
1 de Febrero
de
1823.
(Biblioteca
"Pablo
Blanco
Acevedo")
En la funcion a beneficio del Hospital de Caridad en la Casa
de Comedias, Juan Aurelio Casacuberta y Manuela Martinez bailan
el "Lundu" brasileno, se canta la cancion patriotica espanola "La
Palanca", y los precitados actores danzan el Minue abolerado.
"Archivo del Hospital de Caridad de Montevideo"
Prograrna irnpreso
XII, fo1. 331.
por la Irnprenta
de la Caridad.
Torno
En la funcion dada en la Casa de Comedias en homenaje a Santa
Rosa de Lima, Patrona de America, se canta una cancion patriotica
que sirve para expresar ruidosamente pOl' parte del pUblico su rcpudio a los invasores portugueses y brasileiios.
"Los amigos del pueblo"
Montevideo,
6 de Setiernbre
de 1823.
�En celebridad del aniversario de la constitucion portugllesa, se
realizo en la Casa de Comedias una funcion en la que se canto el
Himno
acional Portugues, las boleras del "Tnigala" y una l\1archa
Civica en homenaje a los invasores, pOl' 10 que las damas montevideanas no se levantaron de sus asientos como rcaccion pacifica pero
firme.
"Los amigos del pueblo"
Montevideo,
20 de Setiernbre
de 1823.
Francisco Acuna de Figueroa presenta al Ministro de Estado Juan
Francisco Giro, un Himno Nacional para su aprobacion oficial con
musica "de uno de los mas habiles profesores de Buenos Ayres".
Documento transcripto en el libro de Carlos Blixen:
"La cruzada libertadora"
pag.
51. Montevideo,
1895.
En celebridad del triunfo de Ituzaingo, en la Casa de Comedias
se entona una Cancion Patriotica alusiva a este dia (Cancion del Estado de Montevideo).
Programa existente en el Archivo General de la Nacion
Fondo
Archivo
General
Adrninistrativo,
caja
777.
Se canta la "Cancion Patriotica" con motivo de la entrada a la
capital del Gobierno Patrio. La letra es de Francisco Acuna de Figueroa y fue publicada en el "Parnaso Oriental".
"Parnaso Oriental
Uruguaya"
0
Guirnalda Poetica de la Republica
Torno I, pag. 102. Reirnpresi6n
del Instituto
Hist6rico
y Geografico
del Uruguay. Montevideo,
1927.
�
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Facultad de Humanidades y Ciencias
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Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
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1947-1989
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Title
A name given to the resource
Fuentes para el estudio de la música colonial uruguaya.
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Cuando la Facultad de Humanidades y Ciencias decidió inaugurar una clase de investigación musicológica, propusimos a su Consejo Directivo la realización de un trabajo de seminario atingente a la actividad sonora de nuestro país.
Creator
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AYESTARAN, Lauro
Source
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Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias /Universidad de la República. Montevideo : FHC, UR , 1947, Año I, Nº 1
Publisher
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Facultad de Humanidades Y Ciencias
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1947
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Publicación Periódica
Facultad de Humanidades y Ciencias
MUSICA COLONIAL
URUGUAY